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  • ¿Está sano mi hogar?
    La Atalaya 1972 | 15 de mayo
    • ¿Está sano mi hogar?

      “El superintendente por lo tanto debe ser . . . hombre que presida su propia casa excelentemente.”—1 Tim. 3:2-4.

      1. En su búsqueda de la felicidad, a menudo ¿cuál es la situación en que se halla el hombre, lo cual hace surgir qué pregunta?

      EL QUE el hombre busque la felicidad es un esfuerzo completamente vano si no disfruta de paz y contentamiento dentro de su inmediato círculo de familia. Pues, ¿qué satisfacción hay en la búsqueda de la felicidad afuera, si, al regresar a la muy personal e íntima morada que se llama hogar, se halla arrojado a una caldera hirviente descontento? ¿Qué clase de ambiente reina en su hogar?

      2. ¿Qué condiciones en el hogar ayudarían a hacerlo feliz desde el punto de vista del hijo?

      2 ¿Cómo contestarían esa pregunta ustedes, los hijos? ¿Viven juntos sus padres llevándose afablemente en paz y unidad? ¿Llega en auxilio de ustedes en tiempos dificultosos el consejo de su padre y la comprensión de su madre? Si así es, entonces, ciertamente tienen una vida feliz, y podrán atesorar los recuerdos de ella por los años venideros. Por otra parte, si sus padres constantemente se atormentan el uno al otro o se entregan a guerra abierta, o si ustedes viven en una casa dividida por barreras de comunicación entre ustedes y sus padres, entonces la niñez ha de ser una pesadilla que esperan olvidar pronto.

      3. ¿Qué pueden opinar los padres que está influyendo en su vida de familia?

      3 ¿Y cuál es la opinión de ustedes, los padres? ¿Cuán sano es su hogar? ¿Les parece que las presiones de los tiempos y las influencias perjudiciales en todas partes están afectando a su familia? ¿Les parece que en este mundo moderno se han desvanecido pautas anteriores y junto con ellas las normas pacíficas del pasado? ¿Creen que hace falta un mejoramiento en el hogar, pero que ustedes no pueden señalar la causa de la dificultad ni hallar un remedio?

      4. ¿Qué se da a entender por “sano,” especialmente en lo que toca a la vida de familia?

      4 “Sano” significa gozar de salud, estar entero, completo; no enfermizo o mórbido; también bueno para la salud, libre de error o vicio. Esto es especialmente importante en el sentido espiritual y en el sentido moral. La familia que es vigorosa y sana moral y espiritualmente puede afrontar otros problemas que surjan, como, por ejemplo, mala salud física y dificultades financieras. Puede resistir todas las fuerzas divisivas que acosan a tantas familias en la actualidad.

      IMPORTANCIA DE LA BIBLIA EN EL HOGAR

      5. ¿Cuán importante es la Biblia en el hogar?

      5 ¿Cómo, pues, puede alcanzar una familia ese deseable nivel elevado de sanidad moral y espiritual? No es demasiado difícil. La familia que hace de la Biblia su libro más leído, la familia que aplica los principios de la Biblia en la vida cotidiana es la familia sana y feliz. Solo por medio de la Palabra de Dios puede edificarse en cada miembro de la familia fibra moral y fuerza espiritual.

      6. ¿Cuál es una de las dos razones principales por la desunión de familia?

      6 Básicamente hay dos razones por las cuales las casas tienen una lucha constante para mantener un ambiente sano. Primera, hay en cada uno de nosotros imperfección y debilidad innatas. Como dicen las Escrituras: “‘No hay justo, ni siquiera uno; . . . todos se han desviado,’ . . . todos han pecado.” (Rom. 3:10-12, 23; Sal. 14:3) “Si hacemos la declaración: ‘No tenemos pecado,’ a nosotros mismos nos estamos extraviando y la verdad no está en nosotros.”—1 Juan 1:8, 10.

      7. (a) ¿Qué corrección puede efectuarse en los rasgos hereditarios del hijo? (b) Por disciplina y entrenamiento, ¿pueden removerse completamente las imperfecciones innatas? Explique.

      7 El bebé cuando nace, aunque es impotente inculpable, es imperfecto y pecaminoso por herencia. Como dijo David: “Con error fui dado a luz . . . y en pecado me concibió mi madre.” (Sal. 51:5) Y sin embargo con entrenamiento apropiado el niño puede llegar a ser un buen joven, no un mero vástago desenfrenado, ingobernable. “La tontedad está atada con el corazón del muchacho,” dice el proverbio; “la vara de la disciplina es lo que la alejará de él.” (Pro. 22:6, 15; 23:13, 14) Esto no significa que la disciplina remueve completamente los rasgos innatos para hacer lo que es malo. No, la tendencia a hacer lo malo siempre está presente desde la cuna hasta la tumba, aun en individuos tan dedicados a la justicia como el apóstol Pablo, que confesó: “Verdaderamente me deleito en la ley de Dios . . . pero contemplo en mis miembros otra ley que guerrea contra la ley de mi mente y que me conduce cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.”—Rom. 7:22, 23.

      8. ¿Cuál es otra razón importante por la desunión de familia?

      8 La segunda razón por la cual se necesita una lucha constante para mantener pacífica una casa es la presencia de Satanás el Diablo y sus demonios. Estos son fuerzas muy reales y poderosas que siempre están presentes, y hay que tomarlas en cuenta. Tienen como propósito inicuo no solo cultivar deseos incorrectos en los hombres, sino aprovecharse de la imperfección y las tendencias pecaminosas del hombre, esforzándose por lanzar a los hombres a mayor profundidad en el hoyo de la desesperación. Por eso se da esta advertencia: “[Estén] firmes contra las maquinaciones del Diablo; porque tenemos una pelea, no contra sangre y carne, sino contra . . . los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales.”—Efe. 6:11, 12.

