BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • yb77 págs. 192-240
  • Noruega

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Noruega
  • Anuario de los testigos de Jehová para 1977
  • Subtítulos
  • POBLACIÓN E INDUSTRIAS
  • LENGUAJE Y RELIGIÓN
  • SE COLOCA EL CIMIENTO
  • LOS PRIMEROS PROCLAMADORES DE LAS BUENAS NUEVAS EN NORUEGA
  • OTROS PUEBLOS
  • LA LUZ BRILLA EN EL NORTE
  • LOS REPARTIDORES
  • FORTALECIENDO A LA ‘ASOCIACIÓN DE LOS HERMANOS’
  • AUMENTA LA ACTIVIDAD ENTRE LOS HERMANOS
  • LA VISITA DEL HERMANO RUSSELL EN 1909
  • LA SEGUNDA VISITA DE RUSSELL
  • EL AÑO MEMORABLE DE 1914
  • EL FOTO-DRAMA DE LA CREACIÓN
  • SURGEN DIFICULTADES
  • REORGANIZANDO LA OBRA
  • UN TIEMPO CRÍTICO PARA EL PUEBLO DE DIOS
  • NUEVOS ARREGLOS PARA PROMOVER LA OBRA
  • REUNIONES Y ASAMBLEAS
  • “MILLONES QUE AHORA VIVEN NO MORIRÁN JAMÁS”
  • UNA ORGANIZACIÓN PARA EL TRABAJO
  • “THE GOLDEN AGE”
  • EXPANSIÓN EN LA OFICINA NORUEGA
  • ESFUERZOS UNIDOS
  • CAMPAÑAS SIGNIFICATIVAS CON LOS FOLLETOS
  • SIRVIENDO DE TESTIGOS DE JEHOVÁ
  • CONGREGACIONES ACTIVAS
  • LA OBRA CELOSA DE LOS PRECURSORES
  • POR LA COSTA POR BOTE
  • MAYOR ATENCIÓN A LOS INTERESADOS
  • LA PRIMERA SACUDIDA
  • HACIA NUEVAS ALTURAS
  • UNA ACCIÓN CUIDADOSAMENTE PLANEADA
  • NUESTRA OBRA SE EFECTÚA “CLANDESTINAMENTE”
  • LAS REUNIONES Y LA PREDICACIÓN
  • SE DISTRIBUYE EL ALIMENTO ESPIRITUAL
  • AUMENTO A PESAR DE LA GUERRA
  • REORGANIZANDO NUESTRA OBRA
  • NECESIDAD DE SIERVOS DE TIEMPO CABAL
  • AYUDA A HERMANOS NORUEGOS Y DE ELLOS A OTROS
  • LA ORGANIZACIÓN Y EL SERVICIO
  • LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ ANTE EL TRIBUNAL
  • SE REORGANIZA LA ACTIVIDAD RELACIONADA CON LAS ASAMBLEAS
  • ASAMBLEAS POSTERIORES
  • AYUDAS BÍBLICAS EN NORUEGO
  • “TAMBIÉN A LAS OTRAS CIUDADES . . . ”
  • EL HOGAR BETEL Y LA SUCURSAL
  • LA FUERTE ORGANIZACIÓN DE HOY
  • ¡ADELANTE CON LA OBRA DE JEHOVÁ!
Anuario de los testigos de Jehová para 1977
yb77 págs. 192-240

Noruega

Probablemente fueron los daneses quienes le dieron al país de Noruega su nombre hace unos mil años. Una de las formas más antiguas del nombre es Norðveg, que probablemente significa “la vía norteña,” o “la tierra hacia el norte,” y Noruega sí está al norte de Dinamarca. Hoy los noruegos llaman a su país Norge.

“La tierra hacia el norte” no es tan fría e inhospitalaria como aparentemente muchos creen. La corriente del Golfo de México calienta las aguas costaneras y esto resulta en un clima moderado a lo largo de la costa. En el interior, sin embargo, los veranos son calientes y los inviernos fríos.

En el norte el suelo es bastante inculto y árido. Cumbres majestuosas ascienden desde el mar. Algunas tienen más de 914 metros de altura. ¡En el verano el Sol nunca se pone en el ‘mundo fantástico’ del sol de medianoche! Pero en los oscuros meses del invierno con frecuencia hay fuertes tormentas de nieve y cellisca que obligan a la gente a quedarse encerrada por días.

La escabrosa costa es el rasgo más característico de la tierra hacia el norte. Fuera de la costa están las skerries (islas rocosas), que son unas 150.000 islas grandes y pequeñas. Contando las bahías y los fiordos, la costa misma se extiende por aproximadamente 20.000 kilómetros. ¡Eso es igual a casi la mitad de la circunferencia de la Tierra en el ecuador!

POBLACIÓN E INDUSTRIAS

Noruega no es un país de mucha población. Aunque tiene aproximadamente el mismo tamaño de Italia, tiene solo alrededor de 4.000.000 de habitantes, en contraste con los aproximadamente 55.000.000 de Italia. La mayoría de los habitantes de Noruega viven en la tierra baja en la parte sudeste del país o por la costa. La mayoría de los que viven en la costa se dedican a la pesca para ganarse el sustento. Aparte de eso, la agricultura, la silvicultura, la manufactura, el embarque y la minería son las industrias principales.

Arriba en el norte viven aproximadamente 25.000 lapones, un pueblo separado. Estos se distinguen por su pequeña estatura y cabello negro. Tienen su propia cultura y lenguaje. La mayoría de los lapones han aceptado un modo de vivir moderno y su vieja cultura está desapareciendo.

LENGUAJE Y RELIGIÓN

El lenguaje noruego está estrechamente relacionado con los idiomas danés y sueco. La base para cada uno de los idiomas escandinavos se colocó cuando se establecieron las naciones-estados norteñas en el período de los vikingos hace unos mil años. Aun después de diez siglos la diferencia entre los idiomas no es tan grande que los suecos, daneses y noruegos no se puedan entender unos a otros.

La religión principal de Noruega es la luterana. El país tiene una Iglesia Estatal Luterana y el 96 por ciento de la población son miembros de ésta. Sin embargo, solo una fracción pequeña de esa cantidad asiste con regularidad a la iglesia. Aquí, como en otros países occidentales, el interés en la religión ha estado decayendo. El materialismo y el desplome moral van adelantando firmemente, aunque aquí esto ha sucedido a un paso más lento que en muchas otras naciones.

Hace unos ochenta y cuatro años una religión diferente vino a “la tierra hacia el norte.” Un noruego que había emigrado a los Estados Unidos regresó a su país nativo para compartir con su familia las buenas nuevas que había aprendido. Hasta donde se sabe, así principió la historia de los testigos de Jehová en Noruega.

SE COLOCA EL CIMIENTO

Noruega fue uno de los primeros países de Europa en los cuales se sembró la semilla de la verdad en tiempos modernos. En tan temprana fecha como la de 1885, Carlos Taze Russell, el primer presidente de la Sociedad Watch Tower, instó a dar comienzo a la ‘obra de la cosecha’ en Noruega. Un hermano noruego-estadounidense le escribió una carta en la cual decía, en parte:

“Soy noruego de nacimiento. Últimamente he orado que el Señor levante a alguien en mi país de Noruega para que explique las alegres noticias . . . Usted quizás pregunte: ‘¿No les suplen también a los noruegos lo que necesitan las publicaciones suecas [de la Sociedad Watch Tower]?’ Respondo: ‘No; los dos idiomas difieren tanto que el número de [La Atalaya] en sueco casi no les sirve de nada a los noruegos, y difícilmente lo lee alguno de ellos.’ . . . Le oro a Dios que haga disponible la manera de que se publique en noruego.”

En su comentario acerca de esta carta, Russell dijo que esto le recordaba el clamor macedónico. (Hech. 16:9) Añadió: “Tan rápidamente como se presenten la oportunidad y los medios, responderemos a la llamada.”

En 1891 el hermano Russell hizo un viaje a Europa para ver si había llegado el tiempo para la expansión cristiana en esta parte del mundo. Descubrió que así era, y dijo: “En Noruega y Suecia también hay un gran despertamiento y creciente repugnancia para con la iglesia establecida (la luterana). Los suecos y los noruegos son personas serias, reverentes, pensadoras, y muchos entre ellos están dándose cuenta de que una cosa es nacer como miembro de la iglesia nominal y otra muy distinta el ser cristiano verdadero.”

En 1895 se tradujeron al idioma danés-noruego los tomos primero y segundo de la serie Millennial Dawn (Aurora del Milenio) de la Sociedad. El danés y el noruego escritos eran muy parecidos en aquel tiempo. Por eso, con unos cuantos ajustes en ortografía, los libros podían ser leídos sin dificultad por personas de ambas nacionalidades. Se imprimieron algunos tratados bíblicos para distribuirlos gratuitamente. Estas publicaciones también fueron provechosas para personas de descendencia danesa y noruega en los Estados Unidos, los cuales ya eran muchos centenares de miles.

LOS PRIMEROS PROCLAMADORES DE LAS BUENAS NUEVAS EN NORUEGA

En 1892 un hermano noruego-estadounidense, Knud Pederson Hammer, viajó a su pueblo nativo de Skien en el sur de Noruega, con la esperanza de compartir las buenas nuevas con su familia. Antes de que adquiriera la verdad, el hermano Hammer había sido ministro en una iglesia bautista de Dakota del Norte. Por la visita que hizo a Noruega, su madre y su hermana mostraron interés en las buenas nuevas.

En aquel tiempo, Rasmus Blindheim vivía en el oeste de Noruega. En 1895, su hermano, que vivía en Minneapolis, Minnesota, E.U.A., le envió dos libros publicados por la Sociedad Watch Tower, y él entendió que aquello era la verdad. Obtuvo la literatura de la Sociedad según se publicaba y sostuvo correspondencia regular con su hermano que estaba en los Estados Unidos. Parece que Blindheim fue el primer verdadero testigo noruego de Jehová, y se esforzó por esparcir la verdad durante toda su vida, hasta morir en 1935 a los ochenta años de edad.

En 1899 Knud Hammer regresó a Noruega. El hermano Russell le había pedido que hiciera el viaje en un esfuerzo por establecer una congregación en Noruega. Hammer llevó consigo algunos ejemplares de los libros de la Sociedad en danés-noruego y encontró a ciertas personas que mostraron interés, pero no se estableció ninguna congregación. Él no pudo quedarse en Noruega por mucho tiempo, pues tenía que regresar a los Estados Unidos.

Sin embargo, pronto la semilla que se había sembrado empezó a germinar y produjo fruto. Cierto día a principios del siglo, Ingebret Andersen, quien vivía en las afueras del pueblo de Skien, recibió un libro de un hombre que le dijo que un marinero se lo había dado. El libro era El Plan Divino de las Edades, el primer tomo de la serie Millennial Dawn (Aurora del Milenio) de Russell. Probablemente había sido el hermano Hammer quien había llevado este libro a Skien un año atrás.

Ingebret Andersen y su esposa Berthe se entusiasmaron mucho por lo que leyeron en el libro. Andersen había asistido con frecuencia a reuniones religiosas y había dado testimonios en aquellas reuniones. Ahora empezó a testificar acerca de las cosas nuevas que había aprendido, y habló acerca del Milenio, el reinado de mil años de Cristo. Hizo esto varias veces. Pero entonces hubo rumores de que en aquel lugar había una enseñanza falsa. Durante una de las reuniones, todo el auditorio se puso de pie y empezó a cantar cuando Andersen quiso dar un testimonio. Posteriormente él hizo una nueva tentativa, pero lo sacaron de aquel lugar por el brazo.

Sin embargo, algunas personas habían prestado atención a las buenas nuevas que Andersen había proclamado. Él fue a sus hogares y leyó con ellas el libro y la Biblia. De esta manera, otros se unieron a él. Con el transcurso del tiempo hubo un grupito de estudiantes de la Biblia en Gråten, en las afueras de Skien. Estos hermanos asistían a ciertas reuniones religiosas y presentaban testimonios cuando tenían la oportunidad de hacerlo. Algunos nuevos se unieron a ellos. Al principio no tenían ninguna literatura. Por eso, el hermano Andersen compuso una canción acerca del Reino con referencias bíblicas después de cada verso. Esta canción se usaba en la obra. En realidad, una pequeña congregación cristiana muy activa había surgido, la primera de Noruega. Los hermanos eran celosos, y no pasó mucho tiempo antes de que hubiera de diez a doce personas en el grupo.

En 1904 algo sucedió que fue muy animador para estos cristianos de Skien. El hermano Hammer regresó a ver el fruto de su labor. No conocía a los hermanos, pero había oído acerca de ellos por medio de uno de sus parientes. Ahora los buscó y les habló acerca de la organización y de la predicación en los Estados Unidos. También les dio una buena cantidad de tomos de la obra Dawn (Aurora). Por supuesto, para estos cristianos de Skien fue un gran gozo el que se les recordara que tenían hermanos espirituales en otros países. El hermano Hammer pronto tuvo que regresar a su familia en los Estados Unidos. Pero volvió a Noruega de nuevo en 1912, y les habló a los hermanos y les fortaleció la fe.

Para 1905 un predicador muy extraordinario vino a Skien para hablar por un arreglo relacionado con una de las sociedades misionales del pueblo. Los hermanos habían oído que éste incluía en sus discursos pensamientos tomados de los libros Dawn, de modo que fueron a oírlo. Se sentaron al frente, y escucharon con interés. La última vez que el predicador habló, los hermanos estuvieron allí de nuevo. Un hermano que anteriormente había sido miembro del Ejército de la Salvación no pudo contenerse y gritó: “¡Aleluya!” Después de esta reunión, todo el mundo sabía de dónde había sacado sus pensamientos el orador, y los miembros de la iglesia le dijeron que no lo querían allí más. Sin embargo, un año más tarde estaba de regreso en Skien, esta vez hablando en reuniones organizadas por cristianos verdaderos. Pronto veremos quién era.

Desde el principio los hermanos hicieron arreglos para celebrar reuniones, especialmente las llamadas “reuniones para conversación,” donde se consideraban temas bíblicos. Pronto comenzaron a anunciar las reuniones en el periódico local. En los anuncios usaban el nombre de “Aurora del Milenio.” Esta llegó a ser una designación común para ellos como grupo, no solo dentro y fuera de Skien, sino también en el resto del país.

OTROS PUEBLOS

Durante los primeros años de este siglo, la verdad bíblica también pudo penetrar en otros pueblos de Noruega, por medio de repartidores viajeros, antecesores de los precursores de hoy. Estos iban de casa en casa distribuyendo libros y folletos. En la primavera de 1903 dos repartidores, Viktor Feldt y Fritiof Lindkvist, vinieron desde Suecia. Al principio, el hermano Feldt trabajó en pueblos del sur de Noruega. Lindkvist, quien con el tiempo llegó a ser el encargado y supervisor local de la obra en Noruega, se estableció en la capital, Cristianía (ahora Oslo). En fecha tan temprana como la de 1904, en el hogar de Lindkvist en el 49 A de Pilestrædet se estableció una oficina que representaba a la Sociedad Watch Tower. Las personas que se interesaban en la verdad podían escribir a esta oficina y pedir literatura o suscribirse a La Atalaya, que se enviaba desde Dinamarca. La revista tenía ocho páginas en aquel tiempo y desde enero de 1905 salió mensualmente.

Donde mayor interés se despertó fue en el oeste de Noruega. Hubo excelentes resultados en Stavanger y Bergen. Lindkvist informó que ciertas personas que se habían interesado en la verdad habían hecho arreglos para tener “reuniones de lectura” en Bergen, y leían en voz alta de los libros Dawn. Cuando algo no se entendía, lo consideraban hasta que el punto quedaba claro para todos. En una de aquellas reuniones en un hogar particular hubo una concurrencia de veintitrés personas.

Uno de los que aceptó la verdad en Bergen en aquel tiempo fue Theodor Simonsen, prominente predicador de la Misión Libre. Este fue el hombre que vino a Skien para 1905 y encolerizó a la gente religiosa con sus nuevas enseñanzas.

