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  • El matrimonio en la sociedad del nuevo mundo

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  • El matrimonio en la sociedad del nuevo mundo
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1966
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1966
w66 1/2 págs. 73-79

El matrimonio en la sociedad del nuevo mundo

“El hombre dejará a su padre y a su madre y tiene que adherirse a su esposa y tienen que venir a ser una sola carne.”—Gén. 2:24.

1. Describa el principio del matrimonio.

EN ALGUNA parte de la “Cuna de la Civilización” y quizás en donde se halla la Armenia del día moderno existió en un tiempo un jardín magnífico. Allí tuvieron su comienzo la humanidad y el matrimonio. Si solo pudiéramos hacer retroceder el tiempo y mirar ese hogar paradisíaco del primer hombre y de la primera mujer, Adán y Eva, ¡qué maravillosa escena contemplaríamos! Allí estaban juntos, esposo y esposa, en un jardín tranquilo, agradable, con sus arroyos, sus árboles, su follaje exuberante-las cosas que se necesitan para hacer posible y deleitable la vida. Arriba en los cielos volaban pájaros primorosos. Y sobre la tierra había animales de muchas clases-ninguno dañino, ninguno una amenaza para el hombre. En las aguas de la Tierra, las criaturas acuáticas se movían. Pero lo mejor de todo era que Adán y Eva estaban allí juntos y podían reproducir su género para poblar la Tierra y extender su hogar paradisíaco en compañerismo gozoso. Unidos, el hombre y la mujer perfectos podían ‘ser fructíferos y hacerse muchos y llenar la tierra y sojuzgarla,’ en armonía con la bendición de su Padre celestial, Jehová Dios.—Gén. 1:26-28.

2. ¿Cómo pueden los cristianos casados vencer los problemas?

2 Hoy en día los hombres y las mujeres están muy alejados de esa condición perfecta, y el paraíso ha desaparecido desde hace mucho tiempo. (Rom. 5:12) Para millones, sin embargo, estas palabras han resultado veraces: “El hombre dejará a su padre y a su madre y tiene que adherirse a su esposa y tienen que venir a ser una sola carne.” (Gén. 2:24) Sí, ha habido problemas, porque éstos surgen entre criaturas imperfectas. No obstante, los cristianos, con la Palabra de Dios en la mano y en el corazón, pueden vencer éstos, pues el salmista David declaró: “Bueno y recto es Jehová. Por eso él instruye a los pecadores en el camino. Él hará que los mansos anden en su decisión judicial y enseñará a los mansos su camino. Todas las sendas de Jehová son bondad amorosa y fidelidad para los que observan su pacto y sus recordatorios.”—Sal. 25:8-10.

DESEMPEÑANDO SU PAPEL EN EL MATRIMONIO

3. (a) ¿Cómo tratan muchos hombres a sus esposas? ¿Qué hay en cuanto a los esposos cristianos? (b) ¿Qué obedece la esposa cristiana?

3 Muchos problemas serían vencidos fácilmente si tanto el esposo como la esposa tuvieran un aprecio profundo de sus apropiadas posiciones respectivas dentro de la unión marital. Los recordatorios de Jehová, registrados en su Palabra, aclaran su posición y responsabilidades. A los esposos, el apóstol Pablo escribió: “Esposos, sigan amando a sus esposas y no se encolericen amargamente con ellas.” (Col. 3:19) Muchos esposos se enseñorean de sus esposas, sometiéndolas a palabras y hechos faltos de bondad. No sucede así con el esposo cristiano verdadero. Tampoco el cristiano varón colocaría a la hembra en un pedestal, otorgándole admiración y honra indebidos. Tampoco esperaría eso la mujer cristiana. Ella misma obedece sabiamente las palabras inspiradas del apóstol: “Esposas, estén en sujeción a sus esposos, como es decoroso en el Señor.” (Col. 3:18) Cuando los hombres y las mujeres, unidos en matrimonio, toman en cuenta los recordatorios de Jehová, los problemas son menos y se alcanza la felicidad.

4. Aunque algunos hombres trataban de manera traidora a sus esposas en el antiguo Israel, ¿cómo obrará el esposo cristiano?

