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La hermandad del hombre... ¿solo una ilusión?¡Despertad! 1982 | 8 de abril
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La hermandad del hombre... ¿solo una ilusión?
ACONTECIÓ durante los últimos días de diciembre de aquel año trascendental de 1914. Los violentos ataques iniciales de la primera guerra mundial habían disminuido, y habían costado —en cuestión de solo cinco meses— aproximadamente tres millones y medio de bajas.
La noche del 24 de diciembre, en la línea de combate cerca de Ypres, Bélgica, un pelotón británico recibió órdenes de erigir postes y alambres a 37 metros de las trincheras alemanas. Para el asombro de los ingleses, no se disparó ni una sola bala de la línea de combate alemana. Al día siguiente, centenares de hombres de los dos lados salieron de sus trincheras y fraternizaron en esta tierra de nadie, por medio de saludarse e intercambiar recuerdos.
¿Qué había pasado? Aquí, como en otras partes del frente, la temporada festiva había encauzado los pensamientos de los hombres, cansados de la guerra, a un deseo profundo de paz y amistad.
Pero éste no había de realizarse. Las naciones prosiguieron con la I Guerra Mundial hasta el final, y el costo de ella ascendió a millones de vidas y sufrimiento incalculable. Aquel vislumbre fugaz de hermandad fue solo un sueño, una ilusión. Y la ilusión quedó más frustrada con el estallido de la II Guerra Mundial. Hoy día, las fuerzas enemigas y armas capaces de aniquilar en masa causan una terrible pesadilla en vez de un sueño.
Esfuerzos por formar hermandades
La historia del hombre ha sido una larga y triste sucesión de derramamiento de sangre y violencia. No obstante, mucha gente ha tenido la esperanza de ver una hermandad compuesta del género humano. Por ejemplo, la revolución francesa de 1789 incitaba al pueblo de Francia con el lema “Liberté, Egalité, Fraternité” (”Libertad, Igualdad, Fraternidad”). Pero unos años después, Napoleón Bonaparte de Francia bañó a Europa de sangre.
A través de la historia, hermandades o asociaciones fraternales de muchas clases y tanto de hombres como de mujeres han florecido. Pero no han tenido las características que corresponden a una verdadera hermandad universal. Por ejemplo, una asociación bien conocida, la francmasonería, es secreta y solo admite a hombres como miembros.
Evidentemente, todos dichos esfuerzos no han logrado crear una hermandad compuesta del género humano. Pero, considere por un instante: ¿cómo sería si dicha idea pudiera transformarse de solo un sueño en una realidad práctica? ¡Qué diferente sería la situación! ¡Una verdadera hermandad internacional pondría fin a las fronteras, a las rivalidades políticas y religiosas, al odio que existe entre naciones y razas! Las guerras, el terrorismo y todos los factores que contribuyen a las condiciones terriblemente peligrosas del mundo hoy día serían eliminados.
¿Le gustaría a usted ver eso? Claro que sí. Pero quizás usted diga: ‘Eso nunca podrá ser. La historia prueba que el concepto de que todas las personas sean como hermanos no es más que un sueño.’ Y desde el punto de vista del registro humano, tanto del pasado como del presente, usted tendría razón.
Un punto de vista más elevado
Sin embargo, hay otro punto de vista que debe tomarse en cuenta, uno que cambiaría todo por completo. A manera de ilustración: Si usted estuviera perdido en una selva densa y no pudiera encontrar la salida, su vida estaría en peligro. Pero, alguien que estuviera volando en un avión sobre el lugar donde usted está pudiera ver claramente la salida y, por medio de radiocomunicación, pudiera guiarlo a usted. Esa vista desde lo alto pudiera determinar si usted habría de vivir o morir.
Hoy día muchas personas no ven ninguna salida de los crecientes problemas de este mundo. Por lo tanto, es urgente, de hecho es cuestión de vida o muerte, considerar la situación desde un punto de vista elevado... desde el punto de vista del Dios Todopoderoso. Respecto a él, cierto profeta bajo inspiración escribió: “Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que los caminos de ustedes, y mis pensamientos que los pensamientos de ustedes. Porque con regocijo saldrán ustedes, y con paz se les hará entrar.”—Isaías 55:9, 12.
Sin embargo, antes de considerar el punto de vista encumbrado del Creador en cuanto a la formación de una hermandad verdadera, podemos hacer esta pregunta: ¿Qué cosas han hecho imposible lograr la hermandad desde el punto de vista humano?
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¿Qué impide la hermandad universal?¡Despertad! 1982 | 8 de abril
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¿Qué impide la hermandad universal?
EN 1469 E.C. nació en Florencia, Italia, un hombre llamado Nicolás Maquiavelo. Escribió un libro sobre la política intitulado “El príncipe,” y empleó como dechado a César Borja, hijo del papa Alejandro VI. Según cierto historiador, Borja era “un artista en cuanto a la ‘política de fuerza,’ y utilizaba sin escrúpulo ni piedad cualquier medida de fuerza o fraude que le permitiera extender y asegurar sus conquistas.”
