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Un Mesías transformado con quien tienen que habérselas los políticos¡El hombre al umbral de ser salvo de la angustia mundial!
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Capítulo 3
Un Mesías transformado con quien tienen que habérselas los políticos
1. Como ciertos gobernantes políticos de 33 E.C., los gobernantes políticos de hoy tendrán que decidir de manera final que hacer con ¿quién?
EN EL futuro cercano los gobernantes políticos de todas las naciones y pueblos tendrán que decidir de manera final qué hacer en cuanto al Mesías. Para mediados del primero siglo de nuestra era común este Mesías, Jesús el Descendiente del rey David, tuvo encuentros directos con dos gobernantes políticos mundanos. El rey Herodes Antipas de Galilea descreyó que Jesús fuera el Mesías y se burló de él en la sala del tribunal y lo devolvió al gobernador romano de Judea, Poncio Pilato, para que fuera juzgado finalmente. El gobernador Pilato, en representación del emperador Tiberio de Roma, cedió a la presión procedente de una chusma antimesiánica y sentenció a Jesús a morir clavado a un madero como un esclavo criminal. (Lucas 23:1-25) Pero hoy los gobernantes políticos tienen que habérselas con un Mesías que difiere mucho del Mesías del año 33 E.C., que se ofreció en sacrificio.
2. ¿Por qué se asombrarán los gobernantes políticos al entrar en una confrontación con el Mesías dentro de poco?
2 Los gobernantes políticos, especialmente los de la cristiandad, están más o menos familiarizados con los relatos evangélicos de la vida terrestre de Jesucristo. Probablemente el cuadro mental de él que les es más familiar es el que presentan muchos artistas religiosos, el de un Jesús con rasgos faciales demacrados debajo de una corona de espinas, con manos y pies clavados a una cruz. Los gobernantes políticos de hoy poco cuentan, o más bien, de ninguna manera cuentan, con entrar en una confrontación o careo con Jesucristo como Rey celestial poderoso completamente equipado para pelear con sus enemigos terrestres. Para absoluto asombro de ellos, será a un Mesías transformado que tendrán que enfrentarse dentro de poco.
3. ¿Por qué es oportuno e importante ahora examinar la profecía de Isaías 52:13 a 53:12 inclusive?
3 Esta asombrosa transformación del Mesías en su posición y también lo que está oficialmente comisionado a hacer se predijeron en la profecía de Isaías 52:13 a 53:12 inclusive. Ahora es oportuno examinar esa profecía en particular y también los hechos que muestran cómo se ha realizado la profecía. Esto es de importancia para nosotros hoy.
4, 5. ¿A quién empieza a considerar abruptamente Isaías 52:13-15?
4 Después que el capítulo 52 de Isaías habla acerca de que se suelta a los judíos de décadas de exilio en la tierra extranjera de Babilonia en el valle de Mesopotamia, el Is. 52 versículo 13 da un giro abrupto en lo que se considera. Note lo que dicen los versículos finales de ese capítulo:
5 “¡Miren! Mi siervo actuará con perspicacia. Estará en puesto alto y ciertamente será elevado y ensalzado en gran manera. Al grado que muchos han clavado en él la mirada con asombro —la desfiguración en cuanto a su apariencia fue tanto más que la de cualquier otro hombre y en cuanto a su regia forma más que la de los hijos de la humanidad— él igualmente espantará a muchas naciones. Ante él reyes cerrarán su boca, porque lo que no se les había relatado realmente verán, y a lo que no habían oído tendrán que dirigir su consideración.”—Isaías 52:13-15.
6. ¿Cuál es el punto de vista ortodoxo judío en cuanto a aquel a quien Jehová llama “mi siervo,” como lo muestra una nota por judíos sobre ello?
6 ¿A quién llama aquí proféticamente “mi siervo” Jehová Dios? La opinión ortodoxa judía es que no es a un individuo. La nota al pie de la página en cuanto a esto en el libro de Isaías, por el Dr. I. W. Slotki, M.A., LITT. D., publicado por la casa The Soncino Press en 1949, dice: “El siervo es el Israel ideal o el resto fiel. Todos los comentadores judíos y la mayoría de los comentadores no judíos modernos opinan que no es un individuo. ‘Sean cuales sean las causas que hayan tendido a estimular el abogar por esta forma de interpretación (es decir, la cristológica), es importante que los exégetas cristianos reconozcan que esencialmente esta senda de exposición judía es correcta, y que la senda de los intérpretes cristianos hasta el tiempo de Rosenmüller (i.e. 1820) ha estado esencialmente equivocada.’ (Whitehouse).” Pero, ¿es correcta esa “senda de exposición judía”?
7. Después de tanto tiempo desde la profecía de Isaías, ¿qué prueba pueden ofrecer los Judíos Ortodoxos y los Judíos de la Reforma de que exista tal “Israel ideal” entre el conjunto de los judíos de hoy?
7 Al considerar la opinión judía expresada en lo anterior en cuanto a la identidad de “mi siervo,” nos vemos obligados a preguntar: ¿Quiénes hoy son, o dónde está hoy lo que el Dr. Slotki llama “el Israel ideal”? ¿Se ha de hallar en esta generación de judíos naturales que pasó con vida a través del régimen del dictador nazi Hitler en Europa y las opresiones comunistas y que todavía cuenta con unos 14.443.925 miembros? ¿Hallamos al “Israel ideal” o a ese “siervo” del Dios Altísimo en la actual República de Israel, particularmente su población judía que controla al gobierno político? ¿Qué judío, sea de la sección religiosa ortodoxa o de la sección religiosa reformada, ve en todo el conjunto de los judíos o en alguna parte del conjunto de los judíos de hoy día el “Israel ideal,” más de 2.700 años después de haberse dado la profecía de Isaías? De modo que no tienen absolutamente ninguna prueba de que el “siervo” de la profecía de Isaías sea el “Israel ideal” compuesto de judíos naturales.
8. ¿Dónde podemos hallar la descripción inspirada del verdadero “Israel ideal,” y cómo se le describe allí?
8 Si deseamos identificar al verdadero “Israel ideal,” podemos hallar la descripción inspirada de éste en la Revelación que fue recibida por el ex-pescador judío que trabajaba en el mar de Galilea, Juan hijo de Zebedeo, cuando Juan estuvo sufriendo exilio y aprisionamiento en la isla penal romana de Patmos en el mar Egeo. La evidencia señala al hecho de que esta Revelación se le dio a Juan después que los romanos destruyeron a Jerusalén y su templo en el año 70 E.C. Esto fue después de la quema de Roma por el emperador Nerón, un suceso que condujo a la persecución de los cristianos, a quienes se acusó falsamente. En una de las visiones reveladoras Juan vio y oyó a un ángel decir a los cuatro ángeles que retenían los vientos tormentosos de la Tierra: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado a los esclavos de nuestro Dios en sus frentes.” (Revelación 7:1-3) Entonces Juan procede a escribir:
Y oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de Israel:
De la tribu de Judá, doce mil sellados;
de la tribu de Rubén, doce mil;
de la tribu de Gad, doce mil;
de la tribu Aser, doce mil;
de la tribu de Neftalí, doce mil;
de la tribu de Manasés, doce mil;
de la tribu de Simeón, doce mil;
de la tribu de Leví, doce mil;
de la tribu de Isacar, doce mil;
de la tribu de Zabulón, doce mil;
de la tribu de José, doce mil;
de la tribu de Benjamín, doce mil sellados.
9, 10. ¿Qué, en cuanto a esos israelitas sellados, los hace ideales?
9 El número de esos israelitas sellados ciertamente es un número ideal, es decir, doce veces doce mil, o ciento cuarenta y cuatro mil, un número perfectamente equilibrado. Pero lo que los hace un “Israel ideal” no es enteramente su número, sino, más bien, sus cualidades morales, religiosas. Comentando bajo inspiración acerca de esas cualidades, Juan escribe:
10 “Y vi, y, ¡miren! el Cordero de pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escrito en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre. Y oí un sonido procedente del cielo como el sonido de muchas aguas y como el sonido de fuerte trueno; y el sonido que oí fue como el de cantantes que se acompañan a sí mismos con el arpa tocando sus arpas. Y están cantando como si fuera una canción nueva delante del trono y delante de las cuatro criaturas vivientes y de los ancianos; y nadie pudo aprender esa canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra. Estos son los que no se contaminaron con mujeres; de hecho, son vírgenes. Estos son los que van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero, y no se halló en su boca falsedad; son sin tacha.”—Revelación 14:1-5.
11. (a) ¿Qué clase de israelitas son éstos, y qué clase de circuncisión han experimentado? (b) ¿Cuándo llegó a ser israelita espiritual Jesucristo mismo?
11 Estos son israelitas espirituales, los que han hecho lo que el profeta Moisés le dijo a la antigua nación de Israel que hiciera: “Tienen que circuncidar el prepucio de sus corazones y no endurecer más su cerviz.” Además: “Jehová tu Dios tendrá que circuncidar tu corazón y el corazón de tu prole, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y toda tu alma por amor de tu vida.” (Deuteronomio 10:16; 30:6) Aun si algunos de estos israelitas espirituales fueran judíos por naturaleza, tendrían que tener la circuncisión del corazón y ser judíos interiormente como todos los demás del Israel espiritual. (Romanos 2:28, 29) Hasta aquel a quien siguen, “el Cordero,” Jesucristo, llegó a ser israelita espiritual, cuando fue ungido con el espíritu de Dios inmediatamente después de haber sido bautizado en el río Jordán por Juan el Bautista.—Mateo 3:13-17.
12, 13. (a) ¿Cómo muestra Revelación 21:2, 9-14 que el “Israel ideal” y “la esposa del Cordero” son la misma cosa? (b) ¿De qué manera son significativas las “piedras de fundamento” de esta ciudad celestial para identificar al “Israel ideal”?
12 El hecho de que el “Israel ideal” es, en realidad, el Israel espiritual se ilustra además en Revelación 21:2, 9-14. Allí se compara a las doce tribus de Israel, compuestas de los 144.000 “esclavos [sellados] de nuestro Dios,” con la Nueva Jerusalén, “la novia, la esposa del Cordero.” Acerca de esta Nueva Jerusalén celestial, espiritual, está escrito: “Me mostró la santa ciudad Jerusalén que descendía del cielo desde Dios y que tenía la gloria de Dios. Su resplandor era semejante a una piedra preciosísima, como piedra de jaspe brillando con claridad cristalina. Tenía un muro grande y encumbrado y tenía doce puertas, y a las puertas doce ángeles, y nombres estaban inscritos que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. Al oriente había tres puertas, y al norte tres puertas, y al sur tres puertas, y al occidente tres puertas. El muro de la ciudad también tenía doce piedras de fundamento, y sobre ellas los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.”
13 El Israel natural, carnal, fue fundado sobre los doce hijos del patriarca Jacob, pero es el Israel espiritual, el Israel cristiano, el que es fundado sobre los doce apóstoles del Cordero Jesucristo. (Efesios 2:20) Por eso, sin que haya duda en cuanto a ello, este Israel espiritual es “el Israel ideal.” Pero eso de ninguna manera prueba que sea el “siervo” que se describe en el Is. capítulo 53 cincuenta y tres de la profecía de Isaías.
IDENTIFICACIÓN INSPIRADA DE “MI SIERVO”
14. ¿A qué fuente acudimos para identificar con seguridad al que Dios llama “mi siervo”?
14 Entonces, ¿a quién es, exactamente, que Dios llama “mi siervo,” no solo en Isaías 52:13, sino también en Isaías 53:11? En vez de tomar las opiniones de hombres como el Dr. I. W. Slotki de 1949 E.C. y del orientalista alemán Ernst F. K. Rosenmüller de 1820 E.C., no quedaremos en incertidumbre si tomamos la identificación de “mi siervo” como se da en las Santas Escrituras inspiradas. Esta interpretación de esas palabras de Dios: “mi siervo,” le fue dada a un prosélito judío, un etíope, que había subido a la Jerusalén del primer siglo E.C. para adorar en el templo allí. El relato inspirado de aquel incidente dice:
15, 16. Con relación a la profecía de Isaías, ¿qué conversación hubo entre Felipe y un eunuco etíope?
15 “El ángel de Jehová habló a Felipe, diciendo: ‘Levántate y ve hacia el sur al camino que baja de Jerusalén a Gaza.’ (Este es un camino por el desierto árido.) Con eso se levantó y se fue, y, ¡mira! un eunuco etíope, hombre en poder bajo Candace reina de los etíopes, y que estaba sobre todo su tesoro. Había ido él a Jerusalén para adorar, mas volvía y estaba sentado en su carro y leía en voz alta al profeta Isaías. De modo que el espíritu dijo a Felipe: ‘Acércate y únete a este carro.’ Felipe corrió al lado y lo oyó leer en voz alta a Isaías el profeta, y dijo: ‘¿Verdaderamente sabes lo que estás leyendo?’ Dijo él: ‘¿Realmente cómo podría hacerlo, a menos que alguien me guiara?’ Y suplicó a Felipe que subiera y se sentara con él. Pues, el pasaje de la Escritura que leía en voz alta era éste: ‘Como oveja fue llevado al degüello, y como cordero que es mudo ante el que lo trasquila, así él no abre su boca. Durante su humillación apartaron de él el juicio. ¿Quién referirá los detalles de su generación? Porque su vida se quita de la tierra.’
16 “En respuesta el eunuco dijo a Felipe: ‘Ruégote: ¿De quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo o de algún otro hombre?’ Felipe abrió la boca y, comenzando por esta Escritura, le declaró las buenas nuevas acerca de Jesús. Entonces, siguiendo por el camino, llegaron a cierta agua, y el eunuco dijo: ‘¡Mira! Agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?’ Con eso mandó parar el carro, y ambos bajaron al agua, tanto Felipe como el eunuco; y lo bautizó. Cuando hubieron subido del agua, el espíritu de Jehová prontamente condujo de allí a Felipe, y no lo vio más el eunuco, porque siguió su camino regocijándose. Pero se halló que Felipe estaba en Asdod, y pasó por el territorio y siguió declarando las buenas nuevas a todas las ciudades hasta que llegó a Cesarea.”—Hechos 8:26-40.
17. ¿De qué porción de la profecía de Isaías estaba leyendo el eunuco etíope? (b) ¿Cómo supo la identidad del “siervo” al que se aludía en aquella profecía?
17 El pasaje de las Escrituras que el eunuco etíope estaba leyendo en voz alta lleva hoy el número de capítulo cincuenta y tres de Isaías 53, versículos siete y ocho. Esto alude al que Dios llama “mi siervo,” en Isaías 52:13; 53:11. Los judíos que estaban en el templo de Jerusalén no le habían señalado a este etíope que se había convertido al judaísmo precisamente quién era aquel “siervo.” Entonces, ¿quién calificó bíblicamente para identificarle aquel “siervo” al eunuco etíope allá para el 34 E.C. e identificarlo para nosotros hoy? Ciertamente fue Felipe, “el evangelizador,” quien había sido dirigido por el ángel de Jehová al carro de aquel estudiante etíope de la Biblia. ¿Y quién dijo este Felipe que era el “siervo”? Tiene que haber sido Jesucristo, porque Hechos 8:35 dice: “Comenzando por esta Escritura, [Felipe] le declaró las buenas nuevas acerca de Jesús.” Es verdad que este Jesús es el Cabeza celestial del Israel espiritual, pero Felipe no aplicó la profecía de Isaías acerca del “siervo” de Jehová a la congregación de israelitas espirituales, sino que la aplicó solamente al Cabeza, Jesucristo.—Hechos 21:8; Colosenses 1:18.
18. ¿De qué manera nos ayuda la identificación correcta del “siervo” a que se alude en esta profecía?
18 Felipe no fue el único que hizo esta aplicación de la profecía. Otros escritores inspirados hicieron la misma aplicación, como veremos. Con esta identificación correcta de este “siervo” particular de Jehová, podemos proceder a examinar la profecía en detalle. Esto nos ayudará a apreciar más al Mesías con el cual tendrán que contender los políticos mundanos en el futuro cercano.
