Una nación feliz y próspera bajo la ley de Dios
“Las decisiones judiciales de Jehová son verídicas; han resultado del todo justas.”—Sal. 19:9.
1. ¿Qué, a cierto grado, sirve para medir la rectitud y justicia de las leyes de una nación?
UNA ley, a fin de mantener unida a una nación por largo tiempo, tiene que ser justa, recta y fuerte. Por eso, a gran grado, la prosperidad y duración de un gobierno o una nación es una medida de la rectitud y justicia de sus leyes. Los Estados Unidos, con su excelente Constitución y Declaración de Derechos, han llegado a ser una nación grande y próspera, pero ya está teniendo dificultades después de menos de doscientos años, pues se le ataca como imperfecta, injusta y parcial en muchos respectos. De hecho, por todo el mundo los gobiernos tienen la misma dificultad.
2. ¿Cuál fue la única nación que jamás recibió un código de Dios, y qué recomienda a esta Ley?
2 Estas naciones están establecidas sobre ley de hechura humana, tomando prestado de vez en cuando un estatuto de la ley mosaica como fue dada a la nación de Israel en el monte Sinaí en Arabia. La única nación que jamás recibió una colección completa de leyes de parte de Dios fue la nación de Israel. Esta ley se dio en 1513 a 1512 a. de la E.C. en el desierto de Sinaí. Aunque Israel pasó por muchas vicisitudes debido a desviarse continuamente de aquella ley, transcurrieron 905 años antes de que Jerusalén finalmente cayera subyugada debido a la apostasía de los judíos. De modo que, en Nehemías 9:36, 37, el gobernador Nehemías escribió: “¡Mira! Nosotros hoy somos esclavos; y en cuanto a la tierra que diste a nuestros antepasados para que comieran su fruto y sus cosas buenas, ¡mira! somos esclavos sobre ella, y su producto está abundando para los reyes que has puesto sobre nosotros debido a nuestros pecados, y sobre nuestros cuerpos están gobernando y sobre nuestros animales domésticos, conforme a su gusto, y nos hallamos en gran angustia.” La existencia de Israel durante este largo período como nación organizada bajo su propio gobierno recomienda la fuerza y rectitud de aquellas leyes.
3. ¿Cómo nos beneficiará un examen de la Ley dada a Israel?
3 Sin embargo, debido a que la Biblia nos muestra que la Ley condenaba a los judíos porque la violaban, quizás tendamos a obtener un punto de vista incorrecto del valor de aquella Ley, y a pensar que era sumamente restrictiva y que era difícil vivir bajo ella. Pero un examen revela que era inconmensurablemente superior a cualquier código jamás constituido, y funcionaba para el mayor bienestar de sus súbditos. Una consideración de la Ley también aclara cómo Jehová considera los asuntos y los principios mediante los cuales trata con su creación.
4. Describa de qué manera era singular el gobierno de la nación del Israel de la antigüedad.
4 La administración del gobierno de Israel era singular por el hecho de que Jehová era su Soberano supremo y absoluto. Era el Rey y, además, Dios, Cabeza de la religión. Y el estado de Israel era diferente de otros gobiernos, que por lo general tienen cuerpo ejecutivo, cuerpo legislativo y cuerpo judicial separados. Jehová mismo hacía las leyes y también era el Cabeza judicial, que las interpretaba y aplicaba. Por eso Isaías 33:22 dice: “Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Dador de Estatutos, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará.” La idolatría, o la adoración de cualquier otro dios, era al mismo tiempo lesa majestad. Así mismo, el oponerse a las leyes del país era oponerse al Cabeza de la religión, lo que era equivalente a apostasía y blasfemia. Por consiguiente Dios le dijo a Israel: “El que haga sacrificios a dios alguno aparte de solo Jehová ha de ser dado irrevocablemente a la destrucción.” “Y tiene que suceder que si de manera alguna olvidaras a Jehová tu Dios y verdaderamente anduvieras en pos de otros dioses y les sirvieres y te inclinaras ante ellos, de veras que doy testimonio contra ustedes hoy de que ustedes absolutamente perecerán.” (Éxo. 22:20; Deu. 8:19) La obediencia a las leyes también constituía parte de la adoración verdadera.
