BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Oficiales nombrados en la organización teocrática
    La Atalaya 1972 | 1 de marzo
    • “hombre de mayor edad,” y un “hombre de mayor edad” tiene que cumplir los deberes de un superintendente. Pablo mostró esto en Mileto.

      7. ¿A quiénes mandó llamar Pablo a Mileto desde Éfeso, y qué les dijo que hicieran?

      7 Leemos: “Desde Mileto envió a Éfeso y mandó llamar a los hombres de mayor edad de la congregación. Cuando llegaron a él les dijo: ‘ . . . Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes [epískopoi, griego], para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del Hijo suyo.’”—Hech. 20:17-28.

      8. ¿Cómo habían sido hechos “hombres de mayor edad” los visitantes de Pablo, qué servicio estaban obligados a rendir, y a quiénes eran primariamente responsables?

      8 Según esas palabras, aquellos “hombres de mayor edad” habían sido colocados en su puesto, no por medio de alguna elección o votación democrática, sino por nombramiento del espíritu santo de Dios actuando por medio del cuerpo gobernante visible que estaba sobre todas las congregaciones. Al ser así nombrados para ser “hombres de mayor edad” (presbíteros, ancianos) ellos eran simultáneamente nombrados para ser “superintendentes,” y el deber de superintendente los obligaba a actuar como pastores del rebaño, la congregación de Dios. Primariamente tenían que rendirle cuentas, no al cuerpo gobernante, sino al Gran Superintendente, Jehová Dios. (1 Ped. 2:25; Isa. 53:6) Las palabras de Pablo a los “hombres de mayor edad” de Éfeso concuerdan con las del apóstol Pedro, cuando les dijo a los “hombres de mayor edad entre ustedes” que pastorearan el rebaño de Dios.—1 Ped. 5:1, 2.

      SUPERINTENDENTES Y SIERVOS MINISTERIALES

      9. (a) Con relación a ocupar el lugar dejado vacío por el infiel Judas, ¿cómo se indica que los apóstoles eran “superintendentes”? (b) ¿Con cuántos “superintendentes” comenzó la congregación de Jerusalén en el Pentecostés de 33 E.C.?

      9 El apóstol Pedro y los otros once apóstoles no eran solo “hombres de mayor edad,” sino también “superintendentes.” Esto se hizo manifiesto cuando Pedro recomendó a la congregación de Jerusalén llenar el lugar que había sido dejado vacío por el apóstol infiel Judas. Pedro citó el Salmo 109:8 como lo que exigía esto, al decir: “Está escrito en el libro de los Salmos: . . . ‘Su puesto de superintendencia tómelo otro.’” (Hech. 1:20) La palabra hebrea para “puesto de superintendencia” fue vertida en la Versión de los Setenta griega por la palabra episkopé, que se refiere al puesto de un superintendente (epískopos, griego). Lógicamente, pues, el puesto de un apóstol era el puesto de un superintendente, y los apóstoles eran superintendentes nombrados por Jesucristo. Por esta razón, en el día del Pentecostés de 33 E.C., la congregación de Jerusalén de unos ciento veinte miembros comenzó con doce superintendentes. (Hechos 1:15 a 2:43) Desde entonces en adelante a medida que se nombraban “hombres de mayor edad” para ayudar a atender a la congregación que iba creciendo, hubo más de doce superintendentes sirviendo en ella.

      10. (a) Cuando Pablo envió palabra de Mileto a Éfeso, ¿cómo se desempeñaba la superintendencia de la congregación efesia? (b) Según Filipenses 1:1, ¿cómo estaba siendo servida la congregación de Filipos?

      10 Unos veintitrés años después de aquel Pentecostés, cuando Pablo se dirigía a Jerusalén y se detuvo en Mileto, la congregación de la cercana Éfeso tenía varios superintendentes, porque todos los “hombres de mayor edad” a quienes él llamó para que lo vieran eran superintendentes. (Hech. 20:17-28) Cuatro o cinco años más tarde la congregación de Filipos en Macedonia tenía varios superintendentes así como varios siervos ministeriales que servían de auxiliares a los superintendentes. Es por eso que Pablo, al escribir desde Roma, abrió su carta a la congregación de aquella ciudad diciendo: “Pablo y Timoteo, esclavos de Cristo Jesús, a todos los santos en unión con Cristo Jesús que están en Filipos, juntamente con los superintendentes [epískopoi] y siervos ministeriales [diákonoi, griego].”—Fili. 1:1.

      11. A juzgar por la congregación de Filipos, ¿qué había a modo de personal en todas las otras congregaciones que tenían suficientes hombres, en contraste con el sistema de “obispos” que se desarrolló más tarde?

      11 De esto sin lugar a error se desprende que la congregación filipense tenía más de un superintendente así como más de un siervo ministerial (diákonos). Esto sin duda era verdad de todas las otras congregaciones cristianas del primer siglo que tenían suficientes hombres competentes como para suministrar superintendentes y siervos ministeriales para sus necesidades. Fue algo que se desarrolló más tarde, después de la muerte de los doce apóstoles, el que hubiera un solo superintendente sobre una congregación o sobre varias congregaciones en cierta zona.a

      “GRUPO DE HOMBRES DE MAYOR EDAD” (“PRESBYTERION”)

      12. Según 1 Timoteo 4:14, ¿qué componía el grupo de “hombres de mayor edad” de congregación, y qué comparación existía entre unos y otros en cuanto a posición?

      12 El grupo de superintendentes de congregación componía un cuerpo o “grupo de hombres de mayor edad,” o “presbiterio” (Valera; Moderna), o “ancianos como grupo” (New English Bible), como el que menciona el apóstol Pablo en 1 Timoteo 4:14. (Compare con Lucas 22:66; Hechos 22:5 en cuanto a “la asamblea de los hombres de mayor edad.”) Los miembros de tal “grupo [o asamblea] de hombres de mayor edad” eran todos iguales, en la misma posición oficial, y ninguno de ellos era el más importante, el más prominente, el más poderoso miembro de la congregación. Cada miembro gustosamente tomaba su parte de la responsabilidad de superentender y pastorear a la entera congregación.

