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Libro bíblico número 64: 3 Juan“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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cosas, Juan dice que espera ver pronto a Gayo cara a cara (vv. vss 4, 8, 10, 11).
POR QUÉ ES PROVECHOSO
5. a) ¿Cómo demostró ser un superintendente ejemplar Juan, y qué espíritu era importante conservar? b) ¿Por qué se expresó Juan tan francamente contra Diótrefes? c) ¿En qué debemos mostrar celo hoy, en armonía con qué principio declarado por Juan?
5 El apóstol Juan demuestra que es un superintendente ejemplar en su celo por proteger de influencias contaminadoras a la congregación. El espíritu de amor y hospitalidad que impregnaba la congregación era digno de encomio, y en verdad era obligación de ellos conservar aquel estado agradable para que los hermanos locales y los “extraños” (personas anteriormente desconocidas para su anfitrión cristiano) que estuvieran entre ellos sirvieran juntos como “colaboradores en la verdad” (vv. vss 5, 8). No obstante, Diótrefes tenía ojos altaneros —una de las cosas que Jehová odia— y no respetaba la autoridad teocrática, pues hasta charlaba inicuamente acerca del apóstol Juan. (Pro. 6:16, 17.) Ponía un obstáculo en la senda de la hospitalidad cristiana de la congregación. Con razón Juan se expresó tan francamente contra aquel mal y a favor del amor cristiano genuino en la congregación. Hoy debemos mostrar aquel mismo celo en cuanto a mantener humildad, andar en la verdad y practicar amor piadoso y generosidad, en armonía con el principio declarado por Juan: “El que hace el bien se origina de Dios. El que hace el mal no ha visto a Dios”. (3 Juan 11.)
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Libro bíblico número 65: Judas“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Libro bíblico número 65: Judas
Escritor: Judas
Dónde se escribió: Palestina (?)
Cuándo se completó: c. 65 E.C.
1. ¿Qué circunstancias dentro de la congregación llevaron a Judas a escribir su vigorosa carta a favor de sus hermanos?
¡LOS hermanos cristianos de Judas estaban en peligro! Durante el tiempo que había transcurrido desde la muerte y resurrección de Cristo Jesús se habían introducido en la congregación cristiana elementos extraños. El enemigo se había infiltrado con el fin de socavar la fe, tal como había advertido el apóstol Pablo unos 14 años antes. (2 Tes. 2:3.) ¿Cómo debía prevenirse a los hermanos y ponerlos en guardia contra el peligro? La carta de Judas, vigorosa y enérgica en su franqueza, suministró la respuesta. Judas mismo expresó claramente su postura en los versículos 3 y 4: ‘Se me hizo necesario escribirles porque ciertos hombres se han metido disimuladamente, hombres impíos, que tornan la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para conducta relajada’. Los cimientos mismos de la doctrina sana y la moralidad se hallaban amenazados. Judas se sintió impelido a luchar por los intereses de sus hermanos, para que ellos, a su vez, pudieran luchar tenazmente por la fe.
2. a) ¿Quién era Judas? b) ¿Qué relación con Jesús estimó más Judas?
2 Pero ¿quién era Judas? Las palabras iniciales nos dicen que la carta fue escrita por “Judas, esclavo de Jesucristo, pero hermano de Santiago, a los llamados”. ¿Era Judas un apóstol, puesto que 2 de los 12 apóstoles originales de Jesús se llamaban Judas? (Luc. 6:16.) Judas no dice que sea apóstol; más bien, habla de los apóstoles en tercera persona como “ellos”, lo cual manifiesta que él se excluye. (Jud. 17, 18.) Además, se llama “hermano de Santiago”, quien evidentemente se refiere al escritor de la carta de Santiago, quien era medio hermano de Jesús (v. vs 1). Este Santiago, una de las “columnas” de la congregación de Jerusalén, era bien conocido, y por eso Judas se identifica mediante él. Esto hace de Judas también un medio hermano de Jesús, y eso es lo que se indica acerca de él. (Gál. 1:19; 2:9; Mat. 13:55; Mar. 6:3.) Sin embargo, Judas no se aprovechó de su parentesco con Jesús, sino que humildemente hizo resaltar su relación espiritual como “esclavo de Jesucristo”. (1 Cor. 7:22; 2 Cor. 5:16; Mat. 20:27.)
3. ¿Qué prueba hay de la autenticidad de la carta de Judas?
3 La autenticidad de este libro bíblico está apoyada por su mención en el Fragmento Muratoriano, del siglo II E.C. Además, Clemente de Alejandría (siglo II E.C.) lo aceptó como canónico. Orígenes
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