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La gente necesita una guía segura¡Despertad! 1976 | 22 de abril
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La gente necesita una guía segura
LOS viajeros conocen el valor de los mapas confiables. Los mecánicos quizás consulten los manuales antes de acometer un trabajo de reparación. Aun los cocineros experimentados quizás usen recetas de otros. Prescindiendo de la actividad a que uno se dedique, probablemente le sería provechosa alguna clase de guía.
Al atender los asuntos cotidianos de la vida, las personas a menudo se apoyan en la experiencia y aprendizaje que recibieron en el pasado. Además, una persona se puede preparar por anticipado para varias situaciones que tenga que enfrentar. Por ejemplo, un viajero puede leer, hablar con otros y entonces decidir qué llevar consigo a modo de ropa, equipo y cosas similares.
Sin embargo, en la vida hay cosas para las cuales uno no puede planear por adelantado. Surgen situaciones completamente inesperadas. El conocimiento y la experiencia de una persona pueden fallar, y sus fuentes diarias de guía pueden resultar deficientes. Puede estar inseguro en cuanto a dónde dirigirse. Puede hallarse en una situación como la de los marineros atrapados en una terrible tormenta que un cancionista hebreo de la antigüedad describió como hombres que “trastabillan y se mueven con inseguridad . . . y aun toda su sabiduría resulta confusa.” (Sal. 107:27) ¿Se ha sentido así usted alguna vez?
Especialmente en el campo de las relaciones humanas la gente percibe vivamente que necesita una guía confiable. Por ejemplo: ¿Cuál es el mejor modo de educar a los hijos? ¿Cómo pueden los padres mantener buena comunicación con sus hijos e hijas adolescentes? ¿Qué mantendrá fuerte el vínculo matrimonial? ¿Cómo se pueden mantener buenas relaciones con los vecinos y con los compañeros de trabajo? Estas preguntas y muchas otras como éstas merecen respuestas. Pero, ¿hay una fuente que pueda suministrar las respuestas correctas?
Hay ocasiones en que los problemas sencillamente no se pueden resolver a nivel personal. El individuo puede ser la víctima de circunstancias que están más allá de su control... como las presiones que resultan de lo que otros hacen. Puede que sea honrado y franco en sus tratos con su prójimo. Sin embargo está impotente cuando se trata de poner fin completo a todos los males morales y éticos que estén cometiendo las personas entre quienes tiene que vivir y trabajar. Quizás trabaje duro, gaste el dinero con prudencia y ahorre de modo regular. Pero no puede impedir que la inflación nacional reduzca el valor de sus ahorros. No hay nada que él pueda hacer para garantizar positivamente la seguridad económica para sí mismo.
Claro está que la gente hoy necesita una guía que no solo suministre respuestas seguras, sino que también proporcione una ayuda para hacer frente a los problemas para los cuales quizás no haya soluciones personales. Y puesto que muchos de los problemas son mundiales, esa guía debería decir cómo se resolverán estos problemas mundiales.
Si existe esa guía confiable para vivir, ¿qué esperaría que hiciera por usted? ¿Qué efecto puede la aplicación de ésta tener sobre su familia, su salud y su futuro?
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A lo que debe conducir la guía segura¡Despertad! 1976 | 22 de abril
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A lo que debe conducir la guía segura
¿Por qué son importantes las familias fuertes, unidas? “Civilizaciones enteras han sobrevivido o desaparecido, dependiendo de si la vida de familia era fuerte o débil.”—“World Book Encyclopedia,” tomo 7, pág. 24.
El egoísmo, las riñas enconadas, la falta de comunicación, y la sospecha minan la fortaleza de una familia. ¿Qué debe hacer por una familia la guía segura? Debe apartarla de estas influencias debilitadoras. En cambio, debe estimular el altruismo, el afecto profundo y la confianza entre los miembros de la familia. Por lo tanto, se esperaría que el seguir una guía segura produjera mejores esposos y esposas, mejores padres y madres, y mejores hijos e hijas. Sí, el resultado debe ser familias unidas... familias en las cuales el interés de cada miembro no está fijado principalmente en sí mismo, sino en lo que será para el mejor interés de todos.
La guía segura también debe ayudar a la gente a evitar o reducir la tensión que puede arruinar la seguridad personal, la buena salud y las excelentes relaciones con el prójimo.
Los neurólogos reconocen que la tensión puede causar cambios en el cuerpo humano que pueden dañar su salud y poner en peligro su vida. Una persona que se enferma físicamente debido a las frustraciones, a las ansiedades de ganar el sustento, o debido a las malas relaciones con su prójimo puede recuperar su salud si se le puede ayudar a cambiar su actitud. Por ende, la guía apropiada también debe servir de medida preventiva y contribuir a que uno disfrute lo mejor de la vida bajo las circunstancias presentes. Entonces, ¿qué clase de guía se necesita?
