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  • La Vid, cuyo vino alegra a Dios y al hombre
    La Atalaya 1979 | 15 de febrero
    • La Vid, cuyo vino alegra a Dios y al hombre

      “Mi Padre es glorificado en esto, que ustedes sigan llevando mucho fruto y demuestren ser mis discípulos.”—Juan 15:8.

      1. ¿Cómo se comparó a sí mismo con una planta el hombre notable de quien fue compañero Juan el hijo de Zebedeo?

      A NOSOTROS hoy pudiera parecernos extraño el que alguien se comparara con una parra. Pero eso fue lo que hizo el hombre más notable que ha habido en la Tierra. En la noche en que bebió vino por última vez con once de sus compañeros leales, dijo las siguientes palabras significativas: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el cultivador. Yo soy la vid, ustedes son los sarmientos.” Uno de sus compañeros, Juan el hijo de Zebedeo, oyó y recordó esas palabras conducentes a reflexión y nos dejó un registro de ellas.—Juan 15:1, 5.

      2, 3. (a) Según la parábola que dio Jotán el hijo del juez Gedeón, ¿de qué plantas solicitaron un gobernante los árboles simbólicos, pero sin que lograran éxito? (b) ¿En qué resultaría su selección final de un rey?

      2 Muchos centenares de años antes de esto, y en el mismo país, un hombre dio una parábola o ilustración en la cual comparó a un hombre con una vid. Él, también, tenía la vida en peligro. Como expresión de despedida, dio la parábola para mostrar que unas personas que querían escoger un rey, al no seleccionar a la persona correcta para la posición de rey, se encararían a desastre nacional. Comparando con árboles a su propio pueblo, este hombre dijo que estos que buscaban a alguien que los gobernara le pidieron esto en primer lugar a un olivo y entonces a una higuera, pero fueron rechazados por estos árboles fructíferos.

      3 “En seguida,” pasó a decir Jotán, único hijo sobreviviente del juez Gedeón de Israel, “le dijeron los árboles a la vid: ‘Ven tú, sé reina sobre nosotros.’ A su vez les dijo la vid: ‘¿Tengo acaso que renunciar a mi vino nuevo que regocija a Dios y a hombres, y tengo que ir a mecerme sobre los árboles?’” Después de esta tercera respuesta negativa, los árboles simbólicos se sintieron obligados a hacer rey sobre ellos a un cambrón o arbusto espinoso infructífero. (Jue. 9:3-14) Debido a esta mala selección de un gobernante, Jotán indicó que ellos no beberían el vino del regocijo que podría suministrar una vid fructífera.—Jue. 9:15-20.

      4. Poco tiempo antes, Jesús había usado el producto de la vid para representar ¿qué? pero, entonces, ¿cómo dio después un significado más alegre a aquello?

      4 Por esta razón, Jesucristo, a quien también rechazó como rey sobre sí la nación de Israel, no fue la primera persona que comparó a un hombre, a sí mismo, con una parra. Él acababa de introducir una celebración por medio de la cual se conmemoraría su muerte ya cercana, y en esta celebración, como representación de su sangre, que había de ser derramada la tarde siguiente, usó el vino de la copa de la cual bebieron en común. Pero entonces, para dar un significado más alegre al vino como símbolo, dijo: “Les digo, que de aquí en adelante de ningún modo beberé yo de este producto de la vid hasta aquel día en que lo beba nuevo con ustedes en el reino de mi Padre.” (Mat. 26:26-29) El vino nuevo es especialmente regocijante y estimulante, y el “vino” que se bebiera nuevo en el reino de su Padre celestial ciertamente sería el vino del regocijo.

      5. En su parábola de la parra, ¿qué indica si Jesús usó la parra solo para representarse a sí mismo o no?

      5 Puesto que aquella noche fue la noche de la Pascua, el vino fue conspicuo; por lo menos se bebieron cuatro copas de vino durante esta reunión final de Jesús con sus discípulos en el año 33 E.C. Esto, lógicamente, condujo a que él diera una nueva parábola acerca de la parra. Sin embargo, en esta ilustración Jesús usó la parra en general para simbolizar algo que iba más allá de solamente él mismo. Para mostrar esto con claridad, dijo a sus fieles discípulos: “Yo soy la vid, ustedes son los sarmientos.”—Juan 15:5.

      6. Porque solo había once apóstoles allí, ¿quiso decir Jesús que la “vid” tendría solo once sarmientos, o no, especialmente a la luz de las palabras de él registradas en Mateo 21:43?

      6 Jesús no quiso decir con aquellas palabras que esta “vid” cristiana tendría solamente once sarmientos que corresponderían con aquellos once apóstoles fieles que entonces estaban reclinados con él a la mesa. La “vid” mesiánica tendría muchos otros sarmientos, suficientes para componer una entera nueva nación cristiana. Jesús aludió por insinuación a esta nueva nación cuando dijo a los representantes de la descreída nación judía: “El reino de Dios les será quitado a ustedes y será dado a una nación que produzca sus frutos.”—Mat. 21:43.

      7. En Salmo 80:8-15, ¿a qué nación se le compara con una “vid,” y por qué se levantó un clamor para que Dios le diera consideración?

