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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1969
w69 1/3 págs. 133-138

“No debes olvidarte”

“Y tiene que suceder que cuando Jehová tu Dios te haya dado descanso de todos tus enemigos . . . No debes olvidarte.”—Deu. 25:19.

1. ¿Qué grave incidente se le dijo a Israel que recordara?

Hubo un incidente muy grave que les ocurrió a las doce tribus de Israel después que éstas salieron de Egipto en 1513 a. de la E.C. Fue una acción no provocada y muy carente de amigabilidad así como innecesaria de parte del pueblo de Amalec. Por eso el profeta Moisés le dijo a Israel: “Debe haber una recordación de lo que Amalec te hizo en el camino cuando ustedes iban saliendo de Egipto, cómo salió a tu encuentro en el camino y procedió a herir en la zaga tuya a todos los que venían rezagados tras de ti, mientras te hallabas agotado y fatigado; y no temió a Dios. Y tiene que suceder que cuando Jehová tu Dios te haya dado descanso de todos tus enemigos en derredor en la tierra que Jehová tu Dios te está dando como herencia para tomar posesión de ella, debes borrar la mención de Amalec de debajo de los cielos. No debes olvidarte.”—Deu. 25:17-19.

2. ¿Quiénes fueron los amalequitas? Por lo tanto, ¿debería sorprender que odiaran al pueblo de Israel?

2 ¿Quiénes fueron estos amalequitas que se pusieron a herir a los que estaban agotados y fatigados? ¿Quiénes fueron estas personas que no temieron a Dios? Amalec era nieto de Esaú. ¡No en balde! Esaú fue aquel que vendió su derecho de primogénito a su hermano Jacob. De modo que la prole de Amalec se hallaba resuelta a perpetuar el odio que Esaú le tuvo a su hermano Jacob, aun más de tres siglos después. De modo que lanzaron este ataque no provocado contra la prole de Jacob. Debido a esta cobarde acción Jehová Dios decretó que deberían ser borrados, lo cual quería decir extinción al fin para los amalequitas.

3, 4. (a) ¿Qué le dijo el profeta de Dios, Samuel, al rey Saúl de Israel que le hiciera a Amalec? (b) ¿Qué hizo realmente el rey Saúl? (c) ¿Quiénes también tuvieron que ver con los amalequitas, y cuándo finalmente se cumplió la palabra de Dios en cuanto a ellos?

3 Durante el período de los jueces de la nación de Israel los amalequitas continuaron siendo adversarios de Israel y se unieron en acción con otras naciones para atacar a Israel. (Jue. 3:12, 13; 6:1-3, 33; 7:12; 10:12) Unos cuatro siglos después que los israelitas salieron de Egipto, Samuel el profeta de Dios le dijo al rey Saúl: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘Tengo que llamar a cuentas lo que Amalec le hizo a Israel cuando se puso contra él en el camino al venir éste subiendo de Egipto. Ahora ve, y tienes que derribar a Amalec y darlo irrevocablemente a la destrucción con todo cuanto tiene, y no debes tenerle compasión, y tienes que darles muerte, tanto a hombre como a mujer, a niño como a lactante, a toro como a oveja, a camello como a asno.’” (1 Sam. 15:2, 3) ¡Jehová no se olvidó!

4 El rey Saúl hirió a los amalequitas “desde Havila hasta Sur.” No obstante, Saúl transgredió las órdenes de Jehová y le perdonó la vida al rey Agag. El relato dice que “Saúl y el pueblo le tuvieron compasión a Agag.” No obstante, de Dios no se habían de mofar, porque “Samuel se puso a tajar en pedazos a Agag delante de Jehová en Guilgal.” (1 Sam. 15:2-33) Pero con esto no quedó completa la acción de borrar a los amalequitas. Durante el tiempo del rey David se hicieron incursiones contra los amalequitas. No fue sino hasta siglos más tarde, durante el reinado de Ezequías, que “algunos de los hijos de Simeón” derribaron al resto de los amalequitas. (1 Cró. 4:42, 43) Finalmente, en el quinto siglo a. de la E.C. Hamán el agaguita y su familia fueron borrados de la existencia por intentar el exterminio del judío Mardoqueo y su pueblo. De esta manera llegó a cumplirse completamente el mandamiento: “No debes olvidarte” de lo que los amalequitas les hicieron a los hijos e hijas de Jacob.

