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  • La creciente amenaza del abuso de las drogas
    ¡Despertad! 1970 | 8 de agosto
    • La creciente amenaza del abuso de las drogas

      “SOMOS una sociedad que depende de las drogas,” “una sociedad obsesionada por las drogas,” dicen las autoridades. Ya hay millones de personas que no pueden dormir, despertar ni sentirse a gusto sin la ayuda de las drogas. Muchísimos adultos se echan píldoras en la boca por cualquier cosa que les duela. Los botiquines están surtidos de medicinas: píldoras para adelgazar, calmantes estomacales, soporíferos, sedantes, barbitúricos, anfetaminas, laxantes y analgésicos.

      En un solo año en los Estados Unidos se fabricaron 12.000.000.000 de anfetaminas y barbitúricos en forma de comprimidos y 50.000.000 de sedativos. La Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos dice que cada año las miles de millones de píldoras estimulantes desviadas a uso ilegal y uso completamente incorrecto podrían “mantener despiertos y saltando a todos los estadounidenses durante una semana” y los barbitúricos podrían “mantenerlos en estupor durante una semana.”

      Los jóvenes usan las drogas a un grado considerable. Funcionarios policíacos calculan que entre el 15 y el 20 por ciento de los adolescentes de cualquier comunidad suburbana estadounidense quizás estén experimentando con marihuana y otras drogas. En algunas universidades grandes, las encuestas indican que del 10 al 30 por ciento de los estudiantes han probado las drogas por lo menos una vez. No se sabe hasta qué grado abusan de las drogas los estudiantes de primera y segunda enseñanza, pero se informa que lo hacen hasta un grado significativo y está aumentando.

      En una pequeña población norteamericana, quince niños de segunda enseñanza fueron arrestados por usar marihuana. Un padre, diácono eclesiástico, era el que la suministraba. Cinco muchachos de preparatoria de Nueva Inglaterra fueron expulsados de la escuela por usar drogas; uno de ellos era hijo de un congresista estadounidense. Los hijos de dos senadores han sido arrestados, acusados de fumar marihuana, así como también los hijos de un congresista y actor de California.

      Las investigaciones hechas en las escuelas han revelado, entre otras cosas, que niños de edad tan joven como los trece años se estaban inyectando un estimulante que se llama “Methedrine” debajo de la lengua para que las marcas de la aguja no se vieran. Una encuesta en una escuela reveló que el 18 por ciento de los muchachos y el 12 por ciento de las muchachas del séptimo año por lo menos habían experimentado con marihuana. El Centro de Adictos del Distrito de Columbia de Washington ha descubierto consumidores de marihuana de solo ocho años de edad.

      ¿Dónde y cómo se envuelven los niños en el abuso de las drogas? Principalmente en las escuelas. Los niños mismos llaman a las escuelas los “supermercados” de las drogas durante el período escolar y las calles de la ciudad y parques en otras ocasiones. Esto es lo que dicen algunos.

      Un jovencito de diecisiete años de Connecticut dijo: “Acababa de entrar en la segunda enseñanza cuando me vi expuesto por primera vez a las drogas. Casi toda persona en la escuela conoce a alguien que vende drogas, sea que las utilice o no. Lo más curioso de todo es que todo se hace abiertamente. Las drogas se guardan en las gavetas de los armarios de los estudiantes. Si usted viera las gavetas de los traficantes llenas totalmente de bolsas de a ‘cinco centavos’ y ‘diez centavos’ [de dólar] de marihuana, se escandalizaría.”

      Dijo un adolescente: “La primera vez que me invitaron a participar de la marihuana fue cuando era estudiante de segundo año. Muchos de mis amigos la probaban, simplemente por curiosidad. Después de un tiempo la fumé yo.”

      Un muchacho de Detroit, Michigan, escribe: “En mi clase de biología del último semestre había un muchacho que me dijo que si cambiaba de parecer y quería drogas, me las daría baratas.”

      Un joven de dieciocho años de New Haven, Connecticut, escribió: “Empecé a usar las drogas cuando tenía 16 años, en la ciudad de Nueva York. Mientras estaba en la escuela, un amigo me convenció de que las drogas más fuertes eran lo ‘hip.’”

