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Primero de Samuel realza la importancia de la obedienciaLa Atalaya 1978 | 1 de septiembre
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malas noticias. En la última batalla de Saúl, Israel sufre una terrible derrota, su hijo Jonatán muere, y Saúl mismo, herido de muerte, comete suicidio.—1 Sam. 28:1-31:13.
El libro de Samuel es verdaderamente parte de las cosas que se escribieron de antemano para nuestra “instrucción.” Es ‘provechoso para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que seamos enteramente competentes, estando completamente equipados para toda buena obra.’ En particular da énfasis a la importancia de la obediencia y las trágicas consecuencias de la desobediencia.—Rom. 15:4; 2 Tim. 3:16, 17.
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El “Gran Rey” disciplina a un rey humanoLa Atalaya 1978 | 1 de septiembre
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El “Gran Rey” disciplina a un rey humano
¿QUIÉN es el “gran Rey”? Nada menos que Jehová, el Dios del cielo. (Mat. 5:35) ¿Y quién es el rey humano a quien él disciplina? El rey David. La manera en que el gran Rey disciplina al rey David se describe en el libro de Segundo de Samuel. Este libro abarca unos 40 años de la vida de David, desde el tiempo en que su propia tribu está por hacerlo rey hasta precisamente antes de que él haga que su hijo Salomón sea proclamado rey sobre todo Israel.a
El registro del reinado de David como rey ciertamente muestra que él siguió recibiendo disciplina de su Dios Jehová. Pero David siempre respondió a la disciplina de la manera correcta, fuera que esa disciplina se diera en forma de instrucción oral, o de castigo severo debido a equivocaciones o pecados cometidos.—Compare con Hebreos 12:5, 11.
Al comenzar Segundo de Samuel, vemos a David lamentándose por la muerte del rey Saúl y su amigo íntimo y leal, Jonatán. Después, David inquiere en cuanto a que proceder tomar, y Jehová le dice que vaya a la ciudad judea de Hebrón. Obedientemente, David hace eso y es ungido rey sobre la tribu de Judá. Sin embargo, Abner, jefe del ejército de Israel, hace que Isbóset el hijo de Saúl sea proclamado rey sobre todo lo demás de Israel. El resultado de esto es una guerra civil, que continúa por varios años hasta que Abner se pasa al lado de David y trae consigo la lealtad de lo restante de Israel. A David, después de reinar siete años y medio sobre Judá, se le unge entonces rey sobre el conjunto total de las 12 tribus de Israel. David inmediatamente se apodera de Jerusalén, que ha estado en manos de los jebuseos, y la hace su capital.—2 Sam. 1:1-5:10.
David continúa preguntándole a Jehová qué debe hacer, y repetidamente logra buen éxito en sus guerras con los filisteos. Él
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