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  • Jamaica y las islas Caimán

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  • Jamaica y las islas Caimán
  • Anuario de los testigos de Jehová para 1985
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  • LA VERDAD BÍBLICA LLEGA A LA ISLA
  • LA SOCIEDAD ENVÍA UN REPRESENTANTE
  • EL CLERO EMPIEZA A OPONERSE
  • SE DISEMINA LA PALABRA A PESAR DE DIFICULTADES
  • UN IMPORTANTE TERREMOTO SACUDE JAMAICA
  • SE EXTIENDE EL TESTIMONIO
  • VISITA DEL HERMANO RUSSELL
  • TIEMPO DE PRUEBA Y ADVERSIDAD DURANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
  • SE DISTRIBUYE AMPLIAMENTE EL FOLLETO “MILLONES”
  • LAS VISITAS DE LOS PEREGRINOS FORTALECEN LA FE
  • EL GOBIERNO NO SE OPONE
  • UN AUTOBÚS PARA TESTIFICACIÓN EN GRUPO
  • TESTIFICACIÓN CON EL FONÓGRAFO Y LA MÁQUINA ELÉCTRICA DE REPRODUCCIÓN
  • LA IDENTIFICACIÓN DE LA “GRANDE MUCHEDUMBRE” ACTIVA EL CELO
  • FORTALECIDOS POR LA VISITA DE THOMAS BANKS
  • EL PAPA RECIBE UNA CARTA
  • NUEVO SUPERINTENDENTE DE SUCURSAL
  • SE ORGANIZA LA OBRA DE ZONA
  • DIFICULTADES A CAUSA DEL ESTALLIDO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
  • SE IMPONE PROSCRIPCIÓN TOTAL
  • NO FALTÓ EL ALIMENTO ESPIRITUAL
  • ESFUERZOS POR SUPRIMIR LA PROSCRIPCIÓN
  • SE DEROGA LA PROSCRIPCIÓN
  • COMIENZA LA EXPANSIÓN DE LA POSGUERRA
  • EXPANSIÓN EN KINGSTON
  • AUMENTO RÁPIDO
  • EL PAPEL DE LOS MISIONEROS DE GALAAD
  • SE DA TESTIMONIO AL EX PRIMER MINISTRO BRITÁNICO
  • REACCIÓN CLERICAL ANTE EL AUMENTO DE LA ACTIVIDAD
  • SE ORDENA LA DEVOLUCIÓN DE LOS PLANOS DEL EDIFICIO
  • SE VUELVE A RESTRINGIR LA LITERATURA
  • EL HERMANO KNORR VUELVE A JAMAICA
  • EL AMOR CONTRARRESTA LOS EFECTOS DE UN HURACÁN
  • NUEVA SEDE PARA LA SUCURSAL
  • PRIMERA ASAMBLEA INTERNACIONAL
  • OPOSICIÓN A LA CONSTRUCCIÓN DE OTRO SALÓN DEL REINO
  • EL CLÉRIGO ACUSA FALSAMENTE
  • SALÓN DEL REINO TERMINADO Y DEDICADO
  • UNA REPENTINA INUNDACIÓN
  • EL PELIGROSO VIAJE DE UN SUPERINTENDENTE DE CIRCUITO
  • PROTEGIDOS EN MEDIO DE VIOLENCIA POLÍTICA
  • “CAUTELOSOS COMO SERPIENTES”
  • SE RESPETA LA POSTURA NEUTRAL
  • DE NUEVO UN POCO DE TRANQUILIDAD
  • PROGRESO A PESAR DE LA EMIGRACIÓN
  • LAS ISLAS CAIMÁN
  • CAMBIO DE ACTITUD
  • SE RIEGA LA SEMILLA SEMBRADA
  • LAS ASAMBLEAS FOMENTAN EL INTERÉS
Anuario de los testigos de Jehová para 1985
yb85 págs. 66-110

Jamaica y las islas Caimán

LA ISLA de Jamaica es uno de los lugares más hermosos de la Tierra. Situada en el mar Caribe, está a 152 kilómetros (95 millas) al sur de Cuba y a 768 kilómetros (480 millas) de Miami, Florida. Su población de más de 2.300.000 habitantes disfruta durante todo el año de un clima cálido y suave. La isla estaba poblada por los indios aravacos cuando llegó Cristóbal Colón en el año 1494 y fueron estos primitivos pobladores quienes dieron el nombre de Xaymaca a la isla, que significa “tierra de bosques y agua”. Es sin duda una tierra de montañas y valles de verde perenne, vegetación tropical exuberante, cascadas y hermosas playas de arena blanca que ribetean un mar azul y sereno. Los visitantes prodigan alabanzas a la belleza del paisaje de la “isla paradisíaca”, como muchos la llaman.

LA VERDAD BÍBLICA LLEGA A LA ISLA

En el año 1897 llegó a Jamaica algo todavía más hermoso, las buenas nuevas del reino de Dios (Isa. 52:7). Veamos cómo ocurrió: Dos jamaicanos que habían emigrado a Costa Rica conocieron la verdad en ese país y llegaron al convencimiento de que debían llevar esas maravillosas buenas nuevas a su tierra natal. Así fue como H. P. Clarke y Louis Facey se convirtieron en los primeros predicadores de las buenas nuevas del Reino en Jamaica.

Estos hombres se dirigieron al pueblo de Camberwell, en las montañas del distrito de St. Mary, donde predicaron a Patrick Davidson y a su hermano. Ambos aceptaron la verdad bíblica e inmediatamente también comenzaron a predicar. La respuesta al mensaje fue alentadora ya que, dos años después, el 26 de marzo de 1899, se celebró una asamblea y la Conmemoración de la muerte de Jesucristo a la que asistieron 300 personas.

LA SOCIEDAD ENVÍA UN REPRESENTANTE

En poco tiempo las personas interesadas estaban organizadas en grupos de estudio. Tanto fue el interés hallado que, seis años después de que llegara a este país la primera luz de la verdad, la Sociedad consideró necesario enviar un representante, J. A. Browne, para que se encargara de la superintendencia de la obra en Jamaica. Comentando acerca de la obra efectuada aquel año, la Watch Tower del 15 de diciembre de 1904, página 373, dijo: “El año pasado [1903], Jamaica fue el centro de una buena actividad. La mayoría de los interesados son negros, y el hermano Browne [...] evidentemente ha efectuado un servicio magnífico, no tanto por haber despertado nuevo interés como por haber consolidado, encauzado y profundizado el interés que ya se demostraba”.

Efectivamente, la obra progresaba bien ya que los jamaicanos eran, y son, personas que aprecian la Biblia. Se les enseña a respetarla como Palabra de Dios desde la edad escolar. Parte de su educación consiste en recitar de memoria pasajes de las Escrituras. Por lo tanto, al iniciar a otros en la enseñanza del Reino, no es necesario probar primero que la Biblia es la Palabra de Dios, pues por lo general la mayor parte de la población la acepta como tal.

EL CLERO EMPIEZA A OPONERSE

En 1905 se celebró en Kingston una asamblea de tres días de duración cuya asistencia máxima fue de 600 personas. Por aquel entonces 24 repartidores (hoy conocidos como precursores) distribuían literatura por toda la isla, y se animaba a los grupos por medio de los discursos bíblicos y la sana asociación de ocho “peregrinos” (representantes viajantes de la Sociedad Watch Tower). Esa actividad pronto atrajo la atención del clero, que no reaccionó favorablemente a la predicación de los Estudiantes de la Biblia.

La sesión de cierre del último día de asamblea se presentó a modo de preguntas y respuestas. ¡Y estaba presente nada menos que un clérigo que había estado escribiendo artículos difamatorios y pronunciando diatribas contra los Estudiantes de la Biblia! Pese a sus esfuerzos por crear confusión, se volvieron las tornas y este opositor fue desenmascarado como lo que era, un pastor falso. Como se informó en la Watch Tower del 1 de noviembre de 1905, página 326: “Nos complace creer que sus preguntas fueron permitidas providencialmente para el esclarecimiento de nuestros visitantes, muchos de los cuales, como resultado, se han hecho amigos de la causa de la verdad”.

SE DISEMINA LA PALABRA A PESAR DE DIFICULTADES

En aquella época inicial se necesitaba una buena dosis de valor, fe y determinación para llevar el mensaje a las zonas rurales. No había automóviles, ni medios de transporte rurales y las carreteras no estaban pavimentadas. Como indicó el hermano Browne en la Watch Tower del 1 de enero de 1907, página 7:

“El repartidor merece mención especial: la obra aquí es extremadamente dura, incluso angustiosa, y estamos seguros de que solamente el amor a la verdad impulsará a algunos a dedicar su vida a ella.

