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Trabajando juntos en unidadMinisterio del Reino 1982 | agosto
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Hay quienes tienen mayor aptitud que otros en cierto campo o esfera. Pero eso no es razón para que el que tiene algún don se haga orgulloso o altivo; más bien, dicho don debe contribuir a que la persona sea humilde y moverla a usar cualquier aptitud o talento que tenga para beneficiar a tantos como pueda. (1 Cor. 4:7) En su carta a los romanos Pablo escribió más adelante acerca de los diversos talentos o dones y mostró que cualquier habilidad que uno tuviera debería usarla para el beneficio de otros, y que en amor fraternal todos deberían tenerse tierno cariño los unos a los otros. De hecho, todos los cristianos deben llevar la delantera en mostrarse honra los unos a los otros.—Rom. 12:6-10.
5 ¿Qué significa todo esto para nosotros dentro de la congregación cristiana con la cual nos asociamos ahora? Sencillamente significa que tenemos que amarnos los unos a los otros a pesar de que nuestras habilidades sean diferentes. Lo que dijo el periódico de Brasil acerca de nuestro amor y unidad nos aplica individualmente a medida que hacemos todo esfuerzo posible por trabajar hombro a hombro unos con otros. No estamos de competencia, sino que buscamos juntos el adelanto de la adoración pura. Puede que a veces surjan desacuerdos. Cuando surjan, resuélvanlos rápidamente, en expresión del espíritu que se manifiesta en Colosenses 3:14, 15, a fin de mantener la unidad.
6 El pueblo de Jehová no carece de la guía apropiada. La Palabra de Dios y las muchas publicaciones de la Sociedad nos proveen la ayuda que necesitamos para siempre trabajar y andar juntos en unidad. Apliquemos en nuestra vida lo que aprendemos de Jehová mediante su organización. Animémonos unos a otros por medio de entablar conversaciones edificantes. Vigilemos nuestra conducta y demos un ejemplo excelente a nuestros hermanos y hermanas. Tenemos una obra grandiosa e importante que efectuar, esparcir las buenas nuevas del Reino en toda la Tierra para testimonio. Puesto que “mejores son dos que uno,” invitemos a otros a participar
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Enseñe durante las revisitasMinisterio del Reino 1982 | agosto
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Enseñe durante las revisitas
1 ¡En los Estados Unidos se hacen más de tres millones de revisitas mensualmente! Nuestro deseo al hacer revisitas no es solo hablar, sino también enseñar. Queremos que las personas capten el sentido del mensaje y vean la urgencia de obrar de acuerdo con éste.
2 Para conseguir los mejores resultados debemos hacer la revisita dentro de una semana a partir de nuestra primera visita. ¿Es eso demasiado pronto? De ningún modo, especialmente si hemos preparado el terreno durante nuestra primera visita. Antes de hacer la revisita considere lo que usted piensa decir cuando le abran la puerta. Tenga presente claramente los puntos que usted quiere que ellos aprendan, y la manera de hacerlo. Piense en cómo pasar de la conversación a la publicación que usted desea estudiar con ellos. Decida cómo hacer arreglos para la siguiente visita.
3 Como buen maestro, usted no hablará todo el tiempo; haga que su estudiante se envuelva en la consideración. Sugiérale que busque su propia Biblia; pídale que lea algunos textos bíblicos. Hágale preguntas para que exprese lo que piensa. Si el amo de casa expresa vivo interés en cierto tema bíblico y usted está preparado para considerarlo, sería mejor seguir dicho tema que apegarse de modo riguroso a la presentación que usted había planeado. Cultive el interés de la persona en el mensaje.
4 Puesto que sabemos que las personas necesitan estudiar con regularidad para aprender la verdad, debemos trabajar hacia esa meta. Después de una introducción apropiada en la que quizás use uno o dos textos bíblicos, usted pudiera abrir la publicación que haya colocado, u otra publicación apropiada, en los párrafos que contienen los puntos que usted desea considerar. Haga las preguntas. Busquen los textos bíblicos; considérenlos. Lean los párrafos. Así, presente el tema y comience un estudio.
