Capítulo 21
¿Cómo puede usted tener más que esta vida?
DE TODA la información anterior se desprende muy claramente que en cuanto a la vida hay mucho, mucho más de lo que ahora experimentamos. Imagínese... ¡Jehová Dios ha puesto ante la humanidad la espléndida expectativa de vida aquí en la Tierra en medio de condiciones de justicia, sin enfermedades ni muerte! Usted puede disfrutar de esto, no solo por cien años ni mil años, sino para siempre. ¡Y el tiempo en que esto será realidad está tan cerca!
¿Llegará usted a estar entre los que se beneficiarán de la realización del glorioso propósito de Dios para el hombre y su hogar, la Tierra? Definitivamente puede estar entre ellos. Pero tiene que obrar sin tardanza. Vivimos ahora en el tiempo en que esta advertencia bíblica adquiere gran urgencia: “Antes que venga sobre ustedes la cólera ardiente de Jehová, antes que venga sobre ustedes el día de la cólera de Jehová, busquen a Jehová, todos ustedes los mansos de la tierra, los que han practicado Su propia decisión judicial. Busquen justicia, busquen mansedumbre. Probablemente sean ocultados en el día de la cólera de Jehová.”—Sofonías 2:2, 3.
La “cólera ardiente de Jehová” está contra todos los que han engañado a su semejante mintiendo acerca de Dios y su propósito. Y él no considera sin culpa a los que apoyan a esos hombres por medio de asistir a los servicios religiosos de éstos o ser miembros de sus organizaciones. El tiempo que queda antes de la ejecución del juicio divino es corto. Si usted ama la justicia es necesario que obre rápidamente en cuanto a obedecer el mandamiento bíblico de romper todo nexo con el imperio mundial de la religión falsa. Tome en serio la urgente amonestación de la Palabra de Dios, que dice: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas.”—Revelación 18:4.
Pero no basta con sencillamente romper las conexiones de uno con organizaciones que han tolerado y estimulado la injusticia. La Biblia nos notifica que “la ira de Dios se está revelando desde el cielo contra toda impiedad e injusticia,” sí, contra las prácticas mismas y los que continúan participando en ellas. (Romanos 1:18) No nos deja en duda alguna en cuanto a lo que son estas prácticas. Las identifica claramente e insta a todos los que quieren tener la aprobación de Jehová a limpiar de su vida esas cosas. El amor a Jehová y la gratitud por Su bondad puede hacer posible ese cambio.—Efesios 4:25–5:6; Colosenses 3:5, 6.
No es tiempo para que uno trate de justificarse, suponiendo que los buenos actos que uno haga de día en día más que compensan por las deficiencias de uno. En el caso de Adán y Eva el que ellos fijaran sus propias normas de lo bueno y lo malo llevó a calamidad. Y hasta en nuestro día es cierto el proverbio bíblico que dice: “Existe un camino que es recto delante del hombre, pero los caminos de la muerte son el fin de él después.” (Proverbios 16:25) Ahora es el tiempo, pues, en el cual aprender los caminos de Jehová, buscar su “justicia.” Este es también el tiempo en el cual ‘buscar mansedumbre,’ es decir, ser uno sumiso al juicio de Dios y humildemente aceptar su corrección y disciplina, amoldándose a su voluntad. Solo al hacer esto le será posible a uno ‘ser ocultado en el día de la cólera de Jehová.’
No llegue a la conclusión, como han hecho algunos, de que su modo de vida ha sido demasiado malo para que Dios lo perdone. Más bien, consuélese con las palabras que se dirigieron a los israelitas infieles de la antigüedad: “Deje el inicuo su camino, y el hombre perjudicial sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, quien tendrá misericordia de él, y a nuestro Dios, porque él perdonará en gran manera.” (Isaías 55:7) Además, siéntase estimulado por la promesa de él que dice: “Aunque los pecados de ustedes resulten ser como escarlata, se les hará blancos justamente como la nieve; aunque sean rojos como tela de carmesí, llegarán a ser aun como la lana.”—Isaías 1:18.
Jehová Dios no se complace en ejecutar juicio contra nadie, sino que desea que todos disfruten de la vida. (2 Pedro 3:9) Con todo, Jehová no puede pasar por alto voluntariamente la injusticia, y no lo hará. Por eso, es necesario que todos los que quieran tener su aprobación se arrepientan de su modo de vivir anterior y cambien sus caminos y se amolden a la voluntad justa de Él.—Isaías 55:6.
Lo que se debe hacer ahora es empezar a aprender lo que Dios exige de uno, adquirir el conocimiento vital que contiene su Palabra, y entonces obrar en armonía con él. Este es el camino que lleva a vida eterna. (Juan 17:3) Los testigos cristianos de Jehová gustosamente le darán ayuda personal para que adquiera un conocimiento exacto de la Biblia, gratuitamente. También lo invitan a sus Salones del Reino, donde con regularidad consideran la Palabra de Dios.
UN CAMINO VERDADERAMENTE BENEFICIOSO
Al responder a las cosas que aprenda de la Biblia, experimentará cambios provechosos en su vida. Verá que la aplicación de los principios bíblicos mejorará las relaciones en el hogar, en el trabajo y en su contacto diario con su semejante. (Romanos 12:17-21; 13:8-10; Efesios 5:22–6:4; 1 Pedro 3:1-7) Esto contribuirá mucho a hacer su vida más feliz, más contenta y significativa aun ahora.
Por supuesto, esto no significa que estará inmune a los problemas y presiones del mundo. Todavía va a tener que vivir en medio de personas que no aman la justicia, y algunas de ellas sin duda alguna se esforzarán por desanimarlo para que no aprenda ni aplique la Biblia en su vida. (2 Timoteo 3:12; 1 Pedro 4:4) Pero, a medida que su conocimiento de la Palabra de Dios aumente, usted verá que puede enfrentarse a los problemas de la vida con mucha más eficiencia que los que se apoyan solo en el razonamiento humano. En vez de amargarse debido a las injusticias que sufra, sabrá por qué razón se presentan y tendrá la firme convicción de que el reino de Dios por Cristo pronto pondrá fin a todas estas cosas que evitan que se disfrute plenamente de la vida.—2 Pedro 3:11-13.
A medida que adquiera fe en las provisiones amorosas de Dios para la vida eterna, se irá librando de la influencia opresora que la perspectiva de la muerte ejerce en toda la humanidad. Ya las falsedades que se han enseñado acerca de la muerte no detraerán de su disfrute de la vida. El punto de vista miope de que esta vida es todo cuanto hay perderá toda influencia que haya tenido con relación a tentarlo a sacrificar los principios correctos y una buena conciencia en un esfuerzo por adelantar en el mundo. La convicción de que Dios puede hacer que los muertos vuelvan a la vida, y lo hará, le permitirá obtener libertad del miedo a la muerte misma. Fe basada en un conocimiento exacto de la Palabra de Dios le hará posible disfrutar de la vida ahora como nunca antes y regocijarse con la espléndida expectativa del futuro... vida eterna en el justo nuevo orden de Dios.
Que el aprecio a las provisiones amorosas que Dios ha hecho para la humanidad encienda en usted un deseo ardiente de conocer Su voluntad y efectuarla. Que lo mueva, de un corazón sincero, a decir junto con el salmista: “Hazme conocer tus propios caminos, oh Jehová; enséñame tus propias sendas. Hazme andar en tu verdad y enséñame, porque tú eres mi Dios de salvación.”—Salmo 25:4, 5.