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La TV... su influencia en el mundo moderno¡Despertad! 1983 | 22 de abril
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La TV... su influencia en el mundo moderno
LOS franceses lo llaman “la télé”; los británicos, “telly”; los australianos, la “caja”; y muchos norteamericanos hastiados, el “tubo”, o hasta el “tubo bobo”. Se trata del televisor.
Cualquiera que sea el nombre que se le dé, se reconoce mundialmente que la televisión es “uno de los instrumentos que más ha influido en la formación de los valores, las opiniones y las creencias de la sociedad de la posguerra”. Un informe publicado en el Scientific Australian declara que “el ver televisión absorbe más tiempo que cualquier otra actividad en la que participa nuestra sociedad”, con la posible excepción del sueño y, uno pudiera añadir, las horas de trabajo de los que se ganan el sustento.
La influencia social de la televisión durante los pasados veinte o treinta años ha sido tan grande que el asunto sigue siendo objeto de intensa investigación por parte de sociólogos y otros expertos. Se ha dicho que la televisión ha tenido mayores efectos en la vida y los pensamientos de la gente que cualquier otro invento desde la imprenta. Y esto ha sucedido en un período de dos o tres décadas. Además, una quinta parte de la población mundial todavía no sabe leer, pero muchas de estas personas ven la TV en aparatos privados o que comparten con otras.
¿Qué efectos ha tenido esto... favorables y desfavorables? En otras palabras, ¿hasta qué grado ha sido provechosa o dañina a los telespectadores la TV?
Aspectos positivos y negativos
En muchos países la televisión ha transformado la vida de los campesinos y otras personas que viven en el campo. En estos días, un conde francés quizás pase la noche en su castillo mirando el mismo programa de TV que un obrero agrícola pobre que vive en una choza cercana. Se han igualado las oportunidades en lo que a entretenimiento se refiere entre los ricos y los pobres. Los conciertos, la ópera, el ballet y el teatro han llegado a estar al alcance de clases sociales que hasta ahora habían estado excluidas de esas esferas artísticas del entretenimiento y la educación.
Los documentales han despertado el deseo de viajar, y hasta han promovido vocaciones. Los programas sobre geografía han contribuido mucho a promover el entendimiento internacional. Han abierto nuevos horizontes a muchas personas, y han estimulado a que haya mayor tolerancia entre las razas y los pueblos. La TV llena las horas de soledad de los ancianos y los enfermos. Y piense en el tremendo efecto que los programas de TV están teniendo, para bien o para mal, en la mente fácil de impresionar de los niños de edad escolar.
¿Pero ha sido exclusivamente positiva la influencia de la TV en el mundo moderno? ¿Transmiten las estaciones de TV solo programas que mejoran la cultura y la educación de la gente, además de su entendimiento del mundo que la rodea? ¿No se ha usado también la televisión para amoldar la mente de la gente mediante propaganda política sutil o comercialismo enérgico? ¿Qué efecto ha tenido la televisión en los nervios de la gente, sus hábitos de comer, su salud, tanto física como espiritual? ¿Cómo ha influido en la vida familiar, y, particularmente, en los niños?
Estas son algunas de las preguntas que se examinarán en los siguientes artículos, que tratan sobre lo que la televisión puede hacer PARA usted y A usted.
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La TV... noticias y propaganda sutil¡Despertad! 1983 | 22 de abril
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La TV... noticias y propaganda sutil
LOS soldados estaban en plena marcha. Las tropas motorizadas pasaban con gran estrépito frente a la plataforma del presidente, mientras aviones de guerra volaban estruendosamente sobre el lugar. De repente un camión militar se detuvo enfrente de la tribuna de los funcionarios. Varios hombres armados saltaron del camión, lanzaron varias granadas a la tarima e hicieron fuego con sus armas automáticas. En cuestión de segundos Egipto perdió a su presidente, Anwar el-Sadat. Y en cuestión de horas el mundo entero pudo ser testigo ocular de aquella escena, como si hubiera estado presente en el lugar. Una vez más los técnicos de noticias de la TV habían hecho un trabajo extraordinario.