      APLICANDO PRINCIPIOS BÍBLICOS A LOS PROBLEMAS

      9. ¿Qué se sugiere aquí en cuanto a una solución para los problemas de familia?

      9 No es teoría intangible, impráctica, decir que los principios bíblicos, si se aplican, pueden resolver los problemas cotidianos en el hogar. Lo práctico y lo útil que es el consejo de la Biblia en los asuntos cotidianos y personales de la familia puede demostrarse fácilmente.

      10. ¿Qué condiciones resultan cuando falta jefatura adecuada en el hogar?

      10 Considere, por ejemplo, el hogar donde hay jefatura inadecuada o donde falta totalmente la jefatura. ¿Los resultados? Confusión y desorden. Los miembros de la familia obran independientemente. No hay reglas ni disposiciones reglamentarias. Pronto se desintegra la vida de familia. Entonces la casa realmente no es más que una “estación de servicio,” un abrigo de la lluvia en el cual comer y dormir. Y una vez que se satisfacen estas necesidades, cada uno se apresura a asociarse con otros compañeros que le agradan más. Como observó el sabio rey Salomón: ‘Mejor es vivir en el desván que abajo con una esposa contenciosa.’ El otro lado de la moneda pudiera decir: ‘Mejor es vivir en un refugio en el patio que compartir una casa con un esposo dominante y alcohólico.’—Pro. 21:9, 19.

      11. En contraste, ¿qué puede esperarse si se siguen las leyes de la Biblia sobre la jefatura?

      11 Pero, ¡qué diferente es cuando se siguen las leyes de la Biblia en cuanto a la jefatura! Entonces hay una base sobre la cual se puede edificar la paz y la unidad. ‘Quiero que sepan,’ dice el apóstol Pablo, ‘que el hombre es cabeza de la casa.’ La jefatura adecuada del varón lleva consigo la responsabilidad de acudir a Jehová Dios y Cristo Jesús para obtener dirección. Esto significa que el esposo tratará a su esposa con el mismo cariño tierno que él le muestra a su propio cuerpo. Será un buen proveedor que tiene en cuenta tanto las necesidades materiales de la familia como las espirituales.—1 Cor. 11:3; Efe. 5:22-33; 1 Ped. 3:1-7.

      12, 13. (a) Describa a Jehová como Cabeza Modelo de su casa. (b) Al imitar a Jehová, ¿cómo deben tratar los padres a sus familias?

      12 En este sentido ustedes, padres, tienen un ejemplo maravilloso en el gran Padre del universo, Jehová Dios, a quien hacen bien en emular. Él constantemente se encarga no solo de satisfacer las necesidades materiales y espirituales, sino también de dar consejo y estímulo a todos los de su casa. Aborrece la rebelión y administra castigo a los infractores sin parcialidad.—Pro. 6:16-19; Deu. 10:17, 18.

      13 Pero al mismo tiempo, ¡oh qué amoroso y compasivo y misericordioso es Jehová! Sí, a tal grado que no puede describirse ni medirse. (Sal. 103:8; Sant. 5:11) De manera similar, ustedes padres pueden suministrar un ambiente sano en sus casas al cuidar amorosa y tiernamente de las necesidades de sus familias y ejercer comprensión. Moren con sus esposas según conocimiento y críen a sus hijos en la disciplina y regulación mental de Jehová. No estén irritándolos.—1 Ped. 3:7; Efe. 6:4.

      14. En cuanto a controlar la ira, ¿qué consejo práctico da la Biblia?

      14 ¿Son acontecimientos comunes en su hogar las palabras amargas y los arranques coléricos? No lo son si se sigue el consejo de la Biblia. Puede parecer que siempre hay muchísimas situaciones en que están justificadas las palabras encolerizadas. Pero al fin y al cabo, la evitación de la ira depende en gran parte de vigilar uno su lengua y controlar uno su espíritu. (Sal. 34:13; Pro. 25:28) Este es el proceder sabio que ha de seguirse. “Todo su espíritu es lo que el estúpido deja salir, pero el que es sabio lo mantiene calmado hasta lo último.” (Pro. 29:11) “Depón la cólera y deja la furia,” porque “el que es tardo para la cólera abunda en discernimiento.” (Sal. 37:8; Pro. 14:29) ‘Una respuesta apacible aparta la furia.’ Use “habla saludable que no se pueda condenar” si usted quiere paz y unidad en su hogar.—Pro. 15:1; Tito 2:8.

      15. ¿Cómo deben considerarse los gustos individuales y los rasgos personales a fin de no dejar que perturben la paz y unidad de la familia?

      15 Quizás haya gustos y aversiones insignificantes entre los miembros de la familia debido a diferencias de temperamento y personalidad, pero no hay por qué éstos sean una fuente de contienda y disputa. Si todos fuéramos exactamente iguales en estas características, ¡qué insípido mundo sería éste! Más bien, los rasgos individuales añaden sabor, color, variedad y vida al círculo de la familia. Acrecientan el gozo de vivir juntos sin la tediosa monotonía de ser todo lo mismo.

      16. ¿Cuáles pueden ser algunas razones por las cuales los hijos son ingobernables en el hogar?

      16 ¿Qué hay del hogar en que los hijos son ingobernables y desobedientes? ¿Se debe a que los padres han desistido por completo de tratar de mantener la autoridad sobre su prole rebelde? ¿O es éste un caso en que las reglas no se definen o no se entienden claramente? Quizás la raíz de la dificultad estribe en que algunos padres han olvidado lo que dice la Biblia, a saber: “Simplemente signifique su palabra Sí, Sí, su No, No.” (Mat. 5:37; Sant. 5:12) Como padres, ¿violan imprudentemente las reglas que esperan que sus hijos guarden? ¿Predican de hecho: ‘Haz como digo pero no hagas como hago’? Los hijos rápidamente descubren la hipocresía de sus padres. (Mat. 23:3) Por lo tanto los padres pueden suministrar significado vigoroso a las reglas del hogar, y al mismo tiempo ganar el respeto de sus hijos, si ellos mismos siguen las reglas, poniendo así un buen ejemplo para que lo copie su prole.