      13. Según 1 Timoteo 3:1, ¿qué estaba aspirando a ser y hacer el hombre deseoso?

      13 De acuerdo con esto, ¿qué quiso decir el apóstol Pablo por lo que escribió en 1 Timoteo 3:1? Allí le dijo a Timoteo: “Si algún hombre está haciendo esfuerzos por obtener un puesto de superintendente [episkopé, griego], está deseoso de una obra excelente.” Él no quiso decir que ese cristiano deseoso está haciendo esfuerzos por llegar a ser la persona más importante, responsable, prominente y poderosa de la congregación como su único superintendente, algo como un “obispo” en la cristiandad, quien reina sobre una zona (una diócesis) que contiene varias congregaciones. (1 Tim. 3:1, Valera; Moderna; Hispanoamericana; Torres Amat; Nácar-Colunga) No, más bien este hombre deseoso solo quiere compartir con otros superintendentes de la congregación los deberes de vigilar la condición espiritual de la congregación, alimentándola espiritualmente, guiándola en la adoración de Jehová. Se esfuerza por alcanzar los requisitos para la superintendencia que da el apóstol Pablo en los versículos sucesivos, en 1 Timoteo 3:2-7, y que corresponden con los requisitos que se dan en Tito 1:6-9. Esos requisitos prueban que él está “deseoso de una obra excelente.”

      14. (a) ¿Qué se necesitaba para mantener el orden de las reuniones del “grupo de hombres de mayor edad,” y de qué manera se suministraba lo necesitado? (b) ¿Por cuánto tiempo se continuaba siendo miembro de este “grupo de hombres de mayor edad,” y por qué era así?

      14 Por supuesto, en tal presbiterio de la congregación o “grupo [asamblea] de hombres de mayor edad” tendría que haber un presidente, para dirigir el orden de las reuniones del “grupo de hombres de mayor edad.” En las Escrituras no se muestra precisamente cómo se nombraba presidente a un miembro. No sería una presidencia permanente, sino que probablemente era temporaria, por cierto período de tiempo, y se pasaba por turnos entre todos los miembros coiguales del “cuerpo de ancianos.” Cuando un anciano llegaba al fin de su presidencia y la cedía al siguiente en orden, no dejaba de ser un “hombre de mayor edad” o un “superintendente.” Todavía seguía siendo miembro del “grupo de hombres de mayor edad.” Puesto que los miembros no eran colocados en su puesto por elecciones regulares de tipo democrático de parte de la congregación, su nombramiento teocrático por el cuerpo gobernante continuaba indefinidamente por tanto tiempo como fuera fiel en el puesto.

      15. (a) ¿Por qué no había superintendentes auxiliares o ancianos auxiliares en las congregaciones? (b) Básicamente, ¿qué quiere decir la palabra griega diákonos, y qué grado de amplitud tiene su aplicación?

      15 No había superintendente auxiliar o anciano auxiliar. Un hombre nombrado era superintendente o no lo era. Los que auxiliaban a los superintendentes por medio de atender asuntos de congregación que no eran de tipo específicamente espiritual eran nombrados “siervos ministeriales” (diákonoi, griego). Los requisitos para estos “siervos ministeriales” los da el apóstol Pablo en 1 Timoteo 3:8-10, 12, 13. El nombre “diácono” es simplemente la forma españolizada o transliteración del nombre griego diákonos, que ordinariamente significa “ministro” en el sentido de siervo. Así, la palabra “ministro” (diákonos) puede tener un significado muy amplio, general. Por eso, cuando el apóstol Pablo dice que somos “ministros de un nuevo pacto,” o “ministros de Dios” o “ministros de Cristo,” él no quiere decir que él y sus colaboradores eran “siervos ministeriales” de una congregación, que auxiliaban a los “hombres de mayor edad” o “superintendentes.” (2 Cor. 3:6; 6:4; 11:23) Sin embargo, aquellos oficiales auxiliares podían ser “ministros” de aquella mayor responsabilidad al servir a Dios y Cristo y la Palabra de Dios.—Hech. 6:4.

      16. ¿Qué obra pública tenían que hacer los cristianos del primer siglo, y hasta qué grado la lograron junto con sus ancianos, superintendentes, y siervos ministeriales?

      16 Las circunstancias no permiten ahora más consideración de la organización teocrática de la congregación cristiana de los tiempos apostólicos en el primer siglo de la era común. Entre otras cosas, la congregación cristiana de aquel entonces tenía una gran obra pública que hacer. ¿Cuál era ésa? Llevar a cabo las palabras de Jesús: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones”; y también: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado.” (Mat. 24:14; 28:19, 20) Esto lo hicieron con la ayuda, guía y acaudillamiento de sus “hombres de mayor edad” (presbíteros, ancianos), superintendentes y siervos ministeriales. Aun antes de la destrucción de Jerusalén en el año 70 E.C. las “buenas nuevas del reino” estaban siendo predicadas dentro y fuera del Imperio Romano, y el apóstol Pablo pudo escribir desde su alojamiento de prisionero en Roma: “Esas buenas nuevas que ustedes oyeron, y que se predicaron en toda la creación que está bajo el cielo.” (Col. 1:2, 23) La organización teocrática de entonces favoreció esta hazaña. Es un ejemplo para nosotros hoy día.

      LA ORGANIZACIÓN TEOCRÁTICA EN EL SIGLO VEINTE

      17. Según la Watch Tower de 1884, ¿qué se le llamó al reino celestial de los santos de Dios, pero con qué como base se conducía la organización visible terrestre de estos santos?

