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  • El temor mundial... ¿de qué es prueba?
    ¡Despertad! 1983 | 22 de mayo
    • a la carrera de armamentos. Opino que hay una amenaza muy real de que estalle por accidente una guerra nuclear en la cual yo muera. No quiero que los seres humanos mueran, sean rusos o americanos.”

      He aquí el director de medicina nuclear de uno de los principales hospitales de Nueva York. ¿Por qué está en la manifestación? Él contesta con una sola palabra: “¡Miedo!”. Quiere que la energía nuclear se use con fines pacíficos en la medicina, no en la guerra.

      El pastor de un colegio de Kentucky (E.U.A.) marcha porque cree que las manifestaciones pro “congelación” “obligarán a los líderes gubernamentales a traer la paz”.

      El ciudadano común marcha —sorprendentemente— lado a lado con grupos organizados de profesionales y miembros de uniones obreras. Visible en todas partes está el clero. Grupos religiosos animan a la gran multitud de manifestantes. La primera impresión: un cuerpo unido. Pero un examen más detenido revela un apoyo dividido. Al comparar las frases de los letreros y escuchar las ideologías, uno puede notar las diferentes opiniones de los manifestantes tocante a lo que debe ser la fórmula final para la “congelación” de lo nuclear. También una gran cantidad de manifestantes se aprovechan de la cuestión de la “congelación” para promover sus resentimientos personales y expresar sus motivos políticos.

      Enormes y blancas, las máquinas de limpieza esperan que los manifestantes terminen su marcha. A medida que éstos se van, pisándoles los talones viene una serie de máquinas enormes que devoran la literatura que está tirada en el suelo, barren las calles y las dejan limpias. Sea que el movimiento pro “congelación” nuclear se desvanezca y vaya desapareciendo de la mente de los políticos, o sea que tales manifestaciones tengan algún efecto, como por medio de ejercer más presión para que los gobiernos proclamen la paz, está por verse.

      Sin embargo, si no podemos cifrar nuestra confianza en los movimientos humanos, como el que está a favor de la “congelación” de lo nuclear, ¿hacia dónde podemos volvernos en busca de la esperanza de paz y seguridad duraderas?

  • Verdadera paz y seguridad... ¿por “congelación” de lo nuclear, o mediante el Reino de Dios?
    ¡Despertad! 1983 | 22 de mayo
    • Verdadera paz y seguridad... ¿por “congelación” de lo nuclear, o mediante el Reino de Dios?

      EL “CONGELAR” los arsenales nucleares a los niveles actuales es como hacer que la temperatura de un paciente febril baje únicamente hasta 40° Celsio. ¡No basta con hacer esto! Las armas y la fiebre son tan solo síntomas de un mal más profundo. La curación depende de que se elimine la fuente del problema. Por ejemplo, actualmente las reservas nucleares del mundo contienen un poder explosivo que equivale a más de tres toneladas de TNT por cada hombre, mujer y niño que vive en la Tierra... ¡13.000.000.000 de toneladas de TNT! ¿Se siente usted seguro viviendo bajo tal amenaza?

      Ya que no basta con imponer una “congelación” de las armas nucleares, ¿qué hay si se eliminara toda arma nuclear? El desarme mundial no es una idea nueva. El famoso físico Alberto Einstein era partidario de esto. Además, desde 1945 se ha oído a una hueste de otros dignatarios hacer llamamientos para un desarme nuclear mundial. No obstante, durante los últimos 10 años la cantidad total de ojivas nucleares de los Estados Unidos y la Unión Soviética ha aumentado a más del doble de lo que era antes. ¿Realmente cree usted que un desarme mundial esté más cerca ahora de lo que lo estuvo hace 37 años?

      El eliminar las armas nucleares de la Tierra no pondrá fin a las guerras. Desde la última vez que se usó la bomba atómica, hace tres décadas, ha habido más de 130 guerras. En vista de esto, ¿disfrutaría uno de verdadera paz y seguridad si desapareciera todo armamento bélico?

      El que se eliminara todo instrumento de guerra constituiría un paso gigantesco hacia la paz y la seguridad, pero eso no bastaría. Habría que llegar al corazón de la gente, educarlo y cambiarlo. Ningún movimiento humano puede lograr esto. Pero Dios sí puede hacerlo. El Dios Todopoderoso Jehová puede leer el corazón y sanarlo (Jeremías 17:10; Salmo 51:10). Aun hará más que esto. El Reino de Dios, el gobierno celestial por el que se ha orado desde hace mucho tiempo, traerá paz y seguridad a la Tierra (Mateo 6:10). ¿Le parece a usted que esta solución se apegue a la realidad?

      Según el libro The Fate of the Earth, que habla contra la guerra nuclear, un gobierno mundial es la única manera segura de impedir un desastre nuclear, y luego dice: “En resumidas cuentas, se trata nada menos que de inventar de nuevo la política; inventar de nuevo el mundo”. Y esto es exactamente lo que Jehová se propone hacer. ¿Realmente cree usted que las naciones renunciarán voluntariamente a sus respectivas soberanías?