La Encyclopaedia Britannica dice que Maquiavelo “fundó la ciencia de la política para el mundo moderno.” Hoy día el “maquiavelismo” es una palabra que describe el principio político de que un gobernante puede utilizar “cualquier medio por ilícito o inmoral que sea” a fin de mantener su poder.
Tal política ha plagado a este siglo veinte. Se ve manifestada en las guerras, los golpes de estado, la corrupción, la violencia horrible y el terrorismo. La política divide a Oriente de Occidente. Divide naciones, ciudades (tal como Berlín) y aun familias. La política es una de las influencias más divisivas del género humano.
Un elemento estrechamente relacionado con dicha política y que los líderes políticos a menudo explotan es el espíritu del . . .
Nacionalismo
Al respecto, se relata un cuento divertido acerca de un capellán del ejército de Escocia que, mientras estuvo en un nuevo campamento militar, pidió a voluntarios que convirtieran un antiguo granero en una capilla. Mientras el capellán estuvo ausente los voluntarios pintaron encima del altar en letras grandes: “Viva Escocia para siempre jamás.” El capellán asombrado pidió que le dieran al letrero un aspecto más religioso. Lo hicieron. La inscripción entonces decía: “Viva Escocia para siempre jamás. AMÉN.”
Los escoceses tienen la reputación de ser muy orgullosos de su país. Pero no son los únicos que tienen tal orgullo. Por ejemplo, a los niños ingleses, especialmente en los días en que el Imperio Británico dominaba el mundo, se les inculcaba celo nacionalista desde tierna niñez. Se les enseñaba a creer que ‘Britania domina los mares,’ y que los ingleses son un pueblo superior, bendecido por Dios.
En toda nación los políticos promulgan tales sentimientos porque reconocen que un fuerte espíritu nacionalista les conviene para realizar sus propósitos. Pero puede que sus propósitos no tengan en mira lo que sea para el mayor beneficio del pueblo. En un artículo intitulado, “El nacionalismo es ajeno al patriotismo verdadero,” el columnista Sydney J. Harris dijo: “El nacionalismo significa ‘avenirse a’ un Hitler, o a un Stalin o a cualquier otro tirano que agita la bandera y profiere grosera devoción a la patria, a la vez que pisotea los derechos del pueblo.”
También, como lo ilustra el cuento acerca de la capilla en Escocia, a menudo el nacionalismo va acompañado de la religión. El Dr. Robert L. Kahn, rabino, escribió: “La religión y el nacionalismo siempre tienden a ir juntos. Especialmente en tiempos de guerra, . . . ‘Para Dios y la Patria’ llega a ser un tipo de grito de guerra. Siempre ha sido así. [Durante la II Guerra Mundial] una de las canciones populares fue este grito de guerra de un capellán: ‘Alaben al Señor y repartan las municiones.’”
El espíritu nacionalista hasta ha afectado seriamente al campo de los deportes. Por ejemplo, cuando en Turín, Italia, se celebró un juego de fútbol para el campeonato europeo entre los equipos de Inglaterra y Bélgica, tuvo que postergarse el juego por varios minutos mientras los aficionados ingleses pelearon con los guardias italianos de asalto, y muchas personas resultaron heridas.
El racismo
En muchas granjas del África del Sur los hijos blancos de los hacendados y los hijos negros de los obreros pasan parte de su primera infancia jugando juntos de un modo pacífico, casi como si fueran hermanos. La gente no nace con prejuicios raciales. Sin embargo, a medida que van creciendo absorben las actitudes de sus respectivas razas. Así que, en la mayoría de los casos, aquella temprana inocencia encantadora desaparece. Sentimientos tales como la animosidad, el orgullo, el resentimiento y la frustración se apoderan de la persona.
Pero, el racismo no se limita al África. Muchas personas de los Estados Unidos se sienten avergonzadas por el trato que se da a las tribus amerindias de su país. Además, el trato que se daba a los negros en los días en que regía la esclavitud, y las condiciones horrorosas a las que se sometía a estos pobres al transportarlos a través del Atlántico y venderlos como ganado en las Américas, son hechos bien conocidos. Deplorables motines raciales todavía estallan en los Estados Unidos. También en Inglaterra las tensiones raciales están creciendo a medida que inmigrantes de las Antillas, de la India y de otras partes inundan ciertas regiones del país.
Los que son víctimas del racismo en África y en otras partes pueden alegrarse de que no hayan sido judíos que vivieron en Alemania bajo el régimen nazi. En retrospección, parece increíble que en un país de la cristiandad, bajo un líder (Hitler) que era católico romano, se haya dado una muerte atroz a millones de judíos, a personas de descendencia eslava y a otras debido a su nacionalidad.
