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La depresión mental aflige a millones... ¿por qué?¡Despertad! 1977 | 22 de octubre
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La depresión mental aflige a millones... ¿por qué?
QUIZÁS al principio los síntomas no parezcan muy graves. Tal vez la persona padezca de fatiga, retortijones estomacales o dolores del pecho. Puede que despierte antes del amanecer sin motivo alguno; o posiblemente tenga dificultad en dormirse. Quizás un cambio en su apetito haya resultado en que pierda peso; o tal vez el problema sea el sobrepeso debido a un ansia repentina de comer.
¿Quién de nosotros no ha tenido algunos de estos síntomas? Pueden indicar varias indisposiciones físicas sencillas. Pero, ¿qué hay si persisten y el examen del médico revela que nada anda mal físicamente? ¿Es simplemente imaginaria la indisposición? No necesariamente.
La fatiga, los dolores físicos y un cambio en los hábitos de comer o dormir pueden constituir lo que los médicos llaman “la máscara somática de la depresión.” ¿Qué es la depresión? ¿Por qué aflige a la gente?
Señales inequívocas de la depresión
Todos tenemos ocasiones en que nos sentimos tristes o de mal humor. Esto no es causa para alarma, porque días malos de esta clase no son a lo que se refieren los médicos cuando hablan de la depresión. Durante una entrevista que se registró en el U.S. News & World Report, un siquiatra prominente, el Dr. Bertram S. Brown, explicó el significado del término: “Clínicamente, nos referimos a algo más grave cuando hablamos de depresión. En la etapa intermedia, las víctimas sienten una falta de energía e interés en la vida que persiste por unos cuantos días o unas semanas y afecta sus funciones vitales.”
A la persona deprimida se le hace difícil ejecutar aun las tareas más rutinarias, como el vestirse, cepillarse los dientes, preparar el desayuno y tomar decisiones rutinarias. “El tercer nivel, cuando nadie puede dudar de que está tratando con la depresión,” continúa el Dr. Brown, “es cuando alguien se sienta en un rincón —casi paralizado— mirando al espacio.”
Y la depresión por lo general tiene otro síntoma característico. Un artículo del Times Magazine de Nueva York, al comentar sobre los hallazgos del Dr. Aaron Beck, declaró:
“Beck sí halló, como informa en su libro: ‘Depresión: Causas y tratamiento,’ que en los sueños [de personas deprimidas] se repetían, noche tras noche, temas constantes de inferioridad, de ser inatractivos, de carencia, incompetencia. . . . Beck notó que estas fantasías lóbregas del sueño fueron acompañadas por un modo de pensar igualmente negativo durante el día. Por ejemplo, una señora deprimida cuya amistad no cumplió con puntualidad una cita quedó convencida de que su amistad ya no la quería, que nadie la quería, y que de hecho no se le podía querer.
“Beck expresó como postulado la idea de que casi todos los pensamientos de los pacientes deprimidos son regidos por lo que él llama ‘la tríada cognoscitiva de la depresión’... modos negativos de ver al mundo, a sí mismos y al futuro. Halló que las personas que tienden a ser deprimidas exageran los obstáculos menores y hacen de ellos barreras imposibles, se consideran así mismas estúpidas o irremediablemente incompetentes y en cuanto al porvenir lo ven lleno de más fracasos dolorosos.”
A menudo los médicos se refieren a la depresión como o “aguda” o “crónica.” La depresión aguda sobreviene debido a una causa externa, como la muerte de una persona amada, el divorcio u otra pérdida severa. Según la gravedad de la causa, la depresión aguda puede durar semanas o aun meses; pero entonces desaparece. Por otra parte, en los casos crónicos los efectos paralizantes persisten mes tras mes.
Hay otros enfermos que son “maniacodepresivos.” En el caso de estas personas el estado “maniaco” (de manikos, griego para “loco”) alterna con un estado de depresión. Durante el estado maniaco, el individuo se hace excesivamente activo, impulsivo, y a menudo desordenado en su modo de hablar y pensar. Luego sigue un período “normal,” después de lo cual se sume en la depresión. Algunos permanecen en el estado maniaco la mayoría del tiempo, con solo breves períodos de abatimiento. En el caso de otros, sucede precisamente lo contrario: permanecen deprimidos la mayoría del tiempo. Y hay aquellos que permanecen estables salvo por breves períodos de altos y bajos.