4 Al condenar a la Eva pecaminosa allá en el Jardín de Edén, Dios declaró: “Tu deseo vehemente será por tu esposo, y él te dominará.” (Gén. 3:16) ¡Cuán cierto ha sido esto! Los esposos imperfectos han dominado a sus esposas, a menudo de maneras crueles, ásperas. Ciertamente, sin embargo, estas palabras de Jehová no son autorización para que los esposos tiranicen a sus esposas. Todos los esposos cristianos deben saber que “deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos.” (Efe. 5:28) En el antiguo Israel algunos hombres trataban de manera traidora con sus esposas, divorciándose de ellas después que se cansaban de ellas. Pero Jehová declaró: “Ustedes tienen que guardarse en cuanto a su espíritu, y con la esposa de tu juventud que nadie trate traicioneramente. Porque él ha odiado el divorciarse.” Jamás debería obrar de tal manera un esposo cristiano. De hecho, de ninguna manera trataría con su esposa traicioneramente, porque prestaría atención al recordativo de Jehová: “Tienen que guardarse en cuanto a su espíritu, y no deben tratar traicioneramente.”—Mal. 2:13-16.

5. ¿Cómo puede el esposo cristiano elevarse a la altura de cabeza de familia?

5 ¿Es usted un esposo cristiano? Entonces muestre sus buenas cualidades como cabeza. Sea amoroso y considerado, nunca áspero ni dictatorial. No exija de su esposa que haga cosas solo para hacer valer su autoridad. Piense en los problemas de ella. Como cabeza de la casa, después de considerar todos los hechos, usted tiene que hacer las decisiones finales en asuntos de familia. Con la ayuda de Jehová, el esposo siempre atenderá a que se satisfagan los intereses espirituales de la entera familia. Recuerde esto: Usted es responsable de la condición espiritual de su casa, si es buena o mala. Se necesita su dirección con amor, porque la sujeción de parte de su esposa e hijos no debe tener como base un temor mórbido a usted. Todos deben temer a Jehová. Ningún cristiano debe olvidar que “el temor de Jehová es el principio de la sabiduría” y que “el amor edifica.”—Sal. 111:10; 1 Cor. 8:1.

6. ¿Cómo puede la esposa cristiana contribuir a la felicidad matrimonial? ¿Qué dicen las Escrituras de tal mujer?

6 ¿Es usted una esposa cristiana? Entonces póngase a pensar en la maravillosa contribución a la felicidad matrimonial que usted puede hacer. Usted puede ser tierna, compasiva, amorosa. Proverbios 12:4 dice: “Una esposa capaz es una corona para su dueño, pero como podredumbre en sus huesos es la que obra de manera vergonzosa.” Nunca desearía usted obrar de manera vergonzosa. El que una mujer sea esposa capaz, sumisa, que es hacendosa y que ama a Jehová es excelente, y elogio brotará de su esposo, en realidad, de otros también. Muchas son las mujeres cristianas sumisas, fieles, que han permanecido lealmente al lado de sus esposos, cooperando con ellos en obras piadosas, en tiempos buenos y malos. Si usted se halla entre éstas, entonces se puede decir de usted: “Hay muchas hijas que han demostrado capacidad, pero tú—tú has ascendido por encima de todas ellas. El encanto puede ser falso, y la lindura puede ser vana; pero la mujer que teme a Jehová es la que se procura alabanza. Denle del fruto de sus manos, y alábenla sus obras aun en las puertas.”—Pro. 31:29-31.

7, 8. (a) ¿Qué consejo dio el apóstol Pablo en 1 Corintios 7:3-5? (b) ¿Cómo puede mostrarse consideración en la relación marital?

7 Para felicidad duradera en el matrimonio, deben tomarse en cuenta los recordatorios de Jehová, como se manifiestan en la Biblia. Tanto el esposo como la esposa tienen que desempeñar sus papeles respectivos. Hay un aspecto particular de la vida en el que tienen que mostrar amor y entendimiento. En cuanto a éste el apóstol Pablo escribió: “Que el esposo rinda a su esposa lo que le es debido; pero que la esposa haga lo mismo también a su esposo. La esposa no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposo; así mismo, también, el esposo no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposa. No estén privándose de ello el uno al otro, a no ser de común acuerdo por un tiempo señalado, para que dediquen tiempo a oración y vuelvan a juntarse, para que no siga tentándolos Satanás por su falta de regulación en ustedes mismos.”—1 Cor. 7:3-5.

