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La oración... ¿rito vacío o comunicación significativa?¡Despertad! 1981 | 22 de febrero
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nominales visitan las iglesias solamente durante la época de la Pascua Florida, los japoneses devotos hacen visitas con regularidad. En muchos hogares se encuentra un kamidana, una repisa para las imágenes de la religión sintoísta, y un butsudan, altar familiar de la religión budista, o una de estas dos cosas. Es aquí donde los miembros de la familia ofrecen oraciones por medio de encender una vela, la cual utilizan para encender incienso. Arrodilladas ante este tipo de altar, estas personas primeramente tocan un carillón con un palito de madera y entonces recitan vez tras vez una oración escrita o algunas palabras que hayan aprendido de memoria, como: “Namu-Amida-Butsu” (Gloria a Amida Buda). Quizás repitan este rezo en tono monótono por 20 minutos, y hasta por horas.
¿Qué hay de los japoneses que profesan ser cristianos? Puede ser que se les vea entrar en una iglesia, donde se arrodillan por unos cuantos minutos y oran en silencio o en tono bajo. Hay quienes leen sus oraciones de un libro. Entre estas personas hay algunas que oran en la iglesia frecuentemente, mientras que otras van solamente cuando están pasando por alguna prueba excepcional. Otras utilizan cuentas ensartadas, las cuales van tocando con los dedos una por una a medida que recitan una expresión aprendida de memoria. A intervalos, durante este rito, puede ser que fijen la vista en un crucifijo o en una imagen de cierto santo en particular.
¡Son muchísimas las maneras en que la gente ora! No cabe duda de que haya personas devotas y sinceras haciendo estas oraciones. Pero con respecto a todas estas oraciones, hacemos bien en preguntar: ¿Está lográndose comunicación significativa... o se trata simplemente de un rito vacío?
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¿Importa por qué ora y cómo lo hace?¡Despertad! 1981 | 22 de febrero
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¿Importa por qué ora y cómo lo hace?
“OH, KAMI-SAMA,a por favor ayúdame a pasar el examen. Puesto que no me he preparado bien para el examen, estoy dependiendo enteramente de ti.” Oraciones escritas como ésta se ofrecen en templos religiosos por todo el Japón cuando se acerca el tiempo para los exámenes de mucha competición. Abuelos que se preocupan por sus nietos hacen ofrendas de 10.000 yenes ($50, E.U.A.) a fin de que se pronuncien oraciones diariamente durante todo un año a favor de los esfuerzos escolares de sus nietos.
Muchos de los alumnos que acuden en tropel a los templos durante esta época del año tienen poca fe en Dios. Dijo uno de ellos: “No; por lo general no creo en Dios. Suelo orar por ayuda divina solamente cuando me veo en dificultades.”
Esta actitud ilustra el dicho japonés: “Apóyese en Dios cuando tenga algún problema.”
Pero, ¿qué sucede cuando ha pasado la crisis? Lo común es que Dios quede olvidado hasta que surja la siguiente crisis.
¿Qué se pide en oración?
Usualmente la gente ora porque desea algo. Un artículo de una revista occidental citó oraciones de algunos niños, la mayoría de las cuales eran peticiones: “Estimado Dios: Necesito que se me aumente el dinero de bolsillo. ¿Podrías hacer que uno de tus ángeles se lo dijera a mi papá? Gracias.” “Por favor, ¿podrías enviar dinero a nuestra familia?” “Te ruego que me ayudes en la escuela.”
En el Japón se acostumbra visitar los templos a principios del año nuevo y ofrecer oraciones a Ebisu, el Dios de la Riqueza. Muchísimos japoneses hicieron eso el año pasado para orar por dinero para los meses venideros; tan solo en las ciudades de Kyoto y Tokio más de tres millones de personas visitaron ciertos templos con ese fin.
Las personas que desean recibir protección contra los accidentes o los desastres visitan templos japoneses dedicados a Kannon, la Diosa de la Misericordia, así como santuarios de la religión sintoísta.
Católicos de las Filipinas tal vez oren al “Santo Niño” para tener buena suerte. Cierto hombre compró para su Santo Niño una corona de oro de 14 quilates llena de rubíes y diamantes legítimos en gratitud por la ayuda financiera que, según él, la imagen le había otorgado.
Algunas oraciones son expresiones de aprecio, pero el grueso de las oraciones son peticiones... por casi cualquier cosa.
¿Será contestada la oración?
Por cada persona a quien le parece que sus oraciones por éxito o dinero han sido contestadas, hay muchas que quedan desilusionadas. En la ciudad de Tokio muchísimos estudiantes oran por ayuda durante los exámenes a fin de entrar en escuelas privadas de segunda enseñanza, pero solo el 22 por ciento de los estudiantes reciben notas suficientemente altas como para que se les admita. La mayoría no entra. ¿Por qué no son oídas las oraciones de estos estudiantes?
Una familia de cinco personas visitó un templo de la religión sintoísta para expulsar los demonios de su automóvil con el fin de protegerlo contra accidentes. Cuando la familia se retiraba del templo en su automóvil, el vehículo se estrelló contra un contrafuerte de un puente y los cinco miembros de la familia murieron. ¿Por qué no los protegió la oración? Considere lo siguiente:
¿A quién está orando usted?
