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  • ¿Puede Dios declararnos justos? ¿Cómo?
    La Atalaya 1985 | 1 de diciembre
    • don de la gracia divina que se le concede con el bautismo, el dogma católico va más allá de lo que enseña la Biblia. No es el bautismo lo que quita el pecado original, sino la sangre derramada de Cristo. (Romanos 5:8, 9.) Hay una gran diferencia entre el realmente alcanzar condición de justo por la acción de Dios y el que a uno se le cuente como justo o se le considere como tal. (Romanos 4:7, 8.) Cualquier católico honrado que lucha contra el pecado sabe que no ha alcanzado en realidad la condición de justo. (Romanos 7:14-19.) Si realmente fuera justo, no tendría pecados que confesar al sacerdote.

      Además, si el dogma católico se apegara a la Biblia, el católico consciente del pecado confesaría sus pecados a Dios, y pediría perdón mediante Jesucristo. (1 Juan 1:9–2:2.) La intercesión de un sacerdote en cualquiera de las etapas de la “justificación” no tiene más base en la Biblia que la acumulación de méritos sobre la cual se basa la doctrina de las indulgencias. (Hebreos 7:26-28.)

      Sin lugar a dudas el concepto protestante de que la justificación significa que el cristiano es declarado justo por los méritos del sacrificio de Cristo se aproxima más a lo que enseña la Biblia. Sin embargo, algunas iglesias protestantes enseñan el concepto de “justificación por fe únicamente”, lo cual, como veremos después, supone pasar por alto los razonamientos específicos que presentan tanto el apóstol Pablo como Santiago. La actitud de autosuficiencia en sentido espiritual de tales iglesias queda resumida en la frase “una vez salvo siempre salvo”. Algunos protestantes creen que basta con creer en Jesús para ser salvo y que, por lo tanto, la justificación precede al bautismo.

      Además, ciertas iglesias protestantes, aunque enseñan la justificación por fe, siguen al reformador francés Juan Calvino y también enseñan la predestinación personal, con lo que niegan la doctrina bíblica del libre albedrío. (Deuteronomio 30:19, 20.) Por lo tanto, puede afirmarse que ni el concepto católico de la justificación ni el protestante están totalmente en armonía con la Biblia.

      ¿Qué enseña la Biblia?

      Sin embargo, la Biblia enseña con toda claridad la doctrina de la “justificación”, o cómo puede otorgársele a un humano que Dios lo considere justo. Hemos visto con anterioridad por qué necesitamos que se nos rehabilite ante Dios, puesto que todos nacemos, no como hijos de Dios, sino como “hijos de ira”. (Efesios 2:1-3.) El que Su ira permanezca sobre nosotros o no, depende de que aceptemos o rehusemos su provisión misericordiosa para la reconciliación con él, el Dios santo y justo. (Juan 3:36.) Dicha provisión amorosa es “el rescate pagado por Cristo Jesús”. (Romanos 3:23, 24.)

      El apóstol Pablo mostró que el sacrificio redentor de Cristo ofrece dos esperanzas, una “sobre la tierra” y la otra “en los cielos”. Escribió: “Dios tuvo a bien el que toda la plenitud morara en él [Cristo], y mediante él reconciliar de nuevo consigo mismo todas las otras cosas, haciendo la paz mediante la sangre que él derramó en el madero de tormento, no importa que estas sean las cosas que están sobre la tierra o las cosas que están en los cielos”. (Colosenses 1:19, 20.)

      Para que podamos disfrutar de la realización de una o la otra de estas dos esperanzas, es necesario que Dios nos considere justos. Esto encierra mucho más que meramente “creer en Jesús”. En los siguientes dos artículos se considerará con exactitud lo que esto encierra para los cristianos que tienen la esperanza celestial y para quienes tienen la esperanza de vivir para siempre en un paraíso en la Tierra. Sírvase leer la información que sigue, y no vacile en pedir al testigo de Jehová que le ha proporcionado esta revista que considere estos artículos con usted, usando la Biblia.

  • Declarados justos “para vida”
    La Atalaya 1985 | 1 de diciembre
    • Declarados justos “para vida”

      “Por medio de un solo acto de justificación el resultado [...] es el declararlos justos para vida.” (ROMANOS 5:18:)

      1. ¿Quiénes tienen hambre y sed de justicia, y cómo se cumplirá su deseo?

      “FELICES son los que tienen hambre y sed de justicia, puesto que ellos serán saciados.” (Mateo 5:6.) Tal sed de justicia quedará completamente satisfecha no solo en el caso de aquellos a quienes “pertenece el reino de los cielos”, sino también en el de los que “poseerán la tierra”. (Mateo 5:10; Salmo 37:29.) Ambas clases de personas tienen la esperanza que el apóstol Pedro expresó cuando escribió: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa [la de Dios], y en éstos la justicia habrá de morar”. (2 Pedro 3:13.) Sí; Jehová Dios ha prometido un justo nuevo gobierno celestial, “el reino de los cielos”, y una justa “nueva tierra” o sociedad humana en una Tierra paradisíaca.

