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  • Quiénes serán resucitados—¿por qué?
    La Atalaya 1965 | 15 de agosto
    • en una Tierra paradisíaca. Pero, ¿qué hay de Adán y Eva? Puesto que el cuerpo y el alma humanos de Jesús correspondieron exactamente a los del Adán perfecto en Edén, ¿no aplicaría ante todo el “rescate correspondiente” pagado por Jesús a Adán mismo y en segundo lugar a la esposa de Adán, Eva? ¡No necesariamente!

      43, 44. (a) ¿Para beneficio de quiénes eran las ciudades de refugio en Israel, y de qué manera? (b) ¿Qué decía esta ley en cuanto al homicida intencional en Números 35:18-21, 30-32?

      43 Para ilustrar: En la ley de Jehová dada a la nación de Israel por medio del profeta Moisés, Él hizo provisión de seis “ciudades de refugio,” en ubicaciones estratégicas o convenientes a través de la tierra de Israel. Estas eran para el hombre que llegase a ser culpable de homicidio sin premeditación y por puro accidente. El homicida accidental podía escaparse del castigo de la muerte por medio de llegar antes que el vengador de la sangre a la ciudad de refugio más conveniente y permanecer adentro hasta la muerte del levita que entonces estuviera sirviendo de sumo sacerdote de Jehová. (Núm. 35:9-29) Pero, ¿qué había del homicida, asesino, intencional o deliberado? Sobre esto, la ley de Dios en cuanto a las ciudades de refugio dice:

      44 “Sin falta debe dársele muerte al asesino. El vengador de la sangre es el que dará muerte al asesino. Cuando suceda que se encuentre con él, él mismo le dará muerte. Y si en odio estaba empujando [al hombre asesinado] o si le ha arrojado mientras le acechaba para que muriera, o si en enemistad le ha herido con la mano para que muriera, sin falta debe dársele muerte al heridor. Es un asesino. El vengador de la sangre le dará muerte al asesino cuando suceda que se encuentre con él.” “Todo heridor fatal de un alma debe ser muerto violentamente como asesino por boca de testigos, y un solo testigo no puede testificar contra un alma para que muera. Y NO DEBEN ACEPTAR RESCATE POR EL ALMA DE UN ASESINO QUE MERECE MORIR, porque sin falta debe ser muerto. Y no deben aceptar un rescate por uno [el homicida accidental] que haya huido a su ciudad de refugio, para que vuelva a morar en la tierra antes de la muerte del sumo sacerdote.”—Núm. 35:18-21, 30-32.

      45. ¿Cómo debemos considerar el que Jehová rehusara aceptar un rescate por el homicida voluntarioso?

      45 Jehová Dios el Dador de toda la vida se hallaba dentro de su derecho y también dentro de los límites de la justicia al rehusar aceptar un rescate por el homicida voluntarioso y al rehusar dejarlo seguir viviendo bajo la sombra protectora del sumo sacerdote judío.

      46, 47. (a) Concerniente a Adán como el responsable, ¿qué dicen Romanos 5:12-14 y 1 Timoteo 2:14? (b) Además de ser sentenciado, ¿qué pudiera haber destruido Adán por su pecado?

      46 Así mismo sucede en el caso de los tratos de Dios con Adán y Eva. Concerniente a Adán como el principal responsable, Romanos 5:12-14 dice: “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo y la muerte por medio del pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado. . . . No obstante, la muerte gobernó como rey desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado a la semejanza de la transgresión de Adán.”

      47 Por medio de Adán el pecado y su castigo la muerte entraron en el mundo de la humanidad. Así Adán vino a ser responsable de la pecaminosidad y muerte de todos sus descendientes, con todo el vituperio que esto ha acarreado sobre el santo nombre de su Hacedor, Jehová Dios. Esto no fue accidental de parte de Adán; “Adán no fue engañado.” (1 Tim. 2:14) Él sabía que estaba quebrantando la ley de Dios contra el comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Sabía que estaba adoptando el derrotero que significaba su muerte a manos de Dios, y pudo haber esperado que su muerte mediante ejecución tuviera lugar en ese mismo día de veinticuatro horas antes de haber tenido la oportunidad de llegar a ser padre. Así pudo haber destruido toda oportunidad de vida, o siquiera de un comienzo en la vida, para toda su prole. Cuando, por la bondad inmerecida de Dios, Adán inició su familia, la inició en pecado y bajo la condenación de la muerte y sin ningún derecho a la vida.