      17 Los mandatos del Señor Jesucristo según se citan en el párrafo anterior todavía aplican hoy día, especialmente desde que Jehová Dios estableció el reino de su Mesías, Jesús, al fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 E.C. Por lo tanto estamos interesados en ver cómo la organización de los cristianos dedicados y bautizados que están cumpliendo esos mandatos armoniza con el modelo apostólico del primer siglo. En el número de Zion’s Watch Tower de agosto de 1884, página 7, decía: “El reino de los santos, al contrario, es una Teocracia que gobernará al mundo (durante el período de su imperfección y restauración) sin importar que consientan o aprueben o no.” No obstante, en cuanto a la organización de los santos en la Tierra, esta organización visible, terrestre, se conducía en gran medida con la congregación como base para estos seguidores dedicados y bautizados de Jesucristo. Sus congregaciones individuales tenían sus ancianos y diáconos, elegidos por lo menos anualmente por votación popular o democrática de parte de los dedicados y bautizados. Este procedimiento se seguía según el entendimiento que entonces se tenía de Hechos 14:23.b

      18. ¿Con la selección de qué oficiales de las congregaciones trató el artículo de 1895 “Decentemente y en orden,” y con quiénes ponía en igualdad a aquellos oficiales este artículo?

      18 Por ejemplo, en el número de Zion’s Watch Tower del 15 de noviembre de 1895 se publicó el artículo principal intitulado “Decentemente y en orden,” con referencia a 1 Corintios 14:40. Este artículo consideró el asunto de los oficiales de las congregaciones de cristianos dedicados y bautizados bajo encabezamientos como “Orden en la iglesia primitiva,” “Hoy se necesita orden,” “Encomiado el consejo apostólico,” “La ocasión en que se seleccionan ancianos,” “Los requisitos para los ancianos,” y los párrafos de apertura bajo este último citaban 1 Timoteo 3:1-7 según The Emphatic Diaglott New Testament, y decían: “Si un hombre desea un puesto [servicio] de superintendente, desea buena obra. [Cualquier servicio que podamos rendir al cuerpo de Cristo es un servicio bendito.] Un superintendente, pues, debe ser irreprensible,” y así por el estilo. Queda claro, entonces, que el artículo ponía en igualdad a los “ancianos” y los “superintendentes.”—Vea también Zion’s Watch Tower del 15 de enero de 1896, página 24, presentando “RESPUESTA:—El artículo ‘Decentemente y en orden’.”

      19. (a) ¿Cómo se le puso fin a este método de elegir ancianos y diáconos el 5 de octubre de 1932? (b) Hasta aquel tiempo, ¿qué obra había logrado la congregación, abrazando también qué nombre?

      19 El colocar a los ancianos (superintendentes) y diáconos en su puesto por el método de elecciones en las congregaciones continuó hasta el 5 de octubre de 1932, cuando la congregación de la ciudad de Nueva York por resolución pidió que el cuerpo gobernante nombrara para ella un “director de servicio” como oficial que habría de tener un comité de auxiliares que serían seleccionados por el voto de la mayoría de la congregación. Este ejemplo fue seguido por las congregaciones por toda la Tierra. (Vea The Watchtower del 15 de octubre de 1932, página 319, bajo “Resolución.”) No obstante, hasta aquel tiempo las congregaciones habían efectuado una impresionante campaña para anunciar el nombre de Jehová y dar publicidad a Su establecido reino de los cielos. Además, la parte principal de la “siega,” el recogimiento del resto de los herederos del Reino, comparados a trigo, se logró. También, el 26 de julio de 1931 las congregaciones de estos herederos del reino de Dios comenzaron a abrazar el nombre “testigos de Jehová.” (Isa. 43:10-12)—Vea Mateo 13:24-30, 37-43.

      20. (a) ¿Cómo se puso fin en 1938 a aquel arreglo alterado? (b) ¿Qué relación existe entre el Departamento de Servicio y el cuerpo gobernante?

      20 Este arreglo alterado para las congregaciones de los testigos de Jehová continuó en adelante desde octubre de 1932 hasta 1938. En este último año los números del 1 y 15 de junio de The Watchtower publicaron las dos partes del artículo “Organización” sobre lo que se presentó como organización teocrática de las congregaciones. Después de eso todos los oficiales de la congregación eran nombrados por el cuerpo gobernante en la oficina central. El cuerpo gobernante no es el Departamento de Servicio de la Sociedad Watch Tower, puesto que el cuerpo gobernante tiene intereses más amplios que solo la proclamación del Reino por proclamadores en el campo. Pero el cuerpo gobernante usa al Departamento de Servicio y otras agencias para dirigir la obra en el campo.

      21. (a) Hoy, ¿quién actúa como presidente de la congregación, y qué deberes tiene? (b) Cuando la presidencia pasa a otro miembro del presbiterio, ¿qué le sucede al que anteriormente la ocupaba?

      21 Hoy en las congregaciones de los testigos de Jehová hay en general un siervo de congregación. Él actúa como presidente de la congregación y específicamente dirige la predicación y enseñanza en el campo ministerial por los miembros de la congregación. Según la presentación bíblica de los asuntos él es tanto un “hombre de mayor edad” o “anciano” como, por ser tal, un superintendente. Cuando, con el transcurso del tiempo, la presidencia que él ha ocupado se pase por turno a otro miembro del presbiterio o “cuerpo de hombres de mayor edad,” él todavía sigue siendo miembro de ese presbiterio y se le asignan deberes apropiados.

      22. ¿Cuáles son los deberes y la posición del siervo auxiliar de congregación y el siervo de estudios bíblicos, y de quiénes ha estado compuesto el comité judicial de congregación?

