Dedicación en el Betel de Brooklyn
“¡HA LLEGADO el tiempo para la expansión!” Estas palabras alentadoras las pronunció el presidente de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, N. H. Knorr, la noche del lunes 10 de octubre de 1960 en la dedicación del nuevo edificio Betel en Brooklyn, Nueva York. “Este nuevo edificio de doce pisos es una indicación de que Jehová está bendiciendo a su organización,” dijo el hermano Knorr.
Reunidas en el hermoso Salón del Reino del nuevo edificio estaban 630 personas, la familia del Betel de Brooklyn junto con otros hermanos que habían trabajado en la nueva construcción. “La hermosura de este edificio se debe a las manos de ustedes,” dijo el hermano Knorr; porque aunque se había usado una compañía de construcción para hacer mucho del trabajo, estos hermanos se habían encargado de limpiar, pintar, enlosar y de otras tareas para hacer del edificio una verdadera maravilla de belleza. Sí, habían hecho mucho del trabajo, lo cual resultó en ahorrar gastos y asegurar una construcción de mejor calidad.
“Está creciendo esta organización,” declaró con énfasis el hermano Knorr, y verdaderamente hace falta el nuevo edificio. En 1950 la familia Betel tenía sólo 355 miembros; en 1955 tenía 445; ahora en 1960 la familia de las oficinas principales tiene 607 miembros, y las facilidades de alojamiento han estado atestadas.
DETALLES DE LA CONSTRUCCIÓN
El hermano Knorr relató algunos hechos acerca del nuevo edificio: se inició la demolición de los edificios que estaban en el solar el 8 de diciembre de 1958, y terminó el 8 de abril de 1959. El 21 de mayo de 1959 se vertió el primer hormigón—usándose en conjunto 12,658 toneladas, reforzadas con 472 toneladas de acero, y en el exterior del edificio se usaron unos 230,000 ladrillos. Un detalle poco usual del edificio es el túnel que une el nuevo edificio a la casa Betel en 124 Columbia Heights.
El edificio nuevo tiene la forma de una L, la parte más larga de la L extendiéndose por lo largo de la calle Orange desde Columbia Heights hasta la calle Willow. El lado corto de la L se extiende por lo largo de la calle Willow. Los primeros dos pisos del edificio están encerrados en mármol y vidrio, y esta sección es la que se usará para oficinas y facilidades escolares.
Trató un detalle deleitoso de la nueva construcción el hermano Knorr cuando explicó lo que se haría con el jardín y patio. Dos pilares de entrada hechos de ladrillo dan a Columbia Heights y éstos flanquean dos puertas de hierro forjado y sostienen en su lado exterior un cerco de hierro forjado. Para entrar en el edificio hay que pasar por los pilares de entrada por un camino de baldosón. En el centro del patio, que tiene 38 metros de largo y 13 y medio de ancho, hay un estanque hecho de cerámica azul. El patio “será un jardín hermoso, un bosque en miniatura,” dijo el hermano Knorr. Habrá cuadros de flores y además árboles de diferentes clases, tales como el abedul, el abeto, el arce y un cerezo coreano.
FACILIDADES ESCOLARES
El nuevo edificio alojará la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower, la cual, explicó el hermano Knorr, se está trasladando a Betel. En el segundo piso, por lo largo de la calle Willow, hay cuatro salones de clase muy llamativos. En el mismo piso, dando al patio, hay una sala de conferencias muy amplia, donde podrá reunirse todo el cuerpo estudiantil. En el tercer piso, directamente arriba de esta sala, está la biblioteca de la escuela en seis secciones, junto con una sala de descanso. En los pisos tercero, cuarto y quinto se hallan las habitaciones de los estudiantes.
Empezando el 17 de octubre, según explicó el presidente de la Sociedad, siervos de circuito y de distrito de los Estados Unidos y del Canadá asistirían a la escuela en Brooklyn para recibir el curso de la Escuela del Ministerio del Reino, el cual actualmente están recibiendo los siervos de congregación en la Escuela del Ministerio del Reino en South Lansing. Entonces más o menos el 1 de enero de 1961, estudiantes empezarán a venir desde los cabos de la tierra, alrededor de cien cada año, para el nuevo curso que se presentará en la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower. Aunque se quedarán en Betel como un año, el curso efectivo de la escuela Galaad durará diez meses. El entrenamiento que recibirán los capacitara para entrar en cualquier sucursal de la Sociedad y hacer cualquier trabajo que se necesite. Además de los cursos regulares en los salones de clase, se dará entrenamiento práctico en las oficinas, fábrica y casa de la Sociedad.
Una cosa que los miembros de la familia Betel se habían preguntado era dónde comería esta familia que aumenta tan rápidamente, ya que su comedor actual está demasiado lleno. El hermano Knorr explicó que el Salón del Reino en el 136 de Columbia Heights sería transformado en otro comedor.
