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  • Protesta y rebelión
  • Su ruido y violencia
  • Blasfemo e inmoral
¡Despertad! 1970
g70 8/2 págs. 9-12

¿Causa daño el “rock ’n’ roll”?

LA MÚSICA popular de gran parte de la juventud moderna por algunos años ya ha estado dominada por lo que se conoce como rock ’n’ roll Este es un término muy indefinido. No solo incluye grandes extremos en cuanto a calidad sino también una gran variedad de formas y modismos musicales. Lo que tienen en común la mayoría de las formas de música de “rock” es el énfasis que se pone en el ritmo, “la excitación del ritmo duro, arremetedor e inequívoco.”

¿Cuál es el origen del nombre “rock ’n’ roll”? Según la revista High Fidelity de noviembre de 1967: “El término rock-and-roll tiene una connotación sexual... rockin’ and rollin’ originalmente significaban fornicar. Pero después de todo la palabra jazz, que en otro tiempo era un verbo, quería decir la misma cosa.” La música de “rock” parece haber principiado cuando se combinó el ritmo negroide con la música de “blues.” Esto sin duda ayuda a explicar por qué ha sido tan fuerte la influencia de los ejecutantes negros y la música negroide en el campo del “rock.” Una fase prominente del “rock” comenzó con el popular Elvis Presley y su modo sensual de cantar. Sin embargo, se pudiera decir que el “rock” recibió su mayor empuje con los “Beatles.”

Otra cosa que los grupos de “rock” tienen por lo general en común es su juventud. Como hizo notar Leonard Bernstein: “Esta clase de música es completamente de, por y para los chicos, y por chicos quiero decir cualquiera de ocho a veinticinco años de edad.” Lo muy cierto que es esto se puede ver por el hecho de que uno de los grupos sobresalientes de “rock” consta de tres jovencitos, dos de los cuales tienen catorce años, y el otro, doce años. Una encuesta sobre los televidentes de uno de los grupos populares, los ‘Monkees,’ salió con el dato de que el promedio de la edad de éstos era de diez años.

Hoy los jóvenes modernos tienen toda la atención puesta en las diversas clases de “rock,” tanto al comprar discos y cintas como al tocar música de “rock” ellos mismos. En gran parte son el factor principal de que la venta de los discos de “rock” sea un negocio anual de 2.000 millones de dólares tan solo en los Estados Unidos. ¿Es el engolfamiento de los jóvenes en el “rock” una cosa buena, o podría resultar en daño? Mucho depende de la naturaleza de la música de “rock” y el grado al cual los jóvenes lleguen a ser adictos a ella.

Explotado por el comercialismo

Por supuesto, los jóvenes y los padres no pueden esperar que la industria musical elimine del rock ’n’ roll cualquier daño que pueda causar. Las ganancias son demasiado grandes. Y es fácil para el mercantilismo explotar a los jóvenes modernos atrayendo sus debilidades, sus prejuicios, sus pasiones, tal como lo está haciendo la industria cinematográfica. En consecuencia, acerca del negocio de la publicidad musical, la revista High Fidelity de noviembre de 1968 dijo: “El negocio musical es una ramera. Hace y pone en el mercado cualquier cosa que cree que puede vender, como se ve por la elaboración de propaganda a favor de usar drogas. Hace muy poco con propósitos de honor. Hace lo que su público, en particular su público joven, quiere que haga.”

Sí, la diversión de hoy es un gran negocio y el gran negocio no tiene escrúpulos en cuanto a explotar a los jóvenes para obtener ganancias. Entre las maneras en que hace esto es formando grupos de rock ’n’ roll. Los jóvenes modernos tienen mucho dinero para gastar, ya sea de sus padres o por ganarlo ellos mismos. Para que este dinero entre en sus cofres, el gran negocio atrae a los jóvenes lisonjeándolos, ofreciéndoles lo que quieren o lo que se les puede inducir a querer. Como bien lo expresó el autor Gene Lees: “Ninguna industria manipula a los jóvenes con la serena habilidad quirúrgica del negocio de la música pop.” Esto no quiere decir que toda la música de rock ’n’ roll está dominada por el gran negocio. Sus ganancias rápidas y fáciles han atraído a muchísimos jovencitos a esforzarse por obtener sus remuneraciones financieras. Los jóvenes son fácilmente ‘embaucados’ por los productores de rock ’n’ roll porque los jóvenes tienden a amoldarse a los de su propia clase, sus iguales.

Protesta y rebelión

Un aspecto de la música de “rock” es su protesta. No hay duda, la generación más joven ciertamente tiene base válida para protestar contra mucho de lo que está sucediendo hoy en el mundo. Una revista musical popular indicó que, tanto entre los ejecutantes como entre sus entusiastas, hay quienes hacen patente “una preocupación por la tendencia de la sociedad norteamericana en el día presente... su materialismo, su egoísmo evidente, esa carrera vil hacia el logro ilusorio, la suciedad y estancamiento de las ciudades de la nación, el letargo del Congreso, las terribles cuestiones morales planteadas por la guerra en Vietnam.” Y esta preocupación se expresa en la letra de alguna de la música de rock ’n’ roll.