DERECHOS CIVILES
5, 6. ¿Había problemas de derechos civiles bajo la Ley? ¿y por qué no era Israel un estado de beneficencia?
5 No había problemas de derechos civiles bajo la Ley cuando sus jueces y gobernantes obedecían a Dios. Ésta protegía al natural, al residente forastero y hasta al extranjero que permanecía temporalmente en el país.—Éxo. 22:21; 23:9; Lev. 19:33, 34; Deu. 24:17.
6 Bajo la Ley no había de privarse de justicia al pobre porque fuera pobre, ni al rico porque fuera rico... no había ideología de “quítenle al rico para darle al pobre.” (Lev. 19:15) El estado de beneficencia era imposible bajo la Ley. No obstante, a los pobres se les cuidaba ampliamente, pero sin que perdieran su pundonor o dignidad, porque tenían que trabajar por lo que obtenían. Compare esto con Génesis 3:19, y con 2 Tesalonicenses 3:10, donde leemos: “Si alguien no quiere trabajar, que tampoco coma.”
CONSIDERACIÓN A LOS POBRES
7. ¿Qué provisión se hizo para los pobres, y cómo beneficiaba tanto al pobre como al hacendado?
7 La economía de Israel en su mayor parte era agrícola; cada hombre tenía su propia herencia de tierra. Algunos israelitas, debido a mala administración o reveses financieros, podían empobrecer y tener que vender su tierra; algunos residentes forasteros podían llegar a estar en malas circunstancias. Con bondad a ellos el arreglo era que cada agricultor, al cosechar, no debería segar las orillas del campo; también debía dejar cualesquier gavillas de grano que dejaran caer accidentalmente los segadores. (Lev. 19:9; Deu. 24:19-21) Esto se dejaba como rebuscos para el pobre. (Rut 2:3, 7) Por supuesto, esto requería trabajo de su parte, porque el rebuscar no era fácil. En consecuencia, no había ningún pobre ocioso en las manos del gobierno. Y este excelente arreglo beneficiaba al dueño del campo, porque le permitía demostrar su generosidad así como su obediencia a Dios. Promovía hermandad y unidad.—Lev. 25:35-43; Deu. 15:11; Rut 2:15, 16.
LA ESCLAVITUD UNA BENDICIÓN
8. Si un hombre llegaba a estar en malas circunstancias financieras, ¿qué provisión se hacía para que su familia pudiera ser mantenida, y cómo se les trataba?
8 Había el asunto de la esclavitud, que en nuestro día suena desagradable. Pero cuando examinamos las leyes en cuanto a esto, encontramos que era una bendición para Israel. Si un hombre había sido obligado por circunstancias financieras a vender su herencia, y no había ningún pariente rico que se la redimiera, él y su familia no quedaban abandonados, encarándose a la inanición. En tal caso, él podía venderse y vender a su familia en esclavitud. (Lev. 25:47) Los israelitas que así llegaban a ser esclavos no habían de ser tratados como alguien de una “casta” inferior, sino como obreros asalariados. Por eso está escrito en Levítico 25:53: “Debe continuar con él como trabajador asalariado de año en año. No podrá hollarlo con tiranía delante de tus ojos.”
9. (a) ¿Qué le proveía la esclavitud al pobre? (b) ¿Podía salir de la esclavitud, y tenía oportunidades algunas mientras era esclavo?
9 La esclavitud beneficiaba al pobre proporcionándole alimento, ropa y abrigo para el hombre y su familia, y al mismo tiempo ellos efectuaban trabajo honorable para ganarse la vida. Un esclavo israelita podría ser recomprado por un pariente y quedar libre. (Lev. 25:48, 49) Si no, en su séptimo año automáticamente había de ser libertado, pero no en destitución. Había de recibir grano, aceite y vino según pudiera suministrarlos el amo. (Éxo. 21:2; Deu. 15:12-14) Así el esclavo tenía con que comenzar hasta poder proveer para sí mismo por trabajo o por comercio. Los esclavos también tenían oportunidades. Algunos llegaban a ser bastante acomodados, pues se les permitía invertir su dinero. (Lev. 25:49) Debido a diligencia y honradez muchos esclavos se elevaban a posiciones de gran honor; en algunos casos administraban todos los asuntos del amo.—Compare con Génesis 15:2; 24:2; 39:5, 6.