19, 20. (a) ¿Cómo indica la fraseología de Isaías 52:13-15 que su cumplimiento afectaría a los políticos del siglo veinte? (b) En el siglo primero ¿cómo ‘actuó con perspicacia’ Jesús, y desde cuándo ha llegado a estar “en puesto alto”?
19 Si omitimos esa última porción del versículo catorce, que está entre rayas debido a que es un pensamiento y comentario parentético, la profecía comienza con estas palabras: “¡Miren! Mi siervo actuará con perspicacia. Estará en puesto alto y ciertamente será elevado y ensalzado en gran manera. Al grado que muchos han clavado en él la mirada con asombro . . . él igualmente espantará a muchas naciones. Ante él reyes cerrarán su boca, porque lo que no se les había relatado realmente verán, y a lo que no habían oído tendrán que dirigir su consideración.”—Isaías 52:13-15.
20 ¿No da eso la impresión de que el cumplimiento de esta profecía afectaría a todos los políticos de este siglo veinte? ¡No puede haber duda en cuanto a eso! Es con un Mesías transformado que las naciones y sus gobernantes políticos tendrán que contender en el futuro cercano, un Mesías que en su posición y comisión difiere del Mesías con el cual el Sanedrín judío y las naciones gentiles y el rey Herodes Antipas y el gobernador romano Poncio Pilato contendieron en el año 33 E.C. En aquel tiempo Jesús el Mesías sí ‘actuó con perspicacia’ en las profecías bíblicas que aplicaban a él, como guía para él de modo que hiciera la voluntad de Jehová Dios. Desde su resurrección de entre los muertos y más tarde su ascensión al cielo, ha llegado a estar “en puesto alto.” ¿Ha sido “elevado y ensalzado en gran manera”? Como respuesta podemos tomar lo que el apóstol cristiano Pedro dijo a miles de judíos que estaban celebrando el día de fiesta del Pentecostés diez días después que Pedro vio a Jesucristo ascender hacia el cielo:
21, 22. ¿Cómo muestran las Escrituras que Jesús el Mesías ha sido “elevado y ensalzado en gran manera”?
21 “De hecho David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies.”’ Por lo tanto sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero.”—Hechos 2:34-36.
22 Años después, en una carta inspirada, Pedro escribió: “Él está a la diestra de Dios, porque siguió su camino al cielo; y ángeles y autoridades y poderes fueron sujetados a él.” (1 Pedro 3:22) En cuanto a lo alto de la elevación y ensalzamiento de Jesús el Mesías, el apóstol Pablo escribió: “Se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, sí, muerte en un madero de tormento. Por esta misma razón también Dios lo ensalzó a un puesto superior y bondadosamente le dio el nombre que está por encima de todo otro nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo y de los que están sobre la tierra y de los que están debajo de la tierra, y reconozca abiertamente toda lengua que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el Padre.”—Filipenses 2:8-11.
23. ¿Qué actitud en cuanto al hecho de que es en el cielo que Jesús ha sido ensalzado sería un error grave por parte de los gobernantes políticos?
23 ¿Qué efecto debería tener todo esto en la posición de los políticos de este mundo? ¡Ni por un momento debe nadie pensar que la elevación y ensalzamiento a posición muy alta del “Siervo” de Jehová, Jesucristo, en cumplimiento de Isaías 52:13, no tendría ningún efecto en las naciones terrestres y sus gobernantes políticos! Los políticos no deberían encogerse de hombros con indiferencia ante esta situación y decir: ‘¿Conque Jesucristo ha sido ensalzado hasta el cielo, eh? ¿Y qué?’ No deberían adoptar la actitud del que dice: ‘Bueno, puesto que ahora está en el cielo, no lo tenemos en nuestro camino. Y que él se encargue de las cosas en el cielo, mientras nosotros atendemos las cosas aquí abajo en la Tierra; ésta es nuestra responsabilidad. ¡Ya no oiremos más de él en cuanto a cómo gobernamos la Tierra!’
24. ¿Cómo indica el derecho gubernamental que Jesús tenía cuando ascendió de regreso al cielo que su ensalzamiento tendrá graves consecuencias para los gobernantes políticos?
24 Una actitud política de esa índole está absolutamente mal basada. La elevación y ensalzamiento del “Siervo” de Jehová a posición muy alta tendrá las consecuencias más graves en cuanto a ellos y en cuanto a que continúen en su puesto en la Tierra. Deben recordar que, cuando Jesucristo ascendió de regreso a Jehová Dios en el cielo, lo hizo mientras todavía poseía el derecho y título al gobierno real del rey David sobre toda la tierra en Palestina que había sido prometida a sus antepasados Abrahán, Isaac y Jacob.—Lucas 1:31-33; 2 Samuel 7:11-16; 1 Crónicas 17:10-14; Lucas 22:29, 30; Salmo 89:27-37.
25. ¿De qué manera indica el efecto del sacrificio de rescate de Jesús que los políticos tienen que dar cuenta a Jesucristo por la manera en que gobiernan?
25 Además, ascendió mientras tenía en firme posesión el valor de su sacrificio humano por medio del cual podía comprar a toda la familia humana que descendió de Adán y Eva. (1 Timoteo 2:5, 6) Al presentar el mérito de su sacrificio de rescate a Dios en el cielo, compró de vuelta a la familia humana que había sido vendida al pecado, condenación y su pena la muerte. (Hebreos 9:24-28; Mateo 20:28) Por consiguiente, la gente común sobre la cual gobiernan todos los políticos pertenece al “Siervo” de Jehová, Jesucristo, por derecho de compra, y los políticos sí tienen que rendirle cuentas en cuanto a la manera en que gobiernan.
26. ¿Por qué período de tiempo fijado por Dios se permitiría a gobernantes políticos de las naciones gentiles ejercer control sobre la Tierra, pero desde cuándo han estado en su “tiempo del fin” los gobiernos de hechura humana?
26 Especialmente hoy, en este período crítico de la historia humana, no olvidemos o descontentos el hecho de que Jesucristo el Descendiente real de David tiene ciertos derechos establecidos respecto a esta Tierra. Estos derechos no habían de ser puestos a un lado para siempre sin que se tomara acción con relación a ellos. A los gobiernos nacionales y sus gobernantes políticos se les otorgaría solo un período de tiempo fijo y limitado durante el cual ejercer control político sobre la Tierra. Jehová Dios fijó un “tiempo del fin” para los gobiernos de hechura humana y sus reyes, emperadores, presidentes, chaes, jeques y otros gobernantes. Los 2.520 años que empezaron a contar desde la primera desolación de Jerusalén, en 607 a. de la E.C., y a los cuales se llama “los tiempos de los gentiles” caducaron en el otoño de 1914 E.C. Desde esa fecha los gobiernos de hechura humana en la Tierra han estado en su “tiempo del fin.” El fin de ellos está ahora a la vista.—Lucas 21:24; Daniel 12:4.
27. (a) Para el “Siervo” de Dios, Jesucristo, ¿qué llegó en el otoño de 1914 E.C.? (b) ¿Qué acción que se predijo en Salmo 2:8, 9 había de producirse ahora?
27 En contraste con eso, el tiempo de esperar a la diestra de Dios en el cielo terminó para el “Siervo,” Jesucristo, en aquel otoño de 1914 E.C. (Salmo 110:1, 2; Hebreos 10:12, 13) Para él el año 1914 señaló el comienzo de un ‘tiempo de empezar’ en el ejercicio activo de sus derechos de rey. Entonces, precisamente a tiempo, el reino mesiánico de Dios nació en los cielos, demasiado por encima de los pies de los gentiles para que ellos pudieran pisotearlo en desafío a Dios. (Revelación 12:1-5; Lucas 21:24; Ezequiel 21:25-27) Entonces llegó el tiempo en el cual el Rey recién entronizado, Jesús el Mesías, había de obrar según la invitación profética que contiene Salmo 2:8, 9: “Pídeme, para que yo dé naciones por herencia tuya y los cabos de la tierra por posesión tuya propia. Las quebrarás con cetro de hierro, como si fueran vaso de alfarero las harás añicos.”—Revelación 2:27; 12:5; Daniel 2:44.
EL ASOMBRO DE LOS POLÍTICOS
28. Cuando llegue la confrontación final entre Jesucristo y todos los políticos de la Tierra, ¿por qué ‘clavarán en él la mirada con asombro’?
28 A la luz de esas declaraciones proféticas de Jehová acerca de su “Siervo,” ciertamente será con un Mesías transformado que tendrán que contender en el futuro cercano todos los políticos de la Tierra. La transformación será tan grande que los pasmará de asombro. Pronto, cuando venga la confrontación final entre ellos y él, ‘clavarán en él la mirada con asombro.’ No es que hayan de verlo literalmente a simple vista, pero verán las evidencias visibles de su poder como Combatiente para Jehová Dios y sabrán que estas evidencias proceden de este Mesías elevado, ensalzado. Esto será en gran medida diferente del cuadro que el clero de la cristiandad ha pintado de Jesucristo.
29, 30. (a) ¿Qué clase de representación de Jesucristo ha presentado el clero de la cristiandad al elemento político del mundo? (b) Como se predijo en Isaías 52:14, ¿cómo hubo una “desfiguración” del Mesías por lo que aconteció aún en el primer siglo?
29 Por medio de sus crucifijos y sus misas en las iglesias el clero de la cristiandad ha hecho que el elemento político del mundo vea a Jesucristo como una figura en triste condición. Afirman que al ascender al cielo él llevó consigo el cuerpo humano en el cual fue clavado al madero, llevando todavía los rasguños de la corona de espinas en la frente y los sangrientos hoyos de los clavos en las manos y pies y la incisión grande que le abrió la lanza en el costado. Es verdad que Jesucristo sí sufrió una muerte cruelmente dolorosa y deshonrosa, por ciertas razones. Pero antes de eso, fue desacreditado, crasamente mal representado, acusado de ser quebrantador de la ley, violador del sábado, loco, poseído de un demonio, blasfemador, Cristo falso, engañador, una amenaza a la nación judía, sedicioso contra la Roma pagana. Ciertamente su reputación fue torcida, la imagen de él que pintaron los que levantaron falsas acusaciones contra él era una desfiguración total; y es en este sentido en particular que se ha de entender Isaías 52:14:
30 “La desfiguración en cuanto a su apariencia fue tanto más que la de cualquier otro hombre y en cuanto a su regia forma más que la de los hijos de la humanidad.”
31, 32. (a) ¿Cómo difiere Jesucristo hoy de cuando fue hombre en la Tierra? (b) ¿Cómo se cumplirá pronto en los políticos Isaías 52:15?
31 Hasta este mismo día se ha continuado desacreditando, difamando y tergiversando a Jesucristo in absentia. Pero hoy, mil novecientos años después, él ya no es un “niño Jesús” (bambino Gesù); ya no es un ‘Siervo sufriente’ en la Tierra que no presenta resistencia a sus enemigos mal intencionados. Ahora es el “Siervo” elevado, ensalzado, el Mesías acreditado de Dios. Prescindiendo de lo que los políticos bajo la mala guía de su clero religioso hayan dicho contra el “Siervo” de Jehová y en desafío a él, cesarán de ser tan bocudos con palabras de desprecio en el careo con el “siervo” una vez humillado en la venidera prueba de potencia en cuanto al asunto de: ¿Quién gobernará la Tierra? Porque entonces los políticos realmente verán la exhibición de lo que su clero religioso no les ha relatado; se verán obligados a dirigir su consideración a aquello de lo cual no habían oído en advertencia de sus muy respetados líderes religiosos. Como dice Isaías 52:15:
32 “Él igualmente espantará a muchas naciones. Ante él reyes cerrarán su boca, porque lo que no se les había relatado realmente verán, y a lo que no habían oído tendrán que dirigir su consideración.”
33. Puesto que los testigos cristianos de Jehová han relatado públicamente la verdad acerca de Jesús el Mesías, ¿por qué ‘no han oído’ los políticos y por lo tanto ‘clavan en él la mirada con asombro’?
33 No es que los testigos cristianos fieles de Jehová no hayan estado relatando esas cosas a las naciones y sus reyes y tratando de hacer que las naciones y sus gobernantes políticos dirijan su consideración a esas cosas. Pero éstos, en su mayoría, han vuelto un oído sordo y un ojo ciego a lo que estos fieles seguidores del “Siervo” de Jehová han proclamado mundialmente y han delineado en lenguaje descriptivo. Al contrario, es de los clérigos asalariados que las naciones y sus gobernantes políticos no han oído relatados los hechos verdaderos acerca de que el “Siervo” de Jehová en realidad guerreará contra ellos para ejecutar en ellos los juicios de Jehová. Son los líderes religiosos asalariados quienes han mantenido ciegos a naciones y reyes en cuanto a lo que les espera cuando Jehová, por su “Siervo,” proceda contra ellos para resolver la cuestión: ¿Quién gobernará la Tierra y a la gente en ella? Por lo tanto, no podrán menos que ‘clavar los ojos en él con asombro’ y ‘cerrar la boca’ al verse frente a algo que es completamente diferente de lo que habían esperado.
34. ¿Qué advertencia da el Salmo segundo a los gobernantes políticos, pero por qué no han obrado en armonía con ella?
34 En este “tiempo del fin” desde 1914 E.C. no ha sido al clero de la cristiandad que Jehová Dios ha usado para transmitir esta advertencia: “Y ahora, oh reyes, ejerzan perspicacia; déjense corregir, oh jueces de la tierra. Sirvan a Jehová con temor y estén gozosos con temblor. Besen al hijo, para que Él no se enoje y no perezcan ustedes del camino, porque su cólera se enciende fácilmente. Felices son todos los que se refugian en él.” (Salmo 2:7, 10-12) Debido a que dependen de sus clérigos asalariados, los gobernantes políticos del conjunto de los judíos y los gobernantes políticos de la cristiandad no han ‘besado al Hijo.’ Es decir, no han expresado ningún afecto al “Siervo” de Jehová, su Hijo celestial Jesús el Mesías, a quien Él ha sentado sobre el monte Sión celestial y a quien ha dado ‘naciones por herencia y los cabos de la tierra por posesión.’
35. (a) ¿Por medio de quiénes ha transmitido Jehová esta advertencia inspirada a gobernantes y jueces? (b) Porque estos testigos mismos ‘besan al hijo,’ ¿cómo los consideran los hombres, y qué posición tienen ante Dios?
35 Ha sido por medio de Sus testigos cristianos que Jehová ha estado transmitiendo esta advertencia a gobernantes políticos y a jueces de tribunales de ley. Estos testigos mismos ‘besan al hijo,’ y por esto han llegado a ser un objeto de odio a todas las naciones y ha habido una desfiguración de la apariencia de ellos a la vista de las personas mal informadas. (Mateo 24:9) Jehová no se enojará contra sus testigos fieles y obedientes, ni se encenderá su cólera contra ellos de modo que perezcan en medio de su trayecto. Él no se volverá contra los que se han refugiado en Él, y por eso Sus testigos son el pueblo más feliz de la Tierra hoy, a pesar del odio del mundo y la maliciosa desfiguración de su reputación. Con interés cada vez más intenso vigilan para ver a los “reyes” o gobernantes políticos de las naciones clavar la mirada con asombro y cerrar la boca ante la imponente manifestación de un Mesías transformado, el “Siervo” ensalzado de Jehová.
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La transformación del “Siervo” Mesiánico¡El hombre al umbral de ser salvo de la angustia mundial!
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Capítulo 4
La transformación del “Siervo” Mesiánico
1. ¿Cómo reaccionarán los reyes de la generación actual a la demostración de poder que hará el “Siervo” Mesiánico de Jehová?
LOS reyes de la generación actual de la humanidad ‘clavarán la mirada con asombro’ ante el despliegue venidero que presentará el “Siervo” Mesiánico de su cambio de posición en la organización de Dios. Cerrarán la boca en silencio al dirigir su consideración a la demostración inspiradora de temor que verifica la transformación del “Siervo” de Jehová, el Mesías.—Isaías 52:13-15.