El hecho de que personas que forman parte de la cristiandad hayan cometido tales atrocidades hace dudar que ese sistema religioso sea genuino. ¿Es, más bien, un engaño colosal? Consideremos detenidamente los efectos que han tenido en la hermandad verdadera las religiones de este mundo.
[Ilustración en la página 5]
Los niños no nacen siendo racistas
[Mapa en la página 5]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
La política es una de las influencias más divisivas del género humano
Berlín dividida
ALEMANIA ORIENTAL
SECTOR FRANCÉS
SECTOR BRITÁNICO
SECTOR ESTADOUNIDENSE
ALEMANIA ORIENTAL
SECTOR RUSO
MURO DE BERLÍN
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¿Qué efecto ha tenido la religión en la hermandad?¡Despertad! 1982 | 8 de abril
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¿Qué efecto ha tenido la religión en la hermandad?
AUNQUE la pérdida de confianza en la religión es algo común hoy, todavía muchas personas creen que la religión infunde amor y hermandad. Por supuesto, a nivel individual siempre ha habido todo tipo de personas religiosas que han vivido una vida noble. Pero, ¿qué revelan los hechos sobre las religiones de este mundo en general? Por ejemplo, ¿cuál es el registro de la religión con relación a la guerra, que es precisamente lo opuesto al amor y la hermandad?
Es un registro muy espantoso. Sí, el registro de sufrimiento, crueldad y derramamiento de sangre causado o bendecido por la religión falsa es horripilante. Respecto a las “guerras santas,” el libro Age of Faith dice: “Ninguna ha sido más sangrienta que las Cruzadas Cristianas de la Edad Media. . . . Los Cruzados . . . ultrajaron y despojaron a sus compañeros cristianos y cometieron atrocidades increíbles contra sus enemigos musulmanes.”
En 1208 E.C., el papa Inocencio III organizó una cruzada especial contra una secta religiosa conocida como los valdenses, seguidores de Pedro de Valdo, mercader francés. Valdo había criticado severamente los lujos del clero. Según el historiador H. G. Wells, la cruzada papal santificó “el reclutamiento de cada granuja errante . . . para llevar fuego y espada y ultraje y todo atropello concebible entre los súbditos más pacíficos del rey de Francia. Las narraciones de las crueldades y abominaciones de esta cruzada son mucho más terribles de leer que cualquier narración del martirio de los cristianos a manos de los paganos.”
Uno de los resultados de la cruzada fue la formación de la “Santa Inquisición” a cargo de los frailes dominicos (hermanos). El comentario de H. G. Wells al respecto es: “Entonces en centenares de plazas de mercado de Europa, los dignatarios eclesiásticos observaban los cuerpos ennegrecidos de sus antagonistas . . . quemarse y consumirse dolorosamente, y la propia gran misión de ellos para con la humanidad reducirse a polvo y cenizas con ellos.”
El resultado de tal comportamiento inhumano y otros abusos fue la Reforma a principios del siglo dieciséis. Pero al poco tiempo, los protestantes se mezclaron de lleno en la política al igual que lo había estado la Iglesia Romana por siglos. Entonces, en 1618, estalló la Guerra de los Treinta Años entre protestantes y católicos de Alemania. Pronto ésta envolvió la mayor parte de la cristiandad. Fue “una guerra que se peleó con tal ferocidad que la historia registra pocos casos comparables. . . . se derrumbaron las restricciones morales y cedieron a los estallidos violentos de libertinaje.”—A History of Europe, por H. Fisher.
Estos son solo unos cuantos relatos breves de las muchas guerras que la religión causó o apoyó en el pasado. Pero, ¿qué hay de hoy?
El registro moderno de la religión
Por siglos, Irlanda se ha visto plagada por la animosidad profunda que existe entre católicos y protestantes. La violencia que se ha desatado en Irlanda del Norte en los últimos años ha causado mucho sufrimiento y la pérdida de muchas vidas en ambos bandos. Las iglesias son directamente responsables de mucho del sufrimiento debido a que se han mezclado en el nacionalismo y la política.
Además, hasta este día, el Oriente Medio sigue siendo centro de una contienda que tiene base religiosa. Los de las fuerzas “cristianas” y los de las fuerzas “anticristianas” del Líbano llevan muchos años matándose unos a otros, y tal parece que no cesará el derramamiento de sangre. Es tal como sucedió en la India, cuando los británicos se retiraron en 1947 y las diversas facciones no cristianas del país se volvieron una contra la otra causando matanzas espantosas.
Los hechos de estos conflictos así como de otros en los cuales la religión desempeña un papel importante son del dominio público. No obstante, las grandes religiones del mundo no son las únicas que están envueltas en el asunto. También lo están las sectas con menos miembros. Una de éstas en particular causó una ola de horror por todo el mundo en 1978. Esto fue cuando unos 900 discípulos de un tal “reverendo” Jones se suicidaron en Guyana a instigación de su líder.