Reportaje de noticias desde el lugar de los hechos
Los atentados de asesinato contra el presidente Reagan (de los Estados Unidos) y el papa Juan Pablo II, incluso el frustrado golpe de estado en las Cortes españolas, fueron transmitidos por la pantalla de los televisores poco después que ocurrieron estos imprevistos sucesos dramáticos. Mejor aún, a menudo los noticiarios de TV realizan desde el lugar de los hechos reportajes simultáneos de algunos sucesos para auditorios que están al otro lado del mundo.
El ver al transbordador espacial aterrizar con increíble precisión en el suelo de un lago seco de un desierto de California, Estados Unidos, es sin duda más impresionante que simplemente oír las noticias por la radio de que el transbordador ha regresado sin contratiempos. Del mismo modo, cuando la gente ve los daños que ocasiona una inundación en la India o un terremoto en Italia, y verdaderamente es testigo ocular del sufrimiento humano, puede manifestar compasión y sentirse movida a contribuir económicamente para mitigar tal sufrimiento. Todo esto puede ponerse en el haber de las noticias de la TV.
Un peligro insidioso
Sin embargo, tiene desventajas. Un informe sobre la televisión japonesa, publicado en París por el International Herald Tribune, citó al profesor Ishikawa, sicólogo social, quien dijo que las principales estaciones comerciales de TV “doran” las noticias y “no dicen la verdad”. El informe también citó a Tadashi Okuyama, publicador de una guía de programas de la TV japonesa, quien declaró que la televisión “es el medio más influyente de la nación”.
Lo que es cierto tocante al Japón es cierto también, a mayor o menor grado, en el caso de muchos otros países. La televisión se ha convertido en un ‘medio influyente’ en casi todo país del mundo, pero esa influencia no es siempre buena. Hasta cuando las estaciones de TV están completamente libres de cualquier control gubernamental, hay grupos de presión poderosos o anunciantes ricos que pueden influir en los reportajes noticiosos relacionados con las esferas de la religión, la industria y la política. El enfocar de modo parcial las noticias es una forma sutil de censura.
Por supuesto, este peligro se agrava en los países donde la difusión por radio y TV es un monopolio del Estado. Los gobiernos se ven muy tentados a usar este “medio más influyente” con el fin de hacer propaganda. Puede que esto se haga descaradamente, como en los países totalitarios, o de maneras más sutiles. Los intereses egoístas pueden contribuir al enfoque parcial de los hechos y a desvirtuarlos por medio de mostrar solo un lado de la historia.
Por eso, aun cuando vea un noticiario de TV, es bueno recordar lo que la televisión puede hacer PARA usted y A usted. Además de amoldar su modo de pensar, la TV también puede afectar su salud. ¿De qué manera?
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La TV... y la salud de usted¡Despertad! 1983 | 22 de abril
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La TV... y la salud de usted
“LOS fornidos héroes de los seriales de TV, que toman bebidas alcohólicas todo el día y se la pasan comiendo bocadillos sin engordar siquiera un gramo, bien pudieran hacer que los aficionados a la TV adoptaran hábitos perjudiciales a la salud.”
Esa fue la esencia de un informe que publicó en el otoño de 1981 New England Journal of Medicine, y que resumió con las palabras susodichas el diario suizo La Tribune de Lausanne. El informe también acusó a la TV de ser la causa de que la gente cifre confianza ilimitada en médicos que aparecen en la pequeña pantalla como si estuvieran dotados de poderes milagrosos que beneficiaran física y emocionalmente a los que siguieran sus consejos.
Salud física
Con toda imparcialidad, no puede decirse que la TV sea causa directa de enfermedades en el caso de la mayoría de los televidentes. Sin embargo, indirectamente puede causar problemas de salud. En primer lugar, muchas personas ignoran hasta qué grado la TV ha modificado sus hábitos de alimentación.
En lugar de sentarse a la mesa para saborear una comida apetitosa acabada de preparar, muchas familias la pasan solo con bocadillos, los cuales comen mientras están recostados en butacas mirando la “caja”. Aunque el alimento que se ingiera sea suficientemente nutritivo (y a menudo no lo es), las emociones que despierta en uno el programa pueden dificultar la digestión.