      2. ¿Qué relación hay entre Jehová, la justicia y nuestra esperanza de un pacífico Nuevo Orden?

      2 Pero ¿qué debe entenderse, exactamente, por justos nuevos cielos y una justa nueva tierra? Significa que tanto el nuevo gobierno celestial como la humanidad en la Tierra bajo tal gobierno tienen que reconocer la norma de Dios respecto a lo correcto y lo incorrecto. Jehová es “el lugar de habitación de la justicia”. (Jeremías 50:7.) La justicia es el mismísimo fundamento de Su soberanía o posición de Gobernante entronizado en el universo. (Job 37:23, 24; Salmo 89:14.) Para que haya paz en el universo, las criaturas de Jehová tienen que reconocer que Él tiene derecho a establecer las normas en cuanto a lo que es justo y lo que es inicuo. A la inversa, nuestra esperanza de un justo Nuevo Orden depende de que Jehová se adhiera a sus normas. (Salmo 145:17.)

      3. En vista de la justicia absoluta de Jehová, ¿qué pregunta viene a la mente?

      3 Por eso surge la cuestión en cuanto a cómo podría el santo y justo Dios Jehová tratar con injustos pecadores. (Compárese con Isaías 59:2; Habacuc 1:13.) A la vez que él permaneciera fiel a sus elevadas normas de justicia, ¿cómo podría escoger de entre pecadores a los que van a ser parte de los justos “nuevos cielos” gubernamentales y aceptar como amigos suyos a los que formarán parte de la justa “nueva tierra”? Para contestar esto tenemos que entender la doctrina bíblica de la justificación, o declaración de justicia.

      Un misericordioso arreglo de abonar mérito

      4. ¿Por qué está muy endeudada con Dios la humanidad caída, y por qué no podemos librarnos nosotros mismos de esa deuda?

      4 En las Escrituras, los pecados son asemejados a deudas. (Véanse Mateo 6:12, 14; 18:21-35 y Lucas 11:4.) Todos los hombres son pecadores y, por lo tanto, están muy endeudados con Dios. “El salario que el pecado paga es muerte.” (Romanos 6:23.) Puesto que su antepasado Adán los había “vendido bajo el pecado”, los descendientes de Adán no podían hacer nada para librarse de esta deuda abrumadora. (Romanos 7:14.) Solo la muerte del deudor podría borrarla, “porque el que ha muerto ha sido absuelto de su pecado”. (Romanos 6:7.) Ninguna obra buena que un pecador efectuara durante su vida podría recobrar por compra lo que Adán perdió, ni siquiera lograr que Dios viera o considerara a tal pecador como justo. (Salmo 49:7, 9; Romanos 3:20.)

      5. ¿Cómo proveyó salida de esta situación Jehová a la humanidad pecaminosa, mientras todavía respetó su justicia perfecta?

      5 ¿Cómo podría Jehová proveer salida de esta situación a la humanidad caída sin transigir en cuanto a sus propias normas de justicia? La respuesta hace resaltar la sabiduría y la bondad inmerecida de Jehová. El apóstol Pablo explica esto hermosamente en su carta a los Romanos. Escribe: “Es como don gratuito que por su bondad inmerecida [a pecadores] se les está declarando justos mediante la liberación por el rescate pagado por Cristo Jesús. Dios lo presentó como ofrenda para propiciación por medio de fe en su sangre. Esto fue con el fin de exhibir su propia justicia, porque estaba perdonando los pecados que ocurrieron en lo pasado mientras Dios estaba ejerciendo longanimidad; para exhibir su propia justicia en esta época presente, para que sea justo aun al declarar justo al hombre que tiene fe en Jesús”. (Romanos 3:24-26.)

      6. a) ¿Cómo satisfizo las normas de justicia de Jehová el sacrificio de Cristo? Por eso, ¿qué está dispuesto a hacer Jehová? b) ¿Cómo puede Dios atribuir o abonar justicia a la cuenta de una persona que tiene fe?

      6 Por su bondad inmerecida, Jehová aceptó el sacrificio de Jesús a favor de los descendientes de Adán. (1 Pedro 2:24.) Aquel fue un sacrificio equivalente, o correspondiente, puesto que Jesús, como hombre perfecto, recobró por compra lo que Adán el hombre perfecto perdió. (Véanse Éxodo 21:23 y 1 Timoteo 2:6.) Después de haber satisfecho el requisito de la justicia, Jehová está amorosamente dispuesto a ‘borrar’ o ‘tachar’ los pecados que se imputan o cargan a la cuenta del “hombre que tiene fe en Jesús”. (Isaías 44:22; Hechos 3:19.) Si dicho hombre permanece fiel, Jehová no solo se retiene de ‘imputarle sus ofensas’, sino que de hecho le abona en cuenta justicia. (2 Corintios 5:19.) Mediante este misericordioso arreglo de abonar mérito ‘muchos han sido constituidos justos’. (Romanos 5:19.) Este es uno de los aspectos de la justificación, el acto de Dios por medio del cual a alguien se le cuenta o considera libre de culpa. (Hechos 13:38, 39.) ¿Quiénes son los que han sido justificados, o declarados justos, durante este sistema de cosas?