¿Cuán común es la depresión grave? Según el Dr. Nathan S. Kline del Departamento de Higiene Mental del Estado de Nueva York: “Se ha calculado que en los Estados Unidos el 15 por ciento de la población adulta padece de un grado de depresión de gravedad suficiente para que necesite tratamiento. Esto es equivalente a unos 20 millones de personas, lo cual no solo hace de la depresión el desorden sicológico más frecuente, sino también una de las condiciones médicas graves más comunes.” La depresión es tan extensa que se le ha llamado “el resfriado común de las alteraciones mentales.”
Los estudios revelan que la proporción de mujeres que padecen de la depresión supera a los hombres por 2 contra 1, pero algunos alegan que esto se debe a que las mujeres están más dispuestas a confesar su depresión. La depresión aflige a todas las razas y a todo nivel social y económico. Aunque la enfermedad les es más común a personas entre las edades de sesenta y setenta, azota a los de toda edad, y ha estado aumentando entre las personas que tienen de 20 a 30 años de edad.
¿Por qué hay tantos millones de personas que sufren de la depresión?
La sociedad humana es un factor
Se han realizado muchos estudios en un esfuerzo por descubrir las causas radicales de la depresión mental. Los defectos en la sociedad humana constituyen una de las fuentes principales del problema.
Los siguientes comentarios del Dr. John Schwab, del Colegio de Medicina de la Universidad de Florida, ilustran bien este aspecto del asunto: “Actualmente estamos en una época de cambios. Se están rechazando los valores antiguos como, por ejemplo, la vieja ética del trabajo, y la gente está siendo atrapada en un vacío ideológico. Los jóvenes ven que los frutos de cuatrocientos años de progreso científico quizás sean más amargos que dulces... pero no saben qué poner en su lugar, y por consiguiente hay un sentido de futilidad.” A causa de esto, muchos jóvenes desilusionados emplean drogas y otros medios en su esfuerzo por hallar un “escape.” El Dr. Schwab comenta: “La búsqueda de los jóvenes por un estado de alegría es seguida a menudo por un estado de abatimiento.”
Otra cosa que contribuye al aumento en la depresión es la “supermovilidad.” Las familias que siguen cambiando su lugar de residencia, saltando de casa en casa y de ciudad en ciudad, no se quedan en un lugar suficiente tiempo para edificar relaciones sólidas con otras personas. Un siquiatra en el Centro de Salud Mental de Massachusetts escribió: “Hace algún tiempo que los siquiatras en las cercanías de Boston se han dado cuenta de algo que se llama ‘el síndrome de la Ruta 128’ o en Florida ‘el síndrome del cabo Kennedy.’ Se halla en las familias jóvenes que se han mudado demasiado, y sus componentes son un esposo que se concentra demasiado en su carrera, una esposa deprimida e hijos angustiados.”
La depresión resulta a veces cuando una persona alcanza una condición de estabilidad en su vida después de haber trabajado muchos años con gran afán. Puede que el ejecutivo de un comercio se esfuerce año tras año con gran ímpetu y finalmente logre conseguir el puesto más encumbrado de su compañía, solo para darse cuenta de que ya no tiene una meta en la vida. A menudo las amas de casa que tienen entre cuarenta y sesenta años de edad padecen de lo que los siquiatras llaman el “síndrome del nido vacío.” Generalmente para este tiempo sus hijos han crecido, sus esposos trabajan la mayor parte de cada día y ellas se ven obligadas a enfrentarse a horas solitarias.
¿Qué hay acerca de los sentimientos de inferioridad que a menudo acompañan a la depresión? Aquí también la responsabilidad puede atribuirse a la sociedad humana. ¿Por qué? Porque frecuentemente sucede que cuando los niños son de edad tierna se les hace sentir que no son atractivos. Tal vez sus iguales se burlen de ellos cuando no pueden hacer lo que la mayoría considera necesario para ser “aceptos.” Si un chico tiende a ser desmañado y falto de coordinación, los compañeros de escuela y juego pueden influir en ese niño y hacerlo creer que “no puede hacer nada correcto.” Los niños de esta clase a menudo combinan la generalización: “Soy débil,” con el juicio de lo que vale: “Es repugnante ser débil.” Estos niños son buenos candidatos para la depresión.
Factores biológicos
En años recientes se ha realizado mucha investigación para mostrar que en muchos casos la depresión puede deberse a defectuosa actividad química en el cerebro. Por todo el cerebro se hallan esparcidas “aminas biógenas.” Estos compuestos químicos están especialmente concentrados en el “sistema límbico,” una parte del cerebro que tiene mucho que ver con las emociones. Los científicos han relacionado tres de estas aminas —dopamine, norepinephrine y serotonina— con la transmisión de impulsos de una célula cerebral a otra.