2. ¿Por qué no es buenas noticias ni para los “reyes” de las naciones ni para la mayoría de los demás habitantes de la Tierra la transformación del “Siervo” Mesiánico?
2 La transformación del “Siervo” Mesiánico es de la mayor importancia; de otro modo, Jehová no hubiera llamado atención especial a ella por medio de su profeta Isaías en el siglo octavo antes de nuestra era común. Realmente debería ser buenas noticias para todos en la Tierra. Pero no resulta ser así para los “reyes” de las naciones. Para estos gobernantes políticos es un caso de, o seguir apegándose a su poder político, o ser desplazados por el reino celestial del “Siervo” ensalzado de Jehová, Jesús el Mesías. A ellos no les agrada la idea de ser desplazados por un mejor gobierno para toda la gente. ¡No es extraño, pues, que no sea buenas noticias para ellos el que el “Siervo” de Jehová que una vez se ofreció en sacrificio haya sido transformado en el funcionario de más alto rango de Jehová en el universo! En cuanto a eso, ¿para quiénes de los cuatro mil millones de habitantes de la Tierra hoy es esto algo que haya de creerse como buenas noticias? ¿Quiénes de todos estos millones ponen fe en estas sorprendentes noticias que hoy proclaman por todo el mundo los testigos cristianos de Jehová?
3. De hecho, allá en el tiempo en que se registró la profecía de Isaías, ¿qué pregunta se planteó?
3 La pregunta sobre poner fe en este informe sorprendente se planteó hasta en el siglo octavo a. de la E.C., cuando Jehová hizo que por inspiración Isaías predijera el cambio maravilloso en la condición del “Siervo.” Por eso, inmediatamente después de informar acerca de la milagrosa transformación en la situación del “Siervo,” el profeta Isaías pasa a presentar la pregunta: “¿Quién ha puesto fe en la cosa oída por nosotros? Y en cuanto al brazo de Jehová, ¿a quién ha sido revelado?”—Isaías 53:1.
4, 5. En el primer siglo E.C., ¿qué pregunta surgió en cuanto a la profecía de Isaías, y por qué?
4 Allá en el siglo octavo antes de nuestra era común, la pregunta era: ¿Es verdadera la información dada a Isaías y de la cual él rindió informe a la nación de Israel? ¿Se haría realidad la vasta transformación con relación al “Siervo” de Jehová? ¿Se revelaría el “brazo de Jehová,” su potente poder para lograr cosas, y haría que la información publicada se realizara? Más de setecientos sesenta años después, la pregunta que se planteó fue: ¿Había resultado verídica la información sobre la cual rindió informe Isaías? ¿Podía informarse a todo el mundo su cumplimiento como hecho que hubiese logrado el invencible “brazo de Jehová”? ¿Se ha revelado Su “brazo” a todas las personas que tienen ojos para ver?
5 La pregunta en cuanto a todo esto se planteó así en el primer siglo E.C., porque ardió la controversia acerca de Jesucristo el Descendiente de Abrahán y de David. Por eso el apóstol Pablo escribió sobre este asunto y mostró que la información que Isaías oyó se había realizado en Jesucristo como el “Siervo” mencionado en Isaías 52:13 y Is. 53:11. La glorificación de Jesucristo en el cielo después de sus extraordinarios sufrimientos como hombre en la Tierra era buenas noticias, buenas nuevas, Evangelio. “Sin embargo,” escribe el apóstol Pablo con referencia especial a su propio pueblo, “no todos obedecieron las buenas nuevas. Pues Isaías dice: ‘Jehová, ¿quién puso fe en la cosa oída de nosotros?’ De modo que la fe sigue a lo oído. A su vez lo oído es por medio de la palabra acerca de Cristo.”—Romanos 10:16, 17.
6. ¿A pesar de qué hechos es cierto aun hoy que “no todos obedecieron las buenas nuevas”?
6 Una cosa similar se puede decir hoy. “No todos obedecieron las buenas nuevas.” Esto, aun después que los testigos cristianos de Jehová han pasado más de sesenta años proclamando que los “tiempos de los gentiles” terminaron en el otoño de 1914 E.C. en medio de la primera guerra mundial y que entonces el “Siervo” de Jehová recibió una nueva elevación al ser ensalzado al trono del reino mesiánico. (Hebreos 10:12, 13; Salmo 110:1, 2; Lucas 21:24; Revelación 12:5-10) La arrolladora evidencia que se ha acumulado desde 1914 E.C. en prueba de esta gloriosa realidad ha sido señalada por estos testigos de Jehová. Las buenas nuevas acerca del reino mesiánico del “Siervo” de Jehová son mejores noticias hoy de lo que fueron hace mil novecientos años, en tiempos apostólicos. Ante el hecho de la proporción relativamente pequeña de la población mundial que ha puesto fe en la “cosa oída de nosotros” o proclamada por nosotros, con verdad se puede decir: “No todos obedecieron las buenas nuevas.” Esto explica el entristecedor estado del mundo de la humanidad hoy.
UN COMIENZO SIN PERSPECTIVAS PROMETEDORAS
7, 8. (a) Para cumplir la profecía inspirada de Isaías, ¿a dónde envió Jehová a su Hijo? (b) ¿Cómo describe Isaías 53:2 la clase de comienzo que se le daría como criatura humana al Hijo de Dios?
7 Lo que el profeta Isaías pasa a decirnos ahora en el capítulo cincuenta y tres, después de hacer las preguntas de apertura, exigía que el “Siervo” de Jehová estuviera aquí abajo en la Tierra por algún tiempo. Jehová sabía eso, y a su debido tiempo envió su Hijo más digno de confianza desde el cielo para que naciera dentro de nuestra raza y llegara a ser una criatura humana, un hombre, hijo de una mujer. Más que eso, Jehová dio a este Hijo transferido un comienzo de apariencia tan humilde y pobre que no parecía probable que alguna vez él hubiera de llegar a algo grande, que la esplendorosa profecía acerca del “Siervo” de Jehová hubiera de cumplirse en él. Por eso Isaías explica por qué hizo sus preguntas de apertura, al decir después:
8 “Y él subirá como una ramita delante de uno [un observador], y como una raíz de tierra árida. No tiene forma regia, ni ningún esplendor; y cuando lo veamos, no hay la apariencia para que lo deseemos.”—Isaías 53:2.
9. ¿Cómo fue verdad que el comienzo que se le dio a Jesús como criatura humana fue humilde?
9 Sube como una “ramita,” un plantón, un renuevo, sí, como una “raíz” que depende de agua y sale de suelo seco, árido, abrasado. ¡Imagínese! ¿No sería una gran humillación para el “Siervo” de Jehová el que se le diera tan pobre comienzo en la Tierra como hombre? Y sin embargo así sucedió en cuanto al comienzo terrestre de Jesucristo. Prescindiendo de si allá en el año 2 a. de la E.C. había familias prominentes, altamente estimadas, que tuvieran un vínculo de realeza con el rey David, Jesús nació de una virgen judía que llegó a estar casada con un humilde carpintero en el oscuro pueblo galileo de Nazaret. Cuando María dio a luz su hijo primogénito, Jesús, ella estaba en un establo en Belén y colocó al recién nacido en un pesebre. Como visitantes en Belén, hallaron que el pueblo estaba tan atestado de otras personas que estaban registrándose según el decreto de César, que ni siquiera hubo lugar para ellos en una posada.
10. ¿Cómo sucedió que Jesús se criara en Nazaret, y qué efecto tuvo esto en la actitud de la gente para con él?
10 Después que María y su esposo el carpintero José sí consiguieron establecerse en una casa en Belén, tuvieron que huir para proteger la vida de Jesús, amenazada por las órdenes del rey Herodes el grande a unos soldados para que mataran a todos los varoncitos de dos años de edad y menos en Belén. Después de regresar de Egipto, tierra donde se refugiaron, no volvieron a su ciudad natal de Belén, sino que se establecieron en el poco estimado pueblo galileo de Nazaret. Allí se crió Jesús y llegó a ser carpintero como su padre adoptivo, José. Por eso, naturalmente, cuando más tarde se dio informe de que Jesús era de aquel pueblo, cierta persona que buscaba al Mesías preguntó: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?” Además, en una disputa se hizo esta pregunta: “El Cristo no viene realmente de Galilea, ¿verdad?” Y se levantó este reto: “Escudriña, y ve que de Galilea no ha de ser levantado ningún profeta.”—Juan 1:46; 7:41, 52.
11. ¿De qué manera resultó cierto que el “Siervo” de Jehová, Jesucristo, no tuvo “forma regia” ni “esplendor”?
11 De modo que Jesús no parecía tener sus raíces terrestres en el suelo correcto en lo que se refería a localidad. Aunque nació como hombre perfecto por la operación milagrosa del espíritu de Dios, lo humilde de su vínculo con la familia real de David no le impartió ninguna “forma regia” a los ojos de los que buscaban un Mesías majestuoso que tuviera antecedentes muy impresionantes según las normas mundanas. Tampoco hubo ningún “esplendor” externo en cuanto a Jesús porque él viviera en lujo y fastuosidad para magnificar sus vínculos con la realeza y su título legítimo al trono de David en Jerusalén. Jesús sabía que él era el “Siervo” de Jehová enviado desde el cielo y hecho “un poco menor que los que tienen parecido a Dios,” “un poco inferior a los ángeles,” temporáneamente, y que, después de su regreso al cielo, sería tiempo para que Dios cumpliera Salmo 8:5 y lo coronara “con gloria y honra” y le sujetara “la tierra habitada por venir.”—Hebreos 2:5-9.
12. (a) ¿Qué indica que no era la apariencia física de Jesús lo que lo hacía extraordinario? (b) Entonces, ¿qué había en cuanto a su “apariencia” que hacía que los líderes religiosos judíos no lo desearan?
12 Las Santas Escrituras no nos dan una descripción inspirada de la apariencia física perfecta de Jesús, pero es patente que, por sí mismo, podía pasar por un hombre corriente. Así, podía subir a Jerusalén de incógnito, sin que se le identificara entre la muchedumbre. (Juan 7:9-13) Aunque Jesucristo era muy bien parecido, sin embargo lo que le daba una apariencia diferente a los ojos de la gente era lo que representaba y lo que predicaba y enseñaba. La opinión pública acerca de él estaba dividida: “Había mucha habla restringida acerca de él entre las muchedumbres. Algunos decían: ‘Es hombre bueno.’ Otros decían: ‘No lo es, sino que extravía a la muchedumbre.’ Nadie, por supuesto, hablaba de él públicamente por temor de los judíos.” ¿Y por qué ese “temor de los judíos”? Porque la muchedumbre sabía que a Jesús lo buscaban: “Los judíos procuraban matarlo.” (Juan 7:1, 12, 13) Ah, sí, para los líderes religiosos judíos de la antigua Jerusalén ‘no había la apariencia para que lo desearan,’ es decir, desear a Jesús el Mesías.
13. (a) ¿Cómo hicieron los líderes religiosos judíos del primer siglo que Jesús fuera muy poco atractivo tanto a judíos como a gentiles? (b) ¿Con qué fin hacían esto?
13 En el primer siglo E.C. los líderes religiosos judíos, que practicaban el judaísmo de aquel día, eran quienes controlaban el pensamiento religioso de la mayoría de la gente. Ellos hacían que la gente viera las cosas de la manera que ellos mismos las veían. Fueron estos líderes religiosos los que llamaron a Jesús bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y pecadores. (Mateo 11:19; Lucas 7:34; 19:1-7) Fueron estos líderes religiosos los que acusaron a Jesús delante del gobernador Poncio Pilato de ser blasfemador, un Cristo falso y un sedicioso contra el Imperio Romano, y también, más tarde, de ser un “impostor.” (Mateo 27:11-26, 62-64) De esta manera a Jesús se le hizo tan poco atractivo como fue posible a los ojos del público en general, judío y gentil. No le impartieron belleza los que dominaban la opinión pública. El propósito de esto era matar todo el deseo público por él como el verdadero Mesías, el Descendiente de Abrahán y del rey David. Solo un resto judío pequeño vio la belleza del Mesías verdadero en Jesús.
SE LE DA APARIENCIA REPUGNANTE
14. ¿Qué descripción dio además Isaías 53:3 en cuanto a cómo se trataría al “Siervo” de Jehová?
14 El grado de difamación que sufrió Jesucristo entre su propio pueblo según la carne se describe además en la profecía de Isaías acerca del “Siervo” de Jehová: “Fue despreciado y fue evitado por los hombres, un hombre que era para dolores y para estar familiarizado con enfermedad. Y hubo como si fuera el ocultar uno su rostro de nosotros. Fue despreciado, y lo consideramos como de ninguna importancia.”—Isaías 53:3.
15, 16. ¿Quiénes ‘despreciaron’ y ‘evitaron’ a Jesús, y por qué?
15 Para armonizar con esta profecía acerca del “Siervo” de Jehová, ¿por quiénes fue despreciado y evitado Jesús? El registro señala que, hasta la misma última semana de su vida terrestre, la gente común estuvo escuchando gustosamente a Jesús: “Y la grande muchedumbre le escuchaba con gusto.” (Marcos 12:37) Pero en medio de una reunión de los fariseos y los principales sacerdotes, se dijo: “Ni uno de los gobernantes o de los fariseos ha puesto fe en él, ¿verdad? Mas esta muchedumbre que no conoce la Ley son unos malditos.” (Juan 7:48, 49) Los líderes religiosos pagados de su propia justicia y sus adherentes fueron quienes despreciaron a Jesús y lo evitaron, excepto para ir donde él y atacarlo verbalmente o para tratar de buscar algo en sus palabras y así tener algo que les sirviera para levantar acusaciones contra él y dar adelanto a los propios designios de ellos.—Mateo 12:22-30; Marcos 12:13; Lucas 11:53, 54; 20:20-26.
16 Bajo influencia religiosa de esa índole, no fue raro que se indujera a la mayoría del propio pueblo de Jesús a despreciarlo y evitar a él y a sus seguidores como si él fuera un falso profeta, un Mesías falso, un seudocristo. Cómo resultado de esto, la realidad llegó a ser como la declara Juan 1:10, 11: “Estaba en el mundo, y el mundo vino a existir por medio de él, pero el mundo no lo conoció. Vino a su propia casa, pero los suyos no lo recibieron.” Fue tal como Jesús dijo a la gente de su propio pueblo allí en la sinagoga de Nazaret, Galilea: “En verdad les digo que ningún profeta es aceptado en su propio territorio.” (Lucas 4:24) Además: “El profeta no carece de honra sino en su propio territorio y en su propia casa.” (Mateo 13:57; Marcos 6:4; Juan 4:43, 44) ¡Pero imagínese lo que la gente se perdía al despreciar y evitar al “Siervo” de Dios!
17. Puesto que Jesús mismo nunca enfermó, ¿cómo resultó ser “un hombre que era para dolores y para estar familiarizado con enfermedad”?
17 Como criatura humana perfecta, hombre nacido sin el pecado heredado ni debilidad, Jesús nunca tuvo un día en que estuviera enfermo en su vida terrestre. Y sin embargo Isaías 53:3 había dicho: “Fue . . . un hombre que era para dolores y para estar familiarizado con enfermedad.” Pero esos dolores no eran los suyos, y esa enfermedad no era la suya. Él vino de un cielo saludable pero a un mundo que estaba enfermo, agobiado de dolores y familiarizado con enfermedades de toda clase, hasta la muerte. Él vino a la manera de un médico amoroso. A muchos curó de sus enfermedades físicas y alivió de sus dolores corporales. Pero vino especialmente para librar de sus males espirituales a la gente cargada de pecados y quitarles los dolores de la conciencia que los condenaba. Él no evitó ni al que tenía dolencias físicas ni al que tenía dolencias espirituales. Mientras se alojaba en casa del recaudador de impuestos Zaqueo de Jericó y lo ayudaba a recobrar la salud espiritual, Jesús dijo: “El Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido.” (Lucas 19:1-10) Cuando los escribas y fariseos judíos lo criticaron por comer con recaudadores de impuestos y pecadores que buscaban cura espiritual, Jesús dijo: “Los que están sanos no necesitan médico, pero los que se hallan mal sí. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores a arrepentimiento.” (Lucas 5:27-32) Sin embargo, los sacerdotes principales y escribas y fariseos judíos consideraban que el enfermo y doliente, que necesitaba los servicios religiosos de ellos, era Jesús.