8 La autoridad sobre el cuerpo de un cónyuge no significa que el cristiano está justificado para descartar toda restricción en asuntos íntimos. El esposo debe ser considerado con su esposa, y ella no debe utilizar la atracción que ejerce en su esposo de alguna manera egoísta. En su Palabra, Jehová ha mostrado consideración a las limitaciones de la mujer, y el esposo cristiano debe hacer lo mismo. No debe olvidar los ciclos y vicisitudes de su esposa. Debe tratarla como un vaso más débil, morando con ella según conocimiento. (Lev. 18:19; 1 Ped. 3:7) Una relación marital equilibrada y consideración amorosa le producirán felicidad en el matrimonio.

CONSERVANDO “LO QUE DIOS HA UNIDO BAJO UN YUGO”

9, 10. (a) Cuando surgen problemas matrimoniales, ¿por qué la separación no es la única solución? (b) ¿Qué circunstancias pudieran dar lugar a considerar la separación? Aun entonces, ¿qué punto de vista debería adoptarse?

9 A veces, pueden surgir serios problemas maritales entre los humanos imperfectos, a tal grado que se piense en la separación. Pero Jesucristo dijo: “¿No leyeron que el que los creó desde el principio los hizo macho y hembra y dijo: ‘Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una sola carne’? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Por lo tanto, lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre.” Obviamente, entonces, deben hacerse esfuerzos encarecidos para conservar “lo que Dios ha unido bajo un yugo.” Por eso, si surgieran problemas matrimoniales, no considere inmediatamente la separación como la única solución. Es mejor pensar en el día de su matrimonio y en el gozo que éste le produjo a usted. Su problema puede resolverse si se permite que el amor entre otra vez en escena.—Mat. 19:4-6.

10 Esencialmente, las Escrituras aconsejan a las personas casadas que permanezcan juntas. Pablo lo expresó así: “Si algún hermano tiene esposa incrédula, y sin embargo ella está de acuerdo en morar con él, no la deje; y la mujer que tiene esposo incrédulo, y sin embargo él está de acuerdo en morar con ella, no deje a su esposo. . . . Pues, esposa, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposo? O, esposo, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposa?” (1 Cor. 7:12-16) De esto es evidente que el cristiano ni siquiera debe considerar el separarse de su cónyuge a menos que el caso sea crítico. El abuso físico extremado, la amenaza verdadera a la vida, o el poner en peligro absolutamente la espiritualidad de una persona, pudiera hacer surgir el considerar la separación. Pero aun en estos casos el cristiano maduro se separaría de un cónyuge solo como último recurso.

11. (a) Si hay amenaza de separación, ¿qué entonces? (b) ¿De qué maneras puede la separación misma plantear problemas?

11 Debe hacerse esfuerzo intenso para mantener unido el matrimonio. Por consiguiente, si amenaza la separación, diríjase a Jehová. Considere en oración todo aspecto del asunto. “Persistan en la oración.” (Rom. 12:12) Arroje su carga sobre Jehová y él ciertamente lo sostendrá y lo dirigirá a usted. (Sal. 37:5) Además de orar, trabaje duro para conservar su unión. No pase por alto el hecho de que la separación misma puede plantear problemas que usted no había previsto, problemas con respecto al cuidado de los hijos, fondos, alojamiento, etc. Luego, también, sus propias necesidades físicas y emocionales, aparentemente insignificantes en una ocasión de discusión acalorada que conduce a una separación, pueden hacerse sentir si la separación ciertamente tiene lugar. ¡Cuán terrible sería si usted fuese a ceder a la pasión y obrara inmoralmente bajo la presión de una separación, quizás autoimpuesta!

12. ¿Qué preguntas pudiera hacer una persona casada en una ocasión de relaciones tensas?

12 Para evitar la separación en una ocasión de relaciones tensas, no someta solo a su cónyuge a escrutinio personal, sométase a escrutinio usted también. Pregúntese: ¿Qué estoy haciendo para que este matrimonio tenga éxito? ¿Soy tan considerado como debería serlo? ¿Realmente despliego los frutos del espíritu de Dios? ¡Piense! Entre estos frutos se hallan el amor y el gobierno de uno mismo. (Gál. 5:22, 23) ¿Ejerce gobierno de usted mismo cuando su cónyuge está irritable? ¿O exagera usted los asuntos de poco significado? Si lo hace, deje de hacerlo. Quizás esto salve a su matrimonio. Asegúrese de que usted esté haciendo todo cuanto puede para enfrentarse a sus problemas y que usted está permitiendo que el espíritu de Jehová gobierne su vida.

