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El efecto de la muerte en la vida diaria de la gente¿Es esta vida todo cuanto hay?
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problemas en el futuro cercano. ¡La vida parece tan insegura! ¿En qué resulta esto?
Muchos de los habitantes de la Tierra viven solo para el presente, para sacar todo lo posible del día de hoy. Se sienten impulsados a hacer eso, pues razonan que la vida que tienen ahora es toda la vida que alguna vez pueden esperar tener. Aptamente describe la Biblia la actitud de éstos: “Comamos y bebamos, porque mañana hemos de morir.”—1 Corintios 15:32.
En un esfuerzo por escapar de las duras realidades de la vida, quizás recurran al alcohol o las drogas. Otros tratan de hallar un camino que los saque de sus frustraciones y su preocupación por lo corto de la vida por medio de participar personalmente en experiencias sexuales de toda clase... fornicación, adulterio, homosexualidad, lesbianismo. Dice el libro Death and Its Mysteries:
“Parece que hoy es mayor el número de personas normales a quienes afecta este temor a la muerte colectiva, por lo menos subconscientemente. Esto es por lo menos una explicación parcial del desorden de nuestros tiempos, que se expresa en crimen injustificado, vandalismo, erotismo y el paso acelerado en la vida. Hasta la música y los bailes modernos parecen expresar la desesperación de una humanidad que ya no cree en su propio futuro.”
¿Qué efecto ha tenido todo ese vivir para el presente como si no hubiera de haber mañana?
Los que se dan a beber mucho y a la borrachera quizás olviden temporáneamente sus problemas. Pero sacrifican su dignidad y, mientras están embriagados, a veces se causan daño a sí mismo y causan daño a otros. Y el día siguiente descubren que han añadido un dolor de cabeza tremendo a los problemas que ya tenían.
Los que se habitúan a las drogas pagan también un precio alto por los esfuerzos que hacen por escapar de la realidad. A menudo experimentan daño físico y mental permanente. Y, para sostener su costoso hábito, pudieran descubrir que están degradándose cometiendo robos o prostituyéndose.
¿Qué se puede decir de las relaciones sexuales con promiscuidad? ¿Ayudan a mejorar la situación de uno en la vida? Al contrario, frecuentemente el fruto de esto es una repugnante enfermedad venérea, preñeces no deseadas, hijos ilegítimos, abortos, un hogar roto, amargos celos, peleas y hasta asesinato.
Por supuesto, muchas personas no han sucumbido de modo que vivan una vida disoluta. Aun así, no han escapado de la presión que tiene de darse cuenta, consciente o subconscientemente, de que su vida terminará. Sabiendo que el tiempo es limitado, pudieran esforzarse por adelantar en el mundo tan rápidamente como fuera posible. ¿Con qué resultado? Su deseo de posesiones materiales puede hacer que sacrifiquen la honradez personal. Como verídicamente declara el proverbio bíblico: “El que está apresurándose a ganar riquezas no permanecerá inocente.” (Proverbios 28:20) Pero eso no es todo.
Se usa tanto tiempo y energía en adelantar materialmente que queda poco tiempo para disfrutar de la familia de uno. Es verdad que los hijos quizás estén obteniendo todas las cosas materiales que deseen. Pero, ¿están consiguiendo la guía y corrección que necesitan para que se hagan hombres y mujeres jóvenes responsables? Muchos padres, aunque están al tanto de que el tiempo que pasan con sus hijos es algo limitado, en realidad no ven razón para preocuparse especialmente... hasta que ya es demasiado tarde. Sí, es muy doloroso enterarse de que el propio hijo de uno ha sido arrestado o de que la propia hija adolescente de uno va a ser madre sin haberse casado.
Por lo que está sucediendo hoy, ¿no es obvio que, a pesar de lo corto de la vida, es necesario que muchas personas aprendan un modo de vivir más satisfactorio?
La manifiesta inevitabilidad de la muerte no hace que toda persona arroje al viento los principios morales, ni produce una apatía fatalista en todas las personas. Al contrario, centenares de miles de personas hoy disfrutan de un modo de vivir saludable debido a que no les afecta adversamente la perspectiva de la muerte.
UN MEJOR CAMINO
Vista correctamente, la muerte nos puede enseñar algo valioso. Cuando la muerte hace víctimas, podemos beneficiarnos al pensar meditativamente en el modo en que estamos viviendo nuestra propia vida. Hace unos tres mil años un observador cuidadoso de la humanidad hizo resaltar esto, diciendo: “Mejor es un nombre que el buen aceite, y el día de la muerte que el día en que uno nace. Mejor es ir a la casa del duelo que ir a la casa del banquete, porque ése es el fin de toda la humanidad; y el que está vivo debe poner esto en su corazón. . . . El corazón de los sabios está en la casa del duelo, pero el corazón de los estúpidos está en la casa de regocijo.”—Eclesiastés 7:1-4.
La Biblia no está recomendando aquí la tristeza como algo que se ha de preferir al regocijo. Más bien, se hace referencia al tiempo en particular en que una casa está de duelo debido a la muerte de uno de sus miembros. No es tiempo para olvidar a los dolientes y pasar al propio banquetear y divertirse de uno. Porque, tal como la muerte ha terminado todos los planes y actividades del que ha muerto, puede hacer lo mismo para los nuestros. Uno hace bien en preguntarse: ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Estoy edificando un nombre o reputación excelente? ¿Cuánto contribuyo a la felicidad y bienestar de otros?
No es en el momento del nacimiento, sino durante el transcurso pleno de nuestra vida, que nuestro “nombre” adquiere verdadero significado, identificándonos como la clase de persona que somos. La persona cuyo corazón está, como si fuera, en una “casa del duelo” es una que considera sinceramente la manera en que está viviendo su vida, prescindiendo de lo corta que sea. La trata como algo precioso. No refleja el espíritu frívolo y atolondrado que es característico de un lugar de juerga. Más bien, se esfuerza por llevar una vida con significado y propósito y contribuye así a la felicidad y el bien de sus congéneres.
¿Cómo puede alguien determinar si ahora está disfrutando del mejor modo de vida que le es posible, si verdaderamente vive una vida con propósito? Ciertamente se necesita una norma que sirva para juzgar. En cantidades cada vez mayores, personas sinceras de toda la Tierra están llegando a la conclusión de que la Biblia es esa norma confiable. El examen que han hecho de la Biblia les ha permitido hallar verdadero propósito en la vida ahora y les ha dado una espléndida esperanza para el futuro, una esperanza que envuelve la vida en medio de condiciones de justicia en esta misma Tierra. Han llegado a darse cuenta de que el propósito de Dios para la humanidad no es la muerte, sino la vida.
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El hombre fue hecho para vivir¿Es esta vida todo cuanto hay?
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Capítulo 3
El hombre fue hecho para vivir
DIOS hizo al hombre para vivir. Eso es lo que la Biblia indica al describir las provisiones que Dios hizo para nuestros primeros padres humanos, Adán y Eva. Nos informa que Jehová Dios los colocó en un hermoso hogar jardín, un paraíso, que ocupaba
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