“Explosión” de la obra del Reino en Japón
“DE REPENTE una luz extraña centelleó en el techo de mi celda. [...] Luego oí un estruendo tan terriblemente fuerte que parecía como si todas las montañas se hubieran desplomado al mismo tiempo. Al instante la celda quedó en profunda oscuridad. Metí la cabeza debajo de mi colchón, que estaba cerca, para evitar lo que parecía ser un gas oscuro.”
La bomba atómica acababa de explotar sobre Hiroshima, Japón, el 6 de agosto de 1945. El hombre que sobrevivió y luego describió lo que experimentó se hallaba en prisión por haber seguido un proceder de integridad como testigo de Jehová.
En Japón había un puñado de Testigos activos antes de la segunda guerra mundial, y durante el desarrollo de la misma. Cuatro años después de la guerra llegaron a Japón varios misioneros de la Escuela de Galaad. Rápidamente se pusieron en comunicación con los pocos Testigos que habían aguantado fielmente los horrores de la guerra. De modo que, una vez más, los capullos de la verdad del Reino comenzaron a florecer radiantemente en el país.
En 1949 informaron su actividad tres testigos japoneses, así como los misioneros. Un edificio de dos pisos (hecho de madera), localizado en Tokio, sirvió de sucursal por los siguientes catorce años. Entonces, en diciembre de 1962, se demolió ese edificio y, en su lugar, se levantó un edificio de siete pisos donde estaría la sucursal. Para el tiempo de la dedicación del mismo, en noviembre de 1963, el total de publicadores del Reino había sobrepasado la cantidad de 3.000 en Japón.
Los excelentes aumentos en la cantidad de publicadores continuaron, lo cual creó la necesidad de que se construyeran edificios más grandes donde imprimir literatura bíblica. Así que menos de diez años después, en 1972, se terminó de construir en Numazu, a 120 kilómetros al sudoeste de Tokio, un nuevo taller de imprenta más amplio y el complejo de Betel. Para entonces, la cantidad de alabadores del Reino había aumentado a más de 14.000. No obstante, en solo cinco años más, casi se triplicó la cantidad de publicadores, a más de 41.000. Como resultado de este maravilloso aumento, los edificios recién construidos de Numazu ya eran pequeños, aunque se habían ampliado poco después de ser construidos originalmente. Así que, para fines de los años setenta el Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová autorizó un nuevo proyecto de expansión.
Pero ¿a qué se ha debido un crecimiento tan rápido como ése? Sin duda, un factor importante es la cantidad de ministros (precursores) de tiempo completo que hay en Japón. En los últimos años, ¡de cada tres publicadores uno participa en la actividad de predicar como ministro (precursor) de tiempo completo!
El nuevo complejo de edificios de la sucursal
En enero de 1979 se empezó la construcción de los nuevos edificios de la sucursal. Todo el nuevo complejo de edificios se hallaría en una propiedad de 7 hectáreas que se había comprado en Ebina, Japón. Ya se terminó la construcción, ¡y, en conjunto, el tamaño de los nuevos talleres de impresión, las oficinas, el Salón del Reino, el hogar Betel, el anexo de Betel, el garaje y el taller de carpintería es tres veces mayor que el de los edificios de Numazu!
A menudo las personas que visitan los edificios se asombran de ver que todas las operaciones para producir libros, Biblias y revistas se llevan a cabo bajo un mismo techo. En Japón pequeñas compañías, muchas de las cuales solo ocupan la habitación del frente de la casa del dueño, se encargan comúnmente de imprimir y encuadernar libros. Así que usted puede entender por qué asombra muchísimo a los visitantes lo que ven en Ebina.
A algunos visitantes les causa aún mayor sorpresa el enterarse de que los trabajadores de la fábrica y las oficinas viven en el mismo sitio. Residen cómodamente en edificios contiguos, a los que se conoce como el hogar Betel. Aunque ese hogar puede alojar a más de 350 personas, en estos momentos solo hay unos 200 miembros que componen la familia Betel. De modo que aún queda suficiente espacio para mayor expansión.
En la fábrica ahora se utiliza un sofisticado proceso automatizado (por ordenadores) para producir páginas que se componen mediante fotocomposición. Luego las páginas se fotografían, y la película se usa para preparar planchas para impresión offset. Así es que se ha eliminado por completo el uso de metal fundido. Los testigos de Jehová diseñaron los programas de ordenador que reemplazaron el sistema de monotipia, en el que se utilizaba metal fundido. Y, por supuesto, los programas se adaptaron a las necesidades específicas de las publicaciones que imprime la Sociedad Watch Tower. En tanto que se requería muchas horas para componer una página de una nueva publicación utilizando el sistema de metal fundido, en el sistema por ordenador se efectúa eso en cuestión de minutos.