La televisión también puede afectar los hábitos de alimentación en el sentido de que algunos anuncios animan a consumir comestibles de poco valor nutritivo, y luego los adolescentes simplemente se comen un bocado de las comidas nutritivas que les preparan sus madres. Los anuncios de TV no solo han popularizado los comestibles de poco valor nutritivo, sino que a menudo han dado tanto a niños como a adultos un punto de vista torcido en cuanto a lo que necesitan comer y beber para mantenerse saludables.
Tampoco debe olvidarse el papel que el ver TV puede desempeñar en la fatiga nerviosa y la tensión. Luego está el asunto de dormir. En Francia, por ejemplo, el horario de algunos de los programas más interesantes se fija para tarde en la noche. El mirar televisión hasta altas horas de la noche no solo priva a las personas de preciosas horas de sueño antes de medianoche, sino que aun durante las pocas horas que restan para dormir el sueño que se obtiene es a menudo intermitente. Finalmente, en lo que respecta al bienestar físico, el ver demasiado la TV no es la mejor forma de relajamiento para las personas que tienen trabajos sedentarios.
Salud espiritual
Los programas de televisión reflejan a la sociedad para la cual se producen. Es cada vez más una sociedad que tolera la homosexualidad y las relaciones sexuales libres, la cual recurre a la violencia y va en pos de metas materialistas. Actualmente esos son los ingredientes de muchos programas de TV. El ver televisión sin escoger los programas puede debilitar la fibra moral de la gente y consumir una preciada cantidad de tiempo que se necesita para leer información que edifique en sentido espiritual.
La TV también puede afectar la vida familiar y la educación de los niños, como lo muestra el artículo que sigue.
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La TV... en la vida familiar y la educación¡Despertad! 1983 | 22 de abril
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La TV... en la vida familiar y la educación
ENTRE los apodos que se dan a la televisión está el de “niñera”. Parece que muchos padres han descubierto que el modo más fácil y barato de mantener a sus hijos callados es sentarlos frente a lo que también se ha llamado “el hipnotizador tuerto”.
Un informe publicado en el Sun de Australia declaró: “Una encuesta importante que se llevó a cabo en Gran Bretaña ha revelado recientemente que la mayoría de los padres la consideran [la TV] indispensable como niñera. En efecto, es asombroso que siete de cada diez padres usan la televisión para quitarse de encima a los hijos, a pesar del hecho de que estén algo preocupados por las ‘palabrotas que oyen y la violencia’ que ven en la caja. ¡Lo que es más, nueve de cada diez padres permiten que sus hijos vean cualquier clase de programa!”.
Un miembro de la familia muy exigente
Sí, la TV se ha colado en millones de hogares por todo el mundo y se ha convertido en un insolente miembro de la familia que muchas veces monopoliza la conversación. En muchas familias ésta infunde mayor respeto que el esposo o la esposa, el padre o la madre. El esposo que no vacila en esconder la cabeza tras un periódico o una revista mientras su esposa le habla, es todo ojos y oídos cuando la “niñera” habla. Los hijos que replican a sus padres se sientan en silencio, con los ojos desorbitados, cuando el Sr. TV les habla.
En términos de tiempo, también, la TV se ha hecho muy exigente. El promedio de tiempo que las personas pasan mirando televisión está aumentando en la mayoría de los países. En los Estados Unidos, el uso del televisor subió de cinco horas y cincuenta minutos al día en 1969 a siete horas y veinticinco minutos diarios en 1980. En el Japón, la cantidad total de familias es menor que la cantidad de televisores, y, en 1978, éstos estuvieron encendidos por más de cinco horas al día, en comparación con tres horas en Canadá y dos horas en Francia.
¿Contribuye la TV a la unidad familiar?
Sea que se pasen siete o dos horas al día viendo televisión, todo esto no puede menos que tener un efecto profundo en la vida de la familia de término medio. Penelope Leach, sicóloga británica de niños, “considera que la televisión es una de las mayores amenazas a la vida familiar, un artificio que evita que los padres y los hijos se comuniquen. ‘Las personas simplemente dejan de hablarse unas a otras’, dice ella”. (The Sun [Australia], 18 de marzo de 1980.)