      48. (a) ¿Qué puede decirse en cuanto a que Dios rehúse aceptar cualquier rescate a favor de Adán? (b) ¿Qué hay acerca de esto tocante a la prole de Adán y Eva?

      48 A causa de que Adán, a pesar de la plena advertencia de Dios, acarreó voluntariosamente la muerte sobre toda su prole, fue un asesino voluntarioso, y Eva participó con él en esta transgresión voluntariosa. De modo que Jehová, obrando en armonía con su ley posterior concerniente a las “ciudades de refugio” israelitas, rehusaría aceptar cualquier rescate a favor de Adán y a favor de Eva, no permitiéndoles que quedasen bajo la ministración de su Sumo Sacerdote Jesucristo. Pero en lo que toca a la familia humana que descendió de ellos, Dios justamente podía aceptar el sacrificio de rescate de su Sumo Sacerdote Jesucristo a favor de ellos, porque su pecaminosidad que merecía la muerte solo fue accidental, no siendo deseada por ellos sino debiéndose solo a que nacieron de Adán.

      49. ¿Qué hay de los beneficios del rescate y de Caín el hijo de Adán?

      49 En el caso de Caín, el primer hijo de Adán, Dios justamente niega los beneficios del sacrificio de rescate de Cristo a Caín porque Jehová Dios advirtió directamente a Caín y no obstante él asesinó inicuamente a su hermano piadoso Abel. Para Caín así como para sus padres Adán y Eva razonablemente no esperamos ninguna resurrección de entre los muertos.

  • Nuestra propia generación del siglo veinte y la resurrección
    La Atalaya 1965 | 15 de agosto
    • Nuestra propia generación del siglo veinte y la resurrección

      1, 2. (a) ¿Se incluirá a todos los de nuestra generación del siglo veinte en la provisión de Dios para una resurrección? (b) ¿Qué muestra la parábola de Jesús en cuanto a los que son asemejados a “cabras”?

      MUCHAS personas de nuestra generación del siglo veinte están muriendo, las cuales están incluidas en la provisión hecha por Jehová Dios de una resurrección bajo el reino de su Hijo Jesucristo.

      2 Sin embargo, entre nuestra propia generación hay muchas que compartirán el destino final de Satanás el Diablo y sus demonios. Estas serán aquellas que Jesucristo comparó a cabras. Dio una profecía sobre la conclusión de este inicuo sistema de cosas y terminó esta profecía con su parábola de las ovejas y de las cabras. Esta parábola o ilustración se encuentra en Mateo 25:31-46. En nuestra generación las “cabras” simbólicas son personas de todas las naciones del día presente, y son separadas de la clase justa de personas que Jesús asemejó a ovejas. Tanto estas “ovejas” como las “cabras” son clases terrestres de personas; es decir, no tienen llamada de Jehová Dios a la herencia celestial con su Hijo Jesucristo sino que tienen inclinación terrestre.—Mat. 25:31-33.

      3. ¿De quiénes distingue Jesús tanto a las “ovejas” como a las “cabras,” y cómo?

      3 Jesús distingue tanto a las “ovejas” como a las “cabras” de sus “hermanos” espirituales, sus 144,000 coherederos que tienen una herencia celestial con él. Jesús pronunció a sus “ovejas” ser las que tienen la bendición de su Padre celestial. La razón de esto es que han hecho bien a sus hermanos espirituales, aun a “los más pequeños de estos mis hermanos.” (Mat. 25:34-40) La razón para que Jesús pronuncie a las “cabras” ser una clase maldecida es que no han hecho el bien a sus hermanos espirituales, aun a “uno de estos más pequeños.” Así las “cabras” no hicieron nada bueno para Aquel a quien estos hermanos representaron, a saber, el Señor Jesucristo.

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