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La primera “sangre artificial”¡Despertad! 1980 | 8 de agosto
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mezclan con la sangre, es necesario hacer emulsiones por medio de dispersar en agua gotitas del PFQ (de un tamaño de menos de 1/10.000 mm) de manera muy similar a como la crema está dispersada en la leche homogeneizada. Este líquido se mezcla entonces con antibióticos, vitaminas, sustancias nutritivas y sales. El producto final contiene unos 80 distintos componentes, los cuales aparentemente pueden encargarse de una buena cantidad de las funciones vitales de la sangre natural.
En los últimos años se han efectuado muchísimos experimentos en animales para probar emulsiones de PFQ. Investigaciones hechas en el Japón mostraron que las ratas sobreviven con el 90 por ciento de la sangre reemplazada por el PFQ. En Suecia y en los Estados Unidos, los roedores han sobrevivido cómodamente con todo su volumen sanguíneo reemplazado. Científicos japoneses alegan que unos monos han sobrevivido con solo el 2 por ciento de su propia sangre dentro del cuerpo. (Vea ¡Despertad!, 8 de septiembre de 1979, página 30.)
Muchas ventajas
Según algunos científicos, las emulsiones de PFQ tienen muchas ventajas. En contraste con la sangre natural, se les puede mantener estériles con facilidad y se les puede almacenar por meses o hasta años. No es necesario determinar el grupo sanguíneo (algo valioso en emergencias), y no hay riesgo conocido de transmitir enfermedades infecciosas, tales como hepatitis, paludismo y sífilis.
Entre otros aspectos ventajosos de estas emulsiones está el de que las pequeñas partículas de los fluorocarburos pueden llegar a capilares sanguíneos que estén contraídos debido al estado de choque o conmoción, como en los casos de quemaduras. Estas partículas tienen aproximadamente una milésima parte del tamaño de los glóbulos rojos, y por eso pueden transportar el oxígeno a lugares a los cuales normalmente no podría llegar. Los científicos también han descubierto que parece que los fluorocarburos incrementan la actividad de los glóbulos blancos contra las enfermedades.
En una entrevista reciente, el profesor auxiliar Lars-Olof Plantin, del centro de investigaciones del Karolinska Institut, del Hospital de la Universidad de Huddinge, Suecia, presentó la siguiente lista de usos en perspectiva para las sustancias perfluoroquímicas: casos de emergencia; cirugía mayor; envenenamiento con monóxido de carbono; hemorragias agudas; quimioterapia; septicemia; remoción de toxinas, virus, drogas, y así por el estilo; infecciones debidas a anaerobios; terapia inmunológica; reemplazo de la sangre. Y Robert E. Moore, químico investigador estadounidense, añade: “[Los fluorocarburos] pudieran usarse para tratar varias anemias, incluso la anemia de células falciformes. Pudieran usarse para ayudar a vencer los efectos de un ataque cardíaco. Porque son inertes, serían perfectos para efectuar investigación biológica debido a que eliminarían el tratar con factores variables.”
Sin embargo, todavía hay que efectuar mucha investigación antes de que este sustitutivo pueda recibir uso normal en los hospitales. Lars-Olof Plantin y su coinvestigadora Vera Novácová declaran que es necesario examinar cuidadosamente todos los órganos vitales del cuerpo para asegurarse de que el PFQ no cause daño. También habrá que efectuar más investigación para obtener seguridad de que el PFQ no interfiera con los diversos sistemas orgánicos del cuerpo. También es importante desarrollar la mejor fórmula para la emulsión.
Entre las incógnitas que permanecen está la de si el cuerpo podrá librarse del PFQ del modo natural, por exhalación y por medio de la piel, a la misma velocidad a que se producen los glóbulos rojos. La meta es hallar emulsiones estables de PFQ que sean eliminadas en unos 30 días. Aunque en la actualidad se hacen grandes esfuerzos por resolver estos problemas, pudiera ser que se necesitaran años para examinar suficientemente todos los efectos secundarios posibles. Por eso se entiende que se corre riesgo en el uso de la “sangre artificial.”
En la actualidad las agencias gubernamentales restringen el uso de los “sustitutivos sanguíneos” de fluorocarburos a solamente casos de emergencia, tanto en el Japón como en los Estados Unidos. De hecho, un funcionario de la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) de los Estados Unidos, el Dr. Joseph Fratantoni, dijo, según informes, que la única razón que en su concepto podía haber para que la FDA permitiera el uso del PFQ sería la de que, por motivos religiosos, los pacientes rehusaran transfusiones de sangre, como en el caso de los testigos de Jehová. Sin embargo, según el Times de Nueva York, el buen éxito de los fluorocarburos que se utilizaron en el caso del Testigo de Minnesota ya mencionado en este artículo “ha tenido un efecto catalítico en la investigación estadounidense.”
Casos como ése quizás den a los científicos más información sobre los efectos de estas sustancias químicas en el cuerpo humano. Llamando atención a la potencialidad que en cuanto a investigación representan estos pacientes, el Times de Los Ángeles declara: “El hecho de que muchos de ellos probablemente sean testigos de Jehová significa que con el transcurso del tiempo la convicción religiosa de ellos bien pudiera resultar de provecho a personas de toda creencia.”
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Sepulcros de varios niveles¡Despertad! 1980 | 8 de agosto
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Sepulcros de varios niveles
El disponer de los muertos humanos con ceremonia es costumbre universal. Pero hay una variedad de modos en que se atienden los restos. Lo que es un modo muy común para la gente de una parte del mundo parece extraño a las personas que viven en otro lugar. Como caso específico considere los sepulcros que se hallan en Hawai y en la América Latina.
En la América Latina se acostumbra meter el ataúd en una cavidad parecida a un túnel largo excavada en una pared, luego se amontonan ladrillos enfrente del ataúd y entonces se sella la cavidad con argamasa fresca. Para identificar al difunto, se coloca una placa sobre el frente sellado, a cuya base está un recipiente donde la gente pone flores frescas. Las paredes sepulcrales mismas pueden tener muchos metros de largo y suficiente anchura como para permitir la colocación de dos ataúdes en el mismo nivel. Verticalmente se pueden colocar hasta ocho ataúdes uno sobre otro.
En el Cementerio Universal de Barranquilla, Colombia, hay tres tipos de sepulcros: uno para los ricos, otro para la clase media y otro para la gente común u obrera. Con la excepción de los ricos, que son dueños de sus propios lugares de entierro, la mayoría de la gente paga cierto alquiler por varios años. Entonces compran un nicho en otra estructura de varios niveles, donde los restos se guardan en un pequeño recipiente de metal que tiene el doble del tamaño de una caja de zapatos. De nuevo se identifican los restos con una placa.
Es notable el hecho de que en las Escrituras no se prescribe el procedimiento que debe seguirse al tratar con los restos de los muertos, puesto que eso no afecta de modo alguno el que se les haga volver a vivir en la resurrección. Lo de suma importancia es que, durante su vida, uno se esfuerce por tener un nombre o reputación excelente para con Jehová Dios, para que Él lo considere digno de ser levantado de entre los muertos.—Ecl. 7:1; Hech. 24:15.
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