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  • Fortificados para hablar las palabras de Jehová
    La Atalaya 1978 | 1 de marzo
    • Fortificados para hablar las palabras de Jehová

      “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘. . . tienes que hablar . . . todas las palabras que ciertamente te mandaré hablarles. No quites palabra alguna.’”—Jer. 26:2.

      1. ¿Qué clase de profeta fue Jeremías, y cómo lo fortificó Jehová?

      JEREMÍAS fue un profeta fiel. Porque fue celoso en proclamar las “palabras” de Jehová, la entera nación invocó el mal contra él. Pero cuando él clamó a Jehová por alivio, su Dios lo tranquilizó, diciendo: “He hecho que seas para este pueblo un muro fortificado de cobre; y ciertamente pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti. Porque yo estoy contigo, para salvarte y para librarte.” Esa “expresión de Jehová” le dio fuerzas para aguantar.—Jer. 15:10, 15, 20.

      2. ¿Qué cualidades deseables mostró Jeremías? (Heb. 13:6)

      2 Jeremías fue obediente al declarar “todas las palabras” del poderoso mensaje de juicio que Jehová le dio para que lo comunicara. ‘No quitó palabra alguna.’ (Jer. 26:2) Sin ambages puso de manifiesto la iniquidad de la nación judía, sus gobernantes y su pueblo. Esto requirió valor de Jeremías y fe explícita en que Jehová podría sustentar a Su profeta.

      3. ¿Quiénes sirven de “Jeremías” moderno, y en qué pacto han sido introducidos éstos?

      3 De manera correspondiente, en tiempos modernos Jehová ha levantado al resto pequeño de sus testigos ungidos para que sirvan como una clase de Jeremías, en particular en la región de la cristiandad hipócrita. Ellos, también, ‘tienen que hablar todas las palabras que Jehová mande.’ Estas palabras contienen un mensaje, no solo de ruina para la cristiandad y todas las demás naciones, sino también de estímulo y esperanza para la verdadera congregación cristiana. Estos israelitas espirituales han sido introducidos en el “nuevo pacto” que describió el profeta en las palabras resplandecientes de Jeremías 31:33, 34:

      “‘Porque éste es el pacto que celebraré con la casa de Israel después de aquellos días,’ es la expresión de Jehová. ‘Ciertamente pondré mi ley dentro de ellos, y en su corazón la escribiré. Y ciertamente llegaré a ser su Dios, y ellos mismos llegarán a ser mi pueblo. Y ya no enseñarán cada uno a su compañero y cada uno a su hermano, diciendo: “¡Conozcan a Jehová!” porque todos ellos me conocerán, desde el menor de ellos aun hasta el mayor de ellos,’ es la expresión de Jehová. ‘Porque perdonaré su error, y no me acordaré más de su pecado.’”

      4. Como Abrahán, ¿qué esperanza tiene el pueblo de Dios? (Heb. 13:12-15)

      4 Para esta “descendencia [espiritual] de Israel” Jehová edifica una ciudad celestial, una ciudad que no será desarraigada, ni será demolida más hasta tiempo indefinido. (Compare con Hebreos 9:13-15.) Esta expectativa nos recuerda que Jehová fortaleció al fiel Abrahán al colocar ante él la esperanza de “la ciudad que tiene fundamentos verdaderos, cuyo edificador y hacedor es Dios.” (Heb. 11:10) Y ahora vivimos en el día en que la novia de Cristo, la “santa ciudad, la Nueva Jerusalén,” está por completarse en los cielos, de donde figurativamente ‘descenderá’ para otorgar bendiciones eternas a la humanidad.—Rev. 21:2-5, 9.

      5. (a) ¿Qué “palabras” debemos dar a conocer solícitamente a otros? (b) ¿Qué mensaje de dos aspectos tiene que proclamar la clase de Jeremías? (Compare con Isaías 61:1, 2.)

      5 Esta ciudad es el reino celestial hacia el cual Jehová, por medio de Jesucristo, pastorea al resto de sus ovejas. En la actualidad los ancianos que hay entre éstas sirven de subpastores fieles para Su pueblo congregado en la Tierra. (Jer. 23:3, 4) Son embajadores del reino del “vástago justo,” el David Mayor, Jesucristo, de quien dice la profecía:

      “Un rey ciertamente reinará y obrará con discreción y ejecutará derecho y justicia en la tierra. . . . Y éste es su nombre con el cual se le llamará: Jehová Es Nuestra Justicia.” (Jer. 23:5, 6; compare con Isaías 32:1, 2; 2 Corintios 5:20.)

      ¡Qué deseo solícito deberíamos tener de dar a conocer a otros las “palabras” de Jehová en cuanto a ese reino justo! ¡Pero Jehová también comisiona a la moderna clase de Jeremías para que proclame un mensaje de ruina!

      LA CRISTIANDAD CONDENADA A LA RUINA

      6. ¿Cómo le encajan las “palabras” de Jeremías al clero de la cristiandad?

