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La bondad amorosa divina y el ReinoLa Atalaya 1959 | 1 de junio
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Jehová estableció el pacto con David para el reino eterno, ese pacto del reino llegó a ser algo que exigía el apoyo y adhesión leales tanto de Dios como del hombre. El pacto estuvo inseparablemente vinculado al rey David y su línea de sucesores reales. En realidad, el pacto fué personificado en la casa o dinastía real de David, de modo que lealtad al pacto quiso decir lealtad a la casa de David bajo Jehová Dios. La lealtad del hombre tenía que ser dirigida a ese pacto. Hasta este año de 1959, ése es un principio del cual jamás podemos apartarnos si estamos determinados a agradar al gran Proponente del pacto, Jehová Dios. Tenemos a Jehová mismo como nuestro perfecto Ejemplo de lealtad.
15. Después de ser favorecido con este pacto, ¿en qué serie de crímenes fué atrapado el rey David?
15 Algún tiempo considerable después que el rey David había sido tan altamente favorecido con este pacto, fué atrapado en una serie de pecados horribles, delitos atroces en violación de los Diez Mandamientos. Codició a la esposa de otro hombre y cometió adulterio con ella, la esposa de su propio oficial militar fiel Urías el heteo. Cuando la mujer llegó a estar encinta, David que se había desequilibrado espiritualmente trató de protegerse. Hizo arreglos para que el esposo de ella fuese colocado en una posición peligrosa en la batalla, para ser abandonado allí a muerte segura. Después de que el valiente y leal Urías hubo sido enviado de esta manera a su muerte, David mandó traer la esposa de Urías a su propia casa para que fuera una de sus muchas esposas. A causa de estos crímenes, ¿no debería ser condenado a muerte el David inmundo, manchado de sangre y no debería ser cancelado el pacto con él?
16. ¿Cómo había de ser castigado David a causa de esto, y quién sufrió la muerte?
16 Por medio del mismísimo profeta Natán por medio de quien Jehová había anunciado el pacto del reino a David, Jehová envió su mensaje de condenación fuerte, mostrando cuán vilmente se había portado David. En castigo la espada jamás había de partir de la propia casa personal de David; el mal había de surgir de su casa, y algunas de sus esposas serían abiertamente violadas. David vió cómo había despreciado a Jehová y había tratado al Dios del pacto con falta de respeto. Con pena confesó su pecado contra Jehová. Temió por su vida. “Usted no morirá,” le dijo Natán; pero el niño ilegítimo de su adulterio codicioso había de morir. Nada desvió a Jehová de esta sentencia. El niño bastardo sólo vivió siete días y murió.
17. (a) ¿Qué hubo, pues, acerca del pacto del reino con David? (b) ¿Cómo se mostró la profundidad de la bondad amorosa de Jehová en lo que toca al sucesor inmediato de David?
17 Sin embargo, ¿qué hubo del pacto del reino con David? Jehová no lo canceló. Fué leal a él. Ejerció la bondad amorosa que había de acompañar a este pacto con el fin de llevarlo a éxito glorioso. David fué reinstalado en el favor divino y se le dejó continuar en el “trono de Jehová” en Jerusalén; pero los diversos castigos manifestados en la sentencia de condenación que Jehová dió se le impusieron a David con el transcurso del tiempo. La profundidad de la bondad amorosa o amor leal de Jehová se mostró aun más en el hecho de que el siguiente hijo que David tuvo mediante la ex esposa de Urías, un hijo legítimo, fué escogido por Dios para llegar a ser el sucesor de David en el trono y para llevar hacia adelante el pacto del reino. Por eso, después de la muerte de David en el favor divino, “Salomón empezó a sentarse sobre el trono de Jehová como rey en lugar de David su padre y a hacerlo con buen éxito, y todos los israelitas le fueron obedientes.” (1 Cró. 29:23; 2 Sam. 11:1 a 12:25) La bondad amorosa de Jehová de acuerdo con el pacto del reino resultó ser un medio de salvación. ¡Cuán maravilloso!