”No hay facilidades para viajar ni medios para transportar los libros. Todo el trabajo se efectúa en las montañas y los hermanos tienen que andar distancias de 30 a 100 kilómetros (20 a 60 millas), llevando sobre sus hombros de 15 a 30 libros. Es difícil viajar por las montañas, atravesando valles, soportando a veces la lluvia, durmiendo a menudo a la intemperie al caer la noche por no poder conseguir alojamiento, muchas veces defraudados al rehusárseles una entrega de literatura y tener que desandar largas distancias con los libros a cuestas. Y sin embargo algunos de ellos dicen que es un gozoso privilegio. Una evidencia de su aprecio se ve en el hecho de que otros se están uniendo a sus filas”.

Un hermano ya fallecido, Amos Wilkinson, explicó que una noche el único hogar disponible para poder alojarse en cierto pueblo era el domicilio de un clérigo. Este había convenido de buena gana en dejarle pasar la noche en su casa al saber que se trataba de un predicador visitante. Sin embargo, al descubrir que el hermano Wilkinson era un Estudiante de la Biblia, el clérigo se negó a alojarlo y le ordenó que saliese de su casa.

Según abandonó la casa del clérigo, el hermano Wilkinson pasó junto a la iglesia, y al empujar la puerta notó que no estaba cerrada con llave, de modo que entró y durmió allí esa noche. Por la mañana, antes de partir, dejó algunos tratados de la Sociedad en la Biblia que había sobre el púlpito. Tiempo después, al regresar a ese pueblo, se enteró de que ese mismo clérigo había usado los tratados como fuente de información para un sermón y que después los había distribuido a su congregación.

A pesar de los problemas que hubo que afrontar, se distribuyeron durante el año 1906 más de 1.200.000 ejemplares de literatura, incluyendo los tratados. En ese mismo año la Sociedad abrió una sucursal en la ciudad de Kingston. Tan próspera fue la obra de la predicación del Reino durante los siguientes nueve años, que a la sucursal de Jamaica se le encomendó la supervisión de la obra en Costa Rica, el mismo país del cual los dos primeros Testigos jamaicanos habían traído la verdad.

UN IMPORTANTE TERREMOTO SACUDE JAMAICA

El 14 de enero del año 1907, un importante terremoto demolió casi por completo la ciudad de Kingston. El hermano Browne escribió a la Sociedad: “Nos alegra informar que, por lo que sabemos, ninguno de los del pueblo del Señor ha sufrido daño, salvo un amigo interesado —asistente asiduo— que ha muerto. [...] Pero lo que me sigue maravillando es que nuestro salón de reuniones es el único lugar de culto en la ciudad que está en pie y en condiciones de uso; y toda la construcción es de ladrillo como las demás, excepto las dos habitaciones superiores que ocupamos que tienen un pesado armazón macizo que descansa sobre el piso inferior, lo cual hace que sea más peligroso. Esta experiencia ha fortalecido en gran manera nuestra fe”. (Watch Tower, 15 de febrero de 1907, página 53.)

SE EXTIENDE EL TESTIMONIO

En 1908 se celebró por primera vez una asamblea en las afueras de la ciudad de Kingston. Tuvo lugar en la pequeña ciudad costera de Annotto Bay, a 8 kilómetros (5 millas) de Camberwell, el lugar donde comenzó la obra de predicación del Reino en Jamaica. Esta asamblea tuvo una asistencia máxima de 350.

Durante los cuatro años siguientes se hicieron esfuerzos intensos por diseminar la Palabra mediante publicaciones y discursos públicos. El clero también aumentó la presión para impedir que la gente leyera la literatura de la Sociedad, de modo que se anularon pedidos y se solicitó reembolso por literatura que ya se había entregado, pero los hermanos no se desanimaron. Incluso pasaron a campos extranjeros. Dos peregrinos fueron enviados a Costa Rica y Barbados para organizar congregaciones en esos países. Para ese tiempo la sucursal de Jamaica también supervisaba la obra en Panamá.

VISITA DEL HERMANO RUSSELL

En febrero de 1913 Charles Taze Russell, el primer presidente de la Watch Tower Bible and Tract Society, efectuó una visita de tres días de duración a Jamaica. Se organizó una asamblea que coincidiera con la visita. El primer día vinieron a escuchar al hermano Russell unas 600 personas, entre hermanos y personas interesadas de toda la isla. El informe de la asamblea que apareció en la Watch Tower, dijo: “Algunos de estos queridos amigos gastaron prácticamente todo lo que poseían para venir a la asamblea. Resultaron ser una compañía muy grata, teniendo un gran fervor por el Señor y por la verdad”.

Un ejemplo típico del celo y determinación de los Estudiantes de la Biblia fue el de la hermana Eveline Prendergast, que anduvo 58 kilómetros (36 millas) desde Camberwell por caminos polvorientos para asistir a la asamblea. El entusiasmo con que cantaban también daba cuenta del celo de los hermanos jamaicanos. El presidente de la Sociedad dijo: “Cantaban magníficamente”.

El discurso público de la asamblea atrajo a una muchedumbre tan numerosa que hubo que usar dos auditorios, uno para el público y otro para los Estudiantes de la Biblia. ¡En el edificio para el público se apiñaron 1.800 personas, y hubo unas 2.000 que no pudieron entrar! Había en el auditorio varios clérigos, y algunos de ellos comentaron sobre la avidez de la gente por oír el mensaje. Un ministro episcopal comentó que el secreto del interés radicaba en que el mensaje era un “evangelio de esperanza”.

La prensa también dio mucha publicidad favorable a la asamblea. The Watch Tower del 15 de marzo de 1913, páginas 94 y 95 dijo: “Los periódicos que informaron sobre los integrantes de la asamblea, comentaron sobre su nitidez, orden y demás, aparte del hecho de que nadie fumaba ni tomaba licor, ni se precisaba vigilancia policial. [...] También mencionaron que en esta asamblea no se habló de dinero ni de colectas”. Aquella asamblea perduró en el recuerdo de quienes tuvieron el privilegio de asistir.

TIEMPO DE PRUEBA Y ADVERSIDAD DURANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Los hermanos de Jamaica, al igual que sus hermanos en todas partes, esperaban ansiosamente el año 1914 y el fin de los Tiempos de los Gentiles. Ellos también quedaron desilusionados al ver que el fin del sistema de Satanás, que esperaban para entonces, no llegó. Después de la muerte del hermano Russell, en octubre del año 1916, a muchos les sobrevino una verdadera prueba de fe. Muchos abandonaron la organización y comenzaron a presionar a los leales. La presión aumentó con la visita de Paul S. L. Johnson, de los Estados Unidos. Como había dejado la verdad, vino a apoyar a los desleales. Los que tuvieron fe en que Jehová seguiría usando la Sociedad Watch Tower, como había hecho hasta entonces, permanecieron firmes e hicieron brillar la luz de la verdad durante esos tiempos de prueba.

El cernido de esos años hizo que muchos dejasen de asociarse con la organización. Con el tiempo, se dividieron en grupos pequeños, y actualmente no se sabe nada acerca de ellos. Podrían compararse a una rama desgajada de un árbol. Se mantiene verde por un corto tiempo, pero finalmente se marchita y muere.

Durante la Primera Guerra Mundial los Estudiantes de la Biblia no tuvieron presiones del exterior. En esa época Jamaica era colonia británica y, aunque Gran Bretaña estaba en guerra, no había reclutamiento militar. Por lo tanto, la cuestión de la neutralidad no presentó ningún problema. Eran las presiones internas las que sometían a los hermanos a graves pruebas y hacían aminorar el paso de la obra de evangelizar. Sin embargo, la exhibición del Fotodrama de la Creación —una proyección de transparencias bíblicas en color y películas sincronizadas con discos fonográficos, que atrajo a grandes auditorios— ayudó de modo muy importante a mantener vivo el interés en el mensaje del Reino.

SE DISTRIBUYE AMPLIAMENTE EL FOLLETO “MILLONES”

En el año 1920 se le dio amplia distribución al folleto Millones que ahora viven no morirán jamás. Ese título llegó a ser una frase llamativa, que muchos jamaicanos todavía recuerdan. La asistencia a la Conmemoración ese año fue solo de 44 personas en toda la isla, lo cual indica que muchos se apartaron de la verdad durante el refinamiento que tuvo lugar después del fin de los Tiempos de los Gentiles. No obstante, los que permanecieron firmes no se desanimaron sino que continuaron teniendo mucho que hacer en la obra del Señor, y en 1921 la asistencia a la Conmemoración de la muerte de Cristo aumentó a 132. (1 Cor. 15:58.)

LAS VISITAS DE LOS PEREGRINOS FORTALECEN LA FE

La visita del peregrino (hoy conocido como superintendente viajante) George Young contribuyó mucho al fortalecimiento de la fe de los leales. Su visita a la bella ciudad de Port Antonio, situada en la costa norte, resultó en un testimonio poderoso. Un católico prominente y miembro de la Asamblea Legislativa, después de escuchar uno de los discursos del hermano Young dijo: “No me importa quién me oiga. Esta noche he escuchado cosas que jamás supe que estaban en la Biblia. Agradezco el mensaje”.