      6 El clero de la cristiandad alega ser cristiano. Pero ¿apoyan esta alegación sus enseñanzas y acciones, o están ellos, más bien, colocados en la misma clase de los líderes religiosos del día de Jeremías? De éstos, Jeremías dijo:

      “Es a hombres que atrapan. Como una jaula está llena de criaturas volátiles, así sus casas están llenas de engaño. Es por eso que se han hecho grandes y ganan riquezas.” (Jer. 5:26, 27)

      Han codiciado a los hombres, ya sea atrayéndolos con un despliegue exterior de obrar pío o convirtiéndolos a punta de espada, como en los días de la colonización imperial. Pero su religión se funda en los antiguos misterios babilónicos, no en la Palabra de Dios. (Rev. 17:5) Su dios es una “trinidad” mistificadora. Al enseñar con falsedad que el alma es inmortal, han inculcado en muchos el temor a las “llamas del infierno,” y se han enriquecido financieramente al orar a favor de los que supuestamente sufren en un purgatorio mítico. Adoran la cruz, como lo hacían los egipcios mucho antes de Cristo. Engalanan las imágenes e iconos de sus santos con halos y rosarios, según el modelo de las religiones orientales.

      “Se han puesto gordos; se han hecho brillantes. También han rebosado de cosas malas.”—Jer. 5:28.

      7. ¿De qué maneras se parecen muchos de la cristiandad a los de la Jerusalén del día de Jeremías?

      7 En el tiempo de Jeremías, la mayoría de la gente optó por permanecer con el sistema condenado a ruina. Amaban la falta de honradez de éste, su corrupción, su inmoralidad. ¿No sucede lo mismo con muchas personas en la cristiandad hoy día? Jehová expresa su juicio:

      “‘¿No debo yo pedir cuentas a causa de estas mismísimas cosas?’ es la expresión de Jehová, ‘o en una nación que es así ¿no debe vengarse mi alma? Una situación pasmosa, aun una cosa horrible, se ha hecho que esté en el país: Los profetas mismos realmente profetizan en falsedad; y en cuanto a los sacerdotes, ellos van sojuzgando conforme a sus poderes. Y mi propio pueblo así lo ha amado.’” (Jer. 5:29-31)

      Que el clero continúe predicando falsedades babilónicas. Que se haga prominente al apoyar a políticos corrompidos. Que se haga el disimulado ante la permisividad en asuntos sexuales, la homosexualidad, el juego de azar y otras prácticas que la Palabra de Dios condena, y hasta salga en apoyo de esas cosas. Quizás esto sea popular, atrayente a las masas. Quizás haya muchos que ‘lo amen así.’ Pero Dios declara que ejecutara juicio sobre toda esa hipocresía religiosa en el futuro muy cercano.

      8. ¿A qué señala proféticamente la ruina de Silo? (Jer. 7:12)

      8 En el tiempo de los jueces primitivos de Israel, el tabernáculo y el arca de Jehová estaban ubicados en Silo. Pero el sacerdocio llegó a ser tan permisivo, corrupto e inmoral que Jehová ‘pidió cuentas.’ Israel fue derrotado aplastantemente por los filisteos, el arca fue capturada y el sumo sacerdote Elí y sus hijos inmorales murieron. (1 Sam. 2:12-29; 4:2-18; 3:10-14) Según las palabras de Jehová, la Jerusalén del tiempo de Jeremías estaba condenada a sufrir como Silo había sufrido:

      “‘Y ahora por la razón de que ustedes siguieron haciendo todas estas obras,’ es la expresión de Jehová, ‘y yo seguí hablándoles, madrugando y hablando, pero no escucharon, y seguí llamándolos, pero no respondieron, yo ciertamente le haré también a la casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, en la que ustedes están confiando, y al lugar que les di a ustedes y a sus antepasados, tal como le hice a Silo.’” (Jer. 7:13, 14)

      Las religiones de la cristiandad, que alegan tener una relación con Dios por medio de Cristo Jesús, harían bien en prestar atención a estas palabras.

      9, 10. (a) ¿Cómo contrastan las “obras” de la cristiandad con las de los cristianos verdaderos? (b) Según se profetizó, ¿cómo consideran los líderes religiosos de la cristiandad el derrumbe moral y los esfuerzos para alcanzar la paz? (c) ¿Cómo vendrá la paz verdadera?

      9 Entre las “obras” de la cristiandad ha estado el apoyar proyectos hechos por los hombres para alcanzar la paz, mientras que Jesús enseñó a los cristianos verdaderos a orar por el reino de Dios como el instrumento que ha de traer paz a esta Tierra. (Mat. 6:10) Líderes católicos y protestantes a la par han aclamado a la Organización de las Naciones Unidas como ‘la última esperanza del hombre para alcanzar la paz.’ Al mismo tiempo buscan favores políticos por medio de bendecir y apoyar a naciones miembros de la O.N.U. que se están armando para el desastre a la pasmosa proporción de 350.000 millones de dólares al año. Aptamente aplican a los líderes religiosos de la “Jerusalén” moderna, la región de la cristiandad, estas palabras de Jeremías:

      “Desde el menor de ellos aun hasta el mayor de ellos, cada uno está sacando para sí ganancia injusta; y desde el profeta aun hasta el sacerdote, cada uno está obrando falsamente. Y tratan de sanar el quebranto de mi pueblo livianamente, diciendo: ‘¡Hay paz! ¡Hay paz!’ cuando no hay paz.”—Jer. 6:13, 14; vea también Jer. 8:11; 14:13-16; 23:17-20.