18. (a) Según la referencia de Isaías 53:3, ¿el rostro de quién es ‘ocultado’? (b) Una comparación de traducciones bíblicas indica que ¿quién, evidentemente, lleva a cabo el “ocultar”?
18 Acerca del “Siervo” de Jehová en este sentido, la profecía de Isaías 53:3 dice: “Hubo como si fuera el ocultar uno su rostro de nosotros.” El rostro del “Siervo” es lo que es ocultado. Pero la pregunta es: ¿Quién es el que lleva a cabo el ocultar? ¿Es el “Siervo” quien oculta su propio rostro, como un leproso a quien la Ley Mosaica le ordenaba que escondiera el rostro y clamara: “¡Inmundo!”? Así es como vierte este pasaje la traducción literal de la Biblia al inglés por Young, diciendo: “Y como uno que esconde de nosotros el rostro.” Pero la Versión Nácar-Colunga dice: “Como uno ante el cual se oculta el rostro.” Por eso, ¿de quién es el rostro que se oculta? ¿Oculta su propio rostro el de apariencia fea? ¿O somos nosotros quienes ocultamos de ése el rostro? Entonces el de apariencia fea sabría que estamos rehusando mirarlo por horror o por desdén, menosprecio. Como lo expresa la Versión Moderna: “Uno de quien se aparta la vista.” O, según la Biblia de Jerusalén: “Uno ante quien se oculta el rostro.” Por supuesto, nosotros mismos podemos ocultar de nosotros el rostro del de apariencia fea con simplemente volver la cabeza o cubrirnos los ojos.
19, 20. (a) ¿Tenía Jesús algo de lo cual esconder el rostro con turbación? (b) ¿Quiénes lo ‘despreciaron’ y ‘lo consideraron como de ninguna importancia,’ y de qué maneras mostraron esto?
19 Sin embargo, Jesucristo no tenía nada de lo cual avergonzarse y por lo cual esconder de nosotros su rostro con turbación. Él miraba a la gente a la cara. (Marcos 3:5; 10:21) Los que rehusaban mirarlo con favor y reconocerlo como el predicho “Siervo,” el Mesías de Dios, eran sus opositores y enemigos. Como continúa diciendo Isaías 53:3: “Fue despreciado, y lo consideramos como de ninguna importancia.” No fue estimado como el Mesías; no fue considerado como quien tuviera el precioso valor del Mesías. Fue valuado en un valor que no pasaba del de un simple esclavo que pudiera ser vendido. (Éxodo 21:32) Treinta piezas de plata, el precio de un esclavo en Israel, fue el pago que los principales sacerdotes de Jerusalén le estipularon a Judas Iscariote por traicionarles a su Amo, Jesucristo. (Mateo 26:14-16; 27:3-10) En la profecía de Zacarías 11:12, 13, a treinta piezas de plata se les llama, con sarcasmo, un “valor majestuoso” con el cual evaluar a un pastor espiritual como lo que fue Jesucristo.
20 Además, cuando hubo que hacer una selección delante del juez provincial, Poncio Pilato, los líderes religiosos tuvieron a Jesucristo como de menos valor que al asaltador criminal Barrabás. Clamaron pidiendo que el gobernador Poncio Pilato les soltara a este asesino en aquel Día de la Pascua en vez de al “Siervo” de Jehová, Jesucristo. (Mateo 27:15-26) ¿A qué mayor extremo pudieran llegar los asuntos para mostrar lo mucho que despreciaban a Jesucristo los que deseaban quitarlo de su camino? Así, en Jesucristo, se valoró al “Siervo” de Jehová como “de ninguna importancia.”
LOS QUE CONFIESAN QUE LLEVAN RESPONSABILIDAD
21, 22. (a) ¿A la gente de qué nación envuelve Isaías en tener la actitud incorrecta para con el “Siervo” de Jehová? (b) ¿Qué dijo el apóstol Pedro que los “varones de Israel” le habían hecho al “Siervo” de Jehová?
21 ¿Hemos notado a quiénes envuelve en todo esto el profeta inspirado Isaías? No dice: ‘Fue despreciado, y los gentiles lo consideraron como de ninguna importancia.’ No dice que el rostro fue ocultado de los gentiles, las naciones no judías. Bajo inspiración Isaías dice que el rostro fue ocultado “de nosotros,” y que “lo consideramos como de ninguna importancia.” (Isaías 53:3) Es al propio pueblo de Isaías a quien éste envuelve en esta actitud y proceder incorrectos para con el “Siervo” de Jehová. Aquí Isaías, como si fuera, confiesa por su propio pueblo, la nación de Israel. Por eso el apóstol Pedro, unos días después de la fiesta del Pentecostés de 33 E.C., dijo a una muchedumbre de adoradores en la columnata de Salomón del templo de Jerusalén:
22 “Varones de Israel, ¿por qué están admirados de esto [la curación milagrosa que acababan de ejecutar Pedro y Juan], o por qué nos miran con fijeza como si fuera por poder personal o devoción piadosa que lo hubiésemos hecho andar [al hombre que había sido sanado]? El Dios de Abrahán y de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha glorificado a su Siervo, Jesús, a quien ustedes, por su parte, entregaron y repudiaron ante el rostro de Pilato, cuando él había decidido ponerlo en libertad. Sí, ustedes repudiaron a aquel santo y justo, y pidieron que se les concediera de gracia un varón, un asesino, mientras que mataron al Agente Principal de la vida. Pero Dios lo levantó de entre los muertos, del cual hecho nosotros somos testigos. En consecuencia, su nombre, mediante nuestra fe en su nombre, ha hecho fuerte a este hombre a quien ustedes contemplan y conocen, y la fe que es por medio de él ha dado al hombre esta completa sanidad en presencia de todos ustedes. Y ahora, hermanos, yo sé que obraron en ignorancia, así como también lo hicieron sus gobernantes. Pero Dios ha cumplido de esta manera las cosas que él anunció de antemano por boca de todos los profetas, que su Cristo sufriría. A ustedes primero Dios, habiendo levantado a su Siervo, lo envió para bendecirlos, apartando a cada uno de sus hechos inicuos.”—Hechos 3:12-18, 26; Lucas 23:18-25.
23. ¿Cómo se unieron los gentiles a los judíos en mostrar que veían a Jesús como de poca importancia?
23 Por supuesto, es cierto que los gentiles se unieron a los judíos en mostrar lo poco importante que consideraban a Jesús. En Mateo 27:27-31 leemos lo siguiente: “Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús dentro del palacio del gobernador y reunieron en torno de él a todo el cuerpo de soldados. Y desvistiéndolo, le pusieron un manto escarlata, y entretejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza y una caña en su mano derecha. Y, arrodillándose delante de él, se burlaron de él, diciendo: ‘¡Buenos días, rey de los judíos!’ Y le escupieron y tomaron la caña y empezaron a pegarle en la cabeza. Por último, cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto y le pusieron sus prendas exteriores de vestir y se lo llevaron para fijarlo en el madero.”
24, 25. (a) ¿Pero la guía de quiénes estaban siguiendo en esto aquellos gentiles? (b) ¿Cómo había sido tratado ya Jesús delante del Sanedrín judío?
24 No obstante, aquellos gentiles simplemente siguieron la guía que ya les habían dado los líderes religiosos judíos. Según Mateo 26:63-68, después que Jesús rehusó responder a las acusaciones que levantaron contra él muchos testigos delante del Sanedrín judío de Jerusalén, mientras presidía el sumo sacerdote, esto fue lo que sucedió:
25 “Por eso le dijo el sumo sacerdote: ‘¡Por el Dios vivo te pongo bajo juramento de que nos digas si tú eres el Cristo el Hijo de Dios!’ Jesús le dijo: ‘Tú mismo lo dijiste. Sin embargo, les digo a ustedes: De aquí en adelante verán al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder y viniendo sobre las nubes del cielo.’ Entonces el sumo sacerdote rasgó sus prendas exteriores de vestir, diciendo: ‘¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? ¡Miren! Ahora han oído la blasfemia. ¿Qué opinan?’ Dijeron en respuesta: ‘Expuesto está a muerte.’ Entonces le escupieron en el rostro y le dieron de puñetazos. Otros le dieron de bofetadas, diciendo: ‘Profetízanos, Cristo. ¿Quién es el que te hirió?’”
26. ¿Quiénes iniciaron la acción que puso a Jesús en juicio delante del gobernador romano?
26 Después de aquella sesión nocturna del Sanedrín de Jerusalén, hubo una reunión de los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo temprano por la mañana para consultar en cuanto a cómo disponer de Jesús, a quien el Sanedrín había condenado a muerte como blasfemador. No porque la autoridad gentil, el gobernador romano Poncio Pilato, hubiese exigido nada, sino por su propia cuenta decidieron entregar a Jesús en manos de Pilato y formular acusaciones políticas contra él.—Mateo 27:1, 2.
27. Por eso, según los hechos, ¿a manos de quiénes sufrió el Mesías todo este mal tratamiento?
27 Nadie puede negar, sin equivocarse si lo hace, que Isaías era un judío natural, circunciso. En su profecía inspirada él no libra de culpa a su propio pueblo ni predice que su propio pueblo estaría libre de culpa con relación al mal tratamiento que se le daría al “Siervo” sufriente de Jehová. Como uno de su propio pueblo, Isaías usa el pronombre “nosotros” al predecir las afrentas que se amontonarían sobre aquel “Siervo.” Era al pueblo de Isaías que había de ser enviado este notable “Siervo” de Jehová, y los hechos de la historia prueban que fue al pueblo de Isaías que al debido tiempo de Jehová fue este “Siervo,” el Mesías. El profeta Isaías predijo cómo éstos tratarían a aquel “Siervo” Mesiánico. Y los hechos históricos muestran que los gentiles también llegaron a estar envueltos en la situación. Hubo una razón importante para esto, como lo revela la propia profecía de Isaías.
28. ¿Por qué fue necesario que Jesucristo experimentara todo este sufrimiento y deshonra?
28 Aquí casi se nos obliga a hacer esta pregunta: ¿Precisamente por qué sujetaría Jehová a su “Siervo” sobresaliente a todo este sufrimiento y deshonra? No hay duda alguna de que tenía que probarse cierto punto. Había que resolver una cuestión que exigía que el Dios Todopoderoso permitiera todo este sufrimiento. Para empezar, Jesucristo, enviado en calidad del predicho “Siervo,” probó que podía soportar todo este sufrimiento y afrenta, aun hasta una muerte dolorosa e ignominiosa en un madero de ejecución. Probó que podía ser completamente sumiso a Jehová Dios bajo todo este sufrimiento, sin un gemido de queja. A través de todo aquello mantuvo su inocencia perfecta, en lealtad y fidelidad sin mácula al Señor Soberano Jehová Dios. Pues bien, éste era el mismísimo punto que había que probar. Esta era la cuestión dominante que había que resolver por medio de este “Siervo” de Jehová.
29. (a) ¿Cuándo fue que se planteó la cuestión acerca de la sumisión, lealtad y fidelidad de los siervos de Jehová en una ocasión anterior? (b) ¿Por qué se planteó esta cuestión con relación a Job?
29 En términos claros, declarados, la cuestión de la sumisión, devoción leal y fidelidad de los siervos y adoradores de Jehová había sido planteada con relación al hombre Job, no mucho antes del nacimiento del profeta Moisés en el siglo dieciséis a. de la E.C. Lo que hacía que esta cuestión fuera tan seria, con aplicación universal, era que una persona de la región celestial de los espíritus, el adversario principal de Jehová, Satanás el Diablo, la había planteado. Job no era hebreo, israelita o judío, pero era adorador devoto de Jehová como el único Dios vivo y verdadero. Satanás el Diablo tenía quienes le siguieran en el cielo, los ángeles demoníacos, y no era un placer para él el que Jehová señalara a este Job de la tierra de Uz como un caso ejemplar de devoción sincera, de corazón puro, en adoración, a Jehová. Satanás no confiaba en la honradez y abnegación de la adoración que Job daba a Jehová ni en la de ninguna otra criatura inteligente en existencia, ni en el cielo, ni en la Tierra. Satanás quiso trabajar en un caso sobresaliente. Por medio de éste quería probar que tenía razón al no confiar en que ninguna criatura se apegaría a Jehová como Dios y Soberano Universal sin egoísmo.
30. ¿Qué estaba tratando de probar Satanás en cuanto a todos los siervos de Jehová en el cielo y en la Tierra?
30 De modo que Satanás procuró probar que Jehová estaba equivocado al confiar en Job y, por este caso como caso de prueba, que Jehová estaba equivocado al confiar en todos los demás siervos y adoradores de él en el cielo y en la Tierra. ¿No se había rebelado Satanás el Diablo mismo contra la soberanía universal de Jehová? ¿No tenía él también compañeros rebeldes, los ángeles demoníacos? Entonces, ¿por qué, razonó él, debería cualquier otra criatura ser diferente de él y sus ángeles demoníacos? Todos los que todavía se mantenían sumisos a la soberanía universal de Jehová habían sido sobornados por Él, pensaba y alegaba Satanás. Que tan solo se le diera el permiso y la oportunidad y él podría probar que esto era así en el caso de este hombre Job, que era considerado sin tacha en la devoción a Jehová.
31. (a) ¿Dónde presentó Satanás el desafió en cuanto a Job? (b) ¿Cómo mostró Jehová que confiaba en el hombre Job?
31 En la presencia de los hijos celestiales de Dios congregados, Satanás le dijo lo siguiente en la cara a Dios acerca de Job, que entonces se hallaba en prosperidad: “Pero, para variar, alarga tu mano, por favor, y toca todo lo que tiene y ve si no te maldice en tu mismísima cara.” Tan fuerte era la confianza de Jehová en aquel hombre Job, que no temió dejar que Job fuera probado de esta manera para arrojarle así una respuesta al desafío de Satanás. Jehová mismo no tocó las vastas posesiones de Job. Dejó que el maligno Satanás las tocará y así redujera a Job desde ser “el más grande de todos los orientales” hasta ser el más pobre de todos ellos, hasta privado de sus siete hijos y tres hijas. Bajo la presión de esta extrema adversidad, ¿se rebeló Job contra la soberanía universal de Jehová?
32. ¿Cómo muestran los hechos si Job resultó o no ser un rebelde en medio de aquella presión?
32 No hay indicio de rebelión en estas palabras de Job: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá [al suelo]. Jehová mismo ha dado, y Jehová mismo ha quitado. Continúe siendo bendito el nombre de Jehová.” Y el historiador añade este comentario: “En todo esto Job no pecó ni le atribuyó nada impropio a Dios.”—Job 1:1-22.
33. ¿De qué otras maneras fue afligido Job con relación a su salud y su hogar, y cómo respondió a esto?
33 Sin convencerse en cuanto a Job, Satanás desafió a Jehová a otra prueba de Job. Una vez más en la presencia de los hijos celestiales de Dios congregados, Satanás le dijo a Dios: “Piel en el interés de piel, y todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés de su alma. Para variar, alarga tu mano, por favor, y toca hasta su hueso y su carne y ve si no te maldice en tu mismísima cara.” Jehová no se echó atrás ante este desafío, sino que dejó que Satanás hiriera a Job con una enfermedad horrible y repugnante, de cabeza a pie. La carne se le corrompió. Habiendo perdido toda esperanza de que su esposo recobrara la salud, la esposa de Job le dijo: “¿Todavía estás reteniendo firmemente tu integridad? ¡Maldice a Dios y muere!” Bajo la incitación de su esposa que había perdido sus diez hijos de un solo golpe, ¿quebrantó Job ahora su integridad ejemplar y maldijo al Soberano Universal? No, porque el historiador registra lo siguiente: “Pero él le dijo: ‘Como habla una de las mujeres insensatas, tú también hablas. ¿Aceptaremos meramente lo que es bueno de parte del Dios verdadero y no aceptaremos también lo que es malo?’ En todo esto no pecó Job con sus labios.”—Job 2:1-10.