ESCUCHE

5. (a) ¿Era solo el mandato acerca de los amalequitas lo que los israelitas no habían de olvidar? (b) ¿Puede alguien hoy descuidar los mandatos de Jehová y todavía tener su bendición?

5 Ese relato bíblico es solo un caso que da énfasis a este asunto importante de no olvidar lo que Dios ha dicho. Había muchas otras cosas importantes que los hijos de Israel no habían de olvidar, especialmente que eran la nación de Jehová, su herencia. (Sal. 33:12) Con el tiempo se olvidaron y toda la nación de Israel fue echada del favor de Dios. En vista de lo que les sucedió a los israelitas hace siglos, ¿no es más importante que la gente hoy no se olvide de las decisiones judiciales y enseñanzas de Dios si quiere ‘heredar la tierra’? (Mat. 5:5) Moisés dijo: “Escucha las disposiciones reglamentarias y las decisiones judiciales que les estoy enseñando a poner por obra, a fin de que vivan y realmente entren y tomen posesión de la tierra que Jehová el Dios de sus antepasados les está dando. No deben añadir a la palabra que les estoy mandando, ni deben quitar de ella, para que guarden los mandamientos de Jehová su Dios que les estoy mandando.” (Deu. 4:1, 2) Nadie, ni usted ni el clero de la cristiandad, tiene derecho alguno para tratar irrespetuosamente la Palabra de Dios, para rechazar porciones de ella, o añadirle, pensando que tiene mayor sabiduría y conocimiento que el Autor de la Biblia misma. Si los israelitas querían vivir como individuos y como nación, era necesario que observaran los mandamientos de Jehová su Dios. Los cristianos hoy día no están en diferente posición. ¡Cuando Dios habla, los cristianos deben escuchar! Sin embargo, la mayoría de la gente quisiera olvidar a Dios, pasar por alto sus dichos y enseñanzas y vivir según sus propios deseos.

6. ¿Cómo sabemos que Jehová está muy interesado en la humanidad?

6 Prescindiendo de lo que piensen los hombres, el gran Dios del universo todavía está muy interesado en su creación. De hecho, ‘Dios amó tanto a la humanidad que dio a su Hijo unigénito para salvarlos (no destruirlos) y para hacer que disfruten de vida eterna.’ (Juan 3:16) Cuando Jesucristo el Hijo de Dios vino a la Tierra, estudió las Santas Escrituras. Citó textos bíblicos para probar sus enseñanzas. En cuanto a lo que hablaba dijo: ‘No hablo de por mí.’ (Juan 14:10) Leía y creía la Palabra de Dios y al hablar la empleaba. Jehová trató de grabar esto mismo en los israelitas mucho antes de que enviara a su Hijo al mundo. Pero no todos escucharon. Por eso Dios dijo: “Solo que, cuídate y cuida bien tu alma, para que no olvides las cosas que tus ojos han visto y para que no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; y tienes que darlas a conocer a tus hijos y a tus nietos.”—Deu. 4:9.

7. (a) ¿Cómo puede uno cuidar su vida y la vida de sus hijos? (b) ¿Cómo dieron pasos los israelitas para conservar su vida mientras estaban en Egipto?

