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Lo que resulta de depender del alcohol¡Despertad! 1978 | 22 de mayo
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muy pequeño experimenta casi inmediata afición.
Especialmente en las primeras etapas de la dependencia física, la vida del alcohólico se ve afectada cada vez más. Su eficacia empieza a disminuir, y otros notan esto en su trabajo. A esto siguen más días ausente del trabajo debido a “enfermedad.” Su amor propio sufre, y también sus relaciones con otros.
Tal vez trate de compensar por esto siendo demasiado generoso, gastando dinero libremente, hasta endeudándose mucho. Pero su aislamiento social crece a medida que él se va haciendo de mal genio e intratable.
Al fin, puede que pierda su trabajo, amigos y familia. El beber se le hace más importante que cualquier otra cosa, incluso el comer. Descuida su apariencia, salud y responsabilidades.
La revista World Health declara: “El bebedor habitual que sigue bebiendo acumula más y más inhabilidades . . . y el promedio de su vida ciertamente será acortado.”
Daño al cuerpo
El alcohol no contiene vitaminas, minerales ni proteínas, aunque sí contiene calorías. Así, los que beben mucho pueden sentirse llenos y engordar, pero no se están nutriendo. Y puesto que el alcohólico a menudo pierde su deseo de comer, hay más posibilidad de que su cuerpo sucumba a la enfermedad debido a estar mal alimentado.
El uso excesivo de las bebidas alcohólicas puede dañar el revestimiento del estómago y del intestino delgado, y causar inflamación y úlceras. Los músculos del estómago pueden perder su tono, se impide la digestión y pueden ocurrir náuseas.
En las Bahamas, donde, según informa el Physician’s Alcohol Newsletter, “el alcoholismo es el problema de salud número uno,” muchos tienen una condición que se llama “pie alcohólico.” Esta es la ulceración crónica y gangrena del pie que a veces exige la amputación.
Una condición especialmente dañina que resulta del beber en exceso es la cirrosis del hígado. Esta enfermedad se cuenta entre las principales causas de la muerte entre adultos jóvenes y de edad madura. En Francia, según las cifras gubernamentales, más de 22.000 individuos murieron de cirrosis del hígado en tan solo un año. En los Estados Unidos, en un decenio reciente, dos veces más personas murieron de esta enfermedad que en el decenio previo, y esto se debió principalmente al aumento del beber entre la población. En Dinamarca, las muertes causadas por la cirrosis aumentaron un 40 por ciento en tres años, debido a que la gente bebe más. En Italia, estas muertes aumentaron al doble en once años.
El Dr. Frank A. Seixas, director médico del Consejo Nacional sobre el Alcoholismo en América del Norte dice: “Por primera vez, estamos obteniendo evidencia médica que corrobora las observaciones que los médicos han hecho —y eludido— por años: el alcoholismo y la cirrosis están muy estrechamente enlazados.”
En un experimento, el Dr. Charles Lieber de la Escuela de Medicina Mt. Sinai de Nueva York dio a un grupo de voluntarios una dieta de nutrición superior por 18 días. Durante este período cada uno ingirió seis bebidas durante el día, un total de 283,5 gramos diarios de whisky que contenía 43 por ciento de alcohol. Aunque se podía ver que estaban bajo la influencia del alcohol, ninguno se embriagó a tal grado que perdiera el dominio completo de sus facultades. No obstante, en todos se veía claramente la evidencia del comienzo de cambios dañinos en el hígado después de solo unos cuantos días.
El crónico beber en exceso también contribuye a una variedad de enfermedades cardiacas, la principal causa de la muerte en algunos países. De hecho, las cantidades excesivas de alcohol pueden causar el paro del corazón por medio de paralizar los nervios cardiacos. También puede paralizar el centro respiratorio del cerebro y hacer que la respiración vaya más despacio y posiblemente se detenga por completo.
Daño cerebral
El seguir bebiendo en exceso por largo tiempo destruye las células cerebrales. Y el cuerpo no puede reemplazar éstas de la manera que reemplaza otras células del cuerpo.
Las autopsias de alcohólicos crónicos han revelado destrucción extensa de las células cerebrales. Este daño cerebral puede ocasionar o agravar varios desórdenes mentales, incluso la paranoia, una forma de demencia caracterizada por un complejo de persecución; y la esquizofrenia, una “disociación” de la personalidad. Por ejemplo, se informa que en los hospitales siquiátricos de Francia, cada tercera cama está ocupada por una víctima del alcohol.
