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Una epidemia de homosexuales¡Despertad! 1984 | 22 de febrero
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con 25 por 100 de los votantes de Atlanta, Georgia, E.U.A. El Instituto de Investigaciones sobre lo Sexual calcula que 10 por 100 de la población de los Estados Unidos está compuesta de homosexuales. “Más que nunca antes hombres y mujeres homosexuales están dando a conocer que lo son y están viviendo abiertamente”, dice la revista Time. “Están colonizando zonas de ciudades grandes, reclamándolas como su propio territorio, están operando bares y hasta estableciendo iglesias en pueblos pequeños de tipo conservador, y están estableciendo una cadena nacional de organizaciones para ofrecer consejo y compañerismo a los homosexuales —que todavía constituyen la mayoría— que continúan ocultando su preferencia en cuanto a lo sexual.”
En un tiempo las autoridades de salud mental trataban la homosexualidad como una enfermedad. Pero ¿no había sostenido Freud mismo que el comportamiento homosexual “no podía calificarse de enfermedad”? En 1973 la Junta Administrativa de la Asociación Norteamericana de Siquiatría declaró que “la homosexualidad... en sí no es necesariamente un trastorno siquiátrico”.
Los cristianos del primer siglo no consideraban que la homosexualidad fuese normal, como lo son los ojos azules o la tez oscura. Consideraban que era cultivar “apetitos sexuales vergonzosos” cuando mujeres homosexuales ‘cambiaban el uso natural de sí mismas a uno que es contrario a la naturaleza’ y hombres homosexuales ‘obraban lo que es obsceno’ los unos con los otros. (Romanos 1:26, 27.)
Pero como en el caso de otros apetitos inmundos y deseos dañinos, las tendencias homosexuales se pueden controlar y hasta vencer; uno puede despojarse de ellas como parte de la vieja personalidad. En la congregación corintia había algunos que habían sido homosexuales, al igual que otros que habían sido ladrones, avarientos, practicantes de extorsión, borrachos, adúlteros e idólatras. Sin embargo todos ellos habían cambiado. Habían sido “lavados [...] santificados [...] declarados justos”. (1 Corintios 6:9-11; Colosenses 3:5-11.)
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El abuso de menores... la epidemia resultante¡Despertad! 1984 | 22 de febrero
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El abuso de menores... la epidemia resultante
LA CONSTANTE obsesión con lo sexual, que aumenta cada vez más, resulta en el aumento de deseos anormales. Una de las prácticas más depravadas que está saliendo a luz es el abusar de los menores en sentido sexual. ¿Cuán extenso es este problema? Nadie sabe exactamente, pero en 1982 se dio a conocer un informe sobre el abuso de menores en los Estados Unidos en el que se calcula que no se informan por lo menos 1,5 millones de casos, o si se informan, la gente no lo cree.
El abusar de los menores en sentido sexual puede tomar una variedad de formas, desde la exhibición impúdica hasta el ultraje sexual. Una de las formas más horrorosas es la pornografía de menores. Se sacan fotografías de niños en posturas explícitamente sexuales, a veces con un grado de depravación inimaginable, y se venden las fotografías a pederastas, que son personas moralmente enfermas que se sienten sexualmente atraídas a los niños.
Otro aspecto de esta epidemia resultante es el problema del incesto. “Hace tan solo 15 años, los expertos afirmaban que el incesto [...] ocurría en solo una familia de cada millón”, informó el Reader’s Digest de enero de 1981. “Ahora algunos profesionales opinan que el porcentaje actual podría ser de hasta una familia de cada cien”.
¿Le horroriza a usted tan solo la idea de que se use a los niños para lo sexual? No toda persona comparte los sentimientos de usted. ¡La publicación oficial del Consejo Estadounidense para la Educación e Información sobre lo Sexual ha sugerido que el practicar incesto con los niños en el hogar podría ser mejor que mucha de la fornicación que cometen los adolescentes fuera del hogar!
En Los Ángeles existe la Sociedad Rene Guyon, que, según se informa, está compuesta de médicos, abogados y otros hombres y mujeres que ocupan puestos respetables y de influencia, y dichos miembros creen que los niños deberían tener experiencias sexuales. El lema de este grupo es: “Para lo sexual, que a los ocho sea legal”. Se informa que este grupo usa la pornografía de menores para estimular a los jovencitos.
También existe la NAMBLA (siglas en inglés para la Asociación Estadounidense para el Amor entre Hombres y Niños), grupo homosexual que se interesa en promover el “amor” entre hombres y niños. Tales nociones del “amor” nos recuerdan el siguiente proverbio bíblico: “Las misericordias de los inicuos son crueles” (Proverbios 12:10). Hoy día muchos niños sufren por tal crueldad.
Y mientras el abusar de los menores en sentido sexual se vuelve cada vez peor, otras clases de abuso no están quedándose atrás. Más que nunca antes, los hijos están experimentando la violencia a manos de sus padres. En los Estados Unidos, el homicidio es una de las cinco principales causas de muerte entre los niños. De acuerdo con los CDC (siglas en inglés para Centros para el Control de las Enfermedades), en los últimos años tales homicidios han aumentado a un paso desconcertante, y en una tercera parte de éstos los responsables son los padres o padrastros. En la mayoría de los casos a niños y jóvenes entre las edades de 1 y 17 años se les quita la vida con armas de fuego, cuchillos o por estrangulación.
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La cosecha... una epidemia de enfermedades venéreas¡Despertad! 1984 | 22 de febrero
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La cosecha... una epidemia de enfermedades venéreas
“LAS enfermedades que se transmiten por contacto sexual (STDs, siglas en inglés) se han propagado hasta el grado que se las considera hiperendémicas.” Esa declaración del Journal of the American Medical Association da tan solo una indicación de la manera como la actual epidemia de inmoralidad ha resultado en epidemias literales de la carne. Al creer que la medicina había conquistado las enfermedades
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