EL DÍA SABÁTICO
10. ¿Cómo fomentaba diligencia la ley del día sabático, y de qué manera había de emplearse el día?
10 El día sabático realmente era una bendición. Proporcionaba a los hombres y a los animales domésticos un día de descanso de cada siete. Los otros seis días eran para trabajar, no para ociosidad. En Éxodo 20:9 Jehová Dios mandó: “Seis días has de rendir servicio y tienes que hacer todo tu trabajo.” Los seis días de trabajo eran provechosos para fomentar la diligencia, y contribuían a la prosperidad nacional. En nuestro tiempo se ha descubierto que la semana de trabajo de cinco días ha contribuido a decadencia moral porque la gente tiende a usar incorrectamente el tiempo desocupado. No sucedía eso en Israel. El único día libre del trabajo era un día que se podía apartar para día de espiritualidad. Estaba declarado día “sagrado.” (Éxo. 20:8, 10, 11) Por lo tanto no había de profanarse, sino usarse para cosas sagradas. Estaba disponible como un día en el cual considerar la ley de Dios, enseñarla a los hijos, acercándose así más a su Rey y Creador. Encuadraba muy bien aquí lo que Dios dijo en Deuteronomio 5:15; 6:6-8, donde leemos: “Y tienes que recordar que llegaste a ser esclavo en la tierra de Egipto y Jehová tu Dios procedió a sacarte de allí con mano fuerte y brazo extendido. Es por eso que Jehová tu Dios te mandó llevar a cabo el día sábado.” “Y estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que resultar estar sobre tu corazón; y tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes. Y tienes que atarlas como señal sobre tu mano, y tienen que servir de venda frontal entre tus ojos.”
EL AÑO SABÁTICO
11. ¿De qué excelentes beneficios se disfrutaba durante el año sabático?
11 El séptimo año era un año sabático. La tierra había de permanecer en barbecho, sin ser cultivada ni segada. Los conservadores del suelo reconocen el valor de esta práctica. (Lev. 25:1-4) El dueño podía comer de lo que crecía de por sí ese año según lo necesitara. Los pobres de la tierra también podían venir y comer. Aquí se mostraba atenta consideración hasta a las bestias del campo, porque se les permitía participar de ello. (Lev. 25:5-7) Puesto que casi todos los israelitas eran agricultores, los moradores de la tierra no estarían tan ocupados en trabajo durante el año sabático. De nuevo la libertad que se suministraba así no había de usarse incorrectamente, sino que había de resultar en más tiempo para asociación espiritual, lo que edificaba a la familia en la ley de Dios. Era en cada séptimo año, durante la fiesta de las cabañas, que los sacerdotes leían toda la ley de Dios a la nación. En cuanto a esto leemos en Deuteronomio 31:10-13: “Moisés pasó a mandarles, diciendo: ‘Al cabo de cada siete años, en el tiempo señalado del año de la liberación, en la fiesta de las cabañas, cuando todo Israel venga para ver el rostro de Jehová tu Dios en el lugar que él escoja, leerás esta ley enfrente de todo Israel a oídos de él. Congrega al pueblo, los hombres y las mujeres y los pequeñuelos y tu residente forastero que está dentro de tus puertas, a fin de que escuchen y a fin de que aprendan, puesto que tienen que temer a Jehová el Dios de ustedes y cuidar de poner por obra todas las palabras de esta ley. Y sus hijos que no han sabido deben escuchar, y tienen que aprender a temer a Jehová el Dios de ustedes todos los días que estén viviendo ustedes sobre el terreno al cual van cruzando el Jordán para tomar posesión de él.’”
EL JUBILEO
12. ¿Por qué requería fe la observancia del año del Jubileo?