      22 También hay un siervo auxiliar de congregación, uno capacitado para servir como presidente en cualquier tiempo que el siervo de congregación no pueda hacerlo. Según los requisitos bíblicos, él no es un superintendente auxiliar, sino que es un superintendente y “hombre de mayor edad.” Porque está llevándose a cabo una tremenda obra de enseñanza por medio de conducir estudios bíblicos privados en los hogares de personas que muestran interés, las congregaciones también tienen un siervo de estudios bíblicos nombrado. Puesto que la Biblia exige de los superintendentes que estén ‘capacitados para enseñar’ y que ‘se adhieran firmemente a la fiel palabra en lo que toca a su arte de enseñar,’ este siervo de estudios bíblicos tiene que ser también un superintendente y “hombre de mayor edad.” (1 Tim. 3:1, 2; Tito 1:5-9) Estos tres siervos han sido usados como comité judicial para encargarse de asuntos de importancia espiritual seria.

      23. ¿Qué otros individuos de la congregación tienen rango de “hombres de mayor edad” y “superintendentes,” y por qué?

      23 Entonces hay el siervo del Estudio de La Atalaya y el siervo de la Escuela del Ministerio Teocrático. Debido a la naturaleza de sus deberes asignados con relación a la enseñanza y predicación, éstos también deben ser “hombres de mayor edad” y superintendentes ‘capacitados para enseñar.’

      24. ¿Qué otros departamentos hay en la congregación del día actual, y qué rango tienen bíblicamente los que sirven en esos departamentos?

      24 Hoy debido a la producción tremenda de ayudas para el estudio de la Biblia y la demanda extensa de estas publicaciones impresas, hay el departamento de revistas y territorio y el de literatura. También, hay que llevar las cuentas financieras de las congregaciones con relación a las contribuciones que se reciben y los gastos en que se incurre. Pero puesto que estos asuntos no tienen que ver con los intereses puramente espirituales de la congregación la obra del siervo de revistas y territorio, del siervo de literatura y del siervo de cuentas correspondería con la obra asignada en tiempos apostólicos a los “siervos ministeriales” (diákonoi) nombrados.

      25. ¿Quiénes sirven de “Superintendentes Viajeros,” y en qué rango o categoría están bíblicamente?

      25 Hoy hay también personas llamadas “Superintendentes Viajeros” que se mueven de congregación a congregación en circuitos y en distritos. Éstos están nombrados como “Siervos de Circuito” y “Siervos de Distrito.” Éstos también tienen que ser considerados “hombres de mayor edad” o “ancianos,” debido a los requisitos de sus deberes asignados.

      26. (a) Bajo esas designaciones específicas, ¿los servicios de quiénes se están efectuando? Pero, ¿hay así una clase clerical con título? (b) Así, ¿qué obra se está efectuando, bendiciendo Jehová los esfuerzos de sus testigos por lograr qué?

      26 Así hoy, bajo estas designaciones específicas, los servicios de “hombres de mayor edad” (o ancianos), superintendentes y siervos ministeriales se están efectuando. Estos oficiales no son una clase clerical con título. Pero con el beneficio de su superintendencia, pastoreo, acaudillamiento y ayuda los miembros generales de la congregación ahora adoran a Jehová Dios en paz y unidad y efectúan la obra de hacer discípulos y predicar las buenas nuevas del reino de salvación de Dios por todo el mundo antes que les llegue el fin a las democracias y el comunismo político y todo el resto de este sistema de cosas. Jehová bendice y prospera grandemente los esfuerzos que sus testigos cristianos hacen por ser teocráticos en organización y adoración y actividad. A Él, el poderoso Teócrata, sea la gloria y alabanza para siempre por medio de Jesucristo nuestro Señor.—1 Ped. 5:10, 11.

  • Un “cuerpo de ancianos” con presidencia por turno
    La Atalaya 1972 | 1 de marzo
    • Un “cuerpo de ancianos” con presidencia por turno

      En el discurso de conclusión que se pronunció en cada Asamblea de Distrito “Nombre Divino” de los Testigos de Jehová se dijo mucho acerca de “ancianos,” explayándose en lo impreso en los anteriores artículos de estudio. Esta información se recibió con entusiasmo, y se publica aquí para provecho de todos nuestros lectores:

      USTED recordará que en el discurso “La organización teocrática en medio de las democracias y el comunismo” se declaró que el siervo de congregación actúa como presidente de la congregación. A menudo nos referimos a él como el ministro presidente. Según la presentación bíblica que escuchamos, el siervo de congregación es tanto “hombre de mayor edad,” o anciano, como superintendente. También se hizo esta declaración: “Cuando, con el transcurso del tiempo, la presidencia que él ha ocupado se pase por turno a otro miembro del presbiterio o ‘cuerpo de hombres de mayor edad,’ él todavía sigue siendo miembro de ese presbiterio y se le asignan deberes apropiados.”—Página 150, párrafo 21.

      Ahora algunos de los hermanos preguntan: ¿Qué quiere decir este pasar por turno? y ¿debería esto estar aconteciendo en la actualidad?

      Se nos hizo notar que, según la Biblia, las congregaciones pueden tener varios hombres de mayor edad, todos los cuales son superintendentes. El apóstol Pablo se refiere a un “grupo de hombres de mayor edad [griego, presbyterion].” En 1 Timoteo 4:14 leemos: “No estés descuidando el don que hay en ti, que te fue dado por medio de una predicción y cuando el grupo de hombres de mayor edad [o, ancianos] te impuso las manos.” Aquí había un “grupo de hombres de mayor edad” que tenían responsabilidad. Y a Tito, Pablo le dijo, según se registró en el primer capítulo de Tito 1:5, el versículo quinto: “Por esta razón te dejé en Creta, para que corrigieras las cosas defectuosas e hicieras nombramientos de hombres de mayor edad en ciudad tras ciudad, como te di órdenes.” Según la nota al pie de la página de la New World Translation, edición de 1971, Tito habría de ‘nombrar ancianos.’ Estos hombres fueron nombrados para ser ancianos y superintendentes en la congregación. Ninguno de ellos estaba esforzándose para alcanzar el puesto más importante, responsable, prominente y poderoso en la congregación, ni quería nadie ser esa clase de persona. (1 Tim. 3:1) Todos eran un solo cuerpo o grupo de pastores deseosos de atender a las ovejas, y todos trabajaban y cooperaban juntos como cuerpo o grupo de ancianos.—Hech. 20:17, 28.