      10 Los líderes religiosos de la cristiandad pasan por alto livianamente el derrumbe moral de sus rebaños, diciendo que todo está bien, cuando en realidad la situación es deplorable y merece retribución divina. ¿Y a dónde los conducirán sus clamores de ‘¡Paz! ¡Paz!’? Contesta el apóstol Pablo: “Cuando sea que ellos estén diciendo: ‘¡Paz y seguridad!’, entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente, como el dolor de angustia a la mujer encinta; y no escaparán de ninguna manera.” (1 Tes. 5:3) Pues la paz viene, no por los proyectos de las naciones que se están armando con frenesí para guerra nuclear, sino por medio del reino de Dios después que éste destruya a las naciones atizadoras de guerra.—Dan. 2:44.

      11. Compare la culpa de la cristiandad por homicidio con la de la Jerusalén apóstata.

      11 Desde que los “tiempos señalados de las naciones” se completaron en 1914, estas naciones han sacrificado airadamente 69 millones de vidas en dos guerras mundiales, así como muchas otras vidas en conflictos más pequeños. (Luc. 21:24) El clero religioso ha bendecido estos conflictos, y sus representantes han servido frecuentemente de capellanes del ejército en ambos bandos. Al aprobar el sacrificio de vidas humanas han sido como la Jerusalén apóstata, a la cual Jehová condenó, al decir:

      “En tus faldas se han hallado las marcas de sangre de las almas de los inocentes pobres.”

      “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Aquí estoy trayendo una calamidad sobre este lugar, de la cual cuando alguien oiga, le retiñirán los oídos; por la razón de que ellos me han dejado . . . y han llenado este lugar de la sangre de los inocentes.’”

      Jehová castigó con severidad a los habitantes de Jerusalén por sacrificar “a sus hijos y sus hijas en el fuego.” El pueblo de la cristiandad se ha hecho acreedor a un castigo semejante.—Jer. 2:34; 19:3-5; vea también Jer. 7:31.

      12. ¿Qué clase de fiestas de la cristiandad condena la Palabra de Dios, y qué comparación existe entre éstas y las de la Jerusalén antigua?

      12 Sin embargo, las religiones falsas de la cristiandad han hecho aun más que incurrir en culpa de homicidio. Han abrazado las doctrinas y los formalismos de la antigua Babilonia, la cuna del inmenso imperio mundial de la religión falsa. Sus Navidades, su Pascua florida y muchas otras de sus fiestas se originaron en religiones de antes del cristianismo. ¡Hasta la Pascua florida lleva en países de habla inglesa un nombre [Easter] que viene de Astarté, la diosa fenicia de la fertilidad y el amor sexual! Tocante a fiestas similares del día de Jeremías, “la expresión de Jehová” fue como sigue:

      “Los hijos están recogiendo trozos de leña, y los padres están prendiendo el fuego, y las esposas están amasando pasta de harina a fin de hacerle tortas de sacrificio a la ‘reina de los cielos’; y hay derramamiento de libaciones a otros dioses con el propósito de ofenderme. . . . Por lo tanto esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘¡Mira! Mi cólera y mi furia están siendo derramadas sobre este lugar.’”—Jer. 7:18-20.

      ‘EDIFICANDO Y PLANTANDO’

      13. ¿En qué trabajo de dos aspectos se ocupa ahora la clase de Jeremías?

      13 La clase de Jeremías de tiempos modernos ha estado proclamando los juicios de Dios sobre la cristiandad ya por unos 60 años. Se acerca el tiempo en que esos juicios serán ejecutados. Esto predice, pues, una obra de ‘desarraigar, derruir, destruir y demoler’ el error de la religión falsa. También predice un ‘edificar y plantar,’ por medio de dar a conocer a las personas honradas las “buenas nuevas” de que el reino de Dios ha de reemplazar a la gobernación corrupta que hay en la Tierra hoy día. Esto envuelve el edificar en el corazón de estas personas aprecio a Jehová, a su benignidad y a la oportunidad de adquirir vida eterna en medio de condiciones paradisíacas, lo cual es posible por medio del sacrificio de Jesucristo.—Rev. 7:9-17.

      14. ¿Cómo se cumple la ilustración del capítulo 24 de Jeremías?

      14 Según el capítulo 24 de Jeremías, Jehová hizo que el profeta viera dos cestas de higos, colocadas delante del templo de Jehová. Una cesta contenía higos malos, que representan a los que no obran con fe en las promesas de Jehová, de modo que sufren pérdida. Los higos buenos eran “muy buenos,” y representaron, en primer caso, a los judíos que obrarían con fe al regresar del exilio babilónico después de 70 años para restaurar la adoración de Jehová en Jerusalén. En el cumplimiento moderno, representan al resto fiel que ha regresado del cautiverio en Babilonia la Grande, particularmente de las religiones de la cristiandad, desde 1919 en adelante. Tocante a estos restaurados, y a otros que se les unirían posteriormente, Jehová dice por medio de su profeta:

      “Ciertamente fijaré mi ojo sobre ellos de manera buena, y de seguro haré que regresen a esta tierra. Y ciertamente los edificaré, y no demoleré; y ciertamente los plantaré, y no desarraigaré. Y de veras les daré un corazón para que me conozcan, que yo soy Jehová; y tendrán que llegar a ser mi pueblo, y yo mismo llegaré a ser su Dios, porque se volverán a mí con todo su corazón.” (Jer. 24:6, 7)

      Estos ‘higos buenos’ desarrollan una relación muy íntima con su Dios, Jehová. Porque tienen una condición correcta de corazón, confían implícitamente en que Jehová dirija sus pasos.—Jer. 10:23, 24; 20:12, 13.