18. Por eso, ¿cómo se expresó apropiadamente David en su salmo, y qué dijo atinadamente su hijo Salomón en oración en la dedicación del templo?
18 Por eso el rey David pudo decir en su salmo: “Te daré gracias, oh Jehová, entre las naciones, y a tu nombre haré melodía. El que hace grandes actos de salvación para su rey y ejerce bondad amorosa para con su ungido, para con David y para con su simiente para siempre.” (2 Sam. 22:50, 51) Cuando su hijo y sucesor, Salomón, estaba dedicando el magnífico templo para el cual David había hecho tantos preparativos, el rey Salomón pudo decir en oración pública a Dios con apreciación sincera: “Oh Jehová el Dios de Israel, no hay Dios como tú en los cielos arriba o en la tierra debajo, pues guardas el pacto y la bondad amorosa para con tus siervos que están andando delante de ti con todo su corazón, tú que has cumplido para con tu siervo David mi padre lo que le prometiste, de modo que hiciste la promesa con tu propia boca, y con tu propia mano has efectuado el cumplimiento, como en este día. Y ahora, oh Jehová el Dios de Israel, cumple a tu siervo David mi padre aquello que le prometiste, diciendo: ‘No será quitado hombre tuyo alguno de delante de mí de sentarse en el trono de Israel, si sólo tus hijos cuidan de su camino andando delante de mí así como tú has andado delante de mí.’ Y ahora, oh Dios de Israel, resulte fidedigna tu promesa que has prometido a tu siervo David mi padre, por favor.”—1 Rey. 8:22-26.
19. En la vejez de Salomón, ¿cómo surgió la necesidad de que Jehová ejerciera bondad amorosa, y por qué motivo le fué permitido a Abías suceder a Roboam en el trono?
19 En lastimoso contraste con su padre David, el rey Salomón en su vejez apostató de Jehová. Allí de nuevo surgió la necesidad de que Jehová ejerciera su bondad amorosa, por causa del pacto eterno del reino. El pacto no fué cancelado. Por consiguiente el hijo de Salomón, Roboam, se sentó sobre el trono de Jehová en Jerusalén, pero no como rey sobre las doce tribus de Israel. Por el decreto de castigo que Jehová impuso diez tribus fueron cortadas del dominio de los reyes de la casa de David. De modo que Roboam siguió dominando sólo sobre dos tribus fieles, Judá y Benjamín. (1 Rey. 11:1-13; 12:19-24) Roboam murió como rey malo. No obstante, su hijo Abías vino al trono del reino de Judá. ¿Por qué? La respuesta inspirada dice: “A causa de David, Jehová su Dios le dió una lámpara en Jerusalén levantando a su hijo después de él y manteniendo en existencia a Jerusalén, porque David hizo lo que era recto a los ojos de Jehová y no se apartó de nada que él le hubo mandado todos los días de su vida, sólo en el asunto de Urías el Heteo.”—1 Rey. 15:4, 5.
20. ¿Qué llamado hizo el rey Abías al ejército israelita enemigo, y para quién ganó la batalla Jehová?
20 Cuando el rey Abías salió para guerrear contra las sublevadas diez tribus de Israel, primero les hizo una llamada desde una vertiente de montaña con las palabras siguientes: “¿No les toca a ustedes saber que Jehová el Dios de Israel mismo dió un reino a David sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos, mediante un pacto de sal?... Y ahora ustedes están pensando en resistir contra el reino de Jehová en la mano de los hijos de David, cuando ustedes son una gran multitud y con ustedes están los becerros de oro que Jeroboam [su rey] hizo para ustedes como dioses... Y, ¡miren! con nosotros está a la cabeza El Dios verdadero con sus sacerdotes y las trompetas de señales para dar la alarma de batalla contra ustedes. Oh hijos de Israel, no peleen contra Jehová el Dios de sus antepasados, porque no tendrán buen éxito.” (2 Cró. 13:3-12) Sin embargo, el pacto del reino y la adhesión leal a Jehová como Dios el Pactante en nada atrajo a aquellos israelitas sublevados. Siguieron adelante con la batalla. Pero Jehová ganó la batalla para los que estaban adhiriéndose lealmente a su pacto para el reino con David.
