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  • La TV... y la salud de usted
    ¡Despertad! 1983 | 22 de abril
    • los adolescentes simplemente se comen un bocado de las comidas nutritivas que les preparan sus madres. Los anuncios de TV no solo han popularizado los comestibles de poco valor nutritivo, sino que a menudo han dado tanto a niños como a adultos un punto de vista torcido en cuanto a lo que necesitan comer y beber para mantenerse saludables.

      Tampoco debe olvidarse el papel que el ver TV puede desempeñar en la fatiga nerviosa y la tensión. Luego está el asunto de dormir. En Francia, por ejemplo, el horario de algunos de los programas más interesantes se fija para tarde en la noche. El mirar televisión hasta altas horas de la noche no solo priva a las personas de preciosas horas de sueño antes de medianoche, sino que aun durante las pocas horas que restan para dormir el sueño que se obtiene es a menudo intermitente. Finalmente, en lo que respecta al bienestar físico, el ver demasiado la TV no es la mejor forma de relajamiento para las personas que tienen trabajos sedentarios.

      Salud espiritual

      Los programas de televisión reflejan a la sociedad para la cual se producen. Es cada vez más una sociedad que tolera la homosexualidad y las relaciones sexuales libres, la cual recurre a la violencia y va en pos de metas materialistas. Actualmente esos son los ingredientes de muchos programas de TV. El ver televisión sin escoger los programas puede debilitar la fibra moral de la gente y consumir una preciada cantidad de tiempo que se necesita para leer información que edifique en sentido espiritual.

      La TV también puede afectar la vida familiar y la educación de los niños, como lo muestra el artículo que sigue.

  • La TV... en la vida familiar y la educación
    ¡Despertad! 1983 | 22 de abril
    • La TV... en la vida familiar y la educación

      ENTRE los apodos que se dan a la televisión está el de “niñera”. Parece que muchos padres han descubierto que el modo más fácil y barato de mantener a sus hijos callados es sentarlos frente a lo que también se ha llamado “el hipnotizador tuerto”.

      Un informe publicado en el Sun de Australia declaró: “Una encuesta importante que se llevó a cabo en Gran Bretaña ha revelado recientemente que la mayoría de los padres la consideran [la TV] indispensable como niñera. En efecto, es asombroso que siete de cada diez padres usan la televisión para quitarse de encima a los hijos, a pesar del hecho de que estén algo preocupados por las ‘palabrotas que oyen y la violencia’ que ven en la caja. ¡Lo que es más, nueve de cada diez padres permiten que sus hijos vean cualquier clase de programa!”.

      Un miembro de la familia muy exigente

      Sí, la TV se ha colado en millones de hogares por todo el mundo y se ha convertido en un insolente miembro de la familia que muchas veces monopoliza la conversación. En muchas familias ésta infunde mayor respeto que el esposo o la esposa, el padre o la madre. El esposo que no vacila en esconder la cabeza tras un periódico o una revista mientras su esposa le habla, es todo ojos y oídos cuando la “niñera” habla. Los hijos que replican a sus padres se sientan en silencio, con los ojos desorbitados, cuando el Sr. TV les habla.

      En términos de tiempo, también, la TV se ha hecho muy exigente. El promedio de tiempo que las personas pasan mirando televisión está aumentando en la mayoría de los países. En los Estados Unidos, el uso del televisor subió de cinco horas y cincuenta minutos al día en 1969 a siete horas y veinticinco minutos diarios en 1980. En el Japón, la cantidad total de familias es menor que la cantidad de televisores, y, en 1978, éstos estuvieron encendidos por más de cinco horas al día, en comparación con tres horas en Canadá y dos horas en Francia.

      ¿Contribuye la TV a la unidad familiar?

      Sea que se pasen siete o dos horas al día viendo televisión, todo esto no puede menos que tener un efecto profundo en la vida de la familia de término medio. Penelope Leach, sicóloga británica de niños, “considera que la televisión es una de las mayores amenazas a la vida familiar, un artificio que evita que los padres y los hijos se comuniquen. ‘Las personas simplemente dejan de hablarse unas a otras’, dice ella”. (The Sun [Australia], 18 de marzo de 1980.)

