“La devoción piadosa es provechosa para todas las cosas”
LA BIBLIA muestra que la devoción piadosa o la piedad es remuneradora. No solo encierra la esperanza de salvación eterna, sino que trae beneficios aun ahora. Como dice el apóstol cristiano Pablo: “La devoción piadosa es provechosa para todas las cosas, puesto que encierra promesa de la vida de ahora y de la que ha de venir.” Sí, la devoción piadosa trae consigo galardones aun en la actualidad, y no solo galardones de índole espiritual sino también de clase física.—1 Tim. 4:8.
¿Qué se da a entender por “devoción piadosa”? La palabra griega que usó aquí el apóstol Pablo se vierte de varias maneras: “piedad,” “espiritualidad,” “devoción,” “religión,” “idoneidad espiritual,” “santidad,” “ejercicio espiritual” así como “devoción piadosa.” Su significado literal es ‘ser considerado de cosas sagradas.’
¿Por qué es provechosa ahora la devoción piadosa? Entre otras cosas, porque inculca moralidad, el control de las pasiones de uno, y por eso lo protege a uno de todos los males, emocionales, mentales y físicos, que tan a menudo resultan de la conducta relajada. (Pro. 7:22, 23; 23:29-32) Es provechosa ahora porque lo ayuda a uno a estar contento, a bastarse con lo que tiene. Lo guarda a uno de la trampa del amor al dinero que puede causar tanto daño, tal como se nos advierte: “El amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y haciendo esfuerzos por realizar este amor algunos han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos dolores.”—1 Tim. 6: 10.
Por otra parte, la devoción piadosa es provechosa ahora porque trae consigo el espíritu de Dios, que, según la Biblia explica, produce “buen juicio.” (2 Tim. 1:7) Por ejemplo, hace unos años un testigo cristiano de Jehová que predicaba las buenas nuevas del reino de Dios de casa en casa encontró a un hombre que había sido paciente de una institución para enfermos mentales. Este hombre había estado padeciendo de esquizofrenia paranoidea por diez años y sus doctores le habían dicho que no había esperanza de curación para él. Era muy sucio y desaseado en su apariencia personal y solo vivía fuera de la institución porque convenía en aceptar la medicación requerida, que consistía en treinta y tres píldoras al día.
Aunque al principio este hombre resultó ser muy molesto, evidentemente era sincero, y por eso el ministro cristiano siguió volviendo a visitarlo. Condujo un estudio bíblico regular con el hombre, por medio del cual éste aprendió acerca de los requisitos justos de Dios y la maravillosa esperanza de las bendiciones que habrán de venir a la humanidad bajo el reino de Dios. Gradualmente este paciente se interesó en su apariencia personal. Entonces dejó de fumar, y después de ocho meses había mejorado tanto su condición que pudo pasarla sin ninguna droga. Al fin de un año fue quitado de la lista del médico, dado de alta como curado.
Han pasado cuatro años desde que el ministro cristiano que iba de casa en casa visitó por primera vez a este hombre, y hoy todavía disfruta de buena salud y tiene buen trabajo. Más que eso, es muy activo en el ministerio cristiano, llevándoles a otros las consoladoras buenas nuevas acerca del reino de Jehová Dios que le ayudaron tanto. ¿A qué se debió este cambio en un hombre que después de diez años de tratamiento médico había sido declarado incurable por sus médicos? La devoción piadosa o ‘la consideración de cosas sagradas.’ Él está probando que es veraz la promesa de Jehová Dios: “Paz abundante pertenece a los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.”—Sal. 119:165.
La devoción piadosa también es provechosa ahora porque trae esperanza a la vida del individuo que haya perdido súbitamente a una persona amada. Ayuda a curar las heridas del desconsuelo y le da a uno algo por lo cual vivir, aunque uno sufra una pérdida repentina y trágica. Así, recientemente en una escuela misional cristiana un esposo joven murió súbitamente de un ataque al corazón a la mitad de la noche. Tremendo como fue este trágico golpe para su joven esposa, que era estudiante misional junto con él, ella le hizo frente a ese golpe de manera calmada. Resolvió continuar su entrenamiento misional aunque ahora se enfrentaba a la perspectiva de ir a su asignación misional, no como mujer casada con esposo de quien depender, sino como soltera.
¡Qué contraste entre esta experiencia y algunas que se leen en los periódicos! Por ejemplo, un practicante del paracaidismo como deporte, cuya esposa había muerto cuando no se abrió su paracaídas al saltar de un avión, se suicidó saltando de un avión a 975 metros de altura después de primero asegurarse de que su paracaídas no se abriría. También, hubo una maestra cuyo esposo se había ahogado cuando el barco en el que viajaban había zozobrado a causa de una tormenta. Ella se quitó la chaquetilla salvavidas para unírsele en la muerte. “Si Tomás se ha ido, yo también me quiero ir,” fueron sus últimas palabras. A menudo tal desconsuelo cobra sus víctimas aunque no haya intentos violentos de suicidio. Según un reciente número del British Medical Journal, la mortalidad entre los que han perdido una persona amada súbitamente en la muerte es el quíntuplo de la mortalidad media.
Aquí está la clave: La devoción piadosa le da a uno algo por lo cual vivir, aun cuando un pariente allegado muera súbitamente. Esto se debe a que los intereses de uno no giran en torno de simplemente la propia familia de uno. Más que eso, la devoción piadosa le da a uno fe en la resurrección, en la esperanza de vida eterna en una Tierra paradisíaca, en la esperanza de volver a ver a sus amados aquí mismo en la Tierra al debido tiempo de Dios. La devoción piadosa, o el considerar las cosas sagradas, lo impulsa a uno a hallar tiempo para traerle honra a su Creador, Jehová Dios, y para mostrarle amor al prójimo de uno como a uno mismo. Al mismo tiempo prepara al cristiano para cualquier cosa que suceda porque reconoce cómo entró la muerte en el mundo y por qué Dios la ha permitido, junto con la iniquidad, por tanto tiempo. Pero más que eso, suministra la esperanza segura de que Jehová Dios le pondrá fin a todo lamento, clamor, dolor y muerte.—Rev. 21:4.
Verdaderamente, la devoción piadosa, o la consideración de cosas sagradas, no solo significa salvación eterna, vida en el venidero sistema de cosas, sino muchos beneficios ahora, físicos, mentales, emocionales y espirituales.