      JUICIO DE LAS NACIONES

      15. ¿Quiénes, en conjunto, están abarcados en el cumplimiento de la expresión de ruina de Jeremías?

      15 Jeremías fue profeta verdadero. Habló en el nombre de Jehová, dirigió al pueblo a adorar a Jehová, y toda palabra que él expresó respecto de Jerusalén, Judá y las otras naciones se cumplió. Así mismo, el cumplimiento principal de su profecía es seguro hoy día. Y tome nota, en su cumplimiento moderno esta expresión de ruina abarca, no solo a las naciones de la cristiandad, sino a todas las naciones de toda la Tierra habitada. Jehová le mandó a Jeremías:

      “Toma de mi mano esta copa del vino de la furia, y tienes que hacer que lo beban todas las naciones a quienes estoy enviándote. Y tienen que beber y sacudirse de aquí para allá y actuar como hombres enloquecidos a causa de la espada que estoy enviando entre ellas.” (Jer. 25:15, 16)

      Después de la destrucción de todas las naciones que se oponen a la voluntad justa de Dios, se encerrará en el abismo a Satanás el Diablo, el “gobernante de este mundo.” (Juan 12:31; Rev. 19:11-16, 19, 21; 20:1-3) Esto preparará el camino para la paz y felicidad duradera aquí en la Tierra.—Rev. 21:3-5.

      16. (a) ¿Por qué no debemos tener miedo? (b) ¿Qué excelente ejemplo nos han dado los profetas de Jehová?

      16 ¿Debemos estar temerosos por hallarnos ahora frente a frente con esta ejecución final de juicio? ¿Deberíamos temer lo que el enemigo pudiera hacernos a medida que denodadamente proclamamos este mensaje de ruina? Jeremías no tuvo miedo. Temió sólo a Jehová. (Jer. 10:2-7) En obediencia a Jehová, se puso de pie de modo conspicuo a las puertas de la casa de Jehová y llamó la atención de la gente a las cosas detestables que se estaban haciendo en el nombre de Dios. Tal como Jehová siguió “madrugando y hablando” a aquel pueblo por medio de sus profetas en tiempos anteriores, así su profeta Jeremías también madrugó para emprender su trabajo. ¡Qué excelente ejemplo para nosotros hoy día, para que jamás aflojemos la mano ni nos “quedemos durmiendo” cuando hay que efectuar la obra de Jehová!—Jer. 7:1, 2, 13, 14; 25:3, 4.

      17. ¿Cuán extensa será la exterminación que efectuará Jehová?

      17 Mientras declaramos la ‘demolición’ de las naciones y reinos y su reemplazo por el reino de Dios, esperamos con confianza que Jehová zanje su controversia con las naciones. ¡Él obrará a su debido tiempo! No escapará ninguno de los inicuos. Será una exterminación completa:

      “Y los muertos por Jehová ciertamente llegarán a estar en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el mismísimo otro extremo de la tierra. No serán plañidos, ni serán recogidos ni enterrados. Quedarán como estiércol sobre la superficie del suelo.”

      A medida que la tempestad de destrucción cobre ímpetu sobre la Tierra, los “pastores” nacionales y los “majestuosos” del rebaño de ellos aullarán y se revolcarán, y ‘caerán como un vaso deseable.’ Habrá consternación como la que hay en una casa cuando un vaso inapreciable cae con estrépito al suelo. ‘Quedarán sin vida a causa de la ardiente cólera de Jehová.’—Jer. 25:31-37.

      18. (a) ¿Cómo pueden hallar liberación las personas de corazón sincero y honrado? (b) ¿De qué declaración tranquilizadora continuaremos sacando fuerzas?

      18 Felizmente, personas de corazón sincero y honrado de todas las naciones que aprenden acerca de la benignidad de Jehová se están uniendo a la clase de Jeremías. Hallarán liberación cuando estalle la ardiente cólera de Dios, para hacer que “todas las naciones” beban la poción amarga de la destrucción. (Jer. 25:17) ¡La ejecución de ese juicio se apresura! Quizás los enemigos de Dios peleen por poco tiempo más contra la clase de Jeremías y sus compañeros. Pero como “un muro fortificado de cobre” nosotros continuaremos resistiendo la presión del enemigo contra el hablar “todas las palabras” que Jehová ha mandado. Siempre sacamos fuerzas de su promesa: “‘No prevalecerán contra ti. Porque yo estoy contigo, para salvarte y para librarte,’ es la expresión de Jehová.”—Jer. 15:20.

  • Aguantando y perseverando en fidelidad
    La Atalaya 1978 | 1 de marzo
    • Aguantando y perseverando en fidelidad

      “Oh Jehová, ¿no están esos ojos tuyos hacia la fidelidad?”—Jer. 5:3.