Es de interés que experimentos hechos tanto con animales como con criaturas humanas revelan que la depresión resulta de tomar drogas que reducen el nivel de aminas. Por otra parte, los animales usados en experimentos mostraron una actividad notable cuando se aumentó el nivel de sus aminas. El Times Magazine de Nueva York hace notar:
“En 1968 un equipo internacional de investigación compuesto de científicos ingleses y estadounidenses añadió nueva prueba circunstancial para apoyar la teoría de las aminas cuando descubrió que los cerebros de pacientes que se habían suicidado parecían mostrar alguna evidencia de niveles reducidos de aminas. Y un estudio reciente de maniacodepresivos agregó más apoyo: La orina de los pacientes maniacodepresivos durante su fase maniaca mostró una excreción aumentada de norepinephrine, y exactamente lo contrario después que habían cambiado a su fase normal o a la fase deprimida.”
¿Tiene usted síntomas de depresión? ¿Cómo puede hacer frente con éxito a los sentimientos melancólicos? Se consideran estas preguntas en el artículo siguiente.
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¿Qué puede hacer usted si está deprimido?¡Despertad! 1977 | 22 de octubre
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¿Qué puede hacer usted si está deprimido?
LA DEPRESIÓN es fuente de graves problemas para millones de personas hoy día. ¿Le afecta a usted o a personas a quienes usted ama? ¿Qué puede hacer, ya sea para usted mismo o para otros, para aligerar la aplastante carga de la depresión?
Probablemente le será beneficioso al deprimido considerar sus circunstancias angustiosas con alguien con quien tenga una amistad estrecha. El ver una experiencia penosa a través de los ojos de otro puede ayudarlo a desarrollar un punto de vista más práctico. A menudo el hacer tan solo eso produce cierto alivio de la depresión.
A veces los individuos llegan a estar deprimidos debido a la frustración que les ocasionan sus tareas diarias monótonas y aburridas. ¿Describe esto la situación de usted? Si es así, puede que el hacer unos cambios sencillos en el orden de su rutina regular resulte beneficioso. Por ejemplo, el hacer frente a las tareas menos agradables más temprano en el día le dejará las horas más tardes para actividades de las cuales disfruta más. Otra cosa que puede hacer de vez en cuando es dejar momentáneamente su actividad actual y hacer algo enteramente diferente. Algo tan sencillo como el dar un paseo, un período breve de ejercicio, o el irse por un fin de semana o de vacaciones a una zona de alrededores o ambiente diferente puede ser muy eficaz para disipar la melancolía.
Hay una cosa que las personas deprimidas tienen que esforzarse por vencer y ésta es la tentación de apartarse de otras personas y “vegetar” en un campo de desesperación. El mantenerse ocupadas en algún servicio útil, algún trabajo o estudio hecho por afición o alguna otra clase de actividad ayudará a las personas desconsoladas a alejar su mente de las circunstancias desagradables.
Cuando se sienta indigno y culpable
¿Qué hay acerca de los sentimientos de incompetencia, falta de mérito y culpabilidad que frecuentemente acompañan a la depresión? ¿Pudiera ser que las normas mundanas del “buen éxito” lo hayan hecho creer que de algún modo usted no se eleva a la altura de otros? Valdrá la pena considerar el punto de vista bíblico de este asunto. La Biblia nos asegura que lo que el mundo considera popular, relumbrante y atrayente “no se origina del Padre [Dios], sino que se origina del mundo.” (1 Juan 2:15, 16) Las Escrituras también aclaran el hecho de que todos tenemos cualidades positivas que pueden servir en beneficio de otros. En cuanto a la actitud correcta que deben abrigar los cristianos, el apóstol Pablo escribe:
“Porque el cuerpo, en realidad, no es un solo miembro, sino muchos. Si el pie dijera: ‘Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo,’ no por esta razón deja de ser parte del cuerpo. Y si la oreja dijera: ‘Porque no soy ojo, no soy parte del cuerpo,’ no por esta razón deja de ser parte del cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde estaría el sentido del oído? Si todo fuera oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado a los miembros en el cuerpo, cada uno de ellos, así como le agradó. El ojo no puede decir a la mano: ‘No tengo necesidad de ti’; o, de nuevo, la cabeza no puede decir a los pies: ‘No tengo necesidad de ustedes.’ Antes bien, con mucho el caso es que los miembros del cuerpo que parecen ser más débiles son necesarios.”—1 Cor. 12:14-18, 21, 22.