Es cierto que algunas personas afirman que la televisión ha unido a las familias porque los hijos salen menos de la casa. Pero, mientras ven un programa de TV en silencio, ¿están realmente “unidos” los miembros de la familia? ¿Promueve unidad, cuya definición es “pasar mucho tiempo juntos, como en actividades sociales y pasatiempos [...] esp[ecialmente] cuando se considera que resulta en una relación más estrecha y estable”, el mirar televisión? Más bien ¿no impide la comunicación apropiada entre el esposo y la esposa, los padres y los hijos, y hasta entre los hijos mismos, el pasar demasiado tiempo mirando la TV?
La televisión no solo ha limitado grandemente, o hasta reemplazado por completo, la recreación en familia —los juegos, las aficiones, las caminatas, y así por el estilo— sino que a menudo impide que los hijos ayuden en la casa. De esto se compone la “unidad”; y en la medida en que la TV ha reemplazado estas cosas, en esa misma medida comparte también la responsabilidad de la desintegración de la vida familiar. La historia muestra que cuando la familia se desintegra, no pasa mucho tiempo antes que la sociedad misma y gobiernos enteros se derrumben y desaparezcan.
Efecto en los niños
Es imprevisible el efecto que la televisión puede tener en los niños. La mayoría de ellos se sienten muy a gusto viendo TV. Miran casi cualquier programa. Parece que la pantalla del televisor los hipnotiza. De acuerdo con un estudio, los niños de los Estados Unidos pasan, como promedio, de cuatro a cinco horas al día mirando la TV. Este promedio es más bajo en otros países, pero dos horas al día parecen ser el mínimo en la mayoría de los países desarrollados. Mientras efectuaba en la Universidad de Michigan una investigación sobre el desarrollo infantil, el profesor John Murray declaró: “Cuando los niños pasan hasta cinco o seis horas al día viendo televisión, lo primero que uno se pregunta es ¿qué actividades se están perdiendo?”.
Sí, ¿qué se están perdiendo en términos de la buena lectura, las asignaciones escolares hechas correctamente, el desarrollo de una afición, el ejercicio saludable, los juegos relajantes y el aprender a compartir el gozo y los juguetes con otros niños? Y la cuestión no es simplemente: ¿Qué se están perdiendo?, sino, más importante aún: ¿Qué están aprendiendo?
No sería justo decir que ellos no aprenden nada bueno. La TV puede ser muy educativa; puede ampliar el conocimiento que el niño tiene del mundo que lo rodea y despertar su interés en la geografía, las ciencias naturales y la historia. Pero sería igualmente injusto negar que la TV también les enseña a desplegar violencia y les presenta un punto de vista pervertido de las relaciones sexuales, y una torcida norma de conducta. De modo que aún falta contestar la pregunta: ¿Es la TV una perdición, o una bendición?
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Grabadoras de video... uso y abuso¡Despertad! 1983 | 22 de abril
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Grabadoras de video... uso y abuso
Un aparato recién llegado al mundo de la TV es la grabadora de videocasetes. La industria de aparatos electrónicos está acelerando sus operaciones para producir millones de grabadoras de esta clase. Empresas rivales que emplean diferentes métodos de grabación se han enfrascado en una feroz batalla comercial para participar de las ganancias de esta nueva mina de oro. ¿Qué efecto ha tenido este nuevo aparato en los aspectos buenos y malos de la televisión?
Mirando el lado bueno, una grabadora de videocasetes permite (con la ayuda de un reloj) que la gente grabe programas de televisión aun cuando está ocupada en otros quehaceres, y así puede ver lo que quiera cuando lo desee. La gente también puede comprar videograbaciones de sus películas favoritas para mirarlas vez tras vez, cuantas veces quiera. O puede pedir prestadas las películas en bibliotecas de cintas de video.
En cuanto al aspecto negativo, si no se controla su uso, estas grabadoras pueden hacer que la gente manifieste las peores cualidades, y le permite ver, vez tras vez, películas que mejor hubiera sido no ver.