      7 No era cosa nueva el comparar a una nación con una parra. El propio Padre celestial de Jesús, Jehová, usó esta planta para simbolizar a una nación. Por ejemplo, inspiró al salmista Asaf a dirigirse a él y decir: “Procediste [tú, Jehová] a hacer partir de Egipto [en los días de Moisés] una vid. Seguiste expulsando [de la Tierra Prometida] las naciones, para que la pudieses plantar. Hiciste un sitio libre delante de ella, para que se arraigara y llenara la tierra. Las montañas fueron cubiertas con su sombra, . . . Oh Dios de los ejércitos, vuelve, por favor; mira desde el cielo y ve y cuida de esta vid, y de la cepa que tu diestra ha plantado.” (Sal. 80:8-15) Debido a que Jerusalén fue destruida en 607 a. de la E.C. y entonces comenzaron los Tiempos de los Gentiles en los cuales las naciones mundanas dominarían toda la Tierra, la nación de Israel fue víctima de grandes incursiones por parte de las naciones gentiles. A eso se debió el doloroso clamor del salmista pidiendo que Dios considerara aquella situación.

      8. ¿Cuándo plantó Jehová una nueva “vid,” y cómo explica Isaías 5:3-7 por qué fue necesario esto?

      8 Cuando Jehová Dios ungió a Jesús con espíritu santo después del bautismo de Jesús en el río Jordán, se plantó una “vid” nueva. Había gran necesidad de que esto se hiciera. ¿Por qué? Más de 700 años antes, el profeta Isaías había predicho por qué. Jehová lo inspiró a decir: “Y ahora, oh habitantes de Jerusalén y hombres de Judá, sírvanse juzgar entre mí y mi viña. ¿Qué hay que hacerle todavía a mi viña que yo no haya hecho ya en ella? ¿Por qué es que yo esperé que produjera uvas, pero gradualmente produjo uvas silvestres? Y ahora, por favor, permítaseme darles a conocer a ustedes lo que le estoy haciendo a mi viña: Habrá de quitársele su cerca, y tiene que estar destinada para quemazón. . . . Y yo la pondré como cosa destruida. No será podada, ni será azadonada. Y tendrán que subir en ella la zarza y malas hierbas; y a las nubes les impondré mandato de no hacer que se precipite lluvia sobre ella. Porque la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son la plantación con la cual él estaba encariñado. Y siguió esperando juicio, pero, ¡miren! el quebrantamiento de ley; justicia, pero, ¡miren! un clamor.”—Isa. 5:3-7.

      9. Más tarde, en el día de Jeremías, ¿qué pregunta hizo Jehová acerca de esta “vid” nacional?

      9 Los asuntos no mejoraron con relación a Israel, sino que, unos 100 años después, Jehová pudo decirle a Israel: “Hace mucho que hice pedazos tu yugo [de esclavitud en Egipto]; rompí tus ataduras [de restricción]. Pero dijiste: ‘No voy a servir,’ porque sobre toda colina alta y debajo de todo árbol frondoso estabas echada despatarrada, prostituyéndote. Y en cuanto a mí, yo te había plantado como una vid roja selecta, toda ella semilla verdadera. ¿Cómo, pues, has sido cambiada para conmigo en los sarmientos degenerados de una vid extranjera?”—Jer. 2:20, 21; Ose. 10:1, 2.

      10. Debido a que el consejo perecería en Israel, ¿qué clase de “vid” dijo Deuteronomio 32:28-33 que llegaría a ser Israel?

      10 Fue tal como había predicho Moisés, allá en 1473 a. de la E.C.: “Porque son una nación en que perece el consejo, y entre ellos no hay entendimiento. . . . Porque su vid es la vid de Sodoma y de los terraplenes de Gomorra. Sus uvas son uvas de veneno, sus racimos son amargos. Su vino es la ponzoña de culebras grandes y el cruel veneno de cobras.”—Deu. 32:28-33.

      SE NECESITABA UNA “VID” NUEVA

      11. Según la parábola de la viña dada por Jesús, ¿qué clase de tratamiento había de recibir el Mesías de mano de los cultivadores al tiempo de la vendimia?

      11 Había llegado el tiempo para la vendimia de esta “vid” nacional simbólica cuando Jesús el Hijo de Dios vino como el ungido, o Mesías, en 29 E.C. ¿Cuál sería el fruto que él como representante de Dios recogería de esta “vid”? El 11 de Nisán de 33 E.C., tres días antes del fin de su ministerio público de tres años y medio, Jesús ilustró la clase de recepción que recibiría, por medio de dar una parábola. Dirigiéndola a los sacerdotes principales y a los ancianos que estaban en el templo como comentario sobre las objeciones de éstos a sus actividades y enseñanzas, dijo:

      “Oigan otra ilustración: Había un hombre, un amo de casa, que plantó una viña y la rodeó de una cerca y cavó en ella un lagar y erigió una torre, y la arrendó a cultivadores, y viajó al extranjero. Cuando llegó la época de los frutos, despachó sus esclavos a los cultivadores para conseguir sus frutos. Empero los cultivadores tomaron a sus esclavos, y a uno lo golpearon severamente, a otro lo mataron, a otro lo apedrearon. De nuevo despachó otros esclavos, más que los primeros, pero a éstos les hicieron lo mismo. Por último despachó su hijo a ellos, diciendo: ‘Respetarán a mi hijo.’ Al ver al hijo, los cultivadores dijeron entre sí: ‘Este es el heredero; ¡vengan, matémoslo y consigamos su herencia!’ De modo que lo tomaron y lo echaron fuera de la viña y lo mataron. Por lo tanto, cuando venga el dueño de la viña, ¿qué les hará a aquellos cultivadores? . . .