Respecto a la tendencia de hacer las cosas de un modo incorrecto, las Escrituras ponen a todas las criaturas humanas en el mismo nivel. “Todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios.” (Rom. 3:23) El vocablo bíblico “pecar” significa “errar el blanco” en el sentido de no reflejar perfectamente las cualidades de la personalidad de Dios. Esta tendencia se extendió a toda la humanidad de la primera pareja humana, Adán y Eva. (Rom. 5:12) Cuando uno tira a un blanco y yerra, poco importa si el error se debió a haber tirado arriba, abajo o a un lado o al otro del blanco. Se calcula que uno simplemente erró el blanco. Así mismo, a los ojos de Dios, las propias debilidades heredadas de uno no lo ponen en un nivel inferior al de sus congéneres.
Respecto al consuelo que se puede conseguir al hablar con un amigo confiable, el rey David, que sufrió muchas penalidades, dijo acerca del Creador: “Jehová está cerca de los que están quebrantados de corazón; y a los que están aplastados en espíritu él los salva.” (Sal. 34:18) Es especialmente beneficioso acercarse a Dios en oración durante tiempos de angustia. ¿Lo hace usted con regularidad?—1 Tes. 5:17.
¿Qué pueden hacer los parientes y amistades para ayudar a los individuos deprimidos? Los que desean ayudar deben evitar decir bruscamente tales cosas como: “¡Anda, déjate de eso y anímate!” Sería mucho más provechoso prestar atención al consejo bíblico: “Hablen confortadoramente a las almas abatidas.” (1 Tes. 5:14) Una manera de hacer eso es notar las cosas que hacen bien y dar encomio. Para ayudar a las personas que han perdido toda confianza en sí mismas, algunos les han pedido que hagan tareas sencillas que obviamente pueden cumplir. Entonces les proveen cosas más difíciles que hacer, así gradualmente volviendo a edificar la confianza de la persona deprimida en sí misma. ¿Hay alguien a quien usted pudiera ayudar de esta manera?
Pero ¿qué hay si estas sugerencias no producen mucho mejoramiento? ¿Qué otra clase de tratamiento hay?
Al tratar a los mentalmente deprimidos se ha probado todo desde la bondad hasta los horrores. Actualmente, cuando los médicos no pueden ayudar a una persona a tener un mejor estado de ánimo empleando la sicoterapia, puede que recurran a “terapias de choque.” Estos procedimientos datan desde temprano en los años treinta. Allá en 1933 Manfred Sakel introdujo en la sicoterapia el choque provocado por insulina. Dos años más tarde un siquiatra de Budapest, Van Meduna, empleó metrazol para producir convulsiones parecidas a las de la epilepsia. En muchos casos estos tratamientos de choque hacían que los pacientes dejaran de tener los síntomas de la depresión grave por un período. Sin embargo, para que el choque de insulina fuera lo más eficaz posible tenía que durar entre 30 y 50 horas y el paciente exigía atención costosa. El choque provocado por metrazol resultó en una alta incidencia de fatalidades y fracturas.
Estos tratamientos han sido reemplazados en gran manera por la “electrochoqueterapia,” que también se llama la “terapia electroconvulsiva.” En este procedimiento, que todavía es popular, se aplican corrientes eléctricas al cerebro, que convulsionan al cuerpo. Por lo general se le da al paciente una droga antes del tratamiento para que no sienta nada. Sin embargo, después de la electrochoqueterapia el paciente se halla en un estado mental confuso, y en algunos ha producido amnesia que ha durado por varias semanas, y también ha causado daño permanente al cerebro. Además, como se hace notar en el libro The History of Psychiatry: “Los tratamientos de choque solo efectúan una liberación de los síntomas. No llegan a los disturbios sicológicos básicos que son la razón fundamental de la enfermedad.”
Otro modo de tratar la depresión es la sicocirugía. En ésta se cortan ciertas fibras nerviosas que unen los lobos frontales del cerebro al tálamo. Si se efectúa esta operación con buen éxito puede resultar en aliviar al paciente de la tensión y ansiedad. No obstante, ha hecho que algunos pacientes pierdan contacto con su pasado y se hagan pasivos y lleven una existencia casi vegetativa. Y una vez que se haya ejecutado la sicocirugía, no se puede volver al estado anterior.