13. ¿Por qué la separación no es prudente ni necesaria cuando ambos cónyuges están dedicados a Jehová? ¿Qué derrotero debería seguirse?

13 Tristemente, a veces sucede que las condiciones se hacen tensas en una unión en que ambos cónyuges están dedicados a Jehová. En estos casos especialmente no es ni prudente ni necesaria la separación. Los matrimonios cristianos dedicados deberían poder resolver sus problemas con amor. ¿Y por qué no? “El amor nunca falla.” (1 Cor. 13:8) Si hay algún desacuerdo doméstico, el manejarlo en privado por lo general bastará. Jesús dijo: “Además, si tu hermano comete un pecado, ve y pon al descubierto su culpa entre ti y él a solas. Si te escucha, has ganado a tu hermano.” (Mat. 18:15) Ciertamente, usted debe poder ganar a su esposo o esposa cristiano dedicado, pero tiene que intentarlo.

14. Al discutir un problema, ¿qué procedimiento se les sugiere a las personas casadas?

14 Para hacer esto será necesario aclarar las cosas. Por eso, considere el problema como se abarca en la Biblia y como se ha tratado en La Atalaya u otras publicaciones cristianas. Siéntense, con la Biblia en la mano, y discutan el problema desapasionadamente. Sean lo bastante honrados para reconocer cualquier debilidad o el mal que hayan cometido. Como esposa, puede ser que usted no haya sido sumisa en algún respecto. Como esposo, puede que usted no haya sido considerado en cierta ocasión. El Watch Tower Publications Index o los índices de las publicaciones de la Watch Tower han ayudado a muchas personas a localizar una consideración de su problema en La Atalaya u otras publicaciones cristianas. Quizás el considerar las posiciones relativas del esposo, la esposa y los hijos dentro del círculo de la familia sería provechoso. Ustedes podrían consultar La Atalaya del 15 de diciembre de 1962, que contiene los artículos intitulados “Edificando una familia feliz” y “Papel de la esposa y los hijos en una familia feliz.” También, no pase por alto el artículo intitulado “Cuando los lazos matrimoniales están a punto de romperse,” que se publicó en La Atalaya del 1 de febrero de 1964. Si usted no tiene estos números, quizás pueda conseguirlos en el Salón del Reino de los testigos de Jehová. Pasen juntos como esposo y esposa una noche o más estudiando ese material. Presten atención a los recordatorios de Jehová. ¿Querrán separarse después? Es probable que no.

15. ¿Cómo unificará la oración a los cónyuges cristianos?

15 Pero hay algo más de gran importancia. El orar juntos unificará a los cónyuges cristianos. Hace siglos el humilde David pidió encarecidamente a Jehová: “Escudríñame completamente, oh Dios, y conoce mi corazón. Examíname y conoce mis pensamientos inquietantes, y ve si hay en mí algún camino doloroso, y guíame en el camino de tiempo indefinido.” (Sal. 139:23, 24) ¿Por qué no hacer una ferviente petición semejante? Después de unirse en oración a Jehová en cuanto a su problema, ¿podrán tratarse uno al otro áspera o fríamente? No. La oración sin duda los juntará. Después de todo, con una mente humilde ustedes habrán abierto su corazón a Jehová, quizás de rodillas. Y lo habrán hecho juntos. Entonces, ¿pueden proceder de manera contraria a sus súplicas? ¡Difícilmente!

AYUDANDO A LOS CÓNYUGES INCRÉDULOS

16, 17. Si el cristiano casado aguanta penalidad en una casa dividida, ¿qué puede ser el resultado? Dé un ejemplo.

16 En una casa que está dividida religiosamente quizás haya penalidad, hasta oposición declarada. (Mat. 10:32-39) Pero si usted aguanta esto por causa del reino de Dios, quizás gane a su esposo o esposa al cristianismo verdadero. El apóstol cristiano Pedro escribió: “De igual manera, ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto.” (1 Ped. 3:1, 2) Y esto ciertamente sucede. ¿Cómo lo sabemos?