      Por supuesto, tendría que haber un presidente de este “cuerpo de ancianos” al atender la obra de pastoreo que tenía que hacerse en la congregación. Muy probablemente, en aquellos días primitivos de la congregación cristiana, la presidencia pasaba por turno entre los ancianos.

      ALTERNACIÓN ANUAL

      Ahora bien, la pregunta que los hermanos se están haciendo es: ¿Cómo va a funcionar eso hoy día? Parecería bueno que el cambio de puestos por turno de ancianos aconteciera anualmente. ¿Quiere decir eso que el siervo de congregación va a ser cambiado cada año? ¡Sí! Todavía será un anciano nombrado, todavía será uno de los superintendentes, pero otro anciano de la congregación llegará a ser ahora el siervo de congregación, o el presidente del “grupo de hombres de mayor edad.” Eso no hace que el nuevo presidente sea el anciano más importante; sencillamente significa que él estará atendiendo más responsabilidades por algún tiempo.

      La información que recibimos el viernes por la tarde de la Asamblea de Distrito señaló que pudiera haber cinco hombres diferentes ocupando cinco puestos claves en la congregación, a saber, el siervo de congregación, el siervo auxiliar de congregación, el siervo de estudios bíblicos, el siervo del estudio de La Atalaya y el siervo de la Escuela del Ministerio Teocrático. Todos éstos deben ser “hombres de mayor edad” de la congregación si la congregación tiene ese número de ancianos, y compondrían un “cuerpo de ancianos.” Si cambiaran de puestos por turno, entonces cada año habría un nuevo presidente. Bajo el arreglo de alternación o cambio de puestos por turno, el que estuviera sirviendo de presidente, el siervo de congregación, saldría de su puesto y lógicamente el que estuviera sirviendo de siervo auxiliar de congregación entraría a servir como presidente, o siervo de congregación, por el término del año siguiente.

      Parece bien, en armonía con lo que se dijo en el discurso sobre “La organización teocrática,” que, comenzando el 1 de octubre de 1972, pongamos en funcionamiento el método de alternación. Si ésa es la voluntad de Jehová, entonces [este año], el 1 de octubre de 1972, el que sirve de siervo auxiliar de congregación, donde sea dable, pasará a ocupar el puesto del siervo de congregación y todos los otros hombres de mayor edad o ancianos de la congregación cambiarán de puesto. Lógicamente, el siervo de estudios bíblicos llegará a ser el siervo auxiliar de congregación, el siervo del estudio de La Atalaya llegará a ser el siervo de estudios bíblicos y el siervo de la Escuela del Ministerio Teocrático llegará a ser el siervo del estudio de La Atalaya. El anterior siervo de congregación, siendo todavía uno del “cuerpo de ancianos” y todavía estando asignado a pastorear el rebaño de Dios, llenará (si solo hay cinco ancianos) el puesto vacante restante de los superintendentes, que será el puesto de siervo de la Escuela del Ministerio Teocrático. De modo que tendrá ese privilegio de servicio para el año siguiente como parte de su responsabilidad en el pastoreo del rebaño de Dios. Continuará siendo, junto con todo el “cuerpo de ancianos,” uno de los superintendentes. Pero el presidente del “cuerpo de ancianos” será el nuevo siervo de congregación y él se encargará de la supervisión general de la obra. Si hay cinco diferentes ancianos llenando estos cinco diferentes puestos nombrados, entonces todos ellos se moverán, cada uno a un puesto diferente cada año.

      Pudiera hacerse la pregunta: ¿Qué hay si algún anciano no desea ocupar el puesto de presidente o, por alguna razón, no puede hacerlo? Entonces le tocaría al “cuerpo de ancianos” hacer la recomendación de que se le permita ser pasado por alto y quizás el siguiente en la línea de alternación serviría de presidente. En esas circunstancias el siervo de estudios bíblicos pudiera entrar en el puesto de siervo de congregación para el año entrante y ser el presidente en presidencia. Pero debería haber un cambio en todos los puestos a menos que sea pequeña la congregación y haya un solo anciano. Esto pudiera suceder en congregaciones recién formadas. Tenemos que recordar que todos los hombres de mayor edad que han sido nombrados ancianos y superintendentes por el cuerpo gobernante en la central asumen un puesto de responsabilidad. Por lo tanto cada uno debería estar dispuesto a cambiar de puesto en su turno y ser el presidente por un año y asumir el puesto de ministro presidente. También, todo anciano que sea pasado por alto porque así lo haya pedido no serviría otro año en el puesto que tuviera entonces, sino que sería cambiado a otro puesto aceptable de responsabilidad.

      Es verdad que algunas congregaciones no tienen suficientes ancianos o superintendentes capacitados, y puede que haya algunos hermanos que estén ocupando dos puestos ahora. En esos casos, el “cuerpo de ancianos” tendrá que hacer una recomendación al cuerpo gobernante en cuanto a quién o quiénes podrían llenar dos puestos en el siguiente turno cuando haya un nuevo presidente, o ministro presidente, del “cuerpo de ancianos.”

