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¿Es todo asunto mental?¡Despertad! 1982 | 22 de enero
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la familia, se consigue algún alivio de ella,” informó el Dr. Nathan S. Kline, director del Departamento de Higiene Mental del Instituto de Investigación Rockland del Estado de Nueva York, en una entrevista que hace poco se celebró con un escritor del personal de ¡Despertad! “Si hay una buena comida, una luna hermosa o alguna otra cosa, se consigue algún alivio. En el caso de la depresión grave, no se consigue alivio. Uno pudiera ganar dinero o ser elegido presidente; eso no produce ningún placer en particular. El futuro parece desesperado.”
¿Qué síntomas tiene la sicosis maníacodepresiva? El Dr. Ronald Fieve, profesor de la siquiatría clínica en el Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia, dijo esto a ¡Despertad!: “Tiene que haber repetidos casos en que de repente ocurre una exaltación del estado de ánimo. La persona está en un estado anormal de optimismo durante el cual está demasiado activa, habla demasiado, duerme menos y tiene una enorme cantidad de energía que nunca tuvo antes. Este cambio repentino puede durar de dos semanas a, por lo general, uno o dos meses. Entonces la persona pasa a una depresión severa.”
Ahora hay muchos científicos que creen que cambios químicos específicos en el cerebro acompañan algunas formas de depresión severa y que en sí pueden ser lo que provoca la depresión. (Lo explican los diagramas acompañantes.) El proceso es complejo y los científicos no concuerdan en cuanto a él. Pero, ¿qué puede causar semejante trastorno químico? Muchos factores diferentes contribuyen a ello.
La relación entre la enfermedad y la depresión
“La depresión puede derivarse de inequívocos —o, más exactamente, bien definidos— males orgánicos,” declara Lawrence Galton, escritor de temas médicos. “Incluye infecciones tales como la hepatitis, la mononucleosis y la influenza; desórdenes hormonales (glandulares) como los del tiroides, de la paratiroides y de las glándulas adrenales; malignidades, estados de deficiencia, anemias y otros problemas relacionados con la sangre.”—You May Not Need a Psychiatrist (1979).
Por ejemplo, una señora había estado recibiendo tratamientos por 15 años por una depresión grave, a veces suicidal. Recibió drogas para combatir la depresión y hasta terapia de electrochoque, pero nada le daba alivio duradero. Por fin se descubrió que el problema se debía a una glándula paratiroides que no funcionaba bien. Cuando se trató este desarreglo con éxito, mejoró. Su problema elemental había sido físico.
Tensión
El agotamiento nervioso causado por la tensión también puede producir depresión. Entre las situaciones que causan tensión los especialistas alistan las siguientes: ‘un matrimonio infeliz, el vivir en los barrios bajos sin esperanza de alivio, un patrón exigente, conflicto crónico,’ y el tratar de atenerse a una rutina diaria “que obviamente está más allá de las capacidades mentales, emocionales y físicas de uno.” Un ambiente desprovisto de amor, en el que uno se siente solo, desanimado y desesperado, también puede producir la depresión. Muchas personas se hallan en situaciones como éstas.
Un suceso específico lleno de tensión, como una muerte o un divorcio, puede causar una depresión grave. No obstante, una investigación reciente reveló que de 185 personas deprimidas, cuyo análisis de depresión se basó en observación clínica, solo en la cuarta parte de ellas se pudo discernir que hubo un suceso lleno de tensión antes de la depresión. El siquiatra Dr. Fieve cree que el suceso lleno de tensión que se experimentó en la vida “no es más que una parte pequeñita de la causa del problema.”
El Dr. Kline dice lo siguiente al comparar una persona deprimida a un automóvil que se descompone al subir una colina empinada: “Ahora bien, en cierto sentido el automóvil se descompuso debido a que usted subió una colina. Por otra parte, si el motor hubiese estado en buenas condiciones, no hubiera surgido la dificultad. De modo que la tensión ambiental puede precipitar la depresión nerviosa, pero, para que eso suceda, ya tiene que existir la deficiencia biológica, o sea, la debilidad del motor.”
Sin embargo, ¿es posible que la mente misma pueda crear este desequilibrio químico sin que haya existido de antemano algún defecto físico?
El papel de la mente
Hay evidencia sólida de que muchas personas han obtenido alivio aun de depresión grave por medio de acudir a consejeros adiestrados que les han ayudado a ajustar su modo de pensar. Esto parece indicar que en algunos tipos de depresión grave el modo de pensar de la persona, o lo que ella pone en su mente, no algún defecto físico, desempeña el papel vital.