      17. (a) ¿Por qué están alejados a veces los padres de sus hijos? (b) ¿Cómo puede impedirse que los rencores formen una barrera entre los padres y el hijo?

      17 ¿Se debe la fricción doméstica y las discusiones acaloradas a que no hay buena comprensión y a que falta la comunicación? Parece que a veces los padres no saben qué hacer para comprender a sus hijos. Muy a menudo esto se debe a una falta de asociación íntima entre los padres y los hijos, una condición que puede comenzar aun cuando los niños son pequeños. En otros casos cesa la comunicación durante la etapa de adolescencia en el desarrollo del niño cuando el niño y los padres dejan de hablarse mutuamente por tener herido su amor propio. Sin embargo, la Biblia condena el guardar rencor. Para evitar esto, “que no se ponga el sol estando ustedes en estado provocado, ni dejen lugar para el Diablo.”—Efe. 4:26, 27; Lev. 19:18.

      18. ¿Cómo suministra la función del cuerpo humano un ejemplo adecuado que hacen bien en copiar los miembros de una casa?

      18 Una familia sana bien puede compararse al cuerpo humano en que todo miembro funciona de acuerdo con el propósito para el cual fue creado. En el cuerpo humano si un miembro no desempeña su parte, todo el cuerpo sufre. Sin embargo, cuando sucede esto los miembros sanos no castigan, golpean ni maltratan al miembro que no efectúa su función. Más bien, el resto del cuerpo acude para suministrarle ayuda, auxilio y sostén al miembro enfermo por medio de asumir parte de la carga de trabajo hasta que el miembro enfermo puede recobrar su fuerza. Así también debe ser en una familia saludablemente fuerte.—1 Cor. 12:19-26.

      19. ¿De qué otro campo puede esperar perturbación una casa si no se vigila?

      19 Además de las causas internas de la fricción, hay una multitud de influencias exteriores que pueden perturbar la tranquilidad del hogar si no se vigilan estrechamente y se reprimen.

      PRESIONES DE AFUERA

      20. (a) Mencione algunas de las fuentes comunes de tensión en nuestros tiempos. (b) ¿Cómo puede servir de ayuda la Biblia en las condiciones actuales?

      20 Las fuentes de tensión en nuestros tiempos parecen ser sin número... temor de ladrones y personas inmorales empeñadas en causar daño, peligros de enfermedades aterradoras, costos de la vida que suben vertiginosamente, reducido poder adquisitivo de los ahorros, la corriente de crisis que parece interminable, una encima de otra debido a huelgas, motines, guerras, revoluciones... solo para mencionar unas cuantas. Aunque cosas como éstas están muy fuera del control de uno, sin embargo con la ayuda de la Biblia uno puede impedir que estas presiones perturben la tranquilidad del círculo de la familia.

      21, 22. ¿Cómo puede el punto de vista correcto de la oposición y persecución religiosas ayudar a impedir que éstas perturben una casa?

      21 Oposición severa de parte de parientes, o abuso físico de parte de vecinos, puede ser la fuente de tensión que sufre la familia. El comprender la razón de esto quizás no elimine la presión, pero sí fortalecerá mucho a la familia para aguantarla. ¿No es verdad que la Biblia dice que los más allegados parientes de uno quizás se opongan con violencia a los que muestran devoción a Jehová Dios y Cristo Jesús?—Mat. 10:21, 22.

      22 Los padres que se ven obligados por las circunstancias económicas a trabajar en asociación con mundanos a menudo hallan que se ejerce gran presión sobre ellos para hacerlos amoldarse a este sistema, cuyo dios es el Diablo. Si usted no se une a ellos en el mismo bajo sumidero de disolución, que consta de “hechos de conducta relajada, lujurias, excesos con vino, diversiones estrepitosas, partidas de beber e idolatrías ilegales,” posiblemente sus compañeros de trabajo hablen injuriosamente de usted. (1 Ped. 4:3-5) A veces se recibe persecución a causa de permanecer neutral para con las cuestiones políticas o por rehusar transigir en los principios bíblicos en asuntos de honradez, conducta casta o el uso de la sangre. Pero aquí de nuevo experiencias de esta clase jamás deben perturbar la tranquilidad de ánimo de la familia. “Felices son ustedes,” dijo Jesús, “cuando los vituperen y los persigan y mentirosamente digan toda suerte de cosa inicua contra ustedes por mi causa.” “De hecho,” añade el apóstol Pablo, “todos los que desean vivir con devoción piadosa en asociación con Cristo Jesús también serán perseguidos.”—Mat. 5:11, 12; 2 Tim. 3:12.

      23. ¿Bajo qué presiones se hallan muchos hijos ahora cuando van a la escuela?

      23 Los niños que van a la escuela están gran parte del tiempo en asociación estrecha con otros que usan lenguaje malo y despliegan toda clase de conducta indecorosa. Más y más, los niños de edad escolar son víctimas de la afición a las drogas, de la actividad de alborotadores, de ataques físicos y violación infligidos por pandillas de vagos que amenazan, obligan, golpean y de otras maneras intimidan tanto a los maestros como a los alumnos. En las escuelas también se plantan y se cultivan las semillas de la discordia y la rebelión, que si se permite que se desarrollen, reemplazarán con el tiempo el entrenamiento sano que inculquen los padres en el hogar. Todas estas cosas forman parte de los tiempos dificultosos en los que vivimos, los “tiempos críticos, difíciles de manejar” que componen la señal de los “últimos días” de este sistema de cosas.—2 Tim. 3:1-5.