Hace unos dos años se instaló una rotativa offset, que tira a cuatro colores, para reemplazar las prensas de tipo. En un período de dieciocho meses, los pedidos de revistas aumentaron en 33 por 100. La prensa offset produce más de dos millones de ejemplares de La Atalaya y ¡Despertad! cada mes. Además, imprime más de 200.000 libros y Biblias mensualmente, así como otras publicaciones especiales. No obstante, hace poco se instaló otra rotativa offset, que tira a cuatro colores, para satisfacer las crecientes demandas de literatura bíblica.
Las Biblias y los libros que se imprimen en las prensas son encuadernados en el moderno taller de encuadernación. Durante los últimos dos años, ha sido una verdadera bendición el tener nuestro propio taller de encuadernación. El Anuario de los testigos de Jehová en japonés nos solía llegar desde Brooklyn, Nueva York, durante el mes de febrero o marzo. Pero desde que lo estamos produciendo en Japón, el Anuario llega a manos de los Testigos japoneses antes que comience el año. Sobre todo, ha sido un privilegio el imprimir y encuadernar en Japón toda la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras en japonés.
Dedicación de la nueva sucursal
¡Qué gozoso fue estar presente el 15 de mayo de 1982 en la dedicación de los recién terminados edificios de la sucursal! Se invitó a 1.675 personas al programa especial que se celebró en la sucursal. Fred Franz y Lloyd Barry, miembros del Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová, habían llegado desde Brooklyn, Nueva York, para la ocasión.
El hermano Barry fue uno de los misioneros que llegó a Japón en 1949, y sirvió en este país hasta 1975, año en que fue invitado a ser miembro del Cuerpo Gobernante. Como rasgo especial del programa de dedicación, Barry entrevistó a catorce de los compañeros que se graduaron con él de la undécima clase de la Escuela de Galaad. ¡Qué animador fue oír a esos veteranos, cada uno de los cuales ha estado más de tres décadas en el servicio misional en Japón!
Mayor aún fue el gozo de esos misioneros al asociarse en esa ocasión especial con varias de las personas a quienes habían ayudado a conocer los propósitos de Dios hace décadas. Como explicó la esposa del hermano Barry, Melba: “En mi mismísimo primer día de predicación en Japón, en una de las primeras casas que visité, hablé con una persona que ahora está presente en el programa de dedicación”.
Esa persona ha estado sirviendo fielmente en la obra de predicar por más de treinta años.
Hace más de treinta años uno de los misioneros estudió con Isamu Sugiura, quien ahora es miembro del comité de sucursal de Japón. Sugiura presentó al orador principal del día, el hermano Fred Franz, presidente de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract. Casi al finalizar su discurso de dedicación, Franz preguntó: “¿Qué quieren hacer ustedes con estos edificios?”. Toshio Honma, coordinador de la sucursal de Japón, presentó la moción de que se dedicaran a Jehová Dios y se usaran en el adelanto de Sus propósitos. La moción fue secundada, y todos en el auditorio aplaudieron, en señal de aprobación.
El día siguiente se celebró una reunión especial en el hipódromo Oimachi, en Tokio. El programa se transmitió mediante línea telefónica a otras veinte ciudades de Japón. Aunque en abril de 1982 se alcanzó en Japón un máximo de 68.593 alabadores del Reino, hubo una asistencia total de 113.633 personas que escucharon el programa especial del domingo 16 de mayo. El potencial para más crecimiento se demostró también en la asistencia al Memorial que se celebró en 1982 en Japón... 173.344 personas, que superó la asistencia de 1981 por 28.522 personas.
Aunque la explosión de la bomba atómica sobre Hiroshima en 1945 causó mucha angustia y destrucción, la felicidad y la esperanza han ido paralelos a la verdadera “explosión” de la proclamación del Reino por todo el Japón. Si es la voluntad de Jehová, oramos fervientemente que se pueda llegar a muchos miles de personas más e introducirlas en Su arreglo para que reciban vida eterna por medio de Jesucristo.
[Diagramas en la página 13]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
La sucursal en Ebina se dedicó el 15 de mayo de 1982
Edificios de la sucursal, y la propiedad, de poco más de 7 hectáreas, donde están ubicados
HOGAR BETEL
OFICINAS
SALÓN DEL REINO
FÁBRICA
TALLER DE CARPINTERÍA
ANEXO DE BETEL
GARAJE
[Diagrama]
Comparación de los diferentes edificios de la sucursal japonesa y la extensión del terreno que han ocupado
Numazu 1972-1981
Tokio 1963-1972
Tokio 1949-1962
[Gráfico en la página 15]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Crecimiento “explosivo” en Japón en la cantidad de publicadores del Reino
AÑO CANTIDAD DE
PUBLICADORES
Abril
1982 68.593
1981 60.267
1979 48.078
1974 22.612
1969 6.861
1959 1.272
1949 9
[Ilustración en las páginas 12 y 13]
Vista de los nuevos edificios de la sucursal en Ebina. Los edificios grandes que se ven arriba son el hogar Betel y las oficinas, y parte de la fábrica se ve a la derecha
[Ilustración en la página 14]
Vista de la parte de atrás del hogar Betel