12 Cada quincuagésimo año era Jubileo, en el cual la tierra de nuevo tenía que dejarse sin cultivar. (Lev. 25:8, 9, 11, 12) Los mismos principios aplicaban en cuanto a comer del producto de la tierra durante ese año. El guardar el Jubileo requería fe. Tenían que confiar en Jehová, en que proveyera en el cuadragésimo octavo año de cada ciclo de cincuenta años suficiente alimento para que durara hasta la cosecha del quincuagésimo primer año, el año después del Jubileo.—Lev. 25:20-22.
13. (a) ¿Qué sucedía durante el año de Jubileo? (b) ¿Cómo era el Jubileo una protección para el pueblo, y, debido al Jubileo, cómo se avaluaba el precio de la tierra?
13 El Jubileo en cierto sentido era todo un año de fiesta, un año de libertad, de felicidad y de acción de gracias por las provisiones de Jehová. Todas las tierras y posesiones hereditarias que se habían vendido se devolvían. Cada hombre regresaba a su familia y a su posesión hereditaria. (Lev. 25:13) Todos los esclavos hebreos quedaban en libertad. (Lev. 25:10) Por medio de este arreglo ninguna familia podía hundirse en las profundidades de la pobreza perpetua. Cada familia tenía su honor y pundonor. Aunque un hombre fuera derrochador de su hacienda no podía perder para siempre el derecho a su herencia para los de su posteridad, deshonrando el nombre de ellos en el país. En virtud de la ley del Jubileo se desprendía que ninguna de la tierra podía venderse a perpetuidad. (Lev. 25:23, 24) Realmente, el comprar la tierra solo equivalía, de hecho, a un arrendamiento, calculándose el valor de la tierra según el valor de las cosechas hasta el siguiente Jubileo.—Lev. 25:14-16.
14. Desde un punto de vista nacional, ¿qué beneficios maravillosos traía el Jubileo?
14 Se puede apreciar mejor la maravillosa provisión del año del Jubileo cuando uno considera no solo los resultados provechosos para el israelita individual, sino más especialmente el efecto que tenía en la nación en conjunto. Cuando se considera apropiadamente, se ve que el Jubileo es una restauración al estado teocrático pleno y apropiado que Dios estableció al principio en la Tierra Prometida. Así se mantenía estable la economía nacional. Dios había prometido a Israel que, si era obediente, “ciertamente prestarás sobre fianzas a muchas naciones, mientras que tú mismo no tomarás prestado.” (Deu. 15:6) El Jubileo producía una norma estable en el valor de los terrenos y también impedía una gran deuda interna con prosperidad falsa y las resultantes inflación, deflación y depresión comercial. El Jubileo también evitaba la necesidad de exigir impuestos gravosos.
15. ¿Cómo impedía el Jubileo la condición que hoy vemos en muchas naciones?
15 La ley del Jubileo, cuando se obedecía, impedía que la nación gravitara al cuadro triste que vemos hoy en muchos países donde virtualmente hay solo dos clases: los sumamente ricos y los sumamente pobres... los siervos transferibles con la tierra, los que cultivan tierra ajena, pagando al dueño con parte de lo producido, y así por el estilo. Los beneficios al individuo fortalecían a la nación, porque nadie sería menesteroso ni quedaría abrumado por malas situaciones económicas de modo que se hiciera improductivo. Hoy hay muchos ciudadanos valiosos que no pueden utilizar sus talentos debido a que las condiciones económicas los mantienen atados a algún trabajo cotidiano monótono solo para ganarse la vida. Pero en Israel el ciudadano industrioso podía contribuir la plenitud de sus talentos y habilidades al bienestar nacional.
