al mundo por medio de los sentimientos y las emociones. Un orador que se dirije a uno con verdadero calor, sinceridad y entusiasmo casi siempre convencerá al auditorio.”

El entusiasmo convence. James C. Cropsey, un fallecido juez del Tribunal Supremo de Nueva York, dijo que cuando un abogado con el que estaba en desacuerdo presentaba sus armamentos con ahínco y entusiasmo, lo escuchaba con gran atención. Le hacía pensar que tal vez el abogado podía estar en lo cierto después de todo.

Considere también el ejemplo de la mujer samaritana a la que Jesucristo le habló al borde de una fuente cierto mediodía, según lo relata la Biblia. Usando sus milagrosos poderes de percepción, Jesús le dijo a la mujer detalles de la vida personal de ella. Así, ella creyó que Jesús era el Mesías prometido o el Cristo, y por eso regresó a la ciudad e informó estos asuntos. El relato de la Biblia dice: “Muchos de los samaritanos de aquella ciudad pusieron fe en [Jesús] a causa de la palabra de la mujer que dijo en testimonio: ‘Me dijo todas las cosas que hice.’”—Juan 4:6-39.

¡Piense en ello! Mucha gente puso fe en Jesús sencillamente por las palabras de la mujer... ¡y lo que es más una mujer inmoral! (Juan 4:18) Imagine con qué excitación y entusiasmo debe haber ella relatado las cosas que dijo Jesús. De hecho, el entusiasmo convence, da veracidad a lo que uno dice.

Así es que hable con entusiasmo. Llene su mente y corazón con su tema. Esté convencido de que lo que usted preparó es la verdad. Entonces deje que un avasallador deseo de comunicar estas ideas haga que usted pronuncie su discurso con el corazón. Si usted habla así, con entusiasmo, su auditorio no solo escuchará sino que también quedará convencido y obrará según lo que usted diga.

Comunicación animal inaudible

◆ ¿Sabe usted que ciertos animales se comunican entre sí con sonidos que el hombre no puede oír? El libro The Mating Instinct por L. J. y M. J. Milne explica a qué se debe esto: “El alcance del oído humano se extiende a través de una variedad de tonos que va de 16 a unos 15.000 siclos por segundo —unas diez octavas— una extensión en la que su propia voz y la voz de su cónyuge pueden abarcar cuatro octavas si es que él es un bajo profundo y ella una soprano ligera. Pero el sonido continúa mucho más allá de los 15.000 ciclos. . . . El hombre está llegando a comprender que la acostumbrada tranquilidad del bosque durante la noche oculta —debido a las limitaciones del alcance de su oído— un vasto conjunto de susurros chirriantes que hacen posible la comunicación entre los animales más pequeños.”

Lo que refleja su voz

◆ “El timbre de su voz es la cualidad que la distingue de las voces de otros,” escribió Beatrice Desfossés en el libro Your Voice and Your Speech. “Su voz es un reflejo de su yo recóndito . . . Al mismo tiempo su voz reacciona, al igual que el camaleón, ante la gente con quien se asocia —sus compañeros de trabajo y de juego— y a las influencias nacionales y seccionales. Su voz también cambia según el estado de su mente y su cuerpo. Alguien que lo conozca a usted bien puede detectar infaliblemente la condición de su salud y su estado de ánimo cuando usted le habla por teléfono. Su voz es la suma de usted, templada por las condiciones que lo afectan en ese momento.”