      Una muchacha de San Francisco escribe: “Cuando estaba en el segundo año, colocaron un cigarrillo verde en mi escritorio. Me escandalicé cuando me enteré de que era marihuana. Los muchachos me retaron a fumarlo.”

      Los informes por lo general son iguales, sean de Nueva York o de San Francisco... las escuelas son un centro principal de proliferación para el vicio de las drogas. Pero de lo que muchos jóvenes no están plenamente convencidos es del grado al cual son perjudiciales y peligrosas las diversas drogas.

      ¿Es peligrosa la marihuana? La respuesta es: Sí. Muchas son las personas que padecen de efectos adversos. Un joven de dieciséis años de Maryland dijo que estaba dejando la marihuana “porque ya no me puedo acordar de nada.” Otra persona “se fumó un cigarrillo y llegó a estar inquieta, agitada, mareada, temerosa de sus alrededores y temerosa de la muerte, y le dieron tres ataques cortos de inconsciencia.” La marihuana perjudica el juicio y deforma la visión, el oído y el sentido del tiempo y de la distancia en casi todo consumidor. Y en la mayoría de los casos en que se tomaron drogas más fuertes, se reconoció que el fumar marihuana definidamente preparó el terreno. ¿Es eso lo que se pudiera llamar una droga segura?

      Se sabe que las drogas alucinantes como la LSD han causado un cambio permanente de personalidad, daño a los cromosomas humanos, conducta de pronóstico reservado que resulta en intentos de suicidio y dependencia psicológica. Los sedativos (barbitúricos) pueden causar delirio, alucinaciones, convulsiones y coma. Los estimulantes (anfetaminas) pueden causar cambio permanente de personalidad. La heroína destruye la fuerza de voluntad, causa desasosiego extremado, dolores severos y la muerte por dosis excesiva. El oler solventes perjudica el hígado y los riñones y muy a menudo resulta en la muerte.

      ¿Qué pueden hacer los padres para proteger a sus hijos de las drogas que afectan la mente? ¿Qué pueden hacer los hijos para protegerse de la influencia esclavizadora de las drogas que arrolla al mundo? Hay algunas cosas específicas que los padres y los hijos pueden y deben hacer ahora. El siguiente artículo dice cuáles son.

  • Proteja a su familia del abuso de las drogas
    ¡Despertad! 1970 | 8 de agosto
    • Proteja a su familia del abuso de las drogas

      ¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a los hijos a enfrentarse al problema del abuso de las drogas? ¿Qué ha dado resultados como remedio?

      ¡DESPIERTEN, padres! Ha llegado el problema de las drogas. Es grande, y se está haciendo mayor.

      Hace una generación muchos jovencitos fumaban cigarrillos en secreto detrás de la casa o el granero de la familia. Hoy muchísimos jóvenes se han enviciado con las drogas y los narcóticos peligrosos. Los cigarrillos que fumaban sus padres produjeron un sinnúmero de muertes por cáncer de los pulmones. Las drogas que ofrecen “amigos” en la escuela también pueden representar un paso hacia la destrucción.

      Por lo general no se les ofrecen las drogas a los padres. Puesto que no han experimentado con ellas, se les hace necesario enterarse de qué vigilar y cómo prevenir a sus hijos. En consecuencia, algunos ejemplos específicos serán valiosos para los padres y los hijos concienzudos.

      En Los Ángeles el joven Jafus dijo que un amigo le había ofrecido drogas en el lavabo de su escuela de segunda enseñanza. ¿Cómo le fue presentada la tentación? “Ven acá y prueba esto,” lo instó el amigo. “Te hará un hombre. Te hará sentir bien.” En otra ocasión en un establecimiento de lavadoras automáticas del vecindario un “promotor” de drogas hizo alarde de lo fácilmente que ganaba dinero e invitó a Jafus a su casa, donde le dijo que tenía un tazón grande de marihuana y un tarro grande de “rojos” (seconal). ¿Qué debe hacerse en tales casos? Lo que Jafus dice que hizo fue esto: “Me salí de allí tan aprisa como pude.”

      Al hablar con estudiantes queda manifiesto que las drogas se pueden conseguir en muchas escuelas. Se fuma marihuana en los lavabos. Con frecuencia se ven píldoras. Una familia de Los Ángeles se preguntaba por qué su hijo se apresuraba directamente al baño todos los días después de llegar de la escuela. Luego averiguaron que no iba al excusado de la escuela debido al uso de drogas y otras prácticas inmorales que se efectuaban allí. ¡Se informa que en Los Ángeles los arrestos de jóvenes por drogas aumentaron 247 por ciento entre 1967 y 1968!