PROTECCIÓN PARA LAS MUJERES
16. Mencione algunas de las protecciones que la Ley concedía a las mujeres en Israel.
16 Las mujeres estaban protegidas por las leyes matrimoniales. Aunque se practicaba la poligamia, pues Dios todavía no había restaurado el estado original de la monogamia (Gén. 2:23, 24), estaba reglamentada. El hijo primogénito de un hombre, aunque fuera por la esposa menos amada, no podía ser privado de su primogenitura. (Deu. 21:15-17) Un hombre tenía que tener causa válida para divorciarse de su esposa, y además se requería que le diera un certificado de divorcio. (Deu. 24:1) Esto la protegía de posibles acusaciones de adulterio o prostitución posteriormente. A una esclava hebrea tomada como esposa se le garantizaba su sustento, ropa y débito conyugal, aunque el hombre favoreciera a otra esposa. (Éxo. 21:7-11) El que sedujera a una virgen antes de casarse jamás podría divorciarse de ella. (Deu. 22:28, 29) El soldado que se casara con una virgen cautiva no podría venderle más tarde para esclavitud.—Deu. 21:10-14.
DERECHO PENAL
17. Señale algunas ventajas en el hecho de que no hubiera provisión para prisiones bajo la Ley.
17 El derecho penal era mucho mejor que el que se encuentra en libros de estatutos de la actualidad. No había provisión para prisiones bajo la Ley. Solo más tarde, durante el régimen de los reyes, se instituyeron prisiones incorrectamente en Israel. (Jer. 37:15, 16; 38:6, 28) El hecho de que no se administraba ninguna condena en prisión por crimen alguno quería decir que no había ningún criminal alimentado y alojado a costa de la gente trabajadora que obedecía la Ley. Si un hombre hurtaba de su semejante, no se le ponía en prisión, haciendo imposible así que pagara lo que había hurtado, dejándose así que su víctima sufriera pérdida. No, se requería que pagara el doble de lo que había hurtado, o más, dependiendo del artículo hurtado y cómo hubiera dispuesto de él. (Éxo. 22:1, 4, 7) Si no pagaba, lo vendían como esclavo, lo cual significaba que tendría que trabajar hasta que hubiera pagado lo que dictaba la sentencia contra él por lo que había hurtado. (Éxo. 22:3) Esta ley no solo ayudaba a la víctima del ladrón, sino que también era un fuerte factor en disuadir de hurtar.
18. ¿Cómo daba énfasis la Ley al hecho de que la vida es sagrada?
18 La vida se consideraba sagrada bajo la Ley. No había manera alguna de exonerar al que deliberadamente fuera asesino. Había de ser muerto sin falta. Por eso en Números 35:30-33 leemos esto tocante a los que huían a las ciudades de refugio: “Todo el que hiera mortalmente a un alma debe por boca de testigos ser muerto violentamente como asesino, y un solo testigo no puede testificar contra un alma para que muera. Y no deben tomar rescate por el alma de un asesino que merece morir, pues sin falta debe ser muerto. Y no deben tomar rescate por uno que haya huido a su ciudad de refugio, para volver a morar en la tierra antes de la muerte del sumo sacerdote. Y no deben corromper la tierra en que están; porque es la sangre lo que corrompe la tierra, y por la tierra no puede haber expiación respecto de la sangre que se ha vertido en ella salvo por la sangre del que te la haya vertido.” Esto removía a aquella persona inicua de la sociedad israelita. El homicida accidental podía recibir misericordia. (Vea Números 35:9-15, 26-29.) Ni siquiera el asesinato que quedaba sin solución se dejaba pasar sin expiación. A la ciudad más cerca de la escena del asesinato se le consideraba culpable de homicidio y bajo maldición a menos que se llevara a cabo la ceremonia que se requería para recibir la remoción de la culpabilidad de comunidad por homicidio delante de Dios.—Deu. 21:1-9.
19. ¿Cómo proveía protección la Ley para la persona de uno?
19 La persona de uno era considerada inviolable. Las mujeres estaban protegidas contra violación. (Deu. 22:25-27) El secuestro era un crimen capital. El secuestrador en cuya mano se encontrara a la persona o que hubiera vendido al secuestrado a esclavitud había de ser muerto sin falta.—Éxo. 21:16; Deu. 24:7.
NI MOTINES NI DELINCUENCIA
20. ¿Cómo eliminaba la Ley la delincuencia y los motines?
