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¿Nos estamos acercando al Armagedón?La Atalaya 1981 | 1 de abril
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la Biblia los predijo, y añade este consejo prudente: “No cifren su confianza en nobles, ni en el hijo del hombre terrestre, a quien no pertenece salvación alguna.” En cambio, “feliz es [aquel] . . . cuya esperanza está en Jehová su Dios, . . . Aquel que observa apego a la verdad hasta tiempo indefinido.”—Sal. 146:3-6.
20. ¿De qué podemos estar seguros, y, por eso, a qué preguntas necesitamos respuestas?
20 Se puede decir con toda seguridad que todas las condiciones predichas en las profecías bíblicas están presentes. Realmente estamos bien adentrados en los “últimos días” de este sistema de cosas y estamos acercándonos a la parte final, la “grande tribulación” cuya conclusión es el Armagedón. Y, ¿precisamente qué marcará el principio de esa “grande tribulación”? Un acontecimiento que ya ha progresado mucho en su desarrollo. ¿Qué es este acontecimiento? Eso es lo que se considera en el artículo siguiente.
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Se acerca la ejecución de la “gran ramera”La Atalaya 1981 | 1 de abril
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Se acerca la ejecución de la “gran ramera”
“Estos odiarán a la ramera y harán que quede devastada y desnuda, y se comerán sus carnes y la quemarán por completo con fuego.”—Rev. 17:16.
1, 2. ¿Qué información proporciona Dios a sus siervos, y, por qué?
EL CREADOR, Jehová Dios, sabe exactamente lo que va a suceder en el futuro. Él es “Aquel que declara desde el principio el final.” (Isa. 46:10) Dado que es “perfecto en conocimiento,” él sabe los detalles con relación al “final” de este sistema de cosas en la venidera “grande tribulación.” (Job 37:16; Mat. 24:21) Porque es un Dios de amor, a los que realmente le sirven él revela estos detalles en suficiente medida como para que ellos queden adecuadamente informados, y para edificarlos y protegerlos. La Biblia declara lo siguiente: “El Señor Soberano Jehová no hará ni una cosa a no ser que haya revelado su asunto confidencial a sus siervos los profetas.”—Amós 3:7.
2 Así, a sus siervos humildes Dios da conocimiento especial que otras personas no tienen. Como dijo el apóstol Pablo: “Esta sabiduría ni uno de los gobernantes de este sistema de cosas la llegó a conocer . . . Pues es a nosotros que Dios las ha revelado por medio de su espíritu.” (1 Cor. 2:8-10) Puesto que tienen conocimiento por adelantado procedente de Jehová, sus siervos son equipados —sí, comisionados, por Dios— para proclamar por todo el mundo la advertencia de que se acerca el fin de este sistema, a la vez que dan el mensaje consolador acerca del nuevo orden.—Mat. 24:14.
3. ¿Sabrán los siervos de Jehová cuándo realmente haya comenzado la “grande tribulación”?
3 Dado que Jehová proporciona a sus siervos leales conocimiento por anticipado acerca del fin de este sistema, ¿incluye este conocimiento información que les permita discernir cuándo realmente haya empezado la “grande tribulación”? Sí. ¿En qué consiste esa evidencia? Tiene que ver con la ejecución divina del juicio contra lo que la Biblia llama “Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las cosas repugnantes de la tierra.” (Rev. 17:5) ¡Y ya, sí, ahora mismo, se están viendo acontecimientos que están preparando el camino para esa ejecución!
4. ¿Por qué es útil saber lo que le pasó a la Babilonia antigua?
4 ¿Quién es esta ramera simbólica de las Escrituras? ¿En qué sentido puede decirse que ya están teniendo lugar los sucesos que llevan a la destrucción de ella? Podemos aprender mucho acerca de todo esto por medio de referirnos a otra Babilonia, aquel poderoso imperio mundial que existió hace más de dos mil años. Lo que le sucedió a la Babilonia de la antigüedad es más que un simple hecho o acontecimiento histórico. Hay un asombroso paralelo profético entre lo que le sucedió a ella y lo que pronto le acontecerá a la “gran ramera” de nuestro día.—Rev. 17:1.
“BABILONIA LA GRANDE” DE LA ANTIGÜEDAD
5. ¿Por qué parecía tener razón para jactarse Nabuconodosor?
5 “¿No es ésta Babilonia la Grande, la cual yo mismo he construido para la casa real con la fortaleza de mi poder y para la dignidad de mi majestad?” (Dan. 4:30) Así se jactó el rey de Babilonia, Nabucodonosor, más de seis siglos antes de la era común. Nabucodonosor parecía tener buena razón para jactarse, pues Babilonia era la ciudad más poderosa de su tiempo, la capital del imperio más poderoso que el mundo había visto hasta entonces. La enorme ciudad parecía inexpugnable por estar cercada por macizas murallas dobles. También tenía un abastecimiento de agua aparentemente seguro —el río Éufrates— que corría por la ciudad. A lo largo del río, dentro de la ciudad, había inmensas murallas con puertas que se podían cerrar para vedar la entrada a cualquier intruso.
6. ¿Qué hizo famosa a Babilonia?
6 Aunque el poderío militar de Babilonia era grande, ella era más famosa por otra razón: Era el centro de la religión falsa de aquel mundo antiguo. Se dice que en las ruinas de aquella ciudad se han descubierto los restos de por lo menos 53 templos. The World Book Encyclopedia dice: “Sin embargo, los babilonios realmente nunca rechazaban sus dioses anteriores, de modo que el número de dioses que adoraban ascendió a miles. Había dioses y diosas patrones para cada ciudad-estado, así como dioses que representaban tales cosas como el Sol, la Luna, y las estrellas, el tiempo, las cosechas, los ríos y la tierra.” La influencia religiosa de Babilonia fue tan potente que con el tiempo hasta afectó a la cristiandad. Hasta el día de hoy, en casi todas las religiones de este mundo, se pueden hallar las creencias y prácticas de la religión falsa de la Babilonia posdiluviana.—Gén. 11:1-9.
7. (a) ¿Qué defecto fatal tuvo Babilonia? (b) ¿Qué le haría Jehová?
7 Sin embargo, la Babilonia del día de Nabucodonosor tenía un defecto fatal: Por largo tiempo fue enemiga firme del Dios verdadero, Jehová, y de Su pueblo. Además, derramó mucha sangre inocente. La Biblia dice: “No solo fue Babilonia la causa de que cayeran los de Israel que fueron muertos violentamente, sino que también a causa de Babilonia han caído los de toda la tierra que fueron muertos violentamente.” (Jer. 51:49) A causa de esto, Jehová declaró: “Babilonia, la decoración de reinos, la hermosura del orgullo de los caldeos, tiene que llegar a ser como cuando Dios derribó a Sodoma y Gomorra . . . . la sazón para ella está próxima a llegar, y sus días mismos no serán postergados.” Isaías registró esa profecía alrededor del año 732 a. de la E.C. (Isa. 13:19-22) Como un siglo más tarde, Jeremías dijo: “A causa de la indignación de Jehová no será habitada, y tiene que llegar a ser un yermo desolado en su totalidad. En cuanto a cualquiera que vaya pasando junto a Babilonia, se quedará mirando pasmado y silbará por motivo de todas sus plagas.” Sí, “Babilonia la Grande,” que parecía inexpugnable, llegaría a “ser montones de piedras, albergue de chacales, . . . sin habitante alguno.”—Jer. 50:13; 51:37.
8. ¿Qué detalles se proporcionaron respecto a la manera en que Babilonia caería?
8 ¿Exactamente cómo caería Babilonia? Jehová proporcionó algunos detalles a Isaías y Jeremías. Isaías escribió que Jehová es “Aquel que dice a la profundidad acuosa: ‘Evapórate; y secaré todos tus ríos.’” (Isa. 44:27) Isaías también declaró: “Esto es lo que ha dicho Jehová a su ungido, a Ciro, a quien he asido de la diestra, para sojuzgar delante de él naciones, para que desciña yo hasta las caderas de reyes; para abrir delante de él las puertas de dos hojas, de modo que las puertas mismas no estén cerradas.” (Isa. 45:1) Jeremías predijo lo siguiente:
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