Pero ésa fue una tragedia de menor cuantía si se compara con lo que ocurrió en la I y II Guerras Mundiales. Durante aquellos conflictos, la matanza y el sufrimiento que se infligieron unos a otros millones de miembros de la cristiandad, junto con judíos, budistas, hindúes y otros, fue algo espantoso. No obstante, el clero en ambos lados del conflicto oró para obtener la bendición de Dios.
El que las religiones de este mundo no hayan podido obrar como una fuerza que promueva la hermandad verdadera proviene de este error fundamental: hacen que la gente siga a líderes humanos y las ideas de éstos en vez de poner en práctica lo que dice Dios en su Palabra, la Biblia.—Juan 12:43.
Por consiguiente, tales religiones mundanas no pueden ser la religión verdadera. Es según dijo claramente un escritor inspirado de la Biblia: “La religión pura y sin mácula delante de Dios Padre es ésta: visitar, o socorrer, a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y preservarse de la corrupción de este siglo.” (Santiago 1:27, Torres Amat) De esas palabras emana el espíritu de amor y hermandad. Pero, por otro lado, ¡piense en los millones de personas que han quedado viudas y huérfanos debido a la violencia y la persecución causadas por la religión falsa e impura! Y esto se debe a que tal religión no está ‘preservándose de la corrupción de este siglo.’
Por lo tanto, ¡qué evidente es que no podemos esperar que la religión falsa, de la cual las iglesias de la cristiandad son la parte dominante, establezca una hermandad verdadera y universal! Por siglos han tenido el poder y la oportunidad para hacerlo. En cambio, el resultado es un mundo torturado por el crimen, el terrorismo y las guerras, un mundo profundamente dividido por la política, el nacionalismo, el racismo y millares de sectas religiosas.
¿No hay esperanza, pues? ¿Está tan mala la situación que la hermandad del hombre continuará siendo solo una ilusión? Probablemente muchas personas concordarían con estas palabras tristes de una canción popular en inglés intitulada “¿Por qué?”: “De la hermandad de los seres humanos Alguien perdió, ¡ay, dolor!, los planos Y ya nadie procura hallarlos.”
Pero, ¡cobre ánimo! Los ‘planos para la hermandad de los seres humanos’ ciertamente no se han perdido. De hecho, ¡ya se está formando el núcleo para la hermandad de la humanidad!
[Ilustración en la página 7]
Las “guerras santas” han traído mucho oprobio sobre Dios
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El patrón para la hermandad¡Despertad! 1982 | 8 de abril
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El patrón para la hermandad
ERA una noche fría de la primavera del 33 E.C. Un grupito de hombres se hallaba reunido en Jerusalén alrededor de una mesa preparada para una comida. El líder de ellos era Jesucristo, hombre de 33 años de edad, bondadoso, resuelto y digno. Daba a sus seguidores instrucciones vitales, ya que este grupo era el primer núcleo de una verdadera hermandad de la humanidad.
Había entre los del grupo un espíritu cordial y afectuoso. Aunque Jesús sabía que estaba próximo a morir, no se preocupaba por sí mismo. Más bien, calmada y amorosamente se valió de esta última cena que tendría con sus discípulos para estimularlos e instruirlos.—Juan, capítulos 13 al 17.
Humildad y servicio
A menudo Jesús enseñó tanto por hechos como por palabras. ¡En esta ocasión sorprendió a sus discípulos cuando repentinamente tomó una palangana de agua y una toalla y lavó los pies de cada uno!
No obstante, Pedro se opuso, y dijo: “Tú ciertamente no me lavarás los pies nunca.” Pero Jesús lo corrigió, lavó los pies de los apóstoles fieles y luego explicó: “Yo les puse el modelo.”—Juan 13:8, 15.
Sí, Jesús estaba poniendo el modelo o patrón de la verdadera hermandad: un espíritu humilde, amoroso y el estar dispuestos a servir a otros sin parcialidad, sin importar lo servil o desagradable que fuera la tarea.—Juan 13:1-17.
Amor y unidad
¿Cuál fue el tema principal de la consideración que tuvo Jesús con sus discípulos aquella noche? Fue el amor, amor fraternal genuino, la marca de la verdadera hermandad del hombre. Como dijo Jesús: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.” (Juan 13:35) Esa es la prueba decisiva de la religión verdadera.
¿Pasan esa prueba las iglesias de la cristiandad? ¿La pasan las otras religiones de este mundo? No, de ningún modo. ¿Cómo pueden pasar la prueba cuando animan a sus miembros a matarse unos a otros en las guerras nacionalistas del “César”?
El amor verdadero crea unidad, tanto en las familias como en las comunidades. Así, lógicamente, la unidad fue otro tema que Jesús trató aquella noche memorable. Él oró que sus discípulos ‘fueran uno.’ (Juan 17:11, 20, 21) Más tarde, el apóstol Pablo escribió algo parecido, a saber: “Vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión.” (Colosenses 3:14) Sí, en la verdadera hermandad tiene que haber unidad.