      SATISFACIENDO LOS REQUISITOS PARA SER ANCIANO

      ¿Qué hay si la congregación no tiene cinco hermanos que satisfagan los requisitos para ser ancianos y los hermanos que satisfacen los requisitos para ser superintendentes no tienen el tiempo necesario para atender el trabajo que está envuelto en más de un puesto de siervo? ¿Qué pasa entonces? En ese caso pudiera utilizarse a un diákonos o siervo ministerial. Pero el solo hecho de que un siervo ministerial, o diákonos, sea empleado para conducir una Escuela del Ministerio Teocrático no significa que automáticamente, por estar en ese puesto, llega a ser miembro del “cuerpo de ancianos.” Tendría que satisfacer los requisitos antes de ser nombrado para ser anciano. Habiendo sido nombrado para formar parte del “cuerpo de ancianos,” sea que haya cinco ancianos o más en la congregación, tomaría su lugar en el cambio de puestos por turno encargándose de los varios puestos para los cuales el “cuerpo de ancianos” lo recomendaría y para los cuales el cuerpo gobernante muy probablemente lo nombrará.

      Como señaló la conferencia sobre “La organización teocrática,” cuando una persona llega a ser “hombre de mayor edad” o anciano nombrado por el cuerpo gobernante, ese nombramiento sigue en vigencia, no termina después de solo un año. Por supuesto, no continuaría en el puesto de anciano si fuera puesto bajo prueba o fuera expulsado de la congregación. En tal caso perdería esa excelente posición de ser un pastor del rebaño de Dios. Si, debido a enfermedad o alguna otra razón, no pudiera atender el trabajo de un siervo nombrado por cierto período de tiempo, eso no haría que dejara de ser anciano.

      Supongamos que una congregación tuviera seis o hasta siete ancianos. Eso dejaría a dos ancianos sin asignaciones como siervos en los cinco puestos de siervos que alistamos anteriormente. ¿Qué les sucedería al acontecer la transferencia de puestos el 1 de octubre de cada año? Probablemente uno podría encargarse del puesto de siervo de la Escuela del Ministerio Teocrático, y el anterior siervo de congregación ahora sería uno de los dos hombres de mayor edad sin nombramiento a uno de estos cinco puestos de siervos. Pero él todavía sería miembro del “cuerpo de ancianos” y ciertamente estaría interesado en la congregación. Estaría activo en pastorear el rebaño. Con gusto participaría en las reuniones de servicio y sustituiría en cualquier tiempo en cualquier puesto a uno de los otros miembros nombrados oficialmente que estuviera ausente o enfermo.

      Sea que se les nombre al puesto de otro siervo o no, los ancianos de la congregación pueden servir muy bien como conductores de estudios de libro de la congregación en hogares escogidos. Y especialmente cuando no están activos en el puesto de otro siervo esto a menudo será posible. Necesitamos buenos hombres en estos puestos, y, como dice la Biblia, el superintendente tiene que estar “capacitado para enseñar.”—1 Tim. 3:2.

      No obstante, el solo hecho de que una persona sea nombrada conductor de estudio de libro no la hace un anciano. Quizás no satisfaga los requisitos para ser anciano u “hombre de mayor edad.” En muchos casos quizás le sea necesario al “cuerpo de ancianos” usar a aquellos a quienes se hace referencia en las Escrituras como siervos ministeriales para ser conductores de estudios de libro. (1 Tim. 3:8-10, 12, 13) En otras palabras, el siervo ministerial está ayudando a los ancianos en la enseñanza porque no hay suficientes ancianos en la congregación para atender todos estos estudios de libro de congregación.

      Los hermanos nombrados como siervos de revistas y territorio y siervos de literatura y siervos de cuentas deben ser por lo menos siervos ministeriales como se describe en la Biblia. No es necesario que en la congregación haya ancianos nombrados para encargarse de la literatura o revistas, territorio o cuentas. Estos hombres que son siervos ministeriales son auxiliares del “cuerpo de ancianos.”

      ¿Cómo puede uno llegar a ser alguna vez un anciano? Leemos en 1 Timoteo 3:1: “Si algún hombre está haciendo esfuerzos por obtener un puesto de superintendente, está deseoso de una obra excelente.” Ciertamente un joven que fuera nombrado siervo ministerial y estuviera conduciendo un estudio de libro de congregación o atendiendo otro trabajo bosquejado por el presbiterio está esforzándose por obtener una obra excelente. Debe estar deseoso de ser un “hombre de mayor edad” o superintendente, pero hasta ahora quizás no satisfaga todos los requisitos para pastorear el rebaño de Dios. No obstante, cuando satisfaga los requisitos que se dan en 1 Timoteo 3 y Tito 1, puede ser recomendado al cuerpo gobernante para ser nombrado anciano. Le tocará al “cuerpo de ancianos” recomendar a tal persona como anciano y superintendente en la congregación. Como miembro del “cuerpo de ancianos” entonces emprenderá la obra de pastoreo junto con todos los otros miembros del “cuerpo de ancianos,” y servirá como presidente cuando llegue su turno.

      ¿Qué hay de las congregaciones en las cuales la mayoría de los publicadores del Reino sean hermanas? ¿Pueden ellas ser ancianas? No, no podrían ser nombradas ancianas ni siervas ministeriales. Pero el cuerpo gobernante podría solicitar que ciertas hermanas maduras y humildes ayudaran a los hermanos de la congregación o sustituyeran atendiendo al trabajo hasta que un hermano capacitado estuviera disponible.

      ¿Por qué no se requiere que sean ancianos los siervos de cuentas, de literatura y de revistas y territorio? Estos puestos en la congregación envuelven trabajo que en su mayor parte es de naturaleza mecánica o de llevar registros. El “cuerpo de ancianos” tiene que atender el pastoreo del rebaño o el bienestar espiritual de todos los individuos, mientras que los siervos de cuentas, de literatura y de revistas y territorio están atendiendo registros, existencias de literatura y suministros que los hermanos necesitan. Por eso, pues, estos puestos son ocupados por siervos ministeriales o diákonoi. Por supuesto, si hay suficientes hermanos que satisfagan los requisitos de ancianos, no hay objeción a que haya ancianos encargados de estos puestos si sus otros intereses les permiten hacerlo. Pero el simple hecho de que algunos estén haciendo esta obra no significa que sean ancianos.

