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Cómo puede beneficiarle el reino de DiosLa Atalaya 1978 | 15 de junio
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52. ¿Qué expectativas se presentan al pueblo de Dios según lo indica 1 Corintios 15:24-28?
52 La Palabra de Dios en 1 Corintios 15:24-28 revela que cuando el Reino haya vindicado la soberanía de Dios sobre toda la Tierra y todo el universo como recta y justa, Cristo entonces devolverá este Reino a Jehová, para que “Dios sea todas las cosas para con todos.” Para ese tiempo Jehová tiene servicios adicionales para Jesús y sus 144.000 asociados. Los que estén en la Tierra y que después pasen la prueba decisiva en cuanto a su lealtad a la Soberanía Universal de Jehová honrarán para siempre a Jesús como el agente principal que Dios ha usado para restaurar la Tierra a su lugar propio en el universo, mientras sirven a Jehová con adoración pura y limpia.—Rev. 20:7-15.
53. (a) ¿A qué conclusión tenemos que llegar tocante a los beneficios que proveerá el reino de Dios? (b) ¿A que nos pongamos de parte de qué se nos anima, y con qué gloriosa expectativa en mira?
53 En vista de todos estos magníficos logros, ¿puede algo serle más beneficioso que el reino de Dios? Seguramente hay toda razón para dar gracias a Jehová por esta provisión tan amorosa. ¡Póngase usted firme y lealmente de parte del Reino de Dios por Jesucristo y disfrute de sus beneficios por toda la eternidad!
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Esforzándose por ayudar en la América CentralLa Atalaya 1978 | 15 de junio
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Esforzándose por ayudar en la América Central
● Después de su gran terremoto, las nuevas construcciones y los altos precios del café resultaron en una más saludable economía para la Ciudad de Guatemala, Guatemala, pero muy poco se ha filtrado hasta las secciones menesterosas del país. Trabajadores de tiempo completo de los testigos de Jehová, llamados precursores especiales, continúan llevando su obra de estudio bíblico gratuito a muchas de estas personas.
Un matrimonio que sirve en una sección muy aislada sacó fondos de su pequeña cuenta de gastos personales para comprar una lámpara de gasolina para usarla en sus reuniones, puesto que no tenían electricidad disponible. Su deseo sincero de ayudar a estas personas en desventaja económica también se refleja en otra solicitud de fondos sacados de su cuenta:
“Para llegar a nuestro territorio lejano tenemos que caminar, llevando nuestro propio colchón y ropa de cama para poder pasar la noche en aldeas donde no hay hoteles ni alojamiento de esa clase. Solicitamos sacar sesenta dólares para comprar un burro. Estos burritos son muy dóciles y es fácil mantenerlos y, si se nos concede nuestra petición, aligerarán nuestra carga.”
● De modo similar, desde una zona montañosa de El Salvador una persona interesada en la verdad invitó a un representante de circuito de los testigos de Jehová a ir a aquel lugar y pronunciar un discurso publicó. El orador y su esposa viajaron por autobús hasta la última parada, y luego anduvieron el resto del camino, unos dieciséis kilómetros. Sus esfuerzos fueron remunerados cuando 30 personas se presentaron para escuchar el discurso.
El hombre que había invitado al orador apreció tanto la devoción abnegada de este matrimonio que se puso de pie y dijo al auditorio: “Acuérdense de cuando invitamos al ministro evangélico, que dijo que vendría solo con la condición de que le pagáramos 30 colones (12 dólares) y le proveyéramos un caballo para el viaje. Pero porque no tuvimos con qué pagarle, no vino. Esta vez invitamos a los testigos de Jehová y ellos no pidieron ni dinero ni caballos, sino que vinieron caminando; por lo tanto, tienen que ser la religión verdadera.”
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