Los estudiantes japoneses frecuentemente dirigen sus oraciones a Michizane Sugawara, a quien se ha venerado por largo tiempo como “Dios de la Erudición.” El Sr. Sugawara fue poeta japonés y erudito durante el siglo noveno. Ha estado muerto por mil años. ¿Es lógico creer que él realmente pueda ayudar a mejorar las notas que alguien reciba en su examen?
En lo que tiene que ver con los exámenes de fuerte competición que se dan en el Japón, la verdad es que no son contestadas las oraciones de la mayoría de los estudiantes que oran al Sr. Sugawara. Eso no debería ser motivo de sorpresa. A este respecto, el sentido común está en armonía con la Biblia. Pues ésta dice acerca de los muertos: “No están conscientes de nada en absoluto . . . no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol [la tumba].” (Ecl. 9:5, 10) El Sr. Sugawara, quien actualmente está en el Seol, no puede ayudar a ningún alumno, sea que éste haya estudiado o no haya estudiado cuanto sea necesario para pasar los exámenes.
¿Qué hay de las oraciones que se ofrecen a imágenes, como la imagen budista llamada Kannon, o cualquier otra imagen? Basta con simplemente ser observador para darse cuenta de que el mundo está lleno de personas que oran a tales imágenes para tener éxito y felicidad y sin embargo no alcanzan el éxito ni la felicidad. ¿Por qué?
Si las oraciones dirigidas a algún difunto son inútiles, ¿serían de mayor provecho las oraciones dirigidas a una imagen inanimada? Es razonable responder que no. Una vez más, el punto de vista bíblico al respecto está en armonía con el sentido común, pues la Biblia dice que los ídolos son “la obra de las manos del hombre terrestre. Boca tienen, pero no pueden hablar; ojos tienen, pero no pueden ver; oídos tienen, pero no pueden oír. Nariz tienen, pero no pueden oler. Manos son suyas, pero no pueden palpar. Pies son suyos, pero no pueden andar; no profieren sonido con su garganta. Quienes los hacen llegarán a ser lo mismo que ellos, todos los que confían en ellos.”—Sal. 115:4-8.
“Oidor de la oración”
¿Significa este resumen poco prometedor que toda forma de oración sea inútil? De ninguna manera. A diario muchas oraciones sinceras reciben respuesta, como lo indica el artículo que sigue. Pero es necesario orar a la persona correcta. ¿Quién será?
¿No sería lógico que se tratara de alguien que fuera infinitamente más poderoso y sabio que una simple imagen inanimada, o aun un ser humano difunto? ¿No debería ser también alguien que haya demostrado un interés sincero en la humanidad y un deseo amoroso de ayudar a ésta? Puesto que ningún humano tiene el poder que se necesitaría, habría que orar a una persona sobrehumana, y ¿qué persona sobrehumana podría ser más poderosa que el Creador de todas las cosas?
Sí; en armonía con la Biblia, el sentido común nos dice que debemos dirigir nuestras oraciones, no a criaturas iguales a nosotros, ni a las creaciones inanimadas del hombre, como lo son las imágenes, sino al Creador viviente del universo.
¿Cuál de los muchos dioses y espíritus a quienes la gente adora hoy día encaja con esa descripción? Note cuán claramente se identifica a este Dios en la Biblia: “Porque esto es lo que ha dicho Jehová, el Creador de los cielos, Él, el Dios verdadero, el Formador de la tierra y el Hacedor de ella . . . ‘Yo soy Jehová, y no hay ningún otro.’”—Isa. 45:18.
Pero, ¿se interesa verdaderamente este poderoso Creador en las oraciones de su creación humana, o mira él con indiferencia la situación difícil del hombre como lo hacen los dioses insensibles de muchas religiones? Note la siguiente descripción conmovedora: “Oh Oidor de la oración, aun a ti vendrá gente de toda carne.”—Sal. 65:2.
Así la Biblia describe a Jehová Dios como el gran Oidor de la oración. Él invita a personas sinceras de todas las culturas y antecedentes a orar a él. Tal vez usted diga: ‘Eso parece bueno, pero, ¿corroboran los hechos registrados esa descripción?’ ¡Ciertamente que sí!
Según el registro histórico, hace unos 3.500 años, mucho antes de que naciera Confucio o Buda, Jehová Dios ‘oyó el clamor’ de sus adoradores, quienes estaban en Egipto como esclavos. Contestó las oraciones de ellos por medio de enviar a Moisés para liberarlos.—Éxo. 3:6-10.
Quinientos años más tarde, su fiel siervo el rey David pudo hacer la siguiente declaración verídica: “Bendito sea Jehová, porque ha oído la voz de mis ruegos.” (Sal. 28:6) Mil años después, Jesucristo, el Hijo de Dios, demostró que su Padre no había cambiado, pues Jesús dio la siguiente garantía: “Muy verdaderamente les digo: Si le piden alguna cosa al Padre se la dará en mi nombre.” (Juan 16:23) ¡Esta promesa todavía es confiable!
‘Pidan en mi nombre’
Pero, ¿por qué indica la Biblia que tenemos que acercarnos a Dios en el nombre de Jesús? ¿Por qué no podemos orar directamente a Jehová Dios?
De hecho Jehová Dios ha contestado las oraciones sinceras de muchas personas que no sabían que ellas debían acercarse a él en el nombre de Jesucristo. En realidad tales personas a menudo han orado simplemente a “Dios,” sin conocer siquiera Su nombre personal, Jehová. Por
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