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Efectuando lo que nos corresponde para promover una feliz vida de familiaLa Atalaya 1978 | 1 de febrero
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constantes, de disciplinar a los hijos, y también de la relación marital, a la que el apóstol Pablo se refiere como rendir lo que se le debe a cada cónyuge en la vida íntima de cada cónyuge con el otro. (1 Cor. 7:3-5) Hay interés envuelto en una consideración de estos asuntos, y por eso el artículo siguiente abarcará estos puntos con mayores detalles para nuestro provecho.
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Trabajando juntos para la unidad de la familiaLa Atalaya 1978 | 1 de febrero
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Trabajando juntos para la unidad de la familia
1. (a) ¿Qué clase de expresiones y actitudes quieren evitar las familias cristianas? (b) ¿Cuál es el buen consejo de Colosenses 4:6?
“¡TE LO DIJE!” “¡Nunca me escuchas!” “¿No te dije que pasaría eso?” Con demasiada frecuencia esas expresiones se hacen parte de las discusiones de familia entre los cónyuges y sus hijos. Se dicen con un tono de disgusto cuando algo no ha salido bien y ha sido idea del otro cónyuge. El sabio escribió: “Mejor vivir solo en el desierto que con una esposa regañona y de mal genio.” (Pro. 21:19, New English Bible) Lo mismo se puede decir de vivir con un esposo regañón y de mal genio. Un diccionario define así la palabra “regañón” o “regañona”: “Dícese de la persona que tiene costumbre de regañar sin motivo suficiente.” Esta forma de irritación ciertamente no debe existir en la casa o familia cristiana. Ambos socios en el arreglo matrimonial deben guardarse de ello. Hay buen consejo para todos nosotros en las palabras del apóstol a la congregación de Colosas: “Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno.” (Col. 4:6) El responder uno de esa manera a su cónyuge ciertamente resultará en bendición para los dos cónyuges.
2. ¿Cómo se dio información oportuna sobre la bondad a los lectores de esta revista en el pasado?
2 Poco tiempo atrás, en las páginas de esta revista se publicó un artículo que trató de la bondad. Entre otras cosas dijo lo siguiente: “Los que afirman que son cristianos quieren vigilar que su bondad no sea menor que la bondad . . . que a veces muestran personas que no alegan ser siervos de Dios. . . . Vemos y leemos acerca de actos de extraordinaria bondad humana que, en contraste, quizás revelen menos bondad por parte de algunos que afirman ser siervos dedicados de Dios.” ¡Qué triste, verdaderamente, sería el que, en nuestro círculo familiar de adoradores dedicados de Jehová, no nos mostráramos bondad unos a otros en el trato!
3. ¿Cómo aplica el término “igual manera” al modo en que los esposos deben tratar a sus esposas?
3 A los esposos, el apóstol Pedro da este excelente consejo sobre mostrar interés apropiado en sus esposas: “Ustedes, esposos, continúen morando con ellas [sus esposas] de igual manera de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil, el femenino, puesto que ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin de que sus oraciones no sean estorbadas.” (1 Ped. 3:7) Los trazos de la “igual manera” a la cual alude Pedro se dan en sus palabras anteriores, comenzando desde el 1 Ped. capítulo dos de su carta, donde da consejo sobre sujeción apropiada y temas relacionados. Hablando del Señor Jesucristo, Pedro escribió que él había dejado a sus seguidores un modelo que éstos habían de seguir. De Jesús, dijo: “Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia.” (1 Ped. 2:23) Ese realmente era el derrotero de la bondad, un ejemplo verdaderamente digno de que los esposos lo sigan de igual manera.
4. ¿Cómo deben mostrar bondad las esposas de “igual manera”?
4 Por supuesto, Pedro también tuvo algún consejo sabio para que también de “igual manera” lo siguieran las esposas. Habló de que las mujeres tengan el “espíritu tranquilo y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios.” Ese, de veras, es el camino de la bondad para las esposas que afirman ser siervas de Jehová y Cristo Jesús.—1 Ped. 3:1-4.
5. Muestre cómo el consejo de Pedro tocante a ejercer bondad aplica a todos.
5 Pero eso no es todo. Cuando se trata de mostrar ese espíritu bondadoso en el círculo de la familia, no es solo a los padres a quienes se pide que se abstengan de estar irritando con regaños constantes y de ser criticones. Las palabras adicionales de Pedro fueron: “Finalmente, todos ustedes sean de un mismo ánimo y parecer, compartiendo sentimientos como compañeros, teniendo cariño fraternal, siendo tiernamente compasivos, humildes de mente.” El excelente galardón que proviene de seguir este consejo lo mencionó Pedro solo unos versículos después, cuando dijo: “Porque los ojos de Jehová están sobre los justos, y sus oídos atentos a su ruego.”—1 Ped. 3:8, 12.
INTERÉS APROPIADO EN LOS HIJOS
6. (a) Al mostrar interés en los hijos, ¿cómo deben asumir la responsabilidad tanto el padre como la madre? (b) ¿Qué consejo bíblico tenemos tocante a la educación de los hijos?
6 Entonces está el asunto de edificar a
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