Puesto que los primeros métodos de tratar la depresión a menudo no dieron buenos resultados, algunos médicos empezaron a considerar la enfermedad desde una dirección enteramente diferente. ¿Qué está envuelto en esto?
Estado químico defectuoso del cuerpo
En un esfuerzo por tratar la depresión desde el punto de vista de la química del cuerpo humano, los científicos han desarrollado ciertas “drogas antideprimentes.” Estas no son sedantes que induzcan al paciente a depender de ellas. Con muy raras excepciones se puede descontinuar o reanudar el uso de estos medicamentos antideprimentes sin efectos adversos.
¿Cómo combaten la depresión estas drogas especiales? Los científicos han notado que las sustancias químicas que se llaman “aminas biógenas” están muy concentradas en la parte del cerebro que domina los genios. “Hay evidencia bastante sólida,” explica el Dr. Nathan Kline, “de que en los individuos deprimidos ciertas ‘aminas biógenas’ o no se producen en cantidad suficiente o se destruyen con demasiada rapidez.” Se ha desarrollado un grupo de drogas, que en inglés llaman “MAOI’s” (“monamine oxidase inhibitors”), para dilatar la descomposición de las aminas que parecen ser necesarias para mantener un genio agradable. Un medicamento, carbonato de litio, ha dado buenos resultados en equilibrar los estados alternados de alegría y depresión de los maniacodepresivos.
En cuanto a los méritos de las drogas antideprimentes, el Dr. Kline escribe: “Ciertamente, cuando la sicoterapia extensa no ha podido mitigar los síntomas, hay razones sólidas para probar el medicamento antideprimente. Un modo de verlo, y uno que se está adoptando cada vez más, es que primero debe probarse el medicamento. En muchos casos resulta que esto es todo lo que se necesita. No es cosa rara el que el medicamento resulte provechoso en combinación con la sicoterapia. Después de todo, una persona deprimida no es el mejor sujeto del mundo para una sicoterapia intensa.”
No obstante, hay muchas personas, tal vez el 40 por ciento de las personas deprimidas, que no responden a estas drogas. Además, los medicamentos tienen desagradables efectos secundarios y pueden ser peligrosos si no se usan bajo la supervisión cuidadosa de un médico.
Una medida razonable de seguridad que se podría tomar con respecto al funcionamiento correcto del cerebro sería asegurarse de que el cuerpo esté recibiendo la nutrición correcta. Después de citar evidencia de que la depresión resulta cuando hay deficiencias de vitaminas y otros elementos nutritivos, el bioquímico Roger J. Williams hizo notar en su libro Nutrition Against Disease: “La idea que nos parece la más segura suponer es que las células del cerebro necesitan toda sustancia nutritiva esencial y que si no reciben una cantidad adecuada de cualquiera de éstas habrá dificultad.” Por supuesto, esto de ninguna manera sugiere que una persona simplemente debe atracarse de una variedad de cápsulas de vitaminas escogidas al azar. Los requisitos para una nutrición óptima a menudo varían de persona en persona. Sería prudente conseguir consejo perito en cuanto a cualesquier deficiencias de esta clase que usted debiera corregir. Sin embargo, éste es un modo de abordar la depresión que a menudo se pasa por alto pero que a veces da buenos resultados.
La cura permanente de la depresión
Si usted padece de depresión, tal vez una sugerencia ya mencionada, o una combinación de varias de ellas, le suministre algún alivio. Sin embargo, ya está a la mano una cura permanente de todas las enfermedades de depresión. ¿Qué es?
Como ya se hizo notar, la razón básica por la cual el cuerpo humano es defectuoso y está sujeto a diferentes enfermedades, incluso la depresión, es que toda criatura humana ha heredado el pecado. Según las Escrituras, el sacrificio de rescate de Jesucristo quitará el pecado heredado y con el tiempo hará que desaparezcan todas las enfermedades que afligen a la humanidad.—Isa. 33:24; Col. 1:14; Rev. 21:1-5.
Las Escrituras también nos aseguran que todo aspecto desagradable de la sociedad humana desaparecerá cuando el gobierno del reino celestial de Dios reemplace los gobiernos políticos humanos con la gobernación divina de la tierra. (Dan. 2:34, 44) En la profecía bíblica se incluye la depuración de la Tierra entre los acontecimientos que han de realizarse durante la generación actual.—Mat. 24:3-8, 14, 32-34.
