enfermos de gravedad”, informa el periódico New York Daily News. El cirujano, doctor H. Harlan Stone, dijo que utilizó las cremalleras de 60 centavos (E.U.A.) y unos 18 centímetros (7 pulgadas) de largo —de la misma clase que se halla en las faldas de poliéster de mujer— para facilitar el cambio de vendajes internos. El índice de recuperación de pacientes en estado crítico que se sometieron a tales operaciones delicadas subió de 10% a 90% mediante el uso de cremalleras, ya que esto eliminaba la repetición de la operación quirúrgica para cambiar los vendajes.

Las camas de agua... ¿peligrosas para los bebés?

¿Presentan algún peligro para los infantes las camas de agua? Según el periódico The Globe and Mail, de Toronto, Canadá, la muerte de unos gemelos de cinco meses y medio de edad mientras dormían en una cama de agua hace surgir esa pregunta. Las autopsias confirmaron que la muerte se debió a asfixia. Un pediatra explica que “si un bebé se está ahogando mientras está acostado boca abajo, puede voltearse si está sobre algo firme”, pero “si está sobre algo blando, como una cama de agua, puede hacérsele difícil”. El médico forense afirmó que las muertes no se debieron al Síndrome de Muerte Repentina de Infantes. Un portavoz del gobierno dijo que en los últimos dos años se han informado en Canadá cinco casos de infantes que han muerto en camas de agua.

Tratamiento de ‘carga de profundidad’

Ciertos urólogos de la Universidad Tohoku, del Japón, han inventado un dispositivo para destruir los cálculos renales mediante ondas de choque. Los pacientes son colocados dentro de un tanque con agua que llega casi hasta el pecho. Entonces, por un período de varias horas, se detonan debajo del agua 200 cargas explosivas pequeñas. Las ondas de choque pasan a través del cuerpo de modo inofensivo, pero la energía de las ondas se concentra en objetos extraños dentro del cuerpo y así desmenuza los cálculos renales y depósitos urinarios. Las pruebas en que participaron 16 pacientes resultaron en la destrucción de la mayoría de los cálculos. Sin embargo, el tratamiento se emplea únicamente para los cálculos en los riñones y en la parte superior del uréter, los cuales están bastante alejados de los pulmones y la pelvis, que pueden ser afectados fácilmente por las ondas de choque.

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