La investigación que se ha realizado últimamente revela que nuestro modo de pensar puede afectar a la química de nuestro cerebro. Por ejemplo, en un estudio que se efectuó en 1979 se les pusieron inyecciones de una solución salina, un placebo, a unos pacientes a quienes se les acababa de extraer las muelas del juicio, y se les dijo que ésta aliviaría el dolor. A pesar de que esta inyección carecía de virtud analgésica, se informa que la tercera parte de los pacientes “pronto hallaron que su dolor estaba mitigándose dramáticamente.” Se opinó que los pensamientos de la persona activaron las sustancias químicas analgésicas (endorfinas) que ocurren naturalmente en el cerebro. Esto quedó comprobado cuando se administró otra droga que obstruye los efectos de los analgésicos naturales del cerebro. Volvió el dolor.
En numerosos casos se ha visto el poder que la mente tiene para responder al amor. También se ha hallado que, a la inversa, la cólera, el odio, la envidia o los celos y otras emociones negativas producen cambios bioquímicos en el cuerpo.
La Biblia reconoce el papel importante que desempeñan nuestros sentimientos y actitudes. Declara: “El espíritu [los sentimientos y los pensamientos] del hombre puede aguantar su dolencia [enfermedad]; pero en cuanto al espíritu herido, ¿quién puede soportarlo?” (Proverbios 18:14) Si el “espíritu del hombre” está “herido” por un modo de pensar incorrecto (que se considera en las páginas 8-10); si está quebrantado debido a celos, resentimiento o una mala conciencia, entonces la situación mala se hace insoportable. Puede que la siga una depresión grave.
Además, si la persona alimenta su espíritu con pensamientos depresivos —tal vez por medio de la televisión, películas cinematográficas o literatura pornográfica— esto altera su genio y engendra la depresión. Especialmente si la persona pasa mucho tiempo con regularidad ante un televisor, esto puede tener un efecto adverso en su punto de vista o concepto de la vida. Pero en el caso de otras personas, puede que algo diferente sea la raíz del problema.
Puede haber otras causas
“El cerebro es mucho más sensible que los otros órganos a cambios en las concentraciones de ciertas sustancias nutritivas en el plasma [sanguíneo],” declararon dos investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts. En su libro Nutrition and the Brain (tomo 3, 1979) estos médicos, Wortman y Wortman, publicaron información que muestra el efecto que tiene en nuestro genio lo que comemos, y cómo ciertas deficiencias nutritivas pueden alterar el equilibrio químico del cerebro y producir depresión.
Aunque uno coma comidas equilibradas con regularidad —y mantenga al mínimo las golosinas o lo que carezca de valor nutritivo— uno todavía puede tener deficiencias nutritivas que resulten en la depresión. Algunos medicamentos, los anticonceptivos orales, el esfuerzo a que someten al cuerpo tales cosas como la preñez, la contaminación y la tensión excepcional... todos éstos pueden crear deficiencias nutritivas.
El ser alérgicos a ciertos alimentos o a emanaciones químicas y, en la mujer, sus cambios hormonales, han originado depresión. Además, se descubrió por medio de un estudio que se hizo de 1.100 pacientes que estaban recibiendo tratamiento para hipoglucemia (cantidad de azúcar en la sangre inferior a lo normal) que el 77 por ciento de éstos se quejaban de depresión.
De modo que hay muchas cosas que causan la depresión aparte de simplemente abrigar una actitud incorrecta. Una persona que se siente gravemente deprimida puede estar padeciendo de cualquiera de una combinación de factores. Los factores hereditarios de la persona y las experiencias que tuvo en su niñez también pueden desempeñar un papel. Todos estos factores ejercen influencia que puede afectar cómo se responde a un suceso o ambiente lleno de tensión.
Aunque es beneficioso tratar de entender las cosas que pueden causar la depresión, una pregunta que plantean con más persistencia los que padecen del mal es ésta: ¿Qué puedo hacer para vencerla?
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Cómo se puede combatir la depresión¡Despertad! 1982 | 22 de enero
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Cómo se puede combatir la depresión
ARMAND DiMele del Centro DiMele de Sicoterapia dijo: “Si solo se pudiera lograr que las personas que padecen de depresión hicieran ejercicios, tres cuartas partes de ellas hallarían que su estado de ánimo mejoraría.” Otros expertos concuerdan en que esto es cierto en el caso de personas que se sienten “melancólicas” pero que no aplica a casos de depresión grave.a Otros factores vitales son el descansar y dormir lo suficiente.
