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El control demográfico y el gobierno mundial¡Despertad! 1983 | 8 de diciembre
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El control demográfico y el gobierno mundial
¡UN SOLO gobierno mundial, el Reino de Dios! Ése es un tema principal de la Biblia. La sede de ese gobierno está en el cielo. Y Jehová Dios lo utilizará para resolver de manera competente nuestras crisis actuales, incluso las que la explosión demográfica ha agravado.
¿Podemos confiar en que el gobierno celestial de Dios gobierne bien? Sí, pues la Biblia declara: “El reino del mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él gobernará como rey para siempre jamás” (Revelación 11:15). Los seres humanos tienen limitaciones, pero Jehová no. ¿Puede pensar usted en alguien más capacitado para gobernar que el Señor Soberano Jehová y su Hijo, Cristo Jesús?
Puesto que el Reino de Dios está ubicado en el cielo, ¿mostrará interés genuino en los problemas terrestres? Sí. Jesucristo exhorta a sus seguidores a orar: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10, Versión Valera [1977]). Como humano, a Jesús se le conoció por su empatía y veracidad. Él no engañaría a la gente con esperanzas imaginarias. (Mateo 14:14; 1 Pedro 2:22.)
Jesús nació en una familia de escasos recursos. (Compare Lucas 2:24 con Levítico 12:8.) José, su padrastro, trabajó de carpintero y crió a su familia en una ciudad de poca importancia. Jesús llegó a formar parte de una familia grande de por lo menos nueve miembros: su madre y su padrastro; sus cuatro hermanastros, Santiago, José, Simón y Judas; por lo menos dos hermanastras, y él mismo (Mateo 13:55, 56; Juan 1:46). Por lo tanto, Cristo Jesús es un gobernante que está bien familiarizado con los sentimientos y las necesidades de una familia. La población humana, ricos y pobres, puede hallar que ese Rey comprende sus problemas.
El Dios Todopoderoso, como Creador, trajo a la existencia a la primera pareja humana. Por consiguiente, Jehová, como Rey supremo, despliega interés amoroso en la humanidad y en la solución de los problemas de ésta. Uno de los pasos que él dará al respecto es eliminar de la Tierra a todo gobierno que explota y amenaza a Sus hijos de corazón sincero (Daniel 2:44). Así, los recursos naturales de toda la Tierra podrán utilizarse para ayudar a toda la humanidad, pues el Reino de Dios no permitirá que grupos egoístas formen parte de Su familia mundial. (Isaías 11:3-5; compare con Isa 65:21, 22.)
¿Cuánto tiempo pasará antes de que la humanidad vea esos beneficios? Los verá dentro de poco tiempo. Los acontecimientos catastróficos que comenzaron con la I Guerra Mundial y los fenómenos amenazadores de este siglo son pruebas convincentes de ello. Los estudiantes sinceros de la Biblia perciben que esos acontecimientos anuncian la proximidad de su liberación por medio del Reino. (Lucas 21:10, 11, 25-28.)
Entonces la superpoblación no será un problema. ¿Por qué? Porque se cumplirá el propósito original de Dios para la Tierra. La Biblia nos dice claramente: “Además, los bendijo Dios y les dijo Dios: ‘Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra’”. (Génesis 1:28.)
Note que el mandato divino es llenar la Tierra, no sobrellenarla. La Tierra llegará a estar cómodamente llena de seres humanos en proporción con la cantidad de alimento que ella puede producir, el equilibrio ecológico y una densidad demográfica razonable. Es razonable concluir que cuando se alcance ese punto, el Creador de la facultad reproductiva del ser humano regulará el uso de ésta en lo que toca a la Tierra.
Luego la humanidad obediente y agradecida estará dispuesta a cooperar con cualesquier requisitos nuevos que se formulen. (Compare con Revelación 20:12.) No habrá explosión demográfica que amenace la existencia futura de la humanidad. Solo mediante la sabiduría de Dios, según se exprese mediante su Reino, puede efectuarse satisfactoriamente una transformación como ésa, para que esta Tierra siga siendo una hermosa “joya en el espacio”. (Isaías 55:8-11; Romanos 16:27.)
[Ilustraciones en la página 10]
La prole de Adán y Eva llenará cómodamente la Tierra bajo el Reino de Dios
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Toman algo, y dejan algo¡Despertad! 1983 | 8 de diciembre
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Toman algo, y dejan algo
Puede que los pájaros, los saltamontes y otros insectos estén realizando realmente una buena acción al alimentarse de las cosechas del campo. Ésa parece ser otra de las relaciones de toma y daca del mundo que nos rodea.
La clave de ese equilibrio delicado es una hormona que se halla en la saliva de muchos pájaros, insectos y mamíferos, incluso los humanos. Esa hormona se conoce como EGF (siglas en inglés para el factor de crecimiento epidérmico), y se dice que estimula el crecimiento de las células, acelera la producción de proteínas y ADN, y hasta contribuye a la cicatrización de las heridas. De modo que, cada vez que un pájaro picotea una mazorca de maíz rinde a la planta un beneficio muy bueno mediante los vestigios de EGF que deja tras sí.
El Dr. Melvin Dyer, zoólogo, ha experimentado por unos diez años con la hormona EGF. Notó que las mazorcas de maíz que estaban para madurar y a las que se había inyectado una dosis de la hormona crecieron más y produjeron más proteína que las que no fueron inyectadas. El problema, sin embargo, consiste en saber exactamente cuánto de la hormona inyectar. “Muy poca EGF no hace ningún efecto, y demasiado de ella puede hasta impedir el crecimiento de la planta”, dice él. La cantidad correcta resulta ser una vigesimomillonésima parte de una onza (1 onza 28,35 gramos)... precisamente lo que un saltamontes deja tras sí cada vez que se alimenta de una mazorca de maíz.
¿Cómo se explica eso? La creación es la única respuesta que satisface.
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