La verdad bíblica triunfa en medio de la tradición
HACE cien años, la Biblia ocupaba un lugar importante en la mayoría de los hogares británicos. La Versión del Rey Jaime de 1611, parte reconocida de la tradición protestante de la nación, era muy respetada y encantaba a muchos. Por eso, cuando Charles T. Russell, el primer presidente de la Sociedad Watch Tower, visitó por primera vez las Islas Británicas en 1891, quedó impresionado por el “fervor religioso” de la gente. Describió el país como “campos ya aparejados y que están esperando que alguien recoja la siega”, y vio la necesidad urgente de reunir a todas las personas interesadas en el mensaje y de distribuir más literatura bíblica en el país.
Para satisfacer esa necesidad, Russell abrió un depósito para libros en Londres, y para 1898 había nueve congregaciones de Estudiantes de la Biblia (como se conocía entonces a los testigos de Jehová) que se reunían en Gran Bretaña. Dos años más tarde, en 1900, se organizó en Londres la primera sucursal de la Sociedad Watch Tower, y en 1911 llegó a estar ubicada en el 34 de Craven Terrace. El tabernáculo de Londres, que quedaba cerca de la sucursal, llegó a ser el centro de muchas asambleas históricas. La obra de evangelizar prosperó por todo el país.
No obstante, con el estallido de la I Guerra Mundial en 1914, todo estaba por cambiar. Empezó a menguar el apoyo que se prestaba a la religión tradicional, y el desmoronamiento continúa hasta nuestro día. ¿Quién se hubiera imaginado en aquel entonces que 70 años más tarde fuera posible que la Iglesia Anglicana, impregnada de tradición con sus antiguas iglesias y catedrales, costumbres y celebraciones, estaría perdiendo 75 por 100 de sus feligreses antes que éstos llegaran a los 20 años de edad? ¿O que la cantidad de miembros de la Iglesia de Escocia descendería a menos de un millón, o a aproximadamente 18 por 100 de la población? ¿O que muchas capillas de Gales terminarían como garajes, supermercados o centros recreativos? Pero ése es el cuadro hoy día.
Por otro lado, ¿quién se hubiera imaginado que los testigos de Jehová de Gran Bretaña ascenderían, en 1984, a más de 95.000 predicadores activos? ¿O que sus 1.170 congregaciones estarían participando en un programa, sin precedente, de construcción de Salones del Reino? Sin embargo, los hechos están a la vista de todos. ¿Cómo podemos explicar este desenvolvimiento aparentemente paradójico? ¿Por qué están prosperando en Gran Bretaña los testigos de Jehová? ¿Y a qué desafíos se encaran hoy?
El poder de la verdad bíblica
Las tradiciones tardan en desaparecer. Aun así, el amor a la verdad bíblica ha permitido que muchas personas que por mucho tiempo habían sido apoyadoras leales de la iglesia se hayan librado del dominio de tales tradiciones. Otras, también, han permitido que el poder de la verdad bíblica transforme su vida. De hecho, en las siguientes experiencias veremos claramente cómo triunfa la verdad bíblica en medio de la tradición en Gran Bretaña.
Una señora de edad avanzada, que toda su vida había sido miembro fiel y leal de la Iglesia Anglicana, era bien conocida porque le encantaba leer la Biblia. Aunque ella conocía y admiraba a varios Testigos de su comunidad, nunca había querido profundizar mucho al hablar de religión con ellos. Pero cuando se programó la consideración del libro Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra en un grupo de estudio bíblico cercano, ella aceptó la invitación para asistir al estudio y quedó sumamente impresionada con lo que se consideró. Desde esa primera reunión siguió asistiendo con regularidad al grupo y al Salón del Reino donde se reunía la congregación. Cuando el pastor anglicano la visitó para preguntarle por qué no estaba yendo a la iglesia, ella le dijo francamente que jamás regresaría, pues había aprendido más acerca de la Biblia durante las últimas semanas que lo que había aprendido durante sus 86 años como miembro de la iglesia de él.
“Confiesa después de hablar con Testigos” fue el titular de un artículo que publicó The West Wales Guardian. Éste informa que un hombre de 30 años de edad fue arrestado por hurto. Él dio instrucciones a su abogado de que presentara una declaración de inocencia. No obstante, antes de la audiencia, el señor comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. ¿Cuál fue el resultado? ¡Una confesión ante el tribunal en la que a última hora se declaró culpable! Al resumir el caso, el presidente de los magistrados dijo: “Nos complace que usted haya decidido vivir de acuerdo con la ley de la nación”. La esposa del hombre, al ver los cambios notables que su esposo ya había efectuado en la vida, exclamó: “¡Éste es realmente el mejor modo de vivir!”.