20 Cuando la nación seguía la Ley, no había problema de delincuencia. Tampoco había “huelguistas de brazos caídos,” acciones de chusmas, motines ni la usurpación popular de alguna función del gobierno. Éxodo 23:2 dice: “No debes seguir tras la muchedumbre para efectuar fines malos; y no debes testificar acerca de una controversia para desviarte con la muchedumbre a fin de pervertir la justicia.” Esto se debía a que la unidad esencial de la nación era la familia. Se enseñaba tener gran respeto a los gobernantes, así como a los padres mismos. (Éxo. 20:12; 22:28) Por ejemplo, cualquiera que hiriera a su padre o a su madre o invocara el mal sobre ellos habría de ser muerto. (Éxo. 21:15, 17; Lev. 20:9) Un hijo que fuera incurablemente rebelde, que, por ejemplo, se hiciera glotón y borracho, había de ser muerto. (Deu. 21:18-21) El respeto al hogar y la familia resultaba en respeto a los gobernantes de la nación, particularmente a a su Gobernante Principal, Jehová Dios.
RESPETO A LOS DERECHOS DE PROPIEDAD
21. ¿Cómo daba énfasis al respeto que se tenía a los derechos de propiedad la ley sobre artículos perdidos?
21 En tiempos modernos, la práctica que se sigue popularmente en cuanto a artículos perdidos es ‘que no se han perdido; solo han cambiado de dueño.’ Pero en Israel se requería que cualquier persona que encontrara un artículo lo devolviera a su dueño. Si el dueño vivía muy lejos y era desconocido, entonces el artículo había de guardarse hasta que el dueño lo buscara. (Deu. 22:1-3) Esto indica que el que lo hallaba informaba oficialmente el asunto para ayudar al dueño que lo buscaba.
22. ¿Cómo se protegía el derecho de dominio?
22 Los derechos de dominio eran sumamente respetados. Un hombre no podía cobrar una deuda entrando en la casa del deudor para obtener lo que hubiera sido prometido en prenda. El acreedor tenía que esperar afuera y dejar que el hombre le sacara el artículo prometido. (Deu. 24:10, 11) Tampoco podía el acreedor privar judicialmente a una persona de sus medios inmediatos de vida o de su ropa esencial. Sobre esto está escrito en Deuteronomio 24:6, 12, 13: “Nadie debe apoderarse de un molino de mano ni de la muela superior de éste como prenda, porque es de un alma que él se está apoderando como prenda. Y si el hombre está en un apuro, no debes acostarte con su prenda. Sin falta debes devolverle la prenda en cuanto se ponga el sol, y él tendrá que acostarse en su ropa, y tendrá que bendecirte; y significará justicia para ti delante de Jehová tu Dios.”
BONDAD A LOS ANIMALES
23. ¿Qué disposiciones reglamentarias se dieron para beneficio de los animales?
23 A los animales también se les mostraba consideración bondadosa. Si un hombre veía a un animal en un apuro, aunque perteneciera a su enemigo, se requería que lo ayudara. (Éxo. 23:5; Deu. 22:4) A las bestias de carga no se les había de hacer trabajar excesivamente ni se les había de maltratar. Al toro que trillaba no se le había de poner bozal para que no participara de los frutos de su trabajo cuando trillaba el grano. (Deu. 25:4) A los animales silvestres se les trataba con bondad. El hombre no había de remover tanto a la pájara madre como a sus polluelos, ni al pájaro y sus huevos, exterminando así la familia. (Deu. 22:6, 7) Tampoco había de degollar el individuo a un toro o a una oveja y su cría en un mismo día.—Lev. 22:28.
LEYES MILITARES
24. (a) ¿De qué naturaleza eran las guerras de Israel? No obstante, ¿se anteponía el servicio militar a todo lo demás? (b) ¿Cuáles eran las exenciones del servicio militar, basadas en qué principios?