      SU ÚNICA PROTECCIÓN

      24. ¿Cuáles son las cuatro ayudas disponibles para fortalecer el vínculo de unidad de familia en este “tiempo del fin”?

      24 No se equivoque en cuanto a ello, solo si uno permanece espiritualmente fuerte puede esperar resistir el oleaje de la corrupción que barre todo el mundo. Usted no puede hacer que este oleaje se vuelva atrás pero sí puede mejorar su fuerza espiritual para resistirlo, y puede hacer esto con la ayuda de la Palabra de Dios, su espíritu, su organización y por oración. Considere brevemente la importancia de estas cuatro ayudas.

      25. ¿Quiénes en una familia se benefician de un estudio de la Biblia celebrado con regularidad?

      25 Un estudio bíblico de familia celebrado con regularidad es sumamente provechoso para todo miembro de la casa, tanto para los de edad avanzada como para los jóvenes. Josué era muy anciano cuando se le dijo: “Día y noche tienes que leer en [la Palabra de Dios] en tono bajo, a fin de que cuides de hacer conforme a todo lo que está escrito en [ella]; porque entonces tendrás éxito en tu camino y entonces actuarás sabiamente.” (Jos. 1:8) En un estudio de la Biblia, los hijos aprenden: “Sean obedientes a sus padres en todo.” En un estudio de la Biblia los padres obligados a efectuar trabajo indeseable aprenden: “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres.”—Col. 3:20, 23, 24.

      26. ¿Qué instrucción sana da la Biblia sobre las cuestiones morales de los tiempos?

      26 El estudio bíblico también transformará su modo de pensar de muchas otras maneras de modo que su mente ya no estará ‘amoldada a este sistema de cosas.’ (Rom. 12:2) Por ejemplo, los que practican las “obras de la carne,” advierte la Biblia, “no heredarán el reino de Dios.” Incluidos en estas “obras” están “fornicación, inmundicia, conducta relajada, idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, enojos, altercaciones, divisiones, sectas, envidias, borracheras, diversiones estrepitosas y cosas semejantes a éstas.” (Gál. 5:19-21) Las “cosas semejantes a éstas” se detallan en otras cartas del apóstol como avaricia, habla necia, bromear obsceno (Efe. 5:3-5), y también apetito sexual, deseo perjudicial, codicia, ira, cólera, maldad, habla injuriosa y habla obscena, de todo lo cual se debe despojar uno como parte de la “vieja personalidad.” (Col. 3:5-9) Además, “ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, ni ladrones, . . . ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios.”—1 Cor. 6:9, 10.

      27. Además de librarse de la “vieja personalidad,” ¿qué recomienda la Biblia que se haga?

      27 El eliminar todas estas prácticas malas de por sí ciertamente contribuiría a un hogar mucho más sano, ¿no es verdad? Pero el librarse de la “vieja personalidad” solo es parte de ello. La Biblia dice que hay que ponerse una “nueva personalidad” descrita como una de “tiernos cariños de compasión, de bondad, humildad de mente, apacibilidad y gran paciencia.” También, el soportarse y perdonarse los unos a los otros, y, sobre todo, vestirse de amor, el “vínculo perfecto de unión.”—Col. 3:12-14.

      28. ¿De qué ayuda es el espíritu santo de Dios para el desarrollo de una nueva personalidad?

      28 Aquí es donde la familia necesita la ayuda del espíritu santo de Dios, porque sin esta fuerza activa divina es imposible desarrollar una nueva personalidad semejante a la de Cristo. Esto se debe a que el “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo” son el fruto del espíritu de Dios. Aunque “no hay ley” contra el producir fruto de esta clase, hay una ley, “la ley real,” que manda: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo,” ley que en particular aplica entre los miembros allegados del círculo de la familia.—Gál. 5:22, 23; Sant. 2:8.

      29. ¿Cómo puede ser la buena asociación una ayuda para un hogar sano, y dónde puede hallarse buena asociación?

      29 La tercera ayuda importante para adquirir paz y unidad dentro de la familia es la asociación con la organización de Dios de gente dedicada y devota. El axioma “Las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles” da énfasis a lo importante que es la buena asociación para una espiritualidad sana. Ahora bien, ¿dónde puede hallarse mejor asociación que en compañía de los testigos de Jehová en sus Salones del Reino? Allí es donde los Testigos se reúnen para incitarse unos a otros “al amor y a las obras excelentes,” y tanto más al ver ellos que se acerca el fin de este sistema.—1 Cor. 15:33; Heb. 10:24, 25.

      30. ¿Qué dice la Biblia acerca de la oración como ayuda para resistir las fuerzas divisivas de Satanás en este tiempo del fin?

      30 La oración también es una ayuda poderosa en este tiempo de presiones, pues la familia que ora junta a la manera de Dios es la familia que permanece junta. “No se inquieten por cosa alguna,” dicen las Escrituras, “sino que en todo por oración y ruego junto con acción de gracias dense a conocer sus peticiones a Dios.” “Persistan en la oración.” “Oren incesantemente.” (Fili. 4:6; Rom. 12:12; 1 Tes. 5:17) Teniendo puesta “la armadura completa,” usted puede mantenerse firme contra el Diablo, solo si, además, “con toda forma de oración y ruego se [ocupa] en orar en toda ocasión en espíritu.” (Efe. 6:11-18) Y, ¿por qué cosas debería usted orar? De primer interés, dijo Jesús, es la santificación del nombre de Jehová y que el reino de Dios se haga cargo de los asuntos de la Tierra; otros asuntos son de importancia secundaria.—Mat. 6:9-13.

      31. ¿Qué asegurará una respuesta positiva a la pregunta: ¿Está sano mi hogar?