      144.000 “santos”

      7. ¿De qué manera fue declarado justo Cristo? Por eso, ¿qué llegó a ser posible?

      7 Claro, Cristo mismo no necesitaba que se le abonara justicia, ya que era realmente justo. (1 Pedro 3:18.) Por haber demostrado fidelidad hasta la muerte como hombre perfecto (“el último Adán”) y haber sacrificado su derecho a vivir en la Tierra, Jesús fue resucitado por su Padre, Jehová. Jesús fue “declarado justo en espíritu”, es decir, pronunciado fundamentalmente justo por su propio mérito y levantado como “un espíritu dador de vida”. (1 Corintios 15:45; 1 Timoteo 3:16.) Mediante su muerte en sacrificio, proveyó la base mediante la cual Jehová podría abonar o atribuir justicia a hombres y mujeres de fe. (Romanos 10:4.)

      8, 9. a) ¿Quiénes son los primeros que se benefician de que se les atribuya o abone justicia, y por qué? b) ¿Quiénes componen los “nuevos cielos”, y sobre qué gobernarán?

      8 Como es lógico, aquellos a quienes Jehová escoge para que compongan los justos “nuevos cielos”, o el gobierno del Reino bajo el Rey Cristo Jesús, son los primeros que se benefician a plenitud de este arreglo misericordioso en este sistema de cosas. El libro de Daniel describe la ceremonia celestial en la cual Cristo, el Hijo del hombre, recibe “gobernación y dignidad y reino”, para que ‘los pueblos, grupos nacionales y lenguajes [de la Tierra] todos le sirvan aun a él’. Luego Daniel muestra que “el reino y la gobernación” se dan también a “los santos del Supremo”, Jehová. (Daniel 7:13, 14, 18, 27; compárese con Revelación 5:8-10.)

      9 La cantidad de esos “santos” a quienes se escoge para gobernar con el Cordero Jesucristo en el monte Sión celestial, según se revela, es 144.000, “comprados de entre la humanidad”. (Revelación 14:1-5.) Estos, junto con Cristo, componen los justos “nuevos cielos” del nuevo sistema de cosas de Jehová.

      Se les cuenta como justos... ¿cómo y por qué?

      10. a) ¿Cuál libro bíblico es el más explícito sobre la justificación, y para quiénes se escribió? b) ¿Quiénes están principalmente implicados en la doctrina bíblica de la justificación?

      10 El libro bíblico que indudablemente es el más explícito sobre el hecho de que Dios declara justos a hombres es la carta de Pablo a los Romanos. Es interesante notar que él dirigió esa carta a los “llamados a ser santos”. (Romanos 1:1, 7.) Esto explica por qué se usa la doctrina de la “justificación”, o de declaración de justicia, según la describe Pablo, con relación a los 144.000 “santos”.

      11. ¿Qué relación hay entre la fe, las obras y la justificación?

      11 El elemento esencial del razonamiento de Pablo en Romanos es que ni judío ni gentil pueden lograr que Dios los vea como justos mediante obras, sea que estas se efectúen para amoldarse a la Ley mosaica o simplemente por respeto a la ley moral instintiva. (Romanos 2:14, 15; 3:9, 10, 19, 20.) Solo sobre la base de la fe en el sacrificio de rescate de Cristo se puede declarar justo tanto al judío como al gentil. (Romanos 3:22-24, 29, 30.) Sin embargo, el consejo de los capítulos de conclusión de Romanos (12–15) indica que dicha fe tiene que estar apoyada por obras piadosas, como también explica Santiago. (Santiago 2:14-17.) Tales obras sencillamente demuestran que el cristiano que ha sido justificado tiene la fe que es un requisito previo de la justificación por Dios.

      12, 13. a) ¿Por qué tienen que ser declarados justos los 144.000 “santos”? b) ¿Qué hacen con los derechos a la vida que se les dan?

      12 No obstante, ¿qué razón impelente hay para que se tenga que declarar justos a los cristianos que son “llamados a ser santos”? Aquí es donde entra en juego el segundo aspecto de la justificación, a saber, el que Dios declare que alguien es merecedor de la vida como hijo humano perfecto de Dios. Debido al papel que se les pide que desempeñen en los justos “nuevos cielos”, los 144.000 tienen que renunciar a toda esperanza de vivir eternamente en la Tierra, y sacrificar tal esperanza para siempre. (Salmo 37:29; 115:16.) En ese sentido experimentan una muerte en sacrificio. ‘Se someten a una muerte como la de Cristo.’ (Filipenses 3:8-11.)

