-
Los llamados anacronismos de la BibliaLa Atalaya 1961 | 1 de mayo
-
-
que se hallan en las Escrituras Hebreas es la referencia a la ciudad de Dan en Génesis 14:14, donde se nos dice que Abrán persiguió a ciertos reyes “hasta Dan.” Pero en Jueces 18:29 leemos que los de la tribu de Dan, después de entrar en la tierra de Canaán, cambiaron el nombre de la ciudad de Laís a Dan. Dado que Moisés murió antes de que se cambiara el nombre, se arguye que él no pudo haber escrito el libro de Génesis.
No obstante, ciertos doctos de la Biblia insisten en que hubo más de una ciudad de nombre Dan. Señalan a la ciudad de Dan mencionada en Deuteronomio 34:1 y a Dan-yaán mencionada en 2 Samuel 24:6. Tampoco puede descartarse la posibilidad de que la referencia a Dan en Génesis 14:14 se deba a un error del copista o a un esfuerzo deliberado por evitar ambigüedad. Cualquiera que haya sido el caso, ciertamente que aquí no tenemos evidencia alguna que refute el que Moisés fuera el escritor del libro de Génesis.
El canto triunfal de Moisés, registrado en el capítulo 15 de Éxodo, que cuenta de la victoria sobre las fuerzas de Faraón en el mar Rojo es otro pasaje que tildan de anacronismo. Según la modernista publicación Interpreter’s Bible, Moisés no pudo haberlo compuesto debido a que relata los efectos que la milagrosa liberación de los israelitas y la muerte de las fuerzas de Faraón en el mar Rojo tuvieron sobre los habitantes de Filistia, los jeques de Edom, los déspotas de Moab y debido a que hace mención del santuario de Jehová. En dicha obra se sostiene que éstos son anacronismos y prueban que el canto debe haber sido compuesto no solo después que Israel hubo atravesado el desierto y llegado hasta estas naciones, sino también después que el templo de Salomón fue construido con su santuario, por uno que se imaginó en la posición de Moisés y le atribuyó estas palabras a él.
Pero todo eso no tiene que ser así necesariamente. Durante su permanencia de cuarenta años en la tierra de Madián sin duda Moisés aprendió mucho acerca de los países circundantes y su gente, si es que ya no era conocedor de ellos debido a su educación en la corte de Faraón. Además, el canto pone todo en el tiempo futuro, por ser en realidad una profecía. Esos paganos deben oír u oirán, el temor debe posesionarse de ellos o caerá sobre ellos, y Jehová traerá a su pueblo a su santuario. Todo el que concuerda en que Jehová Dios en tiempos antiguos usó a sus siervos para pronunciar profecías inspiradas no tendrá dificultad en aceptar el hecho de que Moisés realmente escribió este canto.
Han mencionado a Génesis 36:31 los críticos de la Biblia como otra ocasión de un notorio anacronismo. Escrito más de cuatrocientos años antes de que hubiera reyes en Israel, declara: “Estos son los reyes que reinaron en la tierra de Edom antes de que rey alguno reinara sobre los hijos de Israel.” No obstante, si se razona un poco se verá que Moisés bien pudo haber hecho esta declaración aun cuando no había reyes en Israel en ese momento. ¿Cómo pudiera ser así? Porque Moisés estaba familiarizado con la promesa de Jehová a Abrahán de que “reyes saldrán de ti.” Además, Moisés mismo profetizó que su pueblo, después de entrar en la tierra de Canaán, pediría que un rey gobernara sobre él. Aun dio instrucciones sobre quién podía y quién no podía ser escogido y qué debía hacer tal rey. (Gén. 17:6; Deu. 17:14-20) Y aquí de nuevo se les hace callar a los críticos ya que posiblemente haya sido una interpolación, porque una declaración casi idéntica aparece en 1 Crónicas 1:43 que trata del mismo registro genealógico.