A ese respecto, ¡qué lastimosa es la condición de la cristiandad! Pues, ¡tan solo en África del Sur hay por lo menos 4.000 iglesias y sectas que alegan ser muy religiosas! El mero hecho de que la cristiandad no es una hermandad, sino que, más bien, está espantosamente dividida, es prueba de que no es cristiana. Por eso, los que afirman ser cristianos deberían dar seria consideración a esta advertencia de Jesús: “Una casa dividida contra sí misma cae.”—Lucas 11:17.
¿Quién dirige la hermandad?
No obstante, quizás usted diga: ‘Todo esto que se habla sobre la humildad, amor y unidad suena muy bien. Pero, ¿quién ha de dirigir tal hermandad?’ Esa es una pregunta válida.
Puesto que una hermandad, que, por supuesto, incluye hermanas, es una “familia,” tiene que haber un “padre” que pueda ejercer dominio absoluto y ganarse el respeto afectuoso de sus “hijos.” Pero, ¿quién? ¿un César? ¿un Hitler? ¿un Stalin? ¿un papa? Los resultados del dominio que han ejercido tales “padres” humanos hablan por sí mismos. Según señala la Biblia: “No le pertenece al hombre . . . dirigir su paso.”—Jeremías 10:23.
Por lo tanto, el “Padre” de una verdadera hermandad tiene que ser celestial... el Dios Todopoderoso. El reconocer a este Padre y sujetarnos a Él es absolutamente necesario a fin de llegar a ser un hermano o hermana verdadero.
No hay nada ilógico en esto. Aunque Dios es invisible, también lo son muchas fuerzas poderosas, tales como la gravedad y la electricidad, las cuales producen resultados visibles. Todas las cosas hermosas y asombrosamente complejas que nos rodean, desde las galaxias hasta los átomos, todas las partes delicadas e intrincadas de nuestro cuerpo, tales como los ojos con los cuales usted lee estas palabras, declaran la existencia de un Hacedor con poder y sabiduría infinitos.—Salmo 19:1, 2; 139:14.
La voz de la Biblia amplifica mil veces más la voz de la creación. Sus profecías inspiradas se han realizado, o están en vías de realizarse ahora. La Biblia contiene un mensaje magnífico de verdadera esperanza para nuestro día, puesto que revela el propósito y la bondad del Padre celestial.
Si el hombre puede dirigir una aeronave que se halla a una distancia de miles de millonesa de kilómetros en el espacio, seguramente, para el Dios Todopoderoso, es un asunto sencillo dirigir a sus siervos en la Tierra. Y él tiene a su disposición poderosas fuerzas invisibles —tales como su fuerza activa, o espíritu santo— que hacen parecer como nada la insignificante fuerza del hombre.
La razón más importante por la que han fracasado los muchos intentos para formar una verdadera hermandad es que la gente no reconoce ni se sujeta humildemente al Padre, cuyo nombre es Jehová. Muchas religiones de la cristiandad, así como otras religiones, han quitado a Dios la honra paternal, en sentido espiritual, y se la han dado a los hombres.
El que uno llegue a conocer y realmente ame tanto al Padre como al Hijo y el que ellos lo amen a uno es la manera de llegar a ser “hermano” o “hermana,” y también es la manera de obtener vida eterna. Como dijo Jesús a sus hermanos aquella noche histórica: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.”—Juan 17:3.
El nuevo gobernante de la Tierra
Algunos tal vez pregunten: ‘En realidad, ¿llamó Jesús “hermanos” a sus humildes discípulos?’ Sí. Cierto día, cuando Jesús hablaba a un grupo, alguien le dijo que su madre y hermanos carnales querían verlo. Él dijo: “¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?” Extendiendo la mano hacia sus discípulos, dijo: “¡Mira! ¡Mi madre y mis hermanos! Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ése es mi hermano y hermana y madre.”—Mateo 12:46-50.
De modo que Cristo es el “hermano mayor,” por decirlo así, en la hermandad universal. Es por medio de él que Dios rescata a la humanidad de la esclavitud al pecado y la muerte.—Mateo 20:28.
Sin embargo, el papel vital que ahora desempeña Jesús es de muchísima más importancia que aquel que desempeñó cuando estuvo en la Tierra. ¡Ahora él es el nuevo gobernante de la Tierra! No, no el gobernante de este viejo mundo decadente, cuyo gobernante en realidad es Satanás el Diablo, puesto que Jesús declaró: “Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente.”—Juan 18:36; Lucas 4:5-8.
El gobierno de Dios
El Reino es el gobierno de Dios por el cual Jesús enseñó a sus seguidores a orar cuando dijo: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mateo 6:10) El Reino es el tema fundamental de toda la Biblia y la enseñanza principal de Cristo.