Pero se reconoce que tal clase de letra de protesta forma la minoría. De manera general la letra del rock ’n’ roll expresa sutil, secreta o abiertamente la rebelión de los jóvenes contra las normas y principios de la generación de mayor edad, tal como lo hacen muchos jóvenes por su indumentaria y el lenguaje que usan. Sobre esto, el escritor Gene Lees expresó que desde que los jóvenes se han inclinado a ser rebeldes, y nunca más que hoy, “la industria sagazmente les está vendiendo rebelión... rebelión empacada y envuelta en plástico.”

Muy semejantes son las observaciones de Daniel Greene, según se publicaron en el National Observer del 15 de enero de 1968: “Nada, quizás, refleja la brecha entre las generaciones de manera más notable que la nueva música. Hace eco a todas las otras manifestaciones de la rebelión de los jóvenes contra el orden establecido... el movimiento hippie, el uso de drogas, la protesta social, el pacifismo agresivo, la indumentaria ridículamente harapienta, el rechazamiento esparcido de la religión y el convencionalismo moral y la aversión crónica a los peines, peluqueros y salones de belleza.” En consecuencia la letra de una canción se mofa de los padres por mirar TV, aunque los jóvenes pasan mucho más tiempo mirándola que los adultos. Otra canción, “Ella se va de la casa,” culpa a los padres por el proceder de ella.

Sin embargo, letras de esa clase simplemente añaden significado a lo que se ha llamado “la vitalidad rebelde ya presente en el ‘rock.’” Por eso, aunque los censores pueden restringir las letras más ofensivas, no pueden censurar la rebelión del “rock,” porque es parte de la música, el ritmo. Como señaló además D. Greene: “Prescindiendo de cuánto madure la letra de las canciones, el ritmo todavía es lo importante en la música de rock. . . . Por lo general es difícil oír las palabras de todos modos . . . El sonido de la música pop, en realidad, siempre ha sido su atracción compulsiva.” Y dice N. Diamond, un escritor de canciones de “rock”: “La mayor parte de los discos no se compran por su contenido lírico, sino por su contenido musical. Si la música me contagia, escucho la letra. Si la música no me mueve, olvídala.”

Confirman esto las observaciones de Richard Goldstein, un comentarista sobre la escena musical moderna que recibe extensa publicidad. En el Times de Nueva York del 24 de noviembre de 1968, bajo el encabezamiento “¿Por qué les gusta el rock a los chicos?” escribió: “Para suprimir la revolución del rock, uno tendría que proscribir la música misma, puesto que la revuelta es inherente en su naturaleza de versión electrificada de los blues . . . Es fácil olvidar . . . que el rock ’n’ roll comenzó como la música de los delincuentes juveniles . . . Los primeros motines fueron . . . ocasionados por la música pop y el súbito escape de la represión a que estimulaba. Su salvajismo escuálido conjuró a los demonios gemelos de la violencia y la vitalidad. Su intensidad batidora funciona como banda sonora de la revuelta.”

¡Cómo subraya todo esto el daño potencial que hay en gran parte de la música de “rock”! Sugiere que los jóvenes sean tanto moderados como sumamente selectivos al dar rienda suelta a su apego a la música de “rock.”

Su ruido y violencia

Por otra parte, el rock ’n’ roll puede causar daño cuando se caracteriza por un sonido fuerte y violencia física. El sonido fuerte se debe a su fuerza física genuina o a la amplificación electrónica. Como lo expresó un ejecutante adolescente: “Desde el punto de vista de mi edad, diría que me gusta porque es fuerte. Esto es cierto. Lo sé por los bailes a los que solía ir. Llegaba a la puerta y lo primero que me llamaba la atención era el volumen. Realmente me excitaba... por unos cinco minutos de todos modos.” En realidad, según el Electronics Illustrated de enero de 1969 y el Times de Nueva York del 20 de agosto de 1968, el ‘rock duro’ definidamente puede causar daño al oído. Este daño bien puede ser serio y permanente, dependiendo de lo fuerte que sea la música y por cuánto tiempo esté uno expuesto a ella.