Cuando el hermano Young visitó Mandeville —una ciudad del interior, turística y de clima fresco— 365 personas fueron a escucharle. Entre ellos había otro miembro de la Asamblea Legislativa quien, después de dar la bienvenida al hermano Young, dijo al auditorio: “Seguramente se sorprenderán de verme en la plataforma. Muchos creen que nunca me intereso en temas bíblicos. Están equivocados. ¡Es la doctrina del tormento eterno en fuego que abrasa y achicharra lo que me apartó de las iglesias!”. Las visitas y reuniones tanto en esta como en otras ciudades sentaron la base del crecimiento en años posteriores.

EL GOBIERNO NO SE OPONE

Desde finales del siglo diecinueve, cuando la verdad comenzó a predicarse en este país, el gobierno no se había opuesto a la obra de predicación. Sin embargo, cuando se dio amplia distribución en Jamaica a la resolución denominada Acusación que se había adoptado en la asamblea celebrada en Columbus, Ohio, del 20 al 28 de julio de 1924, el clero trató de influir solapadamente en el gobierno para “detener la obra de los Estudiantes de la Biblia”. El pequeño grupo de Testigos, lejos de asustarse y detenerse, continuó adelante con la obra de predicar el Reino. Caminaron muchos kilómetros y también usaron como medio de transporte asnos, mulas y bicicletas a fin de llevar el mensaje a las personas que vivían en zonas rurales. Un hermano informó que salía de su casa a las seis de la mañana para desplazarse en bicicleta a los territorios rurales. Solía regresar unas doce horas más tarde después de distribuir por una extensa zona la literatura que llevaba.

UN AUTOBÚS PARA TESTIFICACIÓN EN GRUPO

Hacia finales de 1920 la congregación de Kingston consiguió un autobús a fin de que un grupo pudiese trabajar los territorios rurales los domingos. Por este medio se sembró una gran cantidad de semilla del Reino tanto en territorios cercanos como distantes. Por ejemplo, en el año 1929, el pequeño grupo de Testigos leales distribuyó 23.447 libros y folletos por toda la isla. Algunos de los hermanos que viajaron en aquel autobús todavía viven y continúan activos. Tienen recuerdos muy vívidos de aquellos viajes de testificación.

El hermano Charles Crawford, recordando esos días, dijo que los hermanos tenían que levantarse los domingos muy temprano: a las tres de la madrugada. El autobús partía a las cuatro de la madrugada y viajaba unos 128 kilómetros (80 millas). A medida que el autobús llegaba a las diferentes poblaciones los publicadores se apeaban. Puesto que algunos de ellos llegaban a sus asignaciones antes de la salida del sol, tenían que esperar varias horas hasta que los amos de casa se levantasen. “Disfrutamos de maravillosos ratos juntos —relató el hermano Crawford— a veces colocábamos toda la literatura que teníamos.” También dijo que el autobús llegó a ser tan conocido en las poblaciones rurales que algunas personas lo llamaban “Unidad”. Quizá esto se debió a los esfuerzos y espíritu de unidad de los que viajaban en él. El hermano Crawford expresó la profunda satisfacción que le producía estar aún vivo para ver las florecientes congregaciones que hay actualmente en las poblaciones que solía visitar para sembrar las semillas del Reino con la ayuda de aquel autobús. Actualmente tiene 82 años y sirve de precursor en una pequeña comunidad rural.

TESTIFICACIÓN CON EL FONÓGRAFO Y LA MÁQUINA ELÉCTRICA DE REPRODUCCIÓN

En el año 1933 la obra conoció una nueva etapa con la introducción del fonógrafo portátil, la máquina eléctrica de reproducción y el automóvil con equipo sonoro. Esos instrumentos parecían hechos a la medida para este territorio. Las personas aquí se reúnen rápidamente cuando oyen música, así pues el sonido del fonógrafo era la señal para que muchos se reuniesen a la puerta de su vecino a fin de escuchar el mensaje del Reino. El sonido aún más potente de la máquina eléctrica de reproducción inducía a las personas a salir de la espesura hasta las carreteras principales para ver lo que pasaba y escuchar al mismo tiempo.

Había tres de estas máquinas y automóviles en funcionamiento. Uno de los automóviles con equipo sonoro lo conducía una hermana, Amy Foote, que vivía en Spanish Town (primera capital de Jamaica bajo el gobierno de España). La hermana Foote evocó poco antes de su muerte la ocasión cuando le escribió a J. F. Rutherford, el entonces presidente de la Sociedad Watch Tower, preguntándole si se le permitiría a una mujer encargarse de un automóvil con equipo sonoro. Se le dio permiso y ella se dirigió con mucho entusiasmo a ciudades y pueblos, conduciendo el viejo automóvil Ford y proclamando públicamente las buenas nuevas. La hermana Foote trabajó arduamente dejando el campo arado para una siembra y cosecha futuras.

Otro de los automóviles con equipo sonoro lo conducía Robert Logan, un hermano muy celoso que ejercía también como médico. Todavía lo recuerdan miles de personas en Kingston y otras ciudades por su testificación pública y su uso de la máquina eléctrica de reproducción. Tal era su celo que cada uno de sus pacientes tenía que recibir un testimonio cabal antes de hacerles un reconocimiento físico. Hasta a los Testigos les hacía un repaso de sus creencias antes del examen médico.

El tercer automóvil con equipo sonoro lo conducía el hermano P. H. Davidson, el superintendente de sucursal. El mensaje penetrante de estas emisiones encendió la ira del clero, por lo que en 1936, a instancia de ellos, el gobierno prohibió su uso en lugares públicos. Sin embargo, esta prohibición fue retirada en 1938, y el mensaje del Reino empezó a resonar de nuevo por colinas y valles hasta los hogares de la gente.

LA IDENTIFICACIÓN DE LA “GRANDE MUCHEDUMBRE” ACTIVA EL CELO

En el 1935 se alcanzó otro hito en la historia del pueblo de Jehová cuando, en la asamblea de Washington D.C., se identificó con toda claridad a la “grande muchedumbre” de Revelación 7 como una clase terrestre que tenía que recogerse antes del Armagedón. Este nuevo entendimiento impulsó aún más la actividad, y los registros muestran que ha habido en Jamaica un aumento continuo en la cantidad de alabadores de Jehová: de 100 en 1914 a 390 en 1938, y en 1939 llegaron a ser 543.

Ahora la obra empezaba a estar mejor organizada y cobraba forma la actividad de estudios bíblicos en los hogares de las personas. Había comenzado el recogimiento de la “grande muchedumbre”, y esta clase estaba asumiendo gran parte del trabajo de la predicación del Reino. De hecho, mostraron tanto celo e intrepidez como los del resto ungido.

FORTALECIDOS POR LA VISITA DE THOMAS BANKS

En el año 1936 Thomas E. Banks, un peregrino procedente de los Estados Unidos, visitó Jamaica. Sobre esta visita el hermano Davidson comentó en una carta dirigida al hermano Rutherford con fecha del 4 de mayo de 1936: “Quiero darle las gracias personalmente por haber dispuesto en su calidad de presidente enviar al hermano Banks a visitar Jamaica. Dicha visita ha traído a Jamaica el modelo de organización de Brooklyn y ha satisfecho un deseo latente por largo tiempo de que las cosas funcionen aquí como en Brooklyn, por consiguiente, tanto nuestro hogar Betel, como los estudios, el servicio, las visitas a las congregaciones, las asambleas y la testificación pública, han mejorado con el ejemplo y sugerencias del hermano Banks”.

Durante la visita del hermano Banks se celebró una asamblea en Kingston con una asistencia máxima de 2.000 personas.

EL PAPA RECIBE UNA CARTA

Un ejemplo típico de ese celo fue el que desplegó el hermano Ronald Feurtado. Procedía de una familia católica devota y había sido un católico celoso. Al conocer la verdad, sintió la responsabilidad de dar testimonio al papa y poner al descubierto las enseñanzas falsas de la jerarquía católica. Expuso todo eso en una carta. El Vaticano devolvió la carta a Jamaica, enviándola al cabeza de la iglesia católica de la isla. Él, a su vez, informó el asunto al gobernador de Jamaica, puesto que el hermano Feurtado era un funcionario civil. El gobernador citó al hermano Feurtado y le solicitó que escribiese una carta de disculpa al papa. Él rehusó cortésmente puesto que estaba convencido de que lo que había escrito era la verdad. El hermano Feurtado fue castigado negándosele la posibilidad de ser ascendido, pero siguió fiel y feliz hasta su muerte por haber podido dar un testimonio tanto al papa como al gobernador.

NUEVO SUPERINTENDENTE DE SUCURSAL

En 1939 la Sociedad envió al hermano Thomas E. Banks de regreso a Jamaica para encargarse de la superintendencia de la sucursal. A este respecto el hermano Banks dijo: “En aquellos primeros años no había tanto trabajo administrativo en la sucursal de la Sociedad como en la actualidad. Mi trabajo consistía principalmente en viajar a través de toda la isla en un automóvil con equipo sonoro que reproducía conferencias bíblicas grabadas, y también pronunciar discursos bíblicos por las noches”.