      “. . . ¿Nunca leyeron en las Escrituras: ‘La piedra que los edificadores rechazaron es la que ha venido a ser la principal piedra angular. De parte de Jehová ha venido a ser esto, y es maravilloso a nuestros ojos’? Es por eso que les digo: El reino de Dios les será quitado a ustedes y será dado a una nación que produzca sus frutos. También, el que caiga sobre esta piedra será hecho pedazos. En cuanto a cualquiera sobre quien ella caiga, lo pulverizará.”—Mat. 21:33-44.

      12. ¿Qué fruto no ofrecieron los cultivadores de la viña nacional típica? y, por eso, ¿cómo se aseguraría Dios de recibir la clase correcta de fruto?

      12 ¿Qué fruto deberían haber ofrecido los viticultores o cultivadores israelitas de la “viña” nacional de Jehová a su Hijo Jesucristo? Debería haber sido fe en el Hijo como el Mesías verdadero, el prometido, y aceptarlo como el Hijo de Aquel que había plantado la “viña” nacional de Israel y era dueño de ella. Si ellos hubieran entregado aquella clase de fruto al Hijo de Dios, aquello hubiera resultado en que se les hubiera introducido en el verdadero reino mesiánico de Dios. Porque no produjeron el fruto que debería haber caracterizado al reino típico de Dios en Israel, el privilegio de ser el reino de Dios se les quitaría como nación. Por eso, se crearía otra nación de ‘viticultores.’ Esta nueva nación produciría frutos apropiados para el reino de Dios. Aquellos cultivadores presentarían los frutos debidos al Plantador y Dueño Divino de esta viña.

      13. (a) ¿Qué pensaron que podían hacer los cultivadores de la “viña” judía por medio de apoderarse de la herencia del Hijo del Dueño? (b) ¿Qué dijo Jesús que le sucedería a la piedra real que los edificadores de una construcción rechazaron?

      13 En la determinación que Dios hace de los que deben disfrutar de los privilegios de su reino mesiánico, la cosa importante es los “frutos.” Los cultivadores judíos pensaban que, por retener los frutos que correctamente se esperaban y hasta matar a Jesús el “heredero” del reino de Dios, podían apoderarse de Su herencia. Pensaban que podrían mantenerse en la gobernación del reino típico de Dios, bajo el pacto de la ley mosaica. (Juan 11:47-53) Pero no era así, según la conclusión que se deriva de la parábola de Jesús. (Mat. 21:41) ¿Qué dijo Jesús acerca de la Piedra real que los edificadores de una construcción para Dios habían rechazado precisamente el día anterior, después que Jesús hubo entrado triunfalmente en Jerusalén? A esta Piedra se le haría la piedra principal del ángulo en la nueva construcción real de Dios, el celestial “reino de Dios.”

      14. ¿Por qué no pensó Jesús que carecería de significado el que él diera la parábola de la viña y los sarmientos poco antes de que fuera arrestado en Getsemaní?

      14 En cuanto a “la vid verdadera” que Jehová había plantado y que estaba cultivando, Jesús sabía que a ésta no se le podría privar de vitalidad, aunque a los cultivadores judíos de la “vid” nacional típica se les permitiera darle muerte a él más tarde en el día de la Pascua. Por eso, aunque fue precisamente antes de que él fuera al jardín de Getsemaní y se le arrestara, Jesús no pensó que carecería de significado el que él diera a sus discípulos la parábola de la vid y los sarmientos.

      15. Según Juan 15:1-5, ¿quién es el cultivador de “la vid verdadera,” y qué les hace a los sarmientos según lleven fruto o no?

      15 “Yo soy la vid verdadera,” dijo Jesús, “y mi Padre es el cultivador. Todo sarmiento en mí que no lleva fruto él lo quita, y todo el que lleva fruto él lo limpia, para que lleve más fruto. Ustedes ya están limpios a causa de la palabra que les he hablado. Permanezcan en unión conmigo, y yo en unión con ustedes. Así como el sarmiento no puede llevar fruto por sí mismo a menos que permanezca en la vid, así mismo tampoco pueden ustedes, a menos que permanezcan en unión conmigo. Yo soy la vid, ustedes son los sarmientos. El que permanece en unión conmigo, y yo en unión con él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí ustedes no pueden hacer nada.”—Juan 15:1-5.

      EL PLANTAR Y CULTIVAR

      16, 17. (a) ¿Cuándo plantó Jehová “la vid verdadera,” y cómo? (b) ¿Cómo fue Jesucristo un personaje mayor que el patriarca Jacob, y cuándo se produjeron “sarmientos” en la “vid verdadera”?

      16 ¿Cuándo plantó esta vid fructífera el gran Viticultor? Fue en el año 29 E.C., cuando ungió con su espíritu santo a Jesús, que acababa de ser bautizado. (Isa. 61:1, 2) Entonces fue cuando Jehová estableció la cepa o tallo central de la “vid” simbólica del reino mesiánico. Recordamos ahora que el reino típico de Israel fue de la cepa del patriarca Jacob, a quien se dio el sobrenombre de Israel. Él llegó a ser padre de doce hijos, de los cuales brotaron las doce tribus de Israel. (Hech. 7:8-14) Así, Jesucristo correspondió con Jacob.

      17 Este Jacob Mayor fue la cepa o tallo central de la vid. Él escogió doce apóstoles, quienes llegaron a ser “sarmientos” en perspectiva de esta “vid” espiritual. (Juan 15:16; 6:70) Por eso, en aquella noche pascual, él los llamó “sarmientos.” Pero 51 días después, en el día del Pentecostés, doce apóstoles fieles fueron ungidos con espíritu santo. De esta manera llegaron a ser doce fundamentos secundarios para la nueva nación del Israel espiritual. Sobre ellos se construye la celestial Nueva Jerusalén. (Rev. 21:14; Efe. 2:20) Sin embargo, en aquel día del Pentecostés los demás de aquel grupo de unos 120 discípulos estuvieron entre los primeros que recibieron el espíritu santo y hablaron en lenguas, y por medio de esto a ellos también se les hizo “sarmientos” en aquella “vid” espiritual, Jesucristo.