Simonsen se interesó en la verdad después de haber recibido un ejemplar de los libros Dawn del repartidor E. R. Gundersen, quien había venido a Noruega desde los Estados Unidos. Al darse cuenta de que la doctrina de un infierno de fuego era falsa, Simonsen comenzó a refutarla durante sus discursos en la Misión Libre, y la gente que lo oía se ponía de pie por la emoción que les producía esta maravillosa noticia. Pero entonces se supo que había estado en comunicación con el movimiento “Aurora del Milenio.” Así, cierto día, al terminar su discurso, le entregaron una hojita de papel que decía: “¡No queremos que nos dé más discursos!” Con eso, lo echaron de la Misión Libre. Desde entonces en adelante él estuvo hablando al grupo de las personas de Bergen que mostraban interés en la verdad, un grupo que iba desarrollándose rápidamente.

El hermano Simonsen era un discursante muy apto, y fue principalmente como tal que prestó servicio a los hermanos durante las décadas subsiguientes. Desde 1919 hasta 1935 representó a la Sociedad como discursante viajero en Noruega, Suecia y Dinamarca. También podía cantar y tocar la cítara. Antes y después de sus discursos solía entonar cánticos del libro de cánticos Hymns of the Millennial Dawn (Himnos de la Aurora del Milenio), acompañándose. El hermano Simonsen murió en 1955, de noventa y un años de edad, y había servido a Jehová Dios cincuenta años. Pocas son las personas cuya actividad haya sido tan animadora para los hermanos en Noruega.

Pero volvamos a la obra en Bergen para 1905. La actividad de los repartidores en este pueblo produjo resultados. Algunas personas habían respondido favorablemente a los discursos del hermano Simonsen en la Misión Libre. Entre estas personas estuvo la joven maestra de escuela dominical Helga Hess. A la edad de diecinueve años, ella fue la primera noruega que se hizo repartidora. Eso fue probablemente en 1905. La luz de la verdad había empezado a despejar la oscuridad religiosa en el oeste de Noruega, pero ¿qué situación existía en el largo, estrecho y escasamente poblado norte de Noruega?

LA LUZ BRILLA EN EL NORTE

La primera persona que adquirió la verdad en el norte de Noruega fue Lotte Holm. Ella vivía cerca del pueblo de Narvik, a unos 200 kilómetros al norte del círculo ártico. En el otoño de 1903 ella viajó al sur, a Trondheim, donde conoció al repartidor E. R. Gundersen. Él le dio un tratado pequeño sobre ¿Está sufriendo tormento eterno Jesús? Ella también se suscribió a la revista sueca I Morgonväkten, precursora de La Atalaya en sueco.

En esta revista Lotte Holm leyó que los cristianos verdaderos celebran la conmemoración o memorial de la muerte de Cristo solo una vez al año, y aprendió cuál era la fecha del Memorial para 1904. “Le dije a mi madre que iba a celebrar la Cena del Señor en la fecha de la muerte de Jesús al mismo tiempo que otros cristianos por todo el mundo,” escribió en una carta a la Sociedad, “Ella me dio pasas. Yo hice pan sin fermentar y ‘el fruto de la vid’... y celebré sola. En aquel tiempo no había nadie con ‘oídos que oyeran’ por kilómetros alrededor. Pero yo tuve una celebración inolvidable en marzo el primer año . . . Mi primera comunicación con la oficina de Cristianía fue cuando pedí unas revistas para distribuirlas.”

Pronto pareció que había otras personas con ‘oídos que oían en el pueblo de Narvik, no lejos de la residencia de Lotte Holm. En algún tiempo entre 1903 y 1905 Viktor Feldt fue a Narvik como repartidor. Allí conoció a un matrimonio que mostró interés, y pronto otro matrimonio se unió a ellos. Este grupito escribió a la Sociedad para preguntar si había otras personas en la vecindad de Narvik que estuvieran interesadas en las buenas nuevas. De esta manera llegaron a comunicarse con Lotte Holm, quien vivía a solo unas cuantas horas por embarcación desde Narvik. Este grupo, el primero en el norte de Noruega, ahora constó de cinco personas. Por muchos años éstos fueron los únicos cristianos verdaderos en aquella parte del país. Lotte Holm permaneció fiel a Jehová Dios hasta su muerte en 1966, cuando tenía casi noventa y tres años de edad.

LOS REPARTIDORES

Los repartidores, siempre en movimiento, trabajaban por completo un pueblo o territorio, colocaban literatura en manos de los que mostraban interés y entonces pasaban a otro lugar. La oficina les enviaba la literatura cuando la necesitaban.

Uno de los repartidores que hicieron extensos viajes fue Andreas Øiseth, quien adquirió la verdad en 1908. Cierto día cuando cortaba madera en la granja de su padre, en la parte oriental del sur de Noruega, lo visitó un repartidor. Él adquirió el primer tomo de Millennial Dawn, (Aurora del Milenio), e inmediatamente se dio cuenta de que aquí estaba la verdad. Dentro de un año había tomado su decisión: Entregaría la granja a su hermano y comenzaría a servir de repartidor.

Primero, Andreas Øiseth consiguió una bicicleta y empezó a trabajar hacia el norte sistemáticamente, sin dejar ningún pueblo ni comunidad. También hizo un “trineo movido a patadas,” y éste fue su medio de transportación durante el invierno. En este trineo llevaba cuanto necesitaba... alimento, ropa y literatura. Cuando se iba haciendo tarde en el día, empezaba a pedir un lugar donde dormir, y, en la mayoría de los casos, se le otorgaba, puesto que en aquel tiempo la gente mostraba mucha hospitalidad a los viajeros.

El hermano Øiseth no volvió hacia el sur sino hasta que llegó a Tromsö, a 1.100 kilómetros al norte de su hogar. Camino al sur, trabajó por todos los fiordos, valles e islas hasta que llegó a la parte más meridional del país. ¡Habiendo terminado esta gira, había abarcado casi todo el país y había estado viajando continuamente por ocho años!

Más tarde el hermano Øiseth trabajó en la oficina de la Sociedad por muchos años, y, entre otras cosas, hizo obra de traducción. Hasta su muerte en 1973, a la edad de ochenta y ocho años, estuvo fielmente ocupado en el servicio del reino de Dios, dando a otros las buenas nuevas.

FORTALECIENDO A LA ‘ASOCIACIÓN DE LOS HERMANOS’

La primera asamblea cristiana en Noruega se celebró el 22 y 23 de octubre de 1905 en Cristianía. Se cree que hubo una concurrencia de quince personas y que tres se bautizaron. Los delegados vinieron de Cristianía, Bergen, Stavanger, Skien y Moss. También tuvieron la oportunidad de conocer a Carl Lüttichau y a August Lundborg, que estaban a cargo de la obra en Dinamarca y Suecia.

Las visitas de los representantes viajeros de la Sociedad fueron muy animadoras para los hermanos también. En junio y julio de 1907, el Dr. John Edgar, de Glasgow, Escocia, visitó a las congregaciones de Cristianía, Skien y Bergen como representante de la Sociedad. El mismo día en que en un periódico se anunció su discurso público en Cristianía, un opositor insertó un “anuncio” en el cual advertía contra lo que él predicaba.

La Sociedad pagaba los gastos de viaje, pero se esperaba que los hermanos mostraran hospitalidad. Esta actividad fue el principio de la obra de circuito de nuestro día. Estrechó el lazo que unía a las congregaciones y llamó la atención de los hermanos sobre el hecho de que tenían compañeros de creencia en otras partes del mundo. En los primeros años, los hermanos que viajaban en Noruega eran, en su mayoría, suecos. Pero desde 1914 en adelante un hermano noruego viajó por algún tiempo. Desde 1919 los hermanos noruegos tuvieron su propio “hermano peregrino” permanente... el antiguo discursante de la Misión Libre, Theodor Simonsen.

AUMENTA LA ACTIVIDAD ENTRE LOS HERMANOS

Las pocas personas a quienes en aquel tiempo se les abrieron los ojos a la luz de la verdad comenzaron a hablar a otros acerca de las nuevas creencias suyas. Los repartidores trabajaban sistemáticamente, pero no muchas personas podían emprender esta obra. He aquí un ejemplo de cómo algunos aprovecharon las oportunidades que tenían y contribuyeron a la difusión de la luz:

Más o menos para 1907 Anna Andersen se interesó en la verdad. Por muchos años ella había sido oficial en el Ejército de la Salvación. En el pueblecito de Kristiansund, en el oeste de Noruega, ella conoció a otra oficial del Ejército de la Salvación, Hulda Andersen, quien mostró interés en la verdad. (Hulda Andersen más tarde se casó con Andreas Øiseth, y mostró celo por la verdad hasta su muerte en 1971 a los noventa y dos años de edad.) El año siguiente Anna Andersen le pidió a Hulda Andersen que la acompañara en una gira. Fueron juntas al norte por embarcación, y en todo puerto bajaron a tierra y colocaron en manos de la gente tomos de la serie Dawn. Subieron hasta Kirkenes mismo en la frontera finlandesa (ahora rusa), y, para cuando regresaron a Kristiansund, habían abarcado aproximadamente 2.000 kilómetros y habían colocado 400 libros y literatura de otra índole. Más tarde, estas dos hermanas hicieron giras similares.

Anna Andersen llegó a ser una de las repartidoras más extensamente conocidas en Noruega. Casi no quedó pueblo del país que ella no visitara con su bicicleta y sus maletines de libros. En 1935, cuando tenía sesenta y ocho años de edad, hizo un viaje final con una hermana joven a la parte más norteña del país y visitó todos los pueblos y sectores. Eso fue más de treinta años después de su primera visita con Hulda Andersen y más de veinte años después de haberse hecho repartidora. Continuó como repartidora por varios años y murió en fidelidad en 1948, a los ochenta y un años de edad. Los resultados que estas dos hermanas lograron en su gira al norte de Noruega fueron extraordinarios.

Desde 1906 en adelante La Atalaya comenzó a instar a los hermanos noruegos a distribuir ejemplares de las revistas a sus amigos y conocidos y también a participar en la distribución de tratados. Estos se publicaban para distribución gratuita. También se traducían del inglés y se publicaban libritos y folletos que trataban del espiritismo, la muerte y la falsa doctrina de un infierno de fuego.

Estas nuevas ayudas contribuyeron al desarrollo espiritual y produjeron una mejor comprensión de la responsabilidad que tenían todos los cristianos de predicar las buenas nuevas del Reino.

LA VISITA DEL HERMANO RUSSELL EN 1909

Los acontecimientos más importantes durante aquellos primeros años fueron quizás las visitas del hermano Russell a Bergen y a Cristianía, del 17 al 20 de mayo de 1909. Él no había visitado a Noruega en sus dos viajes anteriores por Europa en 1891 y 1903. El tema del discurso principal del hermano Russell en Cristianía era oportuno para el momento en un país en el cual la gente vivía en constante temor al tormento de un infierno de fuego. El tema fue: “¿Cómo hemos de entender las palabras de la Biblia acerca del malhechor en el paraíso, el hombre rico en el infierno y Lázaro en el seno de Abrahán?”

LA SEGUNDA VISITA DE RUSSELL

En marzo de 1911 el hermano Russell visitó de nuevo a Noruega. Durante los dos años que habían pasado desde su visita anterior, sus escritos se habían hecho más conocidos en el país. Por lo tanto su segunda visita atrajo mucha más atención.

En el periódico Morgenposten, de Cristianía, se anunció que Russell hablaría acerca de la Biblia. Al mismo tiempo se celebró una asamblea en Cristianía. ¡Los hermanos noruegos dieron buen apoyo a la asamblea, pues algunos viajaron 483 kilómetros y uno hasta 1.006 kilómetros para asistir! Casi toda la congregación de Skien, unos treinta hermanos y hermanas, estuvo presente.

A pesar de protestas del clero, los hermanos habían alquilado un auditorio municipal para el discurso público. Como resultado de su trabajo enérgico de anunciar el discurso, el auditorio se llenó, y muchas personas tuvieron que irse por no encontrar asiento. ¡Un reportero de noticias calculó que hubo una concurrencia de 1.200 personas! Aquel mismo día un periódico de Cristianía publicó un ataque que uno de sus lectores le envió contra Russell. En su discurso de dos horas, Russell declaró que, a pesar de todos los esfuerzos de diferentes clérigos por hacer que la gente no le prestara atención, ningún predicador en el mundo estaba hablando a más personas que él semanalmente. Esto también sucedió en Cristianía. La visita de Russell fue un gran testimonio y fue muy animadora para los hermanos.

EL AÑO MEMORABLE DE 1914

Desde 1876 se había identificado bíblicamente el año 1914 como un punto de viraje en la historia humana. Por consiguiente, los hermanos dieron énfasis a aquel año en su predicación y esperaban con ansias ver qué sucedería en 1914.

Durante 1913 había habido una disminución en la actividad cristiana, pero en 1914 los hermanos de nuevo hicieron grandes esfuerzos por declarar las buenas nuevas. En la primavera, efectuaron una campaña contra la doctrina de un infierno de fuego, usando un número especial de Peoples Pulpit (El púlpito de las gentes). Un total de 150.000 ejemplares se enviaron desde la oficina de la Sociedad. En casi todo pueblo de la costa se pronunciaron discursos públicos en salones grandes. El hermano Russell había enviado a un hermano noruego-estadounidense llamado Henry Bjørnestad para que ayudara a efectuar la obra aquí. Él viajó en Noruega como el primer peregrino noruego, animando a sus compañeros de creencia.

El estallido de la I Guerra Mundial en agosto de 1914 hizo una impresión profunda. Muchas personas que habían oído nuestra predicación ahora vinieron para aprender más acerca del futuro, y pidieron literatura. Esto presentó muchas oportunidades para testificar, y en el informe anual para 1914 se declaró: “Desde el estallido de la guerra hemos tenido muchas y buenas oportunidades para proclamar las buenas nuevas. . . . El Señor ha bendecido nuestros esfuerzos unidos por dar adelanto a su obra.”

Unas cuantas personas que habían esperado demasiadas cosas para 1914 se desilusionaron y se apartaron de la verdad. Pero, en su mayor parte, los hermanos permanecieron fieles. Hoy sabemos que estuvieron en lo correcto al creer que los Tiempos de los Gentiles, de 2.520 años, terminarían para aproximadamente el 1 de octubre de 1914. El reino mesiánico entonces empezó a gobernar en el cielo. ¡Uno de los más grandes acontecimientos de la historia humana había tenido lugar, y los hermanos tuvieron el privilegio de participar en anunciarlo!

EL FOTO-DRAMA DE LA CREACIÓN

Además, 1915 resultó ser un año memorable, principalmente debido a que se exhibió la producción cinematográfica de la Sociedad “Foto-Drama de la Creación.” Esta abarcó el relato bíblico acerca del propósito de Dios para la Tierra y el hombre por medio de películas y diapositivas, sincronizadas con grabaciones sonoras.

El Foto-Drama se exhibió primero en Cristianía, del 25 al 28 de diciembre de 1914, y tuvo gran éxito. Durante el invierno fue exhibido a grandes auditorios en varias ciudades de Noruega. En algunos lugares se pusieron anuncios de cuatro columnas en los periódicos. En un pueblo, algunos líderes religiosos trataron de evitar la exhibición. Sin embargo, el jefe de la policía se entusiasmó mucho cuando una parte del Drama les fue exhibida a él y unos clérigos. Por eso, consintió en que el Drama fuera exhibido al público. En otro pueblo vino tanta gente a ver el Drama que la policía sugirió que los hermanos pidieran pago a la entrada para limitar la muchedumbre, pero ellos no quisieron hacer esto.