El hermano Banks hizo mucho para animar a los hermanos y para adelantar los intereses del Reino en Jamaica. Sirvió como superintendente de sucursal hasta el año 1946, cuando a la edad de 75 años, debilitadas su salud y energías, fue necesario que alguien más joven y fuerte asumiese la superintendencia de la sucursal. Sobre esto dijo el hermano Banks: “Se me ofreció la oportunidad de escoger entre regresar a los Estados Unidos para vivir con mis hijos o continuar viviendo en las oficinas de la Sociedad en Jamaica, donde podría efectuar cualquier clase de trabajo que me permitiese mi salud. Puesto que Jamaica era mi asignación, preferí quedarme”.

Cuando ya tenía 93 años, el hermano Banks comentó: “Aprovecho toda oportunidad para hablar acerca de los propósitos de Jehová y de las verdades de Su Palabra a quienes me visitan y por medio de la correspondencia. Estoy muy contento de poder completar mis días sobre la tierra en mi asignación extranjera siguiendo en el servicio de tiempo completo a Jehová. Servir así ha sido el gozo de mi vida y espero continuar eternamente ese servicio en asociación con Jesucristo y sus ‘santos en la luz’” (Col. 1:12). Se apegó fielmente a su asignación hasta el año 1967 cuando concluyó su carrera terrestre a la edad de 96 años.

SE ORGANIZA LA OBRA DE ZONA

En el año 1939 se organizó la obra de zona (comparable a lo que es hoy la obra de circuito). La isla se dividió en cuatro zonas. Se asignaron hermanos como superintendentes de zona y recibieron la asignación de pasar una semana con cada congregación para fortalecerla y ayudarla en su obra de testificar en el campo. El hermano Charles Laurent fue enviado a la zona oriental, y los hermanos Conrad Anderson, Headley Graham y Edgar Carter a la occidental, septentrional y meridional respectivamente.

El hermano Carter solía recordar los días de su juventud cuando era un celoso precursor con energías casi inagotables. Hizo un trabajo excelente organizando congregaciones en los distritos de Clarendon, Saint Catherine y Manchester. Su medio de locomoción para la obra de zona era una bicicleta, dotada de un carrito para sus pertenencias. Ni las montañas ni las distancias eran obstáculo para él. Más adelante, la obra de zona se descontinuó, y el hermano Carter fue nombrado entonces siervo para los hermanos (superintendente de circuito). Como tal viajó a lo largo y a lo ancho de la isla en su bicicleta, visitando las congregaciones. En el año 1945 fue el primer jamaicano que asistió a la Escuela de Galaad de la Sociedad Watch Tower. Siguió sirviendo a las congregaciones de Jamaica después de su graduación en enero de 1946 pero poco tiempo después enfermó gravemente y tuvo que dejar el servicio de tiempo completo. Aunque incapacitado, siguió activo en el servicio de Jehová hasta su muerte en agosto de 1983.

DIFICULTADES A CAUSA DEL ESTALLIDO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, los Testigos se preguntaban: “¿Qué significará esto para la obra de predicación en Jamaica? ¿Habrá reclutamiento esta vez?”. Las respuestas irían llegando a medida que más y más naciones se sumiesen en guerra total.

Los hermanos nunca dejaron de predicar sino que continuaron, sin aflojar el paso, declarando el Reino como la esperanza de la humanidad. No hubo servicio militar obligatorio. Jamaica era todavía una colonia británica y no se les movilizó, por lo que los hermanos no se vieron sometidos a una prueba de neutralidad cristiana. Pero vinieron otras pruebas sobre los leales. Poco después del estallido de la guerra, el gobernador colonial proscribió cuatro publicaciones de la Watch Tower aplicándoles la Ley de Publicaciones Indeseables. Se proscribieron los libros Enemigos, Luz (tomos uno y dos) y el folleto Estudio Modelo Núm. 2.

Algunos hermanos pensaron que sería una buena idea ofrecer inmediatamente los libros proscritos a la gente en quienes se había despertado una gran curiosidad por su contenido. Por ejemplo, el hermano Conrad Anderson puso sus libros en una caja y escribió un rótulo que decía: “Para la Comisaría de Policía de Montego Bay”. A todo el que le preguntaba por la razón de la proscripción le ofrecía un ejemplar. Con el tiempo colocó toda la caja, así que a la policía no le quedó nada para confiscar.

SE IMPONE PROSCRIPCIÓN TOTAL

Para el año 1941, se prohibió la entrada al país de todas las publicaciones de la Watch Tower Society o International Bible Students Association. El anuncio apareció en el periódico oficial del gobierno, el Jamaica Gazette, del 19 de octubre de 1941. Sin embargo, la organización no fue declarada ilegal, y todavía existía el derecho de reunión.

¿Dejaron los hermanos de predicar debido a que no tenían literatura que ofrecer a las personas? ¡En absoluto! Equipados solamente con la Biblia, continuaron su predicación de casa en casa.

NO FALTÓ EL ALIMENTO ESPIRITUAL

¿Carecieron los Testigos de alimento espiritual debido a la proscripción? ¡Ni mucho menos! Milagrosamente, las publicaciones llegaban a la isla, incluso cada número de La Atalaya. De estas, se hacían copias en la sucursal y se enviaban a las congregaciones, de modo que no se suspendió ni un solo estudio de La Atalaya. Las revistas La Atalaya, en cuya portada solo figuraban los temas, se recibían por correo sin ningún problema. También se recibieron otras publicaciones, como el Curso en el Ministerio Teocrático, y se instituyó la Escuela del Ministerio Teocrático en las congregaciones mientras aún estaba en vigor la proscripción.

La siguiente experiencia muestra cómo entraba a veces la literatura en el país: Los aduaneros confiscaban publicaciones de la Watch Tower que traían los trabajadores contratados que regresaban de los Estados Unidos. Luego, las tiraban al suelo del edificio portuario donde desembarcaban los trabajadores. Un hermano que trabajaba en el puerto recogía furtivamente la literatura que podía cuando los aduaneros se marchaban y antes de que fuese recogida para deshacerse de ella. ¡Efectivamente, fueron muchos los medios que Jehová usó para mantener a su pueblo alimentado espiritualmente!

ESFUERZOS POR SUPRIMIR LA PROSCRIPCIÓN

Los esfuerzos que se hicieron por suprimir la proscripción no dieron resultado. Se hizo una petición con fecha del 23 de octubre de 1941 que fue rechazada, como también la audiencia que una delegación de hermanos locales solicitó al gobernador. Sin embargo, los hermanos no se desanimaron sino que resueltamente continuaron con la obra de predicar el Reino de tal modo que, para el fin de la guerra, los publicadores habían aumentado de 543 en 1939 a 884 en 1945. También se organizaron asambleas. Las asambleas “Llamada a la Acción” de 1943 son un ejemplo de esto. La campaña de reuniones públicas empezó aquí en Jamaica al mismo tiempo que en los Estados Unidos, a pesar de los pocos oradores públicos que había.

SE DEROGA LA PROSCRIPCIÓN

El 23 de junio de 1945 se envió desde la sucursal una carta que llamó la atención del gobierno al hecho de que las restricciones sobre la obra de los testigos de Jehová habían sido suprimidas en Inglaterra y en muchos países de la Commonwealth. Sin embargo, no fue sino hasta principios del año 1946 que el gobierno finalmente notificó a la oficina sucursal que la proscripción sobre la literatura se había derogado y que de nuevo se autorizaba su importación. La respuesta de los Testigos fue entusiástica. Tal como informó el Anuario de los testigos de Jehová para 1947: “Los pocos libros que había confiscado el gobierno fueron entregados para su distribución y en aproximadamente un mes se colocaron casi todos a personas que estaban hambrientas de la verdad”. Muchos estaban especialmente ansiosos de obtener el libro Enemigos, el cual se había hecho famoso por ser el primer libro de la Sociedad proscrito en Jamaica.

COMIENZA LA EXPANSIÓN DE LA POSGUERRA

En noviembre de 1945 llegó William Johnson, el primer misionero graduado de Galaad asignado a Jamaica. Dicho hermano sugirió algunos cambios menores en la única congregación que había en Kingston. Por ejemplo, los hermanos se ponían de pie cada vez que comentaban en las reuniones, y en la Reunión de Servicio el siervo de congregación siempre hacía de presidente y se sentaba en la plataforma durante toda la reunión. El hermano Johnson indicó que estas cosas no eran necesarias, y los hermanos aceptaron gustosamente las sugerencias.

El año 1946 podría decirse que fue un año decisivo para la obra de la predicación del Reino en Jamaica. Ese año marcó el comienzo de proyectos que resultarían en la expansión más rápida e ininterrumpida del número de proclamadores del Reino que ha habido en la historia de la obra en esta isla. La expansión arrancó con la visita de los hermanos N. H. Knorr y F. W. Franz.

