Desnudándose en función social de una iglesia

◆ En la sala parroquial de la Iglesia de San Juan, en Clapham, Londres, los clérigos estaban sacando aclamaciones de la congregación con una función en que se desnudaban parcialmente. Si se puede mostrar carne descubierta en la televisión, las películas y los periódicos, ¿por qué no en una sala eclesiástica? El vicario, Tony Crowe, y su coadjutor, William Mullenger, se quitaron la ropa. Todo lo que les quedó fue sus cuellos de clérigos, los calcetines eclesiásticos y un par de trajes de baño. En Brentwood en Essex, algunas de las damas de la Iglesia Católica Romana de San José el Obrero han estado participando en el espectáculo de desnudarse. “Lo único que no hemos hecho,” dijo una de ellas, “es la oscilación o hacer girar las borlas, si me comprende usted.” ¿No les parecieron poco gratos estos actos a algunas personas, al conectárseles con la iglesia? “¿Poco gratos?” Preguntó una de las que se desnudaban. “Jamás. Nadie se queja. Usted debería verlos cuando casi nos hemos desnudado por completo. Hay que ver cómo se agitan, especialmente los de más edad. Al auditorio le encanta. A nosotros nos encanta.” De modo que la religiosa Babilonia la Grande continúa mostrando lo que verdaderamente es a medida que se acerca el tiempo en que Dios la destruirá.

La supervivencia de la humanidad

◆ The Canadian Magazine del 4 de abril de 1970 declara que “la bella Canadá estará muerta en 10 años, a menos que empecemos a salvarla hoy, a menos que actuemos ahora.” “De otro modo, para 1980, este hermoso país estará lleno de humo y niebla en lugar de sol y cloacas en lugar de ríos y nuestros días y noches estarán llenos de ruido ensordecedor y cundirán la enfermedad y la violencia en el país. La Sociedad Canadiense de Zoólogos dice francamente: ‘La supervivencia misma de la humanidad está en juego.’” U Thant, de las Naciones Unidas, dijo que la línea vedada está de diez a quince años desde ahora. Pero Daniel Moynihan, consejero especial sobre asuntos urbanos para el presidente Nixon, dice que el hombre quizás tenga menos de una probabilidad de cincuenta por ciento de sobrevivir hasta 1980. Por supuesto, todo esto deja a Dios fuera de consideración.

¿Será destruida la raza humana?

Eso piensan algunas autoridades. Ven el hambre azotando al mundo; contaminación mortífera y un espíritu de desafuero que todo lo invade. ¿Podrá salvarse la raza humana? Desde el punto de vista del hombre el futuro parece muy sombrío. Las predicciones de calamidad venidera no son de ningún modo descabelladas. Pero, ¡cobre ánimo, hay una esperanza segura! ¿Cuál es ésa? Se considerará en el inspirador discurso público “SALVANDO A LA RAZA HUMANA... A LA MANERA DEL REINO.”

Este es el título del discurso principal de las Asambleas de Distrito “Hombres de Buena Voluntad” de los Testigos de Jehová. Se le invita a asistir a esta conferencia especial así como a todas las demás sesiones. ¡Cuatro días de deleitables y edificantes discursos bíblicos y dramas! Haga planes ahora para asistir. Para las fechas exactas y las ubicaciones más cercanas a usted vea ¡Despertad! del 22 de junio de 1970, o escriba a los publicadores de esta revista.

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