34. ¿Qué efecto tuvieron en Job los argumentos de los tres supuestos consoladores?
34 Con el transcurso del tiempo tres supuestos consoladores visitaron como amigos a Job, que estaba enfermo como de muerte. Miserables consoladores resultaron. Uno tras otro, los tres arguyeron con Job para convencerlo de que él era un hipócrita religioso tal como había sostenido Satanás delante de Dios. Presentaron con vigor su argumento de que durante todo aquel tiempo Job había sido pecador y por lo tanto Dios lo estaba castigando. Job correctamente negó esto. Rehusó darse por vencido en su alegación de haber sido íntegro en el pasado y dijo a estos acusadores: “¡Ni se piense de parte mía que yo los declare justos a ustedes! ¡Hasta que expire no quitaré de mí mi integridad!” (Job 27:5) A pesar de que Job alegó que siempre había sido un hombre de integridad hasta este tiempo de su enfermedad, Job no pensaba que Jehová estuviera ejerciendo su soberanía universal de manera mala, opresora. Job no se rebeló contra Dios por dejarle sufrir pérdida, enfermedad y falsas acusaciones de este modo, a pesar del hecho de que había servido y adorado fielmente al Soberano Universal, Jehová.
35. ¿En qué quedó al fin el caso de prueba en que estuvo envuelto Job, y cómo resultó en vindicación?
35 Por consiguiente, Satanás no vio ni oyó a Job maldecir a Dios en su cara. Salió perdiendo en este importante caso de prueba. En el caso de hasta este hombre imperfecto, el desafío de Satanás a Dios resultó sin base. Satanás se vio obligado a retirar su mano de tocar los huesos y la piel de Job, y el Dios Todopoderoso sanó a Job. La carne de éste se hizo más fresca que la de un joven. (Job 33:25) Rejuveneció de tal modo que llegó a ser padre de otros diez hijos, siete varones y tres hembras. También se hizo dos veces más rico que antes. Se le añadieron ciento cuarenta años a su vida, y vio sus bisnietos. (Job 42:10-17) Esto, por supuesto, fue una vindicación de Job como hombre de integridad inquebrantable para con el Soberano Universal Jehová Dios. Sí, pero fue particularmente una vindicación de Jehová mismo como el Soberano Universal. Correctamente está él en esta posición. Ejerce su soberanía de tal manera que hasta criaturas humanas en la Tierra pueden ver lo correcto de ella y se apegan a ella inseparablemente a pesar del sufrimiento.
36. (a) ¿Cuándo y cómo se hizo surgir originalmente la cuestión de la soberanía universal? (b) ¿Hasta dónde alcanzaba la pregunta que tenía que ver con la integridad de las criaturas de Dios?
36 No obstante, la cuestión no quedaba resuelta con Job. Tampoco era la cuestión una cuestión nueva que hubiese surgido originalmente en los días de Job. Para entonces había durado más de 2.400 años. ¿Por qué se dice eso? Porque la cuestión había sido planteada en el Jardín de Edén, poco después de la creación de los perfectos Adán y Eva. En aquel tiempo el espíritu hijo de Dios que ahora es Satanás el Diablo vio lo que pensó que era una oportunidad para establecer una soberanía suya, por lo menos sobre la humanidad, si no también sobre ángeles. Se rebeló contra su Padre celestial Jehová y se separó de la soberanía de Éste. Entonces, por medio de Eva como tentadora, Satanás ejerció presión en Adán el hombre perfecto para que éste se le uniera en la rebelión contra Jehová el Soberano Universal. De esta manera se hizo surgir originalmente la cuestión de la soberanía universal. La pregunta ahora era, no simplemente: ¿Quién entre la humanidad se adherirá a la soberanía universal de Jehová? sino, más críticamente: ¿Quién en el cielo mantendrá integridad para con el Dios Altísimo y permanecerá leal y fiel a Su soberanía universal como lo propio para toda la creación?
37. ¿Por qué era particularmente apropiado que el más prominente Hijo celestial de Jehová fuera sometido a prueba —y como hombre en la Tierra— en cuanto a la cuestión de mostrar devoción altruista a la soberanía universal de Jehová?
37 Por esta razón, la cuestión suprema se elevaba hasta el más prominente hijo celestial de Dios, el funcionario principal de Jehová, “el primogénito de toda la creación.” (Colosenses 1:15; Revelación 3:14) Su puesto oficial en el cielo era el de Logos, o Palabra, Vocero. (Juan 1:1-3) Sobre toda otra creación de Jehová Dios, este funcionario de Dios, el más encumbrado, tenía que ser sometido a prueba y examinado en cuanto a esta cuestión de devoción altruista a la soberanía universal de Jehová. Hasta el tiempo de Job y por más de quince siglos después él había mantenido su integridad a su Padre celestial Jehová. Se había comportado sin tacha como el funcionario principal de su Padre, La Palabra. Ah, sí, pero eso era sin sufrir dolores corporales, eso era sin experimentar la más profunda humillación y deshonra inmerecida. Eso no era aquí en esta Tierra como hombre a la manera del Adán perfecto en el Jardín de Edén. Pero ahora, ¡que este altamente honrado y respetado funcionario de Dios experimentara aquellas cosas adversas aquí en la Tierra —a manos de Satanás el Diablo— y entonces veamos si mantiene su integridad a Dios y permanece sumiso a Su soberanía universal! Lógicamente, así razonaba Satanás.
38, 39. Inmediatamente después de la rebelión en Edén, ¿cómo indicó Jehová que se proponía que aconteciera tal prueba?
38 El enfrentarse al desafío de Satanás en cuanto a esto exigiría que el Dios Todopoderoso hiciera bajar a la Tierra por nacimiento como criatura humana a su Hijo unigénito, el Logos. Con confianza completa en este Hijo amado y su devoción inquebrantable a su Padre celestial, Jehová se propuso hacer esto. Esto llegó a ser su propósito inmediatamente después que Satanás el Diablo había logrado quebrantar la integridad de Adán el hombre perfecto. Este propósito está contenido en las palabras de Dios dirigidas a la Serpiente simbólica en el Jardín de Edén:
39 “Y pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.”—Génesis 3:15.
40. ¿En qué profecía se pinta el intenso sufrimiento en que se vería envuelto el Hijo de Dios al experimentar esta prueba?
40 Él que se magullará el talón de la “descendencia” de la mujer significaba intenso sufrimiento en la Tierra para el principal funcionario celestial de Jehová, y eso a manos del mismo que le había causado todo el sufrimiento injusto al fiel Job. Pero Satanás el Diablo no estaría satisfecho con menos que esto. Nunca pensaría que se hubiera hecho una prueba satisfactoria que le permitiera probar su punto. Su desafío a la soberanía universal de Jehová nunca sería plenamente contestado sin que se permitiera tal cosa. Jehová se daba cuenta de esto. Estaba determinado a resolver la cuestión por medio de su tesoro celestial más amado, su Hijo unigénito, su funcionario ejecutivo principal. Su determinación de hacer eso se expresa en esta notable profecía acerca de “mi siervo,” según se da en Isaías 52:13 a 53:12 inclusive.
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Recompensada la integridad probada del “Siervo”¡El hombre al umbral de ser salvo de la angustia mundial!
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Capítulo 5
Recompensada la integridad probada del “Siervo”
1. (a) ¿Qué es un cabro emisario? (b) ¿Se hace más fácil sobrellevar el sufrimiento envuelto porque uno tenga que morir por toda la humanidad?
NO ES cosa fácil sufrir a manera de cabro emisario y a la misma vez mantener la integridad para con el Dios de la Justicia. El individuo que sirve de cabro emisario es una persona inocente, y sin embargo se le hace responder por la culpa de otros o sufrir en el lugar de ellos. La prueba a que se somete la integridad de alguien en esa posición no es aligerada cuando ése tiene que responder por la culpa y sufrir hasta el punto mismo de morir por el mundo entero de la humanidad. Como presentó el caso un escritor inspirado: “Porque apenas morirá alguien por un justo; en realidad, por el bueno, quizás, alguien aun se atreva a morir.”—Romanos 5:7.
2. En sus instrucciones acerca del antiguo Día de Expiación judío, ¿qué dice la Biblia acerca de un cabro emisario o macho de cabrío emisario?
2 Y sin embargo, a fecha tan temprana como en el siglo dieciséis antes de nuestra era común, por primera vez se reveló que alguien serviría a la manera de cabro emisario para la entera raza de la humanidad. En el código de leyes que fue dado por medio de Moisés a la nación de Israel en el monte Sinaí en 1513 a. de la E.C., Jehová Dios estipuló que los israelitas habían de celebrar un solemne Día de Expiación en el día décimo del séptimo mes lunar (Tisri) cada año. Con relación a la expiación por los pecados que se hacía por medio de la sangre de un toro y un cabro, la cual sangre se introducía en el Santísimo del tabernáculo y se rociaba delante del arca dorada del pacto de Dios, había un cabro del cual se hacía el cabro emisario. La manera en que se determinaba cuál era el cabro y lo que se hacía con él se nos describe en el capítulo dieciséis del tercer libro de Moisés, de esta manera:
Y [Aarón] recibirá de toda la multitud de los hijos de Israel dos machos de cabrío por el pecado, y un carnero para holocausto. Y luego que hubiere ofrecido el ternero, y hecho oración por sí y por su casa, hará estar los dos machos de cabrío delante del Señor a la entrada del tabernáculo del testimonio: y echando suertes sobre los dos, la una para el Señor, y la otra para el macho de cabrío emisario: ofrecerá por el pecado aquel, á quien saliere la suerte para el Señor: y á quien cayere la de ser macho de cabrío emisario, lo presentará vivo delante del Señor, para hacer las preces sobre él, y echarle al desierto.
Después que hubiere purificado el santuario, y el tabernáculo, y el altar, entonces ofrezca el macho de cabrío vivo: y puestas las dos manos sobre la cabeza de él, confiese todas las iniquidades de los hijos de Israel, y todos los delitos y pecados de ellos, los cuales cargando con imprecaciones sobre la cabeza de él, lo echará al desierto por un hombre destinado. Y después que el macho de cabrío hubiere llevado todas las iniquidades de ellos á tierra solitaria, y hubiere sido soltado en el desierto.—Levítico 16:5-10, 20-22, Versión de Scío de San Miguel.
3, 4. ¿Cómo sabemos que el macho cabrío emisario del Día de Expiación tenía significado típico?
3 Traducciones modernas vierten “el macho de cabrío emisario” como “el macho cabrío para Azazel.” La antigua Versión de los Setenta hecha por judíos de Alejandría, Egipto, según la traducción de Charles Thomson al inglés, dice que la suerte para este cabro era “una suerte, ‘Para escape.’” También: “para hacer expiación sobre él, para dejarlo escapar.” (Levítico 16:8-10) La antigua Vulgata latina vierte esto “el cabro emisario” (caper emissarius), que corresponde con “macho de cabrío emisario.” Pues bien, este cabro, que era un rasgo del Día de Expiación anual del Israel antiguo, tenía significado típico. Era tipo de algo bueno que le vendría a la humanidad. En Hebreos 10:1 está escrito: “La Ley tiene una sombra de las buenas cosas por venir.” Y, hablando acerca de las víctimas que se sacrificaban en el Día de Expiación, Hebreos 13:11-14 dice:
4 “Los cuerpos de aquellos animales cuya sangre es introducida en el lugar santo por el sumo sacerdote por el pecado son quemados fuera del campamento. Por eso Jesús también, para santificar al pueblo con su propia sangre, sufrió fuera de la puerta. Salgamos, pues, a él fuera del campamento, soportando el vituperio que él soportó, porque no tenemos aquí una ciudad que continúe.”
5. ¿Cómo indica el lenguaje de Isaías 53:4, 5 que el “Siervo” de Jehová había de servir del “macho de cabrío emisario” antitípico?
5 Según la profecía de Isaías, capítulo 53 cincuenta y tres, el “Siervo” de Jehová es el portador de pecados que fue prefigurado por el cabro emisario del Día de Expiación que continuó observándose en el templo de Jehová hasta que la ciudad de Jerusalén fue destruida por los romanos en 70 E.C. El hecho de que el “Siervo” Mesiánico había de servir del “macho de cabrío emisario” antitípico lo procede a mostrar el profeta Isaías, diciendo: “Verdaderamente nuestras enfermedades fueron las que él mismo llevó; y en cuanto a nuestros dolores, él los cargó. Pero nosotros mismos lo consideramos como plagado, golpeado por Dios y afligido. Pero a él se le estuvo traspasando por nuestra transgresión; se le estuvo aplastando por nuestros errores. El castigo que era para nuestra paz estuvo sobre él, y a causa de sus heridas ha habido una curación para nosotros.”—Isaías 53:4, 5.
6. ¿Con qué actividad por parte de Jesús conecta el apóstol Mateo el cumplimiento de Isaías 53:4?
6 Hay otro escritor bíblico inspirado que aplica la profecía de Isaías acerca del “Siervo” de Jehová a Jesucristo, y ése es Mateo Leví, quien había sido recaudador de impuestos. Mencionando los milagros de curar enfermedades humanas ejecutados por Jesús, Mateo 8:14-17 dice: “Jesús, al entrar en la casa de Pedro, vio a la suegra de éste acostada y enferma con fiebre. Por consiguiente le tocó la mano, y la fiebre la dejó, y ella se levantó y se puso a servirle. Pero, al anochecer, la gente le trajo muchos endemoniados; y él expulsó a los espíritus con una palabra, y curó a todos los que se sentían mal; para que se cumpliera lo que se habló por medio de Isaías el profeta, que dijo: ‘Él mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias.’”—Isaías 53:4.
7. ¿Cómo indican las Escrituras que del cuerpo de Jesús fluía vitalidad cuando él ejecutaba curaciones?
7 No podemos decir hasta qué punto le sustrajo vitalidad a Jesús esta ejecución de curaciones milagrosas. Pero está escrito, en Lucas 6:18, 19: “Hasta los que eran molestados de espíritus inmundos fueron curados. Y toda la muchedumbre procuraba tocarle, porque salía poder de él y sanaba a todos.” El hecho de que Jesús percibía este fluir de vitalidad desde su cuerpo, hasta en el caso de una sola curación, se desprende claramente de este caso registrado en Lucas 8:42-48: “Mientras iba, las muchedumbres lo apretaban. Y una mujer, que padecía flujo de sangre hacía doce años, y que no había podido conseguir que nadie la curara, se acercó por detrás y tocó el fleco de su prenda exterior de vestir, y al instante cesó el flujo de su sangre. De modo que Jesús dijo: ‘¿Quién es el que me tocó?’ Cuando todos lo negaban, Pedro dijo: ‘Instructor, las muchedumbres te rodean y te oprimen estrechamente.’ Sin embargo Jesús dijo: ‘Alguien me tocó, porque percibí que de mí salió poder.’ Viendo que no había pasado inadvertida, la mujer vino temblando y cayó delante de él y reveló ante todo el pueblo por qué motivo le tocó y cómo fue sanada al instante. Pero él le dijo: ‘Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz.’”—Compare con Marcos 5:25-34.
8. ¿Qué incidente indica que las curaciones que Jesús ejecutaba tenían algo que ver con su papel de Portador de Pecados?
8 En el caso del “Siervo” de Jehová, las curaciones que Jesús ejecutaba así milagrosamente eran prueba de que era el Portador de Pecados. Por ejemplo, cuando críticos religiosos acusaron a Jesús de blasfemar por decir a un hombre que estaba paralizado: “Cobra ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados,” lo siguiente aconteció: “Y Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: ‘¿Por qué piensan cosas inicuas en sus corazones? Por ejemplo, ¿qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Sin embargo, para que sepan que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados...,’ dijo entonces al paralítico: ‘Levántate, toma tu cama y vete a tu casa.’ Y él se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, las muchedumbres fueron sobrecogidas de temor, y glorificaron a Dios, que dio tal autoridad a los hombres.”—Mateo 9:2-8.