A pesar de estos hechos, los líderes de las iglesias rara vez mencionan la gobernación del Reino. El historiador H. G. Wells llamó la atención a esto, al escribir: “Notable es la enorme prominencia que dio Jesús a la enseñanza de lo que él llamó el Reino del Cielo, y la insignificancia que se le atribuye en comparación en el procedimiento y enseñanza de la mayoría de las iglesias cristianas.”
El gobierno celestial de Dios, con Cristo como gobernante, pronto eliminará de la Tierra toda corrupción y maldad y pondrá fin a todos los gobiernos humanos de la actualidad. El profeta Daniel predijo esto, al decir: “El Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. . . . Triturará y pondrá fin a todos estos reinos [de este mundo], y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.”—Daniel 2:44.
Eso tiene lugar al “fin del mundo,” cuando se trabe “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”... Armagedón. (Isaías 34:2; Revelación 16:14-16) Pero, ¿será destruida toda la humanidad? No, pues el salmista inspirado contesta: “Los malhechores mismos serán cortados, pero los que esperan en Jehová son los que poseerán la tierra. . . . los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.”—Salmo 37:9-11.
¿Quiénes son estos “mansos” que “esperan en Jehová”? Son los que componen la verdadera hermandad de la humanidad y que sobrevivirán al Armagedón y disfrutarán del paraíso cuando sea restablecido en la Tierra bajo el gobierno de Dios, cuando la voluntad de Dios se haga en la Tierra así como se hace en el cielo.—Revelación 7:9-17.
¿No es ésta una gloriosa perspectiva? ¡Qué privilegio será vivir bajo el dominio de un gobernante mundial como Cristo... tan bondadoso y humilde, tan justo y misericordioso, tan comprensivo con la humanidad, puesto que nos conoce muy bien! ¡Y qué diferente será Jesús de los políticos de la escuela maquiavelista que gobiernan hoy! ¡Qué placentero será vivir y servir con una familia mundial de hermanos y hermanas y disfrutar del “deleite exquisito en la abundancia de paz”!
No obstante, quizás usted se esté preguntando: ‘Pero, ¿existe realmente tal clase de hermandad hoy? ¿Funciona realmente? De ser así, ¿quiénes la componen? ¿Dónde puedo hallarlos?’
[Nota a pie de página]
a Voyager I, astronave estadounidense, fue guiada con precisión alrededor del planeta Saturno que queda a una distancia de casi 1.600 millones de kilómetros.
[Ilustración en la página 9]
El núcleo primitivo de la hermandad verdadera
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La verdadera hermandad del hombre hoy día¡Despertad! 1982 | 8 de abril
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La verdadera hermandad del hombre hoy día
AL FINAL de la II Guerra Mundial hubo un despliegue extraordinario de hermandad cristiana.
En Sachsenhausen, campo de concentración alemán cerca de Berlín, imperaban la excitación y la aprensión. Era abril de 1945. Las fuerzas aliadas avanzaban desde el oeste y los rusos desde el este.
Sin embargo, los líderes nazi estaban resueltos a destruir a los 26.000 prisioneros del campo. Su plan satánico era asesinar a los enfermos que estaban en el hospital y hacer que los demás marcharan a Lübeck, un puerto, ponerlos en barcos y hundir los barcos en el mar.
Cuando se dio la orden de partir, los prisioneros fueron reunidos en grupos de acuerdo con su nacionalidad... con la excepción de un grupo que estaba compuesto de personas de seis nacionalidades diferentes. Este grupo incluía cristianos dedicados, además de unos 36 hombres que habían aceptado la creencia de ellos en el campo.
Arriesgando su vida, estos cristianos rescataron a sus hermanos espirituales del hospital. Entonces partió la larga columna de prisioneros y guardias de la SS. Los guardias tenían prisa porque ya podían oír los cañones de los rusos. Marcharon por días, y lo único que tenían de comer eran hierbas, raíces y cortezas de árboles. Los guardias mataban brutalmente a cualquiera que cayera exhausto al suelo. De hecho, murieron 10.700 prisioneros en el camino. Por eso se le llamó la “marcha de la muerte.”
Pero los que estaban en el grupo de cristianos se ayudaban constantemente unos a otros, los fuertes sostenían a los débiles. Un miembro del grupo escribió: “Mediante amor cristiano y solidaridad ni siquiera uno fue dejado a la orilla del camino para morir a manos de los de la SS.” Después de 12 terribles días, los guardias huyeron.
¿Quiénes eran aquellos cristianos? Eran testigos de Jehová. ¿Puede alguien negar que ellos demostraron las cualidades de una hermandad verdadera? Pero, ¿qué relación existe entre ellos y el grupito que se reunió con Jesús la noche antes de morir él?
Siguiendo el modelo
Los que componen la verdadera hermandad hoy tienen que seguir el modelo de Jesús y sus discípulos. Por ejemplo, ¿cuál fue la actitud de aquella hermandad del primer siglo para con la guerra?