      18. ¿Qué oportunidad ofrecida en Éxodo 19:6, 7 no aprovechó el Israel natural, y a quiénes aplica Pedro las palabras de esa declaración divina?

      18 Allí llegó a existir la nueva nación, el Israel espiritual. El Israel natural como nación no había aprovechado la oportunidad que Jehová le había presentado por medio de su mediador Moisés según Éxodo 19:6, 7. Por eso, las palabras de aquella declaración divina fueron aplicadas por el apóstol Pedro a miembros de la nueva nación del Israel espiritual. ¿Dónde? En su primera carta inspirada, en 1 Pedro 2:9, 10, donde está escrito: “Pero ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa. Porque en un tiempo ustedes no eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; eran aquellos a quienes no se les había mostrado misericordia, pero ahora son aquellos a quienes se les ha mostrado misericordia.”

      19. Después de haberse cumplido Isaías 5:5-7, ¿qué le sucedió a la nación del Israel espiritual, y por qué no le dio Jehová menos atención de la que le dio a la “viña” típica de Israel?

      19 Felizmente, la nación cristiana del Israel espiritual continuó floreciendo después que Jehová cumplió sus palabras de advertencia dadas en Isaías 5:5-7, en la “viña” simbólica del Israel natural. Como Cultivador de lo que fue plantado por él, él da la atención necesaria a los “sarmientos” de la “vid verdadera,” Jesucristo, no menos atención que la que dio a la “viña” anterior del Israel natural hasta el 33 E.C. Él hace eso con el propósito de mantener un grupo limpio y productivo de “sarmientos” que son discípulos de Jesucristo. No debe haber lugar para vástagos chupones y madera seca entre esos sarmientos ‘limpios.’ Por eso, en su parábola, Jesús dijo a sus apóstoles fieles: “Todo sarmiento en mí que no lleva fruto él lo quita, y todo el que lleva fruto él lo limpia, para que lleve más fruto. Ustedes ya están limpios a causa de la palabra que les he hablado.”—Juan 15:2, 3.

      20. En armonía con el relato de Juan 6:67-69, Jesús podía pronunciar “limpios” a los once apóstoles fieles debido a que ellos aceptaron ¿qué?

      20 Judas Iscariote, el apóstol que se hizo traidor, no estuvo presente cuando Jesús dijo esas palabras. Jesús ya lo había despedido de la compañía de ellos al fin de la cena pascual. (Juan 13:26-30) Los otros once apóstoles, los fieles, habían aceptado de todo corazón su palabra o mensaje mesiánico, y por esa razón él los pronunció “limpios.” Por ejemplo, allá en el norte, en Capernaum, cuando Jesús dirigió a aquellos apóstoles la pregunta: “Ustedes no quieren irse también, ¿verdad?” Simón Pedro contestó: “Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna; y nosotros hemos creído y llegado a conocer que tú eres el Santo de Dios.”—Juan 6:67-69.

      21. Por eso, ¿de qué cosas estaban limpios aquellos “sarmientos” apostólicos, y qué efecto deben haber tenido en ellos las palabras que Jesús les habló en privado?

      21 Así que no había ramitas muertas de descreencia infructífera con relación a aquellos apóstoles leales. No había, adheridos a ellos, vástagos chupones de judaísmo antibíblico que los distrajeran. Estaban dando su atención indivisa a la causa del “Santo de Dios.” Creían que él era “el Cristo, el Hijo del Dios vivo.” (Mat. 16:16) En una ocasión más, Pedro le dijo: “¡Mira! Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido; ¿qué habrá para nosotros realmente?” (Mat. 19:27) Ante decisiones de tal índole, las palabras de Jesús, habladas en especial a los apóstoles privadamente, deben haber tenido un efecto purificador, deben haberlos dejado en una condición espiritual que era ‘limpia.’ Todos los “sarmientos” que permanecieran en tal condición de “limpios” podrían dedicarse en compromiso pleno al propósito singular de la “vid verdadera” de Jehová. Esto resultaría en alegría tanto para Dios como para los hombres.

  • La clase de fructificación que glorifica a Dios
    La Atalaya 1979 | 15 de febrero
    • La clase de fructificación que glorifica a Dios

      1. Por las palabras de Jehová en Ezequiel 15:1-5, ¿qué indicó él que era el propósito principal de una parra?

      ¿QUÉ propósito tiene realmente una parra? Hace mucho tiempo el Plantador de la primera parra interrogó acerca de esto a su profeta Ezequiel, así: “Hijo del hombre, ¿de qué manera sucede que el árbol de la vid sea diferente de todo otro árbol, el sarmiento, que ha llegado a estar entre los árboles del bosque? ¿Se toma de él algún palo con el cual hacer algún trabajo? ¿O toma la gente de él una estaca en la cual colgar cualquier clase de utensilio? . . . ¡Mira! Cuando sucede que está intacto, no se usa para ningún trabajo.” (Eze. 15:1-5) Está claro, pues, que el propósito principal de la parra es llevar fruto, las deliciosas uvas que se usan para hacer el vino.—Jue. 9:13.