Ahora mismo, antes del cumplimiento completo de estas promesas seguras, la Biblia puede ayudar a eliminar la depresión profundamente arraigada. ¿Cómo? Bueno, las personas que viven en armonía con los principios bíblicos están en condiciones de brindar uno de los elementos más importantes en el tratamiento de trastornos mentales.
Según las Escrituras, las personas que practican el cristianismo verdadero obedecen el consejo: “Vístanse de los tiernos cariños de compasión, bondad, humildad de mente, apacibilidad y gran paciencia. . . . Pero, además de todas estas cosas, vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión.” (Col. 3:12-14) Ciertamente las personas deprimidas hallarán provechoso asociarse con personas que viven en armonía con estos principios. Un presidente del Fondo para el Estudio de la Salud Mental en Londres dijo: “Con mucho el descubrimiento más significativo de la ciencia mental es el poder del amor para proteger y restaurar la mente.”
Vez tras vez los testigos de Jehová han notado cuán eficaz es el conocimiento de la Biblia y la aplicación de sus principios para elevar a la gente de su estado deprimido. Por ejemplo, una señora del occidente de los Estados Unidos escribe: “Estaba en un estado mental muy abatido, deprimida, y había abrigado ideas de suicidarme. Me dirigí a los testigos de Jehová y empecé a estudiar la Biblia seriamente. Fue como si Dios hubiera contestado mi oración. Mis depresiones y solitud desaparecieron y se desarrolló en mí una nueva esperanza, a saber, la de servir a Jehová. Hoy día me siento feliz como testigo de Jehová, pues sé que hay una razón verdadera por la cual vivir y que mis hijos pueden tener la esperanza de una vida mejor. Le doy gracias a Jehová por su bondad amorosa.”
¿Le gustaría a usted saber más acerca de cómo Dios pronto reemplazará este sistema de cosas deprimente con un sistema nuevo de paz y felicidad? Esta información, junto con principios sólidos para una vida cotidiana feliz, se hallan en la Biblia. ¿Le agradaría a usted familiarizarse más con la Palabra de Dios? A los testigos de Jehová les dará mucho gusto ayudarle a hacer eso.
[Ilustración de la página 9]
¿Le ayudaría a encararse con la depresión si hablara con alguien en quien confía?
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Donde río y bosque son amigos del hombre¡Despertad! 1977 | 22 de octubre
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Donde río y bosque son amigos del hombre
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Papuasia Nueva Guinea
EL HOMBRE precisa cada vez más la energía producida de recursos naturales que le sean fácilmente asequibles. Esta necesidad ha hecho que una muchedumbre grande de científicos, ingenieros, técnicos y obreros vayan a una región poco conocida de la Tierra... la cuenca del río Purari en Papuasia Nueva Guinea. Aquí se hallan vastos bosques tropicales y abundantes aguas sin represar procedentes de muchos sistemas de montañas y ríos, representando una fuente de abastecimiento importante que hasta ahora apenas ha sido tocada por el hombre.
Se están expresando las esperanzas de que sea posible utilizar estos recursos para producir fuerza eléctrica con la menor contaminación posible al ambiente. Se cree que esto será una bendición para la gente, el desarrollo económico y el progreso general de este país que se está desarrollando rápidamente.
Pero, puede que Papuasia Nueva Guinea no sea mucho más que un nombre para usted. O tal vez piense en él como un lugar lejano, remoto. ¿Cómo es verdaderamente? ¿Dónde está este río Purari? Y ¿qué cambios efectuaría en este país intrigante la construcción de un sistema gigantesco de energía hidroeléctrica? Venga con nosotros y vea por sí mismo.
Montañas escabrosas y sistemas fluviales
Papuasia Nueva Guinea comprende la porción oriental de la tierra firme de Nueva Guinea, la isla mayor del mundo después de Groenlandia. Está situada precisamente al norte de Australia. Junto con numerosas islas y archipiélagos, esta extensión de 600 islas representa la extremidad oriental del gran arco de las montañas de dobladura que se extienden a través de los montes Himalaya y Malaysia al Pacífico. Incluye algunas de las regiones montañosas más escarpadas y peligrosas del mundo. Muchas de estas cordilleras son muy altas, con muchos picos que se elevan a más de 4.000 metros. Aquí hallamos desfiladeros escarpados, valles pintorescos y saltos de agua tronadores. En realidad, este país es sumamente singular e interesante.
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