En las etapas finales del alcoholismo, puede ocurrir delirium tremens. Esto sucede cuando de repente no se puede conseguir el alcohol, o solo puede conseguirse en cantidades muy pequeñas. También puede ocurrir después de un ataque largo de borrachera. Primero hay temblores, todo el cuerpo se estremece. Se pierde el apetito y empiezan las náuseas. La víctima se pone calenturienta y se mueve sin orden y concierto. Luego vienen las alucinaciones. Se ven cosas que no están allí, como arañas, ratas y moscas que salen de las paredes y piso.
El terror de este delirio, o “demencia,” puede llevar la víctima a suicidarse. También puede causar debilidad mental permanente... o la muerte, pues se dice que en 20 por ciento de los casos esta condición resulta en muerte.
Si una persona que está en la etapa adelantada del alcoholismo ha de escapar la muerte, tiene que someterse a la “desintoxicación.” Tiene que dejar de beber por un período suficientemente largo como para que su cuerpo elimine todo vestigio del alcohol y se restaure a un nivel más normal. Pero puede que se requiera semanas o meses para lograr eso. Y en algunos casos el daño, como el daño al hígado o cerebro, puede ser irreversible.
El daño a la salud puede ocurrir más rápidamente en los jóvenes. Sus cuerpos no están maduros, son más pequeños, y por lo tanto no pueden encargarse del alcohol tan bien como un cuerpo adulto.
Víctimas inocentes
Entre las víctimas más inocentes del alcoholismo están los bebés. El que una madre beba excesivamente durante su preñez puede dar por resultado un bebé que nazca mentalmente retardado o físicamente defectuoso... o las dos cosas.
El Dr. Jaime Frias, director de un centro de defectos natales en la Universidad de Florida, declara: “De los datos clínicos ya reunidos, puede declararse acertadamente que la mujer que bebe alcohol crónicamente durante su preñez tiene una probabilidad de 50 por ciento de tener un niño con algún grado de retardación mental y una probabilidad de 30 por ciento de tener un niño con otras malformaciones físicas múltiples.
El Dr. David W. Smith, profesor de pediatría en la Escuela de Medicina en la Universidad de Washington, dice: “Hoy la principal causa de los defectos físicos en los embriones humanos en desarrollo es el alcohol.”
Los investigadores han informado que han nacido bebés “embriagados.” El contenido de alcohol en su sangre era superior a lo que en muchas zonas se considera como prueba de embriaguez legal. Hasta se han notado síntomas de abstinencia en algunas criaturas recién nacidas.
En cuanto al daño que reciben los bebés, el News de Detroit informa: “Los facultativos convienen en que los efectos del síndrome son irreversibles y que muchas víctimas requieren cuidado especial durante toda su vida, ya sea en casa o en instituciones.”
¿Qué se considera como “beber mucho” o “en exceso” en el caso de una preñada? Las opiniones varían. El Dr. Smith dice que cinco bebidas al día constituyen beber en exceso. Y una definición de una bebida es un “cóctel hecho de 28 gramos de whisky que contenga un 50 por ciento de alcohol.” El Dr. Smith advierte que el consumir grandes cantidades de cerveza o vino durante la preñez puede dar los mismos resultados.
Sin embargo, recientemente el Medical World News declaró: “El Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo, alarmado por la rápida acumulación de evidencia de que aun la ingestión moderada de alcohol puede dañar al feto en desarrollo, está instando con vigor que el gobierno advierta a todas la preñadas contra el tomar más de dos bebidas al día.” Añadió que la evidencia es “muy convincente y que causa gran preocupación.”
Se ve pues que de todas maneras es enorme el precio que se paga por el abuso del alcohol. Y el problema empeora ya que cada vez más personas están bebiendo en exceso.
Pero, ¿qué se puede hacer para evitar el llegar a depender del alcohol? ¿Cómo se le puede ayudar al que ya depende del alcohol?
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Enfrentándose a la amenaza del abuso del alcohol¡Despertad! 1978 | 22 de mayo
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Enfrentándose a la amenaza del abuso del alcohol
EN LO que respecta al abuso del alcohol, “más vale precaver que tener que lamentar.” Es muchísimo mejor no llegar a depender del alcohol que hacerlo y entonces tener que enfrentarse a las consecuencias.
Ese “precaver” debe empezar en la niñez. Los jóvenes deben aprender de sus padres el modo correcto de ver el alcohol. Los padres ejercen
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