      1. ¿Qué contraste hubo entre el derrotero de Jerusalén y el de Jeremías?

      JEHOVÁ preguntó respecto a la antigua Jerusalén: “¿Por qué será que este pueblo . . . es infiel con una infidelidad duradera?” Era porque seguían un derrotero de obstinación; adoptaban el “proceder popular, cual caballo que va lanzándose con ímpetu a la batalla.” Y su modo carnal de ver las cosas les acarreó calamidad, porque ‘no llegaron a conocer el juicio de Jehová.’ (Jer. 8:5-7) En contraste notable, Jeremías aguantó en fidelidad. Por 40 años, hasta la destrucción de Jerusalén, y más allá de ese tiempo, continuó cumpliendo su comisión de proclamar los juicios de Jehová.

      2. Tocante a la tribulación que se aproxima, ¿cómo corresponde la situación de Jeremías con la del pueblo de Dios hoy día? (Jer. 4:5, 6; 6:1)

      2 Parece que Jeremías no sabía con anticipación el día ni la hora en que vendría la destrucción de Jerusalén. Pero estaba consciente del “gran golpeteo de la tierra del norte”... Babilonia. Sabía que las fuerzas de ejecución se acercaban, y que los juicios de Dios eran seguros. Así mismo, hoy el pueblo de Jehová ve con claridad la “señal” de la proximidad de “una tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio de la creación.”—Jer. 10:22; Mar. 13:4, 19.

      3. (a) ¿Qué han estado proclamando en tiempos modernos los testigos de Jehová, y por cuánto tiempo? (b) ¿Qué han suministrado a su fe?

      3 Ya por cerca de 60 años los testigos cristianos de Jehová han estado proclamando a las naciones de fuera y dentro de la cristiandad que este mundo está en su “tiempo del fin” desde 1914, y que pronto tiene que perecer todo el sistema en “un tiempo de angustia como el cual no se ha hecho que ocurra uno desde que hubo nación hasta aquel tiempo.” (Dan. 12:1, 4) Las fuerzas demoníacas están reuniendo a las naciones a Har-Magedón. (Rev. 16:13-16) A medida que la moderna clase de Jeremías proclama estas nuevas, aguanta perseverantemente en fidelidad. A su fe suministran perseverancia.—2 Ped. 1:5, 6.

      4. ¿Cuál es la fuente de nuestro estímulo, y cómo se ilustra esto en Jeremías 17:5-8?

      4 La clase de Jeremías, junto con todos los que están afluyendo recientemente a las filas de los publicadores del Reino, necesitan estímulo continuo para avanzar a la victoria. Jehová suministra exactamente tal estímulo. En contraste con el “que cifra su fiada expectativa en el hombre terrestre y realmente hace de la carne su brazo,” aquellos a quienes Jeremías representó cifran su fiada expectativa en Jehová y lo hacen su confianza. Llegan “a ser como un árbol plantado junto a las aguas,” de modo que puedan enviar raíces para embeber toda la provisión dadora de vida de Jehová. Ni el “calor” de la persecución ni la “sequía” que resulta de las proscripciones y restricciones pueden hacer que ellos ‘dejen de producir fruto.’ Como árbol productivo, son ‘frondosos’ en producir alabanza a Jehová. En esto, son ‘benditos.’—Jer. 17:5-8.

      ENFRENTÁNDOSE A LA PRUEBA DE AGUANTE

      5. ¿Qué ejemplo del aguante de Jeremías debe estimularnos?

      5 ¿Han puesto algunos hoy sus ojos en las metas materiales, más bien que en el tesoro inapreciable del servicio del Reino? ¿Les ha parecido duro a algunos aguantar? Bueno, acuérdese de que, a veces, a Jeremías le pareció duro aguantar. Hasta pensó en desistir. Pero entonces fue cuando halló que la palabra de Jehová era en su corazón ‘como un fuego ardiente encerrado en sus huesos.’ Aquella palabra lo impelió a seguir luchando y a triunfar de sus enemigos. (Jer. 20:9) ¡Cuando examinamos algunos de los problemas con los que bregó y que venció Jeremías, esto de seguro debe inculcar en nosotros el deseo de aguantar y perseverar para la victoria!

      6. (a) ¿De dónde sacó fuerzas Jeremías para aguantar? (b) En armonía con el ejemplo de Jeremías, ¿qué compañerismo debemos evitar?

      6 Jeremías recibió enconada oposición de sus propios vecinos de Anatot, quienes le dijeron: “No debes profetizar en el nombre de Jehová, para que no mueras a mano nuestra.” Sus propios hermanos y la casa de su padre lo trataron traidoramente. Parecía que en todas partes tenía enemigos que estaban invocando el mal contra él. (Jer. 11:21; 12:6; 15:10) Pero Jeremías halló fuerzas para aguantar. ¿Dónde? En el orar a Jehová, y al darse cuenta del privilegio que tenía de portar el nombre y la palabra de Jehová:

      “Fueron halladas tus palabras, y procedí a comerlas; y tu palabra llega a ser para mí el alborozo y el regocijo de mi corazón; porque tu nombre ha sido llamado sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. No me he sentado en el grupo íntimo de los que gastan bromas, empezando entonces a alborozarme.” (Jer. 15:16, 17)

      Jeremías se regocijaba en las palabras de Jehová y en portar Su nombre. No se complacía en el bromear vacío de hombres impíos y, sabiamente, evitaba su compañía. ¿Deberíamos nosotros hacer menos que eso?