7 El cuidar uno bien su alma significa que tiene que cuidar bien su vida. Su alma es usted. Ninguno de nosotros debemos olvidar las cosas que nuestros ojos han visto, y debemos escuchar las cosas que Jehová dice en su Palabra escrita. Al hacer eso cuidamos bien nuestra vida. El que escuchemos y no olvidemos, y nunca dejemos que los dichos de Dios se aparten de nuestro corazón todos los días de nuestra vida, hace posible que ayudemos a nuestros hijos y nietos. Ellos, también, necesitan saber lo que Dios dijo e hizo. ¿Qué había hecho Dios? Esto: Israel había llegado a ser un pueblo numeroso. Después de la muerte de José llegaron a ser esclavos en Egipto. Por su poder Jehová los libró de la opresión de Faraón. No obstante, antes de que viniera la libertad, las plagas de Dios cayeron, una tras otra, sobre Egipto. Entonces, antes de que viniera la décima plaga, Moisés les dijo a todos los hijos de Israel que se prepararan para su liberación y su marcha desde Egipto. El obtener esta libertad dada por Dios no exigió mucha preparación de parte de los israelitas, pero sí exigió fe. Cada familia israelita había de matar un cordero, tomar la sangre de éste y rociarla sobre los postes de la puerta y dinteles de su casa y entonces asar el cordero y permanecer dentro de su hogar y comerlo. Estas instrucciones no serían difíciles de seguir, ¿verdad? Por este acto de fe, el simplemente hacer lo que Jehová dijo que deberían hacer, el ángel de Jehová pasó por alto a los hijos de Israel, pero el ángel de Dios dio muerte a todos los primogénitos egipcios, tanto de hombre como de bestia. ¡Qué noche de plañido y aullido fue aquélla para los egipcios! ¡Pero qué noche de regocijo en los hogares de los israelitas! Todos estaban vivos y pronto empezaron su caminata al mar Rojo y a través de éste, siguiendo a Moisés, quien los acaudilló en su salida de la tierra de Egipto y adelante hacia la tierra prometida. ¿Cree usted que este acontecimiento merecía ser recordado y que se diera a conocer a los hijos y nietos de ellos generación tras generación?

8. ¿Cómo habían de saber acerca de que Jehová había librado a Israel de Egipto los hijos y nietos por generaciones en el futuro, y a qué pregunta personal oportuna da lugar esto?

8 Acerca de este día de liberación con todo lo emocionante de él los padres habrían de contar a sus hijos y sus nietos por generaciones en el futuro. “No olvides las cosas que tus ojos han visto,” dijo Dios. Acerca de este gran acontecimiento ellos tendrían que contar año tras año, en el día de la Pascua y también en otras ocasiones. El haber sido librados de la esclavitud no era un mito. No era solo un cuento con el cual entretener a los hijos. ¡Era lo que Jehová había hecho! ¡Era una realidad! ¡Era historia verdadera! Hombres y mujeres lo vivieron y, para cuidarse y cuidar bien sus almas, no podían olvidar el contar estas verdades a sus hijos y nietos. ¿Cuántos acontecimientos históricos de la Biblia les repite usted a sus hijos?

9. Debido a que Israel rápidamente se olvidó de las cosas que Dios había hecho, ¿qué experiencia le sobrevino al pueblo después de salir de Egipto?

9 ¡Pero qué rápidamente olvida la gente! No mucho tiempo después, mientras estaban en el desierto de Parán, Moisés envió doce espías a la tierra prometida para que examinaran el lugar. Diez espías regresaron asustados e instaron: Regresemos a Egipto. Allí podrían conseguir ajo y sandías de nuevo. (Núm. 11:5) Dos de los doce espías, Josué y Caleb, estaban complacidos con lo que habían visto, y dieron al pueblo el consejo: “Subamos directamente” a la tierra que mana leche y miel. (Núm. 13:27-30) El pueblo, no obstante, escuchó a los diez espías temerosos, olvidando la maravillosa liberación que Dios había ejecutado a favor de ellos en Egipto. Por falta de fe pasaron cuarenta largos años en el desierto hasta que la generación mayor murió. Los hijos de la nueva generación, quienes habían oído de la liberación de sus padres o abuelos, estaban ahora listos para entrar bajo la dirección de Jehová en la tierra de promisión.

10. A pesar del olvido de Israel, ¿cómo trató Jehová con ellos, y por qué?

10 Aunque muchas de las familias de Israel olvidaron rápidamente la salvación que Jehová les había dado, Dios no olvidaba. “Porque Jehová tu Dios es un Dios misericordioso. Él no te desamparará ni te arruinará ni se olvidará del pacto de tus antepasados que él les juró.” (Deu. 4:31) Siglos antes de eso Jehová les había dicho a Abrahán, Isaac y Jacob que les daría esta tierra y que por medio de la descendencia de Abrahán todas las familias de la Tierra serían bendecidas. Aquella nueva generación tenía fe, y Jehová le dio muchos éxitos. Pero de nuevo Dios les advirtió que no se olvidaran.

11. ¿Qué bendiciones habían de ser derramadas sobre Israel debido a la promesa de Dios, y qué problemas presentaría esto?