La verdad bíblica beneficia a niños
Por años, una manzana de la discordia en los hogares donde solo uno de los padres es Testigo ha sido el que se prive a los niños de participar en ciertas actividades, particularmente las que tienen que ver con celebraciones religiosas tradicionales. Sin embargo, un fallo que pronunció hace poco el Tribunal Supremo permite apreciar desde un punto de vista diferente este tema emocional al decir, en parte:
“No hay nada de inmoral ni desagradable para la sociedad en las creencias y la práctica de [los testigos de Jehová]. Puesto que estamos tratando con una secta impopular, hay un riesgo enorme de exagerar los peligros, respecto al bienestar de estos niños, inherentes a la posibilidad de que ellos sigan a su madre y lleguen a ser testigos de Jehová”.
En vez de que se les esté privando de algo, los hijos de los testigos de Jehová a menudo son encomiados por su entrenamiento y crianza cristianos. Por ejemplo, un maestro de Glasgow, Escocia, comentó que ellos “hacen buen trabajo en la escuela, no porque sean más inteligentes, sino porque, desde una edad tierna, se les enseña a sentarse a escuchar y a aplicar lo que aprenden”. También dijo que los adolescentes Testigos tienden a ser más equilibrados y, por lo tanto —en su opinión—, a estar más capacitados para enfrentarse con los problemas típicos de la adolescencia.
‘Busquen primero el Reino’
¿Qué sucede cuando los niños crecen? ¿Les resulta ventajoso más tarde en la vida la instrucción y el adiestramiento que reciben mientras son jóvenes? Actualmente en Gran Bretaña hay tres millones y medio de personas desempleadas, razón por la cual puede ser una verdadera prueba el poner en primer lugar en la vida las cosas espirituales. No obstante, como prometió Jesús, ‘el buscar primero el reino’ sí resulta en abundantes beneficios, como lo confirma la siguiente experiencia. (Mateo 6:33.)
Mientras un joven Testigo trataba de determinar si emprendería el ministerio de tiempo completo, o se dedicaría a una profesión seglar, una compañía de ingenieros le ofreció un empleo prometedor con la condición de que se matriculara en ciertos cursos especiales conducidos los martes y los jueves por la noche. Sin embargo, el joven decidió explicar claramente que, como testigo de Jehová, asistía a reuniones de congregación esas dos noches. “¿Qué pondrás en primer lugar?”, quiso saber el gerente. No dispuesto a transigir, el joven rechazó la oferta, pero consiguió un empleo de media jornada para mantenerse a sí mismo y comenzó a participar en el ministerio de tiempo completo.
Al reflexionar en cuatro años de actividad fructífera y feliz, el joven, que ahora tiene la meta de servir de misionero en el extranjero, ha visto que muchos de sus contemporáneos que fueron a universidades no han conseguido trabajo aún. Otros se han marginado de la sociedad. ¿Qué hay de la compañía que le hizo la oferta? Poco después entró en liquidación y desapareció.
El ministerio de tiempo completo, o servicio de precursor, no es tan solo para los jóvenes. Un Testigo, padre de familia del norte de Inglaterra, vendió su próspero negocio y consiguió un empleo de media jornada a fin de servir con regularidad de precursor. Por este ejemplo excelente, tres de sus cuatro hijos, al terminar la escuela secundaria, empezaron a servir inmediatamente de precursores, y solo queda la hija, que está deseosa de unírseles cuando le llegue el turno. La madre también da un ejemplo excelente al servir de precursora auxiliar, servicio en el cual dedica 60 horas o más al mes a la obra de predicar cada vez que puede.
La obra de precursor auxiliar se ha hecho muy popular en Gran Bretaña. En mayo de 1984, un máximo de 12.108 Testigos se ofrecieron voluntariamente para este privilegio de servicio. Imagínese el entusiasmo que hubo en una congregación escocesa cuando un hermano de 23 años de edad, quien había sido un “bebé talidomida” que nació sin brazos y con una sola pierna, tomó la delantera y llenó una solicitud. Con la ayuda bondadosa de la congregación, puede predicar de casa en casa.
El desafío de una comunidad mixta
Aunque Gran Bretaña es un país pequeño, no deja de tener sus desafíos en lo que toca a diferentes tradiciones, idiomas y dialectos. Por ejemplo, en Gales, la mayoría de la gente, aunque habla inglés, todavía conversa en su lengua natal, el galés. Unos cuantos habitantes, en las zonas más remotas del principado, solo hablan galés. Para ayudarlos, la Sociedad ha impreso recientemente en galés algunas ayudas para el estudio de la Biblia, y los primeros informes indican que a éstas se les ha dado una buena acogida.