Algunas personas que padecen de depresión leve hallan que les proporciona alivio dedicar algún tiempo a actividades de que disfrutan. Una señora a quien le encanta la costura dijo: “Es difícil sentirse deprimida cuando una está empleando sus facultades creadoras.” A veces, es simplemente cuestión de salir de la rutina diaria... quizás se pueda cenar en un restaurante una noche o ir de vacaciones por unos días.
El desahogarse con un amigo íntimo ayuda mucho. Pero, se tiene que ejercer cuidado con quién uno se asocia... ya sea en persona o por medio de la televisión y el cine. Evite como la peste a personas quejumbrosas de espíritu pesimista y evite programas que corrompen las normas morales o contaminan la conciencia.—Proverbios 17:17; 1 Corintios 15:33.
No obstante, ¿qué hay si persiste el estado deprimido?
¿Podría deberse a su alimento?
Examine cuidadosamente su alimentación. Barbara Reed, empleada en Cuyahoga Falls, Ohio, como agente principal de la libertad vigilada, explicó a un escritor del personal de ¡Despertad! que muchos de los delincuentes asignados a su oficina se quejan de depresión. Ella se puso a examinar los hábitos de alimentación que ellos tenían. Muchos vivían de golosinas y cosas de poco valor nutritivo, no desayunaban, y algunos pasaban semanas sin comer verduras. Un mejor régimen de alimentación —comidas equilibradas a sus horas debidas— y un programa de ejercicio ayudó a muchos delincuentes a mejorar de disposición. La señora Reed relató: “Un delincuente deprimido de 20 años de edad que sufría de profunda falta de aprecio personal, que fue arrestado por un acto criminal que envolvía daños y perjuicios, se mantenía comiendo cosas de poco valor nutritivo.” Pero, cuando mejoró su alimentación y se le proveyó consejo apropiado, su depresión se le disipó y su comportamiento mejoró.
Las autoridades no concuerdan en cuanto a si la alimentación causa depresión. A pesar de tener una alimentación excelente, algunas personas todavía padecen de depresión. Otras personas no muestran ninguna mejora al suministrarles mejor régimen de alimentación. Cada persona es diferente, y algunas son más sensibles que otras a sustancias como el azúcar y la cafeína. Pero el comer comidas equilibradas, junto con el ejercer moderación al ingerir tales cosas como pasteles, tortas, bizcochos, chocolate, dulces y bebidas gaseosas frecuentemente beneficia a las personas que padecen de depresión.
Debido a que un estado de depresión grave pudiera ser indicio de algún mal físico, también es importante someterse a un reconocimiento médico.
¿Piensa usted correctamente?
Aunque no todo caso de depresión se debe a que la persona tenga un punto de vista incorrecto, un estudio reciente que se efectuó por espacio de 10 años indica que a menudo las personas que padecen de depresión interpretan mal las situaciones. El investigador y siquiatra A. T. Beck explica lo siguiente: “La persona deprimida se siente triste y sola porque erradamente cree que está inadecuadamente capacitada y que se le ha abandonado.” La Biblia también muestra que los sentimientos del corazón pueden afectar el pensar de uno tocante a asuntos externos. Ella declara: “Todos los días del afligido son malos; pero el que está bueno en el corazón [en un estado de mente alegre] tiene un banquete constantemente.” El que ‘todos los días sean malos’ para una persona o el que ‘cada día sea un banquete’ depende en gran medida de su estado mental.—Proverbios 15:15.
Así, las personas deprimidas tienen que esforzarse diligentemente por corregir su modo de pensar y vigilar las cosas sobre las cuales meditan. ¡Puede que sea más fácil decir esto que hacerlo! En el recuadro que acompaña este artículo hay una lista de algunas ideas perjudiciales que muchas personas deprimidas tienen en común. Cada una de estas ideas es errónea. Cuando tales ideas se le ocurran, debería despedirlas inmediatamente. El que se detenga en tales pensamientos lo conducirá a tenerse en baja estima y a un estado más profundo de depresión.
A menudo un sentimiento de culpabilidad exagerado acompaña el estado deprimido. Pero reconozca que todos cometemos faltas. El salmista dijo: “Si errores fuese lo que tú vigilas, oh Jah, oh Jehová, ¿quién podría estar de pie?” ¡Nadie! No obstante, Jehová Dios nos proporciona verdadero perdón de nuestros errores y pecados.—Salmo 130:3, 4.
El beneficio del logro
Una viuda, apenada por la muerte de su esposo y decepcionada porque otras personas faltaron a su palabra de repararle la casa, entró en un estado de profunda depresión. Pero luego reflexionó: ‘No puede ser tan difícil hacer las reparaciones.’ Se puso a
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