      Mejor protegidos

      Cuando uno habla con jóvenes que han tenido estas experiencias, se pone de relieve un hecho: En conjunto, los hijos de los testigos de Jehová, conocidos por sus elevados principios morales, no tienen un problema tan grande como otros estudiantes. Cuando un estudiante rehusó un barbitúrico con el comentario: “Soy testigo de Jehová,” se le dijo: “No tenemos nada en común contigo de todos modos.” El “promotor” se alejó.

      Marilyn, de quince años, sabía que las drogas eran comunes en su escuela. Pero nadie jamás le había ofrecido ninguna a ella. ¿Por qué no? “Bueno esas personas rondan en grupos específicos, y si uno no forma parte de un grupo con ellos por lo general no lo molestan.”

      Una Testigo, cuyo hijo estaba en una escuela donde muchos estudiantes habían sido arrestados por violaciones que tenían que ver con drogas, le preguntó a su hijo: “¿Te ha ofrecido alguna droga alguien alguna vez?” Nadie le había ofrecido drogas. “¿Has visto alguna?” El hijo no había visto ninguna.

      ¿Por qué no? La realidad es que hay personas a quienes uno por lo general no propone ciertas cosas. Aun los jóvenes muestran, por sus hechos, qué principios tienen. Los hijos criados en familias donde realmente se enseñan los principios bíblicos tienen una ventaja grande, porque los otros jóvenes a menudo conocen bien las elevadas normas morales de éstos. Por consiguiente, los consumidores de drogas no abordan por lo general a los niños Testigos como a otros niños. El vivir en armonía con los principios bíblicos sirve de protección para ellos.

      Inculque valores espirituales

      Muchos jóvenes que han tomado drogas dicen que no están contentos con las terribles condiciones del mundo y las búsquedas materialistas de sus padres. Un estudiante del último año de segunda enseñanza, que estaba por graduarse, lo expresó así: “La mayor parte de los muchachos no siente que haya propósito verdadero en la vida, salvo el gozar del día de hoy. A ellos todas estas presiones para que ‘tengan éxito’ en los trabajos simplemente les parecen estúpidas.” Un matrimonio de jóvenes que venció su hábito de las drogas dijo: “Hoy los muchachos están hartos del sistema. Es por eso que toman drogas... es un modo de escape. . . . Su excusa es la hipocresía del mundo actual.”

      Dorin, que tenía trece años cuando se inició en las drogas, comentó: “Hoy los muchachos no tienen nada en qué creer, como yo no tenía nada en qué creer. Vivía para ‘sentirme en las nubes.’ No me importaba un comino si vivía o me moría.” Luego, refiriéndose a su vida actual como testigo de Jehová, agregó: “Ahora he encontrado algo de lo cual asirme, algo que verdaderamente hace que la vida valga la pena. Antes, la vida no era nada. Quisiera decir a los padres: Críen bien a sus hijos. Denles algo en qué creer, algo de lo cual asirse.”

      La clave es enseñar a los hijos principios bíblicos, dándoles algo sólido en qué creer. El corazón de la humanidad, y especialmente de los jóvenes, clama por paz, seguridad, salud y vida. Quieren vivir sin la amenaza de la guerra, del hambre y de la enfermedad. La Palabra de Dios, la Biblia, les extiende esta invitación: “Confía en Jehová y haz el bien . . . y él te dará las peticiones de tu corazón.” (Sal. 37:3, 4) Jehová satisfará las peticiones de los corazones de todos los que confían en él dándoles un nuevo orden donde “la justicia habrá de morar.” (2 Ped. 3:13) En ese nuevo orden Jehová hasta satisfará el deseo del corazón de salud perfecta y vida sin fin. Pues “él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más.” (Rev. 21:4) ¡Qué maravillosa esperanza es ésta! Es algo en lo que pueden creer los jóvenes y por lo que pueden desarrollar un deseo vehemente, porque Jehová, el Dios “que no puede mentir” lo ha prometido.—Tito 1:2.