      13 Ahora bien, en armonía con el principio expuesto en la Ley mosaica, cualquier sacrificio que se presenta a Jehová tiene que estar libre de defecto. (Levítico 22:21; Deuteronomio 15:21.) De los 144.000 “santos” se dice que son “justos que han sido hechos perfectos”. (Hebreos 12:23.)

      Se les adopta como hijos espirituales

      14, 15. a) ¿Qué cambio experimentan los 144.000 con referencia al pecado? b) ¿De qué manera se les levanta a una “novedad de vida”?

      14 Mientras todavía viven en la carne, estos “justos” experimentan una muerte simbólica. El apóstol Pablo explica: “Ya que morimos con referencia al pecado, ¿cómo seguiremos viviendo todavía en él? ¿O ignoran que todos nosotros los que fuimos bautizados en Cristo Jesús fuimos bautizados en su muerte? Por lo tanto, fuimos sepultados con él por medio de nuestro bautismo en su muerte, para que, así como Cristo fue levantado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida [...] porque sabemos que nuestra vieja personalidad fue fijada en el madero con él, para que nuestro cuerpo pecaminoso fuese hecho inactivo, para que ya no sigamos siendo esclavos del pecado. Porque el que ha muerto ha sido absuelto de su pecado”. (Romanos 6:2-7.)

      15 Durante su vida humana, los 144.000 “santos”, de los cuales solo queda un pequeño resto en la Tierra en este tiempo del fin, ‘mueren con referencia al pecado’. Después de su muerte simbólica, los “llamados a ser santos” son levantados a una “novedad de vida”. Jehová, después de haberlos declarado justos, puede engendrarlos mediante su espíritu para que sean Sus “hijos” espirituales. Ellos ‘nacen otra vez’ y son adoptados como “hijos de Dios”a. (Juan 3:3; Romanos 8:9-16.) Llegan a ser israelitas espirituales y se les introduce en el nuevo pacto. (Jeremías 31:31-34; Lucas 22:20; Romanos 9:6.)

      Herederos de un sacerdocio y un reinado

      16. ¿Qué llegan a heredar los 144.000 “santos”?

      16 Como “hijos” espirituales de Dios por adopción, los 144.000 “santos” llegan a ser también herederos. (Gálatas 4:5-7.) Pablo escribió a compañeros cristianos, engendrados por espíritu: “Pues, si somos hijos, también somos herederos: herederos por cierto de Dios, mas coherederos con Cristo, con tal que suframos juntamente para que también seamos glorificados juntamente”. (Romanos 8:17.) ¿Qué hereda Cristo? Jehová lo ha hecho Rey-Sacerdote “a la manera de Melquisedec para siempre”. (Hebreos 6:19, 20; 7:1.) Como “coherederos” con Cristo, los cristianos engendrados por espíritu son también ungidos por Jehová como sacerdotes espirituales. (2 Corintios 1:21; 1 Pedro 2:9.) Además, uno de los objetivos fundamentales de que Jehová los declare justos es que ellos después ‘gobiernen como reyes en vida por medio del uno, Jesucristo’. (Romanos 5:17.)

      17. a) Aunque se les declara justos, ¿qué tienen que hacer diariamente los cristianos ungidos? b) ¿Cómo reciben ellos su recompensa?

      17 Mientras aún están en la Tierra, estos cristianos ungidos, aunque han sido declarados justos, todavía tienen que luchar contra sus tendencias pecaminosas. (Romanos 7:15-20.) Necesitan que la sangre de Cristo los limpie de sus pecados diarios de imperfección. (1 Juan 1:7; 2:1, 2.) Cuando permanecen fieles hasta el fin de su vida terrestre, mueren literalmente y son resucitados “a una herencia incorruptible e incontaminada e inmarcesible” como parte de los justos “nuevos cielos”. (1 Pedro 1:3, 4; 2 Pedro 3:13.)

      ‘Se aguarda la revelación de los hijos de Dios’

      18, 19. a) ¿Qué aguarda la “creación” humana? b) ¿Cómo serán ‘revelados’ “los hijos de Dios”, y por qué vive la “creación” humana en expectativa ansiosa de esto?

      18 ¿Cómo afecta todo esto a los que —en cantidad mucho más numerosa que la de los 144.000 “hijos [espirituales] de Dios”— tienen hambre y sed de justicia, pero cuya esperanza es poseer la Tierra? Acerca de estos, el apóstol Pablo escribe: “Porque la expectativa ansiosa de la creación aguarda la revelación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a futilidad [...] sobre la base de la esperanza de que la creación misma también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios”. (Romanos 8:19-21.)