Poco antes de su visita, llegaron otros dos misioneros de Galaad: Lee Dillon y Aleck Bangle, quienes empezaron su obra misional en la capital, Kingston, con una buena respuesta por parte del público.

EXPANSIÓN EN KINGSTON

Poco después de su llegada, el hermano Knorr se reunió con la congregación de Kingston, que para entonces la formaban aproximadamente 100 publicadores, y bosquejó los proyectos para la expansión de la obra en Kingston. Propuso que la congregación de Kingston se dividiese en tres y que el segundo piso del edificio de la sucursal, que se usaba como Salón del Reino, se convirtiese en hogar misional. Los hermanos concordaron gozosamente. Pronto se organizaron tres congregaciones y se denominaron: Este, Oeste y Centro.

Durante su visita, el hermano Knorr enfatizó la urgente necesidad de reavivar la obra del Reino, y expresó su deseo de que se iniciara en la isla el servicio de precursor especial.

AUMENTO RÁPIDO

La congregación Este, con el misionero Aleck Bangle como siervo de congregación, aumentó de 26 publicadores en abril de 1946 a 67 en agosto del mismo año. Un aumento similar pudo verse en las otras dos congregaciones. Como resultado, el número de publicadores en Kingston aumentó a 265 en seis meses, y el número de publicadores en toda la isla llegó por primera vez a la cantidad de 1.000, 35 de los cuales eran precursores.

En poco tiempo las tres congregaciones adquirieron un terreno y cada una construyó su propio Salón del Reino. La expansión siguió a través de los años, rápida al principio y a un ritmo estable durante las décadas de los años 60 y 70. Actualmente hay en Kingston y sus alrededores 12 Salones del Reino, 22 congregaciones y un total de 2.156 publicadores.

EL PAPEL DE LOS MISIONEROS DE GALAAD

Los misioneros de Galaad desempeñaron un papel muy importante en la expansión de la obra del Reino. De 1946 a 1962 fueron asignados a Jamaica un total de 29 misioneros. A lo largo de ese período, la cantidad de predicadores del Reino aumentó de 899 a 4.465, y en Kingston, ciudad donde fueron asignados la mayoría de los misioneros, las congregaciones aumentaron de 1 a 14 en esos dieciséis años. De aquel grupo original, actualmente solo hay uno que continúa aquí en el servicio misional: Aleck Bangle, quien ya lleva treinta y ocho años de fiel servicio en Jamaica y ahora sirve como coordinador del comité de la sucursal. Hoy ya no hay tanta necesidad de misioneros pues la obra en el país está apoyada por un total de 153 precursores regulares y especiales. Pero los que pusieron el fundamento fueron los misioneros, algunos de los cuales han recibido nuevas asignaciones para ir a otros países donde hay más necesidad.

Los misioneros pudieron penetrar en territorios donde residían las personas más acomodadas y donde raras veces se había prestado atención a los publicadores locales. De esta manera se pudo dar un buen testimonio a personas que en otro tiempo no se les había podido alcanzar con el mensaje.

SE DA TESTIMONIO AL EX PRIMER MINISTRO BRITÁNICO

Un número estimable de personas prominentes oyeron el mensaje del Reino de boca del fallecido Theodore Nunes, un sastre entre cuyos clientes había muchas personas de la clase alta. Él era un predicador muy celoso, y procuraba que todos sus clientes recibieran el mensaje del Reino mientras les probaba el traje. De esta manera colocó mucha literatura.

En el diario local, The Gleaner, del 5 de junio de 1980, apareció un artículo sobre el hermano Nunes y su celosa predicación. Mencionó que en 1920 fue llamado por el entonces gobernador colonial de Jamaica, Sir Edward Denham, para que le hiciese un traje a David Lloyd George, quien en un tiempo fue primer ministro de Inglaterra (1916-1922), y que estaba visitando la isla. El hermano Nunes aprovechó la oportunidad para decirle que el reino de Dios era la única esperanza para la humanidad angustiada. El primer ministro concordó con él y dijo: “El mundo no recobrará jamás su rumbo”. Entonces el hermano Nunes le preguntó por qué no les decía a las personas de Inglaterra que el reino de Dios es la única esperanza para el hombre. Lloyd George respondió que a la gente “¡no le interesa eso!” Sin duda, esta actitud corresponde con lo que se había predicho: que las personas ‘apartarían sus oídos’ de escuchar la verdad de Dios, prefiriendo en su lugar “cuentos falsos”. (2 Tim. 4:4.)

REACCIÓN CLERICAL ANTE EL AUMENTO DE LA ACTIVIDAD

Como era de esperar, al ver que cada vez se penetraba más en sus pastos selectos, el clero reaccionó. En 1952 hallaron un pretexto para oponerse cuando se presentaron en el Ayuntamiento de Kingston los planos para construir un Salón del Reino en un terreno cerca de la bicentenaria iglesia parroquial de Saint Andrew —venerado edificio de la iglesia anglicana— entre cuyos miembros había muchos de la elite del país.

El clero arguyó que las reuniones de los testigos de Jehová eran ruidosas e interrumpirían los servicios de su iglesia, y que además habría embotellamientos de tráfico en la zona. Cuando el asunto se presentó ante la Comisión de Construcción del Ayuntamiento, aquellas “razones” fueron refutadas por el abogado de la Sociedad, Enos Finlason, que también era Testigo. De manera que la Comisión de Construcción concedió el permiso y rechazó las objeciones que el procurador de la comunidad lega de la iglesia anglicana había presentado. Desde que se formuló la objeción hasta que se otorgó la solicitud, esta cuestión recibió una extensa y prolongada publicidad en la prensa local.

Pero el clero y el comité de la iglesia estaban resueltos a no darse por vencidos, e intentaron revocar la decisión. Después que los planos habían sido firmados por los signatarios usuales, entregados a los solicitantes, y con la construcción del edificio ya en marcha, interpusieron una apelación al concejo municipal.

SE ORDENA LA DEVOLUCIÓN DE LOS PLANOS DEL EDIFICIO

El alcalde, que era miembro de la Comisión de Construcción del Ayuntamiento y había votado en contra de la solicitud, ordenó que se detuviera la construcción y se devolviesen los planos. Se alegó que no estaban debidamente firmados, pues el ingeniero jefe municipal y el secretario del Ayuntamiento no los habían firmado personalmente tal como requiere la ley. El objeto de esta maniobra era conseguir otra audiencia ante la Comisión de Construcción del Ayuntamiento, durante la cual se esperaba que el clero influyera en la Comisión para que se fallara a su favor.

El presidente de esa comisión, Cleveland Walker, que era un hombre justo, decidió que trataría de obtener el dictamen legal sobre la objeción antes de convocar otra audiencia, y lo hizo. El dictamen estableció que los planos del edificio estaban debidamente firmados, que deberían ser devueltos a los solicitantes y que la construcción debería continuar. Además, el dictamen también manifestó que si el hecho de que los planos no hubiesen sido firmados personalmente por el secretario del Ayuntamiento y el ingeniero jefe municipal los hacía ilegales, entonces otros cientos de edificios habrían sido construidos ilegalmente y tendrían que ser demolidos porque sus planos fueron firmados de manera similar. Por consiguiente, la iglesia anglicana y el Concilio de Iglesias de Jamaica (que representaba a ocho denominaciones religiosas que habían enviado una carta de protesta firmada por los dirigentes de sus respectivas organizaciones) perdieron de nuevo la batalla contra el pueblo de Jehová.

Los opositores religiosos emprendieron entonces una campaña de prensa contra los Testigos, encabezada por un columnista muy conocido. Después, el gobierno, que obviamente había sido influenciado por los líderes religiosos, rehusó renovar el permiso de permanencia en el país a dos misioneros, Louis y Cora Woods. Los Testigos locales dieron amplia publicidad a este hecho, y muchas congregaciones adoptaron resoluciones de protesta contra dicha cancelación y las enviaron al gobierno. Finalmente las autoridades cedieron y prorrogaron el permiso de residencia de los misioneros.

SE VUELVE A RESTRINGIR LA LITERATURA

Aun antes de que se prorrogase el permiso de residencia del matrimonio Woods, se cursó orden a las autoridades pertinentes de no vender divisas a la Sociedad Watch Tower para pagar la literatura bíblica que importaba a Jamaica. De manera que se retuvo en el puerto un envío de literatura que finalmente fue quemado (con la excepción de las Biblias), pese a que había documentos que probaban que la central en Brooklyn estaba dispuesta a regalar el cargamento. Después de muchas protestas por escrito y una petición firmada por 145.000 personas (una proporción de más de 1 persona por cada 14 habitantes de Jamaica), se concedió el permiso para importar literatura de Inglaterra pero no de Estados Unidos, de donde solo permitieron la entrada de Biblias. Después de muchas cartas de protesta y apelaciones procedentes tanto de Jamaica como de Inglaterra (ya que el país todavía estaba bajo el régimen británico), el 19 de julio de 1954 el gobierno finalmente accedió a permitir que entrase literatura de Estados Unidos como regalo. La medida aún está vigente dado que sigue habiendo escasez de divisas.