21, 22. ¿Quiénes fueron un ejemplo para nosotros hoy día en poner la adoración y el pacto del reino de Dios por encima del nacionalismo, y qué registro se hicieron ellos para sí mismos?
21 La división de las doce tribus de Israel en dos reinos les impuso gran prueba a los israelitas en lo que tocaba a la lealtad para con el pacto del reino. Pero hubo israelitas que pusieron la adoración de Dios y su pacto del reino por encima del nacionalismo. Nos sirven de ejemplo a nosotros hoy día. Por ejemplo, considere a los sacerdotes y levitas que servían en el templo de Jehová en Jerusalén pero cuyos hogares se hallaban situados en cuarenta y ocho ciudades esparcidas en las doce tribus de Israel. (Núm. 35:6-8; Jos. 21:1-41) El registro que hicieron para sí mismos dice:
22 “Los sacerdotes y los levitas mismos que estaban en todo Israel se pusieron de parte de [el hijo del rey Salomón] procedentes de todos sus territorios. Pues los levitas dejaron sus dehesas y su propiedad y luego vinieron a Judá y a Jerusalén, porque Jeroboam [el rey de las diez tribus sublevadas] y sus hijos los habían despedido para que no sirvieran a Jehová como sacerdotes.... Y siguiéndolos [a los levitas] los que de entre todas las tribus de Israel estaban entregando su corazón a buscar a Jehová el Dios de Israel vinieron ellos mismos a Jerusalén a hacer sacrificios a Jehová el Dios de sus antepasados. Y siguieron fortaleciendo la soberanía real de Judá y confirmando a Roboam el hijo de Salomón.”—2 Cró. 11:13-17.
23. Según el registro, ¿qué hicieron los israelitas que ya vivían temporáneamente en Judá respecto al punto en cuestión?
23 Los israelitas que vivían temporáneamente en Judá no se sublevaron ni promovieron guerra civil, sino que se sometieron lealmente al rey que representaba al pacto del reino de Jehová con David. El registro dice: “En cuanto a los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá, Roboam continuó reinando sobre ellos.”—2 Cró. 10:17.
24. Durante los reinados de reyes de Judá, ¿quiénes desertaron al reino de Judá, y a quiénes recogió a Jerusalén Asa, resultando en qué pacto?
24 A través de los reinados de varios reyes de Judá, hubo israelitas fieles que desertaron al reino de Judá, porque el rey de Judá disfrutaba de las bondades amorosas o hechos de amor leal de Jehová. En los días del nieto de Roboam, el rey Asa, “empezó a recoger a todo Judá y Benjamín y a los residentes temporarios que estaban con ellos de [las tribus sublevadas de] Efraín y Manasés y Simeón, porque habían desertado a él desde Israel en grandes cantidades cuando vieron que Jehová su Dios estaba con él. De modo que fueron recogidos en Jerusalén... Además, entraron en un pacto para buscar a Jehová el Dios de sus antepasados con todo su corazón y con toda su alma.” Lo buscaron mientras podía ser hallado, y “él se dejó hallar de ellos.”—2 Cró. 15:9-15.
25, 26. (a) ¿Qué notable demostración de lealtad al pacto del reino vino al tiempo de morir el rey Ocozías de Jerusalén? (b) ¿Cómo fué el único heredero del pacto del reino ungido rey finalmente?
25 El rey Ocozías fué el octavo gobernante de Jerusalén en la línea del rey David. Al tiempo de morir él ocurrió una demostración notable de lealtad al pacto del reino según se simbolizaba en la casa real de David. Su madre Atalia, la nieta del inicuo rey Omri de las diez tribus sublevadas, usurpó el trono de Jerusalén. Ese trono pertenecía únicamente a hombres dentro del pacto del reino de Jehová. Para mantenerse en él Atalia “destruyó a toda la prole real de la casa de Judá,” toda salvo un bebé, Joás. La tía de éste, Josabet, se había casado con el sumo sacerdote levita Joiada. Determinada a mantener viva la línea real del rey David en conformidad con el pacto de que a David no le debería faltar un hombre que se sentara en su trono, la tía Josabet hurtó al bebé Joás. Los mantuvo a él y a su nodriza ocultos en una recámara interior del templo de Jehová.