El hombre necesita una guía que lo aleje de tener demasiado apego a las cosas materiales y que le dé la seguridad de que no quedará reducido a un estado desesperado. Esa guía también debe ayudarlo a vencer los celos, odios, prejuicios y sospechas. Debe impulsarlo a huir de hábitos que son perjudiciales física y emocionalmente.
¿Puede algún hombre o grupo de hombres suministrar la excelente guía que señala hacia un futuro seguro y feliz para usted y las personas a quienes ama?
[Ilustración de la página 4]
El vivir en armonía con la guía segura debe resultar en producir . . .
NO ESTO . . . SINO FAMILIAS FUERTES, UNIDAS
[Ilustración de la página 5]
DE ESTO... A ESTO
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¿Tiene el hombre las soluciones?¡Despertad! 1976 | 22 de abril
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¿Tiene el hombre las soluciones?
¿HAN provisto los peritos del mundo la guía que se necesita para crear familias fuertes, unidas? ¿Señalan la ciencia y la tecnología el camino a un futuro seguro y feliz?
Considere lo que dicen los peritos acerca de la guía que ellos mismos les han dado a los padres, según los siguientes recortes traducidos del inglés:
¿No revelan claramente estas confesiones que no se puede depender de los peritos en lo que respecta a suministrar guía de la clase correcta para una vida de familia feliz?
¿Es la ciencia la solución?
¿Qué se puede decir de la ciencia y la tecnología? A fines del siglo diecinueve la gente estaba entusiasmada por las maravillas que pensaban que la ciencia y la tecnología realizarían en el futuro.
“Scientific American,” en su número de julio de 1899, presentaba una visión futura y optimista del impacto que el automóvil tendría en la vida urbana. Esta publicación describió “vehículos con livianas llantas de goma moviéndose rápida y silenciosamente” sobre calles “limpias, sin polvo ni olor,” eliminando mucho de la “nerviosidad, distracción y tensión de la vida metropolitana de hoy día.” ¡Qué diferente es esto de la verdadera situación actual... calles bulliciosas, repletas de automóviles, autobuses y camiones que arrojan al aire gases mortíferos!
Es cierto, la ciencia y la tecnología han producido más artefactos que ahorran trabajo, han hecho posible más tiempo libre para muchos y le han dado a la gente una mayor mobilidad. Pero, tristemente, todo esto viene acompañado de presiones adicionales que fragmentan a las familias, producen frustraciones, arruinan la salud de muchos y, de hecho, amenazan la existencia humana.
René Dubos, científico y autor, en un artículo para el “Times” de Nueva York del 7 de enero de 1975, señaló:
“En los Estados Unidos el consumo promedio de energía por persona es hoy aproximadamente el doble de lo que era hace treinta años y también es el doble de lo que es ahora en Europa. ¿Hay alguien que verdaderamente crea que esta diferencia se refleja en más felicidad, menos sufrimiento, mayor longevidad entre los norteamericanos del día actual, o en un progreso más rápido de la civilización norteamericana hacia metas más deseables? Un reciente estudio basado en medidas de varios indicadores sociales en 55 países no reveló ningún efecto provechoso del consumo documentado de energía sobre la calidad de la vida; si es que hubo alguna correlación, ¡fue que a mayor consumo de energía, hubo mayor porcentaje de divorcios y suicidios!
“Por supuesto, una abundante provisión de energía es esencial para la producción de más y más artículos industriales, pero no es de esto que dependen la felicidad y la civilización. . . .
“Me arriesgo aun más y afirmo que en los lugares altamente industrializados del mundo una disminución en el consumo de la energía podría a la larga tener una multiplicidad de efectos provechosos. Estos incluirían mejoras en la salud física y mental, prácticas agrícolas más seguras basadas en los principios ecológicos, estilos arquitectónicos más interesantes debido a estar más adaptados a las condiciones locales, normas de planeamiento rural y urbano que favorecieran un reavivamiento del espíritu comunal... y por supuesto una ecología mundial menos perturbada.”
Concerniente a la peligrosa situación en que se halla el hombre, Barry Commoner, en su libro “Science and Survival” (pág. 126), escribe:
“A pesar de los éxitos deslumbradores de la tecnología moderna y del poder sin precedentes de los sistemas militares de hoy, éstos sufren de un defecto común y catastrófico. Aunque nos proveen de alimentos en abundancia, de grandes plantas industriales, de transporte de alta velocidad, y de un armamento militar de poder sin precedentes, amenazan nuestra mismísima supervivencia.”
Obviamente, los problemas a los que la humanidad se enfrenta brotan, en muchos casos, de las cosas que se consideraron prometedoras de un mundo mejor. Es indiscutible que no se puede depender de que las opiniones cambiantes y contradictorias de los hombres señalen la salida de la mala situación actual. ¿No sugiere esto que se necesita una guía de una fuente superior al hombre? Lo que es más, puesto que muchas personas hacen cosas que saben que son malas y perjudiciales para ellas mismas y otros, esa guía también tiene que proveer el incentivo para que cambien sus costumbres. Tiene que darles un verdadero propósito en la vida. ¿Existe semejante guía?
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