      19 Esa “creación” humana que tiene la esperanza de vivir para siempre en una Tierra paradisíaca está viviendo en “expectativa ansiosa” del tiempo —ahora cercano— en que el Rey Jesucristo y los “hijos [resucitados] de Dios” sean ‘revelados’ al destruir el actual sistema de cosas inicuo y luego gobernar como reyes y sacerdotes “por los mil años”. (Revelación 20:4, 6.) Durante el Reinado Milenario de Cristo, “la creación [humana] misma también será libertada de la esclavitud a la corrupción”.

      20. ¿Qué se considerará en el siguiente artículo?

      20 En el siguiente artículo se considerará cómo, precisamente, alcanzarán al fin “la gloriosa libertad de los hijos de Dios” los humanos que vivan en la justa “nueva tierra”, y cómo los afecta aun ahora la doctrina bíblica de la justificación.

      [Nota a pie de página]

      a Para una consideración a fondo del ‘nacer otra vez’, sírvase ver La Atalaya del 1 de febrero de 1982, páginas 10-21.

      Con relación a que Dios declare justos a hombres...

      ◻ ¿Qué quiere decir la Biblia por justos nuevos cielos y una justa nueva tierra?

      ◻ ¿Por qué necesita la humanidad rehabilitación ante Jehová?

      ◻ ¿Cómo se satisficieron las normas de justicia de Jehová?

      ◻ ¿Por qué son los 144.000 los primeros a quienes se declara justos, y qué hacen ellos con los derechos a la vida que se les dan?

      ◻ ¿Qué heredan con Cristo los 144.000?

      [Recuadro en la página 11]

      Hay dos aspectos de la justificación, o declaración de justicia:

      1) Dios cuenta a tal persona como libre de culpa

      2) Dios declara que la persona es perfecta y merecedora de vida eterna en la Tierra

      A los 144.000 cristianos ungidos se les declara justos en ambos respectos. Ellos sacrifican sus derechos a la vida humana y son engendrados como “hijos” espirituales llamados a ser reyes y sacerdotes con Cristo en los “nuevos cielos”

  • Declarados justos como amigos de Dios
    La Atalaya 1985 | 1 de diciembre
    • Declarados justos como amigos de Dios

      “‘Abrahán puso fe en Jehová y le fue contado por justicia,’ y vino a ser llamado ‘amigo de Jehová’.” (SANTIAGO 2:23.)

      1, 2. ¿Cómo están siendo reconciliadas con Dios “las cosas en los cielos” y las “cosas sobre la tierra”?

      “DIOS tuvo a bien el que toda la plenitud morara en él [Cristo], y mediante él reconciliar de nuevo consigo mismo todas las otras cosas, haciendo la paz mediante la sangre que él derramó en el madero de tormento, no importa que éstas sean las cosas que están sobre la tierra o las cosas que están en los cielos.” (Colosenses 1:19, 20.) Este propósito divino de la reconciliación avanza hacia su culminación.

      2 “Las cosas que están en los cielos” mencionadas aquí no son criaturas celestiales o espirituales, puesto que a los ángeles no se les rescata con la sangre de Cristo. Más bien, son humanos que han sido comprados con la sangre del Cordero para ser “un reino y sacerdotes” con Cristo en los “nuevos cielos”. A estos ya se les ha declarado justos completamente mediante la sangre de Cristo. Además, por unos 50 años Jehová ha estado haciendo la paz con las “cosas que están sobre la tierra”, los humanos que llegarán a formar parte de la justa “nueva tierra”. (Revelación 5:9, 10; 2 Pedro 3:13.) Este acto de reunir “todas las cosas”, tanto cosas terrestres como cosas celestiales, ‘es según el beneplácito de Jehová que él se propuso en sí mismo”. (Efesios 1:9, 10.)

      El propósito de Dios para su hijo Adán

      3, 4. ¿En qué condición se hallaba Adán ante Dios, pero en qué sentido aún necesitaba que se le declarara justo?

      3 Al ser creado, Adán era un hijo humano de Dios que se hallaba en perfección y justicia. (Lucas 3:38.) Su justicia no era algo que se le hubiera abonado o atribuido. Era inherente. En lo que respecta a hallarse sin culpa ante Jehová, Adán no tenía que ser “declarado” justo. Mientras se sometiera a la gobernación legítima de Dios, mantenía una buena condición ante su Creador.

      4 Pero aún no había demostrado que sabía mantenerse íntegro ni había sido juzgado merecedor del derecho a la vida eterna en la Tierra. Para ello tenía que mostrar fidelidad a Jehová y apego a la justicia durante cierto espacio de tiempo. Si hubiera probado de esta manera su integridad bajo prueba, habría recibido el derecho a tener vida eterna en la Tierra. Aquello habría sido como si Dios hubiera declarado, o hecho constar públicamente, que Adán merecía vida sin fin. Como símbolo de esto, Jehová sin duda lo hubiera llevado al “árbol de la vida” y hubiera permitido que comiera de su fruto. (Génesis 2:9, 16, 17; 3:22.)