Desde la II Guerra Mundial ha habido una afluencia constante de ciudadanos británicos que provienen de antiguas colonias. Además de una gran cantidad de antillanos, los informes muestran que en Gran Bretaña viven actualmente más de un millón de asiáticos, que provienen de la India, Paquistán y Bangladesh. Los idiomas de ellos han presentado un desafío sumamente interesante a los testigos de Jehová. Aunque hay literatura bíblica disponible en gujarati y en punjabí —los dos idiomas principales en cuestión—, no es fácil establecer el contacto inicial. Las comunidades reciben cordialmente a los Testigos que se han propuesto aprender los idiomas y entender las tradiciones religiosas y sociales de ellas.
Como resultado, el periódico londinense Garavi Gujarat informa: “Muchos gujaratis se han separado del tradicional sistema de castas hindú y se han hecho ahora testigos de Jehová”. Un titular similar en la publicación Wembley Midweek proclama: “La Biblia rompe las barreras del sistema de castas”. No obstante, los que se separan de tales tradiciones se encaran a considerable presión de la familia, especialmente en lo relativo a la tradición del matrimonio por arreglo. Al hacer frente a esta situación, una joven de la India dio un testimonio cabal a los hombres que le habían presentado como sus esposos en perspectiva. Cada uno decidió, a su vez, que no quería casarse con ella en vista de sus firmes creencias religiosas. Con el tiempo, con el consentimiento de sus padres, la joven se casó con un Testigo indio. Ahora son una familia unida en el servicio de Jehová. Hoy, ¡más de 500 Testigos de origen asiático están activos por todo el país, entre ellos 35 predicadores de tiempo completo!
Se construye para el futuro
Durante los meses que antecedieron a la segunda guerra mundial se construyeron en Londres los primeros Salones del Reino, en el suburbio de Harrow y en el de Ilford. Ahora hay 140 congregaciones en Londres solamente, incluso cuatro de habla griega, dos de habla italiana y una de habla hispana, junto con grupos en chino, gujarati, japonés, portugués y punjabí. El desafío de adquirir nuevos Salones del Reino, en vista del alza desenfrenada en el costo de la propiedad, es mayor que nunca.
Sin embargo, algo que está acelerando los asuntos es el nuevo programa de construcción en dos días de Salones del Reino. El primer salón de este tipo que se construyó en Europa fue erigido en 1983 en la ciudad de Northampton, en la región central de Inglaterra. Testigos que tenían experiencia en este singular campo de construcción viajaron desde los Estados Unidos y Canadá para supervisar el proyecto. En una escuela cercana, el director dio permiso a los alumnos para que, a intervalos regulares, visitaran el lugar de la construcción a fin de que vieran directamente lo que él llamó “una vista desafiante de una gran empresa de la comunidad”. Pero aquella obra fue más que eso. Fue un proyecto internacional en el cual participaron unos 500 voluntarios que vinieron de tan lejos como el Japón, la India, Francia y Alemania.
Este espíritu de unidad es ahora fuente de muchos comentarios en Gran Bretaña. Ya no se considera a los testigos de Jehová una minoría insignificante. Se les considera un pueblo que tiene propósito, que construye para el futuro con —según las palabras de un clérigo de la Iglesia Anglicana— “una organización eficiente así como con ardiente entusiasmo”. Comentó además: “Muestran que tienen conocimiento exacto de la Biblia. Pueden citar un texto bíblico y encontrarlo con facilidad. Sus miembros comunes parecen estar muy bien adiestrados”. La razón de su unidad y fortaleza estriba en esto: Los testigos de Jehová usan la Biblia como la única autoridad para todo lo que creen y predican, hecho que se reconoce prontamente hoy día.
En la Gran Bretaña de los años ochenta, la Biblia sigue siendo un gran éxito de venta, y los británicos la siguen respetando. Es cierto que tal vez ya no haya el “fervor religioso” que se notaba fácilmente cien años atrás. Pero al mantener en alto la verdad de la Biblia, los testigos de Jehová en este país están recogiendo una cosecha abundante. Un total de 187.709 personas se reunieron con ellos para la conmemoración anual de la muerte del Señor Jesucristo que se celebró en 1984... ¡un máximo en la cantidad de concurrentes! Por lo tanto, hay razones válidas para que sigan confiando en que en este país de tradiciones todavía otras miles de personas abrazarán la verdad bíblica para llegar a ser adoradoras de Jehová, el Dios de la verdad, mientras este sistema de cosas se acerca a su fin. (Mateo 24:3, 14.)
[Fotografía en la página 29]
Salón del Reino de construcción rápida en Northampton, Inglaterra
[Ilustración/Mapa en la página 27]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
GRAN BRETAÑA
ESCOCIA
Glasgow
INGLATERRA
Northampton
Londres
GALES