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Perspectivas energéticas para el futuro¡Despertad! 1980 | 8 de julio
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el uso de fuentes de energía renovable. En Eclesiastés 1:5-7 se recalcan los ciclos de la naturaleza por medio de los cuales todo se conserva y renueva. La energía que el hombre use lógicamente debería estar garantizada por cosas que encajen con esos ciclos naturales, cosas que nunca se acaben. Note que en esos versículos de Eclesiastés se menciona específicamente al Sol, el viento y las corrientes de agua como cosas que están disponibles de continuo. (Note además Job 38:24-27.) Cada una de esas cosas puede usarse como fuente de energía que se renueva constantemente. Además, son cosas limpias. No contaminan los alrededores naturales. Las maneras de usarlas pueden combinarse armoniosamente con el paisaje.
Otro punto que se debe considerar es que la explotación comercial de los recursos naturales con el fin de lucro no continuará al finalizar este sistema de cosas. El incentivo para desarrollar diversas fuentes de energía no será el amor al dinero, sino el amor al semejante. (1 Tim. 6:10; Mat. 22:39) Este principio dará un punto de vista completamente diferente a la conveniencia comparativa de varias fuentes de energía que existen bajo el presente sistema económico.
Finalmente, y sobre todo, toda persona viva reconocerá que depende de Jehová para vida y para todas las cosas buenas que hacen deleitable la vida. Jehová es la Fuente fundamental de toda clase de energía, y esta fuente es infinita e inagotable. (Isa. 40:28-31) Como “Padre de las luces celestes,” él es el Creador del Sol, que provee luz y calor incesantemente como dádiva amorosa de Dios a la humanidad.—Sant. 1:17; Sal. 74:16.
Jehová inventó el proceso nuclear que da al Sol su energía. Él lo entiende y controla perfectamente. Con anterioridad ha aprovisionado de energía al Sol para miles de millones de años. Antes de que se le acabe el combustible al Sol, Dios puede reponérselo tan fácilmente como nosotros nos quitamos una pieza de ropa vieja y nos ponemos una nueva. (Sal. 102:25, 26) No habría crisis en el uso de la energía solar.
Porque Jehová es eterno, su promesa de vida eterna para sus súbditos obedientes no es promesa vacía. Él puede sostener su creación hasta tiempo indefinido, hasta para siempre. (Sal. 104:5) Bajo su beneficiosa gobernación, nunca tendremos que preocuparnos en cuanto a dónde hallar energía para el futuro.
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Combustibles fósiles¡Despertad! 1980 | 8 de julio
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Combustibles fósiles
AL PETRÓLEO y el carbón se les llama “combustibles fósiles” porque se cree que se formaron de los restos de plantas que crecieron hace muchísimo tiempo. Parece que el material orgánico de las plantas enterradas, protegido del oxígeno atmosférico que promovería la descomposición normal, se convirtió en hidrocarburos. La gran presión y las elevadas temperaturas bajo la superficie de la Tierra, operando a través de muchos milenios, son probablemente los factores esenciales en la formación del petróleo y el carbón.
Los hidrocarburos varían grandemente en su contenido de hidrógeno. Donde más hay es en el metano, componente principal del gas natural. Hay menos hidrógeno en los complejos hidrocarburos líquidos que componen el petróleo, y hay menos todavía en el asfalto, que es sólido. Por último, en el carbón, todo el hidrógeno con la excepción de algún por ciento ha sido sacado de allí por temperaturas y presiones más extremas. Estas reacciones químicas deben haber estado teniendo lugar bajo tierra mucho tiempo antes de la creación del hombre.
Si este entendimiento del origen del petróleo y el carbón es correcto, la energía que éstos contienen vino en primer lugar del Sol y fue fijada en compuestos orgánicos por fotosíntesis en las plantas verdes. Sin embargo, si la formación de estos combustibles continúa ahora, ciertamente no se está manteniendo al paso con el uso que el hombre da a éstos.
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