      En el caso de los que se oponen a la gobernación justa, Dios usará el poder de su Reino de manera controlada para destruir a todas las naciones que se oponen a Su movimiento de paz (Daniel 2:44). Además, bajo el sistema educativo del Reino de Dios, toda persona que sinceramente ame la paz será instruida en los verdaderos caminos del desarme, de modo que ‘las espadas se convertirán en rejas de arado’. (Isaías 2:4; Salmo 46:8, 9.)

      Por lo tanto, no se deje engañar de modo que crea que los movimientos humanos pueden proporcionar salvación, pues la Biblia advierte: “Cuando sea que ellos estén diciendo: ‘¡Paz y seguridad!’, entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente, como el dolor de angustia a la mujer encinta; y no escaparán de ninguna manera” (1 Tesalonicenses 5:3). Pero para los de corazón honrado hay una esperanza segura. Ellos confían en que Dios pronto hará que haya verdadera paz y seguridad, las cuales durarán para siempre... y usted puede tener esta misma esperanza segura. (Salmo 72:7, 8; Isaías 9:6, 7.)

      [Diagrama en la página 12]

      (Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

      Se prevé que los arsenales de ojivas nucleares aumenten durante esta década

      50.000 OJIVAS NUCLEARES EN 1972

      75.000 OJIVAS NUCLEARES EN 1990

      [Ilustración en la página 12]

      BATIREMOS NUESTRAS ESPADAS [MÍSILES] EN PODADERAS

  • ¿Desarme, o ilusión?
    ¡Despertad! 1983 | 22 de mayo
    • ¿Desarme, o ilusión?

      “El eliminar la amenaza de una guerra mundial —de una guerra nuclear— es la tarea más crítica y urgente de la actualidad. La humanidad tiene que escoger entre dos cosas: o ponemos fin a la carrera de armamentos y pasamos al desarme, o nos encaramos a la aniquilación.” (Documento final de la Primera Sesión Especial de las Naciones Unidas sobre el Desarme, 1978.)

      ¿Se han hecho progresos en cuanto a ‘eliminar la amenaza de una guerra nuclear’? Para contestar esta pregunta y dar pasos hacia el desarme mundial, se celebró la Segunda Sesión Especial sobre el Desarme que duró desde el 7 de junio hasta el 9 de julio de 1982. Note los comentarios que hicieron los líderes estatales y mundiales durante aquella Segunda Sesión Especial:

      ● El primer ministro del Japón, el señor Zenko Suzuki, dijo: “Durante los pasados cuatro años, la carrera de armamentos ha resultado en que la paz esté en mayor peligro, lo cual ha intensificado las inquietudes de los pueblos y ha impuesto cargas más pesadas a cada nación a costa del desarrollo económico y social”.

      ● Mensaje papal que presentó el cardenal Agostino Casaroli, secretario de estado de la Santa Sede: “Parece que ha habido muy poca mejora. De hecho, hay quienes creen que ha habido un deterioro, en el sentido de que las esperanzas que nacieron de aquel período pueden describirse ahora como meras ilusiones”.

      ● El primer ministro de la República de Finlandia, el señor Kalevi Sorsa, dijo: “Estadistas dedicados y sinceros, muchos de los cuales están en esta sala, han hecho todo lo posible por poner fin a tal desarrollo. No obstante, la carrera de armamentos continúa. Es como si la carrera de armamentos estuviera más allá del control racional del ser humano”.

      ● El primer ministro de la República de Uganda, el señor M. Otema Allimadi, dijo: “El cuadro es realmente sombrío. [...] En el transcurso de los pasados cuatro años, las esperanzas que en un tiempo surgieron [...] han sido socavadas casi hasta el punto de producir la desesperación”.

      ● El presidente de los Estados Unidos, el señor Ronald Reagan, dijo: “La Organización de las Naciones Unidas se dedica a la paz mundial, y sus estatutos claramente prohíben el uso de la fuerza en escala internacional. No obstante, la ola de agresividad sigue creciendo. La influencia que los estatutos ejercen ha disminuido aun en el transcurso de los cuatro años que han pasado desde que se celebró la primera sesión especial sobre el desarme”.

      ● El primer ministro del Canadá, el señor Pierre Elliot Trudeau, dijo: “Creo que tenemos que aceptar el hecho de que la seguridad total ha llegado a ser, en el caso de todas las naciones, un objetivo inalcanzable en el mundo de hoy”.

      ● La primera ministra del Reino Unido, la señora Margaret Thatcher, dijo: “Tenemos que buscar un sistema que sea mejor que la disuasión nuclear para impedir la guerra. Pero sería una pretensión peligrosa insinuar que dicho sistema esté actualmente al alcance de Oriente y Occidente”.

      ¿Se logró más en la Segunda Sesión Especial que en la primera? El señor Kittani, presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, contesta: “A pesar de todos nuestros preparativos y esfuerzos, esta sesión no ha tenido éxito. Nuestras esperanzas y aspiraciones, al igual que las de incontables millones de personas, todavía están lejos de realizarse”.

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