      ¿No deberían ser ancianos los conductores de estudios de libro porque son maestros? Sería excelente que hubiera un número suficiente de “hombres de mayor edad” en la congregación para encargarse de todos los puestos de estudio de libro. Pero en la mayoría de las congregaciones no ha resultado así. Por lo tanto, ha sido necesario usar siervos ministeriales hasta el tiempo en que el grupo de ancianos sea lo suficientemente grande como para encargarse de estos puestos. Por eso se declaró que, donde haya suficientes ancianos en la congregación, los ancianos deberían ciertamente ser conductores de los estudios de libro de congregación, porque mucho bien se puede hacer al pastorear esta parte del rebaño que les ha sido asignada. El ser superintendente o anciano lleva consigo una muy pesada responsabilidad, como se muestra en Hechos 20:28: “Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del Hijo suyo.” El superintendente debe estar intensamente interesado en el bienestar espiritual de ellos porque, como se señala en el Hech. 20 versículo 29, Pablo también dijo: “Yo sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura.” El superintendente o anciano realmente tiene que ser sólido en la verdad, ayudando a las ovejas y estando dispuesto a aceptar responsabilidad.

      COMITÉ DE SERVICIO O JUDICIAL

      ¿Habrá todavía un comité de tres para atender generalmente algunos problemas o actuar como comité judicial de la congregación? Sí, y este comité judicial continuará estando compuesto del presidente o siervo de congregación, el siervo auxiliar de congregación y el siervo de estudios bíblicos. Sin embargo, a veces uno de éstos puede quedar descalificado debido a relación o algún envolvimiento. Entonces, por supuesto, este comité podría seleccionar a cualquiera de los otros ancianos para componer un comité que oiga un caso. Si por alguna razón un hermano no llena los requisitos para servir en un comité judicial, debe hacerse a un lado y dejar que el “cuerpo de ancianos” seleccione a otro anciano o ancianos para que se sienten y escuchen los hechos del caso. No hay necesidad de que todos los ancianos se sienten para oír el caso, pero los hermanos que ocupan estos tres puestos podrían en la mayoría de los casos ser los que se encargaran de los problemas grandes del año, especialmente cuando se necesite un comité judicial.

      En cuanto a la posesión y operación de algunos Salones del Reino se ha formado una asociación. A veces es una corporación legal. ¿Aplica el arreglo de cambio de puestos por turno a esas asociaciones? No. Lo que estamos considerando aquí envuelve solo puestos en las congregaciones a los cuales los individuos son nombrados por el cuerpo gobernante en la central.

      NOMBRAMIENTOS OFICIALES DE ANCIANOS

      Durante los meses venideros antes del 1 de octubre de 1972, ¿cómo se seleccionará al “cuerpo de ancianos” en cada congregación? El cuerpo gobernante por medio de la Sociedad Watch Tower enviará una carta al comité que ahora atiende la actividad de cada congregación pidiendo que se sienten después que se haya publicado más información en las columnas de La Atalaya y se haya digerido espiritualmente, y con oración consideren quién dentro de su congregación realmente satisface los requisitos de anciano o superintendente. Ellos, por supuesto, leerían cuidadosamente 1 Timoteo 3:2-7, Tito 1:5-9 y 1 Pedro 5:1-5. Los que parezcan satisfacer los requisitos serán comparados con estos requisitos de la Palabra de Dios. Entonces se harán recomendaciones al cuerpo gobernante. No obstante, los tres de este comité pudieran conocer a varios hermanos de la congregación que definitivamente llenan los requisitos como ancianos y quizás quieran que se sienten con ellos al considerar a todos los hermanos de la congregación.

      Entonces, en vez de ser tres los que decidan quiénes llenan los requisitos de ancianos, que cinco, seis, siete u ocho, si hay tantos hermanos de más edad que ya hayan probado con el transcurso de los años que tienen estos requisitos, se sienten y decidan quiénes entre ellos están capacitados bíblicamente para ocupar el puesto de ancianos. En las congregaciones más grandes pudieran recomendar hasta ocho, nueve o diez ancianos porque estos hermanos llenan los requisitos. Al mismo tiempo tal vez quieran decidir quiénes están capacitados para ser siervos ministeriales. Ciertamente no todos los de la congregación van a llenar los requisitos de anciano o de siervo ministerial, porque hay nuevos que están entrando y hay quienes no están logrando buen progreso. El que uno sea anciano no se determina necesariamente por el número de horas que dedique al servicio del campo. De interés vital son sus capacidades espirituales, su amor a Jehová Dios, su interés en sus colaboradores de la congregación, y su habilidad como maestro y como uno que puede reprender y exhortar. Por supuesto, debe ser entusiástico también por la predicación de las buenas nuevas. Pero principalmente debe ser uno que haya de pastorear a los que ya están en el rebaño de Dios, así como conducirlos en el campo.

      Muy probablemente el cuerpo gobernante pedirá (1) la recomendación de la congregación respecto a ancianos, y junto con eso, su recomendación en cuanto a cuál de los recomendados como ancianos debería ocupar el puesto de siervo de congregación o presidente del “cuerpo de ancianos” para el año que empieza el 1 de octubre de 1972, así como quiénes habrían de ocupar los otros puestos claves mencionados, un número de cinco, (2) también, su recomendación de siervos ministeriales, cualesquiera de los cuales pudieran ocupar los puestos de siervos de cuentas, de literatura y de revistas y territorio, como el “cuerpo de ancianos” crea conveniente usarlos. Por supuesto, estos puestos pueden ser ocupados por “hombres de mayor edad” también, pero su obra principal es la de pastores y maestros.