SURGEN DIFICULTADES

A través de los años había habido un buen grado de disensión con relación a Lindkvist y su manera de dirigir la obra en Noruega. No hay duda de que esto tuvo su efecto en los esfuerzos que hacían los hermanos y las hermanas. Ahora se hizo manifiesto que Lindkvist había empezado a irse por su propio camino. El último número de Peoples Pulpit (El púlpito de las gentes) en noruego en 1915 anunció que desde el año 1916 esta publicación cesaría y que Lindkvist comenzaría a publicar una revista intitulada “Ararat.” Esta revista habría de reemplazar tanto a Peoples Pulpit como a La Atalaya en Noruega. Junto con un finlandés que había sido el representante del hermano Russell en Finlandia, Lindkvist comenzó su propio movimiento. Pero no logró hacer que los hermanos noruegos se unieran a él. Ellos comprendían que esto no era la voluntad de Dios. En una carta abierta a los dos hombres en La Atalaya danesa de marzo de 1916, el hermano Russell declaró lo mismo. Se decidió que desde enero de 1916 el hermano Lüttichau, encargado y supervisor de la obra en Dinamarca, también representara a la Sociedad en Noruega. El individuo finlandés regresó a la organización de Dios y más tarde visitó a Noruega varias veces como hermano peregrino, pero Lindkvist se fue, y nunca más volvió.

REORGANIZANDO LA OBRA

Como ya se ha mencionado, la testificación en Noruega fue colocada bajo la superintendencia de la oficina de la Sociedad en Dinamarca desde enero de 1916. Sin embargo, el hermano Russell pensó que la obra en toda Escandinavia debería ser dirigida desde una sola oficina, por la razón de que la guerra mundial hacía difícil el que la central estadounidense se mantuviera en comunicación con las oficinas de otros países. Por lo tanto, La Atalaya en danés de marzo de 1916 anunció que August Lundborg, quien había supervisado la obra en Suecia desde el principio del siglo, representaría a la Sociedad en toda Escandinavia. Por razones prácticas, sin embargo, se estableció un almacén de literatura en Noruega en el 60 de Parkveien, en Cristianía, donde una hermana puso a disposición de la Sociedad un cuartito de su apartamiento.

El 31 de octubre de 1916 murió el hermano Russell, el primer presidente de la Sociedad. Antes de su muerte él había sugerido un nuevo rasgo de la obra para promover la proclamación del Reino. Esta era la “obra pastoral,” que ahora también fue comenzada en Noruega. La obra consistía en visitar a las personas que habían mostrado interés y prestarles libros. Además, en 1917 se estableció un “Fondo para los Repartidores” en Noruega. Este fondo ayudaría a los repartidores por medio de suministrarles gastos de viaje. Joseph Franklin Rutherford (José Franklin Rutherford), elegido nuevo presidente de la Sociedad Watch Tower el 6 de enero de 1917, dio énfasis a la “obra pastoral” y la actividad de los repartidores.

UN TIEMPO CRÍTICO PARA EL PUEBLO DE DIOS

La elección de un nuevo presidente de la Sociedad en 1917 llevó a un tiempo difícil para la organización, pues algunos rebeldes que estaban en la oficina central empezaron a trabajar contra Rutherford. Trataron de hacer que hermanos de los Estados Unidos y otros países se unieran a ellos. Algunos individuos hicieron aquello, pero la mayoría permaneció fiel.

Noruega no quedó sin ser afectada por esta disensión, y en algunos lugares las congregaciones quedaron divididas en dos grupos. Las consecuencias fueron especialmente graves en Bergen y Trondheim. En Bergen, solo quedaron siete hermanas y un hermano de la entera congregación. Por otra parte, la ciudad capital y el pueblo de Skien no tuvieron problemas grandes. En aquel tiempo había aproximadamente 150 Estudiantes de la Biblia en Noruega y la mayoría de los hermanos continuaron trabajando con la Sociedad.

NUEVOS ARREGLOS PARA PROMOVER LA OBRA

Desde 1919 en adelante, la organización tuvo paz de nuevo, y comenzó una extensa reorganización de la obra. La guerra mundial había pasado y la Sociedad quiso volver al arreglo que existía en Escandinavia antes de 1916, en el cual había un representante de la Sociedad en cada país.

El nuevo arreglo fue introducido en 1921. El hermano Lundborg continuaría supervisando la obra en Suecia y Finlandia. El hermano Lüttichau fue puesto de nuevo a cargo de la obra en Dinamarca. Con el tiempo se decidió nombrar representante de la Sociedad en Noruega a Enok Øman, un hermano sueco que vivía en Cristianía. Øman había sido repartidor en Suecia desde 1911 y había venido a Noruega por solicitud de Rutherford en febrero de 1917 para atender la obra en la oficina de 60 de Parkveien bajo la dirección de Lundborg. El hermano Øman estuvo a cargo de la predicación en Noruega por veinticuatro años, desde 1921 hasta 1945.

REUNIONES Y ASAMBLEAS

Durante tiempos anteriores, en cada congregación se elegía a los “ancianos” y los “diáconos” por medio de levantar la mano en votación. Los “ancianos” llevaban la delantera en las reuniones de la congregación, y eran ayudados por los “diáconos.”

Las primeras reuniones que celebramos en Noruega eran reuniones de lectura y conversación. Se leían en voz alta porciones de los libros del hermano Russell, y cuando alguien tenía comentarios o preguntas que hacer, levantaba la mano. Algún tiempo después se hicieron arreglos para “reuniones de preguntas.” Los hermanos podían escribir una pregunta en un pedazo de papel y la pregunta se contestaba durante la reunión.

La oración era un rasgo prominente de todas las reuniones. En las “reuniones de oración y testimonio” todos los presentes se arrodillaban y, por turno, cada uno podía hacer una oración y dar un testimonio. Entonces tanto los hermanos como las hermanas expresaban el amor que le tenían a Jehová y a la verdad. Muchas veces decían cómo habían aprendido la verdad, o se expresaban brevemente acerca de algún texto bíblico interesante. Siempre se cantaba en las reuniones.

Los discursos públicos eran un rasgo común solo en las congregaciones en las cuales había hermanos capacitados, y pocos se sentían capacitados para pronunciar discursos. En muchos lugares no se pronunciaron discursos sino hasta cuando se organizó el servicio de los peregrinos. La actividad de los discursos públicos no se organizó sistemáticamente sino hasta en 1919, cuando obtuvimos el primer hermano peregrino permanente, Theodor Simonsen.

En 1916 se imprimió un folleto intitulado “Estudios bereanos del Plan Divino de la Edades.” (Hech. 17:10, 11) Este tenía preguntas para cada párrafo del primer tomo de Millennial Dawn (más tarde llamado en español Estudios de las Escrituras) y había de usarse en los estudios. Esos estudios se habían conducido antes de 1916 también, como con el libro Sombras del Tabernáculo de los Sacrificios Mejores. Ahora fue más fácil conducir estos estudios. Durante los años subsiguientes toda la serie de Estudios de las Escrituras fue estudiada por medio de preguntas y respuestas en los “estudios bereanos.”

Una nueva y muy importante reunión fue organizada en 1922, cuando se imprimieron preguntas para los artículos principales de La Atalaya. Fundamentalmente, este estudio se conducía de la misma manera que hoy. Con el tiempo, las reuniones de testimonio se desarrollaron en lo que hoy llamamos las reuniones de servicio.

Cada año los hermanos se congregaban para una o varias “asambleas,” la mayoría de las cuales se celebraban en Cristianía. Al principio, las asambleas en Noruega por lo general se organizaban con relación a visitas de representantes viajeros de la Sociedad. Antes de 1920 pocos hermanos noruegos podían discursar en las asambleas. Por lo tanto, la mayoría de los discursos los pronunciaban hermanos extranjeros, especialmente suecos y daneses. La última parte del programa por lo general era un “simposio,” de modo que varios hermanos pronunciaban discursos breves sobre diferentes aspectos de cierto asunto. A menudo estos discursos eran presentados por hermanos de menos experiencia, quienes de ese modo obtenían alguna práctica. Desde 1920 en adelante, más o menos, los hermanos noruegos pronunciaron la mayoría de los discursos en las asambleas.

“MILLONES QUE AHORA VIVEN NO MORIRÁN JAMÁS”

En 1920 la Sociedad comenzó una campaña mundial de discursos públicos con el lema de “Millones que ahora viven no morirán jamás.” La campaña duró varios años y atrajo gran atención.

El 4 de diciembre de 1920, A. H. Macmillan, de la central de la Sociedad en Brooklyn, vino a Cristianía para pronunciar discursos. Se colocaron anuncios en los periódicos y los hermanos alquilaron el auditorio de la universidad en el centro de la ciudad capital. El auditorio tenía setecientos asientos, pero cuando se llenó para el discurso de Macmillan, igual cantidad de personas quedó afuera. Entonces el hermano Øman, quien estaba de pie a la entrada, se subió sobre una caja y clamó: “¡Si vuelven en hora y media, Macmillan pronunciará el discurso otra vez!” Por eso, al terminar el discurso, más gente entró y Macmillan habló de nuevo al auditorio lleno. Más tarde, en las calles, los hermanos distribuyeron el libro Millones en danés-noruego. La gente mostró gran interés, y se colocaron muchos libros.

El hermano Macmillan viajó a otros pueblos y habló a grandes auditorios. Los hermanos anunciaron los discursos por medio de distribuir invitaciones. Por varios años hermanos noruegos presentaron las conferencias sobre los “Millones” y otras en muchos lugares de Noruega en los llamados “Días de Campaña.” Por medio de estos discursos se dio un testimonio, y se animó a los proclamadores del Reino a apoyar las conferencias y participar en anunciarlas.

No obstante, la testificación en Noruega y el resto de Escandinavia no progresó tan rápidamente como en otras partes del mundo. Algunos hermanos necesitaron más tiempo para ver el provecho de proclamar las buenas nuevas de casa en casa. Principalmente los repartidores habían efectuado esta obra.

Sin embargo, un buen número de jóvenes estaban llegando a ser parte de la congregación. En una asamblea de Cristianía en 1924 se bautizaron unos veinticinco nuevos hermanos y hermanas una cantidad grande en aquel tiempo. En los años posteriores se llamó a esta gozosa ocasión “el gran bautismo.”

UNA ORGANIZACIÓN PARA EL TRABAJO

El año 1925 fue muy memorable. Desde el 23 hasta el 26 de mayo se celebró una asamblea en Örebro Suecia, donde estaba la sucursal sueca de la Sociedad. Se invitó a hermanos de toda Escandinavia a la asamblea, y el hermano Rutherford estuvo presente. Más de 500 personas asistieron, y unos treinta noruegos vinieron por tren desde Oslo en un vagón de ferrocarril reservado. De paso, en 1925 Oslo llegó a ser el nuevo nombre de la capital de Noruega.

Esta asamblea hizo historia, pues fue la introducción de una nueva época para el pueblo de Dios en toda Escandinavia. El lunes 25 de mayo el hermano Rutherford anunció que en Copenhague se establecería una oficina para el norte de Europa. Esta oficina atendería la predicación en Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia, Latvia, Lituania y Estonia. Se anunció que el hermano William Dey, de Londres, supervisaría la obra, y los hermanos expresaron su deleite con este arreglo. Todavía habría un administrador local en cada país, y el hermano Enok Øman continuó llevando esa responsabilidad en la oficina de Noruega. Este nuevo arreglo tuvo la bendición de Jehová, porque entonces empezó un tiempo sin paralelo de actividad cristiana.

“THE GOLDEN AGE”

Desde 1916, cuando la oficina de Suecia comenzó a atender la predicación que se hacía en Noruega, muy poca literatura de la Sociedad se había impreso en noruego o danés-noruego. La literatura bíblica que se usaba en Noruega estaba principalmente en danés, pero los hermanos también obtenían publicaciones en sueco para su propio uso. Estaban leyendo la edición danesa de La Atalaya y continuaron haciendo eso por muchos años. Desde 1916 solo tres libros encuadernados de la Sociedad habían sido publicados en danés, a saber, los tomos sexto y séptimo de Estudios de las Escrituras (1917 y 1919) y El Arpa de Dios (1922).

Un muy importante paso adelante se dio, por lo tanto, en marzo de 1925 cuando la Sociedad comenzó a publicar The Golden Age (ahora en español ¡Despertad!) en noruego. Esta publicación tenía dieciséis páginas. Desde 1936 la edición en noruego fue llamada Ny Verden (“El nuevo mundo”) y tenía veinte páginas.

The Golden Age (ahora ¡Despertad!) tuvo amplia distribución en Noruega, y también en Dinamarca, donde se usó la edición noruega hasta 1930. Los hermanos obtuvieron muchas nuevas suscripciones a esta revista. Por ejemplo, en 1936 La Atalaya tenía 485 suscritores en Noruega, mientras que The Golden Age (Ny Verden) tenía 6.190. Para 1938, Consolación (Ny Verden) tenía 10.000 suscritores, tantos como los que tiene hoy la edición noruega de su sucesora, ¡Despertad!

EXPANSIÓN EN LA OFICINA NORUEGA

El año 1925 también fue un año memorable para la obra en la oficina sucursal en Noruega. En aquel tiempo la Sociedad compró un edificio de tres pisos a unas cuantas manzanas de la oficina que había en el 60 de Parkveien. La dirección era el 28 B de Incognitogaten. Un hermano que había heredado algún dinero compró la casa y entonces se la vendió a la Sociedad por 10-15.000 kroners noruegos, menos de lo que había pagado por ella. De esta manera la Sociedad obtuvo su propia casa y ya no estuvo limitada al cuartito de Parkveien, donde la oficina había estado desde 1916.

Fue apropiado el que la oficina obtuviera más cuartos. El hermano Øman había estado efectuando la mayor parte del trabajo de la sucursal él mismo, pero la expansión de la actividad de predicar después de 1925 exigía más ayuda en la oficina. Había que traducir The Golden Age y enviarla a los suscritores. Se necesitaban más personas en la oficina, y por eso se añadieron más miembros a la familia de Betel.

El sótano del nuevo lugar se usó para almacenar literatura. En los años subsiguientes, grandes embarques de libros vinieron desde la imprenta de la Sociedad en Magdeburgo, en Alemania. Sin embargo la Sociedad no podía usar toda la casa. Algunos de los inquilinos no habían podido encontrar otros lugares donde vivir, y ciertas habitaciones todavía estaban ocupadas por estas personas. Al principio, solo unos cuantos miembros de la familia de Betel vivieron en Incognitogaten, y la dirección de la oficina todavía era 60 de Parkveien. Pero en 1930 la oficina y los otros miembros de la familia de Betel se mudaron a la propia casa de la Sociedad. En aquel tiempo, ocho hermanos y hermanas estaban trabajando en la sucursal. Desde aquel año la oficina de la Sociedad en Noruega ha estado ubicada en esta casa.

ESFUERZOS UNIDOS

William Dey, el supervisor y encargado general de la oficina de la Sociedad Watch Tower en el norte de Europa, dio empuje a la obra de dar testimonio. En septiembre y octubre de 1925 viajó por Noruega, organizando la obra que se hacía en las congregaciones en armonía con las instrucciones que se habían recibido de la central de la Sociedad. En aquel año los hermanos noruegos recibieron por primera vez el Bulletin (ahora Nuestro Servicio del Reino). Este dio consejo útil en cuanto a declarar las buenas nuevas y suministró estímulo para participar en el servicio del campo.

Desde 1927 en adelante los “días de campaña” con conferencias fueron cambiados a “semanas de campaña” de nueve días con servicio en el campo. Además, en aquel año empezó la testificación de casa en casa los domingos. Los peregrinos ahora recibieron un importante nuevo trabajo que hacer. Además de pronunciar conferencias, ayudarían a las congregaciones a organizar el servicio del campo y ellos mismos llevarían la delantera en esta obra. Había un solo peregrino permanente noruego, pero a él lo ayudaban muy bien muchos hermanos capacitados procedentes de Suecia y Dinamarca.

El informe anual para 1926 mostró que 120 personas habían participado con regularidad en el servicio, y que 14 clases o congregaciones estaban “organizadas para el servicio.” Habían distribuido 8.830 libros encuadernados y 43.650 folletos, además de 269.500 resoluciones y tratados. Estos resultados eran mucho mejores que en cualquier otro año hasta entonces. Estaba claro que los hermanos estaban empezando a apreciar su privilegio de servicio.