      2. En armonía con ese propósito de la vid, ¿qué dijo Jesús en Juan 15:16 que él pensó al escoger aquellos “sarmientos” apostólicos?

      2 El vino tuvo que ver con la celebración de la última Pascua de Jesús con sus apóstoles. Después de aquella cena él dio su propia ilustración de la “vid verdadera” y sus “sarmientos.” Con esto presente él pudo decir a sus once apóstoles fieles: “Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los escogí a ustedes, y los nombré para que vayan adelante y sigan llevando fruto y que su fruto permanezca; a fin de que sin importar qué le pidan al Padre [el Plantador de la vid] en mi nombre él se lo dé a ustedes [en vista de que llevan fruto].”—Juan 15:16.

      3. ¿Por qué se poda con cada temporada la vid, y qué lección debe comunicar esto a un “sarmiento” de la “vid verdadera” que muestre aprecio?

      3 Para que la parra lleve fruto a plenitud, se le poda en cada temporada. Es como lo que dijo Jesús en su carácter de “vid” espiritual: “Todo sarmiento en mí que no lleva fruto él lo quita. . . . Si alguien no permanece en unión conmigo, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y a esos sarmientos los recogen y los arrojan al fuego y se queman.” (Juan 15:2, 6) Entonces, ¿qué lección nos comunica esto? Bueno, si cualquiera de nosotros es un “sarmiento” en la “vid” espiritual y considera de valor su privilegio, no querrá que lo poden. Por eso, le conviene llevar fruto... ¡mucho!

      EL FRUTO

      4. ¿Qué es el “fruto,” como se indica en el caso de Isaías 5:7?

      4 Pero, ¿qué es el fruto? El fruto, las uvas, no representa a los discípulos de Cristo. Los sarmientos son la representación de los discípulos engendrados por espíritu. Lo que sí está representado por el fruto que llevan los sarmientos lo indican las Escrituras inspiradas. Por ejemplo, cuando Jehová comparó al Israel antiguo con una viña, mencionó el fruto que estaba buscando. Dijo: “La viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son la plantación con la cual él estaba encariñado. Y siguió esperando juicio, pero, ¡miren! el quebrantamiento de ley; justicia, pero, ¡miren! un clamor [como el de la antigua Sodoma].”—Isa. 5:7; Gén. 18:21; 19:13.

      5. En el día de Jesús, ¿qué cosas de más peso de la Ley de Dios estaban descuidando los líderes religiosos, y qué enseñaban como doctrinas?

      5 Por eso, lo que Jehová el Plantador buscaba que fuera parte del fruto de aquella “viña” típica de Israel era juicio (lo cual envuelve ejercicio de justicia) y justicia, lo contrario de violación de la ley y conducta escandalosa. Faltaban el juicio y la justicia en Israel en el día de Jesús. Poco antes de que recibiera muerte de mártir en Jerusalén, él dijo a los escribas y fariseos hipócritas: “Ustedes . . . dan el décimo de la hierbabuena y del eneldo y del comino, pero han desatendido los asuntos de más peso de la Ley, a saber, la justicia y la misericordia y la fidelidad.” (Mat. 23:23) Sobre el asunto de la violación o quebrantamiento de la Ley de Dios, Jesús dijo además: “Han invalidado ustedes [los fariseos y los escribas] la palabra de Dios a causa de su tradición.” “Enseñan mandatos de hombres como doctrinas.”—Mat. 15:6, 9.

      6, 7. (a) Como en el caso del Israel natural, ¿qué fruto debe buscarse en los “sarmientos” de la “vid verdadera,” y cómo debe demostrarse esto? (b) En los días de Jeremías, ¿cómo estaba cometiendo adulterio Israel de dos maneras?

      6 El juicio y la rectitud, la misericordia, la fidelidad, la justicia, el observar y no el torcer la Ley de Dios eran parte del fruto que Jehová buscaba de la “viña” típica de Israel. Para obrar con consistencia, ¿debería él procurar que hubiera fruto diferente de todo aquél en los “sarmientos” de su “vid verdadera”? ¡De ninguna manera! El fruto que Él desea como adorno de esos “sarmientos” es cualidades de personalidad que sean como las de Cristo. Pero el fruto abarca más que solo una personalidad que no esté efectuando nada.

      7 ¡También se exige la expresión activa de los rasgos de la personalidad! Por ejemplo, en los días del profeta Jeremías, Jehová expresó su desilusión por los frutos que le ofrecía la “viña” típica de Israel. Dijo: “Sobre toda colina alta y debajo de todo árbol frondoso estabas echada despatarrada, prostituyéndote. Y en cuanto a mí, yo te había plantado como una vid roja selecta, toda ella semilla verdadera. ¿Cómo, pues, has sido cambiada para conmigo en los sarmientos degenerados de una vid extranjera? . . . ¿Cómo puedes decir: ‘No me he contaminado. Tras los Baales no he andado’?” (Jer. 2:20-23) De manera que otra parte del fruto que buscaba Jehová de la “vid” del Israel típico era limpieza moral y adoración exclusiva para Él. Pero, en vez de hallar tal fruto en sus sarmientos, Jehová halló que se cometía fornicación y adulterio entre los israelitas como individuos, además de adulterio espiritual por parte de la nación entera por medio de entrar en alianzas amistosas con las naciones paganas de alrededor.—Compare con Santiago 4:4.

      8. ¿Cómo sucedía que los israelitas no estaban dando adoración exclusiva a Jehová?