9. (a) ¿Por qué es una necesidad más importante para la humanidad el que se le limpie del pecado que el que se le cure físicamente? (b) Como base para esa limpieza, ¿qué provisión se exigía?
9 Aunque los muchos maravillosos milagros eran testimonio del hecho de que Jesús era el Mesías, el Ungido (Hechos 10:38), él estaba más interesado en sanar a toda la humanidad de lo que era la causa fundamental de toda esta enfermedad. La curación principal que se necesitaba era la curación del pecado, el salario del cual es la muerte con todas sus asociadas debilidades corporales y dolencias. (Romanos 6:23) La curación espiritual era más importante que la curación física, porque el que en alguien ejecutaran una curación corporal Jesús o sus discípulos autorizados no significaba la salvación eterna del que hubiera sido sanado. El limpiar del pecado exigía el derramamiento de la sangre de Jesucristo en muerte de sacrificio en el Día de Expiación antitípico.—Hebreos 9:22.
10. (a) ¿Qué hacía que pareciera que Jesús estaba “plagado” por Dios? (b) ¿Cómo “era para nuestra paz” el castigo que vino sobre él?
10 Debido a la persecución religiosa que amontonaban sobre él los que servían legítimamente en el templo en Jerusalén y otros líderes religiosos a los cuales se tenía en alta estima, parecía como que Jesús estaba “plagado” por Dios mismo. Parecía que Dios le causaba heridas de golpes por medio de los que aparentemente estaban participando en el verdadero servicio de Dios. Pero el aguantar esto sin quejarse era para Jesús excelente disciplina procedente de su Padre celestial. En vista de la severidad de esto, era como castigo para él. (Hebreos 12:2-8) Pero este castigo “era para nuestra paz,” es decir, el aguante de este castigo por Jesús era para que resultara en que entráramos en relación de paz con Dios.
11. ¿Cómo respondió Jesús al sufrimiento que se amontonó sobre él, y con qué beneficio para nosotros?
11 Si Jesús se hubiera rebelado contra esta experiencia disciplinaria en la Tierra, lo hubiéramos perdido todo. Pero uno de sus más íntimos apóstoles, Simón Pedro, nos escribe, diciendo: “Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención. Él no cometió pecado, ni en su boca se halló engaño. Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia. Él mismo cargó con nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, para que acabásemos con los pecados y viviésemos a la justicia. Y ‘por sus heridas ustedes fueron sanados.’” (1 Pedro 2:21-24) Aquí el apóstol Pedro cita de Isaías 53:5, y así llega a ser otro judío que, bajo inspiración divina, identifica a Jesucristo como el “Siervo” predicho en la profecía de Isaías.
COMO OVEJA QUE NO RESISTE
12. ¿Cómo se predijo en Isaías 53:6, 7 la sumisión de Jesucristo a lo que Jehová permitió?
12 Jesucristo tendría que ser muy sumiso a la soberanía universal de Jehová para poder cumplir lo que Isaías dice además acerca del “Siervo” al establecer comparaciones con ovejas. Mostrando la diferencia entre nosotros y el “Siervo,” Isaías 53:6, 7 dice: “Como ovejas todos nosotros hemos andado errantes; ha sido cada cual a su propio camino que nos hemos dirigido; y Jehová mismo ha hecho que el error de todos nosotros se encuentre con aquél. Estuvo en severa estrechez, y él fue dejando que se le afligiera; no obstante, no abría su boca. Se le fue trayendo justamente como una víctima ovejuna al degüello; y como una oveja que delante de sus esquiladores ha enmudecido, él igualmente no abría su boca.”
13. (a) ¿A quién aplicó esta porción de las Escrituras Felipe el evangelizador? (b) Hablando en sentido espiritual, ¿cómo éramos como ovejas que vagaban y qué se necesitaba para socorrernos?
13 Cuando un eunuco etíope preguntó de quién hablaba aquí el profeta Isaías, si de sí mismo o de algún otro hombre, Felipe el evangelizador aplicó aquella porción de las Escrituras a Jesucristo. (Hechos 8:26-35) Además, no hay duda de que Pedro tenía presente esta porción de las Escrituras cuando escribió lo siguiente a compañeros cristianos: “Y ‘por sus heridas ustedes fueron sanados.’ Porque ustedes, como ovejas, andaban descarriados; pero ahora se han vuelto al pastor y superintendente de sus almas.” (1 Pedro 2:24, 25) Sí, debido a que espiritualmente éramos como ovejas que vagaban, extraviadas en ignorancia, error y pecado, necesitábamos que se nos recobrara. Esto exigía que una “oveja” inmaculada que sirviera de sustituto fuera degollada por nosotros, debido a nuestro proceder erróneo. En excelente armonía con la profecía de Isaías, Juan el Bautista señaló a Jesús ya bautizado y ungido y dijo: “¡Mira, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!”—Juan 1:29, 36.
14. ¿Cómo indica Revelación 5:8-10 quién resultó ser aquella ‘oveja traída al degüello’?
14 Repetidamente, en el libro que está en último lugar en las Santas Escrituras, Revelación, se alude a Jesucristo con la expresión: “el Cordero,” y se le dice: “Fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios personas de toda tribu y lengua y pueblo y nación, e hiciste que fuesen un reino y sacerdotes para nuestro Dios, y han de gobernar como reyes sobre la tierra.”—Revelación 5:8-10; 22:1; compare con 1 Pedro 1:18, 19.
15. (a) Cuando Jesús fue sometido a juicio, ¿cómo resultó verdad que Jesús estuvo “enmudecido,” como una oveja delante de sus esquiladores? (b) ¿Por qué optó por este proceder?
15 Cuando se vio envuelto finalmente en un juicio con su vida terrestre en juego, este “Cordero” rehusó responder a las falsas acusaciones de los que testificaban contra él. Permaneció “enmudecido,” porque no deseaba decir nada que estorbara la ejecución de la voluntad de su Padre celestial, como se expresaba, por ejemplo, en Isaías 53:5. Optó por dejar que el registro público que se había hecho delante de la nación de Israel hablara por sí mismo. Si sus jueces terrestres no optaban por aceptar este testimonio verdadero y válido, entonces llevaban la responsabilidad de esto delante del Juez Supremo, Jehová Dios. Ellos mostraron, con todo, que no se habrían guiado por los hechos verdaderos, aunque Jesús hubiera roto el silencio que de propósito mantenía. Él no peleó contra morir como un cordero degollado para redimir a toda la humanidad del pecado, la enfermedad y la muerte. Confiaba en que el Dios Todopoderoso podía resucitarlo de entre los muertos a vida inmortal.—Mateo 26:65; Lucas 23:8-11; Juan 19:8-11.
MUERTE Y ENTIERRO DEL “SIERVO”
16. ¿Por qué no impuso Dios una restricción a los enemigos que prendieron a su “Siervo”?
16 El Dios Todopoderoso no impuso restricción a los enemigos cuando llegó el tiempo debido para que el “Siervo” de Jehová fuera entregado a ellos. Dejó que llegaran hasta el límite y así mostraran el grado de su crueldad y malignidad. Como dijo Jesús a los que habían venido al Jardín de Getsemaní en la noche de la Pascua para arrestarlo: “¿Salieron con espadas y garrotes como contra un salteador? Mientras estaba con ustedes día tras día en el templo no extendieron las manos contra mí. Pero ésta es su hora y la autoridad de la oscuridad.”—Lucas 22:52, 53.
17, 18. ¿Quién aplicó la “restricción,” según se predijo en Isaías 53:8, y de qué manera?
17 ¿Quién, pues, aplica una restricción y a quién o a qué se aplica, según lo que el profeta Isaías ahora pasa a decir acerca del “Siervo” de Jehová? “A causa de restricción y de juicio él fue quitado; y ¿quién se preocupará siquiera con los detalles de su generación? Pues fue cortado de la tierra de los vivientes. A causa de la transgresión de mi pueblo sufrió el golpe. Y hará su sepultura aun con los inicuos, y con la clase rica en su muerte, a pesar de que no había hecho violencia y no hubo engaño en su boca.”—Isaías 53:8, 9.
18 De esto se desprende claramente que los enemigos del “Siervo” de Jehová aplicaron la restricción. Además, fue una restricción que se le impuso a la justicia, la imparcialidad, para que no fuera respetada y ejecutada. (Compare con Salmo 40:11; Isaías 63:15) Esto concuerda con la manera en que se cita este versículo (Isaías 53:8) en Hechos 8:33, donde se cita la lectura de la Versión de los Setenta griega (LXX). Dice: “Durante su humillación apartaron de él el juicio. ¿Quién referirá los detalles de su generación? Porque su vida se quita de la tierra.” Así, se usa la palabra “humillación” en vez de “restricción.” Pero notamos que el versículo no dice: ‘Durante su humildad,’ para aludir a la humildad y sumisión del “Siervo”; sino que dice: “Durante su humillación.” De modo que los enemigos de Jesús lo humillaron por medio de restringir la justicia. Mientras impedían así la justicia y equidad, el “juicio” de una vista justa de su causa y un fallo correcto, libre de prejuicio, ‘fue apartado de él.’
19. ¿Cómo comunican otras traducciones de la Biblia la idea que allí se expresa?
19 Así, como predijo Isaías 53:8, “a causa de restricción y de juicio él fue quitado.” La sustancia de lo que de hecho aconteció se da sencillamente en la traducción de la Biblia al inglés por S. T. Byington, que dije: “Lo sacaron de la ley y el orden.” Por supuesto, todo parecía ser legal, sin empujar a un lado los tribunales legales; pero la manera en que se manejó el caso del “Siervo” de Jehová fue un ultraje a la justicia. Como dice la Versión Moderna: “Por medio de la opresión y del juicio fue quitado.” Correspondientemente, la Sagrada Biblia de Straubinger dice: “Fué arrebatado por un juicio injusto,” mientras que la Biblia de Jerusalén dice: “Tras arresto y juicio fue arrebatado.”
20. Con relación a esto, ¿qué pregunta pasa a hacer el profeta Isaías?
20 Entonces, Isaías 53:8 pasa a hacer esta pregunta: “Y ¿quién se preocupará siquiera con [los detalles de] su generación?” La LXX griega dice así en este caso: “¿Quién referirá los detalles de [o relatará por completo] su generación?”—Hechos 8:33.
21, 22. (a) ¿A quiénes no aplica aquí la palabra “generación”? (b) ¿Cómo muestran esto diferentes traducciones de la Biblia?
21 La palabra “generación” no aplica aquí a la “generación perversa” de personas, según Hechos 2:40, en medio de la cual Jesucristo vivió. El profeta Isaías no está apartando nuestra atención del “Siervo” sufriente para que la pongamos en los contemporáneos del “Siervo” que causaron los sufrimientos de éste; como se sugiere en la lectura que suministra la Versión Moderna: “Y en cuanto a los de su generación, ¿quién entre ellos pensaba . . .?” O como dice la traducción de la Sociedad Judía de Publicación en inglés: “Y con su generación ¿quién razonó?” A lo cual añade este comentario en una nota al pie de la página: “Nadie. El martirio le fue infligido sin interferencia o protesta de nadie.”—Vea el libro Isaiah (Isaías), por la casa The Soncino Press, página 263, publicado en 1949.
22 En vez de tal cosa, el profeta Isaías mantiene nuestra atención enfocada en el “Siervo” aun cuando usa la palabra hebrea para “generación.” A esto se da énfasis en varias traducciones modernas: “Y de su causa ¿quién se preocupa?” (BJ) “Sin que nadie defendiera su causa.” (NC) Y la traducción de la antigua Versión Aramea Peshitta dice: “¿Y quién puede describir su angustia?” (Lamsa) Así, nuestra atención no se transfiere del “Siervo.”
23. ¿En qué sentido, pues, hemos de entender la pregunta que se plantea en Isaías 53:8?
23 El “Siervo” de Jehová no había de tener hijos terrestres naturalmente. Por eso la palabra “generación” no pregunta acerca de ninguna prole del “Siervo,” el Mesías. La palabra “generación” pudiera tener la idea de “derechos de nacimiento,” o “descendencia,” los antecedentes naturales de uno. En este sentido, pues, se ha de entender la pregunta que plantea Isaías: “Y ¿quién se preocupará siquiera con [los detalles de] su generación?” “¿Quién referirá los detalles de su generación?” (Isaías 53:8; Hechos 8:33) Por consiguiente, mientras se celebraban los juicios de Jesús el Mesías ante los tribunales, ¿no pudo haberse presentado esta pregunta? ¿Quién del Tribunal Supremo judío, el Sanedrín de Jerusalén, tomó en cuenta quién era este hombre que estaba en juicio ante ellos? ¿Se interesaron honradamente en conseguir los hechos verídicos en cuanto a los antecedentes de este hombre... que cumplía todos los requisitos que probaban que era con toda verdad el Mesías prometido? Cuando el sumo sacerdote, como presidente del Sanedrín, puso a Jesús bajo juramento de admitir verdaderamente su identidad, todo el tribunal se puso a acusarlo de blasfemia y por lo tanto de ser merecedor de la muerte según la Ley Mosaica.—Mateo 26:59-68.
24. (a) Cuando Jesús estuvo delante de Poncio Pilato, ¿cómo fue que tampoco Pilato dio debido peso a “los detalles de su generación”? (b) Por eso, como se predijo en Isaías 53:8, ¿en qué resultó aquello?
24 El gobernador romano, Poncio Pilato, cuando se enteró de que muchos consideraban que Jesús era el Mesías, el Cristo, se preocupó y dio pasos para determinar algo en cuanto a los antecedentes originales de éste. Pero a pesar de sus dudas, cedió a la presión de la chusma fanática que clamaba pidiendo que se fijara en un madero a Jesús el Mesías, y lo sentenció a morir en un madero de ejecución. (Mateo 27:24-26; Lucas 23:6-25; Juan 18:33 a 19:16 inclusive) Así “los detalles de su generación” no fueron examinados imparcialmente ni recibieron debido peso, y los que se encargaron del caso del Mesías no sintieron la debida preocupación. Puesto que la respuesta a la pregunta de Isaías fue: Nadie que estuviera en autoridad temporal, no es raro que lo demás de Isaías 53:8 pase a declarar lo siguiente: “Pues fue cortado de la tierra de los vivientes. A causa de la transgresión de mi pueblo sufrió el golpe.”
25. ¿Cuándo fue Jesucristo “cortado de la tierra de los vivientes,” recibiendo así el “golpe” que otros merecían?
25 Esto significaba que la vida terrestre del Mesías sería acortada. Y así lo fue, puesto que a Jesucristo le dieron muerte a la edad de treinta y tres años y medio. Recibió el golpe que otros merecían debido a la propia transgresión de ellos. No obstante, esto no sucedió antes del tiempo que Dios había fijado para que su “Siervo” Mesiánico fuera cortado de en medio de los que vivían en la Tierra. En la profecía de Daniel 9:24-27, Jehová dijo lo siguiente acerca de la septuagésima y última semana de las setenta semanas de años que tenían que ver con el Mesías: “Y después de las sesenta y dos semanas [que seguían a las anteriores siete semanas] Mesías será cortado, con nada para sí. . . . Y él tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana [desde el otoño de 29 E.C. hasta el otoño de 36 E.C.]; y a la mitad de la semana [en la primavera de 33 E.C.] hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva [en virtud de su propio sacrificio humano perfecto].”
26. ¿A la “transgresión” de quien alude Isaías en el Is. 53 versículo 8 del capítulo 53?