CAMPAÑAS SIGNIFICATIVAS CON LOS FOLLETOS

Muchos hermanos mostraron gran entusiasmo en las campañas de servicio en el campo y distribuyeron muchos folletos, como Libertad para las gentes. En Oslo, la capital, los hermanos alquilaban un autobús los domingos y salían a los distritos rurales y participaban en el servicio del campo todo el día. Durante la semana iban de casa en casa en la ciudad. Algunos también testificaban en restaurantes y cafés. El precio los folletos era de solo 10 øre cada uno, pero si la gente no contribuía, los recibían gratis.

Un hermano recuerda lo siguiente: “Entré en el comedor de la Cocina a Vapor de Cristianía [un café]. El salón estaba lleno de gente sentada a mesas largas. Dije en voz alta: ‘¡Libertad para las gentes! ¡Diez øre! . . . ’ Todo el mundo tomó folletos. Los domingos me iba a caminar por Studenterlunden [calle principal de Oslo] donde la gente se sentaba en bancos. Cada persona tomaba folletos. En las casas de apartamientos yo tocaba el timbre de todas las puertas de un solo piso al mismo tiempo, y todo el mundo salía con monedas de 10-øre. Mi bolso estaba lleno de folletos y podía distribuir de 30 a 40 ‘libritos,’ como los llamábamos, en el espacio de una hora.”

Este es solo un ejemplo de cómo los hermanos efectuaban la obra. Un “trabajador de las clases” capacitado podía distribuir 1.000 folletos en una sola semana. Estas campañas que se celebraron en 1928 y 1929 fueron muy estimuladoras para los hermanos de Noruega. La distribución de folletos ayudó a muchos a comenzar a participar en la obra de testificar de casa en casa.

SIRVIENDO DE TESTIGOS DE JEHOVÁ

Los hermanos continuaron trabajando con gran entusiasmo en el servicio durante los años 1930 a 1935 a pesar de la depresión económica, el desempleo, las huelgas y la incertidumbre del mundo. No había muchos proclamadores del Reino en Noruega... solo unos 200. Pero Jehová bendecía su obra.

¡Qué apropiado fue que Jehová diera a su pueblo un nombre que los identificara claramente como sus Testigos! Durante una asamblea en Columbus, Ohio, en julio de 1931, se adoptó una resolución según la cual se abrazaba el nuevo nombre de “Testigos de Jehová.” (Isa. 43:10-12) En una asamblea que se celebró en Oslo, desde el 29 de agosto hasta el 1 de septiembre de 1931, los hermanos noruegos también abrazaron este nombre.

Para notificarle al mundo entero acerca del nuevo nombre que el pueblo de Dios había adoptado, esta resolución se imprimió en el folleto El Reino, la esperanza del mundo. Este folleto se publicó en noruego en 1932 y se usó en una gran campaña en marzo de aquel año. Los hermanos entregaron el folleto en un sobre cerrado a toda persona prominente... políticos, clérigos, doctores y maestros. Este folleto también le fue dado a Haakón VII, el que entonces era rey de Noruega.

CONGREGACIONES ACTIVAS

Muchas de las congregaciones de mayor tamaño hacían arreglos para giras de servicio del campo en los fines de semana. “Trabajadores” celosos viajaban en autobuses, camiones y automóviles particulares a las ciudades y distritos rurales más cercanos. En los vehículos muchas veces aparecía en letras grandes y rojas el nombre “Testigos de Jehová.” También se pronunciaban discursos públicos.

La congregación de Oslo alquilaba autobuses y viajaba a ciudades que a veces estaban hasta a 121 kilómetros de la capital. Los publicadores del Reino subían a los autobuses temprano en la mañana. Como a las nueve o diez de la mañana se les dejaba en diferentes lugares y cada uno recibía como asignación un territorio grande. Todo el día —de siete a ocho horas— iban de casa en casa y más tarde eran recogidos por el autobús para el viaje de regreso a casa. Había muchos pies adoloridos en la congregación después de fines de semana como aquéllos, pero esto ciertamente no apagaba el celo cristiano.

Por muchos años, en verano e invierno, se organizaron giras como éstas. Muchas veces eran lo principal de una semana de campaña. A continuación se da un ejemplo de los resultados que se obtuvieron en una campaña que duró nueve días... del 6 al 14 de octubre de 1935: En Oslo 76 publicadores participaron e informaron 1.291 horas, 4.637 recibidores, 52 libros, 13.313 folletos, 13 suscripciones y 66 revistas. ¡Esto era un promedio de unas 17 horas y 177 ejemplares de literatura por publicador en nueve días!

Después de una campaña de ese tipo, los hermanos de las congregaciones de más tamaño se reunían para un “banquete de informar” en los lugares de reunión de las congregaciones. Todos entregaban sus informes, y los resultados se leían con gran gozo. Algunos contaban las experiencias que habían tenido durante la campaña. Entonces se servía café y bizcochos. Estas reuniones creaban buena comunicación entre los hermanos y ayudaban a dar a conocer el progreso de la verdad a todos.

No mucha gente poseía un automóvil en aquel tiempo. Por eso, en muchos lugares los hermanos usaban bicicletas en el servicio. Especialmente en la congregación de Bergen se dio buen uso a la bicicleta. Publicadores celosos salían del pueblo en bicicleta en los fines de semana. A menudo viajaban en grupos, con maletines y cajas llenos de libros, para trabajar en los distritos rurales. En las vacaciones algunos viajaban por semanas a lo largo de los fiordos de la costa occidental o a los distritos rurales de tierra adentro. Gran actividad se llevó a cabo en el segundo pueblo en tamaño de Noruega y en sus alrededores, y la congregación creció rápidamente. En 1940 la congregación de Bergen tenía unos 80 publicadores.

La larga costa de Noruega también hacía que las embarcaciones fueran un medio de transportación muy útil para los testigos de Jehová. Varios hermanos compraron botes de motor en los años treinta y los usaron en la obra de testificar. En Narvik (donde había habido un grupo de cristianos desde 1905) había ocho o diez publicadores. Durante el verano los hermanos salían en botes de motor los domingos. Una vez al año se celebraba una asamblea pequeña para la Congregación de Narvik y los hermanos de la parte del norte de Suecia. Alquilaban un bote de pesca y lo usaban cuando participaban en el servicio, yendo a lugares tan distantes como a 201 kilómetros de Narvik. Aquí en la parte del norte del país había muy pocas carreteras en aquel tiempo, y en muchos lugares no había transbordadores. Por eso, el único medio de transportación era el bote. De esta manera proclamó las buenas nuevas del Reino al norte del círculo ártico la congregación más norteña del país.

LA OBRA CELOSA DE LOS PRECURSORES

Aunque las congregaciones de Noruega hacían lo que podían para esparcir la verdad, había muchos lugares del país a los cuales no podían llegar. Muchas ciudades estaban sin congregación. Además, aproximadamente el 60 por ciento de la población —unos dos millones de personas— vivían entonces en los distritos rurales de la parte oriental de Noruega. En las partes del oeste y el norte del país había muchas granjas, grupos de casas y poblaciones rurales que estaban virtualmente aislados del resto del mundo. Solo había conexiones por carretera hasta el 10 por ciento de los fiordos, y no había conexiones por transbordador a muchas islas. Allí trabajaban los repartidores, o precursores.

Desde mediados de los años veinte los repartidores noruegos fueron unos diez, y entre ellos había repartidores auxiliares que no utilizaban todo su tiempo en el servicio. A medida que la cantidad de publicadores del Reino aumentó a 430 en 1938, la cantidad de precursores auxiliares aumentó a cincuenta. Por lo tanto, la obra de los precursores realmente empezó a manifestarse.

Para aquel tiempo los precursores se concentraban en colocar literatura en manos de la gente. No ponían tanto énfasis en las revisitas ni conducían estudios bíblicos de casa. Por lo tanto, no permanecían mucho tiempo en un solo lugar, sino que visitaban el distrito con literatura y se iban.

Muchos de los precursores trabajaban arduamente. Por ejemplo, considere al hermano Bernhard Risberg, que fue precursor en los años treinta. Después de predicar todo el día, le pedía alojamiento a la gente, y con frecuencia la gente le mostraba hospitalidad y le permitían dormir en una cama o en la granja. Por dos años su territorio fue el fiordo de Sogne, uno de los fiordos más largos del mundo. En este fiordo, con sus muchos brazos y empinadas laderas, él viajó a pie con las buenas nuevas, llevando sus dos maletines de libros.

Después de dos años, el hermano Risberg pudo comprar una vieja bicicleta. Ahora se le hizo más fácil transportarse. Pronto compró una bicicleta de hacer entregas, una tienda de campaña y un saco para dormir a la intemperie. Podía llevar tres o cuatro cajas de libros sobre la bicicleta. Con este equipo llevaba por todas partes el mensaje del Reino.

El hermano Risberg comenzaba a testificar a las cinco o seis de la mañana en las granjas y continuaba durante todo el día y hasta tarde en la noche, y solo interrumpía su servicio brevemente para tener sus comidas. Para un solo mes informó 400 horas, ¡un promedio de más de 13 horas al día! En el invierno no pasaba tanto tiempo en el servicio del campo, pero a menudo pasaba entre 200 y 250 horas en llevar a otros las buenas nuevas. De esta manera el hermano Risberg y otros celosos precursores usaron los mejores años de su vida sirviendo a Jehová Dios.

Después de 1930, hubo también seis o siete precursores extranjeros en Noruega por un tiempo. Entre éstos estuvo un matrimonio inglés retirado, que viajaba por el país con un automóvil y coche-habitación. Algunos han dicho que éste fue el primer coche-habitación que se vio en Noruega. El hermano Hollis y su esposa estuvieron entre los primeros precursores a quienes la policía les prohibió dejar literatura en manos de la gente sin obtener licencia. La base para esto fue una nueva ley comercial. En aquel tiempo (1932) aquellos dos precursores trabajaban con el folleto El Reino, la esperanza del mundo. Cuando la policía intervino, los precursores pidieron varios miles de folletos de la Sociedad y los distribuyeron gratuitamente. La policía también les prohibió regalar los folletos, pero para entonces esta obra estaba casi completa.

Muchos precursores experimentaron dificultades de ese tipo. Un policía también fue enviado al representante local de la Sociedad en Oslo con el propósito de hacer que éste detuviera a los precursores. Sin embargo, después de algún tiempo la cuestión se resolvió sin acción jurídica y los precursores continuaron su obra. A veces la policía los sometía a interrogatorio cuando algunos fanáticos religiosos, que querían detener la predicación del Reino, daban informe acerca de ellos a las autoridades.

POR LA COSTA POR BOTE

Algunos de los precursores viajaban por la costa por bote, esparciendo las buenas nuevas. En 1928 la Sociedad compró una pequeña lancha de práctico y la reconstruyó para dos hermanos que estaban trabajando como repartidores desde Oslo y por la costa en la parte meridional o sur del país. Los hermanos comenzaron en diciembre y viajaron por el lado occidental del fiordo de Oslo en la pequeña embarcación “Eliú,” aunque el fiordo estaba lleno de hielo. Durante el primer mes visitaron muchas ciudades y zonas densamente pobladas y dejaron unos 800 libros y folletos en manos de la gente. Sin embargo, en una oscura y tormentosa noche de febrero “Eliú” se desbarató por completo en la costa. La embarcación quedó destrozada, pero los hermanos bajaron a tierra a salvo.

En 1931 la Sociedad compró un nuevo bote de motor. Se le llamó “Ester.” Este bote tenía unos 12 metros de largo y en él había lugar para tres precursores, aunque era más práctico el tener solo dos. “Ester” se utilizó en la costa occidental y en el norte de Noruega hasta 1938, cuando fue reemplazado por el bote de motor de diez metros “Rut.” “Rut” también llevaba dos hermanos a bordo. Este bote fue usado principalmente en el norte de Noruega.

Los hermanos que viajaban en estos botes efectuaban muy buen trabajo por la costa de Noruega. En un solo año podían colocar de 10.000 a 15.000 libros y folletos. Visitaban muchas islitas y faros donde vivía gente, y hablaban a los lapones del norte. Llevando sus maletines de libros, fonógrafos y mochilas, proclamaban las buenas nuevas en lugares aislados en las montañas. Viajaban muchísimo, puesto que las casas estaban esparcidas en una zona de gran extensión. Había días en que los hermanos solo podían visitar unas cuantas casas. También sufrieron algunos accidentes. Los botes se les averiaron varias veces. Sin embargo, los hermanos sobrevivían, y los botes eran reparados.

En cierta ocasión los hermanos que viajaban en “Ester” visitaron un lugar del norte de Noruega donde se decía que la gente ‘vivía en armonía con los libros de Russell y Rutherford.’ Más de la mitad de la población estaba interesada en la verdad. Las iglesias estaban vacías y aproximadamente el 95 por ciento de la población había leído algunas de las publicaciones de la Sociedad.

MAYOR ATENCIÓN A LOS INTERESADOS

En enero de 1939 se dio un paso importante, cuando se organizó la obra de zona en Noruega. El país fue dividido en cuatro zonas. En cada una viajaría un siervo de zona. Él visitaría a la gente que hubiera mostrado interés en la verdad y se esforzaría por establecer nuevos grupos y congregaciones. Por supuesto, él también visitaba a las congregaciones ya establecidas para animar a sus compañeros de creencia.

La zona número 4 era la mayor. Abarcaba el sector que se extendía desde el pueblecito de Florö en la costa oriental hasta el puerto marítimo de Kirkenes en el norte en la frontera con Finlandia, una distancia de 1.810 kilómetros a lo largo de la costa. En esta zona había solo tres pequeñas congregaciones de quince publicadores que informaban servicio del campo.

Era invierno (enero de 1939) cuando el hermano Andreas Kvinge, como siervo de zona para la zona 4, empezó su primer viaje hacia el norte; él y su esposa viajaban en bicicletas. En cierta ocasión se proponían visitar dos lugares en los bosques aislados cerca de la frontera de Suecia. Todavía no se había removido la nieve de las carreteras. Por eso la gente tenía que viajar a caballo, y los caballos tenían que tener raquetas de andar sobre la nieve para moverse sobre la alta meseta montañosa. El hermano Kvinge y su esposa enviaban su literatura de antemano al lugar adonde iban y más tarde iban caminando hacia allá con sus bicicletas. Para llegar a algunos lugares el hermano Kvinge conseguía esquíes prestados, y se le iba todo el día en solo llegar a dos o tres casas. Cierta noche nadie quiso hospedar a los Kvinges en sus hogares. Por eso, ellos cruzaron la frontera y entraron en Suecia, donde alguien les ofreció un lugar donde dormir. Pero la hermana Kvinge estaba tan cansada que su esposo tuvo que cargarla a ella y sus maletines de libros durante la última parte de la caminata. En otra ocasión tuvieron que estar andando toda la noche en una temperatura bajo el punto de congelación debido a que nadie quiso ofrecerles un lugar donde dormir.

Pero los Kvinges también tuvieron muchas experiencias gozosas. En cierto lugar se encontraron con un grupito de publicadores del Reino que habían estado predicando por varios años sin informar su servicio del campo. Se establecieron varias nuevas congregaciones y grupos de publicadores. Los hermanos aislados recibieron estímulo. De seguro la obra de zona tenía la bendición de Jehová.

Había llegado el tiempo para mostrar mayor atención a las personas que se interesaban en la verdad. Este rasgo de nuestro servicio sería de importancia especial en los años del futuro, porque los publicadores del Reino en Noruega pronto estarían trabajando bajo circunstancias diferentes. El 9 de abril de 1940 los alemanes invadieron a Noruega y el país estaba por sentir el efecto de la II Guerra Mundial.

LA PRIMERA SACUDIDA

La invasión alemana de Noruega el 9 de abril de 1940 fue repentina. El primer oleaje de ataque vino en la forma de barcos de guerra. Grandes destacamentos de soldados desembarcaron en los puertos marítimos más importantes, y estos puertos fueron ocupados en el transcurso del mismo día. Puesto que militarmente Noruega no estaba bien preparada, por lo general los alemanes encontraron poca resistencia. Pronto tropas británicas y francesas se unieron a los noruegos en la batalla, pero después de aproximadamente tres semanas los Aliados tuvieron que ceder la parte del sur de Noruega. En la porción norteña del país, donde la defensa era más firme, la lucha continuó hasta el 10 de junio, cuando la última división noruega capituló. Varios pueblos y lugares en el oeste y el norte de Noruega habían sido sometidos entonces a intenso bombardeo, y algunos pueblos estaban en ruinas. Aquella expedición militar duró sesenta y dos días.