      31 De nuevo hágase la pregunta: ¿Está sano mi hogar? Si usted es superintendente en la congregación cristiana, ciertamente su respuesta es “¡Sí!” Pues, como arguye el apóstol, “si de veras no sabe algún hombre presidir su propia casa, ¿cómo cuidará de la congregación de Dios?” (1 Tim. 3:2-5) Por otra parte, si su respuesta no es afirmativa, aplique entonces los principios bíblicos considerados aquí y usted también comenzará a disfrutar de un hogar sano y feliz.

  • ¿Confían sus hijos en usted?
    La Atalaya 1972 | 15 de mayo
    • ¿Confían sus hijos en usted?

      “Hijos, sean obedientes a sus padres . . . ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos.”—Efe. 6:1, 4.

      1. Describa el cambio que a menudo acontece en la actitud de un niño para con sus padres cuando crece.

      ¡QUÉ deleite es ver a un niñito tratar excitadamente de relatar a sus padres algún pequeño suceso que acaba de acontecer! Para este niño lo más importante en ese momento es decirles a su padre y a su madre todo lo que pasó, pues le parece que, más que cualquier otra persona, los padres tienen que saberlo. Pero ¡ay! unos cuanto años después esa confianza afectuosa e íntima a menudo se deteriora en silencio acompañado de frialdad, y sobreviene una actitud evasiva y helada.

      2. ¿Se reconoce por lo general la razón por la que los padres pierden la confianza de sus hijos? Por eso, ¿qué se necesita?

      2 ¿Por qué tan agudo cambio de actitud? Los padres y los hijos que se encuentran en esta situación infeliz pueden mencionar una entera sarta de quejas los unos contra los otros, pero pocos de ellos saben las razones básicas del cambio, de otra manera podrían afrontarlo. Por lo general están demasiado cerca del problema y demasiado envueltos emocionalmente para reconocer la causa o para hallar el remedio de por sí. Necesitan ayuda exterior. Necesitan la ayuda de la Palabra de Dios, la Biblia, pues ésta señala con precisión la causa y pone de relieve el remedio.

      3. ¿Cuándo se plantaron originalmente las semillas de la rebelión contra los padres, y quién las plantó?

      3 Al buscar la causa ha de reconocerse, ante todo, que las semillas de la rebelión contra la autoridad de los padres se plantaron hace mucho tiempo. El Diablo, aquel rebelde original que también se llama Satanás, lo cual significa adversario u opositor, hizo que Adán y Eva perdieran confianza en su Padre Jehová, poniendo en tela de juicio la ley divina. (Gén. 3:1-6; 2 Cor. 11:3) Desde entonces la prole de Adán, “los hijos de la desobediencia” en su mayor parte, han cifrado poca fe y confianza en Jehová o en su Palabra. (Efe. 2:2) Tocante a esto, los líderes religiosos son principalmente responsables, y esto es especialmente cierto en tiempos modernos. Hoy la mayoría del clero descarta la Biblia como no inspirada por Dios, y en su lugar predica que ‘Dios está muerto’ y que el hombre es producto de la evolución.—Mat. 15:6, 9.

      “TIEMPOS CRÍTICOS, DIFÍCILES DE MANEJAR”

      4. ¿Son peores las condiciones hoy que en las generaciones pasadas?

      4 Aunque las semillas de la insubordinación se plantaron hace mucho, solo ha sido en tiempos modernos que se ha presentado tan abundante cosecha de rebeldes. Esta generación de desaforados ha creado una crisis en la Tierra como la cual jamás había existido una antes. Al mismo tiempo que se están peleando guerras internacionales a causa de disputas de fronteras, se están peleando guerras de otras clases en muchos frentes domésticos, y es en éstas que los jóvenes son afectados más. Un motín en el vecindario tiene mayor impacto en los niños que el bombardear aldeas en una zona bélica al otro lado del globo terráqueo.

      5. ¿Cuáles son hoy algunas de las cosas que son “difíciles de manejar”?

      5 Las disputas de los obreros locales ocurren con más y más frecuencia y se hacen cada vez más difíciles de conciliar. A menudo la paz en estas disputas solo se restaura temporalmente. La confianza y la seguridad están en un nivel muy bajo. Los obreros y los patronos han perdido la confianza mutua que se tenían. En el ínterin todos sufren. Los productos y los servicios se deterioran, el costo de la vida sube vertiginosamente, la carga de los impuestos aumenta. Todo el mundo parece descontento.

      6. ¿Son las condiciones algo mejores entre los empleados públicos?

      6 No solo es ocurrencia general y sin coto la rebelión entre los obreros industriales, sino que muchos empleados de servicios públicos se rebelan contra la autoridad constituida. Hace unos cuantos años era casi desconocido el que hubiera huelgas entre empleados municipales, estatales y federales. Pero en la actualidad policías, bomberos, empleados de saneamiento, trabajadores postales y otros se han lanzado a la huelga, no solo en busca de salarios más elevados, sino en protesta contra otros asuntos. También hay una rebelión de maestros contra juntas escolares que crece constantemente.

      7. ¿Qué actitudes rebeldes son de una naturaleza aun más seria?

      7 Además de las disputas sobre cuestiones económicas, hay los desenvolvimientos de una naturaleza más seria que envuelven protestas y rebeliones contra el sistema de cosas actual, contra lo que se llama ‘el establecimiento.’ Hay en marcha muchos movimientos “anti”... antiguerra, antipaz, antirricos y antipobres. A veces estos pequeños incendios de descontento no pueden reprimirse sino hasta que se han perdido varias vidas.

      8. ¿Cómo se predijeron en la profecía bíblica las condiciones actuales del mundo?