      7. (a) ¿Qué le permitió a Jeremías aceptar sin quejarse su estado de soltero? (b) ¿Cómo respondió Jeremías al trato severo de Pasur?

      7 Como señal de que su mensaje era seguro, Jehová le mandó a Jeremías que no se casara. Así, no produciría hijos para que fueran destruidos. Él no se quejó en cuanto a su estado de soltero, sino que se absorbió en el trabajo a su disposición. Con el tiempo, Pasur, oficial de la casa de Jehová, se ofendió por las palabras de Jeremías, lo golpeó y lo puso en el cepo toda una noche. Pero cuando se le puso en libertad Jeremías nuevamente declaró impávidamente a Pasur que todo Judá sería dado en mano del rey de Babilonia.—Jer. 16:1-4; 20:1-6.

      8. ¿Cómo desplegó impavidez Jeremías durante el reinado de Joaquim?

      8 Cuando el inicuo rey Joaquim llegó al trono en 628 a. de la E.C., Jehová le dio a Jeremías una poderosa profecía para que la declarara, y nuevamente le dijo: “No quites palabra alguna.” De modo que, de pie en el patio del templo de Jehová, Jeremías habló todas las palabras que Jehová había mandado, verdaderamente un mensaje de ruina para Judá y Jerusalén. ¿Qué resultado tuvo esto? El registro contesta:

      “Cuando Jeremías hubo terminado de hablar todo lo que Jehová le había mandado hablar a todo el pueblo, entonces le echaron mano los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo, diciendo: ‘Positivamente morirás. ¿Por qué es que has profetizado en el nombre de Jehová, diciendo: “Como la de Silo es como esta casa llegará a ser, y esta mismísima ciudad será devastada de modo que quede sin habitante”?’ Y todo el pueblo siguió congregándose alrededor de Jeremías en la casa de Jehová.” (Jer. 26:1-9)

      Los príncipes de Judá entraron en el cuadro, y los sacerdotes y los profetas pidieron la sentencia o juicio de muerte. Pero con un discurso conmovedor Jeremías aclaró que Jehová lo había enviado a profetizar, que él había obedecido la voz de Jehová y que ellos derramarían sangre inocente si lo ejecutaban.—Jer. 26:10-15.

      9. (a) ¿Quién se expresó a favor de Jeremías? (b) ¿Qué sucesos recientes nos hace recordar esto?

      9 Fue entonces cuando los príncipes y todo el pueblo hablaron a favor de Jeremías y dijeron: “Fue en el nombre de Jehová nuestro Dios que nos habló.” Ciertos ancianos también apoyaron a Jeremías; Ahicam, padre de Gedalías, fue uno de éstos. (Jer. 26:16-24) Jeremías, por lo tanto, continuó profetizando intrépidamente. Esta calma temporera en la persecución que Jeremías recibía de la gente de Judá nos hace recordar algún alivio que hubo en la experiencia de nuestros hermanos de Malawi. Informes recientes han indicado que muchos de éstos han sido soltados de las prisiones, y se les ha permitido regresar a sus hogares y cultivar sus campos. Se dice que unos jóvenes que anteriormente fueron sus perseguidores hasta están estudiando la Biblia con ellos. Sin embargo, en otras partes del país los oficiales y parientes locales hacen difícil que el pueblo de Jehová lleve una vida normal. Pero a semejanza de Jeremías, ellos continúan aguantando y perseverando en su integridad.

      LA CONTIENDA DE LOS PROFETAS

      10, 11. (a) ¿Qué ilustración profética representaron dramáticamente Jeremías y Hananías? (b) ¿Cómo se probó que Jeremías era profeta verdadero?

      10 Fue también durante el reinado de Sedequías que Jeremías representó dramáticamente una ilustración profética. Por instrucción de Jehová, se puso varas de yugo de madera sobre el cuello y declaró que Judá y las naciones circunvecinas deberían ponerse bajo el yugo del rey de Babilonia, o recibirían castigo severo. Pero el profeta Hananías quitó la vara de yugo del cuello de Jeremías y la quebró, mientras declaraba que así de fácilmente Jehová quebraría el yugo de Babilonia de sobre las naciones dentro de dos años.—Jer. 27:2-15; 28:1-11.

      11 ¿Quién ganaría en esta contienda de los profetas? ¿Era Jeremías, o era Hananías el verdadero profeta de Jehová? Jehová no dejó duda alguna en cuanto a esto cuando le mandó a Jeremías que profetizara que las varas de yugo de madera habrían de ser reemplazadas por varas de hierro, y que Hananías tenía que morir dentro del año. No solo murió Hananías en el séptimo mes de aquel año, sino que el yugo de Babilonia al fin resultó ser verdaderamente un yugo de hierro.—Jer. 28:12-17.

      12, 13. (a) ¿Qué grupo moderno actúa como Hananías, y cómo les va? (b) ¿Qué sustenta a los verdaderos testigos de Dios?