24 Las leyes militares eran para las guerras de Jehová, por mandato suyo y bajo su dirección. Pero aun así, la defensa nacional no se consideraba tan importante que invalidara los derechos de la familia. El hombre que se había comprometido y que no había tomado a su esposa, y el hombre que había estado casado por menos de un año, estaban exentos hasta que, en cada caso, el matrimonio pudiera continuar por un año. Esto se basaba en el derecho del hombre de tener un heredero y ver a este heredero; también, en el derecho de la mujer de tener un hijo por su esposo. (Deu. 20:7; 24:5) Cuando un hombre había construido una casa pero no la había inaugurado, o si un hombre todavía no había vendimiado el fruto de una viña recién plantada, estaba exento. (Deu. 20:5, 6) La exención se basaba en el principio de que el hombre tiene el derecho de disfrutar de los frutos de su trabajo. Los levitas estaban exentos porque efectuaban servicio en el santuario. Esta ley claramente anteponía la adoración de Jehová a la necesidad militar.—Núm. 1:47-49; 2:33.
25. ¿Cómo se aseguraba la limpieza religiosa y física del ejército, y cómo obraba esto provechosamente con respecto a sitiar ciudades enemigas?
25 Puesto que las guerras eran guerras de Jehová, los soldados eran santificados para el combate y se exigía limpieza en el campamento. (Deu. 23:9-14) También, no había mujeres “seguidoras de campamentos,” como en los ejércitos mundanos, para proporcionar relaciones sexuales a los soldados. Esto sería inmoralidad. Además, los soldados se abstenían hasta de relaciones sexuales con sus esposas durante una campaña militar. (1 Sam. 21:5; 2 Sam. 11:6-11) Así se aseguraba la limpieza religiosa y física del ejército. Por consiguiente, no había violación de las mujeres entre el enemigo capturado. La ley, dado que se ponía estrictamente en vigor, obraba provechosamente pues servía para persuadir al enemigo a rendirse, sabiendo que sus mujeres no serían molestadas.—Deu. 21:10-13.
CELO POR LA VERDAD
26. ¿Qué estatutos en cuanto a casos legales promovían celo por la verdad y la justicia?
26 Se requería que un testigo testificara de lo que sabía. (Lev. 5:1) No había de cometer perjurio, porque esto era mentir “delante de Jehová.” Si se descubría que acusaciones que se hubieran hecho contra otro eran deliberadamente falsas, el acusador sufría el mismo castigo que se le hubiera administrado al acusado. En armonía con esto leemos en Deuteronomio 19:16-19: “En caso de que un testigo que esté tramando violencia se levante contra un hombre para presentar contra él una acusación de sublevación, los dos hombres que tienen el litigio entonces tienen que estar en pie delante de Jehová, delante de los sacerdotes y los jueces que estén en funciones en aquellos días. Y los jueces tienen que escudriñar cabalmente, y si el testigo es testigo falso y ha presentado una acusación falsa contra su hermano, entonces ustedes tienen que hacerle a él tal como él había tramado hacerle a su hermano, y tienes que eliminar lo que es malo de en medio de ti.” Nadie podía ser muerto por evidencia circunstancial. Tenía que haber dos testigos oculares para establecer la verdad. (Deu. 17:6; 19:15) Los que hubieran sido testigos contra un hombre declarado culpable de un crimen capital habían de ser los primeros que participaran en apedrear a aquel hombre hasta que muriera. Esta ley fomentaba el celo por la justicia en Israel. Así, no solo se requería que los jueces demostraran su deseo de mantener la tierra limpia de culpabilidad por homicidio delante de Dios, sino también todos los ciudadanos. También era un factor que disuadía de dar testimonio falso, apresurado o descuidado. Se derivaba bien de la ley de Deuteronomio 17:7, que dice: “La mano de los testigos primero que todas debe venir sobre él para darle muerte, y la mano de todo el pueblo después; y tienes que eliminar lo que es malo de en medio de ti.”
RELACIONES MARITALES PROHIBIDAS
27. ¿Cuáles eran algunas leyes en cuanto a las relaciones maritales?