      8 ¡Realmente, los asuntos mundiales son exactamente como predijo el apóstol Pablo, “tiempos críticos, difíciles de manejar”! Pablo describió los detalles de esta manera: “Los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin gobierno de sí mismos, feroces, sin amor de la bondad, traicioneros, testarudos, hinchados de orgullo, amadores de placeres más bien que amadores de Dios, teniendo una forma de devoción piadosa mas resultando falsos a su poder.” Ciertamente, estas condiciones constituyen una montaña de evidencia de que estamos viviendo en “los últimos días” de este sistema de cosas.—2 Tim. 3:1-5.

      9. ¿Por qué es seguro que los jovencitos serán afectados por las condiciones actuales del mundo?

      9 No sorprende, entonces, que los hijos que viven en medio de estos tiempos críticos, desesperados, sean afectados adversamente. En muchos casos los padres han perdido confianza en sus líderes sociales y políticos, en sus superiores industriales y en sus maestros religiosos. Entonces, ¿qué puede esperarse de los hijos cuando empiezan a pensar por sí mismos? Ellos también pierden confianza en el sistema a su alrededor, y en sus padres y abuelos, a quienes consideran responsables del sistema actual que, cual cosa podrida, está desmoronándose.

      ESCUCHE LAS QUEJAS DE SU HIJO

      10. ¿Cuál es una queja que se oye a menudo contra los padres?

      10 Una de las quejas que los jovencitos tienen es que sus padres no los comprenden. Por ejemplo, cuando los jovencitos sí confían y revelan un problema que tienen, muy a menudo los padres se encolerizan en vez de suministrar la ayuda que se necesita. Por eso para evitar fricción de familia, les parece a los hijos que es mejor no mencionar sus problemas a sus padres faltos de conmiseración.

      11. (a) Cuando dan instrucciones a los hijos, ¿qué dejan de hacer algunos padres? (b) ¿Se puede depender siempre de las promesas y opiniones de los padres?

      11 Hay otras quejas también. A menudo los padres les dicen a los hijos lo que no han de hacer, pero rara vez les dicen lo que han de hacer ni cómo hacerlo. En otras palabras, se da énfasis a lo negativo en vez de a la instrucción edificante. Muy a menudo los padres no cumplen sus promesas. Prometen a sus hijos algo muy deseable, pero después no cumplen la promesa poniendo el pretexto endeble de estar demasiado ocupados o demasiado cansados. Por eso, si los padres proceden así, ¿cómo puede un hijo confiar en ellos cuando le hacen promesas? Lo mismo es cierto respecto a las amenazas que emiten los padres. A veces las llevan a cabo; la mayor parte del tiempo no. De modo que llega a ser un juego de azar, y el niño pronto aprende que en este juego lo más probable es que la palabra del padre o la madre no es confiable. De manera parecida, a menudo se les da a los hijos un regaño severo a causa de ciertas cosas, pero en otras ocasiones estas mismas cosas se pasan por alto sin decirse nada como si no fueran importantes. Muy a menudo esta inconstancia, estos antojos y caprichos y nociones erráticas de parte de los padres bastan para destruir la propensión del hijo a fiarse de ellos y para alejar su confianza y cariño.

      12. ¿Qué falta cuando los padres no dicen a sus hijos los “hechos acerca de la vida”?

      12 Una de las acusaciones más serias de muchos adolescentes es que sus padres dejan de instruirlos en las mismísimas cosas fundamentales acerca de la vida y su reproducción, es decir, en asuntos que tienen que ver con las relaciones sexuales correctas. ¿Verdad que hay falta de amor genuino cuando los padres no instruyen a sus hijos en cuanto a la santidad del matrimonio, o no les advierten acerca de la promiscuidad sexual, y las consecuencias de la conducta moral disoluta que resulta en preñez vergonzosa fuera del matrimonio y en enfermedades venéreas infecciosas que producen ceguera, esterilidad y demencia? ¿Dónde está el amor de los padres cuando a una hija no se le dice que una muchacha que se entrega fácilmente al fin llega a ser despreciable a los ojos de sus llamados “amantes”? ¿Dónde hay amor de parte de los padres que dejan que sus hijos aprendan los “hechos acerca de la vida” de los elementos depravados y degenerados de la sociedad?

      13. ¿Quiénes son responsables en sumo grado por la corrupción de los jóvenes mediante la pornografía?

      13 La acusación que hacen los adolescentes es cierta: Son adultos, muchos de los cuales son padres y madres, los que hacen y proveen libros y cuadros pornográficos para la corrupción moral de los jóvenes. Parece que a algunos padres no les preocupa el que sus hijos lean literatura sucia así como no les preocupa la clase de compañeros que tiene su prole.

      14. ¿Qué otra crítica severa se lanza contra muchos padres hoy día? ¿Está justificada?

      14 Los hijos también tienen crítica severa pero honrada que ofrecer cuando se trata de la vida personal que llevan a veces los padres y el ejemplo que así están poniendo para los jóvenes. En todas partes uno encuentra padres que son mentirosos y ladrones, que hacen alarde de astutas prácticas comerciales, que hurtan materiales de sus patronos y defraudan en cuanto a horas, que quebrantan las leyes de velocidad y fraudulentamente detienen el pago de impuestos sobre la renta. Algunos padres son alcohólicos, algunos están habituados a las drogas, algunos son adúlteros y perversos sexuales. Es cosa común que los esposos y las esposas se griten y se lancen denuestos los unos a los otros en presencia de sus hijos. Y a pesar de todo esto, estos mismos padres a menudo ostentan cierta clase de devoción religiosa. ¡Qué farsa! ¡Hipocresía piadosa! Y sus hijos lo saben bien.

      15, 16. (a) ¿Qué compañeros buscan a menudo los jóvenes rebeldes, y por qué? (b) ¿Resuelve los problemas de los jóvenes el asociarse con pandillas?