      5. a) ¿Qué perdió Adán tanto para sí como para su descendencia? b) ¿Qué esperanza de liberación del pecado y la muerte dio Jehová a la creación humana?

      5 Pero Adán fracasó en la prueba y, por ello, perdió la perfección, la justicia y la relación de hijo tanto para sí como para su prole. (Romanos 5:12.) En consecuencia, todos los descendientes de Adán nacieron enajenados de Dios, inherentemente injustos. (Efesios 2:3; Romanos 3:10.) Por consiguiente, la creación humana “fue sujetada a futilidad”, pero “sobre la base de la esperanza”, la esperanza de liberación del pecado y de la muerte que se dio inmediatamente después de la rebelión de Edén. (Romanos 8:20, 21; Génesis 3:15.)

      Declarados justos antes de Cristo... ¿cómo fue posible?

      6, 7. a) ¿Hasta qué grado fueron declarados justos algunos humanos antes de la muerte de Cristo en sacrificio? b) ¿Cuáles son algunos ejemplos de siervos de Jehová de tiempos precristianos a quienes se vio como justos?

      6 La esperanza de la humanidad de tener liberación del pecado y la muerte dependía de la venida de la “descendencia” prometida, el Hijo unigénito de Dios. (Juan 3:16.) Antes de la muerte de Cristo en sacrificio, no había manera de que los hombres obtuvieran “justificación de vida”, o ‘fueran declarados justos para vida’. (Romanos 5:18, Versión Moderna; Traducción del Nuevo Mundo.) Sin embargo, aun antes que Cristo pagara el rescate para librar a la humanidad, algunos hombres y mujeres habían ejercido fe en la promesa de Dios y habían respaldado dicha fe con obras. Debido a esto, Jehová bondadosamente les perdonó los pecados y los aceptó como siervos suyos. Amorosamente los contó como relativamente libres de culpa en comparación con la mayoría de la humanidad alejada de Dios. (Salmo 32:1, 2; Efesios 2:12.) Les otorgó verlos o considerarlos como justos, al declararlos justos hasta el grado que era apropiado en aquel tiempo.

      7 Así, por fe desplegada, de Abel ‘se dio testimonio de que era justo’. (Hebreos 11:4.) Noé “vino a ser heredero de la justicia que es según fe”. (Hebreos 11:7.) A pesar de sus errores, Job fue calificado de hombre “sin culpa y recto”. (Job 1:1, 22; 7:21.) Finees mostró celo por la adoración pura, “y llegó a serle contado por justicia”. (Salmo 106:30,31; Números 25:1-13.) “Por fe” y por sus obras de bondad para con el pueblo de Dios, a Rahab, ramera no israelita, se le concedió estar considerada como justa, o se le declaró justa. (Hebreos 11:31; Santiago 2:25.)

      Cómo se contó como justo a Abrahán

      8, 9. a) El tema principal de la carta de Pablo a los romanos tiene que ver con la justicia ¿de quiénes? b) ¿En qué respectos es más abarcadora la declaración de justicia de los “santos” que la de Abrahán?

      8 El caso de Abrahán merece atención especial. Dos escritores de las Escrituras Griegas Cristianas —que escribieron a cristianos del primer siglo que fueron llamados a formar parte de los 144.000 miembros del Israel espiritual— mencionan el asunto de que a Abrahán se le declaró justo. (Romanos 2:28, 29; 9:6; Santiago 1:1; Revelación 7:4.)

      9 En su carta a los romanos, Pablo razona que los que son “llamados a ser santos” (Ro 1:7), tanto judíos como gentiles (Ro 1:16, 17), son declarados justos “por fe aparte de obras de ley” (Ro 3:28). Para dar solidez a su argumento, abre una larga explicación (Ro 4:1-22) y cita de Génesis 15:6 al decir: “Abrahán ejerció fe en Jehová, y le fue contado por justicia”. Entonces, en los versículos finales del capítulo 4Ro 4:23-25, Pablo dice que Jesús “fue entregado a causa de nuestras ofensas y fue levantado a fin de declararnos [es decir, a “los santos” (Romanos 1:7)] justos”. Al decir “declararnos” no puede incluir a Abrahán, puesto que él había muerto mucho tiempo antes de la muerte y resurrección de Cristo. En consecuencia, cuando en los capítulos subsiguientes Pablo habla de los que “gobernarán como reyes” y de que serán declarados justos “para vida” con miras a convertirse en “hijos de Dios” y “coherederos con Cristo”, obviamente está hablando de algo bastante diferente del que Dios atribuyera justicia a Abrahán. (Romanos 5:17, 18; 8:14, 17, 28-33.)

      10. ¿De qué manera arroja luz Santiago sobre lo que abarcó el que se declarara justo a Abrahán?