EL HERMANO KNORR VUELVE A JAMAICA

Antes de este intento de silenciar a los Testigos y entorpecer sus actividades de predicación, los hermanos fueron fortalecidos y preparados para sus pruebas por medio de la visita de los hermanos Knorr y Henschel.

Cuatro años después de la primera visita del hermano Knorr, había habido tanta prosperidad espiritual que era el momento de hacer planes para una expansión todavía mayor. La cantidad de publicadores de Kingston había aumentado en un 25%. Por lo tanto, se nombró un comité de construcción bajo la presidencia del hermano Robert Clarke para supervisar la compra de una propiedad y la construcción de dos nuevos Salones del Reino para las dos nuevas congregaciones que tenían que formarse. Una de estas congregaciones fue la Norte, la construcción de cuyo salón provocó la ira del clero anteriormente descrita. No es de extrañar que en un periódico se publicase una fotografía de ese salón con el siguiente epígrafe: “La iglesia que la controversia edificó”.

EL AMOR CONTRARRESTA LOS EFECTOS DE UN HURACÁN

En el verano de 1951 un terrible huracán azotó Jamaica y murieron 168 personas. La techumbre del edificio que servía de oficina sucursal y de casa misional fue completamente arrancada por el viento, pero ninguno de los hermanos sufrió daño. Miles de personas, y entre ellas muchos hermanos, quedaron sin hogar o perdieron sus pertenencias. Inmediatamente se produjo una respuesta generosa por parte de los Testigos de Estados Unidos. Se enviaron toneladas de prendas de vestir para socorrer a los afectados lo cual fue una demostración práctica del amor que une al pueblo de Jehová en una hermandad internacional. Todo esto animó a los hermanos a ir y consolar a los damnificados y explicarles quién es el responsable de la angustia mundial.

NUEVA SEDE PARA LA SUCURSAL

En 1954 el hermano M. G. Henschel hizo una visita de zona y recomendó que se revisara la estructura del edificio de la sucursal para determinar su solidez. La revisión confirmó la necesidad de construir una nueva sede. Al año siguiente se recibió la visita del hermano Knorr quien dio el visto bueno para conseguir un terreno y hacer los planos para la nueva oficina sucursal y hogar misional. Al poco tiempo se encontró un lugar apropiado en el número 41 de Trafalgar Road, en el distrito suburbano de Saint Andrew, de manera que se trazaron los planos para el edificio y se presentaron a las autoridades pertinentes.

En 1957 estaba ya todo listo para la construcción de la nueva sucursal. Los Testigos locales apoyaron el proyecto con préstamos y donaciones, y el 31 de agosto de 1958 se dedicaba el edificio ante un auditorio de 1.276 personas.

PRIMERA ASAMBLEA INTERNACIONAL

En 1966 Jamaica fue escogida como sede de una de las muchas asambleas internacionales que iban a celebrarse ese año. Fue la primera vez que los Testigos locales tuvieron el privilegio de ser anfitriones de una reunión internacional. Llenos de entusiasmo ofrecieron alojamiento y organizaron giras, además de asumir todas las responsabilidades propias de una gran asamblea. Estaban emocionados de poder hospedar a delegados de dieciocho países diferentes, entre ellos los 246 delegados de las Islas Británicas y a los 218 de Estados Unidos. El discurso público atrajo la máxima asistencia que hasta aquel entonces había habido en una asamblea de los testigos de Jehová en Jamaica: 9.458 personas.

El crecimiento continuó durante los primeros años de la década de los setenta. En 1970 la asistencia a la Cena del Señor fue la máxima hasta entonces: 13.359. Durante esa década la predicación continuó sin interrupción. Había libertad para predicar las buenas nuevas y reunirse. Pero todavía había problemas que superar, problemas que recordaban que en Jamaica todavía había enemigos de la verdad del Reino.

OPOSICIÓN A LA CONSTRUCCIÓN DE OTRO SALÓN DEL REINO

En 1978 se presentaron a las autoridades locales de Kingston los planos para construir un Salón del Reino en el barrio noroccidental de la ciudad. El Departamento de Urbanismo pidió que revisaran los planos para que el edificio fuera más elegante, de modo que, según ellos, “diera más categoría a esta zona”. Aunque esto iba a encarecer considerablemente el edificio, se accedió a esa solicitud, y tanto los urbanistas como la Comisión de Construcción del Ayuntamiento aprobaron un diseño que todos los otros departamentos municipales aceptaron.

Sin embargo, al igual que en el caso del controversial Salón del Reino de 1952, el terreno de este Salón estaba a poca distancia de la iglesia anglicana de aquella comunidad, y el clérigo estaba totalmente opuesto a que se edificase un Salón del Reino tan cerca de su iglesia.

No obstante, la construcción ya había comenzado cuando él se percató de que se estaba edificando un Salón del Reino. El clérigo se puso en contacto con sus amigos políticos del Ayuntamiento, quienes, a su vez, indagaron si se satisfacía todo lo dispuesto en la ley. Un requisito legal prescribía que se colocara un cartel visible de identificación, invitando a quienes se opusieran a la construcción a presentar una protesta por escrito en un plazo de tiempo específico. Como el clérigo no había visto tal aviso, pensó que se había pasado por alto esta regla. Pero para su disgusto, el secretario del Ayuntamiento informó a los concejales que hacían la indagación que los solicitantes habían satisfecho todos los requisitos.

EL CLÉRIGO ACUSA FALSAMENTE

El siguiente paso que dio este opositor fue el de hacer circular un panfleto en el que acusaba a los Testigos de edificar el Salón del Reino con fondos provistos por la CIA (Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos). Hizo esta acusación infundada porque en aquel tiempo tanto él como algunos políticos habían acusado a la CIA de socavar la estabilidad del gobierno de Jamaica.

Por supuesto, la acusación con respecto al origen de los fondos para el Salón no tenía ninguna base, tal como prestamente señaló alguien que escribió a un periódico local. Decía la carta: “Los testigos de Jehová [...] creen en una Tierra futura limpiada por Jesucristo en la cual la justicia habrá de morar, [...] libres de la explotación del hombre por el hombre. [...] Sin embargo, los testigos de Jehová creen en una solución puramente espiritual, no saludan la bandera americana ni ninguna otra bandera. Tampoco cantan el himno nacional americano ni de ningún otro país. Resulta difícil creer que sean una iglesia de la CIA”.

Ante un hecho consumado y sin poder evitar la construcción, el clérigo escribió al Ayuntamiento sugiriendo que en el futuro, antes que la Comisión de Construcción del Ayuntamiento diera su aprobación, todas las solicitudes de construcción de iglesias deberían presentarse a la sede local del Concilio de Iglesias de Jamaica para que esta diese el visto bueno. No obstante, con gran acierto, el Ayuntamiento ha ignorado hasta la fecha esta sugerencia.

SALÓN DEL REINO TERMINADO Y DEDICADO

Mientras tanto, el Salón del Reino se terminó dentro de las fechas previstas gracias a que muchos hermanos y hermanas dieron voluntariamente de su tiempo y aptitudes para ayudar en la construcción, especialmente durante los fines de semana y los días festivos. Durante la construcción el coste de los materiales se disparó de tal modo que el Salón costó el doble de lo previsto. Como ayuda para hacer frente a dicho aumento, varias hermanas hicieron tartas de coco y pastas, las vendieron y dieron el dinero como contribución. Hubo quienes recogieron envases de refrescos para que se los abonasen y luego cedieron los fondos para el proyecto. De manera que el Salón se terminó y fue dedicado el 15 de octubre de 1980. El discurso de dedicación lo dio el hermano U. V. Glass del hogar Betel de Brooklyn ante un auditorio a rebosar de 1.830 asistentes. Actualmente se reúnen en este Salón tres congregaciones y también se utiliza como Salón de Asambleas para las asambleas de circuito. De nuevo vemos cómo Jehová ayudó a Su pueblo para que triunfase sobre la oposición.

UNA REPENTINA INUNDACIÓN

En junio de 1979, cuando una excepcional y repentina inundación provocó una catástrofe en el extremo occidental de la isla, se puso de relieve el amor que une al pueblo de Dios en una hermandad mundial. Las aguas arrastraron casas y puentes, ahogaron ganado y destruyeron cosechas. Treinta personas perdieron la vida al ser tragadas durante la noche por las aguas torrenciales.

Al enterarse del desastre, el hermano Louis Rochester, un anciano que servía como superintendente de ciudad y que vivía a unos 110 kilómetros (70 millas) de distancia, actuó rápidamente. Pidió prestado algún dinero, compró alimentos, los cargó en un pequeño camión y se dirigió a la zona siniestrada para ayudar a los hermanos afectados. Debido a que muchas de las carreteras estaban intransitables, tuvo que desviarse por otra ruta y viajar unos 320 kilómetros (200 millas) por carreteras sinuosas. Por fin el hermano Rochester llegó a su destino, y ¡cuán agradecidos estuvieron los hermanos por su amorosa labor!