      12 ¡Qué semejantes a Hananías son los falsos profetas modernos que tratan de ‘demoler’ la obra de los testigos de Jehová con intención maligna! Algunos de éstos quizás hasta hayan andado por un tiempo con el pueblo de Dios, pero se enfadan al no ver cumplidas sus ambiciones egoístas y regresan a las mismísimas enseñanzas que con anterioridad habían vomitado. Predican “por envidia y rivalidad,” ciertamente no “por buena voluntad,” pues no tienen nada edificante que decir. (2 Ped. 2:22; Fili. 1:15) Ofrecen expectativas contrarias a las que declara la clase de Jeremías respecto a la venida de la “grande tribulación.”

      13 Sin embargo, tan ciertamente como Jehová reemplazó el yugo de madera roto con un yugo de hierro, así la “grande tribulación” vendrá de seguro al tiempo señalado de Dios. Y tan ciertamente como que Hananías murió bajo el juicio de Jehová aquel mismo año, así estos grupos proféticos que se oponen tendrán que sufrir ejecución al debido tiempo. Carecen de gozo y no tienen el espíritu ni la “palabra” de Jehová que los sustente.—Jer. 23:16-19; 31:1, 12.

      ¡TENGA FIRMEMENTE ASIDA SU CONFIANZA!

      14. (a) Como Jeremías, ¿qué confianza debemos desplegar? (b) ¿Por qué debemos estar alerta siempre?

      14 Como Jeremías, debemos tener confianza inmovible en la “palabra” profética de Jehová. Como muestra de tal confianza, Jeremías obedeció “la palabra de Jehová” al comprar un campo hereditario en Anatot, ¡y eso lo hizo solo un año antes de que los ejércitos babilónicos entraran para devastar la tierra! (Jer. 32:8-25) En estos días finales, nosotros igualmente debemos confiar en que Jehová cumplirá toda palabra de su promesa de proteger y establecer a su pueblo. (Jer. 32:38-41) ¡El tiempo en que las fuerzas celestiales de asalto bajo Cristo Jesús atacarán está peligrosamente cerca! Por lo tanto es urgente que siempre sigamos alerta, proclamando la “palabra” de Dios.—Mar. 13:10, 32-37.

      15, 16. (a) ¿Qué sustentó a Jeremías? (b) ¿Qué problema encontró Baruc? (c) ¿De qué estímulo para nosotros hoy día es la advertencia de Jehová a Baruc? (Rev. 2:3)

      15 El camino fue difícil para Jeremías. Pero su confianza en Jehová y su lealtad a su comisión lo ayudaron hasta el fin. También pudo estimular a su fiel compañero, el escriba Baruc, cuando aquél se sintió deprimido. Después que Jeremías había estado profetizando unos 20 ó 30 años, Baruc declaró:

      “¡Ay de mí, ahora, porque Jehová ha añadido desconsuelo a mi dolor! Me he fatigado a causa de mi suspirar, y no he hallado lugar de descanso.”

      Empero Jehová le transmitió estas palabras por medio de Jeremías:

      “‘¡Mira! Lo que he edificado lo estoy demoliendo, y lo que he plantado lo estoy desarraigando, aun todo el país mismo. Pero en cuanto a ti, tú sigues buscando cosas grandes para ti. No sigas buscando. Porque aquí estoy trayendo una calamidad sobre toda carne,’ es la expresión de Jehová, ‘y ciertamente te daré tu alma como despojo en todos los lugares adonde vayas.’” (Jer. 45:1-5)

      Sí, este siervo fiel de Dios se había cansado con el transcurso del tiempo. Pero Jehová le aseguró a Baruc que Su debido tiempo para ‘demoler y desarraigar,’ Su tiempo para traer tribulación sobre la Jerusalén y la Judá infieles, se había acercado. ¡Aunque pudiera haber demora aparente, aquella “calamidad” era segura!

      16 Jehová le advirtió a Baruc que no regresara a los caminos mundanos, materialistas, de los de Judá y buscara su propia mejora personal. No, su lugar estaba en seguir sirviendo fielmente al lado del profeta de Jehová. Igualmente, estos “días finales” del siglo veinte no son hora para que algunos del pueblo de Dios regresen a este mundo materialista que está condenado a la destrucción. Su lugar apropiado es servir con aguante hasta que al fin ‘se les dé su alma como despojo’ en la región del reino de Dios por medio de Cristo Jesús, más allá de la tempestad de Har-Magedón.

      COMPAÑEROS LEALES

      17. ¿Quiénes fueron los recabitas, y qué condujo a que Jehová los recompensara?

      17 Jeremías tenía otros amigos. Estos aparecieron solo después de muchos años de servicio fiel, y por dirección de Jehová. Mientras todavía gobernaba el inicuo Joaquim, Jehová hizo que Jeremías trajera al templo a los recabitas, los descendientes de Jonadab, quien se había identificado como de parte de Jehová en los días del rey Jehú, unos 250 años antes. (2 Rey. 10:15-17) Jonadab había dado a sus descendientes el mandato que decía que no deberían beber vino “hasta tiempo indefinido.” Y ahora, al primer acercamiento de los babilonios, los recabitas se habían refugiado en Jerusalén. Jeremías colocó vino ante ellos. Pero ellos rehusaron tomarlo, en obediencia leal a su antepasado, Jonadab. Jehová entonces contrastó la desobediencia de Judá y Jerusalén con la lealtad constante de los recabitas, y declaró:

      “No será cortado de Jonadab hijo de Recab un hombre que siempre esté de pie delante de mí.”