      Es cierto que algunas personas afirman que la televisión ha unido a las familias porque los hijos salen menos de la casa. Pero, mientras ven un programa de TV en silencio, ¿están realmente “unidos” los miembros de la familia? ¿Promueve unidad, cuya definición es “pasar mucho tiempo juntos, como en actividades sociales y pasatiempos [...] esp[ecialmente] cuando se considera que resulta en una relación más estrecha y estable”, el mirar televisión? Más bien ¿no impide la comunicación apropiada entre el esposo y la esposa, los padres y los hijos, y hasta entre los hijos mismos, el pasar demasiado tiempo mirando la TV?

      La televisión no solo ha limitado grandemente, o hasta reemplazado por completo, la recreación en familia —los juegos, las aficiones, las caminatas, y así por el estilo— sino que a menudo impide que los hijos ayuden en la casa. De esto se compone la “unidad”; y en la medida en que la TV ha reemplazado estas cosas, en esa misma medida comparte también la responsabilidad de la desintegración de la vida familiar. La historia muestra que cuando la familia se desintegra, no pasa mucho tiempo antes que la sociedad misma y gobiernos enteros se derrumben y desaparezcan.

      Efecto en los niños

      Es imprevisible el efecto que la televisión puede tener en los niños. La mayoría de ellos se sienten muy a gusto viendo TV. Miran casi cualquier programa. Parece que la pantalla del televisor los hipnotiza. De acuerdo con un estudio, los niños de los Estados Unidos pasan, como promedio, de cuatro a cinco horas al día mirando la TV. Este promedio es más bajo en otros países, pero dos horas al día parecen ser el mínimo en la mayoría de los países desarrollados. Mientras efectuaba en la Universidad de Michigan una investigación sobre el desarrollo infantil, el profesor John Murray declaró: “Cuando los niños pasan hasta cinco o seis horas al día viendo televisión, lo primero que uno se pregunta es ¿qué actividades se están perdiendo?”.

      Sí, ¿qué se están perdiendo en términos de la buena lectura, las asignaciones escolares hechas correctamente, el desarrollo de una afición, el ejercicio saludable, los juegos relajantes y el aprender a compartir el gozo y los juguetes con otros niños? Y la cuestión no es simplemente: ¿Qué se están perdiendo?, sino, más importante aún: ¿Qué están aprendiendo?

      No sería justo decir que ellos no aprenden nada bueno. La TV puede ser muy educativa; puede ampliar el conocimiento que el niño tiene del mundo que lo rodea y despertar su interés en la geografía, las ciencias naturales y la historia. Pero sería igualmente injusto negar que la TV también les enseña a desplegar violencia y les presenta un punto de vista pervertido de las relaciones sexuales, y una torcida norma de conducta. De modo que aún falta contestar la pregunta: ¿Es la TV una perdición, o una bendición?

  • Grabadoras de video... uso y abuso
    ¡Despertad! 1983 | 22 de abril
    • Grabadoras de video... uso y abuso

      Un aparato recién llegado al mundo de la TV es la grabadora de videocasetes. La industria de aparatos electrónicos está acelerando sus operaciones para producir millones de grabadoras de esta clase. Empresas rivales que emplean diferentes métodos de grabación se han enfrascado en una feroz batalla comercial para participar de las ganancias de esta nueva mina de oro. ¿Qué efecto ha tenido este nuevo aparato en los aspectos buenos y malos de la televisión?

      Mirando el lado bueno, una grabadora de videocasetes permite (con la ayuda de un reloj) que la gente grabe programas de televisión aun cuando está ocupada en otros quehaceres, y así puede ver lo que quiera cuando lo desee. La gente también puede comprar videograbaciones de sus películas favoritas para mirarlas vez tras vez, cuantas veces quiera. O puede pedir prestadas las películas en bibliotecas de cintas de video.

      En cuanto al aspecto negativo, si no se controla su uso, estas grabadoras pueden hacer que la gente manifieste las peores cualidades, y le permite ver, vez tras vez, películas que mejor hubiera sido no ver.