5 El maestro eficaz es cordial y amigable, y no va demasiado rápido. Es sorprendente la cantidad de cosas que las personas realmente no captan, incluso cuando les leemos de la Biblia. Sea un verdadero maestro: enfatice el punto principal de cada texto bíblico, ilustre el punto y haga preguntas al amo de casa para asegurarse de que lo entiende.
6 Durante la visita es bueno explicar el objetivo de nuestra obra. Las personas quizás piensen que tienen que hacerse miembros de algún grupo y por eso titubeen en invitarle a volver otra vez. Si usted notara que ese problema pudiera existir, puede decir a la persona que a ella le toca escoger su religión y que nuestra obra es enseñar gratuitamente la Biblia a las personas de buena voluntad. Hágale saber lo que el Reino significa para ella. Explíquele la importancia de adquirir conocimiento exacto; que la vida está envuelta en el asunto. Muéstrele que lo que nos motiva es el amor.
7 Cuando salga de la casa, analice su método de enseñanza. Pregúntese: ¿Qué aprendió el amo de casa? ¿Cómo puedo saber que me entendió? ¿Cómo puedo mejorar mi habilidad de enseñar durante las revisitas? Para llegar a ser maestros eficaces tenemos que enseñar con regularidad. Tengamos por regla el dedicar por lo menos una hora cada semana a hacer revisitas y enseñar durante éstas.
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La caja de preguntasMinisterio del Reino 1982 | agosto
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La caja de preguntas
● ¿Cómo debemos responder a la crítica pública de la obra del Reino?
De vez en cuando personas que se han hecho apóstatas y otros opositores al mensaje del Reino critican públicamente la actividad y las enseñanzas del pueblo de Jehová mediante programas de televisión y de radio, o artículos en periódicos y revistas. Por lo general la mejor manera de tratar tal publicidad adversa es no hacerle caso y recordar el ejemplo excelente de Jesús: “Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia.”—1 Ped. 2:23.
Algunas personas quizás opinen que deberíamos salir en la radio o la televisión para dar una respuesta pública a la crítica, o quizás escribir cartas a los directores de periódicos y revistas, y así por el estilo. Sin embargo, a menudo tal acción solo sirve para dar mayor publicidad a la crítica y las enseñanzas erróneas de los opositores. En la mayoría de las comunidades se conoce bien a los testigos de Jehová y muchas personas aprecian nuestro servicio y las publicaciones excelentes que distribuimos. Por lo general, cualesquier preguntas que pudieran surgir debido a la crítica pública con relación a nuestras creencias y la organización se pueden contestar mientras participamos en nuestra testificación de casa en casa. Así, las personas que tienen buenos motivos reciben respuesta a sus preguntas y nosotros no suministramos más publicidad gratuita a los opositores. Más importante aún, las buenas nuevas del Reino se siguen predicando con un mínimo de distracción y la obra de hacer discípulos sigue adelante según Jesús mandó.—Mat. 28:19, 20.
Si los ancianos de alguna localidad en particular creen que se debe dar alguna respuesta pública a la crítica a fin de defender el nombre de Jehová y Su pueblo, siempre es bueno que primero se comuniquen con la Sociedad, suministren todos los datos respecto al asunto y expliquen en detalle el plan general de cualquier defensa que se proponen hacer en forma escrita o de otra manera que quizás se sugiera. Entonces la Sociedad puede considerar el asunto y ofrecer sugerencias apropiadas.
Para más información sobre este tema, sírvanse ver los siguientes artículos: “Respondiendo a los críticos” de Nuestro Servicio del Reino de febrero de 1977; “¿Debería uno desquitarse?” de ¡Despertad! del 22 de agosto de 1974; y “¿Qué defensa contra los difamadores de los cristianos verdaderos?” de La Atalaya del 15 de mayo de 1977.
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