      15 ¿Es razonable esperar que la prole de personas de esa índole cifren confianza en sus padres, que se fíen de ellos? ¡Ni pensarlo! Es más probable que busquen compañeros con quienes les gusta estar, y según la ley natural de que ‘Dios los cría y ellos se juntan,’ es probable que esos compañeros sean una pandilla de jóvenes con problemas similares. Éstos, entonces, harán confidencias los unos a los otros y ventilarán francamente sus quejas mutuas. Sea que las conclusiones a las que lleguen resuelvan los problemas o no, importa poco. Por lo menos tienen alguien con quien hablar, alguien que escuche, alguien que les muestre conmiseración.

      16 Poco a poco, estos jóvenes van apartándose de la custodia de sus padres. Cuando se meten en dificultades ahora confían en la pandilla. A medida que acrecenta su sentido de seguridad en la pandilla, se intensifica su sentido de amargura para con sus padres. Ahora solo les falta un paso corto para unirse a los grupos de “protesta” en un esfuerzo por descargar el desdén que le tienen a la sociedad con la cual se identifican sus padres.

      CÓMO GANARSE LA CONFIANZA DE SUS HIJOS

      17. Como padres, sea que tengan la confianza de sus hijos o no, ¿qué deberían hacer ustedes?

      17 Es mucho más fácil retener y conservar la confianza de un niño que volver a ganarla una vez que se ha perdido. Por eso, si sus hijos confían en usted no lo dé por sentado, sino esfuércese solícitamente para retener esta buena relación que es mutuamente tan provechosa. Sin embargo, si usted es uno de los muchos millares de padres desalentados que han perdido la confianza de su prole, quedará probado que vale la pena todo el tiempo y esfuerzo que se necesiten para recuperarla. A continuación se dan unas cuantas sugerencias de cómo puede efectuarse esto.

      18. ¿Cuán importante es que los padres cifren su plena confianza en Jehová?

      18 Comience por colocar un fundamento sólido. Ese fundamento durable es su propia confianza y fe en su Padre celestial, Jehová, y en su Palabra, la Biblia. “Confía en Jehová con todo tu corazón,” dice el proverbio, “y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas.” Si usted cifra confianza implícita en Jehová, ¿no le parece que sus hijos a su vez se inclinarán a confiar en usted? Por lo general lo harán.—Pro. 3:5, 6.

      19. (a) ¿Por qué es tan importante el amor a Jehová? (b) Si los padres odian lo malo, ¿se muestran los hijos más dispuestos a confiar en ellos?

      19 Ahora sobre este fundamento sólido de confianza, coloque la piedra angular importante que se llama amor, amor a su Padre Jehová. El amarlo con todo su corazón, alma, mente y fuerzas es “el más grande y el primer mandamiento.” (Mat. 22:37, 38; Mar. 12:30) Si usted ama a Jehová, usted amará lo que él ama y usted odiará lo que él odia. Jehová odia a todos los que practican la maldad... fornicadores, idólatras, adúlteros, homosexuales, ladrones, avarientos, borrachos, injuriadores, practicantes de extorsión, mentirosos. Individuos de esas clases, dice Dios, no vivirán bajo su justo régimen del Reino a menos que cambien radicalmente su proceder. (1 Cor. 6:9, 10; Gál. 5:19-21; Efe. 5:3-5; Rev. 21:8; 22:15) Por eso “amadores de Jehová, odien lo que es malo” absteniéndose de todas esas prácticas. (Sal. 97:10; 1 Juan 5:3) Por proceder así, ¿no le parece a usted que sus hijos adquirirán confianza en usted? Por supuesto que sí.—Col. 3:5-9.

      20. Describa la “nueva personalidad” que se insta a que se pongan los padres.

      20 Cuando los individuos se libran de estas prácticas malas es como si se despojaran de una “vieja personalidad.” En lugar de ésta, se les exhorta a que se pongan una “nueva personalidad,” que consta de tiernos cariños de compasión, bondad, humildad, apacibilidad, gran paciencia, amor, el soportarse los unos a los otros, y el perdonar a todos los que le causen daño a uno. (Col. 3:10-14; Efe. 4:22-24) Ahora, ¿qué opina usted? ¿Confiarán sus hijos en usted si despliega tan deleitable personalidad, una personalidad que refleja el ‘fruto del espíritu de Dios’? ¡Ciertamente que sí!—Gál. 5:22, 23.

      21. ¿Qué tienen que hacer los padres si desean que sus hijos confíen en ellos?

      21 Las Escrituras dicen: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda injusticia.” (1 Juan 1:9) Solo cuando ustedes, padres, confían así en Jehová, pidiéndole en oración que ‘les perdone sus deudas, como ustedes también han perdonado a sus deudores,’ pidiéndole que señale el camino correcto por el cual ir en este mundo inicuo, diciendo: “Instrúyeme, oh Jehová, en tu camino, y guíame en la senda de la rectitud a causa de mis opositores,” solo entonces pueden esperar que sus hijos se sientan libres para traerles sus problemas y pedir consejo sobre lo que deben hacer.—Mat. 6:12; Sal. 27:11.

      22. ¿Qué ejemplo de extender misericordia hacen bien en copiar los padres?

      22 Y cuando sus hijos llegan a confiar en usted, ¿cómo serán tratados? ¿Les extenderá misericordia de la misma manera que usted espera que su Padre en los cielos le extienda misericordia a usted? Recuerde que, “al que no practica misericordia se le hará su juicio sin misericordia.” (Sant. 2:13; Mar. 11:25; Luc. 6:36) Usted se alegra de que su Padre celestial es sufrido y paciente con usted, que “toleró con mucha y gran paciencia vasos de ira hechos a propósito para la destrucción,” y que “es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido.” (Rom. 9:22; 2 Ped. 3:9) Por lo tanto, usted a su vez no deje de ser sufrido y paciente con sus hijos y los problemas que tienen. Como dice el proverbio: “Cualquiera que tapa su oído al clamor quejumbroso del de condición humilde, él mismo también clamará y no se le responderá.”—Pro. 21:13.

