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Viviendo con la vida en el nuevo orden de Dios en miraLa Atalaya 1973 | 1 de julio
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25. ¿Por qué es importante vivir ahora para el nuevo orden de Dios?
25 ¡Cuán evidente es, entonces, que no podemos vivir para las cosas condenadas por Jehová si queremos lograr asirnos firmemente de la “vida que lo es realmente”! Tenemos que vivir para el nuevo orden de Dios ahora, si esperamos vivir entonces en el nuevo orden de Dios, para disfrutar eternamente de las bendiciones que Jehová nuestro Dios tiene reservadas para los que verdaderamente lo aman. ¡Sí, con todo cuidado vigilante y diligente, viva su vida ahora como si su vida futura dependiera de ello... porque verdaderamente depende!
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¿Serán sus días “como los días de un árbol”?La Atalaya 1973 | 1 de julio
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¿Serán sus días “como los días de un árbol”?
ENTRE las profecías de restauración de Isaías está una que promete: “Ya no llegará a haber de aquel lugar un niño de pecho de unos cuantos días de edad, ni un anciano que no cumpla sus días . . . Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo.”—Isa. 65:20, 22.
Aquí se promete una larga vida. Sin embargo, para entender claramente el significado de este texto y su aplicación a nuestra vida, es útil entender la ilustración “como los días de un árbol.” ¿Exactamente cuánto viven los árboles? ¿Cuán exactas son las edades que les asignan los hombres a muchos árboles? ¿Hay algún método confiable para determinar exactamente qué edad tiene un árbol? ¿Vivieron algunos árboles que están vivos hoy antes del diluvio del día de Noé?
Debe recordarse que los árboles y otra vegetación han estado en la Tierra mucho más tiempo que el hombre. El hombre no se presentó sino hasta inmediatamente antes del séptimo “día” de la “semana” creativa, o hace casi 6.000 años. Sin embargo, los “árboles frutales que lleven fruto según sus géneros” fueron creados en la tercera época creativa.—Gén. 1:9-13.
Puesto que cada uno de los “días” o períodos creativos fue evidentemente de siete mil años, la entera “semana” creativa abarca 49.000 años. Si ese período se compara a un reloj de doce horas, entonces los árboles y otra vegetación aparecieron entre aproximadamente las tres y media y las cinco y cuarto. ¿Y el hombre? Mucho después... ¡en algún tiempo después de las diez! Sí, los árboles que han estado en la Tierra de entre veintisiete mil y treinta y cuatro mil años superan por mucho la tenencia de casi seis mil años del hombre.
DETERMINANDO LOS “DÍAS DE UN ÁRBOL”
Aparte de la existencia de los árboles en general, los árboles individuales viven hasta ser muy viejos también. ¿Exactamente cuán viejos?
Los olivos nudosos, que, según dicen, tienen de uno a dos mil años de edad, todavía dan fruto, lo cual hace que posiblemente sean la especie de huerto que vive más tiempo. De ciertos pinos de corteza blanca (Pinus bungeana) nativos del norte de China se dice que están abarcados por la misma categoría de edad. El árbol baobab del África central llega a grandes edades.
Pero en todos estos casos, nadie puede decir exactamente qué edad realmente tienen estos árboles, pues los cálculos de edad se basan en tradición oral. No obstante hay registros escritos que alegan documentar las edades de algunos árboles.
El árbol bo (bodhi) de Anuradhapura, Ceilán, a veces es llamado “el más viejo árbol histórico del mundo.” Según The Mahāvamsa (La Gran Crónica de Ceilán, compilada en el quinto siglo E.C.), este árbol fue plantado en el decimoctavo año del rey Devānampiyatissa, un año que algunos calculan como 288 a. de la E.C. Sin embargo, aun asumiendo que el árbol presente sea el original, la exactitud de esta cronología y el relato mismo son muy sospechosos. Note lo que se supone que tuvo lugar cuando se plantó el árbol:
“Apenas lo había soltado de sus manos [el rey] cuando se elevó ochenta codos en el aire, y flotando así despidió gloriosos rayos de seis colores . . . Cuando el gran árbol Bodhi al ponerse el Sol hubo descendido de (su lugar en el aire) . . . Entonces tembló la Tierra. [Y luego como una semana después:] Entre esta gran asamblea, asombrados por este milagro, salió un fruto impecable de la rama oriental, mientras contemplaban. . . . Y mientras todavía contemplaban todos, brotaron de él, ocho vástagos; y permanecieron allí, árboles Bodhi jóvenes de cuatro codos de altura.”
Eso difícilmente parece un relato autoritativo por el cual fechar “el más antiguo árbol histórico del mundo,” ¿no es verdad?
Pero ¿hay alguna manera científica de numerar “los días de un árbol”? ¿Qué hay de los anillos de los árboles?
Muchos creen que todos los árboles añaden un nuevo ‘anillo’ a su tronco cada año y que simplemente al contar los anillos se puede determinar la edad de un árbol. De modo que quizás les sorprenda leer que este método realmente es inseguro, a menudo inexacto y, muy obviamente, incompleto. ¿Por qué decimos eso?
Entre otras cosas, no es raro que dos anillos se añadan en un solo año. Por lo tanto, un experto en estudios de anillos de árbol, A. E. Douglass, observó que por esta razón, “10 de 16 pinos amarillos de los niveles inferiores de las montañas de Santa Rita al sur de Tucson tuvieron que ser desechados [en el estudio de anillos de árbol], y los enebros del norte de Arizona tienen tantos anillos sospechosos que casi es imposible trabajar con ellos. Los cipreses también causan mucha dificultad.”
Además, los anillos por lo general se disciernen claramente solo en madera que crece rápidamente y en ciertos lugares. Por eso Bertram Husch, un oficial forestal de las Naciones Unidas en Chile, comenta: “En las regiones tropicales esta característica de crecimiento no sirve para determinar la edad de un árbol, puesto que los períodos de crecimiento quizás no sigan un ciclo que se repita con regularidad.” Otros árboles crecen tan lentamente que no se notan los anillos.
Sin embargo, este método es algo útil para aproximarse a los “días” de ciertos árboles. La secoya General Sherman, que todavía crece en las Altas Sierras de California, es un ejemplo. Dijo el experto en árboles, Douglass, en el Tree Ring Bulletin, que la evidencia en este árbol “suministró un cálculo de la edad del árbol de 3.500 años.” Pero agregó, “con 500 años de más o de menos.”—Julio de 1946, página 5; la letra cursiva la hemos puesto nosotros.
De manera similar, en las montañas Blancas, a menos de ciento sesenta kilómetros de distancia, se utiliza este mismo método de determinar la edad en los pinos de cono erizado. Por lo menos se alega que uno tiene 4.600 años de edad. Aun asumiendo que la estructura de los anillos se entienda plenamente (y no se entiende), se necesita cuidado extremado para contar los anillos. ¡Un espécimen contiene más de 1.100 anillos en menos de trece centímetros!
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