Muy extensa fue la destrucción que hubo en la parte del norte de Noruega. Los hermanos de allí, aunque eran pocos, aguantaron muy bien en medio de aquellas condiciones. En Narvik salieron del pueblo al comenzar los disparos y el bombardeo. Algunos permanecieron por algún tiempo a bordo del bote de motor de la Sociedad, “Rut,” que tuvo que permanecer en un fiordo fuera del pueblo mientras duró el combate. Cuando ya no había seguridad en mantenerse en el bote, los hermanos hallaron un lugar bajo unos grandes peñascos en la ladera. Narvik fue completamente destruida y dos hermanos fueron muertos, uno por una granada. Una familia perdió su casa y todas sus pertenencias. En Bodö, Fauske, Namsos y Steinkjer la mayoría de los edificios fueron destruidos también, pero todos los hermanos sobrevivieron. Sin embargo, muchos de ellos habían perdido todas sus pertenencias. Por todas partes había carreteras y puentes destruidos, poblaciones rurales enteras habían sido quemadas, y las carreteras parecían cementerios de automóviles. Cuando el pelear terminó, el hermano Kvinge, el siervo de zona, viajó de un sitio a otro para estimular a los hermanos por toda la zona.

Mientras tanto, el hermano Øman, el supervisor local de nuestra obra en Noruega, fue arrestado por la Gestapo (policía secreta del estado del régimen nazi). Por una semana lo tuvieron aprisionado en los cuarteles de la policía en Oslo, pero lo pusieron en libertad después de una corta audiencia. Unas semanas después lo llevaron a una nueva audiencia, bajo la sospecha de estar efectuando servicio de espionaje secreto a favor de Inglaterra. La audiencia duró seis horas y media sin interrupción, después de lo cual de nuevo dejaron en libertad al hermano Øman. En ambos casos lo trataron cortésmente y no se le dijo que la obra de los testigos de Jehová estuviera proscrita ni que sería detenida.

Los hermanos habían temido que los alemanes detuvieran inmediatamente la predicación y dieran a los Testigos noruegos el mismo trato que estaban recibiendo sus hermanos alemanes. Pero no resultó según lo que temían. Por lo tanto, una vez que había pasado la primera sacudida, reanudaron la proclamación de las buenas nuevas con pleno vigor.

HACIA NUEVAS ALTURAS

Bajo la dirección de la Sociedad, se dio comienzo ahora a una gran actividad. Nadie sabía por cuánto tiempo se permitiría que nuestra obra continuara. Por eso, era necesario distribuir a los hermanos y a la gente en general la mayor cantidad posible de la literatura de la Sociedad que había en existencias. La obra se hizo con especial intensidad usando el libro Salvación, que acababa de ser publicado en noruego (1940). Pronto, todos los libros de la primera edición habían sido despachados, y se imprimió una nueva edición, con encuadernación en papel, en Oslo. Debido a la guerra era imposible obtener literatura desde el exterior, pero algunos ejemplares sueltos de nuevos folletos publicados por la Sociedad en los Estados Unidos llegaron de alguna manera a la Noruega ocupada y fueron traducidos e impresos aquí. Una buena cantidad de esos folletos se imprimieron en noruego después de abril de 1940.

Después que la oscura sombra de la guerra había caído sobre el país, la gente escuchaba las buenas nuevas con más atención, pues muchos sentían la necesidad de un mensaje de consuelo y esperanza. Los hermanos hicieron todo lo que pudieron para satisfacer esa necesidad. En Oslo la congregación continuó largos viajes por autobús a pueblos vecinos y territorios rurales, donde colocaban grandes cantidades de literatura. Los precursores no perdían tiempo tampoco. Una hermana precursora colocó entre 800 y 900 libros en manos de la gente en dos meses en un solo valle en la parte oriental del país.

Por todo el país aumentaba el interés. Había muchos nuevos emprendiendo el servicio y haciéndose publicadores del Reino. Una razón principal para esto fue que se comenzaron muchos estudios bíblicos de casa, que entonces se llamaban estudios modelos. La actividad de las reuniones continuó, y en varios lugares se celebraron asambleas. Para gran deleite de los hermanos, La Atalaya en danés continuó viniendo desde Dinamarca, y Consolación se publicaba en noruego, como antes.

Los informes de este tiempo muestran la gran actividad que había: Desde octubre de 1940 hasta junio de 1941 se colocaron 272.419 libros y folletos en manos de la gente. Durante el año de servicio de 1939-1940, un promedio de 377 publicadores participaron en el servicio del campo. ¡Pero en mayo de 1941 la cantidad fue de 477 publicadores! En realidad, los hermanos estaban muy sorprendidos de que las autoridades alemanas no hubiesen tratado de detener la obra.

UNA ACCIÓN CUIDADOSAMENTE PLANEADA

Sin embargo, la realidad era que desde temprano los nazis estaban haciendo planes para tomar acción contra la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia. Ya en el verano de 1940 se hicieron propuestas para prohibir la literatura de la Sociedad. Esto no se efectuó, puesto que ellos supusieron que tal acción detendría nuestra actividad solo hasta cierto grado y obraría como aviso y daría a los hermanos la oportunidad de conseguir literatura desde el extranjero. En vez de eso, la policía de seguridad alemana, la Sipo, comenzó a recoger muchísima información acerca del tamaño y las actividades de la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia en Noruega. Representantes de la policía alemana vinieron a la oficina de la Sociedad para conseguir literatura, y llamaron al hermano Øman para varias audiencias.

El primer efecto de esta acción fue que el libro Enemigos (publicado en noruego en 1939) fue confiscado debido a ciertas declaraciones acerca del fascismo y el nazismo. Esto sucedió cerca del otoño de 1940. Sin embargo, las existencias de libros de la Sociedad no fueron tomadas. Por lo tanto, varios centenares de ejemplares de Enemigos fueron removidos del almacén sin que lo supieran los alemanes y colocados en los hogares de varios hermanos.

La obra del testimonio continúo sin mucha interrupción durante el resto del año 1940. Pero los nazis continuaron trabajando en sus planes. En octubre enviaron a Berlín una propuesta acerca de disolver la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia. Lo que se propuso fue que se cerrara la oficina del norte de Europa de la Sociedad en Copenhague. Sin embargo, la decisión fue pospuesta.

Durante el invierno y la primavera de 1941 la policía arrestó y examinó a precursores en varias partes del país, y los acusó de vender literatura supuestamente “anti-alemana.” Pero la actividad del Reino no fue prohibida, y los precursores fueron puestos en libertad.

En diferentes congregaciones aparecían nazis alemanes y noruegos para espiar. Una señora fue enviada a la oficina de la Sociedad en Oslo con este propósito e informó que había visto allí a “cuatro hombres que obviamente eran judíos.” Un informe policíaco alemán del 13 de marzo de 1941 dice en parte: “La actividad propagandista de los Estudiantes Sinceros de la Biblia [los Testigos de Jehová] ha aumentado considerablemente durante las últimas semanas. En diferentes partes de Oslo, y también en muchos otros pueblos, aparecen los ‘repartidores’ y venden las publicaciones de ‘La Sociedad Watchtower Bible and Tract.’ Estas publicaciones son publicaciones de agitación franca, dirigida contra los estados autoritarios bajo el pretexto de religión.”

No había duda de que el aumento en nuestra actividad iba irritando cada vez más a las autoridades. Durante el invierno y la primavera de 1941, ciertos funcionarios escribieron varias veces a Berlín pidiendo la aprobación de planes que tenían como fin disolver a la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia en Noruega. El 24 de abril de 1941 vino la señal desde Berlín. Mientras tanto, sin embargo, el asunto había sido sometido a Joseph Terboven, el reichskommissar alemán en Noruega. Él pensaba que la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia en Noruega era una cosa tan pequeña que no era necesario intervenir. Se decidió enviarle material más extenso acerca de la organización, y la acción que se planeaba fue pospuesta de nuevo.

A principios del verano se notó la primera señal de que algo se estaba poniendo en movimiento. La policía estatal nazi noruega vino y confiscó los folletos Fascismo o libertad y Gobierno y paz de la Sociedad. Entonces, el martes 8 de julio, vino lo que los hermanos habían esperado que no sucediera, la Gestapo propinó un fuerte golpe por todo el país para poner fin a la organización. Los alemanes, por medio de su detallada investigación, habían obtenido el nombre y dirección de todos los superintendentes presidentes de Noruega, y en aquel día todos estos recibieron una visita. Toda literatura publicada por la Sociedad que se halló en sus hogares fue confiscada, y a los hermanos se les dijo que si no cesaban de predicar serían enviados a campos de concentración. En varios lugares se arrestó a los hermanos principales de las congregaciones y se les mantuvo en custodia por varios días, aunque a ninguno se le maltrató.

Cinco oficiales de la policía alemana vinieron al hogar Betel y confiscaron toda la propiedad de la Sociedad, las existencias de literatura, el dinero en efectivo y las máquinas que se usaban en la oficina. El valor de la literatura y el dinero alcanzaba a 40.000 kroners noruegos (unos 6.000 dólares). Al mismo tiempo llevaron a la familia de Betel a los cuarteles de la Sipo (policía de seguridad) y los examinaron. No pusieron a nadie en prisión, pero al hermano Øman le ordenaron que se presentara cada día por doce semanas ante la policía estatal noruega.

La literatura que estaba almacenada en Betel no fue removida de allí inmediatamente, pero la puerta al almacén fue sellada. Más tarde los alemanes llegaron con tres camiones y la literatura fue llevada a una fábrica de papel para ser transformada en pasta. Poco después de eso, los hermanos se enteraron de que los obreros habían tomado algunos libros. El bote de motor “Rut,” de la Sociedad, que estaba en el oeste de Noruega, fue llevado de allí por remolque.

El 21 de julio el edificio de la Sociedad fue confiscado, junto con todos los libros y papeles que tenían que ver con él. La obra fue proscrita oficialmente, y las congregaciones ya no pudieron llevar a cabo sus actividades públicamente. Desde entonces en adelante no se enviaba literatura desde la oficina de Oslo. Pero, extraño como parezca, La Atalaya se podía pedir directamente de Dinamarca, por lo menos hasta principios del año 1941-1942. En cuanto a Consolación, el número de julio fue el último que salió. Los miembros de la familia de Betel permanecieron en el edificio de la Sociedad por algún tiempo, pero al fin la mayoría de ellos se mudó, y emprendieron trabajo seglar para ganarse su propio sustento. Sin embargo, el hermano Øman y su esposa continuaron viviendo en el edificio.

NUESTRA OBRA SE EFECTÚA “CLANDESTINAMENTE”

Si las autoridades nazis pensaron que sus acciones y amenazas contra los hermanos pondrían fin a la actividad cristiana de éstos, estaban equivocados. El pueblo de Dios en Noruega no estaba inclinado sencillamente a quedarse sentados en reposo. Más bien, siguieron adelante y reorganizaron la obra.

Reanudamos nuestra actividad bajo una administración descentralizada. Uno de los hermanos que antes había trabajado en Betel pudo hacer algunos viajes en el sur de Noruega. Además, Andreas Kvinge pudo continuar en la obra de zona por algún tiempo en el norte de Noruega. Fue arrestado el 12 de julio e interrogado por muchas horas. Los alemanes insistían en saber dónde estaban todos los hermanos del norte de Noruega, y a dónde iba él, pero él no quiso decirles. Lo amenazaron y le dijeron que lo seguirían por todas partes y lo enviarían a un campo de concentración si continuaba su actividad. Pero el hermano Kvinge no se atemorizó, y en diciembre de 1941 continuó viajando, usando transbordadores, andando y esquiando. Para ocultar su propósito, efectuaba trabajos de menor cuantía cuando visitaba a sus compañeros de creencia. De esta manera ayudó a los hermanos a continuar en su servicio cristiano. Para la primavera de 1942, el hermano Kvinge se estableció en Bergen. Pero cuando vino el verano fue al norte en bicicleta para ver a los hermanos y animarlos.

Otros también iban en aquellos viajes en bicicleta. Su propósito era visitar a los hermanos que conocían para ver cómo les iba. En el verano de 1943, uno de los hermanos que anteriormente había participado en las giras en uno de los botes de motor de la Sociedad al norte de Noruega viajó 1.207 kilómetros en bicicleta para visitar y animar a sus compañeros cristianos.

Por medio de correspondencia muchos se mantenían informados acerca de nuestra obra en otras partes del país. Puesto que la policía de seguridad alemana efectuaba una extensa censura de la correspondencia, los hermanos a menudo escribían en clave para que las cartas parecieran inocentes si alguien las abría y las leía. En vez de la palabra “congregación,” por ejemplo, se usaba la palabra “familia” o “corporación.” No sabemos hasta qué grado se censuraba la correspondencia de los hermanos, pero sí sabemos que los alemanes por lo menos tenían planes de vigilar toda la correspondencia que enviaban al extranjero y recibían del extranjero los que habían estado trabajando en Betel.

LAS REUNIONES Y LA PREDICACIÓN

Por supuesto, nuestra actividad de reuniones estaba prohibida. Pero los hermanos, respetando los mandamientos de Dios más que los del hombre, pronto empezaron a reunirse en hogares particulares en grupitos de cinco o seis personas. (Hech. 5:29; Heb. 10:24, 25) Cuando se veía que esto prosperaba, los grupos se hacían más grandes. Todos se cercioraban de venir solos o con solo unas cuantas personas para no atraer atención. Nunca sabían si había un informador cerca, vigilando su lugar de reunión. Muchas veces ponían las mesas con tazas de café para que la reunión pareciera solo una fiesta común.

Principalmente, los hermanos se reunían para estudiar La Atalaya. Ejemplares de los números en danés y sueco se introducían ocultamente en el país, se traducían y entonces se copiaban a máquina para usarlos. Aquellos escritos a máquina circulaban en las congregaciones por toda Noruega. Por lo general, solo el conductor del estudio tenía un escrito. Por eso, él primero leía los párrafos y entonces hacía las preguntas. Sobre todo, estas reuniones ayudaron a los hermanos a mantener su valor y continuar testificando sin temor durante aquellos años difíciles.

A medida que el pueblo de Jehová descubrió cómo reunirse en relativa seguridad, empezaron a tener reuniones más grandes en ocasiones especiales. El Memorial era uno de estos acontecimientos. Más de cien cristianos se reunían entonces en obediencia al mandato de Cristo de conmemorar su muerte (Luc. 22:19, 20) El 31 de marzo de 1942, por ejemplo, 280 hermanos se reunieron en dos diferentes lugares en Oslo. Noventa participaron de los emblemas.

Por todo el país también se celebraban “asambleas,” en granjas aisladas o en el bosque. En cierta ocasión, durante una de esas “asambleas” en un bosque, los hermanos fingieron estar recogiendo bayas para que no se notara lo que hacían. Llevaban baldes y otro equipo necesario para recoger bayas.

Por supuesto, el propósito de aquellas reuniones era edificar espiritualmente a los hermanos. Se pronunciaban discursos, y se consideraban artículos interesantes de La Atalaya. Sin embargo, se hacían arreglos también para participar de alimento material. A muchos Testigos —especialmente los que vivían en las ciudades— se les hacía difícil obtener el alimento que necesitaban. Pero los que tenían algún alimento lo compartían amorosamente con los que no tenían.

