-
¿Nos ayuda ahora la relación con Dios?La Atalaya 1979 | 1 de mayo
-
-
“Oh Jehová, ¿quién será un huésped en tu tienda?
¿Quién residirá en tu santa montaña?
El que está andando sin tacha y practicando la justicia
Y hablando la verdad en su corazón.
No ha calumniado con su lengua.
A su compañero no le ha hecho nada malo,
Y ningún oprobio ha repetido contra su conocido íntimo.
A sus ojos el despreciable ciertamente es rechazado,
Pero honra a los que temen a Jehová.
Ha jurado a lo que es malo para sí, y no obstante no lo altera.
Su dinero no lo ha dado a interés,
Y no ha tomado un soborno contra el inocente.
Al que está haciendo estas cosas nunca se le hará tambalear.”—Sal. 15:1-5.
12 Solo una persona de esta índole llegará a temer a Dios y realmente llegará a conocerlo. Tal amigo de Dios se encara a los mismos problemas generales que toda otra persona afronta. Pero a él no se le deja sin ayuda.
AYUDA DURANTE LA ENFERMEDAD
13. ¿Qué hace Dios para el cristiano que se encuentra gravemente enfermo, y qué punto de vista tiene el cristiano del aguante en medio de la enfermedad?
13 Pudiera suceder que un cristiano enfermara gravemente. La enfermedad física suele tener un efecto indeseable en la salud espiritual de uno. Durante la enfermedad es difícil mantener buen equilibrio. Dios se compadece profundamente del enfermo. Más que eso, suministra ayuda. El salmista dice: “Jehová mismo lo sustentará sobre un diván de enfermedad; ciertamente cambiarás toda su cama durante su enfermedad.” (Sal. 41:3) Dios no promete que en todos los casos el siervo suyo recobrará a cabalidad la salud. Pero le asegura al cristiano que estará a su lado y le hará llevadera la enfermedad. El lenguaje del salmo trae al pensamiento al encargado de atender a un enfermo, que constantemente atiende al paciente de modo que ninguna parte del cuerpo de éste se sienta incómoda, o hace pensar en un padre o madre que atiende amorosamente a un hijo enfermo y le provee comodidad, lavándolo, cambiándole y alisándole la cama, de modo que el hijo se siente refrescado y alegre. Si es lo mejor para el individuo, Dios puede levantarlo de su lecho de enfermo y convertir aquello en una cama de salud. Pero hasta si el individuo no se recobra, Dios hace que todo resulte en bien para él. (Rom. 8:28) Se fortalece en sentido espiritual, y, al ver la enfermedad como una forma de disciplina o entrenamiento que lo está transformando en un cristiano más fuerte, más considerado, más compasivo, la soporta con aguante. Recuerda que Cristo sufrió. La experiencia de Jesús resultó en beneficio para él, y en el nuestro. Dios no abandonó a Jesús, y la recompensa que él recibió por el aguante paciente fue grande.—Heb. 4:15; 5:8, 9
AYUDA DURANTE LA PERSECUCIÓN
14. ¿Debería sorprendernos el que venga persecución? ¿Qué seguridad tenemos de que recibiremos ayuda?
14 Es posible que al cristiano le sobrevenga oposición y hasta persecución debido a que se declara de parte de los principios bíblicos. Esto le sucedió a David, quien se vio acosado como si fuera un animal de caza por el rey Saúl, traicionado por un amigo íntimo y víctima de una conspiración de sus propios hijos cuando estuvo enfermo. (1 Sam. 24:2; Sal. 41:9; 2 Sam. 15:31; 1 Rey. 1:1, 5) Sin embargo, por experiencia personal, escribió: “[Jehová] me esconderá en su amparo en el día de calamidad; me ocultará en el lugar secreto de su tienda.” “En caso de que mi propio padre y mi propia madre de veras me dejaran, aun Jehová mismo me acogería.”—Sal. 27:5, 10.
LIBERTAD DE TEMOR POR RAZONES ECONÓMICAS
15. ¿Por qué no debe temer el cristiano que haya de verse sin las necesidades materiales de la vida?
15 El cristiano no debería preocuparse indebidamente ni siquiera por la situación económica. El apóstol Pablo escribió: “Que su modo de vivir sea exento del amor al dinero, estando contentos con las cosas presentes. Porque él ha dicho: ‘De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé.’ De modo que podemos tener buen ánimo y decir: ‘Jehová es mi ayudante; no tendré miedo. ¿Qué puede hacerme el hombre?’” (Heb. 13:5, 6) David también declaró: “En cuanto a los que buscan a Jehová, no les faltará ninguna cosa buena.” Dijo también: “Un joven era yo, también he envejecido, y sin embargo no he visto a nadie justo dejado enteramente, ni a su prole buscando pan.”—Sal. 34:10; 37:25.
PAZ Y EL GOZO DE AYUDAR A OTROS
16. ¿Cuáles son algunos de los beneficios más valiosos que el cristiano tiene ahora debido a su relación con Dios?
16 Entre las mayores ventajas actuales de una relación íntima con Dios están las de paz o tranquilidad mental y estar uno libre del temor de las cosas que le vienen al mundo y a uno mismo. El cristiano, al haber experimentado el cuidado amoroso y la protección que Dios da a los que están en íntima relación con él, tiene la esperanza segura de que vendrán cosas mejores. Según la promesa de Dios, espera nuevos cielos y una nueva tierra en los cuales ha de morar la justicia. (2 Ped. 3:13) Su esperanza es que, aun si muere, tendrá una resurrección y entrará en ese justo sistema de cosas. (Hech. 24:15) Diariamente tiene la prueba de lo que el apóstol Pablo dijo por propia experiencia: “La paz de Dios que supera todo pensamiento [todo aquello de excelencia que pudiera concebir el cristiano] guardará sus corazones y sus facultades mentales por medio de Cristo Jesús.”—Fili. 4:7.
17. ¿Qué otro gozo puede tener el cristiano como resultado de la intimidad con Dios?
17 Porque disfruta de esta excelente relación, el cristiano puede ayudar a otros a aprender estas cosas. No hay mayor gozo que el de ayudar a otras personas a adquirir conocimiento de la verdad de Dios y a ser atraídas a una buena relación con Jehová y su Hijo. Por eso los testigos de Jehová visitan los hogares de la gente, por toda la Tierra, y les anuncian las “buenas nuevas,” y vuelven a visitarlos para conducir estudios bíblicos. Así, a medida que a los nuevos se les pone en asociación con la congregación cristiana, ellos, también, experimentan el gozo de conocer íntimamente al Padre y a aquel que ha sido enviado por él, Jesucristo. Para todos estos, “esto significa vida eterna.”—Juan 17:3.
-
-
El poner las manos sobre la víctima sacrificatoriaLa Atalaya 1979 | 1 de mayo
-
-
El poner las manos sobre la víctima sacrificatoria
Al presentar un sacrificio de animales en el santuario, el israelita ponía su mano sobre la cabeza del toro, carnero o macho cabrío. (Lev. 1:4) Este acto significaba que el individuo reconocía que la ofrenda procedía de él y que se presentaba a su favor.
-