Cuando el hermano Rochester regresó a casa, se encontró con cuarenta cajas de ropa donada que había enviado la oficina sucursal. De manera que, acompañado de su esposa, hizo un segundo viaje y les llevó a sus agradecidos hermanos la ropa que tanto necesitaban. Unos hermanos habían quedado aislados por un lago que las aguas de la inundación habían formado, y les tuvieron que llevar los suministros en barca.

EL PELIGROSO VIAJE DE UN SUPERINTENDENTE DE CIRCUITO

El superintendente de circuito Edgar Patterson estaba sirviendo en una congregación a muchos kilómetros de distancia de la ciudad de Savanna-la-mar, situada en la zona siniestrada. Al enterarse de la catástrofe, recogió alimentos que los hermanos habían donado generosamente, cargó su automóvil y partió hacia Savanna-la-mar, acompañado de su esposa. Llegó hasta la ciudad costera de Whitehouse, a unos 32 kilómetros (20 millas) de distancia, pero no pudo viajar más allá debido a que las carreteras estaban inundadas. Así que alquiló una pequeña barca de remos para el resto del trayecto. Fue un viaje muy difícil debido a la turbulencia de las olas. Temiendo que la barca pudiera hundirse en cualquier momento, la hermana Patterson iba entonando cánticos del Reino y orando en su corazón para que llegaran a salvo. Como el barquero era un buen remador, finalmente consiguieron llegar a Savanna-la-mar y distribuir el alimento entre los hermanos y las personas interesadas, quienes se sintieron muy agradecidos.

PROTEGIDOS EN MEDIO DE VIOLENCIA POLÍTICA

En 1980 Jamaica celebró sus quintas elecciones generales desde que se consiguió la independencia completa de Gran Bretaña en 1962. Pero aquellas elecciones fueron precedidas por la campaña electoral más violenta que jamás se había celebrado en el país. Cientos de personas perdieron la vida, y en ciertas zonas la obra de predicar el reino de Dios llegó a ser muy peligrosa por los tiroteos que se producían tanto de día como de noche. No obstante, la neutralidad de los testigos de Jehová les sirvió de protección y ninguno de ellos perdió la vida. Las siguientes experiencias muestran cómo Jehová protegió a los miembros de Su pueblo que vivían y predicaban en las zonas donde había más predisposición a la violencia.

Un anciano estaba haciendo una revisita cuando empezó un tiroteo en la misma calle. Él informó: “Al terminar la visita intenté salir lo más rápidamente posible de la zona. Pero me salió al paso un grupo de hombres y me dijeron: ‘¡Usted parece un policía!’ [Durante aquel período estaban matando a muchos policías.] Enseguida me identifiqué como testigo de Jehová, usando las publicaciones que tenía y algunos tratados. Aquello les satisfizo y salvó mi vida. Les di a cada uno un tratado y seguí mi camino”.

Al dirigirse a una reunión una hermana fue detenida y registrada por un grupo de hombres quienes le quitaron los libros y el dinero. Ella les dijo: “Voy al Salón del Reino y necesito los libros que me han quitado. El dinero lo iba a utilizar como contribución”. Ante esto, ¡se lo devolvieron todo!

“CAUTELOSOS COMO SERPIENTES”

Los Testigos que vivían en aquellas zonas de peligro tenían que poner en práctica las instrucciones que Jesús dio a sus discípulos de ser “cautelosos como serpientes y sin embargo inocentes como palomas” (Mat. 10:16). Algunos hermanos tenían que cambiar periódicamente de ruta para ir a las reuniones de congregación. A menudo tenían que volver atrás e intentar una ruta diferente. El esfuerzo físico que muchos tuvieron que hacer para llegar al lugar de reunión debilitó las energías de algunos de ellos, pero su actitud está resumida en las palabras de un precursor que dijo: “Nunca me perdí una reunión durante todo este tiempo de violencia”. Otro publicador dijo: “Las experiencias del Anuario en cuanto a lo que los hermanos de otros países han sufrido, ciertamente me ayudaron”.

En las zonas afectadas por la violencia se tuvieron que ajustar los horarios para el servicio del campo. Si en cierta zona había mucho tiroteo, el servicio del campo se interrumpía durante unos cuantos días hasta que la situación se calmase. Los ancianos llevaron la delantera en la predicación y como identificación los hermanos llevaban ejemplares de las revistas La Atalaya y ¡Despertad! en la mano. Se fijaba un lugar y una hora específicos para que todo el grupo se reuniese después del servicio del campo, antes de volver a casa, con el fin de asegurarse de que todos estaban bien.

SE RESPETA LA POSTURA NEUTRAL

La mayoría de las personas respetaba la neutralidad de los testigos de Jehová con respecto a las actividades políticas. En una ocasión, arrojaron piedras y otros objetos contra el lugar donde se celebraba el Estudio del Libro. Los Testigos que vivían en la casa, en pleno ataque, sacaron las revistas La Atalaya y ¡Despertad! y las mantuvieron en alto mientras que al mismo tiempo repetían gritando: “¡Nosotros no tenemos nada que ver con la política!” Inmediatamente cesó el ataque. Para evitar que se volviese a repetir la situación, los hermanos escribieron en la pared de la casa: “Jehová es nuestra salvación”, y pegaron las cubiertas de varias revistas ¡Despertad! y La Atalaya en los cristales de las ventanas. Poco tiempo después volvieron a atacar aquella zona y destruyeron muchas casas con piedras, bombas caseras y otros objetos, pero la casa donde se reunían para el Estudio del Libro permaneció intacta.

En otra ocasión, cuando un grupo de hermanos se estaba mudando a otra región debido a la violencia política, catorce hombres armados detuvieron el camión en el que llevaban sus pertenencias y le preguntaron al conductor: “¿A quiénes lleva? ¿A laboristas o a socialistas?” (Las dos facciones que luchaban entre sí). Los hermanos respondieron: “Somos testigos de Jehová”. Algunos de los hombres armados subieron al camión para inspeccionar. Abrieron la cartera de un hermano y vieron su Biblia, las revistas La Atalaya y ¡Despertad! y otras publicaciones de la Watch Tower. Aquello, como también la explicación de los Testigos respecto a su neutralidad política por su fe y confianza en el reino de Jehová por medio de Jesucristo les satisfizo. “Muy bien, pueden seguir”, dijeron los hombres. Y dando gracias a Jehová, los hermanos siguieron su camino.

El día de las elecciones, un anciano y su esposa fueron llevados a la fuerza a las urnas y les amenazaron con violencia si no votaban. Mantuvieron su neutralidad a pesar de ser golpeados. Posteriormente tuvieron que abandonar su hogar, pero unos hermanos amorosos les acogieron en su casa, y aún siguen felices y activos en el servicio a Jehová. Otros fueron amenazados debido a su neutralidad, pero Jehová protegió a Su pueblo y a ningún hermano le pasó nada grave.

DE NUEVO UN POCO DE TRANQUILIDAD

Desde entonces ha vuelto a haber cierta medida de calma en el país. Aunque nunca se ha detenido la predicación del Reino en la isla, el índice de aumento ha disminuido en comparación con el período que transcurrió desde mediados de los cuarenta hasta principios de los sesenta. Una razón es que muchos publicadores han emigrado a Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, debido en gran parte a las malas condiciones económicas de Jamaica.

PROGRESO A PESAR DE LA EMIGRACIÓN

No obstante, en abril de 1984 se alcanzó un nuevo máximo de publicadores: 7.517. Ese mismo mes se informaron 6.564 estudios bíblicos. La ayuda para el estudio de la Biblia Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra ha contribuido de un modo importante al extraordinario aumento de estudios bíblicos. Desde que salió, se han distribuido más de 40.000 ejemplares y ha producido un gran impacto en la obra de predicar. Un columnista de un periódico incluso anunció este libro. Escribió a favor de él y entre otras cosas dijo: “Los Testigos merecen que se les escuche. Pero en el caso de que no pueda dedicarles mucho tiempo, entonces adquiera sin falta el libro Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra”.

Los que se han quedado continúan predicando las buenas nuevas del Reino celosamente con el fin de recoger a las personas de cualidad de oveja que habitan en este hermoso país. La gran asistencia que hubo a la Conmemoración de la Cena del Señor en 1984 (23.270), indica que todavía hay muchas más personas que han de ser recogidas. Todavía quedan muchas personas que se pondrán de parte del Reino, como lo muestra la siguiente experiencia:

Un hombre rechazó muchas invitaciones para ir al Salón del Reino, aunque visitaba otros grupos religiosos. Posteriormente, obtuvo una de las revistas de la Sociedad que trató el tema de la transfusión de sangre y esta le causó una impresión favorable. A partir de entonces él quiso ir al Salón del Reino. Le gustó el discurso bíblico que puso de relieve el propósito de Dios para el hombre. También le conmovió la amigabilidad de los Testigos. Todo esto le motivó a buscar y leer todos los libros y revistas que había conseguido de los testigos de Jehová en el pasado. En poco tiempo aceptó un estudio bíblico, y en la actualidad él y dos miembros de su familia son siervos dedicados de Jehová.