      8 Además, en vez de adorar a Jehová exclusivamente como el Dios con el cual estaban en pacto, la nación andaba corriendo en idolatría tras de las imágenes de Baal y adorándolas. En realidad, las “uvas” de la “vid” del Israel típico eran ‘las uvas de Sodoma,’ de modo que sus “racimos” eran amargos. Por eso, el fruto de la “vid” israelita incluía homosexualidad como la de la antigua Sodoma. (Deu. 32:32) El fruto indeseable contrasta agudamente con lo que Dios desea.

      9. ¿Cómo deben evitar el adulterio espiritual los “sarmientos” de la “vid verdadera,” aunque por ello incurran en el odio del mundo?

      9 El Dios que no cambia no desea tampoco que haya tal clase de fruto en los “racimos” de su “vid verdadera,” Jesucristo. Se ve, pues, que los israelitas espirituales de la clase del Reino tienen que mantenerse limpios en sentido moral. No pueden cometer adulterio espiritual por medio de tener amistad con este mundo. Lo que se requiere de ellos, absolutamente, es devoción exclusiva a Jehová como Dios. ¿Qué les importa que el mundo los odie por llevar tal fruto? “Porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, a causa de esto el mundo los odia.” Eso fue lo que Jesús dijo a sus once apóstoles fieles en la noche en que Judas Iscariote lo traicionó.—Juan 15:19.

      10. (a) ¿El fruto de qué clase de condición de separación y de estar sin mancha tienen que llevar los “sarmientos” que están en la “vid verdadera,” y qué acción exige esto de ellos? (b) Por no producir tal clase de fruto, ¿qué pérdida experimentó la nación de Israel?

      10 El que ellos no sean parte de este mundo, porque se mantienen alejados de la política y los conflictos de éste, es la expresión del fruto de estar limpios y sin mancha de este mundo. Este fruto tiene que caracterizar a los que pertenecen a la organización de Jehová como la representa Su Hijo, “la vid verdadera,” Jesucristo. Ellos tienen que demostrar que se apegan incondicionalmente al reino de Dios en las manos de Jesucristo. Esto exige que reconozcan y acepten públicamente al Hijo de Dios como el Mesías, o Cristo, que había sido prometido desde mucho tiempo antes. La “vid” típica del Israel natural no le presentó fruto de esta clase a Jesús el Mesías. Ella no produjo los “frutos” del reino de Dios. Esto les resultó en tremenda pérdida, porque el reino de Dios les fue quitado a ellos y fue dado a la nación que produciría el fruto que se requería, el Israel espiritual. (Mat. 21:43) Esta nueva nación está compuesta de los “sarmientos” que prueban que están en unión con la “vid verdadera” por medio de no rechazar a Jesús el Mesías como lo hizo la nación judía, sino aceptándolo públicamente y andando en sus pasos.

      11. (a) Debido a la profecía de Mateo 24:14, ¿qué está envuelto en este asunto que es más que el solamente ‘aceptar a Jesús en el corazón’? (b) ¿Qué rasgo de la “vid verdadera” es obligatorio para los “sarmientos” de la vid?

      11 Como se ve, esto envuelve más que solo reconocer y aceptar al Mesías en el corazón de uno, ‘aceptar a Jesús en el corazón,’ como dicen los evangelistas de la cristiandad. Tiene que haber una confirmación y revelación de esto por medio de acción pública. (Rom. 10:10) Es necesario que se participe personalmente en el cumplimiento de esta profecía de Jesús: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones.” (Mat. 24:14) Si un “sarmiento” dedicado, bautizado y ungido por el espíritu en la “vid,” Cristo, no está participando activamente en la obra predicha, ¿cómo pudiera estar produciendo los “frutos” del reino de Dios? El aspecto obligatorio, en cuanto a esto, es que ellos son “sarmientos” en el que fue el primero que fue ungido con el espíritu del Señor Soberano Jehová para predicar las buenas nuevas del Reino. (Isa. 61:1-3; Luc. 4:16-21) ¡Como es la cepa de la “vid,” así deben ser también los “sarmientos” que embeben la savia!

      12. Desde el año 1914, ¿en escala de qué amplitud tiene que cumplirse Mateo 24:14, y quiénes tienen la responsabilidad de hacer que “estas buenas nuevas” se prediquen a tal grado?

      12 La profecía de Mateo 24:14 se cumplió parcialmente en el primer siglo de la E.C., desde el tiempo de la ascensión de Jesús al cielo y su comparecencia ante la presencia de Dios hasta el año 70 E.C., cuando los romanos destruyeron a Jerusalén. Pero aquel cumplimiento prefiguró o representó de antemano el cumplimiento en escala plena de la profecía acá en nuestros tiempos desde 1914 en adelante. Al fin de los Tiempos de los Gentiles en el otoño de aquel año, el reino mesiánico de Dios nació arriba en los cielos. Hoy, más de 19 siglos después que la “vid,” Cristo, empezó a echar sus “sarmientos,” solo queda un resto pequeño de esos “sarmientos” todavía vivo y produciendo los “frutos” del reino de Dios, puesto que habrá, a lo más, 144.000 de tales “sarmientos” como herederos con Jesucristo. (Rev. 7:4-8; 14:1-3) A este resto corresponde la responsabilidad de hacer que estas “buenas nuevas del reino” se prediquen por toda la Tierra de modo que todas las naciones las oigan.

      13. Por eso, ¿por la producción de qué “fruto” por parte del resto de los “sarmientos” de la vid ha sido glorificado por toda la Tierra el Padre de Jesús?