27 Las leyes que gobernaban el matrimonio prohibían el matrimonio con cualquier pariente carnal allegado. En consecuencia, Levítico 18:6 dice: “No deben acercarse ustedes, ningún hombre de ustedes, a nadie que sea su parienta carnal próxima para poner al descubierto desnudez. Yo soy Jehová.” Tales relaciones son repugnantes a la naturaleza humana, y son imprudentes genéticamente. Y el acto sucio de deliberadamente tener relaciones sexuales con la esposa de uno durante su período menstrual “ha expuesto la fuente de su sangre.” Ambos sufrían la pena de muerte. (Lev. 20:18) Las prácticas repugnantes de la homosexualidad y la bestialidad igualmente se castigaban con la muerte, según Levítico 20:13, 15, donde está escrito: “En el caso donde un hombre se acuesta con un varón igual a como uno se acuesta con una mujer, ambos han hecho una cosa detestable. Deben ser muertos sin falta. Su propia sangre está sobre ellos. Y en el caso donde un hombre da su emisión seminal a una bestia, debe ser muerto sin falta, y deben matar la bestia.”
LIMPIEZA
28, 29. (a) ¿Cómo servían las leyes sanitarias y dietéticas para mantener a Israel como nación separada? (b) ¿Cuáles eran algunos beneficios literales para la salud?
28 Las leyes sanitarias y dietéticas tenían un propósito doble. Servían para mantener a Israel como nación separada, recordándosele constantemente que había de ser un pueblo religiosamente limpio delante de Jehová. Estas disposiciones reglamentarias también impedían que el pueblo tuviera trato social con los paganos que lo rodeaban. Si usted lee el libro bíblico de Levítico, capítulos 11 al 15, usted verá que los israelitas tenían que estar escrupulosamente limpios, religiosa y físicamente. Si una familia israelita aceptaba una invitación para ir a un hogar pagano a comer, podía haber un sinnúmero de cosas que los hicieran religiosamente inmundos o posiblemente se hicieran culpables de comer sangre sin saberlo. Además, había gran peligro de verse envueltos en algún acto idolátrico, y, por supuesto, el peligro adicional de llevar a sus hijos a envolvimientos matrimoniales con personas paganas. Apropiadamente en Deuteronomio 7:3 se le declara a Israel: “No debes formar ninguna alianza matrimonial con ellas. No debes dar tu hija a su hijo, ni debes tomar su hija para tu hijo.”
29 Luego, desde un punto de vista médico, las leyes de saneamiento y cuarentena, junto con las leyes morales y la prohibición sobre la sangre, eran maravillosas protecciones contra la tifoidea, el tifo, la peste bubónica, la hepatitis, la gonorrea y la sífilis y una hueste de otras enfermedades.
30. ¿Por qué debemos averiguar con diligencia todo lo que la Ley prefiguró?
30 La Ley era tan excelente; sin embargo solo fue dada para una nación típica de Dios, y proporcionó una sombra de las cosas buenas por venir. Esto se declara en Hebreos 10:1, donde leemos: “Porque puesto que la Ley tiene una sombra de las buenas cosas por venir, pero no la sustancia misma de las cosas, nunca pueden los hombres con los mismos sacrificios que ofrecen continuamente de año en año hacer perfectos a los que se acercan.” Por lo tanto, ¡con cuánta diligencia debemos estudiar lo que se prefiguró, a saber, la ley de la libertad introducida por Jesucristo, que se menciona en Santiago 1:25, donde leemos: “Pero el que mira con cuidado en la ley perfecta que pertenece a la libertad y persiste en ella, éste, por cuanto se ha hecho, no un oidor olvidadizo, sino un hacedor de la obra, será feliz al hacerla él mismo”! ¡Y con qué viva expectativa y deleite podemos esperar el justo gobierno de la Tierra durante el glorioso reinado de mil años de Cristo que está tan cerca! Entonces se impartirán a los habitantes de la Tierra, incluso hasta a los muertos resucitados, las instrucciones justas que se necesitan, como se describe en Revelación 20:12, 13, donde leemos: “Vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono, y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos. Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos.”
[Ilustración de la página 662]
La ley de Dios estipulaba un día libre del trabajo. Podía usarse para cosas sagradas, como para enseñar a los hijos los mandamientos de Dios