Orígenes, escritor cristiano del tercer siglo, dijo: “Ya no tomamos ‘la espada contra nación,’ ni ‘aprendemos más la guerra.’” (Isaías 2:2-4) También en su libro Paganism to Christianity in the Roman Empire, W. W. Hyde dice: “Durante los primeros tres siglos . . . los cristianos no servían como asesinos profesionales en los ejércitos romanos.” Fue por esta misma razón que los testigos de Jehová fueron echados en campos de muerte nazi durante la II Guerra Mundial. Rehusaron servir en los ejércitos de Hitler.
Otro patrón de la hermandad cristiana del primer siglo fue la ausencia de sacerdotes o clérigos. Los hermanos de más edad que eran maduros y tenían las cualidades espirituales se encargaban de la enseñanza y la organización. (Tito 1:5-9)a Pero éstos eran hermanos, no “padres.” Jesús dijo: “Vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie ‘Padre’ vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo.” (Mateo 23:8, 9, Biblia de Jerusalén) Pedro había exhortado específicamente a sus hermanos de mayor edad a no ‘enseñorearse sobre el pueblo de Dios.’—1 Pedro 5:1-3.
De modo que en aquellos días de la hermandad cristiana original los discípulos de Jesús no usaron títulos presuntuosos tales como “Reverendo,” “Reverendísimo,” “Monseñor” (mi señor) o “Padre.” En el libro The Old Roman World, John Lord dice que los cristianos primitivos “se llamaban unos a otros hermano y hermana . . . no había distinciones entre ellos.” Así es también entre los testigos de Jehová hoy día, no hay distinciones de clero y laicos, ni títulos presuntuosos. Todos son “hermanos” y “hermanas,” y hay hombres de mayor edad y espiritualmente maduros que toman la delantera en servir a otras personas.
Jesús también dijo a sus seguidores que sufrirían persecución severa. No solo serían perseguidos por los líderes políticos, sino también por los líderes religiosos que se habían hecho parte del mundo. Él dijo: “Porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, a causa de esto el mundo los odia. . . . viene la hora en que todo el que los mate se imaginará que ha rendido servicio sagrado a Dios.”—Juan 15:19; 16:2.
¿Quiénes son los que en nuestro tiempo han sufrido persecución mundial por no ser parte del mundo? Son los testigos de Jehová. Por ejemplo, en 1933 Hitler trató de aniquilarlos en Alemania porque no apoyaban el partido nazi que él acaudillaba ni sus guerras. Ellos persistían en predicar la gobernación entrante del reino de Dios como la única esperanza para la humanidad. En cierta ocasión Hitler gritó histéricamente: ‘¡Exterminaré de Alemania a esa cría!’ Miles de Testigos fueron arrestados y muchos murieron en campos de concentración.
Sin embargo, finalmente Hitler y su partido nazi fueron exterminados, pero no los testigos de Jehová. Tan solo en la República Federal de Alemania hoy hay unos 100.000 Testigos. En todo el mundo, en las congregaciones de los testigos de Jehová, hay más de 2.200.000 publicadores activos de las buenas nuevas del reino.
Identificando a la hermandad hoy
Por supuesto, las cifras no identifican a la verdadera hermandad internacional hoy día. Los testigos de Jehová son en realidad pocos en comparación con muchas otras religiones. Jesús dijo: “Angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan.”—Mateo 7:14.
¿Cuadran hoy día los testigos de Jehová con el patrón, como se ha sugerido por los ejemplos que se han dado? Como ayuda para que usted pueda identificar cuál de los miles de sectas y religiones armoniza con la hermandad cristiana original, vea el recuadro de la página anterior. Allí se alistan algunos de los principios fundamentales de esa hermandad. Investigue usted mismo y vea quiénes cuadran con la descripción que se da en la Biblia.
Lo que otras personas dicen
Aunque muchas personas calumnian a los testigos de Jehová, como Jesús dijo que sucedería, no toda persona hace eso. Miremos a estos cristianos por los ojos de algunas personas que no son Testigos.
En Mozambique, los testigos de Jehová han sufrido cruel persecución debido a su neutralidad política. Pero una monja católica escribió lo siguiente en una publicación católica portuguesa: “En la actualidad [1978], en estos nuevos campos ‘Gulag’ [de concentración] para reeducación instalados en [Mozambique], se ha aprisionado juntos a 25.000 testigos de Jehová procedentes de Malawi y Mozambique. . . . ellos merecen nuestra admiración . . . ¡Qué diferente sería el mundo si todos nos despertáramos cierta mañana con la firme resolución de no volver a portar armas, sea cual sea el costo o la razón, tal como lo hacen los testigos de Jehová!”
En cuanto a la conducta general de los Testigos de África, el Daily Telegraph de Londres dijo lo siguiente: “En el África, los testigos de Jehová han mostrado que son ciudadanos decentes, ordenados, que cumplen con un alto código moral. . . . La promiscuidad sexual y la poligamia que caracterizan a la sociedad africana es sencillamente inconcebible entre los Testigos. Esta secta inculca hábitos de economía, puntualidad, honradez y obediencia.”