17 Bueno, en la isla de Madera en el océano Atlántico al oeste de Marruecos vive una mujer cristiana que puede testificar de esto. Considere este relato de lo que sucedió en su caso: “Cuando se comenzó un estudio [de la Biblia] en su casa, esto produjo gran dificultad, ya que su esposo se oponía de manera violenta e hizo cuanto pudo para detenerlo. Sin embargo, el estudio progresó, y pronto la señora comenzó a concurrir a las reuniones y a salir al servicio. Al aumentar su interés en la verdad, aumentó la oposición de su esposo, hasta que finalmente la hermana decidió separarse de su esposo. El consejo de los hermanos fue que continuara viviendo con él y fuera una esposa modelo, como se expresa en 1 Pedro 3:1, 2, para ganarlo a la verdad. Ella hizo esto, orando continuamente a Jehová por su ayuda y guía. El resultado fue que algunos meses después súbitamente su esposo pidió que viniera un testigo de Jehová a la casa a estudiar con él. Debido a la fidelidad y paciencia de esta hermana tanto ella como su esposo se bautizaron en la última asamblea y ahora ambos son testigos dedicados de Jehová.” (Yearbook of Jehovah’s Witnesses para 1963, página 243) ¡Qué excelente resultado! Al prestar atención a los recordatorios de Jehová en una casa dividida puede evitarse la separación y esto a menudo con resultados espléndidos.

18. (a) ¿Qué posibilidades para vigorizar la congregación cristiana existe entre los cónyuges incrédulos de creyentes? (b) ¿Cómo beneficiará al cónyuge creyente el que el cónyuge anteriormente incrédulo acepte el cristianismo?

18 Realmente, entre los cónyuges incrédulos de los creyentes existe una gran posibilidad para vigorizar la congregación cristiana. A veces las mujeres abrazan primero el cristianismo verdadero; de modo que subsiste la oportunidad de ayudar a sus esposos a hacerse cristianos. Con el tiempo, algunos de estos hombres quizás se dediquen a Dios y avancen a la madurez espiritual. A medida que Jehová Dios hace prosperar el trabajo de su pueblo, se forman nuevas congregaciones y hay necesidad de superintendentes y siervos ministeriales adicionales para éstas. Con el tiempo algunos que en otro tiempo eran cónyuges incrédulos de mujeres creyentes pueden ocupar tales puestos. También, con la aceptación del cristianismo verdadero por un esposo que anteriormente era incrédulo, se vence la desunión religiosa dentro de una casa. El vínculo de familia se fortalece y una mujer que quizás en otro tiempo haya tenido oposición de parte de su cónyuge entonces recibe su ayuda. Para ella esto quizás signifique un ministerio mejorado y extenso. También puede haber hijos que saquen provecho. Por eso, hay buena razón para ayudar a los cónyuges incrédulos de los creyentes. Esto es verdad, por supuesto, sean hombres o mujeres.

19. ¿Por qué pudiera sentirse desatendido un cónyuge incrédulo? ¿Qué puede hacer en cuanto a eso el cónyuge cristiano?

19 Si ahora su cónyuge es incrédulo, recuerde que como cristianos debemos a los más allegados a nosotros una deuda de amor. (Rom. 13:8) ¿Recuerda a Rahab? Tuvo que juntar a los de su familia en su casa para que todos fueran conservados cuando los israelitas marcharan contra Jericó. (Jos. 2:17-21) Quizás usted pueda hacer algo semejante en estos últimos días. Por eso, trabaje para ayudar a su cónyuge incrédulo a hacerse cristiano. A veces un cónyuge incrédulo realmente no se opone al cristianismo verdadero. Simplemente puede entender mal. Aunque él no sea desatendido por su esposa creyente, quizás crea que sí lo es. Ella asiste a reuniones cristianas y participa en el ministerio, y en esto su esposo no participa con ella. Anteriormente, ellos hacían juntos la mayor parte de las cosas. Ahora, aunque ella atiende bien los deberes domésticos y es considerada, el incrédulo se da cuenta que las cosas han cambiado. ¿Puede usted hacer algo en cuanto a esto? Sí. Muéstrele a su cónyuge aun más amor y consideración de lo que pudiera considerarse normal. Naturalmente, si comienza a interesarse en el cristianismo verdadero, usted tiene motivo de gozo. Por todos los medios posibles trátelo con gran bondad y entendimiento.—Col. 3:12.

20. ¿Qué oportunidades existen para establecer una relación amigable con un cónyuge incrédulo?