El discurso que el hermano Knorr pronunció acerca del nuevo edificio y la expansión de la sociedad del nuevo mundo animó mucho a todos los concurrentes. “Nos sentimos muy agradecidos a Jehová Dios por este edificio,” dijo el presidente de la Sociedad al terminar; y al orar dio gracias a Jehová Dios por el edificio y las bendiciones que se habían experimentado ese día. La familia Betel especialmente apreció los arreglos que la Sociedad había hecho para esta ocasión, que incluyeron una gira de la fábrica y de la nueva casa y una comida especial para los que trabajaron en Betel.
CUATRO DISCURSAN
Antes que el hermano Knorr pronunciara su discurso de dedicación, los concurrentes tuvieron el gusto de oir a tres miembros de la familia Betel dirigirles la palabra. El primero que se presentó en la plataforma, después de un cántico y oración, fue A. H. Macmillan, que ha estado asociado con la Sociedad desde 1900. El hermano Macmillan relató que hace cincuenta y un años, cuando la Sociedad se mudó de Allegheny, Pensilvania, a Brooklyn, la familia de la oficina central tenía sólo treinta miembros. ¡Qué contraste con la familia actual! El hermano Macmillan dio importancia al entrenamiento que Jehová Dios está proporcionándole a su pueblo en la actualidad. El nuevo edificio, dijo él, se construyó para una obra de entrenamiento, entrenamiento que pasará al nuevo mundo y seguirá en él. Refiriéndose a los muchos años que ha servido como representante especial de la Sociedad, el hermano Macmillan dijo en aprecio de sus privilegios: “Si me tocara revivir estos sesenta años de servicio, trabajaría con más ardor, con más diligencia.”
El secretario y tesorero de la Sociedad, Grant Suiter, siguió al hermano Macmillan. El hermano Suiter habló sobre el tema de la consecución de fondos para los edificios de la Sociedad en el transcurso de los años. Hizo resaltar el hecho de que el dinero para los edificios de la Sociedad siempre se ha conseguido dentro de los confines de la sociedad del nuevo mundo. Explicó que bancos e instituciones mundanas habían ofrecido prestar dinero a la Sociedad, pero que tales préstamos nunca habían sido necesarios porque los hermanos han estado tan dispuestos a responder con regalos y préstamos. En todo caso los testigos de Jehová han proporcionado el dinero para los edificios de la Sociedad.
El vicepresidente de la Sociedad, F. W. Franz, habló en seguida. “¿No es éste un contraste curioso?” fueron sus palabras de apertura. “Aquí estamos en la calle Willow [Sauce] y acabamos de cantar un cántico de Sión. ¡Pero gracias a Dios que no estamos junto a los ríos de Babilonia y que no hemos colgado nuestras arpas en los sauces allí! Estamos en la calle [Sauce], pero hemos empezado a cantar los cánticos de Sión como pueblo libre, atestiguando a la bondad amorosa de Jehová Dios.”—Sal. 137:1-4, Mod.
Refiriéndose a la expansión de la organización de Jehová, el hermano Franz dijo: “Este lugar es un símbolo de la situación en el mundo entero,” que es una de expansión y gloria. El hermano Franz dijo que el nuevo edificio es “gloriosamente hermoso recordándonos las palabras del salmista: que todos los que se hallaran en el templo de Jehová hablarían de Su gloria. El nuevo Salón del Reino, que tiene cabida para unas 750 personas, es de ambiente alegre, como le conviene a la sociedad del nuevo mundo. Enriquecen la apariencia del salón la chapa de nogal por todos lados y la plataforma al norte en la forma de semicírculo adornado con dos lugares para plantas vivas.
Tocante a los dos edificios Betel, el hermano Franz dijo: “No son simplemente dormitorios; son edificios de trabajo, dedicados al propósito de educación. Esta es la institución docente más grandiosa de toda la tierra.”
El presidente de la Sociedad entonces pronunció el principal discurso de dedicación, durando el programa entero unas dos horas y media. Después que el hermano Knorr terminó con oración, hubo un intermedio de diez minutos; entonces a las 10:25 p.m. la familia Betel inauguró el uso acostumbrado del Salón del Reino celebrando su estudio de La Atalaya como siempre lo hace los lunes por la noche. Fue un día sumamente feliz para la familia Betel de Brooklyn, y la dedicación en el Betel de Brooklyn subraya las palabras del hermano Knorr de que “ha llegado el tiempo para la expansión.”
¡Ensancha el lugar de tu tienda, y extiéndanse las cortinas de tu habitación! ¡no seas parca en ello! ¡alarga tus cuerdas, y haz más fuertes tus estacas!—Isa. 54:2, Mod.