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¡Necesitamos el reino de Dios!La Atalaya 1979 | 1 de marzo
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¡Necesitamos el reino de Dios!
NUNCA antes ha existido una necesidad tan crítica de un verdadero cambio en los asuntos humanos. Los pobres y los que padecen hambre desean alimento, albergue y ropa. Los que sufren debido a la opresión política quieren libertad. Los que están cansados de la guerra y el odio desean paz genuina. La mucha gente que es víctima de la delincuencia desea seguridad. Los que están enfermos desean buena salud.
Pero cada vez más personas se dan cuenta de que carecen de un fundamento real para pensar que tendrán los beneficios que desean. Hasta muchos que viven en países más prósperos que otros observan ahora que la inflación y otras inestabilidades económicas están perjudicando o destruyendo su modo de vida. Por esta razón, un profesor de universidad de los Estados Unidos hizo la siguiente exclamación: “¡No veo ninguna esperanza!”
Los gobiernos humanos, por sinceros que sean, no pueden traer alivio verdadero y duradero de las enormes cargas de nuestro día. Con frecuencia hacen lo contrario, y, como resultado, la gente pierde la esperanza y la confianza. Un juez jubilado de un tribunal supremo estatal de los Estados Unidos dijo: “La gente está llegando a sospechar de todo el mundo por la falta de honradez de los funcionarios públicos.”
AUMENTO DE LAS CARGAS
La vida en este sistema de cosas se está haciendo más complicada con cada año que pasa, y las cargas se intensifican. Un factor que contribuye a las presiones es el aumento en la población mundial . . . actualmente unos 70 u 80 millones de personas al año, y mucho de esto en países que ya están sobrecargados con problemas que no se están resolviendo.
También, el mundo se está haciendo cada vez más violento a medida que aumentan el descontento y la frustración. La publicación Il Giornale, de Italia, declaró: “Un síntoma característico de nuestros tiempos es la corriente oculta de violencia.” Esta publicación señaló que la II Guerra Mundial causó 55 millones de muertes y aflicción incalculable, y también que desde que vino la “paz” en 1945 ha habido “treinta millones de muertes en conflictos y matanzas ‘locales.’” Esa publicación añadió: “La confusión que reina en el mundo . . . cunde en la familia y la escuela, estremece las iglesias y los estados hasta sus cimientos.”
La publicación El Diario, de Bolivia, dijo respecto a este mundo: “Bien puede afirmarse ahora que no sólo está desequilibrado, sino enloquecido. Gran parte del mundo está enloquecido de odio.”
¿SABE ALGUIEN LO QUE SUCEDERÁ?
Las perspectivas son tan desconsoladoras desde el punto de vista humano que un clérigo de la Iglesia Unida del Canadá afirmó: “Nadie puede predecir con confianza que se esté aproximando un tiempo mejor. Nadie sabe de seguro si la civilización desaparecerá o si finalmente habrá una nueva sociedad con vida más abundante para todos.”
¡Pero eso es completamente falso! ¡La verdad es que Alguien sí sabe de seguro lo que pasará! Y ese Alguien no solo lo sabe, sino que tiene el poder, la sabiduría y el deseo que se necesitan para hacer los cambios que se requieren para plasmar una nueva sociedad que satisfaga las necesidades humanas.
Ese Alguien es el Creador de la Tierra y del hombre. En la comunicación que él ha inspirado para que nos sirva de guía, su Palabra, la Biblia, él dice: “De antemano yo anuncio el futuro; por adelantado, lo que aún no ha sucedido. Digo: ‘Mi designio se cumplirá, mi voluntad la realizo.’”—Isa. 46:10, Nueva Biblia Española.
SE APROXIMA EL CAMBIO
El Dios cuyos propósitos nunca fracasan nos dice que de seguro vendrá un enorme cambio mundial. En una profecía inspirada acerca de nuestro tiempo, su Palabra declara: “En los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.”—Dan. 2:44.
¿Sabía usted que Dios tenía el propósito de arrebatar el dominio de los gobiernos terrestres de la actualidad y ‘poner fin a todos estos reinos’ por completo? ¿Está usted al tanto del hecho de que “el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas”?
Sí, lo que Dios se propone es reemplazar a todos los gobiernos humanos que existen ahora. No, no por medio de alguna nueva federación mundial de naciones, ni por alguna continuación de la actual Organización de las Naciones Unidas. Más bien, el reino de Dios será Su gobierno que regirá desde el cielo, donde ningún ser humano puede manipularlo indebidamente ni corromperlo.—Juan 18:36.
La profecía declara que este gobierno del Reino pulverizará el entero complejo de la actual gobernación humana. (Dan. 2:35) Esto incluye a los apoyadores terrestres de este sistema, “de libres así como esclavos y de pequeños y grandes.”—Rev. 19:11-21.
¿Quién sobrevivirá cuando venga este enorme cambio mundial? Revelación (Apocalipsis) predijo que “una grande muchedumbre” lo hará. ¿Por qué logran sobrevivir ellos? Porque han estado rindiendo a Dios “servicio sagrado día y noche.”—Rev. 7:9, 15.
Este cambio mundial que se necesita preparará el camino para un sistema de cosas enteramente nuevo. Por eso el apóstol Pedro pudo hablar de “nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar.”—2 Ped. 3:11-13.
Como se ve, lo que ocurrirá es semejante a lo que el sicoanalista Erich Fromm sugirió en su libro The Anatomy of Human Destructiveness (La anatomía de la destructividad humana). El comentó que las condiciones violentas y no satisfactorias de la sociedad humana podrían abolirse ‘solo si se pudiera reemplazar todo el sistema social y político que ha existido durante los pasados 6.000 años de la historia por uno que sea fundamentalmente diferente.’
Aunque Fromm no estaba pensando en el reino de Dios, sin embargo éste reemplazará al presente sistema de cosas con uno ‘fundamentalmente diferente.’ Eso significará una nueva sociedad humana aquí en la Tierra, bajo el control y la dirección del reino celestial de Dios. Y bajo la gobernación del Reino se atenderán todas las necesidades y deseos legítimos de la gente decente hasta más allá de sus más acariciados sueños.
¿POR QUÉ HA TARDADO TANTO?
¿A qué se debe que Dios haya esperado tanto tiempo para efectuar este cambio tan necesitado? Una razón ha sido para poner a prueba la alegación de que el hombre no necesita la dirección de Dios para tener éxito. (Gén. 3:4-6) Pero los pasados miles de años han mostrado lo absolutamente poco satisfactoria que es la gobernación humana apartada de Dios.
Se ha probado todo tipo de gobierno y de sociedad humana. Se ha dado uso a las ciencias e invenciones más complejas con el propósito de ayudar. Pero nada ha resuelto los problemas del hombre, los cuales han persistido y han ido empeorando. Lo que ha quedado probado fuera de duda razonable es esto: “Al hombre terrestre no le pertenece su camino. No le pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso.”—Jer. 10:23.
Lo que todo esto muestra es que necesitamos que el reino de Dios gobierne sobre nosotros. Y cuando éste asuma el control total de los asuntos de la Tierra, ¿qué significará esto para usted?
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¿Qué significará para usted el reino de Dios?La Atalaya 1979 | 1 de marzo
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¿Qué significará para usted el reino de Dios?
“Sigan . . . buscando primero el reino y [la] justicia [de Dios], y todas estas otras cosas les serán añadidas.”—Mat. 6:33.
¿QUÉ significaría para usted el vivir bajo un gobierno controlado y dirigido por el Dios Todopoderoso mismo? ¿Cómo sería la vida ‘si la voluntad de Dios se efectuara sobre la tierra como se
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