Aun más objetable es la violencia que exhiben algunos grupos de “rock” en sus conciertos públicos. En el transcurso de un concierto, un prominente músico de un grupo de “rock” sumamente popular arrojó un micrófono fuera del escenario, escupió a su auditorio que estaba en la primera fila y terminó incendiando su guitarra con líquido de encendedor de cigarrillos. Un grupo inglés de “rock” demuele un automóvil en el escenario durante sus ejecuciones. El grupo de “rock” que ocupa el tercer lugar en popularidad en Inglaterra se siente “obligado a destruir en la escena, a patear los tambores, a lanzar micrófonos al piso, a despedazar altoparlantes, a hacer pedazos las guitarras de madera y alambre.” (Life, 28 de junio de 1968) Y en un grupo ‘el batería bate como si ardiera por alcanzar alturas inalcanzables de furia percutiente. Su equipo no puede responder a su esfuerzo. Un tambor se viene abajo de la percha; un címbalo sale volando. ¡Ahora el batería está de pie pateando y lanzando instrumentos en toda dirección mientras el resto de su grupo sigue ejecutando como si nada estuviera sucediendo, salvo para esquivar los objetos voladores!’

¿Es tal clase de conducta verdadera diversión musical? ¿O es simplemente una exhibición de frenesí emocional? ¿No estimula desafuero y expresión violenta de parte de los que la presencian? Estas ejecuciones vivas de parte de algunos de estos grupos son una de las partes más objetables de la escena del rock ’n’ roll. “Sensuales,” “satánicas” e “inicuas” son los adjetivos que se usan en la prensa para describir estas ejecuciones.

Blasfemo e inmoral

Pero el que haya ejecuciones públicas de ese tipo no debe extrañar cuando notamos los sentimientos blasfemos e inmorales que se expresan en la letra de muchas canciones de rock ’n’ roll. Y el modo de la música siempre está en armonía con las palabras. Así, una prominente cantante que depende fuertemente del licor cuando actúa y que arenga contra toda hipocresía de los adultos canta: “No necesitamos a Dios, cada uno de nosotros es su propio dios.” Y uno de los grupos de “rock” más selectos sale cantando letra blasfema que sarcásticamente satiriza expresiones bíblicas favoritas como “Benditos son los mansos, porque ellos heredarán . . . ”

Entre los grupos de “rock” de aparición reciente está uno de cuyos ejecutantes se dice que ‘cantan con caderas, brazos e ingles, y de vez en cuando con la voz.’ Su mensaje a la juventud moderna se epitoma en el título de una de sus canciones: “¡Fuera las trabas, hermanos y hermanas!” ¿Y qué quiere decir “fuera las trabas”? ¡Librarse de toda restricción!

Entre las grabaciones más recientes que ha ofrecido al público uno de los miembros de los Beatles está la que se intitula “Dos vírgenes,” que contiene ejecuciones por él mismo y su querida (en aquel tiempo; ahora su esposa). Se vende en una funda con una fotografía de los dos desnudos; la vista de enfrente está en el frente de la funda y una vista de atrás en el reverso de la funda. Varias compañías grabadoras británicas rehusaron venderlo. En los Estados Unidos se formó una nueva compañía grabadora de discos para publicarlo. ¿Y cómo se llama? ¡Tetragrámaton, la palabra que representa las cuatro letras hebreas para Jehová, el Creador, Dios de la Biblia y del universo!

Sí, como dice Richard Goldstein en la revista Life: “El rock es subversivo, no [solo] porque parece autorizar las relaciones sexuales, las drogas y las emociones baratas, sino porque anima a su auditorio a tomar sus propias decisiones en cuanto a los tabúes sociales.” O, en otras palabras, anima a los jóvenes a hacer lo que quieran prescindiendo de los principios correctos. Esto se desprende de muchísimos títulos y letras tales como: “Pasemos juntos la noche,” “A vivir para hoy, amigo, que quizás nunca haya un mañana,” “Quiero verlo y oírlo todo.”

Hay muchas melodías ejecutadas por artistas del “rock” que son, para algunas personas, agradables en sí, y también hay muchas letras que son decorosamente sentimentales o en otros sentidos no son objetables. Pero en vista de todo lo ya dicho parece que todos los jóvenes que se interesan en hacer lo que es correcto hacen bien en ser tanto discriminadores como moderados al disfrutar de la música de “rock.”

En particular los jóvenes que afirman ser ministros cristianos deben ser selectivos. Saben cuál es la posición del cristiano tocante a cantar canciones que idolatran al Estado o que celebran fiestas paganas. ¿No deberían ejercer igual cuidado para evitar toda música popular cuyo tema o letra blasfeme a Dios o la Biblia? ¿No deberían tener cuidado para evitar música que exprese rebelión contra los padres, que estimule a diversas clases de inmoralidad como fornicación o el uso de drogas que crean hábito?

Los jóvenes cristianos que verdaderamente viven en armonía con la Biblia comprenden que “la sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para obedecer.” Pero, ¿no es gran parte de la música de “rock” hoy exactamente lo contrario? ¿No alienta en ella el espíritu de este mundo? Y el espíritu de este mundo es ‘terrenal, animal, demoníaco.’ Verdaderamente, ustedes los jóvenes pueden recibir daño de la música de “rock” a menos que ejerzan discriminación y moderación.—Sant. 3:15, 17.

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