Durante el verano de 1943 se celebró la mayor de estas reuniones de “asamblea” en una zona arbolada de una granja en las afueras de Oslo. Unos 180 hermanos y hermanas que vinieron de diferentes pueblos de los alrededores del fiordo de Oslo se reunieron. Súbitamente, tres soldados alemanes a caballo se acercaron a la granja y vieron a los hermanos. Un hermano que hablaba alemán habló a los soldados. Los soldados querían ir a nadar, pero se habían equivocado de camino. Dos hermanos se ofrecieron para mostrarles el camino correcto, y lo hicieron. Los hermanos dejaron escapar un suspiro de alivio cuando los soldados desaparecieron. De camino a la playa el hermano que hablaba alemán escuchó a dos de los jinetes considerando qué clase de reunión pudiera haber sido ésta. Uno sugirió que quizás se trataba de una sociedad coral, como una que habían visto en otro lugar.

Por eso, nada sucedió esta vez tampoco. No tenemos informes de que los hermanos se metieran en dificultades por reunirse en “asambleas” como éstas en armonía con la voluntad de Jehová.

Naturalmente, la proclamación del Reino también se efectuaba con la mayor cautela, especialmente al principio. Los hermanos sabían que las autoridades nazis vigilarían su actividad muy cuidadosamente. Al principio, los del pueblo de Dios no testificaban de casa en casa, sino que visitaban a los que habían mostrado algún interés, y hablaban a parientes y compañeros de empleo. De este modo, los hermanos también se comunicaban con algunos nuevos. Sin embargo, después de un par de años, algunos empezaron a ir de casa en casa usando la Biblia.

No pasaron muchos meses antes de que hubiera una escasez de literatura. Algunos hermanos que se habían imaginado de antemano lo que podría suceder habían enterrado u ocultado libros y folletos, y ahora los sacaron y los usaron. Con el tiempo, los publicadores por lo general solo prestaban literatura a las personas que mostraban algún interés en el mensaje del Reino.

Fue en esta situación que la actividad de los estudios bíblicos resultó ser de tan grande importancia. Por todo el país se comenzaron muchos estudios por medio de los folletos Núms. 1 y 2 de Estudio Modelo (el segundo se publicó en noruego en 1941). A las personas que mostraban interés, primero se les invitaba a estas reuniones, y más tarde al estudio de La Atalaya. A menudo había de veinticinco a treinta personas presentes. Esto era así especialmente en las ciudades más grandes. Cuando los hermanos se quedaron sin folletos Estudio Modelo, prepararon un libro similar, pero más extenso, para estudio, y éste se imprimió y se usó mucho.

Por supuesto, estos nuevos que entraban en la congregación tenían que ser bautizados. Muchas veces esto se hacía en hogares particulares. Un hermano declaró que por lo menos cincuenta individuos se habían bautizado en su hogar durante la guerra. Además, en las “asambleas” secretas se hacían arreglos para bautizar, y esto se efectuaba en algún lago pequeño entre las montañas.

El hecho de que los hermanos tuvieran amplia oportunidad para testificar fue causa de alguna diferencia de opinión entre ellos. ¿Por qué? Bueno, algunos pensaban que la predicación debería efectuarse más públicamente, mientras que otros pensaban que esto sería presentar una provocación a las autoridades nazis. El resultado fue que algunos empezaron a ir de casa en casa con la Biblia, mientras que otros trabajaban más secretamente y se comunicaban con la gente de otras maneras. Sin embargo, era patente que los hermanos de ambos grupos obraban según un deseo sincero de servir a Jehová, porque él bendijo la obra de ellos.

¿Se dio cuenta la policía de seguridad alemana de que los Testigos noruegos estaban reanudando su actividad? Sería muy raro que una organización tan bien administrada como la Sipo no se hubiera dado cuenta de esto. La Sipo sí sabía que los hermanos no habían cesado de hacer su obra, pero quizás no sabían hasta qué grado se efectuaba su actividad. De diferentes ángulos, incluso el partido nazi noruego, venían informes acerca de la actividad de los hermanos y cartas en las cuales se instaba a la Sipo a tomar acción contra los testigos de Jehová. En una carta se llamaba a la congregación “la secta de propaganda comunista bajo influencia judía.” Otra carta, enviada anónimamente desde Oslo con fecha del 22 de junio de 1942, decía:

“Estimado Sr. Reichskommissar,

“Yo sé que usted es católico devoto. Por lo tanto, confío en que use su envidiable gran autoridad para destruir esta desgracia de la comunidad, es decir, por lo menos aquí en Noruega: La organización subsidiaria del judío [!] Juez Rutherford . . .

“De ninguna manera puedo comprender cómo se ha permitido que esta organización sospechosa efectúe su demoníaca actividad.

“¿Por qué no denunciar a esta organización en los periódicos y dejar que el público vea lo ridícula y peligrosa que es la actividad de esta organización?”

Sin embargo, las autoridades alemanas no dieron más pasos contra los testigos de Jehová. Es posible que los nazis hayan pensado que, debido a su tamaño modesto, nuestra organización no era tan peligrosa. Quizás hayan pensado que bastaba con detener la gran distribución de “publicaciones agitadoras.” Ciertamente estaban muy ocupados en otros campos, principalmente peleando contra el movimiento de resistencia noruego. De todos modos, era particularmente contra los patriotas noruegos del Frente Nacional que los nazis estaban usando sus métodos avanzados de espionaje y bárbaras medidas punitivas. Hablando en términos generales, a los testigos de Jehová no se les molestó en Noruega después de la acción que se tomó en 1941. Sin embargo, sin la protección de Dios un aspecto de la actividad fácilmente pudo haber puesto a los hermanos en una posición difícil. Este fue la obra de sacar copias de artículos de La Atalaya y distribuirlas por el país. Los hermanos que se ocupaban en esto estaban trabajando a riesgo de su vida.

SE DISTRIBUYE EL ALIMENTO ESPIRITUAL

La Atalaya se introducía ocultamente en el país desde Suecia y Dinamarca. Algunas de nuestras revistas eran traídas por personas interesadas en la verdad y hermanos que cruzaban la frontera entre Suecia y Noruega, y en un lugar había una “línea de comunicación” bastante firme. De la sucursal sueca de la Sociedad, y a veces desde Dinamarca, se le enviaban paquetes de alimento al hermano Øman. ¡Los artículos alimenticios, como huevos, se empaquetaban en páginas de La Atalaya! Estas páginas se planchaban y el contenido se traducía a noruego. A veces, hermanos de Dinamarca y Suecia que hacían viajes de negocio nos traían literatura.

Solo los artículos principales de estudio de La Atalaya se traducían y distribuían por todo el país. Al atardecer y de noche los hermanos se mantenían ocupados pasando este material a máquina. Para ahorrar tiempo, hacían de cinco a nueve copias en papel carbón.

Nuestros hermanos nunca se sentían seguros cuando hacían este trabajo. A los nazis se les estaba haciendo muy difícil limitar la prensa ilegal del Frente Nacional Noruego. Para hallar las oficinas editoriales del periódico secreto, invadían las casas. A las personas que tenían material ilegal en la casa las castigaban severamente. Para fines de la guerra, se imponía la pena de muerte por no entregar a las autoridades un periódico ilegal. Sí, el solo tener una máquina de escribir en la casa se consideraba sospechoso.

En el otoño de 1943, en Oslo, hallaron muerto a un funcionario encumbrado alemán a poca distancia de la casa de un hermano que solía pasar en máquina artículos de La Atalaya. Aquella misma noche aquel sector entero fue invadido por la Gestapo. Súbitamente, a aproximadamente las tres de la mañana, el hermano se despertó al ruido de soldados que marchaban y oficiales que daban el mandato: “¡Vigilen las entradas!”

El hermano acababa de pasar por máquina quince escritos de La Atalaya, cada uno de siete páginas, de modo que tenía 105 páginas mecanografiadas en la casa. Estaba bien al tanto de lo que sucedería si se hallaba este material. La Gestapo no trataba con mano delicada a las personas que se llevaba.

La Gestapo abrió a la fuerza la puerta de entrada, y de veinticinco a treinta hombres subieron por cada entrada. El edificio tenía tres pisos, y la incursión empezó en el tercer piso. El hermano vivía en el primer piso. Esto le dio una oportunidad. Agarró los escritos y corrió al baño, donde los hizo pedazos y los echó en el inodoro, haló la cuerda una vez, echó el resto de los papeles en el inodoro y se puso a esperar agitadamente que la tolva de agua se llenara de nuevo. ¿Saldría airoso de esta situación? Se le dieron dos minutos y esto fue suficiente, porque cuando cuatro hombres armados irrumpieron en el apartamiento, los escritos habían desaparecido. Los hombres volvieron todo boca abajo. Azucareras, el horno, las gavetas, los cuadros que había en la pared... todo fue cuidadosamente investigado, pero no se halló nada ilegal. El hermano creyó que Jehová lo había protegido al dejar que la incursión empezara en el tercer piso.

Para suministrar con regularidad el alimento espiritual a todas las congregaciones y a los publicadores aislados, se exigía buena organización y ayudantes prestos. En Oslo varios hermanos visitaban con regularidad las congregaciones cercanas de la parte este del país y conducían estudios de La Atalaya los domingos. Tenían un escrito que consideraban con la congregación. Las congregaciones y hermanos que podían conseguir La Atalaya de este modo recibían una copia por correspondencia o de un hermano que viajaba por bicicleta o tren. Los que recibían los escritos los pasaban a otros. De esta manera, se mantenía un servicio regular.

Los hermanos que viajaban con escritos de La Atalaya en sus bolsillos o maletines se arriesgaban. No era raro que se detuviera y examinara a la gente en las calles y se hizo más riguroso el control de los trenes, autos y botes. Sin embargo, Jehová protegía a los hermanos que estaban dispuestos a servir de esta manera.

En cierta ocasión un hermano fue por tren desde Oslo a un pueblo cercano. Apenas empezaban a moverse las ruedas cuando dos agentes armados de la policía estatal nazi noruega entraron en el coche donde el hermano estaba sentado. Cerraron las puertas y empezaron a examinar a la gente. Toda persona tuvo que sacar cuanto tenía en los bolsillos y maletines, y a algunos se les sometió a un registro mientras el cañón de un rifle les apuntaba al cuello.

El hermano estaba sentado allí, sin saber qué hacer con los escritos de La Atalaya que tenía. Optó por ponérselos en los bolsillos a cada lado de su chaqueta. A la persona que estaba al lado de él le ordenaron que se pusiera de pie y la cachearon. El policía ahora volvió su atención al hermano, que estaba sentado allí orando a su Padre celestial por ayuda. Mirando al hermano, el policía dijo: “¡Su tarjeta de identificación!” El hermano se la mostró. ¡Eso fue todo! Toda otra persona en el coche del ferrocarril tuvo que mostrar lo que llevaba... ¡excepto este hermano!

Noruega fue dividida en dos partes para facilitar la distribución de los artículos de La Atalaya. Desde Oslo, se enviaban escritos a todas partes del este de Noruega, y desde Bergen, se abarcaba la distancia desde Stavanger hasta Kirkenes. Usualmente la congregación de Bergen recibía ejemplares de La Atalaya en sueco o danés. En la mayoría de los casos éstos tenían que ser recogidos en Oslo, pues si se enviaban por correo caían en manos de la policía de seguridad alemana. Diferentes hermanos viajaban por tren o bicicleta más de 483 kilómetros para conseguir este alimento espiritual, y para visitar a la “familia,” como decían si se les interrogaba. En la mayoría de los casos usaban bicicletas. En otros casos, enviábamos nuestras revistas por medio de hermanos que barloventeaban en el mar entre Oslo y Bergen.

En Bergen se sacaban copias de los artículos de La Atalaya de la misma manera que en Oslo y entonces se enviaban hacia el norte por medio de hermanos que trabajaban en embarcaciones que iban de un punto a otro por la costa. Los artículos se enviaban por rutas regulares de un lugar a otro, y la dirección más al norte estaba en la frontera rusa.

De esta manera Jehová Dios se encargó de que el alimento espiritual llegara a los hermanos por toda Noruega. Por medio de La Atalaya se fortaleció y animó a los hermanos a continuar en su predicación cristiana en aquellos años difíciles. Durante el espacio de tiempo desde 1941 hasta 1944, unos 9.000 de aquellos escritos fueron mecanografiados y distribuidos por todo el país.

AUMENTO A PESAR DE LA GUERRA

A pesar de las dificultades que la guerra creaba, la obra del Reino en Noruega continuó creciendo. El crecimiento de la obra fue más o menos igual durante el tiempo de la guerra que durante los cinco años anteriores, pues el promedio de aumento en la cantidad de publicadores fue de un 8 por ciento cada año. Así, desde 1940 hasta 1945 la cantidad de publicadores en Noruega aumentó de 462 a 689.

En Noruega los hermanos no fueron tan acosados por las autoridades alemanas como lo fueron sus compañeros de creencia en otros países ocupados. Es verdad que la acción de 1941 sí puso fin a una extensa difusión de la literatura, pero poco se hizo para evitar que nuestra obra continuara clandestinamente. No sabemos de ningún hermano noruego que recibiera maltrato. Algunos fueron arrestados y encarcelados después de la acción de julio de 1941, pero todos fueron puestos en libertad dentro de una semana.

Muy pocos hermanos perdieron la vida debido a las condiciones de guerra. Hasta donde sabemos, solo tres hermanos fueron muertos, aunque una cantidad considerable de ellos perdieron sus hogares y pertenencias debido al bombardeo de diferentes pueblos. Esto fue especialmente así en el norte y el oeste de Noruega.

Cuando vino la paz en la primavera de 1945, muchas cosas habían sucedido dentro de la organización. J. F. Rutherford había muerto y N. H. Knorr le había sucedido como presidente de la Sociedad Watch Tower. Los hermanos y las hermanas de Noruega se alegraron de poder trabajar en público de nuevo y estuvieron muy deseosos de cooperar plenamente con los demás de la organización de Jehová por toda la Tierra.

REORGANIZANDO NUESTRA OBRA

Naturalmente, se necesitó algún tiempo para reorganizar la actividad de predicar después que nuestra obra había estado proscrita por cuatro años. Entre las primeras cosas que se hicieron estuvo el hacer arreglos para varias reuniones públicas. Hubo una asistencia bastante nutrida a éstas. Durante la guerra muchas personas habían llegado a estar conscientes de su necesidad espiritual. (Mat. 5:3) Es verdad que algunas personas que se habían interesado en la verdad durante la guerra después se apartaron. Pero un buen número de personas que se desilusionaron con el nazismo prestaron atención a las buenas nuevas del reino de Dios. En tres discursos públicos que se presentaron en Oslo durante el verano de 1945 hubo concurrencias de entre 400 y 600 personas.

En julio y agosto de 1945 el hermano William Dey (supervisor y encargado de la oficina del norte de Europa de la Sociedad) visitó a Noruega para ayudar a los hermanos con relación a la organización de la actividad de predicar. El desacuerdo que había comenzado durante la guerra entre dos grupos de publicadores que tenían diferentes ideas en cuanto a cómo efectuar la testificación todavía estaba presente. Por eso, en reuniones que se celebraron en Oslo, Skien y Bergen, el hermano Dey hizo un llamamiento a todos para que ‘enterraran la pelea’ y pidió que se pusieran de pie todos los que deseaban hacer eso. Todos los presentes se pusieron de pie.

Los hermanos se encontraron frente al hecho de que había una escasez de literatura bíblica para el público. Por lo tanto, comenzaron a prestar libros y folletos, tal como lo habían hecho durante la guerra. En septiembre de 1945 llegó la primera nueva literatura... cuatro folletos suecos y uno en noruego. Por supuesto, nuestro gozo fue grande cuando recibimos La Atalaya en noruego comenzando con el 1 de octubre de 1945. En años anteriores, habíamos usado la edición danesa. Ahora hicimos grandes esfuerzos por obtener suscripciones a La Atalaya, y en enero de 1946 comenzamos una campaña de cuatro meses con La Atalaya.