11 Jehová Dios dirigió a Israel adelante a la tierra que la Biblia describe diciendo que se parecía al jardín de Edén. Iban a tener casas en las cuales vivir y que ellos no habían construido. Iban a estar bebiendo agua fresca de cisternas que ellos no habían labrado. Iban a comer uvas de viñas y aceitunas de árboles que ellos nunca habían plantado. ¿Cómo los afectaría esta prosperidad y lujo? ¿Se olvidaría esta nueva generación de Jehová también cuando recibiera todas estas cosas en la tierra prometida? ¿Quedarían satisfechos y se olvidarían de Dios?

12. ¿Qué advertencia dio Jehová a Israel acerca de los peligros de la tierra de promisión y sus buenas cosas?

12 Escuche la advertencia que Jehová dio a los hijos de Israel: “Y tiene que suceder que cuando Jehová tu Dios te introduzca en la tierra que a tus antepasados Abrahán, Isaac y Jacob juró darte, ciudades grandes y de buena apariencia que tú no edificaste, y casas llenas de toda suerte de cosas buenas que tú no llenaste, y cisternas labradas que tú no labraste, viñas y olivares que tú no plantaste, y habrás comido y quedado satisfecho, cuídate para que no te olvides de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos.” (Deu. 6:10-12) ¿Cuántas personas olvidan de esa manera hoy día? Se hacen prósperos, tienen todo lo que desean materialmente, ¡pero pierden toda su espiritualidad y el interés en Jehová su Dios!

LA HUMANIDAD OLVIDA

13. ¿Qué olvidan muchas personas aun ahora acerca de las provisiones de Dios?

13 Jehová sabía que la humanidad podría olvidarse. Por eso es que dio la advertencia. Pero, ¿cuántos escucharon las advertencias de Jehová? Muchas son las personas que nunca piensan en que es Jehová Dios quien hace que el Sol brille sobre el bueno y el malo, que él hace que llueva sobre el justo y el injusto; que Dios nos dio el aire que respiramos, suministró la vegetación que comemos; que hizo la tierra y el mar, las montañas y los valles con corrientes de agua dulce. Todas estas cosas estaban aquí cuando usted llegó a estar en la Tierra, ¿pero cuántas veces ha dado usted gracias al Creador por ellas? Tenemos una gran variedad de alimento, de abrigo en casas de piedra, madera y otros materiales tomados de la tierra. Tenemos ropa de algodón, lana y seda. Jehová suministra un sinfín de cosas. Lo dio todo a la humanidad. ¿Ha comido usted y quedado satisfecho también? Entonces cuídese para que no se olvide de Jehová.

14, 15. Dé el significado primario de la palabra “olvidar,” y dé una idea de las preguntas que surgen en cuanto a lo olvidadizo de la gente hoy día.

14 Alguien quizás diga: ‘Bueno, quizás olvidemos por un momento,’ pero, ¿es ése el significado primario de “olvidar”? Según el Diccionario de la Real Academia Española el primer significado de “olvidar” es: “Apartar de la memoria una cosa.” Según el diccionario Larousse es: “Perder el recuerdo de una cosa.” Según el Diccionario del español moderno es: “Perder la memoria de una cosa.” Este es el significado de “olvidar” que se usa en los textos bíblicos citados, es decir, completamente dejar ir de la mente o memoria las cosas que tan claramente habían estado establecidas allí antes.

15 ¿Cuántas personas cree usted que han olvidado a Dios hoy, que no pueden recordarlo, recordar lo que él es, lo que ha hecho? ¿Cuántas personas cree usted que verdaderamente adoran al gran Dios del universo, el Dador de todo don bueno y perfecto? ¿Cuántas personas cree usted que verdaderamente creen que Dios amó a la humanidad tanto que envió a su Hijo unigénito al mundo para que el hombre pudiera obtener vida eterna? ¿Cree usted que la mayoría de la población de la cristiandad se ha olvidado de Dios y sus leyes y de lo que instruyó a los cristianos que hicieran? ¿Se ha olvidado usted mismo?

16. (a) Dé otro significado, menos serio, de la palabra “olvidar.” (b) ¿Qué relación hay entre el artículo del Times de Nueva York de que se cita y el ser olvidadizo?