Los más de 7.000 Testigos de este país esperan que, al igual que esta familia, muchas más personas se sientan motivadas a buscar en primer lugar el Reino y tener de este modo el privilegio de ayudar a convertir la Tierra en un paraíso de belleza incomparablemente superior a la que le ha hecho merecer a Jamaica el nombre de “Isla paradisíaca”.

Pero la historia de la obra de predicar en Jamaica estaría incompleta si no se incluyese un informe de las Islas Caimán, un pequeño grupo de tres islas coralíferas a unos 320 kilómetros (200 millas) al noroeste de Jamaica que aún se hallan bajo dominación británica.

LAS ISLAS CAIMÁN

Los nombres de esas tres islas son: Grand Cayman, Little Cayman y Cayman Brac, con una población total de 19.000 habitantes. Su capital es Georgetown, ubicada en la mayor de las tres islas: Grand Cayman. La sucursal de Jamaica supervisa la obra del Reino en esas islas. El hermano P. H. Davidson, ya fallecido, fue a Grand Cayman en el año 1929 y sembró las semillas de la verdad. En el año 1937 volvió e intentó alcanzar con el mensaje a tantas personas como pudo de entre los 6.000 habitantes de la isla. También predicó en Cayman Brac. Comentando sobre su segunda visita a las islas, el hermano Davidson escribió:

“Allí existen religiones de toda clase. H. W. Rutty, quien fue Comisionado del gobierno en Cayman Brac, ha creído fervientemente en la verdad por unos veinticinco años. Pero las personas están muy opuestas a la verdad. Algunos envían mensajeros para advertir a otros de que el hombre de Jamaica que ‘no cree en el infierno’ ha llegado. Nunca he visto tal oposición de la gente común en ningún sitio. Hay quien ha amenazado con violencia física”.

CAMBIO DE ACTITUD

La actitud de los habitantes de las islas Caimán respecto a la verdad ha experimentado un cambio drástico desde aquellos días. ¿Cuál ha sido la causa? Probablemente tenga que ver con lo que sugirió el presidente de la Sociedad Watch Tower, N. H. Knorr, cuando visitó Jamaica en el año 1950. Dijo que se enviasen dos misioneros de Jamaica a las islas Caimán. Estos fueron Aleck Bangle y Louis Woods.

Cargados con dieciséis cajas de libros, se embarcaron hacia Georgetown donde llegaron dos días después. Se les permitió desembarcar, pero la literatura quedó detenida porque las autoridades pensaban que todavía estaba en vigor la proscripción de la literatura en Jamaica, y en aquel entonces las islas Caimán dependían de Jamaica. Al repasar el periódico oficial del gobierno, el Jamaica Gazette, se confirmó que la proscripción había sido levantada en noviembre de 1945 por lo que se les devolvió la literatura.

El objetivo de los misioneros era sembrar la semilla de la verdad del Reino hasta el último rincón de las islas. El hermano Bangle recuerda que consiguieron dos bicicletas y trabajaron toda la isla de Grand Cayman, empezando primero por las zonas más remotas, los pueblos y las aldeas rurales y, finalmente, la capital. La razón de utilizar esa estrategia, según él dijo, era abarcar el resto de la isla antes de que las autoridades que residían en la capital, Georgetown, se enteraran de la obra y, en caso de oponerse, les cancelaran su permiso de estancia en las islas.

A diferencia de la situación con la que se encontró el hermano Davidson en el año 1937 los misioneros hallaron a las personas muy amigables. Siempre les invitaban a pasar a las casas, donde primero tenían que escuchar toda la historia de la familia antes de que finalmente pudieran dar un testimonio. En seis semanas se había colocado literatura en toda la isla principal, y Louis Woods se había trasladado a Cayman Brac y predicado toda la isla. Se colocaron unos 2.000 ejemplares de literatura en las dos islas, lo cual sin duda fue una extraordinaria siembra para las siete semanas que los misioneros pasaron en esas islas.

SE RIEGA LA SEMILLA SEMBRADA

En 1952 otros dos graduados de Galaad continuaron la obra que ya se había hecho y empezaron varios estudios bíblicos. Se estableció una casa misional en West Bay, Grand Cayman, y se organizaron reuniones. Para julio de 1956 ocho personas se habían unido a los misioneros en la obra de predicar. A los diez meses los misioneros tuvieron que dejar la isla, pero se había colocado el fundamento para una futura expansión.

En 1959 se organizó una congregación de 12 publicadores en Georgetown como resultado del excelente trabajo que realizaron los precursores especiales.

Cuando los precursores especiales partieron de la isla, el hermano Wilbert Sterling, residente en Grand Cayman, fue nombrado superintendente de congregación para atender los intereses del Reino en esa zona. Aunque hace muchos años que ha perdido la vista, todavía sirve como anciano en la congregación. Es un excelente ejemplo y, a pesar de su impedimento físico, continúa pronunciando discursos públicos.

Richard Dunning y su esposa Eileen respondieron a la gran necesidad que había en las islas Caimán y partieron de Inglaterra en 1971 para servir en ellas. Han hecho mucho para consolidar el interés fomentado años atrás por otros Testigos. Al hermano Dunning actualmente se le ha concedido la residencia y sirve como anciano en la congregación de Georgetown.

Se ha construido un buen Salón del Reino en un terreno donado por un hombre de negocios de las islas amigo del hermano Dunning. Con el transcurso de los años el aumento ha continuado y en febrero de 1984 se alcanzó un nuevo máximo de 56 publicadores. Ahora se están haciendo planes para organizar una segunda congregación en la isla principal.

LAS ASAMBLEAS FOMENTAN EL INTERÉS

La congregación de Georgetown es parte del Circuito Núm. 2 de Jamaica. Debido al coste de los viajes no es práctico organizar una asamblea de circuito en Grand Cayman ya que la mayoría de los publicadores del circuito viven en Jamaica y no podrían asistir. Por la misma razón, la mayor parte de los publicadores de las islas Caimán no pueden asistir a las asambleas de circuito que se celebran en Jamaica. No obstante, para permitir que los hermanos de las islas Caimán se beneficien de las asambleas, se han celebrado en Georgetown asambleas de circuito con un programa modificado. Se fletan aviones y se invita a hermanos de toda Jamaica a asistir.

La primera de esas asambleas se celebró en 1970 con una concurrencia de 94 personas. Dos años después se celebró otra y se fletaron dos aviones para unos 200 hermanos. El 2 y 3 de mayo de 1982 se celebró la tercera asamblea, y otros dos aviones fueron fletados por los hermanos de Jamaica. Estas reuniones no solo han servido de estímulo para los hermanos de las islas Caimán sino también para dar un buen testimonio a sus habitantes.

Las personas continúan siendo amigables y mostrando interés por lo que hay buenas perspectivas de mayor aumento. De vez en cuando algunos hermanos de otros países han aceptado contratos para trabajar temporalmente en las islas, lo cual ha ayudado a fortalecer la organización en las congregaciones.

Verdaderamente las islas Caimán están entre las que han respondido a la invitación del Salmo 97:1: “¡Jehová mismo ha llegado a ser rey! [...] Regocíjense las muchas islas”.

[Mapas de la página 71]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

JAMAICA y las islas Caimán

ISLAS CAIMÁN

Little Cayman

Cayman Brac

West Bay

Grand Cayman

Georgetown

[Mapa]

Mar Caribe

Montego Bay

Falmouth

Savanna-la-Mar

Annotto Bay

Whitehouse

Port Antonio

Mandeville

Spanish Town

Kingston

[Ilustración de la página 68]

Patrick Davidson, el primer jamaicano que aceptó la verdad en Jamaica (testificando en las islas Caimán)

[Ilustración de la página 77]

La congregación de Kingston usó este autobús para predicar el territorio rural los domingos

[Ilustración de la página 79]

Amy Foote (a la derecha) junto al automóvil con equipo sonoro que conducía

[Ilustración de la página 80]

Robert Logan, el médico que predicaba a todos sus pacientes

[Ilustración de la página 82]

Thomas Banks, quien sirvió de superintendente de sucursal por muchos años

[Ilustración de la página 84]

Edgar Carter con la bicicleta que usó en la obra de circuito

[Ilustración de la página 90]

Los primeros graduados de Galaad que llegaron a Jamaica. De izquierda a derecha: Lee Dillon, Aleck Bangle, Edgar Carter y William Johnson

[Ilustración de la página 92]

Theodore Nunes, el sastre que predicó al que fuera primer ministro británico, David Lloyd George

[Ilustración de la página 95]

El Salón del Reino que provocó la oposición del clero durante 1952 y 1953

[Ilustración de la página 97]

La actual oficina sucursal

[Ilustración de la página 103]

El Salón del Reino, terminado en 1980, y que también se usa como Salón de asambleas

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