      Recientemente, un titular del diario francés Le Figaro decía: “E.U.A.: LA TV Y LA PORNOVISIÓN”. El artículo decía que las cintas de video que más se venden en los Estados Unidos son las de películas pornográficas. En Francia, de cada diez videocasetes que se venden en los supermercados, siete son de películas pornográficas. Por supuesto, estas grabadoras pueden usarse de manera provechosa. Sin embargo, suministran un ejemplo claro de lo que la TV puede hacer PARA usted y A usted.

  • La TV... ¿perdición, o bendición?
    ¡Despertad! 1983 | 22 de abril
    • La TV... ¿perdición, o bendición?

      UNA de las definiciones de la palabra “bendición” se relaciona con algo que sea “espléndido o muy bueno; magnífico”. La palabra “perdición” se define como “ruina, menoscabo moral; causa o sujeto de un daño grave”. A la luz de nuestra breve reseña tocante a varios aspectos del asunto, ¿se puede considerar la televisión como una perdición, o una bendición; una maldición, o algo beneficioso?

      La TV puede ser una bendición

      No hay duda de que muchas personas consideran que la TV es una bendición. Una gran cantidad de personas de edad avanzada, enfermas o minusválidas tienen que tener una. La TV se ha convertido en su principal fuente de “compañía” y compañerismo.

      Pocas personas negarían el hecho de que la televisión ha logrado mucho tocante a despertar interés en las noticias, los sucesos locales y mundiales. Ha aumentado el conocimiento de la gente y ha descubierto nuevos horizontes para ésta. Los televidentes están menos inclinados a ser estrechos de miras. Esto ha resultado ser beneficioso y debe agradecerse.

      La televisión también puede ser muy educativa, pues proporciona una gran variedad de conocimiento a personas que nunca han tenido la oportunidad de estudiar o viajar. Además, la TV ha hecho llegar a los hogares de la gente pobre espectáculos, óperas, obras teatrales, ballets y orquestas sinfónicas.

      La TV también puede ser una perdición

      Lamentablemente, lo que pudiera ser una bendición puede convertirse en una perdición, en cosa perjudicial y hasta venenosa. La TV puede servir de “compañía” a personas que se sienten solas, pero ¿qué clase de compañía provee? Quizás haya llenado el vacío que había en las vidas solitarias de muchas personas, pero ¿con qué les ha llenado la vida? La TV puede proporcionarnos inmediatamente noticias desde el lugar donde suceden las cosas, pero también puede introducir propaganda insidiosa, y hombres egoístas pueden usarla para adoctrinar a la gente. La TV tal vez nos entretenga con los anuncios graciosos que presenta, pero ha contribuido mucho a crear una sociedad materialista. Puede que a usted le parezca que la televisión le suministra diversión a bajo costo, pero ¿está seguro de que no ha pervertido su punto de vista en lo relacionado con lo sexual, la violencia y la honradez? Quizás dependa muchísimo de la TV para evitar que sus hijos hagan algún daño o alguna travesura, pero ¿qué clase de daño les está haciendo la TV a la mente y, mucho más importante, al corazón?

      Vladimir K. Zworykin, quien a menudo ha sido llamado “el padre de la televisión moderna”, declaró recientemente que ‘nunca se imaginó que la TV llegara a ejercer una influencia tan grande en todo el mundo’. Sin embargo, añadió que no le agradaba cómo se está usando la TV, y que nunca permitiría que sus hijos tan siquiera se acercaran a un televisor. Paddy Chayefsky, uno de los mejores comediógrafos de televisión, dijo lo siguiente: “La televisión hace que se vuelvan groseras todas las complejidades de las relaciones humanas, las brutaliza, las hace insensibles. Hemos perdido la facultad de la conmoción, nuestro sentido de humanidad. Este es el problema fundamental de la televisión”.

      Para cualquiera que tome a pecho su propio bienestar y el de su familia, estas declaraciones, hechas por hombres que tienen conocimiento del asunto, son motivo de reflexión. Sí, esa “caja” puede ser una perdición, o una bendición. A fin de cuentas, lo que la televisión haga PARA usted y A usted... ¡depende de USTED!

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