16 Por supuesto, la palabra “olvidar” tiene otro significado, a saber: “Dejar involuntariamente” (Larousse) o: “Descuidar inadvertidamente” (Diccionario del español moderno), es decir, no tomar, llevar, hablar de algo o notarlo. Esta clase de olvido sucede en los hogares cada día. La esposa quizás le diga a su esposo: ‘Cuando regreses a casa del trabajo esta noche, ¿quieres traer el pan?’ Él se olvida. Él no lo hace adrede, porque cuando llega a casa o tiene que ir a la tienda a comprarlo o pasarla sin pan en la cena. Cositas de poca importancia en la vida como éstas a veces se nos olvida hacerlas, pero las podemos corregir y lo hacemos. Pero, ¿qué ha hecho usted en cuanto a la religión verdadera? ¿Es en su caso muy parecido a lo que salió en la primera página del periódico dominical del Times de Nueva York del 15 de septiembre de 1968? El encabezamiento de cuatro columnas decía: “Apatía pública produce crisis en Iglesia Anglicana.” El informe fue escrito por cierto señor Edward B. Fiske y el articulo comenzaba de este modo: “LONDRES—La iglesia es como una taberna. Llega uno a un pueblo, y allí está, y si uno quiere entra y si no, no. Personalmente, yo no. El orador era James Cavenaugh.” Un poco más adelante en el artículo el señor Fiske dijo: “La concurrencia a la iglesia ha bajado hasta el punto en que solo ocho de cada 100 personas bautizadas adoran en la Pascua florida.” ¿Diría usted que 92 por ciento de la gente de ese país se han olvidado de Dios? ¿Qué hay del resto de la cristiandad? ¿Están sus centros religiosos atestados de personas? Usted sabe que la respuesta es No, ¡y esto se debe a que la gente se ha olvidado de Dios! Han apartado de su memoria las cosas que han sabido acerca de Dios, si alguna vez oyeron o leyeron acerca de Él durante su vida. De hecho, a muchos se les ha enseñado que Dios está muerto, y a casi todos los demás se les ha enseñado que lo que está escrito en las Santas Escrituras, la Biblia, es solo mito. No reciben estímulo ni ayuda de parte del clero ni de sus mayores para recordar. De modo que se olvidan de Dios.

17. (a) ¿A quiénes o a qué se ha vuelto la adoración de muchos? (b) En vista de la adoración pervertida del hombre, ¿qué preguntas es necesario contestar?

17 La religión, alguna forma de adoración, es algo en que toda persona del mundo está envuelta de una manera u otra. La tendencia natural del hombre es adorar algo. Las personas a quienes llamamos “paganos” tienen dioses a los cuales adoran. Algunas personas adoran el dinero, a los artistas de cine, a políticos, a gobernantes, aun a sí mismas. Quizás sea una imagen o algo ilusivo, por ejemplo, nirvana. Pero miremos de nuevo a la cristiandad, mientras consideramos este tema, y preguntemos con seriedad: ¿Qué ha hecho para la humanidad la religión de la cristiandad? ¿Ha hecho ésta que las naciones y su gente sean mejores moralmente, espiritualmente? ¿Ha hecho que sean pacíficas? ¿Se aman unas a otras más ahora que hace cincuenta años o quinientos años? ¿Ha producido la cristiandad “gloria . . . a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad”? (Luc. 2:14) ¿Por qué no? Porque la humanidad y su clero religioso se han olvidado de Dios, han desechado su Palabra y han rechazado el reino de Jehová por su Hijo Cristo Jesús. Jesús lo dijo claramente: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy alejado de mí. Es en vano que siguen adorándome, porque enseñan mandatos de hombres como doctrinas.” (Mat. 15:8, 9) Las religiones falsas no le están enseñando a usted la Palabra de Dios, sino que le están enseñando su propia doctrina. Escuche a Dios, porque él le dice a usted ahora: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados.” (Rev. 18:4) ¡La cristiandad y todo el imperio mundial de religión falsa están condenados a destrucción!

[Ilustración de la página 133]

Moisés le recordó a Israel que no habían de olvidar que Amalec había desafiado a Dios al atacar a su pueblo

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