      Después que el cuerpo gobernante reciba las recomendaciones de la congregación, entonces se harán los nombramientos debidos. El cuerpo gobernante efectuará el nombramiento de ancianos de cada congregación, y esta información será enviada por el cuerpo gobernante por medio de las varias oficinas de la Sociedad por todo el mundo.

      ANCIANOS NOMBRADOS PARA VISITAR A LAS CONGREGACIONES

      Entonces, ¿qué hay de los siervos de circuito y de distrito? ¿Habrá cambio de puestos por turno, o alternación, en cuanto a ellos? Sí, la Sociedad espera cambiar a éstos por alternación a nuevas asignaciones cada dos años. A veces puede que siervos de circuito sean hechos siervos de distrito por un período de dos años y entonces, después de haber sido siervos de distrito, puede que sean hechos siervos de circuito, dependiendo de lo que se crea que es lo mejor en el interés de la obra de modo general por todo el país.

      Estos hermanos, por supuesto, llenan los requisitos de ancianos; por eso están en estos puestos. Al visitar a las congregaciones cooperarán plenamente con el “cuerpo de ancianos” de cada congregación y participarán con ellos en sus actividades del campo y en edificar espiritualmente a la entera congregación. Pero después que los siervos sean nombrados durante el año o cambien de puestos por turno el año siguiente, no habrá necesidad de que el siervo de circuito recomiende cambio alguno, a menos que el siervo de circuito junto con todo el “cuerpo de ancianos” vea que hay una emergencia que exige un cambio.

      ¿Tiene un siervo de circuito cuando visita a una congregación más autoridad que los ancianos de la congregación y puede el cambiar las cosas en la congregación, como las horas de las reuniones, el arreglo del salón, o cambiar a los hermanos en los varios puestos de superintendencia? ¡No! El siervo de circuito no tiene esa autoridad. El siervo de circuito es sencillamente un anciano nombrado por la Sociedad para visitar a las congregaciones para edificarlas espiritualmente y llevar la delantera en el servicio del campo. El que sea siervo de circuito no significa que está mejor capacitado que los ancianos locales. A menudo la Sociedad utiliza a siervos de congregación como siervos de circuito en los fines de semana para que sirvan a otras congregaciones en la vecindad. A estos siervos de congregación u otros siervos se les usa porque están capacitados para dar admonición y consejo espiritual. El siervo de circuito o siervo de distrito nunca debe pensar que es superior al “cuerpo de ancianos” de la congregación. Debe considerarse un anciano enviado a la congregación por la Sociedad para dar la ayuda y apoyo que pueda ofrecer y animar a toda la congregación a seguir adelante en su gran obra. El “cuerpo de ancianos” de la congregación debe esperar gustosamente dos veces al año la visita del siervo de circuito, quien es también un anciano, sabiendo que él traerá buen consejo espiritual procedente de la Palabra de Dios y que él mismo llevará una buena delantera en el servicio del campo.

      Por supuesto, el cuerpo gobernante dirá mucho más acerca de esto en las publicaciones de la Sociedad a medida que pase el tiempo. Mientras tanto las congregaciones funcionarán exactamente como están con los siervos nombrados, y cuando llegue septiembre de 1972, entonces las congregaciones que hayan recibido sus nombramientos de siervos, comenzarán a transferir el trabajo a los nuevos siervos durante el mes de septiembre, y el 1 de octubre el nuevo ministro presidente de la congregación llegará a ser el presidente del “cuerpo de ancianos” u hombres de mayor edad, cada uno atendiendo su asignación de superintendente. Cada año los hermanos de la congregación irán cambiando por turno sus puestos respectivos y trabajarán juntos como un cuerpo, teniendo presente un solo interés, y ése es el bienestar de la congregación misma, y cooperarán y pastorearán el rebaño de Dios que les ha sido asignado.

      Estos ajustes de organización ayudarán a poner la operación de las congregaciones en más estrecha conformidad con la Palabra de Dios, y con seguridad eso resultará en mayores bendiciones de Jehová. Habrá mejor compartimiento de la carga del trabajo en las congregaciones, y esto hará posible que los “hombres de mayor edad” dediquen mayor atención a la enseñanza misma de la Palabra de Dios y a pastorear el rebaño, para ayudar a cada uno a mantenerse fuerte en la fe. Además, a medida que obtenemos una visión más clara del asunto de los superintendentes, esto nos ayuda a enfocar nuestra atención más claramente en Jehová Dios, nuestro Superintendente Principal, y en aquel a quien Jehová ha designado como Cabeza de Su congregación, y ése es el Señor Jesucristo, quien ahora está gobernando activamente como rey. Al hacer esto, será grandemente fortalecido nuestro aprecio por la manera en que Jehová conduce a su pueblo.

  • “Predica la palabra”... ¿dónde y por qué?
    La Atalaya 1972 | 1 de marzo
    • “Predica la palabra”... ¿dónde y por qué?

      ERA alrededor del año 64 ó 65 E.C. El apóstol Pablo sufría en cadenas como preso en Roma. Bajo estas circunstancias escribió su última carta a Timoteo. Tenía Pablo el propósito de equipar a Timoteo, como superintendente cristiano, para resistir los elementos apóstatas en la congregación y para edificarla como una poderosa “columna y apoyo de la verdad.”—1 Tim. 3:15; 2 Tim. 1:8, 16.

      Pablo sabía que no estaría presente por mucho más tiempo para observar la manera en que Timoteo se encargaba del ministerio como superintendente u “hombre de mayor edad.” Pero Dios y Cristo sí la observarían. Por lo tanto, escribió: “Solemnemente te encargo delante de Dios y de Cristo Jesús, que está destinado a juzgar a los vivos y a los muertos, y por su manifestación y su reino, predica la palabra, ocúpate en ello urgentemente en tiempo favorable, en tiempo dificultoso, censura, corrige, exhorta, con toda gran paciencia y arte de enseñar.” (2 Tim. 4:1, 2) Pero,

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir