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‘Las censuras son el camino de la vida’La Atalaya 1978 | 15 de mayo
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hogar del individuo.—Compare con Hechos 20:18-20, 31.
8. ¿Cómo pueden servir de censura a los oyentes los discursos basados en la Biblia acerca de desenvolvimientos indeseables en la congregación?
8 Por otra parte, a los ancianos pudiera parecerles aconsejable pronunciar discursos bíblicos que hagan frente a los desenvolvimientos indeseables que estuvieran viéndose en la congregación y razonen acerca de éstos. (2 Tim. 4:2; Tito 1:10-14) La clara y enérgica presentación bíblica debiera impeler a los oyentes a examinarse y a efectuar en su vida los cambios que hubiera que efectuar. (Compare con Santiago 1:22-25.) Cuando ellos reconocen que los textos que se están considerando les aplican personalmente, reciben la censura.—Compare con 1 Corintios 14:24, 25, donde se hace referencia a la censura que recibe un incrédulo por lo que escucha en una reunión de congregación.
INCIDENTES DE GRAVE MAL QUE REQUIERE CENSURA
9. (a) ¿Qué clase de pecados pueden acarrear gran vituperio a la congregación? (b) ¿Por qué pudiera ser que una persona que hubiera cometido un pecado craso una sola vez estuviera en posición inmunda delante de Jehová?
9 Como en el primer siglo, así también hoy hay cristianos bautizados que cometen pecados crasos que le acarrean vituperio a la congregación. (Para ejemplos de tales males, vea 1 Corintios 5:11; Gálatas 5:19-21 y 1 Timoteo 1:9, 10.) Quizás yerren gravemente una sola vez o quizás continúen en un proceder de pecado por algún tiempo. El que comete un error craso, aunque sea solo una vez, permanece inmundo a los ojos de Dios hasta cuando se dirige con arrepentimiento a Jehová y busca el perdón divino.
10. ¿Qué responsabilidad tienen los ancianos para con las personas que son culpables de pecado craso?
10 ¿Qué responsabilidad tienen los ancianos para con los que se envuelven en males graves? Tienen que hacer cuanto esfuerzo puedan por ayudar espiritualmente a estas personas, ayudarlas a arrepentirse, si éstas no se han arrepentido ya. Es necesario que los ancianos consideren con cuidado y oración cuál es la mejor manera de efectuar esto.
11. ¿Por qué puede necesitar censura adicional una persona que está arrepentida de su craso mal proceder?
11 A veces el individuo que se envuelve en un craso mal proceder está triste de la manera que correspondería a una inclinación a lo piadoso y expresa una firme resolución de hacer lo que es correcto. Sus palabras revelan que entiende con exactitud lo grave de su pecado. Por eso, no hay que convencerlo de la seriedad de este mal proceder en particular con la mira de hacer que se arrepienta. Pero quizás no comprenda completamente que hubo otros pecados que resultaron en su grave falta. Es posible que el individuo se haya deslizado a un patrón de pensamiento corrupto. Quizás se haya descuidado en su selección de material de lectura y formas de entretenimiento. Al haber permitido que fuertes influencias mundanas hayan obtenido dominio sobre él, quizás haya embotado sus facultades perceptivas de tal manera que se le haga difícil distinguir entre lo que es correcto y lo que es incorrecto. (Heb. 5:11, 14) Por lo tanto, está claro que necesita que se le censure, y quizás requiera una considerable cantidad de tiempo el esfuerzo que hagan los ancianos para ayudarle a ver con exactitud lo que significa ser cristiano en el sentido más pleno de la palabra. Quizás tengan que señalarle que repetidas veces hizo caso omiso de la admonición bíblica. Es posible que también tengan que hacerle ver que no solo es importante arrepentirse del pecado craso, sino también de los pecados menores que resultaron en el pecado craso.
12. ¿Qué factores pudieran impeler a los ancianos a censurar públicamente a un miembro de la congregación?
12 A fin de que la congregación tenga un temor sano que los lleve a no envolverse en un proceder de pecado semejante, puede ser que los ancianos decidan presentar a la congregación una consideración bíblica que aborde el problema del malhechor. Aunque quizás no se mencione el nombre de éste, él mismo sabrá que está siendo censurado delante de todos, y también lo sabrán los que estén al tanto de la situación. (1 Tim. 5:20) Al determinar si debe haber expresión pública de censura tocante a la conducta incorrecta de un individuo, los ancianos deben considerar si verdaderamente eso será lo más provechoso para la congregación, incluso para el malhechor arrepentido. También deben considerar qué restricciones, si acaso algunas, se le deben imponer al individuo que recibe la censura.
MANTENIENDO UNA ACTITUD COMO DE FAMILIA
13. ¿Cómo gobierna el hecho de que una congregación sea semejante a una familia la manera en que se debe tratar a los que yerran?
13 Al censurar a los que yerran, es preciso que los ancianos tengan presente que la congregación es como una familia, una ‘asociación de hermanos.’ (1 Ped. 5:9) A los que componen la congregación se les debe tratar con bondad y respeto como uno trataría a los miembros de su propia familia carnal. (1 Tim. 5:1, 2) Los padres buenos no se encargan del mal proceder de sus hijos como lo hace un juez en un tribunal, simplemente enterándose de los hechos y entonces rindiendo un fallo. Tratan de ayudar a los hijos descarriados a recobrar el juicio y en el futuro comportarse de una manera que traiga encomio a la familia, no vergüenza.
14. ¿Cómo pudieran los padres buenos encargarse de los asuntos en relación con el mal proceder de sus hijos?
14 Con frecuencia los padres tratan en privado los asuntos con el hijo que se mete en dificultades y no exponen a su hijo o hija a vergüenza delante de toda la familia. Pero cuando les parece necesario, pueden dar a saber a todos los demás hijos lo que ha sucedido, y la disciplina que se ha administrado al miembro desobediente de la familia, y esto sirve así de ejemplo amonestador para ellos. Por un tiempo, puede ser que los padres aguanten con paciencia hasta los errores de un hijo o hija que ya sea adulto y que todavía viva en la casa. Luego, después que repetidos esfuerzos disciplinarios no hayan resultado en que se haya corregido la situación mala, pueden exigir que el hijo o hija que es adulto salga de la casa. (Compare esto con lo que hacían los padres israelitas en armonía con el mandato que se dio en Deuteronomio 21:18-21.) Al obrar así, los padres quizás también tengan presente el proteger a sus hijos más jóvenes de una influencia corrupta.
15. Cuando se trata de malhechores, ¿cuál debería ser el primer objetivo de los ancianos, y cuándo únicamente expulsarían?
15 De modo similar, los ancianos, aunque son semejantes a hermanos mayores más bien que a padres de los que componen la congregación, primero deben hacer cuanto puedan por lograr que los que yerran se arrepientan. Esto pudiera requerir tiempo a fin de que se pueda administrar la censura bíblica apropiada. Hasta Jesucristo, con referencia a la mujer Jezabel de la congregación de Tiatira, dijo: “Le di tiempo para que se arrepintiese, pero ella no quiere arrepentirse de su fornicación.” (Rev. 2:21) Cuando, como en el caso de aquella mujer, Jezabel, no hay anuencia a arrepentirse, los ancianos deben tomar la acción de expulsión y remover de la congregación la “levadura” que corrompe.—1 Cor. 5:6, 7.
16. ¿Cuáles son algunas cosas que los ancianos tendrán que hacer a fin de dar la mayor ayuda posible a los que yerran?
16 Para que los ancianos puedan servir de verdadera ayuda a los que yerran, tienen que considerar los asuntos a la luz de toda la Palabra de Dios y no solo de unos pasajes que mencionen males específicos. Superficialmente, un caso específico de mal proceder pudiera parecer idéntico a otro que se hubiera manejado anteriormente. Sin embargo, las circunstancias, actitudes y motivos de los individuos envueltos pueden ser muy diferentes. Todos los factores se deben considerar cuidadosamente a la luz de las Escrituras, para determinar lo que haya de resultar en el mejor provecho para la congregación y para el que haya errado. Cualquier censura bíblica que se dé debe ajustarse a las necesidades del individuo. Después de conseguir un cuadro completo de lo que ha sucedido y de lo que llevó al mal proceder, los ancianos que estén atendiendo el problema quizás tengan que dedicar tiempo a meditar personalmente en las Escrituras y considerarlas con oración antes de reunirse como grupo para considerar lo que se debe hacer. Esto hará que estén en mucho mejor condición para administrar censura sana y la ayuda espiritual necesaria.
17. Como miembros de la congregación, ¿qué debemos estar resueltos a hacer, y qué galardones ofrece esto?
17 La censura bíblica definitivamente desempeña un papel vital en ayudar a toda persona de la congregación cristiana a seguir un derrotero que lleve a la vida eterna. Que nosotros, individualmente, permanezcamos atentos a la censura que se encuentra en la Biblia, y resistamos las tentaciones hacia envolvernos en conducta que habría de resultar en vituperio al Dios Altísimo y a la congregación de su pueblo devoto. Si hacemos esto, podemos estar seguros de la bendición de Jehová ahora y el galardón de vida eterna en su nuevo orden justo que se aproxima.—Juan 17:3.
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El arrepentimiento genuino... ¿cómo se identifica?La Atalaya 1978 | 15 de mayo
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El arrepentimiento genuino... ¿cómo se identifica?
“Un corazón quebrantado y aplastado, oh Dios, no lo despreciarás.”—Sal. 51:17.
1. (a) Para obtener perdón, ¿a quién se deben confesar los pecados, y por qué? (b) ¿Por qué puede ser también un pecado contra la congregación el pecado contra Jehová Dios?
LOS ancianos no son ‘padres confesores’ que hayan sido autorizados para perdonar todos los pecados que cometan los miembros de la congregación. Es Jehová Dios quien perdona los pecados de los que se arrepienten, y lo hace sobre el fundamento del sacrificio expiatorio de su Hijo. Por lo tanto, el que Jehová perdone a una persona no depende de que confiese sus pecados a los ancianos. (1 Juan 1:8, 9; 2:1, 2) Sin embargo, por transgresión grave, una persona también puede pecar contra la congregación. Sucede esto porque el craso mal proceder puede acarrear mucho vituperio y dificultad a la congregación con la cual esté asociado el individuo descarriado. Por lo tanto, los ancianos que representan a la congregación deben asegurarse de que el individuo esté genuinamente arrepentido antes de extenderle perdón por el mal nombre que ha dado a la congregación.
2. (a) ¿Qué aprendemos de 2 Corintios 2:7 acerca de perdonar el pecado la congregación? (b) ¿Precisamente de qué perdonó la congregación al corintio arrepentido?
2 El hecho de que la congregación puede perdonar o retener el perdón en ciertos casos se hace patente por lo que el apóstol Pablo dijo a los corintios en cuanto a aceptar de nuevo entre ellos a un expulsado que se había arrepentido. Escribió Pablo: “Deben perdonarlo bondadosamente y consolarlo.” (2 Cor. 2:7) El apóstol recomendó que perdonaran a aquel hombre porque el propósito de la ‘reprensión que le había dado la mayoría’ se había cumplido cuando se logró que él se arrepintiera. (2 Cor. 2:6) Debido a que el hombre se había arrepentido sinceramente y había enderezado su vida de modo que estuviera en conformidad con los requisitos justos de Jehová, estaba bien que la congregación lo volviera a recibir. Él había buscado el perdón de Jehová por su pecado y ahora la congregación también lo perdonó, no en el sentido de concederle “absolución” de su pecado, sino en el de perdonarlo por la dificultad,
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