      10 Santiago también menciona a Abrahán como ejemplo para probar que la fe tiene que ser respaldada por obras piadosas. Después de declarar que Abrahán había sido declarado justo, al citar Génesis 15:6, Santiago hace un comentario adicional que nos ayuda a ver el alcance de la justificación de Abrahán. Escribe: “Se cumplió la escritura que dice: ‘Abrahán puso fe en Jehová, y le fue contado por justicia,’ y vino a ser llamado ‘amigo de Jehová’”. (Santiago 2:20-23.) Sí; debido a su fe, Abrahán fue declarado justo como amigo de Jehová, no como hijo con derecho a vida humana perfecta o a gobernación real con Cristo. Es interesante que, con relación a la justicia de Abrahán, Robert Girdlestone, en el libro Synonyms of the Old Testament, escribió: “No se trata de una justicia absoluta, es decir, una que recomendara a Abrahán ante Dios como derechohabiente para heredar la condición de hijo”.

      El libro de recuerdo de Jehová

      11. ¿Los nombres de quiénes se escriben en el libro de recuerdo de Jehová, y por qué?

      11 El abono o atribución de justicia relativa a los hombres y mujeres fieles que vivieron antes de Cristo fue una prenda de la justicia y la perfección verdaderas o reales asociadas con la vida eterna que pueden recibir en la nueva tierra de Dios. En vista de sus perspectivas de vida, se podría considerar que sus nombres han sido escritos en un libro de recuerdo. (Compárese con Malaquías 3:16 y Éxodo 32:32, 33.) Este contiene los nombres de aquellos a quienes Jehová considera “justos”, los cuales han demostrado su fe mediante obras justas, y quienes figuran entre las personas a quienes espera vida eterna en la Tierra. (Salmo 69:28; Habacuc 2:4.)

      12. ¿Qué tendrán que hacer los “justos” que sean resucitados para mantener sus nombres en el libro de recuerdo de Jehová?

      12 Sin embargo, dichos nombres no se han escrito aún en el “libro de la vida” de Jehová. (Revelación 20:15.) Cuando estos hombres y mujeres fieles del pasado regresen a la Tierra durante ‘la resurrección de los justos’, sin duda aceptarán con fe las provisiones de Jehová para la vida mediante el sacrificio de rescate de Jesús. (Hechos 24:15.) Así llegarán a ser parte de las “otras ovejas” de Jesús, junto con la “grande muchedumbre” que habrá sobrevivido a la “grande tribulación”. (Juan 10:16; Revelación 7:9, 14.) De esta manera, conservarán sus nombres en el libro de recuerdo de Jehová.

      Se les considera justos como amigos para la supervivencia

      13. ¿A quiénes está trayendo ahora el Pastor Excelente, y cómo llegan a estar escritos sus nombres en el libro de recuerdo?

      13 El Pastor Excelente, Jesucristo, está trayendo ahora a “otras ovejas” que no son parte del “rebaño pequeño” de 144.000 “santos” a quienes se da el Reino celestial. (Lucas 12:32; Daniel 7:18.) Estas “otras ovejas” escuchan la voz del Pastor Excelente. (Juan 10:16.) Ejercen fe en Jehová y en su Hijo. Dedican su vida a Jehová sobre la base del sacrificio de rescate de Jesús. Se bautizan “en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo” y reconocen que es necesario cultivar “el fruto del espíritu”. (Mateo 28:19, 20; Gálatas 5:22, 23.) Los nombres de ellos se escriben en el libro de recuerdo de Jehová.

      14. ¿Qué hace que Jehová vea a las “otras ovejas” en condición limpia, pero qué tienen que pedirle a Dios?

      14 Estas “otras ovejas” reunidas en este tiempo del fin compondrán la “grande muchedumbre” que el apóstol Juan vio en visión, después de haber visto a los 144.000 miembros del Israel espiritual. (Revelación 7:4, 9.) En su descripción de la “grande muchedumbre” él dice que estos “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido con la sangre del Cordero”. (Rev 7 versículo 14.) Por su fe en la sangre derramada del Cordero, se les abona o cuenta a su favor cierto grado de justicia. Esto se representó por sus simbólicas largas ropas blancas. Jehová los considera en condición de limpieza acepta, y “por eso es que” les permite ‘rendir servicio sagrado día y noche en su templo’. (Rev 7 Versículo 15.) Aun así, cada día tienen que confesar sus pecados a Jehová y pedir perdón mediante Jesucristo. (1 Juan 1:9–2:2.)

      15. a) ¿Cómo muestra la parábola de las ovejas y las cabras que Dios ve a “las otras ovejas” en condición de justas? b) ¿Hasta qué grado se les declara justas en la actualidad?

      15 El que los del grupo de las “otras ovejas” son amigos de Dios y aun ahora Dios los ve en condición acepta de justicia relativa se hace claro también en la profecía de Jesús sobre ‘la señal de su presencia’, la cual incluye la ilustración de las ovejas y las cabras. Debido a que las “ovejas” hacen bien a los del resto de los 144.000 “hermanos” de Cristo que quedan en la Tierra, el Padre de Jesús los bendice y los llama “justos”. Al igual que Abrahán, se les cuenta como justos, o se les declara justos, como amigos de Dios. Su condición de justos también significará supervivencia para ellos cuando las “cabras” partan al “cortamiento eterno”. (Mateo 24:3–25:46.) ‘Saldrán de la grande tribulación’ que marcará el fin del sistema de cosas inicuo actual. (Revelación 7:14.)

