-
El alto precio de las EV¡Despertad! 1975 | 8 de agosto
-
-
arriesgarse a pagar este precio por unos pocos momentos de placer inmoral?
La etapa terciaria o “latente” de la sífilis es aun peor, aunque a veces los síntomas no aparezcan por años. En esta etapa según Life and Health, los gérmenes en forma de espiral “atacan el cerebro, causando la demencia; a la espina dorsal, paralizando porciones del cuerpo; al corazón o a los principales vasos sanguíneos, debilitándolos; o al nervio óptico, provocando la ceguera. ¡La víctima tan solo puede conjeturar si es que quedará tullida, paralizada, o demente! Muchas de estas personas morirán prematuramente.”
A menudo la sífilis no se puede detectar. Sus señales son tan parecidas a otras enfermedades que se le ha llamado “la gran imitadora.” Muchas personas no sospechan que tienen sífilis, y algunas a veces llegan a la etapa terciaria de esta enfermedad sin haber nunca exibido los síntomas externos de la sífilis primaria o secundaria. Las personas con sífilis ciertamente pagan un precio alto.
El precio de la gonorrea
La gonorrea resulta de la infección ocasionada por el Neisseria gonorrhoeae, que también se llama gonococo de Neisser, un organismo microscópico que frecuentemente se aloja en las membranas mucosas de los órganos reproductores. También, es sumamente contagiosa, y, al igual que la sífilis, la gonorrea a veces no manifiesta ningún síntoma. Se piensa que ahora unas 800.000 mujeres en los Estados Unidos son portadoras de gonorrea sin saberlo.
Para los que sí muestran los síntomas, la primera evidencia de la gonorrea puede ser dolor al orinar o un flujo de pus del órgano genital. En los hombres, la gonorrea afecta la uretra, el canal que transporta la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo. La gonorrea también implica los sacos que almacenan el esperma y puede, por lo tanto, producir esterilidad.
En las mujeres, esta enfermedad frecuentemente produce un gran absceso doloroso cerca de la abertura de la vagina. La gonorrea se esparce a los tubos uterinos y, aquí también, puede producir esterilidad. Durante un año reciente en solo un país se realizaron más de 100.000 histerectomías por condiciones directamente relacionadas con la gonorrea. Y también puede resultar en ceguera, enfermedad cardíaca, y artritis paralizadora. ¿Cree el lector que vale la pena pagar el alto precio de la gonorrea por unos pocos minutos de placer sexual?
Por supuesto, a muchas personas les parece que es fácil curarse de la gonorrea. Piensan que basta con una inyección de penicilina, y todo está bien. A esas personas, el Dr. Harold T. Hyman les da una seria advertencia:
“Los sabiondos de ambos sexos y de cualquier edad no se dan cuenta de que la gonorrea ya no se puede prevenir ni curar con seguridad por medio de las píldoras de sulfa que solían ser 100 por ciento eficaces. Muchas clases de gonococos se han hecho ‘rápidas,’ lo que significa que ahora resisten a las sulfas y/o a la penicilina. Los tratamientos personales quizás meramente encubran la infección y resulten en posteriormente transmitir al compañero de coito una clase de gonococos ‘resistentes al tratamiento.’”
Se informa ahora que aun la hepatitis de virus se puede transmitir sexualmente. Y en cuanto al herpes EV, que se mencionó al comienzo de este artículo, dos médicos escriben para un número de otoño de 1974 de una revista publicada por la Sociedad Norteamericana del Cáncer:
“Una revisión de la información sugiere que hay cierta relación entre el virus del tipo 2 del herpes simple y el desarrollo del cáncer cervical. Ciertamente, la evidencia reciente señala a una asociación más esparcida entre el herpes de virus y el cáncer.”
El alto precio que pagan otros
Sin embargo, las personas que ya tienen EV, no son las únicas que pagan el alto precio de éstas. Lo más grave es lo que pasa a menudo con los infantes recién nacidos y aun con los que todavía no han nacido.
Por ejemplo, una mujer con sífilis embarazada, puede transmitir la enfermedad al hijo que se desarrolla en su vientre. Esto puede resultar en un aborto espontáneo, un malparto, un feto que nace muerto, o un infante enfermo de muerte. Si el niño sobrevive, puede sufrir varias deformidades. “Estas incluyen,” según la Encyclopædia Britannica (edición de 1974), “engrosamiento de las espinillas, melladura de los dientes, derrumbe del puente de la nariz, y defectos en los ojos.” La sífilis congénita puede afectar al infante aun cuando la madre ya no puede transmitir la enfermedad por medio de las relaciones sexuales. Durante 1973 se informaron 3.000 casos de sífilis congénita en los Estados Unidos.
La gonorrea, aunque no se transmite durante el embarazo, puede infectar al infante al pasar por el canal de nacimiento. Esto puede hacer que el recién nacido desarrolle una grave inflamación de uno o de ambos ojos y de la delicada membrana que cubre los párpados. Y ya hemos visto los trágicos efectos de la EV producida por herpes en un infante recién nacido.
¿Se puede evitar pagar el precio?
El precio de las EV ciertamente es alto. Pero hay un modo razonablemente seguro de no pagar el precio. Sin embargo, no por medio de confiar en la penicilina u otras drogas. Se debe llegar a la causa principal de la transmisión de la enfermedad venérea. ¿Cómo?
Puesto que el llegar a infectarse de alguna otra manera aparte de la relación sexual es extremadamente raro, el derrotero más prudente es el que recomienda el Dr. Harold T. Hyman: “Evite la relación sexual promiscua.”
Pero ¿cómo puede uno seguir ese consejo en un mundo que pone tanto énfasis en “el sexo libre”? La Biblia ayuda por medio de señalar a la causa principal de los actos inmorales:
“De dentro, del corazón de los hombres, proceden razonamientos perjudiciales: fornicaciones, . . . adulterios, . . . conducta relajada . . . Todas estas cosas inicuas de dentro proceden y contaminan al hombre.”—Mar. 7:21-23.
Por lo tanto, el remedio es cambiar el modelo o patrón de pensar, rehacer los deseos de uno. A eso estimula la Biblia, al decir: “Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en lo que toca a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría.” (Col. 3:5) Esas cosas no deberían ‘ni siquiera mencionarse’ como tópicos de conversación entretenida entre personas que desean agradar a Dios.—Efe. 5:3.
Sin embargo, el motivo para ese cambio, no debería ser meramente el temor a las EV; tampoco debería ser sencillamente porque las personas que practican la inmoralidad sexual ‘no heredarán el reino de Dios.’ (1 Cor. 6:9) El motivo debe ser el que expresó el apóstol Pablo: “Porque esto es voluntad de Dios, . . . que se abstengan de la fornicación.” (1 Tes. 4:3) No es el temor a las consecuencias adversas, sino el amor a Dios y un deseo sincero de obtener su aprobación lo que ha ayudado a millones de personas por todo el mundo a limpiar su vida de la inmoralidad sexual. Puede hacer lo mismo por usted.
El precio de las EV es alto. Puede acarrear gran angustia física y mental y hasta ocasionar la muerte. Pero se puede hacer mucho para evitar pagar ese precio si se sigue el consejo de las Escrituras: “Sigan absteniéndose de . . . fornicación. . . . ¡Buena salud a ustedes!”—Hech. 15:29.
-
-
Echando raíces¡Despertad! 1975 | 8 de agosto
-
-
Echando raíces
Al mirar una planta rara vez pensamos en el tamaño de sus raíces. Sin embargo, un centeno puede tener 1.400 millones de raicillas y una red de raíces que llegue a más de 600 kilómetros.
-