      13 El que se haya llevado el fruto de obedecer el mandato de predicar ha resultado en glorificación para Jehová Dios. Es tal como dijo Jesús como estímulo para sus “sarmientos”: “Mi Padre es glorificado en esto, que ustedes sigan llevando mucho fruto y demuestren ser mis discípulos.” (Juan 15:8) En este tiempo del cumplimiento final de Mateo 24:14, ¿ha llevado “mucho fruto” el resto de estos “sarmientos”? Si investigamos los registros disponibles correspondientes al período que ha transcurrido desde el año posbélico de 1919 E.C., tenemos que decir: ¡Sí! Por tal producción de “fruto” se ha glorificado mundialmente a Jehová Dios.

      EN UNIÓN CON LA “VID”

      14. ¿Cómo muestra Jesús en Juan 15:4-6 que se necesitaba una unión inquebrantable con él para que el resto de los “sarmientos” produjera tanto fruto?

      14 Para la producción de tanto fruto durante estos tiempos turbulentos desde que estalló la I Guerra Mundial en 1914 se ha necesitado unión inquebrantable de los “sarmientos” con la “vid,” Cristo. Ciertamente las siguientes palabras de Jesús han aplicado al resto de “sarmientos” productivos: “Permanezcan en unión conmigo [la Vid Verdadera], y yo en unión con ustedes. Así como el sarmiento no puede llevar fruto por sí mismo a menos que permanezca en la vid, así mismo tampoco pueden ustedes, a menos que permanezcan en unión conmigo. Yo soy la vid, ustedes son los sarmientos. El que permanece en unión conmigo, y yo en unión con él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí ustedes no pueden hacer nada. Si alguien no permanece en unión conmigo, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y a esos sarmientos los recogen y los arrojan al fuego y se queman.”—Juan 15:4-6.

      15. (a) Si los apóstoles no se hubieran apegado a él, ¿para qué no los habría nombrado Jesús en asociación consigo? (b) ¿Por qué no podía el resto salir en apoyo de la Liga de las Naciones y permanecer en unión con “la vid verdadera”?

      15 Jesucristo no asignaría a estos “sarmientos” un reino en asociación con él en el cielo a menos que ellos se apegaran a él aunque por ello experimentaran penalidades. (Luc. 22:28-30) Para retener su ungimiento con el espíritu del Señor Soberano Jehová, tienen que permanecer en unión con Cristo, la cepa de la “vid.” Si no hicieran eso, el lugar que tienen en perspectiva en el reino celestial les sería quitado. (Rev. 3:5, 11) Por consiguiente, cuando los Tiempos de los Gentiles terminaron en 1914 y se reveló que se había hecho que el reino mesiánico naciera en los cielos, ¿qué estaba obligado a hacer el resto de “sarmientos” ungidos? ¡Aclamar lealmente al glorificado Jesucristo como Rey Mesiánico a quien Dios había entronizado! Para permanecer en unión con él, jamás podrían renunciar a él y ponerse de parte de un sustituto de hechura humana para el reino que correctamente debería gobernar sobre toda la Tierra, un sustituto tal como el de la Liga de las Naciones. Puesto que ellos permanecieron en unión con él, él no rompió la unión con ellos.

      LA “GRANDE MUCHEDUMBRE” DE REVELACIÓN 7:9-17

      16. (a) ¿Cómo afectó la II Guerra Mundial la relación de la “grande muchedumbre” con el resto de los “sarmientos” de la vid? (b) ¿Con quiénes se alineó la “grande muchedumbre” con relación a las Naciones Unidas, y por qué?

      16 Durante los últimos cuatro años de la vida de la Liga de las Naciones como organización para el mantenimiento de la paz empezó a formarse la predicha “grande muchedumbre” de hombres y mujeres a quienes alegró el fruto del Reino que presentaban los sarmientos de “la vid verdadera.” Las crueles penalidades y pruebas que se les impusieron durante la II Guerra Mundial debido a que se asociaron con el resto ungido no los obligaron a desasociarse de los que fructificaban con el “fruto” del Reino. Sabían que, para ser leales al Rey entronizado que es “la vid verdadera,” tenían que ser leales a sus “sarmientos,” sus hermanos espirituales. (Mat. 25:31-40) Junto con los “hermanos” de Cristo, rehusaron aceptar la organización para la paz y seguridad mundial que había sido revivificada en la forma de la Organización de las Naciones Unidas. En vez de abogar por este sustituto revivificado que se ofrecía en vez del reino mesiánico de Jehová siguieron predicando junto con el resto de herederos del Reino como testigos de Jehová.

      17. (a) En cuanto a morar bajo una “vid” de manera figurada, ¿bajo qué “vid” prefiere morar en la Tierra la “grande muchedumbre”? (b) ¿Bajo qué “vid” habían estado morando antes?

      17 Cuando se trata del asunto de morar en seguridad en la Tierra bajo la propia vid y la propia higuera de uno en sentido figurado, ¿qué prefiere la “grande muchedumbre”? Ellos prefieren morar bajo “la vid verdadera” y sus “sarmientos” porque éstos representan el reino de Jehová por Cristo. (Miq. 4:1-4) Antes de aprender las buenas nuevas del reino recién nacido de Jehová bajo la dirección de Jesucristo “la vid verdadera,” solían morar bajo otra vid... “la vid de la tierra.” (Rev. 14:19) ¿Qué clase de “vid” es ésa? Es la organización política que se extiende por toda la Tierra, y por medio de la cual los gobernantes humanos, en desafío, tratan de mantenerse en la dominación mundial, compitiendo así con el reino mesiánico de Jehová.