      Elevados a la perfección

      16. ¿Cómo sabemos que a los de la grande muchedumbre no se les declara justos para la vida antes de la “grande tribulación”?

      16 La “grande muchedumbre” que sobrevive a la “grande tribulación” todavía no ha sido declarada justa para la vida. Podemos comprender esto por el hecho de que el capítulo que los menciona pasa a decir: “El Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas de vida”. (Revelación 7:17.) De modo que, aunque Dios anteriormente los habrá considerado justos en comparación con la humanidad en general, y como amigos suyos, necesitarán ayuda adicional, o que se tomen ciertas medidas, para que puedan ser declarados justos para vida.

      17. a) ¿Qué significa la “curación de las naciones”? b) ¿Quiénes necesitarán que sus nombres sean escritos en “el libro de la vida”?

      17 Durante el Milenio, el Cordero entronizado, Cristo Jesús, junto con sus 144.000 reyes y sacerdotes asociados, pondrá en vigor un programa para la “curación de las naciones” en sentido espiritual y físico. (Revelación 22:1, 2.) Dichas “naciones” estarán compuestas de los sobrevivientes de la grande tribulación, cualesquiera hijos que les nazcan a estos después del Armagedón, y los que regresen en “la resurrección así de justos como de injustos”. (Hechos 24:15.) Con el tiempo, los nombres de todos los que ejerzan fe en la sangre de Cristo y efectúen “obras” apropiadas serán escritos en “el libro de la vida”. (Revelación 20:11-15.)

      18. ¿A qué condición habrán sido elevados los habitantes de la Tierra para fines del Milenio?

      18 Para el fin del Reinado de Mil Años de Cristo, los habitantes de la Tierra que hayan mostrado que aceptan el sacrificio de Cristo y vivan en conformidad con las normas de Jehová habrán sido elevados a la perfección. (Revelación 20:5.) Serán como Adán antes de haber pecado. Al igual que en el caso de Adán, se someterá a prueba su obediencia.

      “Gloriosa libertad” como “hijos de Dios”

      19. a) ¿Qué ocurrirá inmediatamente después del Milenio? b) ¿Qué les sucederá a aquellos cuyo nombre no se halle escrito en “el libro de la vida”?

      19 Inmediatamente después del Milenio, Cristo entregará a su Padre una raza humana perfecta. (1 Corintios 15:28.) “Satanás será soltado” para que la humanidad sea sometida a una prueba decisiva. (Revelación 20:7, 8.) En cuanto a cualesquiera que fallen bajo la prueba, sus nombres no ‘se hallarán escritos en el libro de la vida’. Simbólicamente serán “arrojados al lago de fuego”, que “significa la muerte segunda”. (Revelación 20:15; 21:8.)

      20. a) ¿A quiénes declarará justos para la vida Jehová, y por qué? b) ¿De qué manera habrá cumplido su propósito el arreglo misericordioso de Jehová para la justificación?

      20 Los nombres de los que resulten leales a Jehová serán escritos indeleblemente en el “libro de la vida”, por haber resultado perfectos en integridad y merecedores del derecho a la vida eterna en la Tierra. Jehová mismo entonces los declarará justos en sentido completo. (Romanos 8:33.) Habrán sido justificados para la vida eterna. Dios los adoptará como hijos terrestres suyos, y entrarán en la prometida “gloriosa libertad de los hijos de Dios”. (Romanos 8:20, 21.) Se habrá restaurado la paz y la armonía en el universo. Se habrá completado la reconciliación, con Dios, de “las cosas que están sobre la Tierra” y “las cosas que están en los cielos”. (Colosenses 1:20.) El misericordioso arreglo de Jehová para la justificación habrá cumplido su propósito. A la pregunta “¿Está usted en una buena posición ante Dios?”, cada criatura en el cielo y en la Tierra podrá contestar: ¡Sí!, y agregar: “Al que está sentado en el trono y al Cordero sea la bendición y la honra y la gloria y la potencia para siempre jamás”. (Revelación 5:13.)

      Con relación a cómo ve Jehová a las “otras ovejas”...

      ◻ ¿Por qué no fue declarado justo Adán?

      ◻ ¿Hasta qué grado fueron declarados justos Abrahán y otros hombres y mujeres de antes de Cristo?

      ◻ ¿Los nombres de quiénes fueron escritos en el libro de recuerdo de Jehová?

      ◻ ¿Hasta qué grado se considera justas en la actualidad a las “otras ovejas”, y cuándo serán elevadas a la perfección estas personas?

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