20 Un cónyuge incrédulo quizás se impresione de manera favorable si un matrimonio cristiano visita su casa. Posiblemente el esposo cristiano visitante pueda establecer una relación genuinamente amigable con el incrédulo. Por ejemplo, si el cónyuge creyente está enfermo, un matrimonio dedicado podría visitarlo, mostrando así interés cristiano. O el incrédulo quizás esté enfermo. ¿No sería una cosa buena el que estos cristianos mostraran interés en él? Ciertamente que sí. Bueno, entonces, ¿por qué no visitar en tales ocasiones y suministrar ayuda, si es posible? Sea útil en otras ocasiones también. Así quizás tenga usted oportunidades de ofrecer consuelo y estímulo bíblicos. Estas palabras pueden recibirse con aprecio por aquel cuyos oídos y corazón en otro tiempo no respondían.

21. ¿Cómo debería proceder el cristiano si se presente la oportunidad de discutir la Biblia con el cónyuge incrédulo?

21 Si se presentara la oportunidad de discutir la Biblia, ¿entonces qué? No riña con el cónyuge incrédulo. Que se exprese. Esto lo capacitará a usted a determinar cómo puede ayudarle. Muestre usted que comprende su posición. Tenga empatía, poniéndose usted mismo en su lugar. Trate de ver las cosas desde su punto de vista. Elógielo donde eso sea posible. Por ejemplo, quizás no discierna por qué los testigos de Jehová no aceptan transfusiones de sangre. Usted pudiera señalar que muchas personas que ahora son testigos de Jehová opinaban así antes. Si usted opinaba así personalmente, dígaselo. Quizás entonces usted pueda explicar que usted tenía el mismo punto de vista que él hasta que se enteró de lo que la Biblia dice en cuanto a la sangre. Entonces quizás sea provechoso dirigir su atención a lo que se dice en la Palabra de Dios en textos como Génesis 9:3, 4 y Hechos 15:28, 29. Por medio de su bondad y paciencia es posible que pueda ayudar muchísimo a esta persona.

22. ¿Qué pudiera explicársele al incrédulo en cuanto a la dedicación a Dios y el propósito de los testigos de Jehová? ¿Qué perspectiva existe?

22 En una ocasión adecuada usted también podría mostrar al cónyuge incrédulo que él tiene para consigo mismo y para con su esposa la obligación de investigar lo que ella cree. Quizás se desee explicar lo que significa la dedicación a Dios y por qué su esposa cristiana dedicada tiene que cumplir el voto que ha hecho a Jehová de hacer su voluntad en su vida. (Ecl. 5:4, 5) En otra ocasión usted pudiera explicar que los testigos de Jehová enseñan verdades bíblicas para que la gente pueda obrar con conocimiento. (Rom. 10:13-15) Indique que si él considera lo que enseñan las Escrituras sacará provecho. Entonces, puede escoger inteligentemente el derrotero que haya de emprender. Si las cosas progresan hasta el grado en que se comience un estudio bíblico con el cónyuge incrédulo, quizás él se sienta más tranquilo si su esposa no está presente para el estudio, por un tiempo, por lo menos. Que las circunstancias gobiernen esto. Pero, ¡póngase a pensar! Si usted muestra este sincero interés cristiano, algún día quizás esta persona esté instruyendo a otros con la “palabra de vida,” participando con usted y su propio cónyuge en proclamar las buenas nuevas eternas. ¡Qué magnífica expectativa!—Rev. 14:6; Fili. 2:16.

23. ¿Qué cualidad debe ejercerse en el matrimonio? ¿Por qué prestar atención a los recordatorios de Jehová?

23 Después de considerar los recordatorios de Jehová, entonces, ¿qué puede decirse del matrimonio? Que de veras, el matrimonio en la sociedad del nuevo mundo puede producir felicidad verdadera. Sin embargo, si surgen problemas determínese a resolverlos con amor aplicando principios bíblicos. Trabaje para conservar lo que Dios ha unido bajo un yugo. Dé ayuda sincera a los cónyuges incrédulos. Y adorne su matrimonio con amor, porque ninguna cualidad lo eclipsa. “Muchas aguas mismas no pueden extinguir el amor, ni los ríos mismos pueden arrastrarlo con ellos.” (Cant. de Sal. 8:7) Como esposo y esposa unidos en matrimonio, continúen exhibiéndose amor uno al otro mediante palabras y hechos. Presten atención a los recordatorios de Jehová. Entonces serán felices. ¡Y cuán espléndido es el matrimonio cristiano cuando predomina el amor y cuando la Biblia es la guía!

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