      23. ¿Por qué nunca debe considerarse que los problemas de su prole son demasiado pequeños para preocuparse con ellos?

      23 Otro punto: Nunca piense que los problemas de sus hijos son demasiado insignificantes y pequeños para que usted se preocupe con ellos, y nunca se excuse diciendo que está demasiado ocupado para considerarlos. ¡Considere, por favor, lo pequeños e insignificantes que han de parecer sus problemas a los ojos del Dios Todopoderoso! ¿Y quién podría estar más ocupado que él? No obstante usted está muy agradecido de que él tiene abiertos los oídos de día y de noche al clamor que usted le dirija y que jamás se cansa de escuchar y contestar sus oraciones, por más triviales que éstas sean.—Sal. 34:15; Luc. 18:7, 8.

      CÓMO SE RETIENE LA CONFIANZA DE LOS HIJOS

      24. Al comunicarse con sus hijos, ¿qué puntos deben tenerse presentes?

      24 Ustedes, padres, que tienen cifrada su plena confianza en Jehová, no dejen de aplicar Su consejo e instrucción sabios al tratar con sus hijos, si quieren que ellos confíen en ustedes. Comuníquense con ellos, y háganlo de una manera apropiada a la edad de ellos. Cuando son jovencitos, no los traten como bebés; cuando son adolescentes, háblenles como a adolescentes. (1 Cor. 13:11) Al comunicarse, impartan conocimiento a su prole, especialmente acerca de los propósitos de Dios que se manifiestan en la Biblia. Razonen con ellos, dejando que ellos hagan preguntas y expresen sus opiniones personales. Si están equivocados, bondadosamente señálenles su error de manera bondadosa, no con desprecio.

      25. Junto con instrucción, ¿qué más deben dar a sus hijos los padres, pero qué dice Hebreos 12:11 acerca de esto?

      25 Si la instrucción ha de efectuar su propósito deseado, tiene que estar acompañada de disciplina correctiva. Comience a disciplinar a los hijos cuando son pequeñuelos; entonces cuando crezcan no tendrán los problemas que otros jovencitos tienen. Como está escrito: “Entrena al muchacho conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no se desviará de él.” “Es cierto que ninguna disciplina parece por el presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin embargo después, a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber, justicia.”—Pro. 22:6; Heb. 12:11.

      26. ¿Por qué no deben vacilar los padres en usar la vara, si es necesario, para disciplinar a los hijos?

      26 No vacile en usar la vara para administrar disciplina. “La tontedad está atada con el corazón del muchacho; la vara de la disciplina es lo que la alejará de él.” “En caso de que le pegues con la vara, no morirá. Con la vara tú mismo debes pegarle, para que libres su mismísima alma del Seol mismo.”—Pro. 22:15; 23:13, 14.

      27. (a) Pero, ¿qué precauciones son necesarias al administrar castigo? (b) ¿Por qué es importante que las reglas del hogar se basen en la Biblia y en los principios de ésta?

      27 Sin embargo, el castigo jamás debe administrarse en un arranque de enojo ni debe ser un estallido de emoción debido a la falta de gobierno de parte de uno mismo. No sería justo castigar a un niño por haber hecho algo que jamás se le había dicho que era incorrecto. Primero tiene que impartirse instrucción cuidadosa y paciente, una “regulación mental de Jehová,” de modo que el niño no solo sepa lo que se espera razonablemente, sino también por qué. (Efe. 6:4, New World Translation) Por eso cuando haga reglas y disposiciones reglamentarias asegúrese de que estén en armonía con los principios bíblicos y así usted siempre podrá decir: ‘Así dice la Palabra de Dios.’ Esto ayudará al niño que teme a Dios y ama sus leyes a tener gusto en obedecer las reglas del hogar. Entonces, después de esto, si se necesita castigo, el niño sabrá que se debe a que ha habido una violación voluntariosa y deliberada de instrucciones que tienen base bíblica.

      28. En imitación de Jehová, ¿cómo deben disciplinar los padres a sus hijos?

      28 Pero aun entonces, que se administre el castigo en justicia templada con misericordia. Que el padre, en imitación del Padre celestial, demuestre comprensión y conmiseración, junto con paciencia y gobierno de sí mismo. El castigar al niño por medio de mofarse de él delante de sus amigos descorazona al niño, hasta lo hace hostil. Por consiguiente se da este consejo: “Padres, no estén exasperando a sus hijos, para que ellos no se descorazonen.” “No estén irritando a sus hijos.”—Col. 3:21; Efe. 6:4.

      29. ¿Qué otras virtudes deben cultivar los padres?

      29 En todo esto, los padres nunca deben ser indecisos o vacilantes, diciendo una cosa en una ocasión y algo diferente en otras ocasiones. “Que su Sí signifique Sí, y su No, No.” (Sant. 5:12; 4:8) La humildad, también, es una gran virtud y le agrada a Dios. Por eso evite el ser altivo, arrogante o jactancioso. Jehová odia a los de corazón orgulloso. Sus hijos también lo amarán a usted si usted es de inclinación humilde, y si ellos lo aman a usted, también confiarán en usted.—Pro. 16:5; 1 Ped. 5:5, 6.

      30. ¿Cómo únicamente pueden ganar y retener los padres la confianza de sus hijos?

      30 Todo es tan claro. Si los hijos han de confiar libremente en sus padres, entonces los padres mismos tienen que mostrar fe en Jehová, devoción a él y obediencia a su Palabra. También tienen que demostrar en su vida cotidiana cualidades piadosas como misericordia, conmiseración, bondad, paciencia y gobierno de sí mismos, junto con integridad a la verdad y amor a la justicia. Solo de esta manera pueden esperar los padres ganar y retener la confianza de sus hijos.

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