Bryan Wilson, profesor en la Universidad de Oxford, Inglaterra, efectuó un estudio de “el reciente aumento rápido” de los Testigos del Japón. Escribió: “Los Testigos ofrecen consejo práctico de amplio alcance . . . sobre las relaciones maritales, cuestiones morales, la crianza de los hijos y otros asuntos prácticos.” Wilson preguntó a muchos japoneses en cuanto a lo que los había atraído a los testigos de Jehová. Entre las contestaciones estuvieron: “La amabilidad de los Testigos.” “El hecho de que nada olía a formalismo religioso y no había ostentación.” “Me sorprendí al hallar a personas tan mansas.” “La unidad de la organización me impresionó.” “El amor y la afectuosa cordialidad entre los testigos de Jehová.”
En España, un redactor de la publicación Hoja del Lunes de Gijón informó después de una asamblea de más de 10.000 Testigos en esa ciudad: “Los testigos de Jehová me han impresionado por su civismo, . . . Si toda Gijón masivamente se convirtiera a las creencias de los testigos de Jehová, Gijón sería la ciudad más limpia y cuidada del mundo.”
Cuando se celebró una asamblea grande de los testigos de Jehová en Nueva Orleáns, Luisiana, el periódico States-Item dijo: “Un sentido de hermandad llenaba el Superdome de Luisiana a medida que testigos de Jehová jóvenes y viejos, negros y blancos se acomodaron al iniciarse su experiencia de aprender y compartir que duraría cinco días. . . . la discriminación racial . . . no es un problema para los Testigos.”
Ayuda práctica
En México, hace unos años, dos aldeas estaban prácticamente en guerra debido a extremado odio hereditario que hacía que se diera poca importancia a la vida. La policía no podía resolver el problema. Sin embargo, una familia comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Otras familias comenzaron a hacer lo mismo, y en poco tiempo la mayoría de la gente de la aldea había vendido sus armas y comprado Biblias en cambio. La paz ha vuelto a la zona. Fue un moderno cumplimiento en miniatura de la antigua profecía: “Tendrán que batir sus espadas en rejas de arado”... un anticipo de lo que acontecerá en toda la Tierra bajo el reino de Dios.—Isaías 2:2-4.
Este solo es uno de los muchísimos casos que pueden citarse en que los testigos de Jehová han dado ayuda práctica a gente que tiene toda clase de problemas... la bebida, las drogas, el divorcio, la depresión y muchos más. Principalmente se da ayuda mediante un estudio bíblico, y esta ayuda y estímulo sinceros se brindan sin costo alguno a los que se benefician.
No es “solo una ilusión”
‘Por sus frutos reconocerán’ a la verdadera hermandad, indicó Jesús. (Mateo 7:16) Los “frutos” prueban que el tener una verdadera hermandad de la humanidad no es “solo una ilusión,” sino una realidad del día moderno.
En más de 200 países por todo el mundo, los testigos de Jehová pueden hallar verdaderos hermanos y hermanas que los reciben amorosamente... hasta sin haberse conocido antes personalmente unos a otros. Y cuando uno considera todos los esfuerzos que se han hecho para disolver esta hermandad, es verdaderamente un milagro moderno el que ésta esté floreciendo mundialmente. Pero esto es debido a la obra de Dios, puesto que ‘sus caminos son más altos que nuestros caminos.’—Isaías 55:9.
Por eso, lo que parecía ser imposible ha sucedido. En verdad hoy se está siguiendo el modelo que Cristo y sus discípulos establecieron. Por supuesto, no está siguiéndose perfectamente, tal como los cristianos primitivos no lo siguieron perfectamente. La perfección solo vendrá bajo el reino de Dios. Pero lo que está sucediendo hoy envuelve el verdadero núcleo de una sociedad de gente que algún día llenará toda la Tierra.—Isaías 11:9; 2 Pedro 3:13.
Sí, los hechos de la historia y el cumplimiento de los requisitos y profecías de la Biblia muestran la veracidad de lo que declaró un trabajador social de Copenhague, Dinamarca. Había notado la excelente ayuda que los testigos de Jehová daban a personas de edad avanzada y dijo: “A veces me decepciono muchísimo cuando trato con los clérigos. Ustedes tienen la única hermandad internacional del mundo. Admiro el ánimo que ustedes tienen al predicar. ¡Continúen con la buena obra!”
Millones de personas hoy están de acuerdo con este sentir. Y unidamente esperan con anhelo el tiempo en que pronto todas las aflicciones de la Tierra serán cosas del pasado y Dios verterá sus bendiciones en su nuevo orden aquí en la Tierra. Entonces todos los que realmente desean una hermandad verdadera disfrutarán de paz, prosperidad y felicidad que difícilmente pueden concebirse hoy día.—Revelación 21:4.
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