Recientemente, un titular del diario francés Le Figaro decía: “E.U.A.: LA TV Y LA PORNOVISIÓN”. El artículo decía que las cintas de video que más se venden en los Estados Unidos son las de películas pornográficas. En Francia, de cada diez videocasetes que se venden en los supermercados, siete son de películas pornográficas. Por supuesto, estas grabadoras pueden usarse de manera provechosa. Sin embargo, suministran un ejemplo claro de lo que la TV puede hacer PARA usted y A usted.
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La TV... ¿perdición, o bendición?¡Despertad! 1983 | 22 de abril
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La TV... ¿perdición, o bendición?
UNA de las definiciones de la palabra “bendición” se relaciona con algo que sea “espléndido o muy bueno; magnífico”. La palabra “perdición” se define como “ruina, menoscabo moral; causa o sujeto de un daño grave”. A la luz de nuestra breve reseña tocante a varios aspectos del asunto, ¿se puede considerar la televisión como una perdición, o una bendición; una maldición, o algo beneficioso?
La TV puede ser una bendición
No hay duda de que muchas personas consideran que la TV es una bendición. Una gran cantidad de personas de edad avanzada, enfermas o minusválidas tienen que tener una. La TV se ha convertido en su principal fuente de “compañía” y compañerismo.
Pocas personas negarían el hecho de que la televisión ha logrado mucho tocante a despertar interés en las noticias, los sucesos locales y mundiales. Ha aumentado el conocimiento de la gente y ha descubierto nuevos horizontes para ésta. Los televidentes están menos inclinados a ser estrechos de miras. Esto ha resultado ser beneficioso y debe agradecerse.
La televisión también puede ser muy educativa, pues proporciona una gran variedad de conocimiento a personas que nunca han tenido la oportunidad de estudiar o viajar. Además, la TV ha hecho llegar a los hogares de la gente pobre espectáculos, óperas, obras teatrales, ballets y orquestas sinfónicas.
La TV también puede ser una perdición
Lamentablemente, lo que pudiera ser una bendición puede convertirse en una perdición, en cosa perjudicial y hasta venenosa. La TV puede servir de “compañía” a personas que se sienten solas, pero ¿qué clase de compañía provee? Quizás haya llenado el vacío que había en las vidas solitarias de muchas personas, pero ¿con qué les ha llenado la vida? La TV puede proporcionarnos inmediatamente noticias desde el lugar donde suceden las cosas, pero también puede introducir propaganda insidiosa, y hombres egoístas pueden usarla para adoctrinar a la gente. La TV tal vez nos entretenga con los anuncios graciosos que presenta, pero ha contribuido mucho a crear una sociedad materialista. Puede que a usted le parezca que la televisión le suministra diversión a bajo costo, pero ¿está seguro de que no ha pervertido su punto de vista en lo relacionado con lo sexual, la violencia y la honradez? Quizás dependa muchísimo de la TV para evitar que sus hijos hagan algún daño o alguna travesura, pero ¿qué clase de daño les está haciendo la TV a la mente y, mucho más importante, al corazón?
Vladimir K. Zworykin, quien a menudo ha sido llamado “el padre de la televisión moderna”, declaró recientemente que ‘nunca se imaginó que la TV llegara a ejercer una influencia tan grande en todo el mundo’. Sin embargo, añadió que no le agradaba cómo se está usando la TV, y que nunca permitiría que sus hijos tan siquiera se acercaran a un televisor. Paddy Chayefsky, uno de los mejores comediógrafos de televisión, dijo lo siguiente: “La televisión hace que se vuelvan groseras todas las complejidades de las relaciones humanas, las brutaliza, las hace insensibles. Hemos perdido la facultad de la conmoción, nuestro sentido de humanidad. Este es el problema fundamental de la televisión”.
Para cualquiera que tome a pecho su propio bienestar y el de su familia, estas declaraciones, hechas por hombres que tienen conocimiento del asunto, son motivo de reflexión. Sí, esa “caja” puede ser una perdición, o una bendición. A fin de cuentas, lo que la televisión haga PARA usted y A usted... ¡depende de USTED!
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