      Dé a los jóvenes, entonces, la magnífica esperanza de la Biblia para el futuro. También, el buen entrenamiento de los padres, así como la aplicación personal de la Palabra de Dios, son vitales para estimular a los hijos a evitar el mal hábito de las drogas.

      Háblele a su hijo

      Los padres deben hablar con sus hijos acerca del problema del abuso de las drogas. Es vital la comunicación. (Deu. 6:6, 7; Pro. 22:6) Durante una conversación, usted pudiera preguntar calmada y benévolamente, no vituperiosamente, si ha estado alguna vez con los que han experimentado con las drogas. A menudo el joven que ha estado comenzando el abuso de las drogas querrá hablar acerca de ello para desahogar su conciencia.

      La manera en que usted hable con sus hijos es muy importante. (Efe. 6:4) No los sermonee ni los zahiera. Un ex-adicto dijo: “El principio y la lógica son las únicas cosas que les llamarán la atención. El emocionalismo no surte efectos. Creo que lo primero que deben hacer los padres es explicar con la Biblia, usando principios, por qué es incorrecto usar drogas. Ante todo, en los Estados Unidos está en contra de la ley el poseer ciertas drogas. De modo que, si uno las posee está quebrantando la ley de la Biblia al no estar en sujeción a las ‘autoridades superiores.’ (Rom. 13:1) Además, al buscar drogas uno tiene que mezclarse con gente que trafica con ellas. Uno está teniendo malas asociaciones, de modo que eso viola los principios cristianos. (1 Cor. 15:33) También uno está siendo ‘amador de los placeres,’ y se hace el asunto principal de uno el andar buscando drogas. (2 Tim. 3:4) Uno está desarrollando hábitos malos, no ofreciéndose como sacrificio ‘vivo, santo, acepto a Dios, un servicio sagrado con su facultad de raciocinio.’”—Rom. 12:1.

      Resumiendo, este ex-adicto dijo: “Creo que los padres deben explicarlo sobre la base de principios, no de emocionalismo.”

      Las lecciones que deben aprenderse de esto son que los principios bíblicos inculcados en los jóvenes temprano en la vida, además de consejo inteligente, basado en hechos y benévolo de parte de los padres, es lo que los niños necesitan para salvaguardarse del abuso de las drogas.

      Padres, sean buenos oyentes

      Al hablar con sus hijos, los padres también deben escuchar cuidadosamente cuando sus hijos hablan. Al escuchar usted puede saber dónde pasan su tiempo y con quién. A menudo las drogas les son presentadas a los hijos por medio de un asociado allegado a quien consideran “amigo.” Un ex-adicto que ahora es testigo de Jehová dijo: “En mi experiencia con las drogas, en los casi cinco años que las usé, jamás conocí a alguien que fuera obligado a probarlas por primera vez. Uno simplemente no da la droga gratis a menos que sea a un buen amigo de uno, o a menos que uno tenga mucha en existencias y dé un poquito. La gente la toma por su propia voluntad.” El prestarle atención a su hijo puede ayudarle a protegerlo de esos llamados amigos.

      Un padre que tuvo entrevistas con ex-adictos comentó: “Este es un punto muy interesante. Los dos adictos consuetudinarios a quienes entrevisté habían tomado drogas deliberadamente, por curiosidad o interés. Nadie había tratado de obligarlos. El punto es muy importante en lo que toca a la ‘prevención.’ Tenemos que desarrollar una fuerte motivación hacia la inclinación a lo correcto y a los principios bíblicos. Entre las personas que tienen esta motivación el problema de las drogas parece muy menor. A menudo ni siquiera los abordan otros jóvenes que usan drogas.”

      Jóvenes recalcan la prevención

      Los jóvenes dan énfasis a una estrecha relación entre padres e hijos como salvaguarda contra el abuso de las drogas. Un ex-adicto recalcó: “Una relación estrecha y constante entre los padres y sus hijos es la mejor medicina preventiva.” La Biblia, también, dice que es una salvaguarda. (Pro. 6:20-22) ¿Cuál es la relación de usted con su hijo?

      Es obvio que un estudio bíblico de familia desempeña un papel vital en proteger a los jóvenes del vicio de las drogas. Porque es en un estudio de la Biblia de esa clase que se explican los principios correctos y se enfocan metas significativas. Un joven escribe acerca de los resultados de su estudio bíblico: “¡Qué maravilloso

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