Sin embargo, en muchas congregaciones los hermanos todavía estaban divididos en dos grupos. Por eso, en diciembre de 1945 los hermanos N. H. Knorr y M. G. Henschel vinieron a Noruega desde la central de la Sociedad en Brooklyn para resolver este problema y ayudar a los hermanos a organizar la obra en armonía con los procedimientos que se seguían en otros lugares. A dos reuniones, una celebrada en Oslo y la otra en Bergen, asistieron 800 y 500 personas respectivamente. La visita del hermano Knorr resultó en una gran bendición, pues la disputa que había entre los hermanos fue resuelta. En las reuniones que se celebraron durante su visita también se hizo saber que Enok Øman ya no sería el encargado de la obra en Noruega. Más bien, la actividad sería atendida por el hermano Dey directamente. El hermano Øman continuó trabajando en la oficina de Oslo hasta 1953, y después de eso fue precursor. Sirvió fielmente a Jehová hasta su muerte en 1975 a la edad de 94 años.

William Dey fue sucedido pronto como supervisor de la obra en Noruega por Marvin Ferrol Anderson, un hermano estadounidense enviado aquí desde el Betel de Brooklyn en 1946. El 17 de enero puso pie por primera vez en terreno noruego. El hermano Anderson empezó a reorganizar la actividad de predicar. Y no pasó mucho tiempo antes de que empezara a hablar con los hermanos en noruego.

NECESIDAD DE SIERVOS DE TIEMPO CABAL

Por todo el país había mucho interés en el mensaje del Reino después de la guerra. Muchas personas que se interesaban en la verdad venían a los discursos públicos, y la literatura se colocaba entre ellas con facilidad. La cuestión ahora era la siguiente: ¿Habría en Noruega hermanos que estuvieran dispuestos a entrar en el servicio de precursor y llevar la verdad a las zonas aisladas? Por medio del Informador (ahora Nuestro Servicio del Reino) se estimuló a los hermanos a emprender el servicio de precursor. Muchos respondieron, entre ellos varios que se habían visto obligados a salir de las filas de los trabajadores de tiempo cabal cuando nuestra actividad fue proscrita en 1941. Pero los precursores necesitaban mucha literatura, preferiblemente en noruego. A este respecto, la situación era mala. Después de la visita del hermano Knorr a Noruega en diciembre de 1945, sin embargo, los libros Salvación y Enemigos, así como los folletos Descubierta, Protección y Seguridad, se imprimieron en noruego. Entonces los precursores tuvieron suficiente literatura. Para el fin del año de servicio de 1946, cuarenta y siete hermanos y hermanas habían emprendido este servicio.

Estos eran tiempos difíciles, y los precursores también sintieron sus efectos. Especialmente los que viajaban a las partes del norte del país se enfrentaban a una prueba en cuanto a su aguante y confianza en Jehová. Grandes zonas habían sido bombardeadas y quemadas por los nazis durante su retirada. Por eso había gran escasez de alojamiento, y poco alimento.

Una de las personas que viajó al norte de Noruega en 1946 fue la hermana Svanhild Neraal. Durante 1941, había trabajado como precursora en Finnmark, en la parte más septentrional del país, y había visto el bombardeo de dos pueblos. Pero había tenido tantas excelentes experiencias allí y estaba tan entusiasmada con la gente hospitalaria de aquella localidad que durante toda la guerra había deseado volver a aquel lugar. Por eso, a principios del verano de 1946 fue a Kirkenes, en la frontera rusa. La gente pensaba que había perdido el juicio al ir a aquel lugar sin tener dónde alojarse. Pero ella oró a Jehová por ayuda.

Durante todo el primer invierno la hermana Neraal durmió en el piso de una cocina en una casita donde se alojaban otras cinco personas. Durante el primer año no pudo comer hasta satisfacerse plenamente ni siquiera una vez. Además, se encontró con muchas penalidades en el servicio del campo. Por ejemplo, los alemanes habían hundido la mayor parte de las embarcaciones locales, y nadie sabía cuándo vendría o partiría la siguiente embarcación. Por eso, pasó muchas noches sentada en los muelles bajo la lluvia o la nieve, esperando inútilmente transportación.

Pero durante los dos años y medio que la hermana Neraal estuvo en el norte, también tuvo muchas experiencias interesantes y agradables, como cuando predicó a los lapones. Ella viajaba por bicicleta o embarcación fluvial o, si era posible, por autobús. Se sentaba en la tienda de los lapones, hecha de piel de reno, y comía carne de reno directamente de la olla. Por medio de intérpretes lapones testificó a grupos de oyentes que mostraban interés. Mientras estuvo en la parte septentrional del país, la hermana Neraal conoció a personas que se interesaron en la verdad y que más tarde aceptaron la verdad. ¡Obtuvo 2.000 suscripciones a La Atalaya y colocó 2.500 libros!

Los precursores también hicieron buen trabajo en otros lugares. En 1948 la Sociedad compró un bote de motor que recibió el nombre de “Jonadab” y fue usado por precursores durante tres o cuatro años antes de que fuera vendido. Se usó en la parte occidental del país y fue el cuarto y último bote para los precursores que fue propiedad de la Sociedad. Sin embargo, la mayoría de los precursores trabajaba de manera ordinaria, colocando el cimiento para nuevas congregaciones por todo el país. La cantidad de los precursores varió algo durante los primeros años después de la guerra, pero el promedio para el espacio de 1946 a 1950 fue de cuarenta y dos.

AYUDA A HERMANOS NORUEGOS Y DE ELLOS A OTROS

Muchos hermanos noruegos se encontraban con poca ropa después de la guerra, y al principio era imposible comprar nueva ropa. Esto se le dio a conocer al hermano Knorr cuando éste visitó a Noruega a fines de 1945, y entonces él se encargó de que los Testigos generosos de otros países enviaran a Noruega ropa y zapatos de segunda mano. Desde Suecia se enviaron dos toneladas y desde los Estados Unidos seis toneladas. En Oslo la ropa se separaba según el tamaño y se enviaba a los hermanos según los pedidos que éstos enviaban. En total se ayudó a más de 3.000 hermanos y personas interesadas en la verdad de esta manera. Las cartas que vinieron de todas partes del país reflejaron el gran aprecio que sintieron los hermanos noruegos por haber recibido estos valiosos regalos.

Un hermano que había nacido en Dinamarca y vivía en Noruega tuvo una chistosa experiencia con relación a esta ropa que venía del extranjero. En el servicio del campo se encontró con una señora que dijo que él estaba esparciendo una religión americana, que él tenía acento americano y llevaba ropa americana. El hermano le dijo con calma que el abrigo era del Canadá, el suéter de los Estados Unidos, los pantalones de Noruega, los zapatos de Suecia y la corbata de Dinamarca. ‘Pero estos libros,’ dijo él ‘contienen verdades de la Biblia.’ La señora lo invitó a entrar, comenzaron una conversación y él dejó en manos de ella un libro encuadernado y unos folletos.

Gradualmente la situación económica de Noruega mejoró, y pronto los hermanos mismos pudieron extender ayuda a otros hermanos del exterior. En 1947 se enteraron por medio de la Sociedad de que especialmente los hermanos alemanes necesitaban tanto alimento como ropa. Durante 1948 y 1949 muchos Testigos noruegos enviaron paquetes de alimento a Alemania y recibieron cartas de aprecio de los que los recibieron con alegría. También se envió alimento a los hermanos finlandeses.

Esta ayuda a cristianos noruegos y desde cristianos noruegos armonizó con las palabras de Jesús: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.”—Juan 13:35.

LA ORGANIZACIÓN Y EL SERVICIO

Cuando el hermano Anderson llegó a Oslo en enero de 1946, hubo necesidad de efectuar una buena cantidad de cambios en el hogar Betel en Inkognitogaten, que le había sido devuelto a la Sociedad después de la guerra. Primero, para la oficina y el edificio en conjunto se necesitaba nuevo equipo... máquinas de escribir, sillas, escritorios, camas, y así por el estilo. Además, el edificio no había sido mantenido en buena condición durante la guerra. Por lo tanto, se requería extensa renovación. En segundo lugar, una cantidad considerable de inquilinos —en su mayor parte señoras de edad avanzada— vivían allí, ocupando espacio que la Sociedad necesitaba. Debido a la gran escasez de alojamiento en Oslo en aquel tiempo, era difícil hallar otros hogares para ellas. Entonces se investigaron las posibilidades de vender la casa y hallar una mejor o construir un nuevo hogar Betel, pero el resultado de esto fue que continuamos usando el 28 B de Inkognitogaten. Poco a poco el hogar Betel fue siendo equipado, y una de las cosas más útiles allí fue una prensa que funcionaba por medio de pedales, la cual usamos por varios años. Esta fue la primera máquina de imprimir que la Sociedad tuvo en Noruega.

En el verano de 1946 se pusieron en vigor nuevas instrucciones en cuanto a la organización de la obra. Entre otras cosas, se hicieron arreglos para que las congregaciones celebraran una nueva reunión semanal, la Escuela Teocrática, basada en el folleto Curso en el ministerio teocrático.

Pronto se manifestaron los resultados de la Escuela Teocrática. Para noviembre se comenzó una campaña de reuniones públicas por toda Noruega. Se asignó a los hermanos más capacitados para que prepararan un discurso basado en uno de ocho bosquejos suministrados por la Sociedad. Ahora hubo muchos hermanos presentando discursos públicos por primera vez. En Oslo y otros pueblos, estos discursos fueron pronunciados ante grandes auditorios en parques públicos. En poco tiempo, debido a la Escuela Teocrática, tuvimos muchos discursantes públicos capacitados en Noruega.

En diciembre de 1946 los superintendentes de circuito empezaron a viajar por Noruega. Al principio hubo cuatro circuitos, con 78 congregaciones, cada una de las cuales era visitada dos veces al año. También se celebraban con regularidad asambleas de circuito. Para ayudar al mayor número posible de personas, los superintendentes viajeros trabajaban en el servicio del campo con unos cincuenta a setenta hermanos y hermanas durante la visita de una semana. A medida que poco a poco se enseñó a los publicadores a presentar el mensaje del Reino ellos mismos a las puertas de la gente, cesaron de usar las tarjetas de testimonio y los fonógrafos en su predicación. Ahora se dio mucha mayor atención a las revisitas y la obra de estudios bíblicos.

De gran importancia para la testificación aquí en Noruega ha sido el hecho de que hemos podido enviar muchos hermanos a la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower. Los primeros dos fueron enviados a la escuela para recibir entrenamiento en el otoño de 1947. Como sucedió en el caso de la mayoría de los estudiantes enviados desde Noruega, se les asignó a servir aquí como precursores de tiempo cabal, superintendentes viajeros o trabajadores en Betel.

Como resultado de estos nuevos rasgos relacionados con la organización y el servicio, los años desde 1945 hasta 1950 resultaron ser un tiempo de rápido desarrollo espiritual para el pueblo de Dios en Noruega. Más hombres se capacitaron para responsabilidades de congregación. Además, a los publicadores individuales se les dio mayor atención y entrenamiento cuidadoso.

LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ ANTE EL TRIBUNAL

Excepto por los años de la guerra, los testigos de Jehová en Noruega no habían tenido muchas dificultades en su relación con las autoridades. A principios de los años treinta algunos precursores fueron acusados de venta ambulante ilegal, pero el caso fue arreglado sin que nadie fuera llevado al tribunal. Después de eso solo había habido incidentes esporádicos. En 1948 y 1949, sin embargo, surgieron dificultades similares. La policía no permitió que dos precursores y otros dos hermanos ofrecieran la literatura de la Sociedad al público, remitiéndose a la Ley del Comercio del 8 de marzo de 1935, Sección 86. La Sociedad llevó la cuestión al Departamento de Justicia, y el caso fue sometido al Departamento del Comercio. En una carta oficial con fecha de 10 de octubre de 1949, el Departamento del Comercio declaró que la actividad de los testigos de Jehová debía considerarse como de “interés general” en el significado de la legislación comercial, y que, por lo tanto, era innecesario obtener permiso de la policía para participar en tal actividad. El procurador general concordó con el punto de vista del Departamento del Comercio. Por consiguiente, los precursores, que habían sido sentenciados a pagar una multa de quince kroners noruegos cada uno, fueron indultados por Orden en Concejo del 10 de marzo de 1950.

Algo que creó una agitación mucho mayor, sin embargo, fue el juicio de varios hermanos en Oslo por distribuir La Atalaya en las calles. La obra en las calles con La Atalaya empezó en Noruega el 11 de septiembre de 1948. El 28 de noviembre de 1949, los hermanos estaban trabajando en la calle principal de Oslo con las revistas y unos agentes de la policía les pidieron que los acompañaran al cuartel. Una buena cantidad de Testigos fueron llevados al cuartel. En éste se les dejó de pie en la sala dos horas, después de lo cual se les despidió.

Este incidente pronto fue cosa conocida entre todos los hermanos de Oslo, y una semana después muchos más se presentaron en la parte central de la ciudad, distribuyendo La Atalaya. De nuevo la policía vino. Todos los Testigos fueron arrestados y llevados al cuartel de la policía. Esta vez siete hermanos y hermanas fueron interrogados y se les dijo que habían violado un pasaje de la Ley Criminal y la decisión policíaca que aplicaba a Oslo en el sentido de que a nadie que no tuviera permiso de la policía se le permitía distribuir anuncios, y así por el estilo, o participar en publicidad ambulante o por vehículo. Este caso fue llevado al tribunal municipal, donde se dictó sentencia el 21 de enero de 1950. El tribunal no halló ninguna actividad de venta o actividad económica envuelta en el caso, pero declaró a los siete acusados culpables de violar el pasaje ya mencionado. Se apeló ahora de la sentencia y el caso fue llevado directamente al Tribunal Supremo.

Nunca habían participado tantos publicadores del Reino en la testificación en las calles como después de este caso, y muchos consideraban esta situación como una prueba de su fe. Los arrestos continuaron. Gradualmente, las multas fueron subidas a cincuenta kroners noruegos. Algunos hermanos fueron arrestados hasta diez veces y la policía no mostraba mucho entusiasmo al efectuar estos arrestos que creaban considerable agitación.

El 17 de junio de 1950 el Tribunal Supremo dio su fallo. ¡La sentencia del tribunal municipal fue unánimemente conmutada, y los hermanos fueron absueltos! A los testigos de Jehová se les permitió distribuir La Atalaya en la calle sin pedir permiso a la policía.

Por medio de estos juicios se mostró que nuestra actividad no es ilegal y que tenemos el derecho a testificar con nuestra literatura de casa en casa y en la calle. Desde entonces las autoridades no han intervenido para poner fin a ningún rasgo particular de la obra de testimonio aquí en Noruega.

SE REORGANIZA LA ACTIVIDAD RELACIONADA CON LAS ASAMBLEAS

¡Cuánto nos alegramos de reunirnos en asambleas normales después de no haber podido hacerlo por varios años! Las primeras asambleas de después de la guerra se organizaron en las ciudades más grandes del país, Oslo, Bergen y Trondheim, y se celebraron durante septiembre y octubre de 1946. Un total de 3.011 personas asistieron al discurso público y 52 se bautizaron.

La siguiente gran asamblea se celebró en Oslo del 20 al 22 de junio de 1947. Los hermanos Knorr y Henschel estaban visitando para ver cómo iba la obra y pronunciaron varios discursos en esta asamblea. Fue la más grande asamblea que celebramos en Noruega hasta aquel tiempo. Cuarenta personas se bautizaron y 1.446 escucharon el discurso público del hermano Knorr “El gozo de todos los pueblos.”

Para la Asamblea “Adoración Limpia,” que se celebró en Lillehammer del 21 al 23 de septiembre de 1951, la concurrencia pasó de todas las marcas anteriores que habíamos alcanzado en una sola asamblea cuando 2.391 personas escucharon al hermano Knorr pronunciar el discurso público: “¿Se enfrentará con éxito la religión a la crisis mundial?” Ochenta y nueve personas se bautizaron en esta asamblea.

Durante el período entre las asambleas de 1947 y 1951, los publicadores del Reino en Noruega aumentaron de 972 a 2.066. ¡Esto fue un aumento de 113 por ciento en cuatro años!

ASAMBLEAS POSTERIORES

Algunos noruegos —en total 120— pudieron asistir a la Asamblea Internacional “Voluntad Divina” que se celebró en la ciudad de Nueva York en 1958. Entre estos 120 hubo diecisiete siervos de tiempo cabal que consiguieron transportación gratis como resultado de contribuciones que enviaron los hermanos noruegos con ese fin. Aquí en Noruega las partes más importantes del programa de Nueva York fueron repetidas en asambleas “de eco” en Oslo y Bodö. En Oslo, 3.077 personas asistieron al discurso público y 113 se bautizaron... dos nuevos máximos para Noruega.