Aun otro llamado anacronismo se encuentra en Éxodo 16:35. Dice así: “Y los hijos de Israel comieron el maná durante cuarenta años hasta llegar a una tierra habitada. El maná fue lo que comieron hasta llegar a la frontera de la tierra de Canaán.” Cierto, no parece que Moisés escribió esas palabras al tiempo que escribió el registro original acerca de recibir los israelitas el maná, pero ¿quién puede alegar que él mismo no agregó estas palabras al fin de su jornada de cuarenta años por el desierto cuando estaba en la frontera de la tierra de Canaán, sabiendo que de allí en adelante su pueblo ya no comería el maná? Sea que él u otro agregara estas palabras, ellas por sí mismas ciertamente no pueden usarse para argüir que todo el libro de Éxodo no fue escrito por Moisés.
También han llamado anacronismos las terminaciones de los libros de Deuteronomio y de Josué debido a que cuentan de la muerte de sus respectivos escritores. Pero sería mucho más razonable sostener que estas postdatas fueron agregadas providencialmente para completar el registro de sus escritores y no alcanzan a probar que los libros mismos no fueron escritos por Moisés y Josué. Tales argumentos débiles solamente muestran la falta de objetividad de los críticos de la Biblia.
Si leemos la Biblia con el propósito de criticarla, para encontrar alguna excusa a fin de no aceptarla como la Palabra de Dios y nuestra Guía, hallaremos aparentemente lo que estamos buscando. Pero si estamos buscando la verdad con una mente imparcial la hallaremos y no nos servirán de tropiezo los llamados anacronismos. Ciertamente la abundancia de evidencia en apoyo de la autenticidad de la Biblia no puede ponerse a un lado por motivo de argumentos tan débiles como los llamados anacronismos.
-
-
Experiencias al anunciar el ReinoLa Atalaya 1961 | 1 de mayo
-
-
Experiencias al anunciar el Reino
La verdad hace libres a los africanos
● Jesucristo dijo una vez: “Si permanecen en mi palabra, ustedes verdaderamente son mis discípulos, y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” (Juan 8:31, 32) Demuestra cuán ciertas son esas palabras de Jesús la siguiente experiencia:
● En ciertas zonas de Liberia la valiente predicación de la verdad bíblica por los testigos de Jehová ha encontrado ciertas supersticiosas leyes de aldea que prohíben cosas tales como el mencionar la palabra “leopardo” en la comunidad, llevar agua como no sea sobre la cabeza, machacar arroz o quemar aceite de palma después de la puesta del sol, hacer leña en el pueblo, o traer redes de pesca húmedas dentro de la aldea. Después de aprender la verdad bíblica algunos de los aldeanos dejan de someterse a las leyes de los crédulos. Esto por lo general resulta en acarrearles anuncios formales de consecuencias de mal agüero a los que se vuelven a Jehová, pero cuando nada insólito les acontece, aldeas enteras se apartan gradualmente de tales restricciones tontas. Después de un tiempo los aldeanos de hecho expresan su agradecimiento por esto. Una anciana, que antes tenía el hábito de ofrecer sacrificios a su difunto esposo, hizo notar con gozo a un testigo: “Somos libres.”
La mejor de las medicinas
● Una joven de diecinueve años que vive en el Japón, había pasado la mayor parte de su vida encerrada en la casa debido a una enfermedad del corazón. Cuando aprendió la verdad acerca de Jehová Dios y su reino comenzó a predicar de puerta en puerta una o dos veces a la semana. Después de cuatro meses, para sorpresa de su familia y suya, se halló en buena salud. Luego por un tiempo comenzó a predicar diariamente y durante todo el día y al hacerlo se comenzó a sentir realmente bien por primera vez en su vida. Acaba de solicitar el privilegio del ministerio de 100 horas al mes. Asevera que la predicación a pie de casa en casa es la mejor de las medicinas.
-