26 De nuevo el profeta Isaías, en el Is. capítulo 53, versículo 8, envuelve a su propio pueblo en la situación, diciendo “mi pueblo,” que eran entonces también el pueblo escogido de Dios. Así, también, Isaías admite la “transgresión” de su propia nación y señala a la inocencia del “Siervo” Mesiánico, Jesucristo. Sin embargo, este Mesías estuvo dispuesto a sufrir inocentemente a favor de la nación judía, “mi pueblo,” como Isaías los llama. Esta nación en particular era culpable de transgresión contra Jehová el Dios de ellos. Por medio de Moisés el mediador habían sido introducidos en un pacto de Ley en el monte Sinaí en Arabia en 1513 a. de la E.C. Por no observar aquel pacto de la Ley perfectamente, llegaron a ser una nación maldita, sujeta a todas las maldiciones sobre las cuales Moisés les había advertido de antemano en Deuteronomio 28:15-68. Esta era una maldición que no estaba sobre lo demás de la familia humana, puesto que ninguno de estos gentiles fue admitido dentro del pacto de la Ley Mosaica.
MESÍAS HECHO MALDICIÓN POR UNA NACIÓN
27, 28. (a) ¿Cómo podía quitársele a la nación judía la maldición debida a haber violado el pacto de la Ley? (b) ¿Qué decía la Ley en cuanto a la manera en que Dios consideraba al individuo a quien se colgaba de un madero?
27 ¿Cómo se le quitaría esta maldición a la nación judía? Por la muerte de alguien de su propia nación sobre un madero o árbol de ejecución. En Deuteronomio 21:22, 23 está escrito:
28 “Y en caso de que llegue a haber en un hombre un pecado que merezca la sentencia de muerte, y se le haya dado muerte, y lo hayas colgado en un madero, su cuerpo muerto no debería quedarse toda la noche en el madero antes bien, sin falta debes enterrarlo ese mismo día, porque cosa maldecida de Dios es el que ha sido colgado; y no debes contaminar tu terreno, que Jehová tu Dios te está dando como herencia.”
29. Así, según lo explica el apóstol Pablo, ¿cómo suministró Jesús un medio de librar a la nación judía de la maldición en que se hallaba por violar la Ley?
29 No solo era necesario que Jesús muriera como sacrificio de rescate, sino también que muriera en un madero de ejecución. “Porque,” dice el apóstol Pablo, “todos los que dependen de obras de ley están bajo maldición; porque está escrito: ‘Maldito es todo el que no continúa en todas las cosas escritas en el rollo de la Ley a fin de hacerlas.’ Además, que por ley nadie es declarado justo para con Dios es evidente, porque ‘el justo vivirá a causa de la fe.’ Ahora bien, la Ley no se adhiere a la fe, sino que ‘el que los hace vivirá por medio de ellos.’ Cristo por compra nos libró de la maldición de la Ley llegando a ser una maldición en lugar de nosotros, porque está escrito: ‘Maldito es todo aquel que es colgado en un madero.’ El propósito fue que la bendición de Abrahán llegase a ser para las naciones por medio de Jesucristo, para que mediante nuestra fe recibiésemos el espíritu prometido.”—Gálatas 3:10-14; Deuteronomio 27:26; Levítico 18:5.
30. En cuanto al lugar de entierro del Mesías, ¿qué predijo Isaías 53:9?
30 Jesús el Mesías llegó a ser una maldición en lugar de la nación judía cuando murió sobre el madero de ejecución en Calvario, fuera de Jerusalén, en el Día de la Pascua de 33 E.C. Muerto, Jesús no podía controlar dónde hubieran de enterrarlo. Su cuerpo pudiera haber sido tomado, como el de un criminal maldito que no mereciera una resurrección, y haber sido arrojado en Gehena, el valle de Hinom al sur y sudoeste de Jerusalén donde los fuegos incineradores para la basura de la santa ciudad se mantenían ardiendo y hasta se mezclaban con azufre. Pero esta profecía de Isaías 53:9 tenía que cumplirse en él: “Y hará su sepultura aun con los inicuos, y con la clase rica en su muerte, a pesar de que no había hecho violencia y no hubo engaño en su boca.”
31. ¿Cómo se realizó el que a Jesús se le enterrara “con los inicuos” y “con la clase rica”?
31 El que Jesús muriera entre dos conocidos criminales colgados en maderos clasificaría el entierro de Jesús como “con los inicuos,” aunque no fuera enterrado al lado mismo de ellos. Según la ley de Dios por medio de Moisés, Jesús tenía que ser bajado del madero y enterrado aquel mismo día antes de la caída del Sol. El tiempo estaba pasando rápidamente, y los judíos le solicitaron a Pilato que sus soldados quitaran los cuerpos de los tres hombres antes que terminara el Día de la Pascua. (Juan 19:31-37) Pensando de antemano en tal cosa, un discípulo secreto de Jesucristo, un rico llamado José de Arimatea, fue y consiguió permiso del gobernador Pilato para bajar el cuerpo de Jesús y enterrarlo. De modo que Jesús fue enterrado en una tumba recientemente cortada en la cual todavía no había sido colocado ningún cadáver. Al hacer que esto se efectuara, este rico, José, no se dio cuenta de que estaba participando en el cumplimiento de Isaías 53:9 en el sentido de que el “Siervo” de Jehová haría su sepultura “con la clase rica en su muerte.”—Juan 19:38-42; Mateo 27:57-60; Marcos 15:42-46; Lucas 23:50-53.
32. Aun después de la muerte de Jesús, ¿cómo mostraron los enemigos judíos que consideraban a Jesús como un impostor inicuo?
32 Este entierro de Jesús el Mesías “con la clase rica” no quitó la mancha de que muriera con inicuos y fuera enterrado como un inicuo. Los judíos enemigos averiguaron dónde fue enterrado el cuerpo de Jesús, e hicieron que el gobernador Pilato sellara la piedra sepulcral y permitiera que se colocara una guardia de soldados en la tumba, porque clasificaban a Jesús como un impostor inicuo. Temían que si no hacían esto los discípulos de Jesús se robarían el cadáver y entonces dirían que él había sido resucitado, y así “será esta última impostura peor que la primera.” Aunque al tercer día la guardia de soldados informó que fue un glorioso ángel del cielo el que rompió el sello del gobernador e hizo rodar la piedra, abriendo la tumba, los principales sacerdotes y los ancianos sobornaron a los soldados de la guardia para que le dijeran a la gente que los discípulos de Jesús habían ejecutado esta “última impostura” y eran peores impostores que Jesús mismo.—Mateo 27:62-66; 28:11-15.
33, 34. (a) ¿Por qué permitió Jehová toda esta humillación de su “Siervo”? (b) ¿Cómo indicó la profecía en Isaías 53:10 que no sería en vano que el Mesías mantendría su integridad?
33 Jesús el Mesías sufrió toda esta humillación de manos de sus enemigos aunque, como predijo Isaías 53:9, “no había hecho violencia y no hubo engaño en su boca.” ¿Por qué permitió esto el Dios Todopoderoso? Fue debido a que el desafío que Satanás el Diablo había levantado, que envolvía hasta al “Siervo” de Jehová, tenía que ser sofocado para siempre. Su “Siervo” tenía que ser examinado o probado aquí mismo en la Tierra, y tenía que quedar mostrado que él era completamente firme en su lealtad a la soberanía universal de Jehová prescindiendo de todo el sufrimiento y humillación que se le permitiera a Satanás el Diablo causarle al “Siervo.” El que el “Siervo” de Jehová mantuviera la integridad piadosa bajo esta prueba sin paralelo no sería en vano ni sin una recompensa satisfaciente. Por ello, Isaías 53:10 dice:
34 “Pero Jehová mismo se deleitó en aplastarlo; lo enfermó. Si pones su alma como ofrenda por la culpa, él verá su prole, él prolongará sus días, y en su mano lo que es el deleite de Jehová tendrá éxito.”
LA RECOMPENSA POR LA INTEGRIDAD PROBADA
35. (a) ¿En qué sentido ‘aplastó’ Jehová a su “Siervo” y “lo enfermó”? (b) En realidad, ¿en qué fue que “Jehová mismo se deleitó”?
35 Jehová Dios no ‘aplastó’ personal y directamente a su “Siervo” Mesiánico. No lo “enfermó” directamente, según todas las apariencias, hablando figurativamente. Más de cuatro milenios antes, en el Jardín de Edén, Jehová le había dicho lo siguiente a la serpiente en presencia de la entidad invisible que había manipulado a aquella serpiente: “Pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.” (Génesis 3:15) Para cumplir esa profecía, Jehová tenía que permitir que la Gran Serpiente, Satanás el Diablo, magullará al “Siervo” Mesiánico en el talón, hasta la muerte misma. Él estuvo perfectamente complacido con que la Gran Serpiente hiciera esto. En el sentido de que lo permitió según su propósito, Jehová “lo enfermó,” hasta la muerte misma. Lo que quedó probado bajo el aplastamiento y la enfermedad mortal fue lo que deleitó a Jehová Dios, a saber, la integridad de Jesús.
36. ¿Por qué tiene que ser Jehová quien, según dice el texto bíblico, ‘pone como ofrenda por la culpa,’ el alma de su “Siervo”?
36 A la luz de lo que dice el Is. capítulo 53 cincuenta y tres de Isaías acerca del “Siervo” de Jehová, el “Siervo” suministra una “ofrenda por la culpa” para otros. Dice la Sagrada Biblia de Straubinger: “Luego de ofrecer su vida en sacrificio por el pecado, verá descendencia y vivirá largos días y la voluntad de Yahvé será cumplida por sus manos.” (Isaías 53:10b) Al decir: “Si pones su alma como ofrenda por la culpa,” como dice en hebreo, la persona a quien así se habla tendría que ser Jehová Dios, puesto que era a Él que el Israel antiguo ofrecía las ofrendas por la culpa típicas y a Él también ofrece Jesucristo la antitípica ofrenda por la culpa para toda la humanidad. (Hebreos 9:24 a 10:14 inclusive) Jehová es Quien determina el valor de un sacrificio, en cuanto a si satisface los requisitos para librar a los pecadores de su culpa y las consecuencias de ésta.
37. En cumplimiento de lo que se prefiguró en el Día de Expiación judío, ¿cómo presentó Jesús a Dios una ofrenda aceptable por la culpa?
37 Para que la ofrenda aceptable por la culpa le fuera presentada a Él en los cielos, Jehová levantó a su “Siervo” de entre los muertos al tercer día. Puesto que había entregado su alma humana como ofrenda por la culpa, el “Siervo” Mesiánico no podía ser levantado a la vida de nuevo como alma humana con un cuerpo de carne y sangre y huesos. Por eso el Dios Todopoderoso lo resucitó como persona de la región de los espíritus, pero todavía con el mérito o valor de su sacrificio humano perfecto. Por eso, cuando Jesús el Mesías ascendió finalmente al cielo y entró en la presencia de su Padre Celestial, no entró con las manos vacías. Tenía consigo lo que correspondía con la sangre de víctimas animales en el Día de Expiación judío, a saber, el mérito de su vida humana sacrificada como ofrenda por la culpa. Esto fue lo que presentó en el gran Día de Expiación antitípico, y Jehová lo aceptó a favor de toda la humanidad.
PROLE
38. ¿Por medio de qué es que Jesús el Mesías llega a tener “prole,” según lo que se dice en Isaías 53:10?
38 Hasta donde muestra el Is. capítulo 53 cincuenta y tres de Isaías, el “Siervo” Mesiánico moriría sin prole. Así fue como murió Jesucristo, sin hijos, sin casarse. En contraste con el primer Adán, que pecó y le hizo perder la vida a su prole, acerca de Jesús el Mesías está escrito: “El último Adán vino a ser un espíritu dador de vida.” (1 Corintios 15:45) Por medio de su ofrenda por la culpa él podía comprar de vuelta del pecado y la muerte a toda la prole de Adán y Eva y podía devolverles la vida, vida perfecta y libre de la condenación divina. ¿Hará esta cosa maravillosa el “espíritu dador de vida,” Jesús el Mesías? Sí, y esa es la significación de las palabras de Isaías 53:10: “Si pones su alma como ofrenda por la culpa, él verá su prole, él prolongará sus días, y en su mano lo que es el deleite de Jehová tendrá éxito.” Esto le promete “prole” al “Siervo.”
39. ¿Qué otros textos bíblicos indican que el Rey Mesiánico tendría prole?
39 En paralelo con esa promesa de prole está la que se le hizo al Rey Mesiánico en estas palabras del salmo profético: “En lugar de tus antepasados llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.” (Salmo 45:16) Y en cuanto a la promesa asociada que se encuentra en Isaías 53:10: “prolongará sus días,” esto significaría que el “Siervo” resucitado de Jehová sería padre de prole por largo tiempo. ¿Por cuánto tiempo? Para siempre, según la profecía de Isaías 9:6 respecto al descendiente mesiánico del rey David. Allí leemos: “Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el gobierno principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” De modo que este Rey Mesiánico tendría hijos, pero no para que llegaran a ser sus sucesores en el puesto, porque él sería un Padre Eterno, uno que daría vida eterna a los hijos.
40. ¿Por qué “el deleite de Jehová tendrá éxito” en la mano del “Siervo” Mesiánico?
40 Este “Siervo” resucitado de Jehová no solo tendría buen éxito en cuanto a restaurar a la vida por la eternidad a la prole comprada y adoptada del primer Adán, sino que también tendría buen éxito en todas las demás cosas que Jehová confiaría al control de su mano. El “Siervo” Mesiánico se encargará de llevar a cabo concienzudamente “lo que es el deleite de Jehová.” De manera que bajo la bendición asegurada de Dios aquello a lo cual el “Siervo” extiende su mano tendrá buen éxito, para gloria de Jehová y para beneficio de todos los demás relacionados con esto.
“SATISFECHO” DESPUÉS DEL PENOSO AFÁN DE SU ALMA
41. Después de todo el penoso afán que experimentara como alma humana, ¿cómo se sentiría el “Siervo” de Jehová, según se predijo en Isaías 53:11?
41 Delante del “Siervo” Mesiánico se puso una gozosa expectativa. Después de todo el penoso afán que sufriría como alma humana, se le haría sentir satisfecho con lo que vería realizado. No tendría base para resentirse por todo lo que se le hubiera permitido sufrir en la Tierra. La expectativa que se dio en Isaías 53:11 fue: “A causa del penoso afán de su alma él verá, quedará satisfecho. Por medio de su conocimiento el justo, mi siervo, traerá una posición de justos a muchas personas; y sus errores él mismo los cargará.”
42. ¿Qué le sería particularmente satisfaciente a este “Siervo”?
42 La cosa más satisfaciente que este “Siervo” de integridad vería sería la vindicación de la soberanía universal de Jehová Dios, su Padre celestial. El que él mantuviera la integridad al Soberano Universal bajo la prueba más severa aquí abajo en la Tierra le suministró a su Padre celestial una respuesta válida a Satanás el Diablo, quien estaba desafiando con escarnio a Jehová Dios. Nunca más podía este Adversario abrir su vil boca en un ataque al más encumbrado siervo en la organización universal de Jehová.—Proverbios 27:11.
43. ¿Por medio de qué “conocimiento” traería el Mesías una posición de justos a muchos que habían heredado de Adán el pecado, y de qué manera?
43 En asociación con la vindicación del Señor Soberano Jehová estaría el dar reputación o posición de justos a muchos aquí en la Tierra que habían heredado del pecador Adán la injusticia y la condenación. (Romanos 5:12) El “conocimiento” por medio del cual él produce esto es evidentemente un conocimiento adquirido. Este fue el conocimiento que adquirió al llegar a ser hombre en la Tierra y sufrir injustamente en contacto con la humanidad enferma y pecaminosa. Llegó a ser un “hombre que era para dolores y para estar familiarizado con enfermedad.” (Isaías 53:3) Su “conocimiento” aquí denota o da a entender sufrimiento bajo una prueba de integridad hasta la amarga muerte. Lo que él no había conocido en la vida que vivió arriba en el cielo antes de ser criatura humana, a saber, sufrimiento doloroso debido a su fidelidad al Señor Soberano Jehová, lo llegó a experimentar y realmente conocer aquí abajo en la Tierra durante el tiempo en que Satanás el Diablo es “el dios de este sistema de cosas,” “el gobernante de este mundo.” (2 Corintios 4:4; Juan 12:31) Al llegar a conocer el sufrimiento hasta la muerte en esta experiencia personal él pudo suministrar el sacrificio de expiación que haría justos a muchos.