26 ¡Cuán apropiado que el templo de Jehová ocultara en seguridad al único heredero de Su pacto del reino! En el séptimo año de esta existencia oculta de Joás, que crecía, el leal sumo sacerdote Joiada lo sacó y lo ungió rey en una columna del templo. La usurpadora asesina Atalia oyó el ruido de júbilo. “¡Conspiración! ¡Conspiración!” gritó ella cuando entró y vió lo que había sucedido. En lealtad al rey legítimo de Jehová, el sumo sacerdote Joiada hizo que ella fuera conducida afuera y muerta en una puerta del palacio. (2 Cró. 22:10 a 23:15; 2 Rey. 11:1-16) En su bondad amorosa Jehová, por medio de sus adoradores leales, probó ser fiel a su pacto hecho con su siervo el rey David.
27. En el caso de Joás, ¿cómo resultó en deslealtad el que dejara de tener aprecio, pero qué mantuvo funcionando al pacto del reino?
27 El dejar de tener aprecio resulta en deslealtad. Aun Joás dió un ejemplo de esto. Mientras vivió el sumo sacerdote Joiada y fué su consejero espiritual, el rey Joás anduvo rectamente. Después de morir Joiada, Joás escuchó a los príncipes de Judá que se inclinaban a la idolatría. El hijo de Joiada, el sumo sacerdote Zacarías, se opuso a ello. “Porque ustedes han dejado a Jehová, él, a su vez, los dejará a ustedes,” dijo él. Finalmente, por mandato del propio rey Joás, la gente conspiró contra el sumo sacerdote Zacarías y lo mató a pedradas en el mismísimo atrio del templo de Jehová. ¡Qué ruin ingratitud! Dice 2 Crónicas 24:22: “Joás el rey no se acordó de la bondad amorosa que Joiada su padre [de Zacarías] había ejercido para con él, de modo que mató a su hijo, quien, cuando estuvo al borde de la muerte, dijo: ‘Encárguese de ello Jehová y lo reclame.’” Jehová lo reclamó. El registro nos dice cómo murió Joás: “Sus propios siervos conspiraron contra él a causa de la sangre de los hijos de Joiada el sacerdote, y lograron matarlo sobre su propio canapé, de modo que murió.” (2 Cró. 24:25) Su hijo Amasías le sucedió sobre el “trono de Jehová.” De esta manera, por la bondad amorosa de Jehová, el pacto del reino siguió funcionando.
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Hombres de bondad amorosa y el ReinoLa Atalaya 1959 | 1 de junio
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Hombres de bondad amorosa y el Reino
1. ¿Qué preguntas llegan a ser apropiadas hoy respecto al pacto del reino, y cómo está envuelta nuestra propia vida?
¿CÓMO podemos nosotros hoy día ser leales al pacto eterno que Jehová Dios hizo con David para el reino? ¿Con quiénes hoy día ha concluído Jehová un “pacto que durará indefinidamente respecto a las bondades amorosas para con David que son fieles”? (Isa. 55:3) ¡Mire! la antigua ciudad de Jerusalén está ocupada por árabes mahometanos. La cima de montaña que el templo de Jehová ocupaba en otro tiempo ahora la corona la mezquita conocida como la Cúpula de la Roca. La República de Israel no tiene rey de la casa real de David en el pacto para el reino. ¿Qué le ha pasado a ese pacto eterno? El que obtengamos vida eterna en el justo nuevo mundo de Dios que se aproxima depende de que obtengamos la respuesta correcta y de que obremos en armonía leal con ella.
2. ¿Cómo cesó la soberanía real activa de los sucesores de David en Jerusalén, y cómo fué que Zorobabel no revivió la soberanía real?
2 En 618 a. de J.C. el rey Joaquín, el décimonono gobernante en la línea directa del rey David, llegó a ser rey pero sólo reinó tres meses y diez días en Jerusalén.
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