A través de los años los hermanos noruegos fueron invitados a grandes asambleas internacionales en el exterior. Pero entonces, por primera vez, nos tocó a nosotros invitar a Testigos extranjeros a una asamblea. Nos alegramos de disfrutar del compañerismo de nuestros hermanos daneses en la Asamblea “Palabra de Verdad” que se celebró en Oslo del 17 al 20 de junio de 1965. La asamblea se celebró en el Estadio Ullevål, y una zona grande fuera de la ciudad se usó como campamento para coches-habitaciones y tiendas de campaña. En la víspera de nuestra asamblea hubo un encuentro de fútbol entre Noruega y Yugoslavia, con 30.000 espectadores. Pero los industriosos Testigos trabajaron toda la noche y para la mañana el estadio había cambiado inmensamente. Las graderías al descubierto y el terreno en general estaban limpios, y sobre la grama se habían levantado dos plataformas... una para el programa en danés y la otra para el programa en noruego. Un pabellón para música, un almacén sobre columnas y dos casitas de campo al estilo noruego antiguo habían sido erigidos. Los periódicos quedaron impresionados, y uno dijo que la transformación del estadio fue un “milagro de una noche.”

Entre los hermanos extranjeros hubo 7.000 de Dinamarca y unos cien de varios otros países, incluso los Estados Unidos, el Canadá, los Países Bajos y Alemania. Se hicieron arreglos para giras especiales de turismo para los huéspedes extranjeros en Oslo. En una de estas giras el hermano F. W. Franz del Betel de Brooklyn tuvo una experiencia interesante. Junto con un grupo de otros Testigos visitó la Fortaleza de Akershus, que domina la bahía de Oslo. Cuando el grupo de hermanos llegó a la capilla, una guía estaba dando información acerca de la iglesia. Señaló a cuatro letras hebreas muy por encima del altar y dijo que nadie había podido decir qué significaban. El hermano Franz tuvo la oportunidad de explicar que estas cuatro letras hebreas representaban el Nombre Divino, Jehová.

Entre los sucesos principales de la asamblea estuvo el bautismo, el viernes por la mañana, cuando 199 personas simbolizaron su dedicación... la cantidad más grande que hasta ese tiempo se había bautizado en una asamblea en Noruega. Para el discurso público del hermano Knorr: “Gobierno mundial sobre el hombro del Príncipe de la paz,” hubo una concurrencia de 12.332 personas.

AYUDAS BÍBLICAS EN NORUEGO

Anteriormente mencionamos que inmediatamente después de la guerra había escasez de literatura en el lenguaje noruego. Sin embargo, en 1948 recibimos el nuevo libro “La verdad os hará libres.” Desde diciembre de 1949 se usó la edición danesa de la revista ¡Despertad! en el servicio del campo, pero en enero de 1951 recibimos esta valiosa ayuda en nuestro propio idioma. Desde aquel año no hemos tenido que usar literatura extranjera en la predicación, pero hemos usado un par de libros daneses en la Escuela Teocrática.

Una de las ayudas bíblicas que los hermanos apreciaron mucho fue el libro “Sea Dios veraz,” publicado en noruego en 1951. Ningún otro libro se había usado tanto hasta entonces aquí en la actividad de estudios bíblicos. Pero entonces una muy valiosa ayuda para estudiar la Biblia se hizo disponible en 1969. Fue el libro La verdad que lleva a vida eterna. Nunca habíamos tenido una mejor publicación para la obra de estudios bíblicos.

Con relación a esto sería apropiado mencionar el libro ¿Llegó a existir el hombre por evolución, o por creación? (publicado en noruego en 1970). Durante nuestra primera campaña con éste, en septiembre de 1970, colocamos 31.727 libros en manos de la gente, más que durante todo el año de servicio de 1968. Los publicadores ciertamente hicieron sus mejores esfuerzos y muchos trataron nuevos métodos, pues varios se pusieron de pie en esquinas de calles bulliciosas con una caja entera de libros o sosteniendo una buena cantidad de libros en el brazo. Muchos publicadores fueron a las escuelas y ofrecieron libros a los estudiantes durante el tiempo libre entre las clases. Hubo el caso de un estudiante que vino a la oficina de la Sociedad y pidió veinte libros para él y otros estudiantes.

“TAMBIÉN A LAS OTRAS CIUDADES . . . ”

Jesucristo estaba al tanto de que había “otras ciudades” en las cuales tenía que declarar las buenas nuevas. (Luc. 4:43) De manera similar, en 1952 y 1953 se hicieron esfuerzos especiales aquí para llevar la predicación de las buenas nuevas a los pueblos más pequeños y territorios rurales de Noruega, donde vivía gran parte de la población. La Sociedad animó a los hermanos a trabajar aquellas zonas en los meses del verano, y una buena cantidad de hermanos hizo eso. Como consecuencia de ello, durante aquellos dos años el 60 por ciento de todo el territorio no asignado del país fue trabajado. ¿Con qué resultado? Se halló a muchas personas que mostraron interés y se colocó mucha literatura. Los hermanos visitaron de nuevo a muchos de estos individuos interesados o les escribieron cartas, y la sucursal recibió los nombres de 6.000 personas a quienes se ofreció más ayuda espiritual. El resultado de estas campañas fue que algunos publicadores se mudaron a lugares donde no había congregaciones. De este modo, más congregaciones se establecieron.

Dos misioneros de la Escuela de Galaad trabajaron en el norte de Noruega desde 1951 a 1953 y disfrutaron de muchas preciosas experiencias en el servicio del campo. Especialmente el invierno exigía grandes sacrificios en el servicio. De la Sociedad habían adquirido mochilas, sacos para dormir a la intemperie y abrigos de piel para usarlos en el frío intenso... muy por debajo del punto de congelación. A menudo usaban esquís en el servicio. En uno de estos viajes en esquís fueron sorprendidos por una tormenta de nieve y el viento era tan fuerte que casi no podían mantenerse en pie. La nieve les azotaba el rostro tan fuertemente que casi se quedaban ciegos. Al detenerse, constantemente tenían que mover vigorosamente los brazos para mantenerse calientes. Sin embargo, tuvieron su recompensa cuando finalmente llegaron a la pequeña bahía de Kiberg, que en aquel tiempo tenía una población de unas 350 personas y con frecuencia era llamada “Moscú Pequeña” debido a sus muchos comunistas. Los hermanos invitaron a la población a un discurso y más de noventa vinieron y atestaron el salón. En este viaje también se comenzaron varios estudios bíblicos.

La obra en el territorio no asignado continuó también durante los años siguientes, pero no al mismo grado. A mediados de los años sesenta, sin embargo, se hicieron de nuevo esfuerzos especiales para adelantar la predicación en esa clase de territorio. Todavía había lugares donde el mensaje del Reino casi no se había proclamado. Grupos de dos, cuatro o más precursores se mudaron a zonas densamente pobladas para tratar de establecer congregaciones, y una buena cantidad de publicadores de congregación se mudó a lugares donde había más necesidad de ayuda. Además, la Sociedad estimuló a todos los hermanos a ir a territorio no asignado en los meses del verano. El resultado fue que grandes zonas del país fueron trabajadas cada año y se comenzaron muchos estudios bíblicos. Para ayudar a los publicadores a conducir esos estudios por correspondencia, la sucursal de Oslo preparó un folletín con preguntas especiales sobre el libro “Cosas en las cuales es imposible que Dios mienta.” Sin embargo, lo mejor es que todavía está vivo el interés en atender estos territorios. Siempre hay publicadores mudándose a donde hay mayor necesidad de ayuda, o testificando en esos lugares en los meses del verano. Así, a través de los años todo territorio aislado de las zonas rurales ha sido trabajado en los meses del verano.

EL HOGAR BETEL Y LA SUCURSAL

En Noruega no ha habido necesidad de tener un hogar Betel y una sucursal grandes, puesto que la cantidad de publicadores no es muy grande. La familia de Betel hoy tiene solo quince miembros. Hasta 1956 La Atalaya y ¡Despertad! en noruego se imprimían en una imprenta en Oslo. Desde entonces han sido impresas por la sucursal sueca de la Sociedad. Sin embargo, nosotros tenemos aquí en Betel una pequeña imprenta donde imprimimos Nuestro Servicio del Reino, formularios y cosas por el estilo.

Todavía estamos usando el edificio del 28 B de Inkognitogaten. Parece que esto es la voluntad de Jehová, porque varias veces en el transcurso de los años hemos tratado de conseguir otro lugar sin que lo hayamos logrado. Debido a que la obra del Reino seguía creciendo, se necesitó más espacio en Betel. Por eso, cuando el hermano Knorr estuvo aquí en 1965, se decidió que la Sociedad solicitara permiso de las autoridades para construir un nuevo hogar Betel y sucursal en un terreno localizado en un hermoso lugar que había sido regalado por un hermano. Se prepararon los planos para el edificio, pero las autoridades no estaban preparadas para hacer arreglos en cuanto a aquella zona de las afueras de Oslo. Desde entonces hemos tratado de conseguir otros terrenos, pero sin buen éxito.

En 1970 hubo un punto de viraje. En el tercer piso del edificio en el cual estaba la sucursal había estado funcionando por largo tiempo una casa de huéspedes. Pero el dueño se dio cuenta de que ya no tenía base económica para mantener en funciones el negocio. Se animó a los hermanos de Oslo a estar alerta para ver si conseguían un apartamiento apropiado para la señora que había tenido a su cargo el funcionamiento de la casa de huéspedes. Pero como al principio esto no produjo ningunos resultados, ella misma contestó un aviso periodístico. ¡Más tarde supo que había sido seleccionada al azar de entre setecientos solicitantes! Ciertos hermanos renovaron el nuevo apartamiento de la señora y la ayudaron a mudarse.

Hemos terminado la renovación y decoración del tercer piso en nuestro hogar Betel ampliado y también hemos hecho otros cambios aquí. De modo que ahora tenemos mucho espacio. Además, este edificio está idealmente situado para el uso que le damos. Está situado a un viaje de unos minutos de la bahía de Oslo y de dos estaciones ferroviarias de la ciudad. No obstante, está en un sector excelente y comparativamente tranquilo.

LA FUERTE ORGANIZACIÓN DE HOY

Durante el período de adelanto en asuntos de organización desde la II Guerra Mundial, ciertos hermanos han llevado considerable responsabilidad aquí en Noruega. Marvin Anderson fue el superintendente de sucursal desde 1946 hasta 1963. Desde 1964 ha estado a cargo de la imprenta aquí en Betel. El hermano Roar A. Hagen fue el superintendente de sucursal desde 1963 hasta 1969, cuando dejó esta responsabilidad por razones de familia. Thor R. Samuelsen lo reemplazó y sirve de coordinador de sucursal actualmente.

En las asambleas de distrito de 1971 aprendimos que en los tiempos apostólicos las congregaciones cristianas eran atendidas por un cuerpo o grupo de ancianos auxiliados por siervos ministeriales. Este nuevo arreglo fue aceptado con gozo y ha producido grandes beneficios en los años subsiguientes. Durante 1974 y 1975 todos los ancianos nombrados de Noruega tuvieron la oportunidad de asistir a la Escuela del Ministerio del Reino, y esto los ha capacitado mejor que antes para atender al “rebaño.”—1 Ped. 5:1-3.

Durante los años setenta hemos disfrutado de un tremendo aumento. No hay duda de que un nuevo rasgo de la obra ha contribuido a esto. En 1973 los hermanos noruegos fueron invitados a una asamblea internacional en Copenhague, Dinamarca. Allí se anunció un nuevo programa para una intensa distribución internacional de los tratados Noticias del Reino. La primera de estas campañas se efectuó en Noruega durante un período de diez días que comenzó el 21 de septiembre de aquel año. Debido a la naturaleza de esta clase de trabajo, un número mucho mayor de personas ha participado en el servicio del campo. Desde septiembre de 1972 hasta septiembre de 1973 tuvimos un aumento de 1.119 publicadores, o 19,4 por ciento.

Las campañas con los tratados han despertado el interés de muchas personas en la verdad. Cierto hombre leyó el Noticias del Reino Núm. 16 y telefoneó usando el número que se daba en la última página. Se comenzó un estudio bíblico con él. Después de tres estudios dejó de fumar, y después de seis se separó formalmente de su iglesia. También hizo cambios en cuanto al pelo, la barba y así por el estilo. Durante este tiempo, él y su esposa asistieron a nuestras reuniones con regularidad. Este hombre progresó rápidamente y se bautizó unos seis meses después de haber conocido por primera vez algo de la verdad. Tanto él como su esposa se hicieron celosos publicadores del Reino.

Ahora hemos distribuido varios números de Noticias del Reino, y se ha dado un gran testimonio. Se ha activado en el servicio del campo a muchos nuevos. Desde el 1 hasta el 10 de mayo de 1976, distribuimos 800.000 tratados, y 7.405 personas participaron en el servicio del campo en aquel mes. En el Memorial, el 14 de abril de 1976, hubo 13.037 personas presentes. Por eso esperamos que muchas más tengan alguna participación en la vindicación del nombre de Jehová.

Durante el espacio de tiempo de treinta años entre 1945 y 1975 el número de publicadores del Reino en Noruega ha aumentado de 689 a 7.543. ¡Esto es un aumento de casi 1.000 por ciento! Durante estos años la cantidad de congregaciones ha aumentado de 40 a 197, y la de los circuitos de cuatro a once. ¡Y el aumento continúa!

¡ADELANTE CON LA OBRA DE JEHOVÁ!

Ahora las buenas nuevas del Reino se están proclamando en todas partes de Noruega. Han llegado hasta las islas y arrecifes más remotos por toda la costa, hasta los profundos fiordos, a los valles y dentro de grandes bosques. Esforzándonos por proclamar la verdad, hemos experimentado tiempos de cambio, con progreso y penalidades. El progreso ha sido fortalecedor, y las penalidades han tenido efecto limpiador. De seguro todos hemos sido abundantemente bendecidos por Jehová durante los ochenta y cuatro años desde que Knud P. Hammer vino a Noruega con las buenas nuevas en 1892.

Nuestra predicación no ha recibido gran oposición desde el campo político o religioso aparte de lo que sucedió en los años de guerra de 1941 a 1945. Por lo general, parece que los noruegos respetan el punto de vista de otras personas y no se dejan incitar fácilmente por fanáticos religiosos ni políticos. Además, todo el mundo se está dando cuenta de que la influencia de las organizaciones religiosas está disminuyendo, especialmente entre los individuos de la generación joven, que se están declarando contra muchos males que se efectúan en el nombre de la religión.

Desde la II Guerra Mundial el nivel de vida en Noruega ha progresado rápidamente. El materialismo tiene fuerte agarro en la gente, y los cristianos tienen que estar alerta para evitar sus lazos. El delito y el mal uso de las drogas van aumentando alarmantemente, y la norma moral está decayendo.

Pero el pueblo de Dios anda en “las sendas de Jehová” y reciben su bondad amorosa. (Sal. 25:10) Los testigos de Jehová en Noruega se deleitan de ser un grupo rápidamente creciente de verdaderos adoradores activos y unidos. Oramos que Jehová Dios continúe hallándonos dignos de hacer su gran obra aquí en Noruega, “la tierra hacia el norte.”

[Ilustración de la página 214]

Precursor con maletín de libros y fonógrafo; en el fondo el bote “Rut,” usado para testificar por la costa

[Ilustraciones de la página 238]

Sucursal y familia de Betel de Oslo

[Mapa de la página 193]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

NORUEGA

Kirkenes

Narvik

Bodö

Círculo Polar Ártico

Namsos

Trondheim

Kristiansund

Florö

Lillehammer

Fiordo de Sogne

Bergen

Oslo (Cristianía)

Moss

Skien

Stavanger

Kristiansand

USSR

FINLANDIA

SUECIA

DINAMARCA

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir