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¿Están las iglesias llevando a las naciones a chocar con Dios?La Atalaya 1972 | 1 de abril
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falso, apóstata floreció y llegó a estar unido con el Estado, llegando a ser una religión estatal. La zona en la que predominó llegó a llamarse “cristiandad” (que significa “dominio cristiano”). Esto fue diametralmente opuesto a las palabras de Cristo: “Mi reino no es parte de este mundo,” y “ellos [los discípulos de Jesús] no son parte del mundo.”—Juan 18:36; 17:14.
La historia registra que desde ese tiempo en adelante los líderes religiosos han sido los consejeros, sí, a menudo los directores, de los gobernantes nacionales. Donde no podían ejercer poder estaban dispuestos a provocar revolución o guerra contra los gobernantes que les ofrecían resistencia. Hoy, en los sitios en que no pueden estar en puestos favorecidos y poderosos entre los gobernantes nacionales, a menudo son prominentes entre los grupos rebeldes contra el gobierno establecido.
RESPONSABLES DE DERRAMAMIENTO DE SANGRE
Por esta razón toda la religión falsa, de la cual el cristianismo apóstata es la parte dominante, se describe en la Biblia como una “ciudad,” “Babilonia la Grande,” un imperio simbólico, porque tiene “un reino sobre los reyes de la tierra.” También, es personificada como una “ramera,” de quien se dice: “En ella se halló la sangre de profetas y de santos y de todos los que han sido muertos atrozmente en la tierra.”—Rev. 17:1, 2, 5, 18; 18:24.
Según los versículos 3, 12-14 del capítulo diecisiete de Revelación, la “ramera” cabalga una “bestia salvaje” simbólica cuyos cuernos representan “reyes” o gobernantes de la Tierra. Debido a la influencia de la “ramera” cabalgadora, estos reyes “combatirán con el Cordero,” Jesucristo. Aquí, entonces, hay evidencia adicional de que las religiones falsas de la Tierra realmente llevan la delantera, siendo principalmente responsables del derrotero de las naciones que llevará al choque.
¿Sorprende, entonces, que Dios esté disgustado con las religiones del mundo? En realidad, sería más sorprendente si él no obrara para vindicar Su nombre y para ayudar a las personas que también odian la inmoralidad y la corrupción de las iglesias, y las mentiras que se enseñan acerca de Dios.
‘Sí,’ quizás diga alguien, ‘Dios ha recibido bastante provocación para obrar. Sin embargo, ¿no es desamoroso el que él destruya a la gente a causa de las condiciones en las cuales la religión falsa y la política tienen tan grande responsabilidad? ¿No podría él simplemente efectuar un cambio de gobierno y perdonarle la vida a la gente?’ El artículo que sigue considera esta pregunta.
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¿Comparte la gente la responsabilidad con los gobernantes?La Atalaya 1972 | 1 de abril
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¿Comparte la gente la responsabilidad con los gobernantes?
SI LAS naciones chocan con Dios, inevitablemente habrá grande destrucción. Pero si los líderes religiosos y políticos están en primer plano en oponerse a Dios, ¿por qué debe sufrir la gente?
Bueno, ¿podemos culpar únicamente a los gobernantes? No. El hecho de que un gobierno simplemente refleja al pueblo que él gobierna lo reconocen los diplomáticos. “Todo país tiene el gobierno que merece,” fue la manera en que expresó la idea José de Maistre, diplomático francés que vio entrar el siglo diecinueve. Y William Penn, estadista británico, enseñó: “Los Gobiernos dependen de los hombres, más bien que los hombres de los Gobiernos. Sean buenos
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