44. ¿A quiénes viene esta “posición de justos,” y cuándo?
44 Esta justicia o posición de justos delante de Dios viene primero a los 144.000 coherederos de Jesucristo, por imputación. A individuos como éstos el apóstol Pablo escribió, en 2 Corintios 5:21, diciendo: “Al que no conoció pecado él lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros llegásemos a ser justicia de Dios por medio de él.” Además, en Romanos 5:19: “Porque así como por la desobediencia de un solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así mismo también por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos justos.” Al debido tiempo la posición de justos vendrá a los hijos del Padre Eterno, Jesucristo. Durante su reinado por mil años sobre la Tierra él elevará a esta “prole” terrestre a una posición de justos en perfección, para que demuestren su lealtad y fidelidad a la soberanía universal de Jehová en sentido perfecto, y ganen así la dádiva de la vida eterna.—Revelación 20:4-6, 11-15.
45. ¿Por qué hay razón para que estemos muy agradecidos a Jehová por proveer un “Siervo” mantenedor de integridad como ése?
45 A favor de los muchos a los cuales se llevará así a una posición de justos se cumple la profecía de Isaías 53:11: “Y sus errores él mismo los cargará.” Es decir, él mismo como el “Siervo” Mesiánico de Jehová llevaría la pena por los errores de ellos y así los liberaría de la condenación a muerte. El apóstol Pedro describe cómo se hizo esto, diciendo con referencia al “Siervo” de Jehová: “Él mismo cargó con nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, para que acabásemos con los pecados y viviésemos a la justicia. Y ‘por sus heridas ustedes fueron sanados.’ Porque ustedes, como ovejas, andaban descarriados; pero ahora se han vuelto al pastor y superintendente de sus almas.” (1 Pedro 2:24, 25) ¡Qué agradecidos debemos estar por lo que este “Siervo” Mesiánico ha hecho por nosotros! ¡Qué agradecidos debemos estar a Jehová por suministrar tal “Siervo” de integridad!—Romanos 3:24-26.
“UNA PORCIÓN ENTRE LOS MUCHOS” PARA EL “SIERVO”
46, 47. Explique la promesa profética: “Le daré una porción entre los muchos.”
46 Antes de la venida del “Siervo” Mesiánico de Jehová hubo “muchos” siervos fieles de Jehová que habían permanecido fieles al Señor Soberano Jehová y a quienes Jehová dio una porción apropiada aun durante esta vida. Tome, por ejemplo, los casos de Noé, Abrahán, Isaac, Jacob (Israel), José, y Job. Hay una porción reservada para las muchas personas de integridad piadosa en el venidero nuevo sistema de cosas de Jehová bajo el reino de su “Siervo” Mesiánico sobre toda la Tierra. Esos adoradores fieles de Jehová estuvieron entre las “muchas personas” para las cuales Su “Siervo” llevó la carga del pecado. Tal como Jehová mostró aprecio de este modo por la integridad que mantuvieron aquellos “muchos” leales de los tiempos anteriores, así consistentemente daría una porción a su “Siervo” Mesiánico entre aquellos “muchos” fieles de la antigüedad. Por lo tanto, Isaías 53:12 dice:
47 “Por esa razón yo le daré una porción entre los muchos, y será con los poderosos que él repartirá proporcionalmente el despojo, debido a que él derramó su alma hasta la mismísima muerte, y fue con los transgresores que fue contado; y él mismo llevó el mismísimo pecado de muchas personas, y por los transgresores procedió a interponerse.”
48. ¿Quiénes son los “poderosos” con los cuales reparte despojos el “Siervo” de Jehová, y como resultado de guerra que se pelea dónde?
48 El “Siervo” no solo recibe de Jehová una “porción entre los muchos,” sino que también adquiere los despojos de guerra por medio de una victoria que obtiene de sus enemigos y de los enemigos del Dios del cual es el siervo principal. El que él reparta proporcionalmente los despojos con los “poderosos” indica que él mismo es también ‘poderoso.’ ¿Y quiénes son estos “poderosos”? Los poderosos con los cuales reparte proporcionalmente los despojos son los que participan en la guerra con él. (Isaías 60:22) No parece que los “poderosos” sean los ángeles celestiales con los cuales el “Siervo” Mesiánico peleará la guerra venidera en Har-Magedón contra los enemigos de Jehová Dios. (Revelación 16:14, 16; 19:11-14) Más bien, los “poderosos” son los que participan en la misma clase de guerra que el “Siervo” peleó aquí en la Tierra. Isaías 53:12 enlaza su repartición proporcionada del despojo con otros debido a lo que él hizo en la Tierra hasta el tiempo en que fue cortado de la Tierra, “de la tierra de los vivientes.”—Isaías 53:8.
49. ¿Qué dicen las Escrituras en cuanto a las victorias de que disfrutan Jesús y sus seguidores aquí en la Tierra?
49 En la noche de la Pascua del año 33 E.C., poco antes que Jesús fuera arrestado y llevado a juicio y sentenciado a muerte, dijo a sus fieles apóstoles: “En el mundo están teniendo tribulación, pero ¡cobren ánimo! yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33) Además, evidentemente aludiendo a una procesión en celebración de una victoria, el apóstol Pablo escribe, en 2 Corintios 2:14: ¡“Gracias a Dios que siempre nos conduce en una procesión triunfal en compañía con el Cristo y hace que el olor del conocimiento de él sea perceptible en todo lugar por medio de nosotros!” Además, cuando se expresa en cuanto a lo que Dios hizo por medio de Jesucristo, el apóstol Pablo escribe: “Ha quitado del camino [el documento manuscrito contra nosotros] clavándolo al madero de tormento. Desnudando por completo a los gobiernos y a las autoridades, los exhibió a la vista pública como vencidos, conduciéndolos en una procesión triunfal por medio de él.”—Colosenses 2:14, 15.
50, 51. Puesto que la guerra es espiritual, ¿qué es el “despojo” que Jesús reparte proporcionalmente con su congregación?
50 Por lo tanto, puesto que la alusión que se encuentra en Isaías 53:12 es obviamente a un guerrear espiritual que el “Siervo” Mesiánico tenía que llevar a cabo, ¿qué es el “despojo” que él reparte proporcionalmente con los 144.000 “poderosos” de su congregación? Bíblicamente, sería los “dones en la forma de hombres” que él otorgó a su congregación desde el Pentecostés de 33 E.C. en adelante. Aludiendo al bélico Salmo 68:18 sesenta y ocho, y citando el versículo dieciocho, el apóstol Pablo escribe lo siguiente con referencia a Jesucristo:
51 “Por lo cual él dice: ‘Cuando ascendió a lo alto se llevó cautivos; dio dones en la forma de hombres.’ Ahora bien, la expresión ‘ascendió,’ ¿qué significa, sino que también descendió a las regiones inferiores, es decir, a la tierra? El mismísimo que descendió también es el que ascendió muy por encima de todos los cielos, para dar plenitud a todas las cosas. Y dio algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores, algunos como pastores y maestros, teniendo en mira el reajuste de los santos, para obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo.”—Efesios 4:8-12.
52, 53. (a) ¿Cómo resultan “poderosos” los coherederos de Cristo? (b) Según la referencia de Isaías 53:12, ¿qué es un “despojo” que ellos le arrebatan al enemigo, y por qué?
52 Estos “dones en la forma de hombres” estuvieron entre los cautivos que él condujo como resultado de dar su alma humana como rescate para el mundo condenado de la humanidad. (Mateo 20:28; 1 Timoteo 2:5, 6) Jesucristo, habiendo resucitado y ascendido, otorga esos “dones en la forma de hombres” a su congregación de 144.000 coherederos ungidos, para fortalecerlos a todos de modo que lleven a cabo un guerrear triunfante contra este mundo y su dios y de ese modo participen con Jesús en vindicar la soberanía universal de Jehová Dios. A ellos dice, en Revelación 3:21: “Al que venza yo le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.” Debido a que salen vencedores del mundo inicuo y su dios ellos demuestran que son “poderosos,” y el “Siervo” Mesiánico de Jehová reparte proporcionalmente también a ellos una participación en los privilegios del Reino. Lo que ellos le han arrancado al enemigo vencido es la base del enemigo para desafiar con escarnio a Jehová con relación al desinterés y abnegación de la devoción de los adoradores de Jehová a su soberanía universal.—Proverbios 27:11.
53 Este participar en la vindicación del Señor Soberano con Jesucristo el “Siervo” es un “despojo” precioso en el cual se da una porción a los 144.000 vencedores. Esto, por supuesto, no significa que no compartirán los gloriosos despojos de la victoria que el “Siervo” de Jehová gana en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón. (Revelación 19:11-21; 2:26, 27) No obstante, no es particularmente con esto que se trata en Isaías 53:12, que se refiere claramente a una obra propiciatoria o intercesora por parte del “Siervo” Mesiánico de Jehová.
54. Según la explicación que registra Isaías, ¿por qué se recompensa de esta manera al “Siervo”?
54 ¿Por qué se recompensa con un ensalzamiento como éste al “Siervo”? El Isa. 53 versículo 12 responde: “Debido a que él derramó su alma hasta la mismísima muerte, y fue con los transgresores que fue contado; y él mismo llevó el mismísimo pecado de muchas personas, y por los transgresores procedió a interponerse.”
55. ¿Con qué mira “derramó [Jesús] su alma hasta la mismísima muerte”?
55 En el Jardín de Getsemaní Jesús dijo lo siguiente a sus fieles apóstoles antes de ser arrestado allí: “Mi alma está hondamente contristada, hasta la muerte.” (Mateo 26:38) No obstante, despojó su alma humana hasta la muerte, y se apegó firmemente al propósito que tenía el que él hubiera llegado a ser alma humana: “El Hijo del hombre no vino para que se le sirviera, sino para servir y para dar su alma en rescate en cambio por muchos.” Dio su alma humana en cambio por medio de morir como hombre. (Mateo 20:28) Se vació, derramando su alma hasta la muerte misma. Esto hizo posible que Jehová Dios ‘pusiera el alma de él como ofrenda por la culpa,’ para que se diera una posición de justos a los que aceptaran el sacrificio de rescate de Jesucristo.—Isaías 53:10, 11.
56, 57. (a) ¿Estaba Jesús al tanto de que estaba cumpliendo lo que se había predicho en el capítulo 53 de Isaías acerca del “Siervo” de Jehová? (b) ¿Quiénes lo contaron “con los transgresores,” y por qué aguantó aquella humillación?
56 Jesucristo se reconoció como el “Siervo” predicho en el Is. capítulo 53 cincuenta y tres de Isaías. Admitió que era el “Siervo,” cuando dijo a sus fieles apóstoles en la noche de la Pascua en que fue traicionado y arrestado: “Mas ahora el que tiene bolsa tómela, así mismo también la alforja; y el que no tiene espada venda su prenda exterior de vestir y compre una. Porque les digo que esto que está escrito tiene que realizarse en mí, a saber: ‘Y fue contado con los desaforados.’ Porque lo que tiene que ver conmigo está realizándose.” (Lucas 22:36, 37) Así fue que, más tarde en aquella noche, cuando la chusma vino al jardín para arrestarlo, vinieron armados con garrotes y espadas como para prender a un desaforado, un transgresor, un salteador. (Marcos 14:48, 49) Aquella fue una acción secreta por la chusma, bajo la cubierta de la noche. Pero más tarde, durante las horas del día, Jesús fue expuesto públicamente como persona a quien se contara entre los transgresores cuando lo fijaron en un madero como quebrantador de las leyes, y, para intensificar que lo contaran entre los transgresores, “fijaron en maderos junto con él a dos salteadores, uno a su derecha y uno a su izquierda.” (Marcos 15:27) Pero Jesús aguantó esta humillación suya, para que la Palabra de Jehová fuera vindicada como verdadera e infalible y para que por la transgresión de su propio pueblo él llevara el golpe de la pena.—Isaías 53:8.
57 El hecho de que Jehová Dios recompensó y ensalzó altamente a su “Siervo” Mesiánico prueba que Él mismo no contó a este “Siervo” con los transgresores. Simplemente predijo que el mundo clasificaría de ese moda al “Siervo” Mesiánico. Sin embargo Jesucristo aguantó aquella humillación, que sería difícil de soportar para un siervo fiel de Dios, aparentemente para oprobio de su Dios y para crédito del que ha desafiado con escarnio a Dios. Pero Jesús bebió aquella copa de humillación pública, para probarse misericordioso para con la humanidad condenada y moribunda. Esto es lo mismo que Isaías 53:12 llama a nuestra atención al decir: “Y él mismo llevó el mismísimo pecado de muchas personas, y por los transgresores procedió a interponerse.”—Compare con Hebreos 2:14-18; 4:15.
58. (a) Así, ¿la misericordia de quién se desplegó sobresalientemente para con los transgresores humanos, y hasta qué grado? (b) ¿Por qué fue a su Hijo unigénito que él escogió para desempeñar el papel de su “Siervo”?
58 Él mismo se interpuso y llevó el mismísimo pecado de los muchos transgresores, para que la misericordia de Jehová Dios mismo se extendiera a toda la humanidad. Jehová, al enviar su “Siervo” Mesiánico y permitir que éste aguantara todo este sufrimiento y humillación hasta la mismísima muerte, estaba desplegando su propia misericordia ilimitada para con nosotros los transgresores. La idea entera de mostrar misericordia a la humanidad bajo condena se originó de Jehová Dios. Su misericordia fue tan grande que no perdonó ni a su muy amado Hijo celestial en el interés de que esto se efectuara. (Romanos 8:31, 32) Él no deseó que su propósito de extender misericordia fracasara debido a depender de un agente del cual no pudiera estar absolutamente seguro. Él sí tenía la más completa confianza en su Hijo unigénito, en que este Hijo no Le fallaría en medio de ninguna circunstancia en absoluto, y por eso escogió a este Hijo para desempeñar el papel de “Mi Siervo.” (Isaías 52:13; 53:11) Al hacer que su Hijo pasara por la severa disciplina que estaba prescrita para este “Siervo,” Dios mostró que lo amaba muy profundamente.—Hebreos 12:3-6.
59. ¿A quién atribuyen las Escrituras esta maravillosa expresión de “amor para con el hombre”?
59 Todas las gracias vayan a Jehová Dios por levantar a tan confiable “Siervo,” por medio del cual se magnifica Su propio amor y misericordia. Esta acción fue ciertamente un despliegue de Su propia filantropía; tal como está escrito: “Cuando se manifestó la bondad y el amor para con el hombre de parte de nuestro Salvador, Dios, él nos salvó, no debido a obras de justicia que nosotros hubiésemos ejecutado, sino según su misericordia, por medio del baño que nos trajo a la vida y por medio de hacernos nuevos por espíritu santo. Este espíritu él lo derramó ricamente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador.”—Tito 3:4-6.
60. (a) Aunque Job fue abundantemente recompensado por mantener su integridad, ¿por qué se le dio a Jesucristo una recompensa mucho mayor? (b) ¿De qué da seguridad para el futuro la fidelidad de Jesús bajo prueba cuando estuvo en la Tierra?
60 Nos regocija el que la integridad probada del fiel “Siervo,” Jesucristo, haya sido tan dignamente recompensada, con rango más encumbrado y mayor responsabilidad en la organización universal de Jehová. Como ilustración de esto por adelantado, el paciente Job de la antigüedad, por mantener inquebrantablemente su integridad, fue recompensado con el doble de la cantidad de cosas que había tenido antes de su severa prueba. (Job 42:10) Mucho más que eso estuvo envuelto en la prueba de Jesucristo en la Tierra y en el que él mantuviera su integridad, y apropiadamente su recompensa fue mucho mayor. Tan ciertamente como que fue fiel bajo tan severa prueba de su integridad cuando estuvo en la Tierra, será plenamente fiel en el desempeño de sus mayores responsabilidades ahora en este tiempo crítico y en todo el futuro.—Lucas 16:10.
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