      18. ¿Por qué han instado los “sarmientos” de la “vid verdadera” a los de la “grande muchedumbre” a salir de debajo de la “vid de la tierra”?

      18 Los “sarmientos” fructíferos de la “vid” que Jehová ha plantado han instado a los de la “grande muchedumbre” a salir de debajo de “la vid de la tierra.” Ya no deben participar de las uvas y el vino venenosos y mortíferos de esa vid. ¿Por qué? Porque esa “vid” está condenada a la destrucción, como se predijo en Revelación 14:18-20:

      “Todavía otro ángel salió del altar y tenía autoridad sobre el fuego. Y clamó con voz fuerte al que tenía la hoz aguda, diciendo: ‘Pon dentro tu hoz aguda y vendimia los racimos de la vid de la tierra, porque sus uvas se han madurado.’ Y el ángel metió su hoz en la tierra y vendimió la vid de la tierra, y la arrojó al gran lagar de la cólera de Dios. Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y salió sangre del lagar hasta la altura de los frenos de los caballos, por una distancia de mil seiscientos estadios.”

      Aquí tenemos el caso de una vid simbólica contra otra, porque el glorificado Jesucristo, quien es “la vid verdadera,” aplasta a la vid enemiga, “la vid de la tierra.” Los “caballos” que se usan para pisar el profundo lagar de más de 320 kilómetros de largo son las monturas de guerra de Jesucristo y sus ejércitos angelicales.—Rev. 19:11-15.

      19. (a) ¿Por qué no hay “lagar” de la cólera de Dios a la espera de su “viña” espiritual? (b) ¿Por qué le sería dañino a la “grande muchedumbre” el introducir cosas como “zarzas y malas hierbas” en esa viña?

      19 El “lagar” de la “cólera” de Dios está reservado para la anticristiana “vid de la tierra.” Por otra parte, desde que Dios restauró a su favor al resto de los israelitas espirituales en el año posbélico de 1919 no hay “furia” por parte de él contra esta “viña” simbólica o espiritual. Él ha vigilado esta “viña” del Israel espiritual para hacerla productiva para gloria de él. No hay lugar apropiado en ella para cosas que se asemejen a zarzas y malas hierbas que estorben y perjudiquen lo fructífero de esta “viña.” (Luc. 6:44) Por lo tanto, la “grande muchedumbre” que ahora se asocia con la “viña” de Jehová no debe desear introducir cosas impropias como zarzas y malas hierbas en la fructífera “viña.” Esto resultaría dañino para la “grande muchedumbre,” porque Jehová, en su propósito incambiable de hacer que su “viña” espiritual sea plenamente productiva, guerrearía contra tales “zarzas y malas hierbas.” Las pisaría para aplastarlas y entonces las quemaría como con fuego.—Isa. 27:4.

      20. ¿Qué clase de relación con Jehová debe buscar la “grande muchedumbre,” y en el cantar de qué canción a su “viña” deben unirse?

      20 Ahora es cuando la “grande muchedumbre” debe hacer la paz con Jehová y asirse de su “plaza fuerte” o reserva de fortaleza para recibir poder que les permita hacer lo que le agrada a él. Es oportuno que tengan presentes las palabras de la canción que ahora se le está cantando a su “viña” del Israel espiritual: “En aquel día cántenle a ella: ‘¡Una viña de vino espumoso! Yo, Jehová, estoy salvaguardándola. Cada momento la regaré. Para que nadie dirija su atención contra ella, la salvaguardaré aun de noche y de día. No hay furia que tenga yo. ¿Quién me dará zarzas y malas hierbas en la batalla? Ciertamente pisaré las tales. Ciertamente prenderé fuego a las tales a la vez. De otro modo que le eche mano a mi plaza fuerte, que haga paz conmigo; paz haga conmigo.’ En los días venideros Jacob se arraigará, Israel echará flores y realmente brotará; y simplemente llenarán la superficie de la tierra productiva de producto.”—Isa. 27:2-6.

      21. (a) ¿Hasta qué grado debe mostrar fructuosidad el resto del Jacob, o Israel, espiritual? (b) ¿Qué muestra que Jehová les ha hecho productivo el terreno?

      21 Ahora es el “día” en el cual el resto del Jacob o Israel espiritual debe mostrarse fructífero por medio de llenar la faz de la tierra con producción sostenedora de la vida. Jehová ha hecho que el terreno sea productivo alrededor del mundo, porque centenares de miles de personas han respondido al testimonio del Reino que ha dado el resto y han brotado en más de 200 países y llegado a formar una “grande muchedumbre” que aclama a Jehová como Soberano Universal y a Jesucristo como aquel que ahora está autorizado para regir como rey sobre toda la Tierra.—Rev. 7:9-17.

      22. ¿Cómo se ha visto que lo fructífero del resto de los “sarmientos” de la “vid verdadera” ha tenido efectos con relación a Dios, y de qué manera se ve lo mismo respecto a lo fructífero de la “grande muchedumbre”?

      22 La fructificación por parte de los “sarmientos” de la “vid verdadera” ciertamente ha estado glorificando a Jehová Dios, el Cultivador. Como resultado de las labores cristianas de éstos la “grande muchedumbre” da gloria a este Dios que plantó y cultivó tan magnífica cosa como esta “vid” real y sus sarmientos. Aprendiendo una lección de la “vid” fructífera y sus “sarmientos,” los de la “grande muchedumbre” también evitan toda infructuosidad y se esfuerzan por ser fructíferos en el cultivo de todas las cualidades de la personalidad piadosa y en expresarlas y desplegarlas activamente para la gloria de Jehová.

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