      Así los descendientes de Jonadab recibieron un galardón magnífico: liberación durante la tribulación que le vendría a Jerusalén.—Jer. 35:1-19.

      18. ¿Quiénes son los ‘hijos de Jonadab’ modernos, y dónde hallan protección?

      18 Estos recabitas tienen su correspondencia hoy día... personas de corazón honrado y de principios correctos, que quizás hasta hayan tratado de hallar escape de estos “tiempos críticos” en los confines religiosos de la “cristiandad” moderna. (2 Tim. 3:1) Pero su verdadero refugio depende de la provisión de Jehová por medio de Cristo. Él les envía la clase moderna de Jeremías, con un mensaje que significa su salvación. No, la seguridad de esos “Jonadabs” no ha de hallarse en la cristiandad decrépita, sino en el ponerse completamente de parte del “profeta” moderno de Jehová.

      19. ¿Qué estímulo debemos recibir del firme comportamiento de Jeremías delante de Sedequías?

      19 Fue el último rey de Judá, Sedequías (617-607 a. de la E.C.), quien le pidió a Jeremías que orara a Jehová a favor de Judá. Pero Jeremías continuó proclamando la inminente destrucción de Jerusalén. Posteriormente, después de habérsele tratado con severidad y encarcelado muchos días, lo llevaron ante el rey, quien le preguntó en privado: “¿Existe una palabra de Jehová?” Volvió la respuesta franca de Jeremías: “¡Sí existe [una palabra]! . . . ¡En la mano del rey de Babilonia serás dado!” (Jer. 37:3-17) De igual manera, hoy los testigos de Jehová son francos al señalar al juicio divino. No se interesan en movimientos de unión de fes ni en suavizar el mensaje que se proclama contra la cristiandad.

      20. (a) ¿Qué condujo a que Ebed-melec rescatara a Jeremías, y cómo fue remunerado este etíope? (b) ¿Quiénes en tiempos modernos han actuado como Ebed-melec, y qué resultado tendrá esto para ellos? (Mat. 25:34, 40)

      20 Debido a que persistió en declarar los juicios de Jehová contra la ciudad, Jeremías fue echado en una cisterna, donde se hundió en el lodo. Parecía que tendría una muerte desdichada. Pero un eunuco etíope, Ebed-melec, fue al rey y abogó por Jeremías. Por instrucción del rey, Ebed-melec tomó a 30 hombres, y, utilizando trapos y paños usados, sacaron a Jeremías de esta cisterna y lo restauraron a un lugar en el Patio de la Guardia. Allí permaneció hasta que Jerusalén fue destruida y él fue puesto en libertad. Pero ¿qué fue de Ebed-melec? Mientras Jeremías todavía estaba en el patio, le vino la palabra de Jehová, que decía:

      “Ve, y tienes que decirle a Ebed-melec el etíope: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Aquí estoy realizando mis palabras sobre esta ciudad para calamidad y no para bien, y ciertamente sucederán delante de ti en aquel día. Y de veras te libraré en aquel día,” es la expresión de Jehová, “y no serás dado en la mano de los hombres de quienes tú mismo estás asustado. Porque sin falta te suministraré un escape, y no caerás a espada; y ciertamente llegarás a tener tu alma como despojo, porque has confiado en mí,” es la expresión de Jehová.’”

      Por lo tanto, cuando los ejércitos de Babilonia vinieron abriéndose paso con estrépito desde el norte, Ebed-melec escapó con su vida. En tiempos modernos, también, ha habido muchos, entre ellos hasta funcionarios gubernamentales y de prisiones, que han mostrado bondad a los perseguidos testigos de Jehová. Posteriormente algunos de éstos han llegado a ser Testigos y se han hecho acreedores de recibir la salvación cuando las fuerzas celestiales de ejecución de Cristo Jesús entren en acción en Har-Magedón.—Jer. 38:6-13; 39:15-18; Rev. 7:14-17; 16:16.

      21. (a) ¿Qué comparación existe entre los siervos modernos de Jehová y los del tiempo de Jeremías? (b) ¿De qué maneras muestran aguante y perseverancia? (Rev. 14:12)

      21 Es un gozo notar que todavía hay en la Tierra actualmente personas del mismo calibre que Jeremías, Baruc, los recabitas y Ebed-melec. El informe de la actividad mundial de los testigos de Jehová para su año de servicio de 1977 lo demuestra. Es cierto que puede haber algunos que, habiéndose cansado como Baruc, se hayan desviado a intereses egoístas por algún tiempo, pero éstos deben recordar que Baruc, aunque fue probado, permaneció allí mismo con el profeta de Dios. Sí, vale la pena aguantar con perseverancia, con la expectativa de tener vida eterna después de la “grande tribulación.” Y que continúe hallándose a amadores de la justicia que tengan la disposición de los hijos de Jonadab y Ebed-melec. ¡Grande será el galardón de los que diligentemente ejercen fe en las promesas de Jehová, y que aguantan y perseveran hasta el fin!

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